Capitulo 9
— ¿Qué se supone que haga cuando me pidan hacer los recados? — preguntó Jungkook sentándose en el sillón.
Taehyung estaba a su lado con una caja de chocolate que había comprado para comer de postre.
— Pues, las personas que requieran tus servicios te darán una lista de cosas que debes ir a comprar. Te darán dinero y tu volverás. Es posible que te dejen el vuelto y si no sobra nada te pagaran lo que puedan.
— ¿Y si paseo perros?
Taehyung le dio un chocolate.
— Bueno, tú pones el precio que te venga conveniente. Intenta estar al menos media hora afuera con los perros para que tu servicio valga la pena.
— ¿Cualquier precio?
— Ni se te ocurra pedir un millón de dólares.
Ambos rieron. Jungkook se sentía bien, lo mejor es que no debía fingir ser grosero.
— ¿Cuánto es lo recomendable?
Taehyung se quedó pensando un momento.
— Te conviene pedir entre diez y doce dólares, Kook.
— Genial. Voy a pasear muchos perros.
Taehyung le sonrió y le pasó otro chocolate más.
— Ojala puedas ganar buen dinero. Intenta ahorrarlo o gastarlo en lo que quieras, pero con precaución.
Jungkook asistió con la cabeza y empezó a comer sus chocolatitos.
Estaba pensando que si contaba doce dólares por perro, si sacaba a pasear diez perros estaría ganando 120 dolares.
Ni hablar si podía sacar quince perros a la vez. Pero Jungkook estaba delirando, le seria imposible.
Le servían diez o menos para poder tener un poquito de dinero.
— ¿Mañana puedo ir contigo a tu trabajo a repartir los papeles de mis servicios en la zona?
— En realidad te conviene quedarte cerca de aquí. Al menos al principio. Pero... en el restaurante nos hace falta gente que lave los platos y los baños, pueden pagarte bien.
— Bien, haré todo lo que pueda.
Taehyung se llenó de orgullo. Se notaba que Jungkook estaba intentando aprovechar las oportunidades que él le daba.
Era más que suficiente.
— Tae...
— ¿si?
— No me dijiste cuantos años tienes.
— Oh... tengo 22 años.
Jungkook asintió con la cabeza.
— ¿Solo trabajas en el restaurante?
— No. Tengo un titulo en fotografía y toco el piano en bares cuando me llaman. Pero bueno ya sabes, trabajo tres días en el restaurante, es mi gran ingreso podría decirse.
— ¿Eres mozo o labas baños?
— Soy el tercer cocinero.
Jungkook lo miró rápidamente y se asombró.
— ¡Ahora entiendo porqué cocinas tan bien!
Taehyung sonrió coqueto.
— También cumplo el papel de mozo una dos horas de mi jornada, pero estoy todo el tiempo cocinando.
— Haces muchas cosas. — Lo elogió agarrando otro chocolate de la cajita.
— ¿Y tú quieres aprender a hacer más cosas, Jungkook?
Jungkook se alzó de hombros.
— No lo sé. Por ahora me dedicaré a hacer mandados y sacar perros a pasear.
Taehyung bajó un poco el volumen de la tele.
— ¿No has ido a la secundaria? ¿Tienes algun estudio?
— Ni siquiera terminé la primaria. Estoy en la calle desde que tengo siete años.
A Taehyung casi se le cae la mandíbula al oír aquello. No podía creer que siendo tan pequeño hubiera experimentado cosas tan malas.
Jungkook soltó un suspiro, ya estaba empezando a tener sueño otra vez.
— Mis padres... bueno, no teníamos tanto dinero y mis padres estaban metidos en cosas malas ¿sabes? Yo tenia un hermanito y lo secuestraron unos tipos con los que mi padre tenía que arreglar cuentas. Estas personas vinieron a casa a negociar, pero solo empezaron a los tiros. Yo me escapé y volví a casa horas después a buscar algunas de mis cosas. Hace poco me robaron la bolsa en donde tenia mis documentos y ropa, un jabón y, pasta dental y mi cepillo de dientes...
Taehyung se asombró con lo que le había sucedido. Eran tan trágico como lo que le ha ia pasado a él con su ex. No sabía qué decirle para reconfortado. A Jungkook no parecía dolerle lo de su familia.
Ya había pasado demasiado tiempo para seguir adolorido. La herida seguía ahí, pero ya no dolía, se había transformado en una simple cicatriz grabada en los confines de la memoria.
— Lo siento mucho.
Jungkook se alzó de hombros.
— Ya no importa.
— Si te sirve de algo... mis padres me detestan. A veces me llaman, pero no me quieren. No eres el único con una mala historia de vida.
— ¿Por qué no te quieren?
Taehyung se mordió el labio.
— Es que... soy gay.
Jungkook alzó una ceja.
— No sé qué significa.
Taehyung lo miró con curiosidad, luego recordó que Jungkook no debía saber sobre casi nada de cuestiones sociales y etiquetas porque nadie se lo había dicho o enseñado.
— Lo que quiero decir... ya sabes. Me gustan los hombres.
Jungkook lo miró perdido.
— ¿Y qué?
Taehyung le sonrió.
— Desde pequeños nos meten en la cabeza que nos tienen que gustar las mujeres. Cuando empezamos a descubrir nuestros verdaderos intereses creemos que somos raros, la sociedad nos tilda de locos, de "asesinos de la procreación" o ese tipo de cosas. Yo creo que la sociedad no se da cuenta que solo amamos sin hacer ningún daño. Por suerte hay mucha gente que nos apoya.
Jungkook lo escuchaba con atención. Era interesante todo lo que le contaba.
Taehyung le dio otro chocolate pero Jungkook no lo quiso.
— Tengo sueño.
Taehyung le sonrió.
— Claro, ve a dormir. Tienes mi pijama doblado en una esquina de la cama.
— ¡Gracias!
— No hay de qué.
Taehyung se lo quedó mirando mientras Jungkook desaparecía por la puerta.
Era bonito. En especial por aquellos ojos celestes como el cielo.
— ¿Tú no vienes a dormir? — Le preguntó el menor desde el cuarto mientras se cambiaba la ropa por el pijama.
Taehyung apagó todas las luces y fue a la habitación.
—No tengo mucho sueño en realidad.
Aun así Tae se quitó su ropa y también se colocó un pijama. Jungkook ya estaba metido en la cama tapado hasta el cuello. Tae se metió a su lado y se acurrucó con las mantas.
Jungkook se dio la vuelta y sonrió. Su vida había mejorado literalmente de la noche a la mañana, pero él debía poner de su parte y empezar a salir de ese pozo en el que se encontraba.
Debía demostrarle a Taehyung que podía confiar en él.
—¿Puedes hacer eso que todas las personas hacen? — Cuestionó súbitamente Jeon.
Taehyung se lo quedó viendo.
—¿De qué hablas?
Jungkook se hizo más bolita a su lado y acomodó la almohada.
— No sé. Lo que hace todo el mundo, ¿como se llamaba...?
Cuando Jungkook recordó la palabra, le dio vergüenza de si mismo por estar pidiendo algo así.
Era incorrecto. Claramente Taehyung no lo abrazaría.
Así que Jungkook se dio vuelta y ambos quedaron frente a frente. Jeon susurró:
—No tengo ninguna enfermedad en la piel ni nada que se le parezca. No tengo piojos ni pulgas ni nada raro...
Taehyung no entendía a dónde quería llegar con todo eso que le decía. Aunque la información nunca estaba de más.
—Así que... —Continuó Jungkook subiendo la manta hasta su nariz por el frío — ¿Puedes darme un abrazo?
♡ CONTINUACIÓN EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO, ESTABA QUEDANDO MUY LARGO ♡
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