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Kabuki: Acto Uno.

Después del relajante fin de semana con Tsubasa debía plantearme una interrogante en mi cama viendo el techo blanco oyendo mi propia respiración... Y los ronquidos de Tsubasa.

¿Tengo que ir a la Academia? Me preocupa Natsuki, ese es mi mayor problema. Tengo que planear algo para encontrar los secretos de Natsuki, pero nada se me viene a la cabeza, excepto.

— Algún día deberías proponer un musical o una obra de teatro en la Academia para que todos vayamos. Ya sabes, quiero conocer el lugar donde estudias, solo eso.

Tsubasa me dijo eso mientras veíamos la obra que presentaba Minuri y las dos violinistas de preparatoria. De esa forma, todos participaríamos en la obra, el director estaría lejos de su oficina y Natsuki estaría participando en el escenario. Pero si ella llegase a descubrir nuestros planes, asesinará a cada una de las personas que amo, entre ellos... A Tsubasa.

Tengo que tener cuidado, la Dibujante tiene una inteligencia envidiable como todos ahí dentro del establecimiento. Lo conversaré con Christopher, quizás él pueda orientarme con su mentalidad calculadora.

Me levanté en silencio, no quería molestar a mi lindo. Duerme como un ángel, ¡qué envidia! Tiene que volver al instituto o algo, no puedo mantenerlo aquí como dueño de casa. Bajé las escaleras para tomar un desayuno más o menos sano, algo así como café con leche más unas tostadas con jamón. Me vestí con la tenida habitual y me aseé el rostro.

Sin meter mucho ruido entré a la habitación para despedirme de Tsubasa con un beso en la frente.

— Te amo. Nos vemos luego, amor. –Le susurré acariciando su cabello.

Salí de casa y encaminé teniendo veinte minutos para ingresar a la Academia Pináculo de la Esperanza, a paso lento y seguro llenando mi cabeza con ideas de cómo desenterrar el misterio de Natsuki Kiyoshi, la Mente Maestra de un pequeño plan.

Una vez que pisé los cimientos de la Academia mi primer objetivo será buscar a Christopher para contarle la premier de mi plan... O el de Tsubasa, no importa.

— Disculpe, ¿ha visto a un chico de cabello rubio, muy alto y con nacionalidad rusa? –Me preguntó un chico de menor estatura que yo, cabello azul y ojos rosados... ¿Tomohisa?

— E-Estoy buscando a la misma persona, ¿por qué lo buscas? –Pregunté mirándolo con seriedad.

— ¡Oh! No es nada importante. Tengo que entregarle un perfume que me encargó. Para que no te pongas celoso, ¿se lo podrías pasar tú? No quiero problemas maritales. –Respondió sacando una caja pequeña con diseño liso y colores celestes.

— N-No estoy celoso, es solo un amigo. –Respondí un tanto molesto tomando la caja que llevaba Tomohisa. –Se lo llevaré yo para que no te pierdas en el camino. Gracias.

— Hehe. –Sonrió el pequeño retirándose hacia las escaleras del segundo piso.

Maldición, encontrar a Christopher será tan difícil por sus habilidades, ¿cómo encontrarlo?

Mientras pensaba, Teik pasó por mi lado con un paso constante y una postura muy recta, se toma muy a pecho ser mayordomo, le asienta muy bien.

— ¿Teik? ¿Te pueda hacer una pregunta? –Pregunté tocándole la espalda y él se giró mostrándome una sonrisa plena.

— ¿Qué necesita usted, señor Kaito Kishimesu? –Su formalidad es increíble, nunca me había percatado de eso. --¿No desayunó usted? ¿Necesita que le prepare su postre preferido? ¿Necesita encontrar a alguien?

— ¡Eso! ¿Has visto por aquí a Christopher Romanov? Es de nuestra clase aunque se desaparezca todo el horario que nos dan a diario. Si tienes alguna pista de su paradero, por favor avísame.

— Piso cinco en el Jardín Botánico, señor Kaito. –Respondió con total seguridad. –Si no se halla en ese lugar, por favor perdóneme usted y encuéntreme en la cocina del establecimiento para aclarar el asunto un poco más.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes su paradero? –Pregunté impresionado de tal habilidad.

— Me disculpa mi ego, pero tengo esa particularidad de escuchar más de lo que mis oídos perciben y veo más de lo que mis ojos descubren.

— Muchas gracias, Teik. Eres un buen mayordomo después de todo. –Sonreí corriendo hacia las escaleras para llegar al final del piso.

Una vez subidas todas esas escaleras pude recuperar la compostura y caminar sin jadeos hasta el Jardín Botánico, la puerta se encontraba abierta y al entrar vi el escenario perfecto de plantas y luminosidad. ¿Por qué Christopher estaría en este lugar?

Miré en todas las direcciones y divisé al Espía entre unos pastizales en el suelo. Caminé hacia él para poder conversar aprovechando que no había nadie más en el lugar.

— Emm, ¿Christopher? ¿Podemos hablar? –Pregunté acercándome y lo vi muy concentrado haciendo flexiones de brazo. –Oh, lo siento... No era mi intención, s-solo quería.

— Tranquilo, puedo terminar luego. –Respondió parándose del suelo y suspirando con alegría. –Oh, ¿qué es lo que llevas ahí? ¿Un regalo para mí? No es mi cumpleaños.

— Esto te lo iba a entregar Tomohisa hasta que decidió que yo te lo entregara personalmente. –Dije extendiendo mis brazos, él recibió la encomienda viéndolo con sospecha.

— Debe ser el perfume del que hablamos en el bar. –Habló abriendo la caja y sacando lo esperado. –Sí, lo es. Debo guardarlo con cautela para la misión que tendremos pronto.

— De eso quería hablarte, tengo algo preparado, pero necesito mucha ayuda tuya porque tienes más contactos y mejores estrategias.

— Soy todo oídos, pianista.

Le conté la idea de realizar una obra donde la mayoría de los estudiantes puedan participar tanto en el escenario como de público recibiendo a los ciudadanos. Tengo pensado un tema para la obra llena de drama mostrando lo peor de nosotros en forma artística. Con el escenario puesto, la Academia tendrá a todos en el Gimnasio vaciando lugares como la Oficina del Director, el cuarto de Computación y el escondite secreto que tiene Natsuki Kiyoshi.

— Me gusta la idea, es un reto para mí. –Respondió asintiendo. –Una obra de teatro, ¿es una idea que salió del pianista? Qué novedad hehe. Bien, elijamos una obra fácil y a los integrantes de ella.

— Vayamos a la Biblioteca, un libro quizás nos oriente un poco más. –Dije sonriendo. Me siento aliviado de que le haya gustado la idea, solo tenemos que ejecutarla con suma estrategia.

Caminamos hasta la Biblioteca, las clases ya habían empezado y nosotros aún no entramos a nuestras respectivas clases; Christopher a Natación y yo a Audiovisual. No tenemos mucho tiempo para elaborar este plan así que necesitamos el tiempo que nos quita la Academia.

— Veamos, Shakespeare está muy trillado, ¿no crees? Romeo y Julieta. –Me encantó como dijo en su acento ruso Romeo y Julieta, fue lindo. –Me encantaría una obra como estas, pero son repetitivas.

De pronto, escuchamos a alguien toser a manera de hacerse escuchar, ambos miramos a una mesa grande donde se encontraba Naomi, la escritora de nuestra clase rodeada de libros suyos con marcadores, junto a ella tenía su laptop escribiendo quizá otro libro a su gran colección.

— V-Vaya, no te vimos por aquí. –Dije impresionado, eres muy cautelosa.

— Me encanta serlo, no soy importante para nadie. –Expresó ella sin mirarnos manteniendo su vista en la computadora. –Veo que quieren hacer una obra de teatro, ¿por qué tan expresivos y artísticos de un día para otro si se puede saber?

— Queremos unificar de alguna forma las tres clases. –Respondió Christopher son seriedad. –Uniremos las artes con nuestros talentos, ¿quieres participar?

— Veamos, ¿ustedes quieren que les haga el guion por ser la Súper Duper Escritora? No será tan sencillo. La idea de unificar las ramas solo traerá caos. ¡Puedo verlo y escucharlo!

— ¿Escucharlo? –Pregunté con miedo. Ella alzó las manos botando una pila de libros hacia nosotros. Uno de esos libros cayó en mis pies con la tapa abierta y en grandes letras se titula. –Tanabata. ¡Eso es!

— ¿Está barata? –Preguntó Christopher sin entender lo que dije.

— Tanabata pequeño Ruso. –Respondió la Escritora cerrando la laptop. –Es una tradición originaria de China que relata la historia de una hermosa joven llamada Orihime, hija de un Rey, y no cualquier Rey.

— Rey del Cielo. –Respondí interesado. –Cuenta la leyenda que Orihime disfrutaba tejer vestidos para su padre encontrando en esa actividad mucha felicidad, así pasaba todo el día en la Llanura Alta del Cielo, absorbida en su trabajo monótono.

— Pero un día, cuando se dirigía al telar a realizar su trabajo, Orihime vio a un joven y apuesto pastor de bueyes llamado Hikoboshi y se enamoró perdidamente de él. Aunque mantuvieron el romance en secreto, el Rey del Cielo advirtió en su hija el amor que sentía por Hikoboshi y les unió en matrimonio. –Prosiguió Naomi para darme el pase.

— Sin embargo, la felicidad no iba a durar mucho ya que su apasionado amor y el indescriptible gozo que se sentían haría que descuidaran sus deberes. Orihime dejó de tejer y Hikoboshi abandonó a los bueyes a su suerte. El Rey tuvo que tomar medidas drásticas ante la situación que corría cada vez más peligro.

— Fue así que castigó a los dos amantes y los separó para siempre convirtiéndolos en estrellas alejadas por un Río Celestial. Pero separar a dos enamorados por la eternidad sin oportunidad de reencontrarse fue demasiado cruel, les fue concedida la posibilidad de volver a verse una noche cada año.

— La noche del séptimo día del séptimo mes. Esa noche, las grullas acuden a volar sobre el Río Celestial y con las alas totalmente desplegadas forman un puente por el que Hikoboshi cruza el río camino a los brazos de su amada. Terminada la noche, él vuelve a su trabajo de pastor de bueyes y ella se queda tejiendo, anhelando el próximo reencuentro.

— Si la noche está despejada, ellos podrán unirse sin problema alguno, pero si la noche es lluviosa, la crecida del Río Celestial impedirá a las grullas formar el puente. –Terminó de relatar ella recogiendo los libros que tiró al suelo por su brusca acción. –Es una bonita leyenda, ¿por qué no realizar una obra de aquella? Les ayudaré con los guiones si me traen actores o actrices. –Habló entregándonos una sonrisa leve. –Me encantaría que el Ruso sea un actor, es maravilloso. Cuando tengan todo preparado me avisan y así realizo unos diálogos y un monólogo triste, adiós.

Diciendo eso, se retiró con la laptop dejando un cúmulo de libros suyos sin ordenar. El Tanabata requerirá mucho esfuerzo y dedicación, ¿de dónde empezar a realizarlo?

— Tenemos la historia, nos faltan los personajes. –Dije pensando en quién lo haría de acorde al papel.

— En la Rama H está el Super Duper Actor, su nombre es Eugenee Abriot, ¿crees que querrá hacer el papel? –Me preguntó Christopher sentándose en una pila de libros. Y si queremos supuestamente unificar Ramas, pongamos a Minuri Oi como la tal Orihime.

— El Señor del Cielo debe ser alguien de la Rama T, podría interpretarlo el Sacerdote de esa clase, un padre que concede matrimonio a hombre y mujer. –Dije mientras veía como el Espía me miraba con seriedad, aunque ese rostro se fue de inmediato.

— La escenografía debe tener un estilo cósmico, puedo hablar con Takumi, el Arquitecto y Naomi Megure, la Diseñadora Floral para realizar ese trabajo. Con las vestimentas trataré de contactar a Shiki de nuestra Rama. –Christopher se ve entusiasmado con la idea y está más que claro que me ayudará. ¡Es genial!

— Hablaré con los músicos de cada área para conformar el cuerpo de música y baile; Minuri, Neku, Yukiho, y yo en la Rama S; Marina y Royce de la Rama H y Yamato en la Rama T.

— A Natsuki habrá que meterla en la escenografía para mantenerla despistada la gran parte del tiempo. –Propuso el Espía con una mirada profunda y cargada de motivación.

Ante ese comentario solo asentí y ambos salimos de la Biblioteca dándonos cuenta que es la Hora Libre que tiene la Academia para recrearse en las salas o afuera de ellas. Nos separamos para cumplir nuestras funciones. Antes de eso, propusimos juntar a todos en el Gimnasio después del horario de clases junto con la presencia del Director quien tendría que aceptar el proyecto de unificación basado en una obra para el público.

Bien, lo primero que tengo que hacer es encontrar al cuerpo de baile y música que tienen diferentes puntos de encuentro, mi primera parada es el Salón de Música donde quizá encuentre a alguien practicando. Entré al lugar y en su interior están Royce y Marina practicando violín y batería respectivamente.

— ¡Ay no! ¡Qué vergüenza! –Habló con timidez Marina desde el asiento detrás de la batería. –Espero no hayas escuchado desde afuera como golpeaba esta cosa.

— ¡Oye! ¡No le digas "esta cosa" a mi cosa! –Gritó Royce intentando tocar el violín sin hacerlo chirriar. –Dios, esto se vuelve difícil, ¿cómo lo logras?

— ¿Disculpen? ¿Puedo hablar con ustedes? Es algo importante. –Hablé acercándome a ellas quienes posaban en el escenario.

— Adelante, ¿nos arrestarás por los cargos de no tener talento en el Salón de Música? –Dijo Royce burlesca bajando del escenario de un salto. Su amiga se acercó sentándose en el borde.

— Con un grupo de personas tenemos planeado realizar una obra teatral donde necesitaremos un grupo musical, ¿se apuntarían al Tanabata?

— ¡El Tanabata! ¡Genial! Pero no creo que logres mucho si solo somos Batería, Violín y Piano. –Habló Royce entusiasmada, pero queriendo más.

— Es verdad, estamos cortos de personal en la Academia. –Siguió Marina cabizbaja con la idea.

— No se preocupen de eso, intentaré hablar con Yamato y su banda para tener más cuerda y percusión, Neku puede ayudarnos con algo de viento y no olvidemos a Yukiho que también posee violín. –Dije animando a ambas chicas de la rama H. –Entonces, ¿siguen animadas con el Tanabata?

— Cuenta con nosotras. –Sonrió Royce apuntándome con el arco del violín. Mientras hacía eso, Marina le dijo que tuviera cuidado con su instrumento.

Salí del Salón de Música para poder encontrar a Yamato en la Academia, muy poco sé de ese hombre, pero tengo entendido que es Metalero, ¿dónde está el líder de una banda de metal? Supongo que...

"Ooh Mr. Miracle, you saved me from some pain!"

"I thank you, Mr Miracle, I won't get trashed again!"

"Ooh, can you hear my lies?"

"Don't you bother with this fool just laugh into my eyes?"

Entré al Vertedero de la Academia acertando que estaría aquí el Súper Duper Metalero de Preparatoria, Yamato Ken. Cantando a todo pulmón con un micrófono shure y su guitarra eléctrica roja conectada a un amplificador. Frente a él está Neku grabando y escuchando la canción verdadera comparándola con la voz de Yamato. Además se encontraba un chico pelirrojo de aspecto serio y rebelde acompañado de una dama igual de seria y analítica a mí parecer, ambos pertenecientes a la rama H.

— Perfecto, solo intenta acercarte más al micrófono cuando modules la "erre". –Habló Neku dándole instrucciones a Yamato mientras movía cables y tecleaba con suma velocidad en su computador.

— Increíble, ¿por qué realizar una canción en un basurero como este? –Pregunté acercándome a los chicos de la rama H.

— Silencio, esto es perfecto, ¿cierto Reina? –Habló el tipo sonriendo sin pestañear. –La idea la tuvo Yamato cuando decidió lanzar un grito y viendo que el cuarto retuvo el sonido volviendo a sus oídos fue cuando decidió realizar un cover. Este tipo es un genio.

— Tengo que admitir que sí. Pero me asquea un poco el olor a basural. –Respondió ella cruzada de brazos. –Hay más personas que hablan inglés, ¿por qué elegirme a mí? ¿Se olvidan de Atali o Royce?

— Hehe, bueno. Necesito que me hagan un favor. –Dije susurrando para no interrumpir la pieza musical. –Una vez que terminen las clases, quiero que vayan al Gimnasio para una reunión, inviten además a ellos dos cuando se desocupen. Tenemos planes de unificación.

— ¿Unificación...? –Dudó Reina arqueando su ceja derecha.

— ¡Por favor! Necesito que Reina preste atención al inglés de Yamato. ¡Es solo por ahora! –Neku nos retó, yo ya había dado el aviso así que depende de los chicos de la rama H. Solo espero que lo hagan.

Me retiré del Vertedero de la Academia para seguir con mi búsqueda. Me falta Minuri y Yukiho, ambas son de un cuerpo y alma tranquilo. ¿Dojo quizás? Iré a verificar...

Volví a subir las escaleras para llegar al quinto y último piso de Pináculo de la Esperanza. Entré al Dojo sacándome los zapatos antes de entrar y caminé para verificar quién estaba en el área.

Adentro efectivamente están Minuri y Yukiho, además se encuentra Ko de la Rama T y Yami de la Rama H. La que usa vestimentas oscuras está sentada con las piernas cruzadas con los ojos cerrados y la que va vestida con kimono practica karate a lo lejos entre los árboles. La Bailarina junto con la Violinista aprecian el paisaje ficticio conversando con sutileza para no molestar a las demás.

Me acerqué donde estaban ellas para hablarles del plan entre Christopher y yo.

— Al fin pude dar con ustedes, ¿no es un mal momento para hablar, cierto? –Dije una vez cerca. Ellas solo sonrieron y me miraron con atención. –Bien, solo vine a decir que tenemos que juntarnos todos en el gimnasio para una reunión.

— ¿Reunión? ¿Pasó algo malo? –Preguntó Minuri preocupada por el asunto.

— No, no. Daremos un anuncio con Christopher. Queremos unificar las Ramas haciendo una obra de teatro. Y necesito que ustedes participen como la actriz principal y que tú seas parte de la banda instrumental gracias a tu violín. –A Minuri le brillaron los ojos de alegría, a Yukiho igual, pero se mantuvo normal con una sonrisa. –Yo ocuparé el Piano de la Academia para darle ambiente a la situación.

— Interesante, si ese es el caso entonces iremos a la reunión. –Contestó Minuri sonriente por la noticia.

— Igual necesito que le digan a los que puedan y de esa forma integrar a todos en el gimnasio y luego a la obra. –Hablé y como respuesta recibí asentimientos de ambas chicas.

Una vez finalizada nuestra conversación salí del Dojo para continuar con mis deberes, voy a suponer que Christopher habló con los que debía para enviarlos al Gimnasio una vez terminadas las clases, no lo he visto en todo el día así que quizás cumplió con lo suyo.

Pasó el tiempo hasta que llegó el momento de juntarnos todos en el Gimnasio con el Director, todos los estudiantes de la Rama S saben así que están dispuestos a ir. Caminé junto con Yukiho al lugar presupuestado y vimos que las puertas del sitio están abiertas de manera que todos pudiésemos estar.

— Creo que estamos todos, solo hacía falta que entrara la Rama S, fundadora de la idea. –Habló el Director de la Academia Pináculo de la Esperanza. –Muy bien, reunámonos en el centro y platiquemos la situación.

— Perfecto. En simples palabras y para que todos entendamos, queremos realizar una obra teatral para el público en general. Necesitamos la cooperación de todas las Ramas, de esta manera unificaremos nuestros talentos y terminaremos conociéndonos un poco más. –Comenzó la idea Christopher, el Súper Espía de Preparatoria.

— Nada mal, es una idea de mucho esmero y sacrificio. –Contestó Kiyoshi, Súper Sacerdote de Preparatoria.

— ¿Qué obra escogerán o escogeremos? –Preguntó Eugenee, Súper Actor de Preparatoria. –Tan solo espero ser el personaje principal y ¡oh! Ojalá no ser el antagonista.

— La idea la tuvo Naomi, la Escritora de nuestra clase. –Hablé dándole crédito. –La leyenda del Tanabata. Recrearla en forma de obra no es una mala idea.

— ¿Tanabata? No entiendo. –Dijo Antonio, latino que forma parte de la Rama H siendo el Súper Químico de Preparatoria.

— El Tanabata es una leyenda que trata de la unión de una princesa y un pastor, se supone que ambos son estrellas separadas por un río celestial, o sea, la Vía Láctea. –Comenzó a relatar los hechos puntuales Naomi Megure, Diseñadora Floral de Preparatoria de la Rama H. –El Rey les concede la unión un día del año donde las grullas se posan en el agua extendiendo sus alas para crear un puente. De esta forma Orihime, la princesa, y Hikoboshi, el pastor, se pueden unir en veinticuatro horas de amor. –Todos los que estaban en el Gimnasio se emocionaron por la idea planteada, a Naomi se le notaba que quería seguir hablando por su mirada coqueta y sonrisa peculiar. –Como me gusta mucho esta historia quiero ser quien diseñe los trajes para Eugenee y... ¿Quién será la princesa al fin y al cabo?

Cuando Naomi mencionó lo último una muchacha comenzó a reírse fuertemente desconcentrando a los demás.

— ¡Es en serio! ¡No puedo creerlo! ¡Una barbaridad! ¿En serio diseñarás los trajes quitándome el crédito a mí? ¿La Súper Duper Diseñadora de Preparatoria? ¡Estúpida florista! –Las tensas y ruidosas palabras de Shiki, la Diseñadora de nuestra Rama hicieron que Naomi se pegara un susto de aquellos. –No, no, no. Quien diseñará los trajes seré yo, solamente yo y mis dulces manos de seda, ¿no lo crees, Euggie?

— ¿Euqué? –Se sonrojó el Actor. –P-Primero no sé si seré el protagonista de esta historia.

— Querido, naciste para el estrellato, no seas modesto. –Sonrió Kazumi, Aprendiz de Preparatoria.

Casi todos los integrantes de cada Rama querían que Eugenee sea el príncipe o pastor del Tanabata. La votación no fue necesaria para él al aceptar con algunos tapujos el puesto de protagonista.

— Necesitamos a la princesa de esta linda historia, ¿se ofrecen candidatas al puesto? –Preguntó Yamato interesado en esta parte de la reunión.

— Teníamos pensado que la princesa sea quien escoja Eugenee, de esa forma puede trabajar con alguien de confianza, ¿no? –Habló Hank cerca del puesto del Actor. –Así que no se necesitan candidatas, ¿qué dices Eugenee?

— Bueno... Me gustaría trabajar en esto con alguien nuevo, quiero experimentar otras áreas. He escuchado el trabajo que realiza Minuri al ser Bailarina. ¿Estarías dispuesta a...?

— ¡SÍ! ¡Ayyyyy! ¿Yo? ¿Con el Actor más famoso de toda esta masa de tierra y agua que nos rodea y nos mueve los trescientos sesenta y cinco días del año? ¡Sí! –El público calló ante la felicidad y al final Minuri solo rió emocionada acercándose al Actor. –Hola, jeje.

— B-Bueno, nos falta el Rey. –Proseguí con la reunión antes de que alguien se retirara. –Nadie es tan adulto como el Director, pero no sé si usted quiere participar en este proyecto. Ya sabe, todo Towa nos vendrá a visitar y verá las instalaciones de la Academia y verán que el Director participa en shows como el nuestro, ¿no será fascinante?

— Chantaje emocional, conozco a una que lo hace muy bien hehe. –Bromeó un poco el Director de la Academia. –Perfecto, anótenme en su función teatral como el Rey de Eugenee y Minuri.

— Tenemos listos a los personajes principales de esta obra. Solo nos falta unos detalles sobre el ambiente, la música, los participantes y el libreto. –Habló Christopher motivando a los que se dedican en esas áreas de su talento.

— Me gustaría formar parte de la creación del ambiente. –Comenzó Naomi Megure. –Algo así... Con un estilo celestial, tonos celestes, azules, sería fantástico.

— Ya veo, si quieres te puedo ayudar a crear ese escenario. –Sonrió Natsuki de una manera muy tierna. –Pero, ¿dónde se hará la obra?

— Tendremos que hacerla acá en el Gimnasio, no creo que el público esté dispuesto a subir cuatro pisos por una obra. –Habló Ko, la Graffitera de la Rama T. –También ayudaré en la creación del escenario con mi diseño urbano, tengo que dar la cara por la Rama, ¿no creen?

— Dar la cara no porque te cubres el setenta por ciento de ella, solo darás el talento que a ellas les falta, duh. –Respondió Hanon, la Jugadora de Hockey de Preparatoria.

— Si van a crear el ambiente visual, necesitarán el ambiente sonoro. Y es aquí donde entra la talentosa Royce Wilde con su batería, ¡pium, pium! –Comenzó a reírse la Baterista hasta que vio caras serias. –Está bien, no será un concierto de rock, pero le daremos un ambiente de tensión, amor, desamor, locura y esmero.

— Esta vez no tocaré la guitarra eléctrica, solo el bajo... Eléctrico. –Habló Yamato entrando en confianza con el grupo.

— Las Violinistas no pueden faltar, ¿cierto? –Fue el comentario de Neku. Ambas, tanto Yukiho como Marina asintieron chocando los cinco. –Estaré encargado de los efectos especiales, tengo todo el equipo de un sonidista de alta gama.

— Realizaré el guion de la obra, no tardaré más de diez horas, estoy demasiado inspirada. –Naomi, quien habitualmente la vemos como alguien frívola, ahora se ve animada y sonriente.

— Como mecánica si necesitan colgar objetos pesados como decoración no duden en llamarme, ¡encantada presto mi ayuda con tuercas y tornillos de alta calidad! –Habló Aimi sonriente y llena de energía.

— Mis habilidades de herrería quiero que sean parte de esta obra, así que tal como menciona la Mecánica Aimi, yo tendré disponible el armamento de un verdadero Herrero como yo. –La sonrisa ideal de Alexander Crow fue lo suficiente para dejar enamorada a cualquier chica.

— Necesitan más que tuercas y hachas para asombrar al público. Ustedes amigos míos necesitan ser orientados por un Arquitecto de tomo y lomo. ¡Véanme e inspírense! –Takumi, un tanto egocéntrico prestó su ayuda para el escenario.

— Hehe, no tomen en cuenta las palabras de mi compañero... Solo sepan que está interesado en participar. –Yoshimi interrumpió el momento de Takumi. –Cambiando el tema, quiero ser quien diseñe las preventas. Para eso quiero que Kaito sea quien vigile como hago mi trabajito y Christopher quien lo promocione. Ellos fueron los de la idea, ¿no?

— Me parece correcto, apoyo la moción. –Sonreí y vi la cara de Christopher quien no parecía contento al principio, pero para disimular le sonrió a Yoshimi sin decir una palabra. –Veo que estamos listos para la ocasión. Los que no quisieron participar en esta ocasión, les pediré su ayuda cuando la obra comience como guiar al público desde la entrada de la Academia hasta acá, servirle aperitivos, mantener el orden y cosas variadas. Si necesitamos otra reunión la haremos saber por el altoparlante del Salón Audiovisual. Desde ya muchísimas gracias a todos y todas. –Dije finalizando la reunión haciendo que todos se vayan con una cara de felicidad a estudiar y realizar sus labores diarias. Estoy muy nervioso y emocionado por el proyecto y a la vez por Christopher, nos salió espectacular y ahora tendremos que esperar hasta que comience la obra para nuestra investigación a fondo.

Una vez todos se fueron me quedé con Christopher a solas ordenando el Gimnasio después de que todos sacaran sillas y dejaran botado algunas migas de pan o envoltorios de algún dulce de la Sala de Juegos.

— Nos salió todo como lo planeamos, ¿cierto? –Le hablé mientras cargaba unas sillas y apilarlas en una esquina.

— Sí. Espera, déjame ayudarte. –Él comenzó a cargar las sillas sonriendo. –Solo nos falta buscar un poco de evidencia y cuando sea el acto uno, infiltrarnos en las Salas que más intriga nos da.

— Sí, pero no podemos pedir la ayuda de alguien que estudie aquí. ¿Qué pasa si nos delata? No me gusta trabajar con la Rama H o la Rama T.

— Podemos trabajar con los excluidos. –Mencionó el Espía dejándome con una duda existencial.

— ¿Los Excluidos? ¿A qué te refieres? –Pregunté dudando un poco de la respuesta que me iba a dar.

— La gente que no pudo entrar a la tan prestigiosa Academia Pináculo de la Esperanza.

Él puso las sillas en el lugar correspondiente y nos retiramos del Gimnasio. Solo me mencionó a los Excluidos, no sé nada más de ellos, ¿Quiénes fueron o son? Christopher me dijo que nos fuéramos juntos al Restobar Ruso y seguir conversando del tema.

El Acto Uno está por comenzar.

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