03: on the highway to hell
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CAPÍTULO TRES
❝ɪ'ᴍ ᴏɴ ᴛʜᴇ ʜɪɢʜᴡᴀʏ ᴛᴏ ʜᴇʟʟ❞
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📌 Hawkins, Indiana.
🗓 Agosto de 1979
OJALÁ hubiese sido capaz de expresarse con palabras coherentes por aquel entonces, de poder explotar su voz y quebrar los tímpanos de todos los que trabajaban en aras de hacer su vida más miserable dentro de aquel sitio. Provocar tanto daño con un murmullo como con la fuerza que se escondía tras las barreras de su perturbada mente. Pero en los días como ese, Doce se convertía en un ser completamente mudo, rígido y carente de vida.
Su cuerpo era como un fierro helado, el cual solo reaccionaría una vez que su cerebro así lo quisiese. Dedicándose a obedecer como podía.
Era un proceso similar a un juego en el que ambos se ayudaban en favor mutuo. Su mente daba cumplimiento a las órdenes que Papá le exigía y, a cambio, él le otorgaba el control absoluto. Muy a pesar del maltrato que azotaba su carne por cada vez que fallaba, cuando su corazón latía a una velocidad inhumana ante la conciencia del error cometido, que atraería el enojo como consecuencia, y con el enojo la decepción.
A diferencia del resto de los demás números, Doce sabía que él no era el favorito de Papá, porque mientras los otros se proponían pasar las pruebas, él siempre se quedaba atrás. No obedecía, no cumplía con las órdenes y siempre se despertaba dando gritos en mitad de la noche.
Había escuchado decir a los hombres de blanco que eso se estaba convirtiendo en un gran problema, los malos sueños, porque parecían incidir directamente en su desempeño. Unos días se sentía tan nervioso que podía hacer explotar las luces de la habitación, pero en otros simplemente se quedaba allí sentado, lloriqueando como el niño que era hasta provocar la exasperación de los mayores.
━¿Ves esa silla de allí, 012?
Él volvió a abrir los ojos, sin ser capaz de ajustar su visión a las personas que se encontraban rodeándolo en aquel reducido espacio. Entre ellos, logró reconocer las facciones del Doctor Brenner observándolo con interés, y luego al dichoso mueble del que le estaba hablando en la otra esquina de la habitación.
━¿Crees que puedas moverla por mí? ━cuestionó, golpeando la punta de sus zapatos sobre el suelo blanquecino. Todo en el interior de aquel lugar era blanco y pulcro. Iluminado, pero insoportablemente cerrado.
Doce paseó su vista de Papá al objeto, conteniendo los nervios que lo superaban para cerrar los ojos y tratar de centrarse lo suficiente. Después de unos minutos de incontable esfuerzo, terminó cayendo de rodillas sobre el piso frío. La silla apenas habiéndose movido unos centímetros.
━No puedo ━jadeó por lo bajo, su menudo cuerpo exhausto no tenía ganas para nada más.
━No te estás esforzando lo suficiente ━masculló Brenner, fijándose en la máquina que mostraba sus signos vitales━ De hecho, no te estás esforzando nada.
La fina línea entre sus párpados se oprimió todavía más cuando lo sintió colocar una mano en su hombro. Gesto que lejos de transmitirle seguridad, lo hizo encogerse preso del miedo.
━Te lo pediré una vez más, así que espero y puedas obedecerme ━le dijo, con un tono de voz mucho más serio de lo usual━ Mueve la silla hacia la izquierda, 012.
Él volvió a posar sus ojos intensamente en el mueble, tratando, obligándose a flexionar sus sentidos para provocar algún cambio, lo que sea, pero era casi como doblar una barra de acero con la fuerza de un bebé. El flujo de sus pensamientos se sacudió, como si se hubiese producido un burbujeo en un manantial profundo. Otro par de minutos pasaron volando, y nada, absolutamente nada ocurrió.
━¡Suficiente! ━el niño se hizo pequeño cuando escuchó el primer grito abandonar la garganta del Doctor Brenner, provocando el surgimiento del suyo propio. Las sienes le palpitaban con demasiada fuerza, más la intensidad de la luz en el techo parecía tragárselo todo.
━Duele ━lloriqueó, sosteniendo su propia cabeza entre las manos. Lágrimas corrían irremediablemente por sus mejillas. Papá iba a estar muy furioso━ Duele... duele.
Brenner tuvo que exhalar con fuerza para que su frustración no fuera demasiado obvia ante los ojos del muchacho, presionando los labios mientras lo observaba y se preguntaba qué clase de error podrían haber cometido para que el duodécimo experimento, a pesar de todo el empeño puesto en sus habilidades, terminara siendo el más débil de todos. Su explicación más lógica y reciente para el asunto era que se estaba resistiendo a los cambios, aunque continuaba sin entender a qué se debía tanto cansancio en un niño aparentemente sano.
Hizo una seña hacia los dos enfermeros que se encontraban junto a la puerta. Estos parecieron captar al instante el significado de una orden muda, acercándose hacia el menor para sujetarlo por los brazos y arrastrarlo con ellos hacia el pasillo.
━¡NO! ━012 reaccionó, volteando la cabeza en busca de la única persona que podría ayudarlo, pero este no lo hizo━ ¡PAPÁ! ¡NO! ¡PAPAA!
Le había pedido desesperadamente que no lo condenara de nuevo a la oscuridad. Diez minutos ahogándose en mocos dentro de aquel cubo frío y pequeño fueron suficientes para hacerlo darse cuenta de que no deseaba vivir en él nunca más, pero su padre le había dicho que los niños malos merecían una reprimienda severa, y el castigo más digno para un desobendiente como él era pasar sus horas en un agujero negro.
Renuente a aceptar su cruel destino, Doce pataleó como desquiciado, repartió golpes al aire, e incluso llegó a arañar la cara de uno de los humanos que lo llevaron al cuarto oscuro, haciéndolo maldecir entre dientes. Una acción que solo provocó su enojo y que luego la mejilla del niño estuviera ligeramente hinchada debido al golpe.
Lo abandonaron en el interior de aquel cuarto con el mismo desprecio con el que se trataría a un animal callejero, dejándolo gritar contra la puerta que había comenzado a golpear repetidas veces en un intento por ser escuchado y liberado.
Sin embargo, nada sucedió.
Siete minutos después los gritos se detuvieron y la sufocación se vio siendo opacada por el pesar del cansancio. Él cayó fatigado sobre la superficie fría del suelo al poco tiempo, sucumbiendo al dolor de sus huesos hasta perder el conocimiento.
A partir de ese día, las lecciones se volvieron mucho más duras para el Número 012. Ellos no lo dejarían ganar en voluntad, porque dentro de aquel sitio no contaba con ninguna. No se le tuvo permitido acercarse al resto de los experimentos, no pudo jugar, ni ver la luz fuera de aquel saloncito donde solo se encontrarían él y aquella maldita máquina que pitaba insistentemente para delatar todas sus acciones mentales.
La primera vez que sedió al fin, fue en la noche que logró mover la silla de lugar, y papá estuvo tan orgulloso que le regaló un caramelo como premio. En la segunda le trajo un muñeco de felpa, y en la tercera, cuando mató a uno de los guardias porque no dejaba de gritarle, le hizo la promesa de que volvería a ver a los demás niños. Una promesa que no pudo cumplir completamente.
Fue en septiembre de 1979 cuando Doce volvió a pisar la sala de arcoíris, tan solo para darse cuenta de que todos los demás habían desaparecido...
Todos, a excepción de la número Once.
📌 Carretera de Indiana.
🗓 Abril de 1986
El peso de los recuerdos era algo dificultoso de hacer a un lado luego de los acontecimientos de la noche anterior, un momento en el que por primera vez en mucho tiempo, él y su hermana parecieron ponerse de acuerdo a la hora de tomar una misma decisión. Llámenlo desesperación o miedo, dos de los sentimientos más cobardes del mundo. No sabría definir con exactitud cual de los dos, pero lo que sí supo después de ver aquella catástrofe en las primeras noticias de la tarde, enviándole señales que antes ni siquiera habría considerado por necio, fue que no podían quedarse un segundo más allí parados sin hacer nada para solucionarlo. A esas horas su madre podría estar perdida, herida, o peor...
Elliot ni siquiera quería pensar en las posibilidades. Su mente podía ser un nudo de pensamientos nefastos sin siquiera pretenderlo.
Contrario a su hermana, cuyas hormonas desataban un llanto desconsolado ante el mínimo avistamiento negativo, él prefería guardarse sus miedos para sí mismo, aunque no fuera algo que lo ayudase a ser mas abierto, pero el tiempo le había enseñado a reservar sus problemas con tal de no convertirse en un estorbo: el bullying, las pesadillas, ella... Ya bastante le causaba a su madre tan solo existiendo. Su pobre e inocente madre.
De pronto, una cabeza de abundante melena lacia y pelirroja asomó por los asientos traseros. Parecía somnolienta, pero no más que aburrida tras un viaje tan largo. Se dejó apoyar en el hombro del conductor.
━Llevamos horas metidos dentro de este auto del demonio ¿Cuánto nos queda todavía?
Carrie, quien había transcurrido todo el trayecto en silencio, apartó si vista del paisaje que se mostraba a través de la ventanilla y la miró con exasperación. Una de sus manos descansaba sobre el vientre abultado, mientras la otra sujetaba su bolsito morado contra el asiento del copiloto.
━¿Me recuerdas otra vez por qué decidimos traerla? ━preguntó hacia el único chico del vehículo, a quien escuchó suspirar, quizás porque ya sabía que se avecinaba otra riña.
Rachel no era una chica que se aguantase ninguna provocación, mucho menos por alguien que no le agradaba en lo más mínimo. Había intentado hacer las pases, disímiles veces, solo por las insistentes peticiones de Elliot, pero su paciencia tenía un límite y esta ya lo estaba alcanzando.
━En primera, porque este cachivache en el que viajas me pertenece. Y segunda, porque soy la novia de tu hermano ━aclaró, usando un tono de voz que denotaba cierto fastidio, precisamente con el objetivo de chincharla todavía más.
━No seas ridícula, Corrigan. Ni siquiera se puede llamar relación a eso que tienen.
━Ya sé que nunca te he agradado, Carlota...
━Carrieta ━corrigió por quinta vez, provocando que entornara sus ojos con molestia.
━Me vale. Pero dado a que estamos juntas en esta travesía, te aviso que vas a tener que soportarme por todo lo que dure.
Ambas entonces apartaron la vista de la otra, concentrándola en la carretera.
━Teñida ━murmuró Carrie.
━Coneja de cría ━la secundó la pelirroja, y las dos podrían haber continuado con su guerra de insultos de no ser porque Elliot se hartó de escuchar su absurda discusión.
━¡Oigan chicas, ya está bien! Por favor, si vamos a seguir juntos necesitamos aprender a sobrellevarnos los unos a los otros. O en vuestro caso, a soportaros la una a la otra mientras estemos buscando a mamá ¿He sido claro?
Ninguna de las dos respondió, ni tampoco separaron su atención del paisaje para mirarlo cuando este terminó de hablarles, demasiado orgullosas como para dejar de lado sus problemas o dar su brazo a torcer. Era una lucha de voluntades en la que Elliot se había dado por vencido en su intención por repararla hacía mucho tiempo, así que cuando cosas así pasaban, prefería evadirlas por todo el tiempo que durase.
Varios minutos después, los tres pasaron el cartel que les daba la bienvenida a Hawkins. Una que se tornó un poco más escalofriante de lo que habían imaginado, pues Carrie se percató de que alguien había tachado el nombre del pueblo con pintura de aerosol, sustituyéndolo por la palabra Infierno.
Esto hizo que su piel se crispara como la de una gallina, justo cuando escuchó a su hermano decir:
━Hemos llegado.
Su voz ya no sonaba igual de seria que antes, sino que la había bajado dos octavas, como si las palabras se le hubiesen quedado atascadas en la garganta ante un posible evento impresionante del que Carrie no tardaría en percatarse también nada más voltear su cara hacia el cristal delantero
Casi que pudo alcanzar a oír a Rachel diciendo algo similar a "Joder" cuando sus ojos se fijaron en la gigantesca nube de humo que se abría paso en lo alto del cielo, dándoles la impresión de que más que un terremoto, por aquel sitio había pasado el mismo Ragnarok de las leyendas nórdicas, dejando una gran ola de caos tras de sí. Su lado de la carretera inclusive se mantenía vacío, porque todos los vehículos pasaban por su izquierda, unos detrás de otros, presurosos por escapar de aquel desastre que antes había sido catalogado como uno de los pueblos más tranquilos del estado de Indiana. Familias enteras que dejaban sus hogares y vidas en el olvido bajo la creencia de que aquellas tierras estaban malditas.
Puede que después de todo Salem no fuese la ciudad más aterradora del país.
Carrie pensó que, quien quiera que se hubiese atrevido a dejarles esa advertencia, no estaba equivocado en lo más mínimo: Aquella era una autopista de ida directa hacia el infierno.
━Jesucristo... ¿Qué pasó en este lugar? ━Rachel movió los labios, sin querer mostrar el temor que le provocaba aquella imagen. Aunque una parte en su interior empezaba a desconfiar de lo que sea que los estuviese esperando del otro lado.
Elliot detuvo la camioneta al llegar ante lo que parecía un puesto de vigilancia en el lado de la carretera por el que ellos transitaban. En él se movía un equipo de soldados, todos enfundados en sus uniformes de las Fuerzas Armadas, escopetas colgadas al hombro, y uno que otro policía permitiendo el paso de las personas para salir del pueblo.
Al ser ellos los únicos que tenían intenciones opuestas, fue normal que la atención les cayera encima.
━Esperen aquí ━advirtió el pelinegro, saliendo del auto para ir a reunirse con el oficial que lo esperaba delante.
Rachel le regaló una sonrisa esperanzadora, deseando muy en su interior que los dejasen pasar y así no haber hecho aquel viaje tan largo por nada. A su favor tenían el que Elliot siempre hubiese sido bueno persuadiendo a las personas, pues al parecer, solían creerle con mucha facilidad.
━Él no te ama... ━la voz de Carrie llegó para cortar el silencio, haciendo que la pelirroja separara los ojos del chico para mirarla con confusión.
━¿Qué?
━Elliot ━contestó sin dirigirse a ella directamente━ Pensé que deberías saberlo.
En cualquier otro momento, Rachel habría considerado sus palabras como una herramienta maestra para hacerla enojar, dado a que la rubia aprovechaba cualquier ocasión para dejarle en claro lo poco que le agradaba usando cualquier comentario hiriente, pero ahí en el interior de la camioneta, sin Elliot ni ningún otro testigo que pudiera escucharlas, se replanteó seriamente la intención que tenían sus palabras y por qué.
━Si esta es otra de tus...
━¿Cuantas veces lo haz escuchado decirlo?
━¿El qué?
━Que te quiere ━esta vez la rubia se volteó hacia ella con una expresión obvia, y Rachel se sintió acorralada.
━Eso no tiene nada que-
━¿Cuantas? ━insistió, pero su silencio fue todo lo que necesitó para darle respuesta a esa interrogante━ Lo supuse.
Los labios de la apellidada Corrigan se abrieron, pero aún así no logró pronunciar palabra alguna. Carrie se estaba comportando como una perra, lo cual era la mayor parte del tiempo, pero esta vez sí que había superado los límites. Sin embargo, por más que quiso rebatirle aquello que había dicho, por alguna razón no supo cómo.
Porque quizás no estaba muy lejos de ser cierto.
Los ojos color avellana de la mayor de los McGregor volvieron a posarse entonces en su hermano, quien parecía debatirse en un pequeño desacuerdo con el militar que los detuvo hacía unos minutos. Al parecer, esta vez su habilidad para el convencimiento le había fallado, por lo que se vio en la necesidad de intervenir por sí misma.
"Carrieta al rescate como siempre" se dijo internamente al salir de la camioneta, ignorando las advertencias de Rachel para que se quedara dentro.
━¿Me está diciendo que no podemos entrar? ━escuchó decir a Elliot cuando estuvo lo bastante cerca, a lo que el mayor negó rotundamente.
━Los propios habitantes están evacuando la ciudad, muchacho. El paso para cualquier vehículo ha sido restringido desde ayer en la noche. Los que decidieron quedarse ha sido por voluntad propia.
Carrie se dijo a sí misma que, si querían burlar la seguridad, era momento de usar la viaje y confiable mentira piadosa.
━Pero, señor oficial... ¿Cómo si no sacaremos de aquí a la abuela?
Al instante, tanto Elliot como el desconocido la miraron con expresiones confusas.
━¿Abuela?
━No mencionó nada sobre una abuela.
Ella liberó una risita nerviosa. Definitivamente debió participar en el Club de Teatro Escolar.
━Oh perdone el despiste de mi medio hermano, oficial. Es adoptado ━dijo, dándole golpecitos en la espalda (quizás con más fuerza de la debida) para hacerlo caer en cuenta━ En fin, estamos aquí para llevarnos a nuestra anciana abuelita Peggy. Tiene 90 años. La pobre, se fracturó la cadera el último mes.
━Fue una gran fractura ━agregó el chico con un asentimiento.
━Muy grande ━Carrie se llevó una mano al pecho dramáticamente━ El abuelo apenas pueda apañárselas solo con ella. Su alimento de cada día son las pastillas para el Alzheimer. Pero el punto es... que necesitamos de su autorización para entrar a Hawkins y así poder trasladarlos con nosotros a Massachusetts, antes de que las cosas empeoren claro está.
Extrañado, el hombre se mantuvo observándolos en modo escáner por unos segundos, en los cuales ambos se dedicaron a darle su expresión más falsamente sincera e inocente posible con el fin de que se apiadara de su anciana y ficticia abuela Peggy, y les permitiera seguir su camino sin ningún problema.
Estuvieron en esa incógnita por lo que pareció una eternidad, mientras lo veían intercambiar palabras por lo bajo con otros compañeros, quienes los miraban de una forma poco discreta que los hacía sentir incómodos, especialmente a Elliot.
Él nunca se acostumbraría a tratar con ese tipo de personas.
━Está bien, os dejaremos pasar. Pero solo con la condición de que regresarán por el mismo camino ━advirtió una vez hubo terminado de hablar con sus superiores, haciendo que su vista recayera en el vientre de la jovencita delante suyo━ No os aconsejaría pasar mucho tiempo dentro de ese infierno. Especialmente no en su condición.
Carrie frunció el entrecejo y se cruzó de brazos con molestia:
━Estoy embarazada, no minusválida.
━Por supuesto ━asintió━ Pediré a mi compañero que les entregue máscaras para el viaje.
Los hermanos McGregor intercambiaron miradas de soslayo, conscientes de haber culminado su misión con éxito. No era la primera vez que fingían delante de otra persona para conseguir algo en su beneficio, puesto que habían aprendido a convencer a los vecinos para que les dieran doble ración de golosinas durante la noche de Halloween, pero esta sí era la primera en la que se enfrentaban directamente con la ley.
Una enfermera vino entonces para suministrarles algunas mascarillas estériles y guantes desechables en caso de que hicieran "contacto directo con el medio", a la vez que recibían instrucciones por parte del miembro de las Fuerzas Armadas con el único fin de advertirles que debían regresar lo antes posible.
En el momento de regresar al vehículo, ambos estaban bien forrados, desinfectados y listos para participar como ayudantes en cualquier proyecto de temática biológica, porque ciertamente a eso se parecían. Carrie le estaba pasando los suyos a Rachel desde la ventanilla cuando Elliot pareció recordar algo más.
━Una última pregunta, señor oficial ¿Hay de casualidad aquí alguna central nuclear en desuso? ━cuestionó interesadamente, pero a juzgar por la expresión de extrañeza que le dio el aludido, supo que este no tenía idea alguna de qué estaba hablando.
━Me parece que te haz equivocado de pueblo, muchacho ━respondió━ Aquí solo está el viejo Laboratorio de Hawkins que fue abandonado hace dos años.
Su respuesta pareció complacerlo, terminando de responder todas las interrogantes que había guardado solo como una posibilidad, y las cuales lo guiaron rápidamente hasta un mismo punto.
━¿A dónde vamos? ━preguntó Carrie nada más verlo entrar al auto. Si su madre no había ido a ver una vieja Central Nuclear, entonces ¿Dónde estaba?
Desafortunadamente, Elliot aún no contaba con esa respuesta... pero se iba haciendo una idea al respecto.
━Creo que ya sé donde encontrar a mamá.
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ESPECIALES GRACIAS a deadsxnshine por el precioso banner gif del inicio.
...
Aishh Brenner dan ganas de matarte hijo de la pingüina de tu madre!! 🔪🔪 Y creo que se te queda corto.
En fin, perdónenme por este ataque, pero al menos ya sabemos por qué Doce no estuvo presente durante la Masacre en el Laboratorio el 8 de septiembre, y es precisamente porque lo separaron del resto debido a que no sabía como controlar sus poderes (o más bien los estaba suprimiendo). Bien se supone que siendo uno de los primeros experimentos de la nueva generación debía tener esta habilidad ya superada, pero él era un niño muy débil de salud, una cosa de la que estaremos averiguando más próximamente.
Ahora preparados, porque el siguiente capítulo ya será desde el punto de vista de los personajes de la serie, y estoy muy emocionada por compartirlo ❤ Solo que para asegurarme de que no se salten ningún voto debo esperar. No quiero tener un capítulo con cuatro votos y otro con siete. Me hace sentir desorganizada 😅
En fin ¿Les está gustando la historia por donde va? ¿Les parece interesante? No olviden votar y compartir con otros amigos a los que le guste la serie, así hacemos el Hellfire Club más grande y me ayudan a recibir apoyo ♡.
Besitos a todos,
Debbie
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