Kai

-—Lo siento...

Deje de escuchar luego que él pronunciará esas palabras, la irá corría por mis venas y me era imposible el hecho de tener que lidiar con él luego que mató a la única persona que conozco que no es hipócrita, a la única persona que quiero.

Camine hasta escalar unas rocas y zambullirme en el espeso bosque de la isla. No pensaba volver con él nunca más, regresaría a casa y olvidaría que algún día conocí al asesino de mi amada.

Al cabo de un rato me senté al pie de un árbol y comencé a soltar todo aquello que tenía reprimido. Grité con amargura, quería matarlo, hacerle saber que él es el causante de todas mis desgracias; porqué carajo tuve que estar en la misma habitación con él o inclusive porque tuve que conocerlo. ¿Cómo era posible que yo hubiera a elegido a tan egocéntrico ser para ser mi compañero en este extraño lugar, en este extraño mundo. Odio a la gente así, como pude haberlo elegido; además se siente el líder, es un colmo para mí.

Seque mis lágrimas, luego de desahogar mis penas en ellas y en los gritos de furia que había soltado. El sol caía lentamente, pronto se lo tragaría el mar y ya no habría escapatoria que esperar otro día más en este mundo de disparates.

Debía seguir, buscar una salida, algo que me ayudara a salir de este horrible y confuso lugar.

—¡Kai! —alguien me llamaba, no obstante no deseaba acudir a él.—¡Kai!

Al comprender quien era en realidad, me levanté del suelo y comencé a caminar, así me perdería en el bosque y él no podría encontrarme jamás.

—¡Kai ¿En dónde estás?! ¡Debemos permanecer juntos!

Si, como no, pensé. Permanecer junto a él fue lo que hizo que mi nave se averiara que nos estrellaramos contra el océano y que Mira ya no se encuentre aquí. Si eso es permanecer juntos, prefiero continuar solo en este inospito lugar.

—Kai lo siento ¿si? ¡Kai! —grito aún más fuerte. Cada vez más lo escuchaba más cerca. —Oh, ahí estás. Kai, no sabes lo que acabo de ver.

Esto era asombroso; no solo lo escuchaba cerca, sino que ahora lo tenía a mis espaldas.

—No me interesa, alejate —conteste secamente.

—Kai no te vayas debemos continuar juntos. —continuó, podía escuchar sus pisadas tras de mí y sentir su presencia, así que cualquier idea de que podría ser mi imaginación se esfumó. Cuanto me hubiera gustado que mi cerebro estuviera jugando conmigo en estos momentos.— Vamos amigo, no seas así. Lo lamento, en serio. Lamento mucho tu dolor, a mi también me duele y mucho —Espero que le duela más y que esto se cargue en su conciencia por el resto de su miserable vida.

Unos segundos después lo tenía frente a mi.

—Vamos Kai detente, no iremos a ningún lado si sigues así.

—Muévete Adam —espete.

—No hasta que me escuches.

– No quiero escucharte, así que muévete o te movere yo.— comenzaba a molestarme el hecho de que fue tan obstinado y terco.

—No.

Necio.

Bueno si él no quería moverse tendría que buscar otra alternativa. Gire a mi derecha y continue caminando entre los arbustos fuera del camino, no me importaba lo único que quería era alejarme de él y ya.

—Kai... —me tomo del brazo antes de seguir caminando.

—Suéltame.

—Escúchame...

—¡NO! —me safe de su agarre. El retrocedió un poco —¿No ves lo que está pasando? Por escucharte a ti estamos aquí, por escucharte a ti estamos cada vez más al borde de la muerte, si no es que ya lo estamos. Por escucharte a ti es que perdimos a Mira. Deja de pensar en ti por solo un momento y preocúpate  por los demás. Deja...Deja de ser tan egoísta. —Lo confronte, necesitaba decírselo en la cara antes de que mi cerebro explotará por la ira que contenía en todo mi cuerpo.

—No soy egoísta, es que tú no entiendes...

—¿Qué es lo que no entiendo? Que te crees nuestro líder y que todo el universo gira a tu alrededor. Abre los ojos, tú no eres mi jefe —camine frente a él, mientras él retrocedía. —Tu crees que todo alaba tu nombre, pero te cuento algo yo no. Y te odio porque crees que eres perfecto, sin darte cuenta que eres un perfecto imbécil.

—No es verdad —se defendió.

—Claro que sí.

—Claro que no —avanzo y me empujó hacia atrás.

—Sabes...sabes que es cierto y por eso lo niegas —dije mientras repetía la misma acción con él.

—No es cierto —Vi sus ojos oscurecerse completamente y su rostro palidecer mientras me veía con enojo, su cabello revoloteaba como si hubiese viento y sus respiración se entrecortaba, seguidamente me empujó hacia atrás, con una fuerza inexplicable que me fue imposible manteneme en pie y caí, golpeando mi cabeza contra un tronco.

El dolor era intenso y punzante,  cada palpitar de mi corazón podía sentirlo en mi cerebro.

Al abrir mis ojos pude contemplar ese extraño suceso. Tras pasar unos segundo después el volvió a la normalidad y me vio en el suelo. Su expresión era confusa, como si estuviera tratando de entender que había pasado.

—¿Yo hice eso? Lo siento, en serio. Lo siento, lo siento... —se disculpaba mientras se acercaba hacia a mí y me extendía su mano para ponerme en pie.

Yo debería estar confundido no él, como no puede saber que fue lo que pasó, el me lanzo con fuerza, por él estoy en el suelo. ¿Ahora qué pasó con él? Es algo muy extraño, sin mencionar que todo lo que hemos vivido ha sido raro.

Aún así, eso no explica el porqué de su rudeza y de su egocéntricidad.

Quite su mano y me levanté del suelo prontamente. Suspiró ante mi acción.

—Esta bien, sino quieres mi ayuda te entiendo, al menos escúchame —hablo antes de marcharme. Pude escuchar pesadez y tristeza en su voz, pero eso no significa que tendré compasión de él. El no la tiene conmigo.

—Habla antes de que me arrepienta —comente aún de espaldas.

—Está bien. Pienso que estamos en un mundo paralelo.

—¿Paralelo? ¿Paralelo a qué? —cuestione ante tan descabellada teoría.

—No lo sé ¿A la realidad tal vez?

¿Qué clase de broma es está? Ya me cansé de todo esto. Primero estamos en un mundo extraño, luego suponemos que estamos muertos, seguido de una sorpresa de que estamos en un sueño. Pero lo que más me impactó fue el hecho de que el hombre raro dijo que estábamos aquí porque nosotros lo elegimos. Yo no creo eso. Ahora Adam me dice que estamos en una especie de mundo paralelo o dimensión paralela o lo que sea que su loca teoría sea.

—No me importa nada de lo que pienses, la verdad es que después de tres días en este rato lugar ya no me interesa nada de esto en absoluto.

—Kai...

—Dejame en paz por una vez y vete por tu propio camino. Me harías un gran favor si simplemente te largas de mi vista. —Expesé con molestia. Quería estar solo, aclarar mis ideas y mis prioridades, no tenía tiempo la más discusiones con él.

—¡Bien! Pues ¿sabes qué? A mí tampoco me interesa que hagas con tu vida. 

Escuché sus pasos, poco a poco se alejaban del lugar en que nos encontrábamos.

Al fin podría estar en completa calma conmigo mismo.