ADAM

Luego que Mira nos contará como pudo escapar de las garras del océano y sus peligrosas creaturas, acordamos en buscar ayuda en la isla, no sé, algún pueblo, una civilización o algo que nos proporcionará ayuda para poder salir de este extraño mundo paralelo.

Ella me había dicho que era una locura al igual que Kai, quién seguía molesto conmigo, a pesar de las muchas veces que me disculpé con él.

Por un momento pensé en lo que Mira me había dicho minutos después, luego de refutar mi teoría del mundo paralelo.

—Yo también tengo una teoría, ahora que lo pienso y con todo lo que ha pasado, creo que podríamos ser superhéroes.

Era extraño. ¿Superhéroes? Eso sí es una locura.

—Ustedes podrían ser superhéroes, yo no.

Sin duda, su molestia por su falta de "superpoderes" tal y como Mira lo había supuesto.

—Mira tiene poderes con el agua y puede hablar con los animales. Tú tienes habilidades geniales de fuerza, pero yo no tengo nada.

—¿Y qué hay de la nave que arreglaste? Eso fue asombro.

—Eso no fue nada a comparación.

No sabía lo que él sentía ser ordinario entre nosotros dos que teníamos ciertas habilidades, denominados poderes, pero me entristecía el hecho de que nuestra relación no sea fácil.

Caminamos un rato hasta encontrar un faro, no sentí que fuera necesario ir, podríamos perder el tiempo pero Mira insistió; dijo que era posible que logremos localizar un barco, atraerlo hasta aquí y de esa forma poder salir de aquí, aunque eso no sea de mucha ayuda. Habían dos opciones, seguir sin rumbo por la isla o intentar localizar un barco. Opté por la segunda opción luego de pensarlo bien, al fin y al cabo era Mira, y confío en ella más que en mi propia sombra.

Forjee la puerta del faro y así pudimos entrar en ella, antes de que el sol tocará el océano, estábamos en la punta del faro.

Luego de unos segundos escuchamos la madera crujir y el murmullo de gruñidos. La poca luz que entraba no era suficiente para averiguar de qué se trataba.

Minutos de tensión esperando saber, con mucha curiosidad, miedo y cuidado, descubrimos que alguien vivía en el faro.

—Mi nombre es Garl. —Su monstruosa voz me atormentaba. Garl era un cíclope enorme y aterrador, pero amable y muy feliz de vivir en el faro.

—Nosotros estamos aquí para localizar un barco ¿puedes ayudarnos? —hablo Mira.

—Lo haría con mucho gusto pero el faro no sirve.

Kai se adelantó, minutos después comprobamos lo ocurrido.

—Tiene razón. La luz del faro está averiada. —informo con desaliento.

—¿Dónde encontraremos una bombilla de ese tamaño? —Preguntó Mira, observando la inmensidad de hueco donde se colocaba la bombilla.

—Es imposible —continue yo.

Mientras pensábamos en algo, el silencio reinaba y el día, poco a poco se acababa.

—¿Y qué tal la nave? —preguntó de pronto Kai.

—¿La nave? —preguntamos al unísono.

—Si, cuando la arregle me fijé que tenía dos grandes luces en la parte delantera. —afirmo Kai.

Era algo bueno, ya teníamos la solución, el uno problema era...

—Pero está al fondo del mar —expreso Mira con preocupación.

Y ese era nuestro mayor problema ahora. ¿Cómo sacaríamos la bombilla del fondo del mar?.

Y fue entonces en qué recordé que Mira tenía un asombroso poder con el agua y los animales.

—¿Y qué tal si..? —corte la pregunta, porque no sabría si ella quisiera hacerlo

—¿Qué tal si qué Adam? Dilo —cuestionó ella.

Suspiré. ¿Qué pasaría si la perdía de nuevo? ¿Si una creatura allá abajo quisiera atacarla y no pudiera defenderse sola? Yo no estaría ahí para ayudarla. No me perdonaría si la perdiera, de nuevo, sabiendo que fue idea mía enviar ahí de vuelta. Bajé la cabeza con tristeza.

—¿Qué tal si qué? Dime Adam, no temas —acarició mi mejilla con su mano. Ahora estaba frente a mí y podía ver sus ojos brillantes, cruzar con los míos.

—¿Qué tal si, regresas e intentas sacarla? —su expresión cambio de a  poco, tal vez si, estuviera asustada por la última vez, pero no había otra opción. —Eres la única que puede hacerlo —. Continué mientras la veía retroceder.

—Adam, es una locura. Ella no regresará al agua. —Kai me reclamó sin pensar que yo también estaba sufriendo por mis palabras.

—Sé muy bien que ella no debería volver, pero es la única que puede hacer esto —continué.

—No Adam. Debe haber otra manera, el faro no es nuestra única esperanza para regresar a casa. —declaró frente a mí.

No comprendo porque nunca podemos estar de acuerdo, para Kai, todo lo que hago o pienso es malo.

En cierta forma tenía razón, desde un principio creí que sería una pérdida de tiempo, pero fue Mira quién nos sugirió que vinieramos aquí.

—Kai pero...

—Pero nada, ella no regresará

—Lo haré —interrumpió Mira.

—¿Qué? —espetó Kai.

Mi asombro fue tal que no pude pronunciar palabra alguna ante su declaración.

—Mira es peligroso. —protestó Kai.

—Lo sé, pero no iré sola. -sonrió a mí dirección —Ustedes irán conmigo.

La expresión de Kai cambio, ahora era él quien se había sorprendido, al igual que yo. Ni siquiera ella sabe el gran debate de emociones que tengo atoradas como un nudo en mi garganta, si esto llegará a fallar.

N/A

Tarde y larga la espera, pero ya está aquí. Me ha costado mucho el poder escribir este capítulo, sin mencionar que debo apresurar más las actualizaciones. Pero tranquilos trataré de hacerlo lo más pronto posible. 

Sin más que decir, solo que pronto también seremos parte de esta extraña realidad, bye.