— Tengo que ir a trabajar —  le dijo Taehyung al cabo de dos horas, le había estado enseñando a utilizar la computadora y la impresora, le sorprendió lo rápido que aprendía Jungkook. El menor le había dicho que jamás había tocado una computadora en toda su vida, mucho menos un celular —  ¿Quieres quedarte aquí o  quieres ir a visitarel restaurante en donde trabajo e intentar conseguir algún tipo de trabajo por la zona?

— Prefiero quedarme aquí. Yo... quiero pensar bien qué voy a hacer.

Taehyung le sonrió y le acarició el cabello que ahora estaba sedoso y muy limpio. Jungkook se había probado todos los perfumes de Taehyung luego de bañarse, le quedaban ricos.

— ¿Cuándo vuelves?

— Por la noche. Tengo turno completo desde el medio día hasta casi las ocho y media.

— ¿Llegas a cocinar?

— No te preocupes, claro que llego.

Taehyung se despidió de él y salió de la casa. Jungkook se quedó sentado un momento en la mesa mientras terminaba de comer la ensalada que Taehyung le había preparado.

Jungkook fue a limpiar su plato y se quedó viendo la casa. Era un lugar bonito.

Le llamaba la atención el piano que estaba allí. Jungkook se acercó y abrió la tapa. Era un piano de pared blanco, hermoso. Cuando lo abrió se encontró con un sin fin de teclas negras y blancas.

Jungkook tocó un "do, la sol..." con su dedo índice y se quedó escuchando el sonido del piano por un momento. Era un sonido seco, no sonaba igual a como lo había oído una vez a alguien tocar en una plaza.

Jungkook miró abajo del piano y encontró los tres pedales. Pisó el del medio y volvió a tocar las teclas.

Sonó mejor.

Jungkook empezó a tocar teclas al azar que en conjunto sonaban super desafinadas. Después de unos pocos minutos se dio por rendido y decidió sentarse frente a la computadora de Taehyung: él ya le había enseñado cómo encenderla, apagarla y usarla. Al menos Jungkook aprendió lo más básico.

También le había enseñado a usar la impresora. Cosa que le servía para abrir una página de Word y poner sus datos. Él mismo se habia tomado la molestia de escribirlo, gracias a que Tae le enseñó:

El Word decia:

"Me llamo Jeon Jungkook, soy un chico de diecisiete años que puede hacer los mandados, sacar a pasear perros y limpiar casas. Llame al número... o búsqueme en el apartamento 3 A."

Y Taehyung habia puesto el número de su casa, el de línea, ya que jamás en la vida lo usaba, solo para cuando llamaba a sus padres en Daegu, lo cual sucedía en raras ocasiones ya que no lo querían.

Jungkook sonrió al ver la pantalla y empezó a imprimir varias copias de aquel anuncio. Taehyung le había dicho los pisos y los números de las personas que él sabía que necesitaban que alguien les hiciera las tareas del hogar o los mandados.

Cuando las copias estuvieron listas, Jungkook las contó y las dejó a un lado de la mesa. Apagó la computadora, tomó la cinta de papel para pegar las hojas y agarró las llaves de repuesto que Taehyung le había dejado.

Salió y recorrió los pisos. Fue al 4to y pegó el papel en la pared cercana al ascensor, luego comenzó a repartir los papeles en las letras B, J y por último la L, que eran tres de las personas que necesitaban a alguien que le hiciera los recados. Se subió al asesor y fue al 5to piso, no sin antes haber pegado en el espejo del ascensor otro papel más.

Recorrió y buscó las letras A, C, D y G. Volvió a bajar a la planta baja y le preguntó al encargado si podía colgar en la pizarra de anuncios un cartel. No hubo problema.

Jungkook fue al piso 1 y 2 y solo repartió en tres apartamentos más. Volvió a la casa de Taehyung y se sentó a esperar a que alguien lo llamara.

Pero aquella tarde, nadie lo llamó.