01: our story begins...
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CAPÍTULO UNO
❝ᴏᴜʀ sᴛᴏʀʏ ʙᴇɢɪɴs ᴡɪᴛʜ ᴀ ʙᴏʏ ᴡʜᴏ ʟɪᴠᴇs ᴡɪᴛʜ ʜɪs sɪsᴛᴇʀ ᴀɴᴅ ᴍᴏᴛʜᴇʀ ɪɴ ᴛʜᴇ ʜᴏᴜsᴇ ᴀᴄʀᴏss ᴛʜᴇ ᴄᴇᴍᴇᴛᴇʀʏ.❞
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📌 Salem, Massachusetts
🗓 20 de marzo de 1986
LA LUZ DEL SOL de primavera era, de una forma especial, ni tan cálida ni tan incandescente, con caricias menos molestas que cuando llegaba el verano a Massachusetts. En esa época, los atardeceres se tornaban más agradables de ver, los niños iban y venían en sus bicicletas, y los autos ya se encontraban aparcados en sus garajes para cuando Elliot salía del Instituto y emprendía su lento caminar por el atajo del bosque que lo llevaría directo al cementerio.
Llevaba la mirada clavada en el suelo: cuarzo que brillaba en el cemento, un rayado para jugar a la pata coja con un espectral contorno de tiza deslavado por la lluvia, bolitas de goma de mascar aplastadas contra el suelo, trozos de papel de estaño, envoltorios de caramelos.
El camino de regreso a casa se le hacía pesado cuando llegaba el atardecer, por eso prefería acortarlo tomando sendas menos concurridas. Además de complacerse a sí mismo con unos minutos de soledad para pensar en completo silencio.
Las vacaciones de primavera habían llegado al fin, y aunque para algunos esto pudiera ser motivo de festejo, a él no le apetecía pasar tanto tiempo con el cerebro desocupado.
Claramente no tendría que soportar los muy poco motivadores turnos de clase de la señora Hall, ni el tener que vagar por los pasillos como si fuera un fantasma a esperas de ser liberado por la campana, o tratar de ignorar los murmullos que pasaban de un estudiante a otro teniendo como tema central su presencia en la mesa del comedor. Porque todo lo extraño siempre le ocurre a las personas extrañas, y él era ese tipo de persona dentro del New Salem High. El raro, el inadaptado, el hijo de la bruja con la casa frente al cementerio...
Muchos lo conocían por esos nombres, otros ni siquiera se le acercaban ¿Y por qué? Porque le tenían miedo. Siendo tan largirucho y pálido como era, yendo siempre solo y con aquella expresión de pocos amigos, era bastante normal que la mitad de los jóvenes que lo veían pasar se alejaran. Pero tal no era el caso de Louis Sanderson y su pandilla, quienes lo seguían todas las tardes a través del paseo entre las tumbas.
━¿A dónde vas, rarito cara de caca?
Elliot trató de ignorar su presencia a sus espaldas. Alcanzaba a oír las hojas crujiendo bajo el peso de las ruedas, y las zapatillas de uno, dos, tres matones que lo acosaban de cerca.
━¡Elliot, vamos, solo queremos hablar! ━en un momento, la figura de Louis se interpuso para bloquearle el paso. Era un muchacho bien parecido, con una melena rubia que hacía enloquecer a las chicas, de familia acomodada y una sonrisa arrogante que al joven escritor le provocaba ganas de mandarlo a volar por los aires.
━Oye Louis ¿Y los fenómenos hablan? ━le preguntó otro de sus seguidores, Isaac, en tono burlón, haciendo que su líder de encogiera de hombros.
━No lo sé. Hagamos la prueba.
Un resoplido molesto hizo por abandonar la garganta del pelinegro, dándose cuenta de que estaba empezando a cansarse de aquel jueguito. Louis no parecía querer parar, pues disfrutaba de sobremanera el intentar asustarlo, así como Isaac y Hardin lo apoyaban rodeándolo con sus vehículos de dos ruedas.
Lo próximo que sintió fue como uno de ellos le propinaba un fuerte empujón por los hombros, haciéndolo caer de cueces sobre la tierra. A su alrededor, los árboles parecieron alzarse como espectadores ante lo que estaba a punto de suceder, pero muy a pesar de que trató de controlar sus impulsos, cuando el enojo sobrebasó los límites de la paciencia, algo dentro de su cerebro se retorció malévolamente.
Cáete de esa bicicleta, idiota, cáete y pártete la maldita cabeza
Elliot les lanzó una mirada feroz cargada de incontrolable furia. La bicicleta se tambaleó sobre sus ruedas adicionales y súbitamente se precipitó al suelo, llevándose consigo la risa guasona de Isaac colina abajo y el súbito terror reflejado en el rostro de sus amigos.
Silencio.
Los ojos cerúleos de Louis Sanderson se abrieron como los de un búho cuando volvieron a mirarlo.
Allí, tirado en el suelo, inexplicablemente, ya no le parecía el chiquillo escuálido e indefenso de antes, y cuando este se reincorporó sobre sus piernas para continuar su marcha como si nada hubiese sucedido, pudo notar cómo el rubio trastabilló hacia atrás para apartarse de su camino. Aterrado.
Una sonrisilla bailó entre sus labios cuando le quedaban siete lápidas antes de llegar a la calle de Crowhaven Road, mirando la primera casa del vecindario. Detrás, Isaac, lloroso, volvía a subir a su bicicleta siendo ayudado por Hardin y Louis, mientras se llevaba la mano a la rodilla que se había lastimado. Gritaron algo que él ignoró, seguro de que la victoria había sido suya esa tarde y nada que pudiera suceder luego de esto le quitaría tal satisfacción.
Al entrar, encontró a su madre bajando las maletas por las escaleras, o más bien, lanzándolas con el fin de depositarlas luego en la entrada. El cabello corto y castaño se le había metido delante de los ojos mientras batallaba con el peso de sus manos, por lo que no le fue posible verlo llegar hasta que él mismo la ayudó quitándole la mochila de las manos.
━Buenas tardes, mamá.
━¡Uh! Hola cariño ¿Cómo estuvo la escuela hoy? ━preguntó luego de recomponerse, soltando un leve silbido de alivio de esos que solía emitir luego de culiminar una tarea pesada.
El castaño se encogió de hombros despreocupadamente. Aquel encontronazo de hacía unos minutos no había sido nada del otro mundo, pero rezaba internamente para que ella no se diera cuenta.
━He tenido mejores.
Desafortunadamente para él, Elizabeth McGregor tenía un ojo prodigioso cuando se trataba de chequear el aspecto de sus hijos.
━Oh Elliot ¿Volvieron a molestarte esos chicos? ━o quizás, era solo la costumbre de verlo llegar golpeado a la casa lo que le advertía que algo había sucedido━ Mira tu chaqueta. Se ha llenado de polvo y suciedad.
━No es nada que no se pueda quitar con un poco de agua y detergente, mamá.
Sus ojos reparadores lo miraron directamente, tal y como si quisieran leer lo que estaba pasando por su cabeza. En un principio buscando indicios de mentira a través del brillo sus pupilas, pero luego relajándose al darse cuenta de que estaba siendo completamente sincero.
Resultaba increíble la manera en la que Elliot podía sobrellevar los tratos de esos bullys, pasando de ser un niño asustadizo a un chico poco menos de intimidante, pero que no se dejaba agitar tan fácilmente. Sin embargo, no hacía que ella se preocupara menos tampoco.
━Se pone peor cada vez. Antes ni siquiera te seguían hasta el vecindario ━resaltó━ Quizá, si me lo permitieras, podría hacerle una rápida visita al director Clanton y pedirle que tome medidas al respecto.
━Sería una pérdida de tiempo. Además... ━dijo, depositando un rápido beso sobre la frente de su madre que la hizo sonreír━ Dudo mucho que vuelvan a acercarse. Me encargué de darles su merecido de una vez por todas.
Él vio como la expresión de gracia de la mujer pasaba a una de alarma.
━Por favor no me digas que...
━No se dieron cuenta que fui yo quien lo hizo, lo juro ━la cortó, aunque esto no era muy cierto del todo, pero fue una respuesta que logró contentarla.
━Bueno, espero que al menos les hayas sacado un buen susto, muchacho
━Y así fue ━aseguró, riendo cuando los recuerdos de Isaac y Louis huyendo despavoridos regresaron a su cabeza━ Tendrías que haber visto sus caras. Fue increíble...
De pronto, su charla se vio siendo interrumpida por el estruendoso golpe de la puerta al ser abierta.
━Bien hecho, genio. Ahora las burlas sobre ser los hijos de la bruja de Crowhaven Road tendrán mayor sentido.
La hija mayor de Elizabeth, Carrie, le dedicó un mirada de notable enojo nada más dar un paso en el interior de la casa. En un brazo traía colgado su bolso púrpura de la escuela y en el otro un cargamento pesado de libros que dejó caer sin mucha convicción encima de los almohadones del sofá.
Al voltearse nuevamente, la redondez que se esforzaba por ocultar bajo el sencillo vestido de corduroy azul quedó expuesta ante sus ojos, y por un instante, Elliot se sintió como el peor ser humano del mundo al no buscarla antes en el Instituto para acompañarla de regreso a casa, y así, poder ayudarle con sus cosas de la misma forma que hizo con su madre cuando la vio. Pero es que la rubia tampoco se lo permitiría. De hecho, estaba seguro que de habérsele acercado ella le hubiera respondido con algún comentario hiriente y luego seguiría su camino ignorándolo. Porque así era su hermana, tozuda como ella sola.
Luego de quitarse el abrigo, sus ojos apenas se cruzaron unos segundos con los de su madre cuando pasó por delante de ambos para dejarlo en el colgador y subir las escaleras para encerrarse en su cuarto.
━Carrie... ━Elizabeth la llamó, suplicante, intentando tener una conversación sana con su primogénita antes de dejar la ciudad. Pero esta solo se detuvo a medio camino de las escaleras, con sus brazos cruzados y mostrando una actitud frustrante.
━Creí que a estas alturas ya te habrías ido.
━Sabes que no lo haría así. No sin despedirme primero ━respondió━ Necesitaba asegurarme de que tanto tú como tu hermano estarán bien hasta mi regreso.
━Pues bien por tí. Ahora que ya me has visto puedes irte tranquila. Adiós ━contestó en tono cortante, no sin antes dirigir una expresión despreciable hacia Elliot━ Y él NO es mi hermano.
━¡Carrietta!
━Carajo, da igual ━negó repetidas veces mientras subía━ Al final del día él seguirá siendo el hijo más perfecto.
Elliot no supo exactamente en qué momento inició la rivalidad entre los dos, más por parte de Carrie que por la suya a decir verdad. Recordaba vagamente que desde su llegada a esa casa, ella había sido la persona que lo ayudó desde el minuto uno a adaptarse a la vida que significaba ser un niño normal. Desde compartir habitación hasta asistir juntos al colegio, ayudarlo con sus tareas cuando los estudios se volvían demasiado difíciles para su entendimiento, acompañándolo a pedir dulces en su primer Halloween que allí en Salem, la "Ciudad de las Brujas", se tornaba realmente salvaje.
Pero aquella relación terminó enfriándose cuando su padre dejó de llamarla.
Aunque no lo decía en voz alta, Elliot sabía de sobra que ella lo culpaba directamente por todo lo que sucedió entre sus padres después de su llegada. Iniciando con las peleas que se extendían hasta altas horas de la noche hasta el día que firmaron los papeles del divorcio. Matt nunca estuvo de acuerdo en adoptarlo como hijo suyo, y por eso ahora vivía lejos, en Pensilvania. Rara vez llamaba o enviaba alguna carta, ni siquiera para Carrie, por lo que las cosas se habían vuelto muy tensas luego de esto.
━Debería ir a hablar con ella ━sugirió su madre, pero cuando Elliot estuvo a punto de decir que era una buena idea, la voz de su hermana los interrumpió desde la segunda planta.
━¡Solo vete!
La sombra que se apoderó del semblante de Lizzie era tan gris como el color de sus zapatos, cosa que últimamente sucedía muy a menudo gracias al mal humor de la chica. Elliot trataba de justificarlo diciendo que tales cambios eran debido a las hormonas del embarazo, o algo parecido había leído en algún libro de la biblioteca, que no debía preocuparse, ya que estaba seguro de que Carrie no podría estar mucho tiempo enojada con ella.
No como lo estaba con él todo el tiempo.
Elizabeth le dedicó una mirada cargada de preocupación a su hijo, y este correspondió a ese gesto advirtiéndole que ella también debía cuidarse en el viaje. Además de que no debía conducir hasta altas horas de la madrugada, por lo que era mejor buscar un motel de algún pueblo cercano en aras de evitar un accidente.
Acto seguido, ambos salieron por la puerta del exterior, y se detuvieron delante de su viejo Volkswagen para ayudarla a guardar sus cosas.
━¿A dónde dijiste que ibas esta vez?
━Un pueblo en Indiana ━ella hizo un gesto con la mano para que no le diera mucha importancia━ Nada muy relevante. Solo tengo que tomar información de una vieja Central Nuclear en desuso y regresar antes de lo que canta un gallo.
Normalmente los viajes por asuntos de trabajo no eran tan súbitos como este, sino que siempre eran avisados con algunos días de antelación. Sin embargo, su madre lucía tan relajada y fresca como en todos los anteriores, sin preocupaciones de por medio más que la de dejarlos solos en casa.
Pero, a diferencia suya, Elliot seguía sin encontrarse medianamente tranquilo, sin poder comprenderlo completamente. Puede que eso no fuera más que una despedida corta. Nada más allá de un hasta luego con una duración indefinida de la que ambos no tenían idea alguna.
━Os dejé dinero a cada uno, pero solo úsenlo si es en caso de emergencia. También hay lasaña en el refrigerador por si tienen hambre ━dijo la señora McGregor, acunando sus mejillas con cariño luego de depositar un suave beso en cada una━ Volveré pronto ¿Vale? Hasta entonces, nada de...
━Poderes. Ya lo sé ━acordó él, recibiendo una última sonrisa por su parte.
━Te quiero, mi pequeño Peter Pan.
Decir adiós era algo difícil, especialmente en su caso, siendo el tipo de muchacho que se apegaba mucho a las personas que eran importantes en su vida, y aunque parecía ser como las otras ocasiones en las que su madre había tenido que viajar a otro estado por asuntos del periódico, Elliot sentía que algo era diferente esta vez. No por el hecho de que volviera a alejarse de ellos, sino porque, por primera vez en mucho tiempo, no entendía esa sensación que le picoteaba el pecho constantemente.
Cuando vio el auto desaparecer al final de la calle, su mirada volvió a recaer en el reloj de pulsera que traía en la muñeca. Eran casi las seis pasado meridiano, la hora exacta en la que normalmente se encerraba en su habitación y no decidía salir hasta la hora de la cena.
Ni siquiera se molestó en tocar en la puerta de Carrie para preguntarle si quería que le calentara un poco de comida, pues con antelación sabía que no iba a recibir respuesta. En su lugar solo fue directo hacia su cuarto, cuyas paredes lo recibieron cubiertas por los dibujos que recreaba de sus propias pesadillas, algunos más oscuros que otros o menos definidos, pero siempre ambientados en el mismo sitio.
Un lugar que no era posible ver en el plano terrenal, pero al cual él tenía acceso a través de los sueños. O quizás, a través de la memoria.
Trató de ignorar el escalofrío que le recorrió la espina dorsal cuando se mantuvo mucho tiempo mirando hacia la criatura gigante con aspecto arácnido mientras encendía dos velas con un cerillo, y se sentó sobre el colchón en posición india, a la vez que dejaba que un suspiro profundo lo abandonara para fundirse con el aire junto con un intenso olor a canela.
Seguidamente, sus dedos dieron a parar con el pañuelo que decoraba el espaldar de la cama y lo usó para cubrirse los ojos con él. La oscuridad que invadió su campo de visión luego de esto fue absoluta, pero la conocía como la única vía de escape del mundo real para dar con ella, a pesar de que tiempo había pasado desde la última vez que compartieron su última charla.
En un principio, como en todas las ocasiones previas a esa, su cuerpo se sintió liviano como una pluma que cae al vacío. El cosquilleo familiar sobre su piel, entonces, fue la señal de aviso para saber que su mente había logrado desconectarse exitosamente del entorno que lo rodeaba, por lo que cuando sus párpados volvieron a separarse, no le resultó extraño verse a sí mismo en medio de un vacío profundo que a su vista parecía tan eterno como el universo.
Lo que sí fue decepcionante, fue el no hayar rastro de esa persona por quien esperaba, y sin cuya presencia sus días empezaban a tornarse realmente solitarios.
━Ya pasaron ocho meses desde la última vez que hablamos, y aún, sigues sin aparecer ━su voz hizo eco a través de la nada, sin saber qué tan lejos podría llegar o quien, además de él, alcanzaría a escucharla━ ¿Sabes? Lamento si te molesté cuando discutimos. Sé que no debí decir todas esas cosas que dije, pero... me estoy empezando a preocupar mucho.
Aún no hubo respuesta.
De los dos, él siempre era quien hacía el esfuerzo mayor por dar con su paradero, porque de ser al revés, ella no duraría mucho con vida al captar un llamado desde una distancia tan lejana. Elliot continuaba sin entender como esto era posible, pero no le importaba en lo absoluto sacrificarse en cada intento solo por tener el privilegio de hablar con alguien que podía entenderlo en todos los sentidos de su existencia.
Era complicado, y no esperaba que nadie lo entendiera mas que él mismo. Después de todo, por eso permanecía guardándose ese secreto. No era necesario conocer más de lo que podía verse a través del subconsciente, pero llegados a tal punto, el joven se arrepentía muchísimo de no haber sido más abierto en el sentido de lo que significaba ser un verdadero amigo cuando ella más lo necesitó.
━¡Lo siento mucho! ¿vale? ━su voz se alzó voluminosamente, causando que su pecho se agitara por el impacto del grito. La vista se le perdió en los alrededores, buscando sin saber bien donde empezaba un horizonte y terminaba otro━ ¿Estás ahí siquiera? Sé que aún puedes escucharme...
Silencio.
Nada.
Vacío.
Ella no respondería de vuelta, y cualquier otro intento de su parte por lograrlo sería en vano. Si presionaba un poco más, acabaría desfalleciendo por el cansancio.
━Recuerdo que una vez dijiste que nadie merecía sentirse solo de la forma en la que te sentías antes de conocerme. Pero ahora has sido tu quien me ha dejado solo ━contuvo su palabras en un susurro cuando el nudo en su garganta le hizo imposible el continuar━ Se suponía que éramos iguales ¿No? Entonces ¿Por qué te sigues ocultando?
De fondo, un sonido similar a un sollozo se escuchó distante, bajo, lejano, acompañado por las cuerdas afiladas de un violín que le causaron un serio dolor de cabeza.
Din don... sé que puedes oírme.
Solo eso quedó. Una sacudida violenta. Un empujón de realidad.
Cuando Elliot volvió a reaccionar para retirarse el pañuelo que le cubría los ojos, un hilo de sangre se delizó por una de sus fosas nasales hasta tocar el inicio de sus labios.
En algún momento durante su ausencia, su hermana había prendido la radio de la habitación contigua, así que ahora ya sabía de donde provino el molesto ruido del violín en su cabeza. Sin embargo, desconocía completamente a quien pertenecía la voz que escuchó a su par mientras su conexión se iba debilitando. Porque si bien una parte de él se aferraba a la creencia de que podía ser de cualquier otra persona que hubiese interferido en su canal, también guardaba la extraña sensación de que algo maligno se avecinaba a pasos agigantados.
Cosas extrañas siempre le suceden a las personas extrañas ¿no?...
A pocos metros, las manecillas del reloj cuco sobre la mesita de noche marcaron las seis en punto, y en la lejana torre de la iglesia central, se dio inicio a la sonata de campanadas nocturnas con un distante din don, din don.
... y la cuenta regresiva no hacía más que iniciar.
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Ok. Este capítulo me emocionó un poco 🤭, a pesar de que no quedó como yo quería, pero bue... trabajo honesto señoras y señores.
Ahora permítanme fangirlear un poco.
¡Elliot McGregor! Mi bebé más nuevo, mi telequinético favorito, el futuro papi de mi queridísima Harper (los lectores de Spells & Howls entenderán 😉🔮). Muero, literal, MUERO por mostrarles todo lo que tengo preparado para este personaje y su pandilla, la cual incluye a su mal humorada y preñada hermana Carrie (ahora puede que no, pero luego le agarrarán mucho cariño), su madre (la señora luchona y badass) y otro personaje que conocerán en el próximo cap 📣
Ahora sí, tomará un poquito para que mis personajes tengan su primera colision con los de los hermanos Duffer en un encontronazo tremendo (otra razón por la que me encuentro emocionada), quizá en el cap número seis o siete, don't know exactly. Pero váyanse preparando porque este fanfiction se presta para rockear!! 🎸
En fin, antes de proseguir, me gustaría advertir que dejaré un mínimo de votos y comentarios para continuar. Este no va a cambiar a medida que avancen los capítulos, sino que permanecerá igual, pero lo tendré muy en cuenta porque me gustaría que los lectores fantasmas salieran de su zona de comfort y toquen en la estrellita que (dicho sea de paso) no les cuesta nada presionar y sería un muy buen incentivo para esta fiel escritora.
A todos nos gusta que se valore nuestro trabajo ¿No? Así que...
+ 10 votos y 5 comentarios para seguir.
Saluditos a todos, y recuerden, no permanezcan tanto tiempo en Hawkins si no quieren que los atrape el hp de Vecna 👋
Debbie
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