JiMin

                     
Ayudar a ese chico me gustó demasiado, ver su carita radiante, bueno, fue increíble.                    

Pero no importa lo bueno que parezca o lo mucho que lo quiera el bosque, debo ir con cuidado, es un humano y los humanos son despreciables.                     

En cuanto le di los peces me alejé y escondí de nuevo para que pensara que me fui y solo me sorprendió más, pudo iniciar un fuego él solo utilizando madera y pedazos de paja, colocó los peces un buen rato sobre él y luego los comió.                     

Una vez intenté hacer ese dichoso fuego, vi a la anciana hacerlo y me dio curiosidad pero nunca lo logré.                     

Al anochecer dormí aquí para ver lo que hacía, insisto en que no puedo dejar de hacerlo, es muy encantador como para ignorarlo.                   

Vaya, ahí viene.
                     
Sale de la cabaña con su abrigo de siempre, su arco y un bolso, vuelve a atar el hilo y se adentra en el bosque, supongo que debo seguirlo.                    

¿Qué es lo que hará ahora? ¿Por fin se animará a cazar? Eso tengo que verlo.                   
──¡Lobo! ──¿Qué── ¡Lobo! Ven aquí.
                     
Pide al aire pero no sé qué es lo que quiera, puede ser una trampa, en ese bolso debe haber algo para hacerme daño, todos los humanos son iguales.
                     
Bueno, lo seguiré y veré a donde lleva esto.

JungKook

El pescado estuvo delicioso, al menos aún sé hacer una fogata.                   

El lobo me ha salvado la vida y quiero ayudarlo, salí a buscarlo alrededor de la cabaña pero no logro encontrarlo, no puedo alejarme mucho o me perderé, pero de verdad necesito verlo.
                     
Su patita debe doler mucho.
                     
Continuo caminando intentando un poco más, si no aparece me rendiré por hoy pero volveré mañana.
                     
──¡Lobo! ──grito a los alrededores── ¡Lobo!
                     
Estoy seguro de que tiene que estar por aquí, podrá parecer una locura pero podría jurar que el bosque quiere que lo encuentre, quiere que lo ayude.
                     
Mi hilo se detuvo, no puedo jalar más.
                     
Vuelvo a la cabaña siendo cuidadoso para no romper mi guía, bueno, recorrí un poco pero no es suficiente y no puedo depender de esta cosa si voy a vivir aquí.                   

Llego a la cabaña y me siento en la banca para descansar un poco, debe haber un modo de adentrarme más en el bosque sin necesidad del hilo, no quiero perderme y tener que volver a recurrir al bosque o se hartará de mí.                    
¡Ah! Mi abuela marcaba los árboles para memorizar el camino.
                     
Me pongo de pie de nuevo, me acerco a un árbol y lo marco con una equis usando la punta de mi flecha.
                     
Funciona, genial, así será más fácil y podré viajar más.
                     
Camino marcando el camino mientras avanzo y presto atención por sí lo veo.
                     
──¡Lobo! ──insisto gritando más fuerte── ¡Por favor, sal! Solo quiero ayudarte.
                     
No responde pero no importa, no me daré por vencido.
                     
Continuo mi camino sin dejar de marcar los árboles, creo que si...
                     
Pisadas.
                     
Oigo pisadas proviniendo de un par de arbustos, lo veo directamente y noto como se mueven.
                     
Es él.
                     
Sale cautelosamente de la oscuridad, como suponía su patita sigue lastimada, pobrecillo.
                     
──Hola, te he buscado durante todo el día ──saludo agachándome y dejo que se acerque── no temas, puedo ayudar.
                     
Me quito mi bolso y lo abro ante sus ojos, lo extiendo frente a él y dejo que lo huela, mete su hocico y fisgonea todo.
                     
Tener a un animal tan imponente actuando con tanta curiosidad me da mucha ternura.
                     
──Es medicina ──informo haciendo que su vista vuelva a mí── es para curarte, ¿Puedo ver tu pata?
                     
Alza su extremidad alejándola de mí, debe tener miedo.                    

──No temas, no te haré daño.
                     
JiMin

¿Quién se cree éste niño? Es obvio que no me hará daño, si sigue con vida es porque así lo decidí, no le temo.
                     
Solo... voy con precaución.
                     
Que botellitas y cosas tan curiosas, ¿Qué es lo que tienen? Creo que lo dijo, medicina o algo así.
                     
──Mira ──pide mostrándome uno de los frascos── esto puede ayudarte a sentir mejor, solo déjame ponerla sobre tu herida, ¿De acuerdo? No tomará mucho tiempo.
                     
Bueno, se la ha pasado todo el día buscándome solo para esto, dice que ayudará y hasta este momento no ha mentido así que creo que puedo confiar en él.
                     
Me acerco un poco más y extiendo mi pata, sonríe y la toma delicadamente.
                     
──Se ve mal, pero no se ha infectado, decía mi abuela que los lobos son muy fuertes, ya veo que es verdad ──dice sacando un termo de su bolso── esto solo es agua, tengo que lavarla primero.                   

Echa un poco del agua sobre mi pata quitando la tierra y toda la suciedad, bueno, se siente refrescante.                  

──Listo, ahora... ──alarga sacando otro frasco── esto evitará que se infecte y ayudará cicatrizar, para que te cures más rápido.             

Me enseña un pedazo de tela y lo humedece con ese líquido extraño, lo acerca lentamente a mi herida y...                   

¡Mierda!
                     
Gruño y quito mi pata rápidamente, arde como el carajo, su mirada parece asustada, creo que fui muy brusco con mis movimientos.
                     
──S-solo es alcohol ──avisa mostrando la botella y la mueve frente a mis ojos── sé que duele pero te ayudará.
                     
Bien, creo que puedo seguir, le doy mi pata de nuevo y continua pasando esa cosa sobre mí, con el tiempo deja de doler mucho.
                     
──Listo, ya está mejor ──asegura sonriendo y me enseña otra botella── casi terminamos, ahora, esto es para que no sientas dolor, verás que te gustará.
                     
Moja otro pedazo de tela con esa cosa, lo pasa sobre el área afectada y es verdad, no duele, incluso adormece el dolor del alcohol.
                     
──Y listo, lo cubriré y habremos terminado ──rodea mi pata con una tela blanca delgada y la presiona un poco── es una venda, para que no esté en contacto con la tierra, no está muy justa para que cicatrice bien, ¿Ves? No pasa nada, la medicina te curará.
                     
Vaya, puedo poner mi pata sobre la superficie y no duele más, esa medicina es muy buena aunque no sepa del todo lo que sea.
                     
Lo miro y tiene una gran sonrisa sobre sus labios, vaya niño, ¿Cómo puedes ser tan bueno con todos?
                     
Me acerco más y lamo su rostro para mostrarle mi afecto, ríe un poco y acaricia mi lomo.

                     
Dulce niño.