09: the day that music died
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CAPÍTULO NUEVE
❝ʙʏᴇ, ʙʏᴇ, ᴍɪss ᴀᴍᴇʀɪᴄᴀɴ ᴘɪᴇ
ᴅʀᴏᴠᴇ ᴍʏ ᴄʜᴇᴠʏ ᴛᴏ ᴛʜᴇ ʟᴇᴠᴇᴇ, ʙᴜᴛ ᴛʜᴇ ʟᴇᴠᴇᴇ ᴡᴀs ᴅʀʏ. ᴀɴᴅ ᴛʜᴇᴍ ɢᴏᴏᴅ ᴏʟᴅ ʙᴏʏs ᴡᴇʀᴇ ᴅʀɪɴᴋɪɴ' ᴡʜɪsᴋᴇʏ ɪɴ ʀʏᴇ
sɪɴɢɪɴ', ᴛʜɪs'ʟʟ ʙᴇ ᴛʜᴇ ᴅᴀʏ ᴛʜᴀᴛ ɪ ᴅɪᴇ❞
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El día que el padre de Carrie se fue de casa la radio estaba prendida, y Don McLean cantaba la que parecía ser la canción mas larga de todos los tiempos, con una letra que ella nunca olvidaría: A long, long time ago, I can still remember how that music used to make me smile...
Escondida bajo la cama, la rubita pensó que, tal vez, si se concentraba lo suficiente, sería capaz de evadir los gritos de sus padres en la habitación frente a la suya. Los cuales parecían irse elevando incluso más que la banda sonora que los acompañaba.
━¿Te marchas?
━No lo haría sino fuera por tí, y por tu incorregible capricho de mantener a ese fenómeno.
Ambos se encontraban de pie junto a la cama, desde donde él apilaba bultos de ropa para guardarlos dentro de una maleta.
Carrie volvió a guardar silencio, pero esta vez no se cubrió los oídos; se limitó solo a mirar malhumoradamente el rincón más alejado del pasillo, a la puerta y los pies de Elizabeth, al tiempo que escuchaba a su padre moverse, haciendo chirriar levemente el linóleo con las suelas de sus zapatos. Se oía un televisor por alguna parte, y la radio por otro lado. Recordaba además haber escuchado el viento que soplaba fuera, castigando ese lado del viejo caserón.
━Pero ¿Qué te ha hecho? ━reclamó su madre por fin. Había gran resistencia en su voz━ ¡Es solo un niño! Ambos podemos hacernos cargo de él como mismo lo hemos hecho con Carrie.
━No es lo mismo. Carrie es MI hija. Ese es solo un huérfano y, francamente, no entiendo por qué lo prefieres a él antes de conservar este matrimonio.
Elizabeth o Lizzie, como la llamaban sus amigos, cerró los ojos. Sentía un principio de dolor de cabeza.
━Eres tú quien no está pensando con claridad. Si tan solo me escucharas...
━¿Es en serio, Elizabeth? ━él se volteó sobre sus talones, dejando de lado sus cosas. Tenía una expresión ceñuda, había logrado llevarlo hasta el límite de su paciencia━ Ni siquiera lo conoces. No sabes de donde viene, y aún así me haces jurar que no llamaré a la policía ¡¿Solo porque te encontraste un niño en la carretera que quieres quedarte así porque sí?!
La mujer tomó una honda respiración, suplicando internamente por encontrar la fuerza necesaria con la cual afrontar esa situación donde la estaba dejando. No deseaba, ni tampoco quería ponerle un punto final a su matrimonio sabiendo que esto podría significar un fuerte golpe para la estabilidad de su familia, para la vida de Carrie...
Pero ahora también tenía a Elliot, y tanto si lo entendieran como si no, él se había convertido en una de las personas más importantes.
━No lo entenderás.
El silencio entonces se hizo absoluto entre ellos, y en el salón, Don McLean dio un grito al cielo. Carrie contuvo un sollozo, tratando de parecer ignorante, o al menos todo lo que una niña de su edad podía ser. El ritmo no se limitaba a tranquilizarla: le hacía sentir más grande, más fuerte, más presente... apenas y se percató de la punzada en el pecho que le provocaron las palabras de su padre cuando dijo:
━No. Realmente no lo entiendo.
Y eso fue todo. A partir de ese momento, su madre supo que nada podría hacer para convencerlo de quedarse.
━Él me necesita. Yo no... no voy a abandonarlo.
━Entonces yo ya no tengo lugar aquí.
En cuanto escuchó el sonido de sus pisadas que iban en dirección a la puerta, algo dentro de Carrie reaccionó como un relámpago, y poniéndose en pie tan rápido como pudo, corrió escaleras abajo para apresar el maletín y que de tal forma no pudiera escapar.
━Carrie, dame esa maleta ━dijo el padre. Su voz sonaba sofocada y estremecida.
━¡No!
Sus brazos se aferraron a esa maleta como si su vida dependiera de ello, pensando que ese era su último chance, el último para hacerlo arrepentirse y regresar. Sentía una película de sudor en la frente, como solía ocurrirle en la escuela cuando la maestra la llamaba para responder una pregunta importante. Pero no desistió, ni siquiera cuando Matthew la arrastró consigo hacia el porche entre refunfuños.
━¡Por favor, papá! ¡Prometo que seré buena! ¡Enseñaré a Elliot a no hacer ruido! ¡No te vamos a molestar... ━su voz se volvió estridente mientras las lágrimas se le acumulaban en los ojos, pero no pudo bajarla. Las palabras le despertaban ecos en la cabeza, se atascaban, y volvían a brotar.
━Que me des la maleta he dicho.
Entre constantes tirones, Matthew logró deshacerse de su agarre y huyó hacia el auto que lo esperaba del otro lado de la calle. Dejándola en la acera con el vestido hecho girones y su rostro desfigurado por el llanto.
━¡¡PAPÁ!!
Pero él no miró atrás, ni siquiera para decir adiós.
Subió al vehículo y voló lejos de allí, y ese fue el último recuerdo que tuvo Carrie del hombre que solía contarle chistes a la hora de la cena y la llevaba de pesca todos los fines de semana. Perseguido por la imagen de una niña de once años que corrió tras su auto sin descanso, gritando su nombre hasta quedarse sin voz.
Ni siquiera había tenido oportunidad de darle un abrazo de despedida...
Cuanto más lloró Carrie ese día, más convencida estuvo de que dentro de ella había una parte del océano.
Su madre había intentado consolarla, pero el resentimiento que surgió en su interior tras la partida de Matthew no dio cabida a otra cosa que no fuese la rabia hacia sí misma y los que la rodeaban. Porque si bien ella no fue suficiente razón para mantenerlo a su lado, los demás tampoco colaboraron mucho para evitar que su felicidad se desmoronara como un castillo de naipes.
No culpó a Elliot a la primera, pues era demasiado joven aún como para entender ciertas cosas. Él era el hermano que siempre había querido, a quien podía enseñarle mil cosas y pasar horas hablándole sin aburrirle. Simplemente porque todo lo que salía por su boca parecía siempre fascinarle, incluso las bizarras historias de terror que se inventaba durante las noches bajo las sábanas, sobre ogros, brujas y criaturas abominables que comían personas, y las cuales su madre le prohibió contar después de que las pesadillas le hicieran mearse por primera vez en la cama.
Elliot era como un ser venido de otro planeta. Una versión de E.T con sus propios secretos. Secretos de los que más tarde se enteraría y no gracias a la intervención de su madre.
El día que Carrie encontró la caja con los archivos en el ático fue el día que comprendió el por qué su padre se había marchado y, por consiguiente, el por qué de su actitud rebelde de los últimos años. Una parte de sí se había obligado a creer que el desinterés de Matthew hacia ella residía principalmente en la existencia de su hermano adoptivo, manteniendo esa postura ante cualquier otra, a pesar de que los hechos eran más que evidentes.
Al principio asistió a verla los fines de semana, luego una vez al mes, ocasiones las cuales, la mayoría ni siquiera parecía estar a gusto, hasta que finalmente las visitas pararon, así como las llamadas telefónicas... y como si las pesadillas no le hubiesen bastado, otra serie de eventos desafortunados empezaron a ocurrirle a partir se ahí, acumulándose unos tras otros hasta hacerla cuestionar a Dios de su mala suerte. Aunque estaba claro que ella no tenía idea de cuan desastrosas podrían tornarse las cosas hasta esa mañana.
Ahora estaban allí, encerrados en un pueblo maldito y rodeados de desconocidos ¿Quién lo habría pensado? E incluso viéndose acunada por la quietud de aquellas paredes, los recuerdos de Carrie no pudieron dejar de llevarla hacia aquel fatídico día donde su padre se marchó y los fantasmas del cementerio regresaron para atormentarla.
Había tratado de no odiar a Elliot por ello, realmente lo había hecho. Pero cada vez que miraba su rostro, era como reproducir la misma maldita canción una y otra vez.
━So bye, bye, Miss American Pie. Drove my Chevy to The Levee, but The Levee was dry... ━tarareó bajito, apoyando una mano sobre la esquina del canapé donde descansaba━ And then good old boys were drinkin' whiskey in Rye...
No sabía si a él le era posible de escucharla en medio de su inconsciencia, pero de igual forma quiso mantenerse sentada a su lado porque sabía que no deseaba estar en ningún otro sitio que con la única familia que le quedaba. Dado a que su madre continuaba desaparecida y las probabilidades de encontrarla por lo pronto eran bastante flojas...
Rachel, por otro lado, continuaba hablando con esas personas en el salón. A Carrie le sorprendía de sobremanera que aún tuviera estabilidad suficiente como para mantenerse cuerda en medio de aquella pesadilla. También supuso que la presencia de los adultos la hacía sentir más segura, y para qué mentir... a ella también.
Al menos, esta vez no estaban solos. Aquel montón de extraños parecían saber de los horrores que acechaban aquellos lares, lo que la hizo pensar en que esa no era la primera vez que se enfrentaban a algo tan descabellado ¿Por qué sino aquella chica tan mona cargaría con un rifle en manos?
Tal vez se preocupa demasiado, se dijo. Aunque daba igual lo que fuera, Carrie se obligó a creer que allí estaban a salvo por el momento.
De pronto, la puerta de la habitación se abrió tras un leve crujido.
━Lamento interrumpirte, cariño. ━Joyce esbozó una sonrisa de disculpas. Una que Carrie correspondió débilmente━ ¿Cómo te sientes?
Ella paseó su vista del umbral a su hermano inconsciente en el canapé. De no ser por la banda que rodeaba su cabeza, hasta parecía estar durmiendo plácidamente.
━Mejor. Gracias ━respondió, por obvias razones muy poco verborágica, y Joyce supuso con gran pena que lo que sea que les hubiese sucedido a esa muchacha y sus amigos mientras estaban fuera, debió de haberlos impactado lo bastante como para robarles la energía y las palabras.
Ese parecía ser el efecto inmediato del Hawkins de los últimos años, aunque a decir verdad, poco lograba sorprenderla a esas alturas. Los suyos ya habían pasado por tanto, enfrentado el mal del Upside Down de las peores formas, en las peores circunstancias y... a mirar nada más hasta donde los había hecho llegar.
Suavemente, se fue acercando de forma sutil hasta ocupar un lugar al lado de la joven, teniendo que apoyar la espalda contra la pared como soporte. Después de unos minutos en silencio, una ligera molestia en su espina dorsal se hizo presente ¿Acaso eso no la estaba incomodando?
━Sé que nos acabamos de conocer, pero si necesitas algo solo tienes que pedirlo ━murmuró en un tono confianzudo, casi amigable━. No somos malos con los desconocidos en esta casa, te lo aseguro.
Una ligera sonrisa hizo por aparecer en los cortados labios de Carrie, aunque no duró tanto como le hubiera gustado a la madre de Jonathan y Will.
━¿Cuándo cree que despertará?
Los ojos de Joyce viajaron hacia el muchacho. En un inicio, cuando lo vio con aquel reguero de sangre en el portón de su casa, pensó en los escenarios más horribles y los peores diagnósticos posibles. Sin embargo, al permitir que Nancy la ayudara a limpiar la herida, se dio cuenta de que era un corte superficial, sin mucha gravedad. Claro que eso no ayudaría a calmar los nervios de la chica que permanecía a su lado como si le hubieran salido raíces.
━Bueno... más allá de un tremendo chichón, no creo que le pase nada malo... ¿Sabes? Una vez mi hijo mayor se cayó de un árbol cuando era muy pequeño. Este era un manzano de gran altura, pero Jonathan tiene la cabeza tan dura que logró salir ileso del golpe. Tal vez con tu...
━Hermano ━aclaró━ Él es mi hermano.
━Claro, eso. Tal vez con tu hermano suceda lo mismo. Luce como un chico muy fuerte.
Lo era, en efecto. Después de lo de esa mañana, después del rechazo, de las evasivas, y de cargar con la culpa injustamente; quedaba más que claro que Elliot era la persona más fuerte que pudiera existir en la faz de la Tierra.
Y Carrie, simplemente, se sintió como el peor ser humano al no haberse dado cuenta.
━No debí ser tan dura con él... ━dijo y rompió en sollozos histéricos antes de poder agregar nada más. El corazón le tronaba con tanta fuerza que temió ahogarse si se detenía.
Joyce Byers, viéndola desmoronarse de esa forma, se apresuró en estrecharla por los hombros mientras la arrullaba, acariciando su espalda suavemente.
Ella solo era una niña asustada. Una niña asustada y desesperada que no tenía idea alguna de a donde habían ido a parar.
━Oh, cariño. No ha sido tu culpa...
━Lo sé, pero fue mi idea venir hasta aquí ━dijo, secándose las lágrimas con la manga del abrigo━ No sabía lo que nos esperaba, se lo aseguro. De haberlo sabido no habría dejado la casa en ningún momento, pero...
Las palabras se quedaron atascadas en su garganta, provocando un súbito estremecimiento que no pasó por alto a los sentidos de la señora Byers, quien se separó para verla a ella y a su expresión perdida.
━¿Si?
━Ahora que lo pienso... tengo mucho miedo.
━¿Miedo a qué?
La voz de la chica tembló al pronunciar esto último:
━A que mi mamá esté muerta.
A pesar de las incontables situaciones medianamente incómodas, los peligros inminentes o los aprietos en los que pudiera haberse metido en su corta y contradictoria vida, Jane Hopper jamás se acostumbraría a enfrentar con el mentón en alto, creyéndose todo lo valiente, los interrogatorios llevados a cabo por su propia pequeña familia.
En Lenora, había logrado convencer a Will de no contarle nada a Joyce sobre los problemas que tenía en la escuela, yendo por encima de su creciente preocupación hasta sacar de su boca un juramento que le sirviera como compás temporal. De esa forma era mejor, pues se ahorraría una reunión con la directora y que tales personajes como Angela descargaran con mayor fuerza su odio hacia ella. Sin embargo, aun estando en Hawkins, no había nadie que la salvase de las "charlas educativas" de Jim Hopper.
Si por aquel entonces se había sentido cohibida de ver su ceño fruncido mientras caminaba de un lado a otro, luciendo molesto, las circunstancias se tornaban mucho peores ahora que no era solo él quien la miraba de forma reprobatoria.
Mike se mantenía de pie junto al antiguo jefe de policía, de brazos cruzados y expresión impasible. No llegaba a comprender a qué había venido ese arrebato suyo, y a pesar de que la presencia de aquellos chicos ahí fuese lo más desconcertantente todo, su desaparición era aún lo que más le molestaba.
Will, sentado en la mesa de atrás, no parecía compartir su mismo estado anímico; todo lo contrario, la situación lo tenía demasiado confundido, al igual que al resto de los presentes en el salón. A excepción de Robin y Steve claro estaba. La primera se sentía tan fuera de lugar como un pez en medio del desierto, y el segundo pues... estaba demasiado concentrado en quitarse la suciedad de la ropa como para dirigir su atención a otra cosa.
━¿Alguna de ustedes podría explicarnos qué sucedió?
Ante la severa interrogante, ella y Rachel intercambiaron miradas de soslayo, siendo esta última quien puntualizó:
━A mí no me miren. Apenas la conozco.
Once la estudió como si se tratara de una de esas estrellas jóvenes de Hollywood que salen en los programas de televisión. El pelo castaño-rojizo, brillante, cuyos reflejos parecían cobrizos y a veces casi rubios, le llegaba a los omóplatos. Sólo conocía a una chica con ese color de pelo, pero no se permitía pensar mucho en ella últimamente. Sobretodo por esa sensación quemante que le oprimía el pecho cuando lo hacía. Pero a diferencia de Max, esa chica tenía los ojos azul-grisáceos, fríos, como un témpano de hielo. Nada parecido al azul océano que le inspiraba calidez y confianza.
━¿Jane?
La voz de su padre la hizo regresar a la realidad de golpe.
Su semblante se elevó inmediatamente, pero no se atrevió a decirle nada. Las palabras se le quedaron atascadas en la garganta.
━¿Ce qué es todo esto? ━cuestionó el menor de los hermanos Wheeler, al tiempo que gesticulaba con sus manos de forma descontrolada━ Cuando desperté ya no estabas en la habitación. Mamá se preocupó, y a decir verdad, todos lo hemos estado durante las últimas horas ¿Por qué desapareciste de la casa sin decir nada?
━¿Quién es ese muchacho? ━saltó Nancy de pronto.
━¿Por qué se golpeó la cabeza? ━le siguió Will.
━¿Lo hiciste tú? ━culminó Dustin, y pronto el salón se transformó en un mar de voces que iban de aquí para allá haciendo preguntas sin cesar.
Rachel se cubrió las orejas, poniendo los ojos en el cielo. Si aquella chica no habría la boca ella misma se encargaría de hacerle escupir las palabras, todo con tal de que cerraran el pico.
━Oigan no van a lograr que diga nada si no dejan de acosarla con preguntas que no hacen más que ponerla nerviosa ━Jonathan los calló, llevándose toda la atención y abriéndole paso al silencio. Acto seguido, se acercó lentamente hasta agacharse a la altura de la pre adolescente━ Ce...
Ella no dijo nada, sino que mantuvo su cabeza gacha esperando por una reprimenda. Aunque ¡Se trataba de Jonathan! La sola posibilidad de un regaño resultaba imposible.
━Sé que todo esto parece extrañísimo y la mar de jodido, pero así como lo es para ti también lo es para nosotros ━insistió él, observándola con ojos comprensivos━ Intenta ponerte en nuestros zapatos, por favor. Ahora ¿Crees que puedas explicarnos quienes son estas personas?
En un principio dudó, apretando sus manos en un fuerte nudo. Después de todo ¿Qué le aseguraba que fuesen a entender la magnitud de su secreto? ¿Comprenderían el por qué ella decidió nunca revelarles nada? Al final, lo había hecho para proteger a un amigo. Nadie podía juzgarla por querer hacer lo correcto ¿O si?
━Ellas no sé quienes son ━murmuró finalmente. Todos en el salón se miraron entre sí, pero Jonatahan continuaba con su vista fija en ella.
━¿Qué hay del muchacho?
━Él sí.
━¿Hace cuanto?
━Bastante.
━¿C-C- Cómo? ¿Cuando? ¿Donde? ¡¿Cómo es que nunca nos lo contaste?! ━exclamó Mike, apenas siendo capaz de digerir toda la información. Detrás de él, el apellidado Hopper dejó escapar un suspiro profundo.
Once continuó hablando con la vista perdida.
━Era un secreto. No se suponía que le dijera a nadie. Elliot no quería, decía que era peligroso. Max también estuvo de acuerdo.
━¿Max sabía?
━Es mi mejor amiga.
━Y yo tu novio ¿No crees que debí saberlo al menos?
━Ah por favor, Wheeler ━exclamó Steve Harrington, quien se había mantenido ausente a la conversación hasta el momento. Su suéter de algodón azul oscuro aún tenía una gran mancha de porquería negra en el centro, y eso, ligado a que estaba visiblemente harto de que que no le permitieran explicarse a la pobre chiquilla, lo llevó a tomar al chico por el cuello del suéter y tirar de él hacia atrás antes de que pudiese volver comérsela con sus absurdas preguntas━ El horno no está para pasteles ahora. Así que pon tus celos a un lado, cierra la maldita boca y deja a la chica hablar ¿Ha quedado claro?
A través del espacio que los separaba, Nancy Wheeler asintió para agradecerle en silencio por su intervención. Sus labios curvándose ligeramente en una sonrisa pequeña que a Steve le pareció la cosa más bonita del mundo. Seguidamente, la vio caminar hasta detenerse junto a su novio.
━¿De dónde lo conoces, Ce? ━preguntó, tanteando el terreno hasta recibir otro suspiro por parte de la menor.
━Elliot es como yo.
Desde su lugar, Hopper frunció el entrecejo, enderezándose en su silla.
━¿A qué te refieres exactamente?
━Él estaba en el Laboratorio conmigo ━dijo, alzando el semblante para mirarlo━ Somos iguales.
De pronto, fue como si el ambiente dentro del salón se tornase pesado y asfixiante. Una frialdad casi fantasmal entró bailando por la ventana, envolviendo a cada uno cual tela de cobertor mientras a las afueras de la cabaña el clima se iba haciendo cada vez más denso.
El silencio absoluto fue la primera cosa que incomodó a Once, pero lo cierto es que aquella revelación estaba pasando factura por cada uno. Preguntas como por qué no lo había contado nada antes, o de dónde exactamente había salido aquel otro experimento parecían algo absurdo de cuestionar a esas alturas y, sin embargo, era lo único que pasaba por sus cabezas en un período de tiempo tan corto.
Habían creído que el tema del Laboratorio formaba parte de un pasado pisado y enterrado, pero el parecer, no era del todo cierto.
━Entonces ese chico de ahí es otro de los niños de Brenner... ━pronunció Jim, casi como si le estuvieran tomando el pelo━ ¿Y lo estuviste ocultando por todos estos años?
Ella asintió:
━Una vez me dijiste que debemos seguir las reglas porque son la única forma de permanecer a salvo. También que los riesgos son estúpidos, y nosotros no lo somos.
Hopper se quedó quieto, observándola un poco dubitativo. Ella lo miró expectante, sin inmutarse en absoluto por el oscuro secreto que acababa de compartir, hasta que luego de unos segundos, la risa irónica que brotó por sus labios logró relajarla un poco.
━Pues vaya, me alegra saber que has cumplido con ello al pie de la letra.
De fondo, un silbido guasón surcó el aire como un cometa.
━Otro chaval con super poderes en el equipo ¿Alguien también piensa que esto es demasiado alucinante?
━Dustin no digas tonterías ━lo regañó Mike.
━¡No, pero piensenlo! Se acerca una guerra, y antes nos encontrábamos indefensos sin los poderes de Once. Pero ahora los ha recuperado, y también ha traído un aliado para que nos ayude.
━Ehm, disculpa mi intromisión, cerebrito ¿Pero de qué rayos estás hablando? ━Rachel se había levantado del sofá, y ahora se dirigía al aludido con cara de pocos amigos━ Aquí nadie vino para ayudar a nadie. Solo estamos buscando a la madre de mis amigos que desapareció hace una semana, pero por alguna causalidad muy desafortunada acabamos en ese edificio donde un monstruo gigantesco nos atacó y luego ella apareció de la nada para patearle el trasero.
Tras esto último, los sentidos de todos parecieron dispararse.
━¿Monstruo?
━¿¡Te haz enfrentado sola a un Demogorgon!?
━¿A alguien más le parece extraño que...
━¡CÁLLATE MIKE!
¿En qué momento habían pasado de intentar tomarse las cosas con calma a perder completamente los estribos? Fue la pregunta que se formuló la número Once mientras presenciaba como el caos se abría paso en el interior de la cabaña y se apoderaba del rostro de sus amigos hasta desfigurarlo en una expresión angustiosa. Aunque, de cierta forma, alcanzaba a entender sus razones: El Upside Down les iba tomando la delantera mientras permanecían con la guardia baja. Otra vez.
━Esta situación es contraproducente ━Nancy se llevó las manos a las sienes━ Si lo conocías de antes, se supone que debió morir durante la masacre del 59. Todos los números murieron ahí.
Y fue entonces cuando una voz, una voz perfectamente razonable y bastante cansada, les habló desde el pasillo.
━Mi hermano sobrevivió porque no estaba allí ese día.
Las cabezas volaron en su dirección, concentrándose en ella hasta colorearle las mejillas de un tono rosa melocotón. La última vez que alguien le prestó tanta atención a Carrie había sido la mañana en la que su panza empezó a notarse durante la clase de Educación Física, y a partir de entonces no tuvo cómo seguir ocultandole su verdad al mundo.
━¿Quién eres tu?
━Me llamo Carrie. Soy su hermana ━respondió ante la pregunta del apellidado Henderson, causando que todos se mostraran desentendidos━ Ya sé. Soy la hermana adoptiva. Es una larga historia, pero en resumidas cuentas: mi madre lo rescató en la autopista cuando vino a Hawkins para investigar sobre el Proyecto MK Ultra. Llevaba años buscando a todos esos niños... recopilando información y testimonios de personas que se ofrecieron voluntarias para participar en los planes de la CIA. Estaba muy cerca de obtener su última prueba, pero decidió dejarlo todo para protegerlo... para protegernos a los dos.
Joyce la sostuvo por el brazo, haciendo función de soporte por miedo a que pudiera desvanecerse en cualquier segundo. Ella misma había sufrido de ese tipo de mareos durante el embarazo de Jonathan, y al recordar su juventud e inexperiencia de por aquel entonces la hacía sentir gran empatía por aquella jovencita. Mientras tanto, un silencio largo se instaló en el salón y entre las personas que se encontraban a esperas de recibir más que solo migajas de verdades que fueron ocultas en viejos cajones y olvidadas hacía años.
Todo esto, ligado a lo loco de las circunstancias, provocó que el primero de todos ellos terminara rompiéndose:
━Tío, esto sí que le vuela la cabeza a cualquiera.
━Robin...
━¡Es que nos llueven las sorpresitas! ¿Qué no veis? Es demasiado para ser una causalidad. Por una vez estoy de acuerdo con el hermano de Nancy, no me parece normal que este chico llegase a Hawkins precisamente en estos momentos donde todo se ha ido a la mierda.
━¡Oye, ese chico tiene un nombre! ━protestó la rubia con molestia, y el metal de su voz pareció despertar algún tipo de repentino horror en las pupilas agrandadas de Steve Harrington cuando, sin haberse percatado con anterioridad, fijó su vista en la parte más sobresaliente de su anatomía.
━Que todos los santos nos amparen ¡¿Estás embarazada?! ¿O solo te creció la panza?
━¿Tú te caíste de la cuna al nacer o solo se te fue la olla? ━atacó Rachel, cruzándose de brazos al tiempo que la mayoría de sus amigos volteaban a mirar al chico.
━No desperdicias oportunidad para comportarte como un idiota, Harrington. Es más que evidente que está embarazada, mírala ━señaló Robin.
━Pero... pero... ¡SI ES SOLO UNA NIÑA!
━Bueno está claro que la redondez no se debe a que subió de peso ¿Verdad? ━volvió a espetar la apellidada Corrigan, ganándose una expresión adusta por parte de Dustin.
━¿Y tú quien eres?
━Llámenme Rachel. Soy la novia del chico al que su amiga casi le provoca una hemorragia cerebral.
Once la observó con el entrecejo ligeramente fruncido en desconfianza━ Elliot nunca te mencionó.
━Pues ya somos dos, dulzura.
Notando cierta tensión entre una y la otra, Mike se apresuró en tomar a su novia de la mano para echarla hacia atrás, preferiblemente antes de que algún objeto saliera volando, y al mismo tiempo que Joyce se colocaba entre la pelirroja y su amiga.
━Vale, vale... es suficiente por hoy, niñas. No vamos a crear un conflicto de todo esto ¿Verdad? ━rió nerviosa━ Carrie, está bien si tú y Rachel desean recostarse un rato hasta que tu hermano despierte. Estoy segura de que han tenido un día bastante largo.
━Muchas gracias, señora Byers.
Al final, dejaron el cuidado y la supervisión de las chicas en manos de Joyce. Porque quedaba claro que no había nadie mejor que ella para asumir tal tarea. Y en lo que el resto del club aprovechaba unos segundos para recuperarse de las recientes revelaciones, la ex número Once se escabulló hacia el portón, tratando de evadir el exigiente interrogatorio que le seguiría hasta dejarla más exhausta y seca que una pasa.
Mike quiso seguirla, al igual que Will, pero solo había una persona a la que ella escucharía estando tan enojada, y ese fue quien salió junto con ella al exterior, advirtiendo al resto de los miembros del club de "La fiesta" que haría el intento por calmar las aguas.
La encontró en la escalerilla de la entrada, sentada en el suelo con las piernas abrazadas al pecho.
━Lo lamento.
Era una escueta disculpa, y la chica debía de llevar un buen rato tratando de hacerla salir. En parte, porque estaba segura de que no había cometido ningún error.
El mayor dejó que el silencio hiciera su parte entre los dos, permitiéndose respirar profunda y pausadamente al cabo de un rato.
━Está bien, enana. Tenías tus razones para no decírselo a nadie y eso es comprensible ━susurró━ No obstante, me gustaría que a partir de ahora no hubiesen más secretos entre nosotros. Así evitamos más sustos como este ¿Vale?
━Vale.
Padre e hija se quedaron observando el espeluznante paisaje. Los arbustos y los matorrales centelleaban entre la niebla, pero ninguno de ellos lograba sacar aunque sea un poco de belleza al horizonte, ni eso, ni las luces del Noroeste, que ahora brillaban con mucha más fuerza, ni el ruido distante de motores y helicópteros en el pueblo.
━¿Cómo supiste que estaban aquí?
━No lo sé, yo... ━Ce se quedó pensativa ¿Cómo podía explicar algo que ella misma aún no entendía?━ Supongo que solo lo sentí. Es difícil de explicar.
━Bueno... ¿No tendrás más amigos escondidos por ahí cierto?
━¡Claro que no!
━Mmm ¿Tal vez otra niña con superpoderes? ¿Una ardilla que habla? ¡Oh!...¿Qué tal un platillo volador?
━¡Papá! ━protestó, y él la miró divertido. El haber entrado en la adolescencia hacía mucho más sencillo su tarea paterna de sacarla de quicio, pero la expresión del ex alguacil era tan graciosa que fue inevitable para ella no contener una carcajada.
Hopper había echado muchísimo de menos esa sonrisa.
━¿Recuerdas aquella conversación que tuvimos en nuestra cabaña? ¿Durante la última Navidad? Sabes que puedes confiar en mí, yo...
━Te guardo las espaldas.
Él se le se quedó mirando, sorprendido. Costaba creer que todavía retuviera aquella frase en su memoria. Una de las muchas que se había memorizado, perteneciente a la historias que él le compartió sobre su pasado y que ella mantuvo siempre como un recordatorio de que su padre era, con uniforme o sin uniforme, un verdadero héroe.
━Puedes confiar en mí, te guardo las espaldas ━repitió Jane con una sonrisa, siendo víctima de una repentina oleada de nostalgia que le estrujó el corazón a los dos.
Hopper negó con la cabeza, se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos.
━Y yo a tí, enana. Y yo a tí.
Para aclarar la proveniencia de la frase "Puedes confiar en mí, te guardo las espaldas". Esta es una vieja expresión del ejército, y como ya todos sabemos, Hopper pasó por el servicio militar y múltiples misiones antes de ser policía. Usualmente, cuando se está marchando al soldado no le es posible mirar tras su espalda, por lo que necesitan que otro compañero lo haga en su lugar.
Cabe aclarar que la escena donde Hopper comparte esto con Once no aparece en la serie, sino en uno de los libros canon de la serie de Netflix llamado A Oscuras en la Ciudad, cuya trama ocurre en un punto intermedio entre las temporadas 2 y 3 de Stranger Things ❤💥
Anyways, muchas gracias a todos los que continúan con la historia hasta aquí y perdón por la tardanza. Pasa que este capítulo ha sido muy largo y explicativo, por lo que tuve que tener mucha paciencia a la hora de escribirlo, recordar cada detalle de los anteriores y lo que tengo pensado que pasará a continuación.
Inicialmente iba a ser más largo, pero imagino que 4000 palabras es más que suficiente jajaja.
Nos leemos pronto ♡ Esperemos que el club de Hawkins siga creciendo a medida que avance la historia, no me gustaría que se perdieran lo que se viene a continuación 💣💥.
Debbie
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