—Esto es magnífico Kai, saldremos de aquí más rápido de lo que esperábamos.

—Si pero ¿cómo saldremos de aquí sin saber dónde está la salida? —cuestionó Mira.

Tenía un buen punto, ni siquiera recordabamos dónde estaban nuestros hogares o nuestras familias, era casi imposible. Andábamos errantes por un mundo desconocido, donde supuestamente nosotros mismos quisimos estar, algo que aún me es ilógico, y donde es imposible salir con vida en cada lugar por donde entramos si no es a costo de astucia y artimañas.

Para librarnos de los jinetes tuvimos que mentir y nos salió la suerte por delante, ya que esta nos ayudó a salvar a Borís, si no estuviéramos muertos en estos instantes.

—No es preocupen chicos, encontraremos la forma de salir.

—Muy bien en ese caso descansare un poco y trataré de relajarme.

Estire mis brazos y al estirar mis piernas golpee con mis pies una caga negra, conectada a un ducto de aire. Muchos cables se cortaron y de la caja comenzo a emanar humo, con un hedor inexplicable. Era inevitable lo que pasaba, Kai llevaba el mando de la nave y esta se tambaleaba de un lado a otro, mucha turbulencia nos sobre vino y un vuelco exagerado inundó mi estómago. Estábamos cayendo.

—¿¡Kai qué sucede!?

—¡No lo sé, estoy tratando de estabilizar la nave, pero por más que quiera no vuelve a elevarse... ¿Qué es...qué es ese olor? ¿Qué esta pasando allá atrás? Adam, qué pasa! —grito Kai desde su asiento.

—No tengo idea, solamente estire mis pierdas y golpee la caja negra y...

—¡NO! !La caja de recolección de vuelo! ¿¡ADAM QUÉ HAS HECHO!?

—¡CUIDADO! —Mira grito y antes de poder darnos cuenta la nave se había estrellado contra el agua, el peso de la nave y la gravedad hicieron que esta se hundiera más rápido de lo esperado.

—¡Chicos el agua esta entrando! —grite viendo como de todos lados en la agua se filtraba en el interior de la nave.

—¿!Qué...qué hacemos!?

La desesperación nos paralizada, a mi en lo personal me ponía nervioso, no quería morir, mucho menos ahogado.

—!Sujetense!

Por una muy extraña razón, ninguno se había levantado de sus asientos, y seguíamos amarrados a ellos a causa de los cinturones de seguridad.
Kai hizo que nuestros asientos se propulsaran, la parte superior de la nave se abrió dejándonos escapar; para nuestra mala suerte, ya estábamos bajo agua y como cereza del pastel estábamos hundiendonos más.

Desabroche mi cinturón y nade con todas mis fuerzas por llegar a la superficie, el aire se había agotado y mis pulmones exigían oxígeno, sino moriría pronto.

—Kai... Mira—respire con fuerza, tomando aire y llenando mis pulmones hasta ya no poder —¿están bien? —mientras me recuperaba, respirando con dificultad, busque por todos lados a Mira, pero solo veía agua a mi alrededor. —¿¡Dónde está Mira!?

Tome mucho aire y nade de nuevo hacia el fondo. Se me dificultaba el mantener los ojos abiertos bajo el agua, pero no encontraba a Mira por ningún lado. Continué nadando como nunca, cuando lentamente visualice algo lejos de mi. Era ella tratando de soltar el cinturón, con la desesperación desbordandola, jalaba y jalaba el cinturon sin tener éxito alguno. No me detuve por nada del mundo y Kai no dudó en seguirme.

Luego de nadar y nadar sin poder llegar hasta ella, observe como ella perdía el conocimiento, poco a poco iba perdiendo el aire y se desmayaba. Hice mi mayor esfuerzo por nadar más rápido, llegar, alcanzarla y sacarla de aquí.

Desgraciadamente el oxígeno en mis pulmones caducó y si no salía pronto, jamás regresaría a casa. La falta de aire me obligó a salir. Seguí a Kai hasta llegar a las superficie y respirar de nuevo.

Nade hasta tierra firme, una playa no tan lejos de donde nos encontrábamos. Con mis piernas agotadas y mis brazos hasta no poder más, logre arrastrarme hasta la orilla y recortarme sobre un montón de rocas; no entiendo como lo hice pero la mochila seguía sujeta a mi hombro, estaba empapada. Saque todo, el mapa estaba empapado, algunos frascos se habían roto y otros seguían intactos, la linterna, el botiquín de emergencia que Mira había traído de la cabaña... Mira...Por un instante me había olvidado de ella. No podía creer que ya no estaba con nosotros, ya no estaba conmigo. Se había ido.

Kai se encontraba viendo hacia el mar, veía como su respiración era un poco entrecortada. ¿Qué planeaba? ¿Regresar? Nunca lograría llegará a ella y aunque así fuera sería en vano, yo había pensado en hacerlo antes de llegar a la playa, lo pensé tantas veces que muchas veces regrese, pero el aire me obligaba a salir de nuevo.

—Todo esto es tu culpa. —La frialdad de su voz me estremeció.

¿Porque decía que era mi culpa? Que ella no pudiera salir no fue culpa de nadie.

—Pero qué dices...

—¿¡PERO QUE DIGO!? ¿¡CÓMO TE ATREVES A DECÍS TAN SEMEJANTE COSA!? ¡ES EVIDENTE! ¡SOLO OBSERVA, NO SEAS INGENUO, ESTAMOS AQUÍ SIN ELLA PORQUE TÚ ERES UN TONTO. SI NO HUBIESES GOLPEADO LA CAJA DE RECOLECCIÓN DE VUELO NADA DE ESTO, HABRIA PASADO. TU ERES QUIEN HA TRAÍDO DESGRACIAS HASTA AHORA CON TUS DECISIONES! —se había girado hacia mí y ahora me reclamaba todo.

Su expresión era notoria, no estaba molesto, sino furioso, pero sus ojos estaban rojos y las lágrimas la brotaba a borbollones.

—Kai, no... —no pude más y mi vos se quebró. Ya que lo pensaba bien si había sido mi culpa. Mi orgullo no me dejaba y lo negaba todo, pero la conciencia me torturaba con el recuerdo al verla atrapada en el siento, tratando con todo su ser de zafarse en vano. Me senté en la arena, mis ojos comenzaron a arder. Quería gritar. Pero me contenía, no sabía porque me contenía pero desean con toda mi alma traerla de vuelta. El hecho de separarme de ella cuando regreso al bosque fue una tortura pero este sentimiento que me inundaba ahora era aún peor, era inefable, cómo explicarlo era imposible.

—¿¡Te sientes mal!? —lo mire, mi vista estaba nublada, mejor dicho empañada, las lágrimas me impedían verlo con claridad y estás no dejaban de brotar y resbalar se por mis mejillas. ¿Cómo me preguntaba eso? Era obvio que me sentía mal, apresadumnbrado, viviendo una pesadilla. - Bien ¿Porque sabes quién más se siente mal?

—¿Tú? —pregunte casi en un susurro.

—Preguntale a Mira. ¡Oh si, lo olvide! La mataste.

Después de eso se giro y camino hacia el frente

—¿¡Kai adónde vas!? —grité al ver que se alejaba. —Regresa Kai debemos estar juntos —no se detenía mucho menos tenía una respuesta de su parte. —¡Kai! ¡Vuelve Kai! —me levante y camine tras de él. —¡Lo siento!

—¡ALEJATE DE MI! ¡ALEJATE DE MI! —su rostro estaba rojo, sus puños apretados en sus costados y todo su cuerpo se tensaba —Antes de que me mates a mí también. —Lo ví alejarse una vez más.

Sus palabras me hicieron pedazos. No tenía fuerzas para moverme, paralizado en mi lugar me quede en la arena.

—Yo no la maté.