Taehyung amaba los domingos. No tenía que ir a trabajar y podía estar todo el día en su casa, relajándose.  Ahora Jungkook se estaba abrigando con su ropa nueva para salir a pasear tres perros. Lo había llamado un hombre mayor que vivía en el primer piso y dos personas más del cuarto. 

— Espero que hagas buen dinero — le dijo Tae mientras ordenaba los ingredientes que iba a utilizar para hacer galletas con chispas de chocolate — suerte. 

Jungkook le sonrió con todos los dientes mientras se acomodaba la gorra. El menor llegó hasta la cocina y se quedó fascinado al ver tantas chispas de chocolate en un frasco. Taehyung notó que le brillaban los ojos por probarlas, así que agarró un puñadito del frasco y se lo dio. 

— ¡Gracias Hyung! — dijo emocionado mientras se llevaba unas cuantas a la boca. La explosión del cacao en su boca fue más que alucinante — wow. 

Taehyung sonrió amasando la masa de las galletas. Una parte de él amaba ver a ese chico tan emocionado por unas simples galletas de chocolate. 

— ¿Dónde compras este chocolate?

— En una tienda de dulces, venden por peso así que compré bastante para hacer muchas galletas. ¿Quieres que haga algunas de vainilla y otras de chocolate o solo prefieres de chocolate?

— Solo de chocolate — le dijo comiendo las ultimas chispitas. Se lavó las manos y recogió las llaves de repuesto— Ya... debo irme. 

— Recuerda devolver los perros a sus casas correspondientes —le dijo Taehyung riendo. 

— Tengo buena memoria Tae. De hecho, cuando me enviaron a hacer recados solo miré la lista una sola vez. 

— ¿De verdad? — preguntó el mayor algo asombrado. 

— Sí. Recuerdo también mi numero de documento y la dirección de la casa en donde vivía antes de estar en la calle. Puedo recordar muchas cosas. Para mi es fácil aprender. 

— Eso es excelente. Es un poco raro sabiendo que no has tenido ningún tipo de educación. 

Jungkook se alzó de hombros. 

— Quizás tengo un súper cerebro ¿sabes? — le dijo riendo antes de abrir la puerta de entrada. 

— Espera. — susurró Tae y caminó hasta él. Se lo quedó viendo por un momento y luego acercó sus labios a su mejilla y le dio un beso — listo, puedes irte. 

Jungkook se quedó con la boca abierta y las mejillas rojas como las llamas del fuego, pero reaccionó al instante y se fue del apartamento para buscar los perros. 

Taehyung se quedó viendo la puerta de su apartamento. Había prestado atención a la reacción de Jungkook. 

Sonrió en la soledad de su departamento y miró hacia el techo, haciendo alusión al cielo y susurró:

— ¿Me dejarías enamorarme de alguien más, aun sabiendo que no será igual a cuando estaba contigo?