¿Cualquier cosa?
Mientras caía por el vórtice, una vez más, aniquilaba a Kai con la mirada. Siempre es lo mismo con él. Nunca podemos seguir un curso firme en tierra porque siempre debemos saltar de un portal a otro.
Mis pensamientos inundaban mi mente que no me percate de que ya habíamos dejado de caer, el golpe contra algo largo me hizo reaccionar.
Era una rama, una rama muy gruesa, el cielo era celeste y despejado, la oscuridad había desaparecido y no teníamos idea de en donde estábamos.
—Eso dolió —escuche la cansada vos de Mira, a un costado mío cerca de otra rama.
—¿Tú crees? —La vos de Kai se volvió aguda, y pude notar que había caído sentado en una rama, justo en sus partes nobles; con una expresión de dolor trato de calmarse y posicionarse bien en la rama, sin mencionar que al hacerlo casi pierde el equilibrio y cae de espaldas.
—Odio hacer esto —dije fastidiado. Y no lo decía por decirlo,en verdad odiaba pasar de portal en portal, me hacía sentir débil.
—¿Y....en dónde estamos ahora? —cuestiono Mira para romper el silencio.
Era una buena pregunta ya que deseaba saber hacia dónde nos había mandado ahora el Hombre púrpura.
De pronto las ramas del árbol comenzaron a estremecerse y agitarse.
—¡¿Qué sucede?!
—¡¿Que pasa!?
—¡Adam ¿Que está pasando? —grito Mira llamándome asustada, al igual que ella, yo también estaba confundido.
El árbol agitaba y se sacudía sin control. Me resbalaba de la rama hasta que al final mis manos no pudieron sujetarse más y caí al suelo, para mí sorpresa de pie, no obstante Kai no tuvo mucha suerte y Mira, pues, podría decirse que antes que cayera y se golpeara contra el suelo la atrapé en mis brazos.
—Gracias Adam —sonriendo me agradeció y plantó sus hermosos ojos negros en los míos. Por un momento me sentí en las nubes.
Kai carraspeo, haciéndome volver a la realidad y baje a Mira con cuidado. Luego de observar la mirada obvia de Kai recordándome lo que habíamos hablado en el bote, me sentí como un torpe, no quería hacer sentir mal a Kai, sabía que también se sentía atraído por Mira, pero ella es fabulosa y no puedo negar lo que siento por ella.
—Entonces...— dije una vez más para romper el silencio un tanto incómodo que yacía entre los tres. —¿En dónde estamos?
—¿Entonces en dónde estamos? Adam ¡¿Que acaba de pasar? Ese árbol se agitó como loco hasta hacernos caer ¿porqué preguntas dónde estamos tan tranquilo? —Reaccionó Kai de pronto.
—Tranquilo Kai, yo también estoy confundido solo quería romper el silencio. —me expliqué.
—No comiencen —dijo Mira acercándose al árbol.
Ninguno de los tres podía explicar lo que acababa de suceder pero era extraño. Ahora que lo pienso no es algo del porque asombrarse han pasado cosas más extrañas estos últimos días aquí.
Mira observaba el árbol con cautela; lo examinaba y en cuestión de segundos, este dejó ver unos enormes ojos y una boca a la altura de su tronco.
—¿Qué están mirando? ¿Nunca habían visto un árbol?
Los tres aterrados gritamos al unísono.
Su voz grave me hizo estremecer y nunca creí ver qué un árbol hablará. Me volvía intranquilo, pensar que todo aquí estaba de cabeza.
Sin mas un golpe se escuchó tras de mí.
Era Kai quien yacía desmayado en el suelo.
—¡Kai!— me dirigí hacia él y Mira siguió mis pasos. —Despierta Kai, vamos, arriba. —Ambos estábamos tan concentrados en Kai que por un momento olvidamos el árbol parlante.
Luego de un rato Kai volvió en sí.
—Chicos —dijo observandonos —¿dónde...pero qué pasó?
—Te desmayaste luego de escuchar ese árbol hablar —Los tres vimos hacia el árbol que Mira señalaba y el árbol volvió a ser como antes, su rostro había desaparecido.
—Pero...¿qué? Su..su..ssssuuu rostro, es..estaba aquí— dijo Mira. —El árbol habló. Díganme qué no fui la única que lo vió y lo escuchó.
—Tranquila, yo también lo ví. —confirme.
—Si, yo también lo escuché y me aterró mucho. —concluyo Kai.
—Es extraño. Antes estaba ahí y ahora ya no. ¿Creen que pudo haber sido mi imaginación? —continuo Mira.
—No lo creo
—Kai tiene razón, no creo que los tres hubiéramos imaginado lo mismo —expresé.
De pronto escuchamos un crujido proveniente del árbol.
—Claro que no lo imaginaron, puedo oírlos, verlos, escucharlos incluso olerlos y parece que necesitan un baño —hablo el árbol con una voz femenina. Aunque pensándolo bien, la primera vez que hablo no se escuchaba así. Podría ser que estaba molesta tal vez y su voz se volvió más gruesa cuando se sentía observada por nosotros.
—¡Oh! Bueno —expresó Mira con desagrado.
—¿Puedes hablar? —cuestione concuriosidad.
—No Adam, ladra —Kai comenzó a reír a carcajadas mientras todos los demás nos manteníamos al margen de su extraña broma. Dentro de poco se dio cuenta de lo mala que fue y se disculpó —Perdon, ¿puedes hablar? —continuo, preguntando justamente lo mismo que yo.
Me fastidió el hecho de que fue tan infantil e inmaduro.
—Si. —respondio el árbol.
—Eso es impresionante —expreso Kai —¿Qué más puedes hacer?
Que pregunta más tonta, es un árbol no puede hacer casi nada.
—Pues me gusta montar a caballo a media noche con los jinetes del desierto. —El árbol declaró con ironía.
Podía sentir un poco de sarcasmo en sus palabras también, sin embargo me hizo un poco de gracia.
—¿Como puedes hablar y los demás árboles no? —interrumpió Mira.
Una muy buena pregunta que yo también quería resolver.
—Soy el último árbol de la especie Fierro que queda, todos los demás no guardaron su identidad, no se escondieron y han desaparecido.
—¿Desaparecido? ¿Cuántos más eran? —Continuo Mira.
—Muchos en toda esta área. Pero como dije nadie, además de mi, quiso mantenerse oculto y fueron destruidos por los Monjes Demonio.
—¿Monjes Demonio? —pregunto temeroso Kai.
—¿Quienes son los monjes demonio? —cuestione. Ahora tenía curiosidad, gracias a los temores de Kai.
—Los monjes demonio son alumnos de un poderoso Maestro de las artes oscuras de todas estás tierras. Akuma lidera los monjes demonio y unas que otras creaturas de la noche. Él fue quien robo una de mis mejores ramas.
Giró hacia un lado y nos mostró un pedazo de la rama rota que el líder de los monjes demonio se había llevado.
—¿Pero por qué hizo eso? —continuo Mira.
—Para tener mayor poder sobre esta tierra, al tener el Ishibo en su poder hace que todas las creaturas de esta tierra se doblegen bajo a sus pies. —declaró.
—¿El Ishibo? ¿Es tu rama? —cuestioné.
—Si. Es parte de mí. Y esa rama transformada, por Chamkbul, el dios de los monjes, esa un arma poderosa para destruir a cualquiera que se enfrente a Akuma.
—Eso suena terrible. —Expreso con asombro Mira.
—¿Terrible? Es más que terrible es horrible, es catastrófico, es apocalíptico. Eso es aterrador, es muchas cosas, no solo terrible —salto de pronto Kai.
No negaré que me daba un poco de miedo por causa de eso, pero nosotros no pertenecemos aquí, tal vez no nos afecte.
—¿Puedes decirnos cómo salir de aquí? —pregunte sin pensar. —¿Antes de que algo más ocurra?
—¿Salir? ¿De esta tierra, de este mundo? —pregunto el árbol.
Mire a los chicos. Sus miradas, junto con mala mía se llenaron de confusión era extraño lo que el árbol decía.
—Ah... Si —exprese dudoso.
—¿Como logramos salir aquí?
—Solo queremos regresar a casa —se apresuró Kai.
El silencio se presentó por un momento, pero no se sentía incómodo sino que tenía algo distinto, un poco de intriga, de misterio. Nuestras preguntas no fueron contestadas hasta que el árbol volvió a preguntar.
—¿Harían cualquier cosa? —su voz se volvió un poco más siniestra.
Mi corazón pálpito con fuerza, su mirada penetrante hacia que me sintiera incómodo. Comencé a sudar y a ponerme nervioso.
Nos quedamos en silencio un poco más, mirándonos entre sí esperando tomar la mejor decisión. Era misterioso, era fantástico, al fin algo que nos ayudará a salir de aquí, pero además de ser emocionante era tan fácil, era una oferta tan buena para ser verdad.
Dudosamente aceptamos unánimemente la ayuda del árbol.
—Bien, no es algo tan difícil, sólo deben traerme de vuelta el Ishibo, yo lo resguardare y así evitare que este mundo colapse a manos de Akuma. Él solo desea poder sobre todos, sobre todas las tierras. Ser el rey a punta de ser un dictador tirano que todo lo quiere para él mismo. —Explicó.
Pensé por unos segundos y luego mire a los chicos, ellos al parecer tenían la misma pregunta: ¿Como rayos vamos a saber dónde está y cómo se lo quitaremos? ¿Podríamos hacer esto?
—¿Si lo hacemos que ganamos nosotros? —Irrumpio Kai en mis absortos pensamientos.
Me pareció una pregunta muy atrevida para alguien que apenas conocemos y en quién no confiamos.
—Si ustedes cumplen con esta misión yo les ayudare volver a casa...
N/A
Hola mi gente lamento la tardanza poder crear un nuevo capítulo cada vez se me hace más difícil pero weno, aquí está y disfrútenlo.
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