JungKook

Ayer fue un día interesante.
                     
Me la pasé caminando en el bosque y creo que si sigo así podre reconocer el camino de vuelta en pocos días, además pude ayudar al lobo que tanto ha hecho por mí.
                     
Veo por la ventana y noto que ya está ahí, ayer me dejó solo en el bosque, quería que me acompañara pero aún no debe sentirse seguro con un humano.
                     
Tomo mi capa y salgo, me acerco a él y me siento a su lado.
                     
──Hola ──saludo acariciando su cabeza── ¿Cómo está tu patita?
                     
Golpea el suelo mostrándome que puede apoyarla mucho mejor.
                   
──Eso es muy bueno, me alegra haberte ayudado, quiero tomar un baño así que espera un momento, ¿Sí? No te vayas.
                     
Asiente y me pongo de pie, me acerco a uno de los botes que dejo llenarse con agua y lo jalo para buscar un lugar donde pueda bañarme.
                     
El lobo me sigue y muerde mi pantalón sin ser brusco.
                     
──¿Qué pasa? ──pregunto pues parece inquieto── solo tomaré un baño o... ¿Quieres caminar? ──asiente── ¿Debo seguirte── vuelve a asentir.                    

De acuerdo, me bañaré después.                    
Entro a la cabaña rápidamente, tomo mi arco y lo sigo, voy marcando el camino pues no reconozco este lugar.
                     
Pero parece que él sabe manejarse perfectamente.
                   
Escucho agua.
                     
Nos adentramos más, lo sigo de cerca esperando que sea lo que estoy pensando.
                     
Wow.
                     
Hay un gran cuerpo de agua, un río, supongo, es tan hermoso, la corriente no es muy agresiva a pesar de terminar en una cascada pero no es muy grande.                   

──Lobo, gracias, este lugar es precioso, es perfecto ──halago sonriendo de oreja a oreja── muchas gracias, ¿Te importa si tomo un baño?               

No reacciona pero supongo que está bien, me quito mi capa así como mi ropa quedando solo en ropa interior.                   

JiMin

Deja sus ropas perfectamente dobladas sobre una roca, se acerca a la orilla del lago, se sienta y deja que el agua moje sus pies.
                     
Su piel se ve tan blanca y suave, sin duda debe ser el chico más lindo de la aldea.                   

Suspira fuertemente y me mira con una sonrisa, hace una señal para que me acerque y obedezco poniéndome de su lado.                 

Me acaricia la cabeza suavemente, tiene mucho tacto y sensibilidad, con razón el bosque está enamorado de él.             

──¿Sabes? Cuando mi abuela aún vivía solía traerme aquí pero no recordaba el camino ──me informa sin desatender las caricias── aquí aprendió a pescar, la extraño mucho pero sé que está en un mejor lugar.               
Recuerdo a esa vieja, al bosque le agradaba su compañía, ni siquiera intenté comérmela porque sabía que a él no le gustaría y probablemente me echaría a vivir con los humanos y nada es peor que eso.
                     
Ya ha enviado al exilio a algunos de nosotros.                    

──¿Tienes familia? ──me pregunta suspirando── yo la tenía, creo, vivía con ellos pero me echaron en cuanto tuvieron la oportunidad.                    

A decir verdad yo no tengo una de esas pero estoy bien así, solo me tengo a mí después de todo.                 

──Ya, me bañaré ──avisa entrando delicadamente── no soy muy bueno nadando pero es una buena oportunidad para practicar.
               

Lo veo divertirse en el agua, le gusta, pasea de un lado a otro evitando caer, jaja.                 

Es tan tierno.                   

──Lobo, ¿El bosque te envió a ayudarme? ──me pregunta casualmente sin salir del agua── la abuela decía que a ella la ayudó a adaptarse, espero que sea así conmigo.                  

Si supieras, niño.                 

El bosque no me envió pero le gustas, a mí también, de hecho, eres tan dulce y tierno, y tu cuerpo es bastante deseable.                  

Un bocadillo andante.                   

Un momento.                

──Ay, mi pierna ──se queja intentando salir del agua pero no puede apoyarse adecuadamente.                   
La corriente no es muy fuerte pero debió lastimarse, maldita sea, no puede salir.                    

──¡Ah! ──grita desesperado y entro al agua, nado hacía él e intento jalarlo pero no puedo.                   

Si lo llevo con mis dientes lo lastimaré más, maldición, la corriente me jala con él, si sigo así nos llevará a ambos.                
──Estaré bien, ve a la orilla ──pide tratando de nadar pero no puede.                   
La caída no es muy grande pero ahí hay muchas rocas que pueden dañarlo, no puedo ayudarlo, no así al menos.
                   
Con un carajo.

                     
JungKook

Creo que puedo resistir esa caída, no es tan grave, me doblé el tobillo y eso me impide moverme sin dolor pero lucho para mantener la cabeza fuera del agua y obtener suficiente aire para continuar.
                     
Quiero que el lobo se vaya, caerá también y está recuperándose de una gran herida, no podrá con esto.
                     
Pero no me deja.                    

Mierda.                  

Me sumerjo porque no puedo sostenerme más y llegamos a una parte más profunda, será mejor que me preparé para la caída, solo cerraré los ojos y...                    

¿Qué pasa?
                     
Siento unos brazos rodear mi cintura y jalarme a la superficie, estoy muy confundido, no puedo ver nada.
                     
Tierra, estoy en la tierra.                   

Respiro violentamente y escupo algo de agua que logró colarse a mi boca, cielos, pensé que iba a morir, ¿Quién me ayudó? Creí que no había nadie.
                     
Pero hay un hombre.
                     
Un hombre con una gran altura y cabello desordenado me mira, está empapado, el agua recorre su cuerpo desnudo, tiene fuertes brazos y un abdomen marcado bien definido.
                     
No tiene nada de ropa.
                     
──¿Estás bien? ──Pregunta extendiendo su mano.                   

Tiene una voz muy grave.
                   
No sé si aceptar su mano, es decir, sé que me auxilió pero es algo raro ver a un chico que se pasea desnudo por el bosque... bueno tal vez yo lo haga pero no estoy desnudo.                    

──Ja, dulce niño, ¿Me temes ahora que soy como tú y no a un depredador que puede comerte? ──pregunta ladeando su sonrisa.                    

¿Depredador?                 

Miro hacia abajo y noto una venda que tiene sobre su tobillo, está completamente roja y escurre sangre, claro que la reconozco, ese vendaje lo hice yo.
                   

──¿Lobo?