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Kabuki: Acto Tres

No entendía que es lo que estaba pasando. Christopher se acercó a mi para besarme mientras lloraba, me quedé inmóvil y muy nervioso, pero... No me disgustaba, a pesar de eso, no se lo correspondí y me alejé unos centímetros. Él me miró con culpabilidad, sus cejas caídas y un puchero entre sus labios. ¿Acaso Christopher siente algo más por mí? No creo que sea el mejor momento para pensar de esta forma. Tengo que decir algo pronto antes que todo se vuelva muy incómodo.

— Christopher, yo...

— Lo siento mucho, no sé en qué estaba pensando. –Se cubrió la cara entre sus hombros y a escondidas se secó las lágrimas. –Tengo miedo de que te pase algo y... No quiero quedarme con el sentimiento guardado, no sé cómo expresar mis sentimientos y pensé que sería una muy buena idea besarte sin tu consentimiento. Qué estupidez.

— No tienes porque lamentarte. No sé cómo tomarme esto, tú sabes que tengo pareja y que la amo. A ti te quiero porque me has ayudado y me has protegido de Natsuki. Te estaré eternamente agradecido. –Dije acariciando su cabello. –Perdón por no corresponder de la misma forma.

— Descuida... Alexandra me dijo que lo hiciera antes de...

Antes de finalizar la oración comenzó a llorar fuertemente. Lo único que hice fue acercarme a él y tomar sus manos con fuerza. Me miró con sus cristalinos ojos azules, algo le pasó a su amiga... A la saxofonista del grupo de los excluidos.

— ¿Antes de...? –Miré a Christopher con mucho miedo de cómo iba a terminar esa frase.

— Ayer nos reunimos con Alexandra y Rida para afinar detalles del plan para derrotar a Natsuki. No te conté antes, pero tengo una informante dentro de la Academia que cumple el rol de detective, se trata de Aerin de la Rama H. Me entregó unos documentos claves que dicen que mañana se hará un ataque a la Academia de matará a casi todos los habitantes de la ciudad, Natsuki tiene dos aliados más que están dentro de las instalaciones, pero no sabemos quiénes son. Rida se alteró y comenzó a decir que iniciar nuestro plan el día de la presentación era muy arriesgado por lo que debíamos actuar en esa misma noche. Rida conservaba las llaves de la academia cuando fue director por lo que fue fácil entrar en la madrugada. Ya adentro, nos dirigimos al cuarto piso donde se encuentra el salón de computación, pero ninguna llave de las que tenía Rida funcionaba, hasta que vi...

Christopher comenzó a tomar mis manos con fuerza, tomó aire y lo soltó por la boca para tranquilizarse.

— Vi una llave con forma de oso monocromático con marcaje rojo. Desde ahí supe que era una trampa, pero era muy tarde. Natsuki nos acorraló con dos sujetos de la Rama H, Charlie Distancelook y Naomi Megure quienes nos dispararon en la espalda y en la pierna. –Christopher procedió a mostrarme su pantorrilla izquierda que estaba morada del impacto. –Eran balas de goma por lo menos.

— ¿Cómo sabía Natsuki que ustedes estarían ahí? –Pregunté estando muy atento a la historia de Christopher.

— Porque Rida estaba de su lado, nos engañó y nos llevó a la trampa de Natsuki sin que nos diéramos cuenta. Rida solo fue un peón del juego de Kiyoshi porque uno de los secuaces de ella le disparó en la sien a Rida para que muriera. Lo que pasó después es inimaginable. Se llevaron a Alexandra al salón de música y la ataron en las muñecas, tobillos y en el cuello. Yo caminé para salvarla, pero nunca creí que Natsuki tendría otra secuaz. Se trataba de Aerin que me neutralizó y me dejó en el suelo. Desde esa posición vi la ejecución de Alexandra, quedó colgada en el escenario porque su contrapeso fue el piano de la academia. El piano cayó destrozándose mientras que ella se elevó hasta arriba quedando allí.

— No puede ser... Natsuki asesinó a dos personas en una noche. –Hablé aterrado, estuve junto a una asesina dentro de ese ascensor cuando bajamos. Mis ojos se aguaron y no pude controlar el mismo sentimiento que tenía Christopher, la pena y la angustia. –Lo siento mucho, Christopher. No debiste pasar por eso y tampoco ninguno de tus amigos. –Lo abracé con mucha fuerza y su llanto se hizo más fuerte e inconsolable.

Estuvimos un buen rato así, abrazados dentro de una habitación a metros debajo de la superficie sin comunicación con el resto. ¿Qué estará tramando Natsuki? ¿Cuál será su próximo movimiento?

||PoV de Shin Hikaru||

— ¿No te parece extraño que Kaito no haya venido ni tampoco Christopher? –Le pregunté a Nozomi. Ambos estábamos en el salón de clases de siempre, como no tenemos contacto directo con los preparativos del Teatro Kabuki, nos quedamos en el salón.

— Christopher por lo general se salta casi todas las clases, pero Kaito es un chico responsable. –Me respondió con cierto tono de duda. –Estoy segura que deben estar en el gimnasio.

— Ese fue mi primer pensamiento, pero Kaito no ha venido a dejar sus cosas al casillero como es de costumbre. Tengo un mal presentimiento, sé que no debo dejarme llevar por mis pensamientos porque soy detective y eso juega mucho en contra en los casos.

— Si quieres podemos ir a investigar al Gimnasio. –Me dijo levantándose de su silla y caminando lentamente hacia la puerta, la abrió con cautela y me hizo señas para que caminara hasta donde ella. –Pensándolo bien, nadie ha llegado al aula más que nosotros. ¿Nos estaremos perdiendo de algo?

— Espero que no sea algo malo. –Dije y ambos salimos del salón para caminar por los pasillos del primer piso hasta llegar al gimnasio. Se sentía una paz extraña, ni siquiera las jugarretas de Aiko junto con Katsu se oían. Cuando llegamos al gimnasio, se oía ruido de ahí dentro.

— ¿Era hoy la presentación? –Preguntó Nozomi abriendo las puertas del gimnasio. Lo que vimos no era lo que esperábamos.

— ¡Llegaste! Oh... No, todavía no llega. –Minuri pasó de un estado de alegría a uno de preocupación. La bailarina viste un grueso vestido representando a la princesa de la historia, pero por lo que veo aún no se presenta el pastor que sería Eugenee Abriot.

— Estamos esperando la presencia de Eugenee, pero aún no ha hecho acto de presencia. –Dijo Yukiho acercándose a la bailarina. –¿Ustedes no lo vieron por los pasillos?

— No, está muy vacío el ambiente afuera del gimnasio. –Respondió Nozomi mirando todas las instalaciones para el Teatro. Está casi todo listo, solo faltaría acomodar más sillas y limpiar el escenario. –Al parecer Eugenee no es el único que falta, toda la Rama H no se encuentra hoy.

— Tienes razón, los hemos estado esperando, pero no podemos quedar estancados teniendo tantos deberes que hacer. –Dijo Neku sacándose los audífonos en el fondo del escenario. –Deben estar ocupados haciendo algo.

De pronto, escuchamos un fuerte portazo en la entrada del gimnasio, me tomó por sorpresa ese ruido por lo que volteé mi cuerpo para ver quién lo había provocado.

— Upu, upupupu. Lo siento por interrumpirlos de esa forma. –Sonrió Natsuki caminando entre saltos hacia nosotros. –Veo que están casi terminando los preparativos.

— Sí, ¿de casualidad viste a Eugenee por los pasillos cuando venías? Se supone que íbamos a practicar esta mañana, pero no se ha presentado. ¿Acaso se habrá arrepentido con este proyecto? –Habló Minuri haciendo un puchero jugando con sus dedos, está muy preocupada por el asunto.

— No, en realidad no he visto a nadie de la Rama H, quizá tenían el día libre y se olvidó de decirte. –Natsuki comenzó a reírse del acontecimiento, pero ninguno de nosotros le encontró la gracia al asunto. –Bueno, mis intenciones aquí son otras. Quiero comentarles que, por hoy día, el cuarto y quinto piso se encuentran inhabilitados, por lo que no habrá clases con respecto a los módulos que se encuentran en esas dos áreas. Espero que lo entiendan y no vea a nadie por esos lugares. –Su temple se tornó más hostil con esa última frase.

— Entendido, pero deberías decirles también a las personas que no están acá como Aiko, Katsu, Kaito, Christopher y el resto de la Rama S. –Habló Aimi desde el techo del gimnasio formando un eco. –Para que estén al tanto de la situación.

— Sí, al menos Kaito y Christopher están al tanto así que no se preocupen por ellos. –Con esa respuesta, Natsuki se dio media vuelta caminando a la salida.

— ¡Espera! ¿Sabes dónde están ellos? Necesito hablar con... –Natsuki no me escuchó retirándose del lugar. –No entiendo qué le pasa. Nos viene a decir esto cuando perfectamente puede anunciarlo por los altoparlantes de toda la academia.

— Fue muy extraño el último mensaje que dio. Kaito y Christopher están al tanto por lo que no tenemos que preocuparnos por ellos. –Dijo Minuri sacándose el vestido con delicadeza. –¿Acaso les pasó algo? Me estoy empezando a preocupar.

— ¿Qué deberíamos hacer? –Preguntó Neku acercándose a nosotros mientras que Aimi bajaba del techo y Shiki que se ha mantenido callada este último rato, se acercó refunfuñando.

— No creo que lleguen las demás Ramas. –Habló Nozomi cruzándose de brazos. –Tratemos de ubicar a nuestros compañeros y mantenernos unidos.

— Nos faltan las dos Mirai, Aiko, Katsu, Teik, Naomi, Kaito y Christopher. Ocho personas en total. –Habló casi en voz baja la violinista, Yukiho.

— Sé perfectamente que Teik está en la cocina, le pedí a ese bastardo que me preparará un buffet cuando terminara aquí con los malditos preparativos. Pero como veo que nos iremos, entonces estaré allá. –Exclamó Shiki caminando hacia la salida. –En caso de que no esté ese sinvergüenza, entonces los busco a ustedes para encontrarlo.

Con ese comentario, la diseñadora salió dejando la puerta cerrada. Nos pusimos de acuerdo para separarnos en grupos. Yukiho y Aimi se encargarán de revisar el tercer piso de la academia, Neku y Minuri revisarán el segundo piso, por último, junto con Nozomi revisaremos la primera planta. Si encontramos a alguien, lo llevaremos al comedor donde estará Shiki con Teik. Deseándole a todos mucha suerte, nos pusimos en marcha para encontrar a nuestros compañeros de clase.

||PoV de Kaito Kishimesu||

Creo que ha pasado más de una hora desde que Natsuki me encerró aquí junto con Christopher, tenemos que salir de aquí de alguna forma para contraatacar y decirle a nuestros compañeros la clase de persona que es ella. Me puse de pie y estreché mi mano derecha hacia abajo para levantar a Christopher.

— Bien, Chris. Es momento de abandonar esta área y llegar a la superficie. –Dije, él solo me miró con desgano.

— Tengo miedo, Kaito. Si este collar se activa te haré mucho daño sin medir las consecuencias. Son los mismos collares que ocupaban Aerin, Charlie y Naomi la noche anterior. –Me habló con su voz temblorosa. –Déjame aquí, estarás más seguro.

— No quiero salir solo de este lugar, te quiero sacar y buscar justicia. Escúchame, si llegamos a la superficie antes que Natsuki lo encienda, podremos buscar herramientas que te saquen ese collar. Aimi es mecánica, de seguro debe tener algo que lo desactive. –Dije con entusiasmo. –Demostrémosle a Natsuki lo capaces que somos de derrotarla.

Christopher aceptó la ayuda de mi mano para levantarse y me entregó mi abrigo que lo tenía en sus piernas. Quería seguir motivándolo, pero me calló con un fuerte abrazo.

— Gracias... Muchas gracias Kaito por seguir conmigo a pesar de lo que hice. No debí meterte en mis asuntos, no debiste aceptar mis disculpas cuando te llevé en motocicleta por la ciudad. Nuevamente tengo la culpa de todo, así que buscaré la forma de solucionarlo. Busquemos una salida antes de que sea muy tarde. –Christopher empezó a andar, pero su pierna izquierda estaba afectada y no podía caminar con normalidad. –Mierda, me duele mucho.

— Espera, te ayudaré. –Sostuve el cuerpo de Chris por la izquierda para que camináramos juntos. –Bien, según los planos me dijiste que hay una escalera que lleva hasta el vertedero de la academia. ¿Dónde deberíamos ir para encontrar esa escalera?

— Por aquí... –Señaló una pared a la izquierda del área y, claro, una puerta metálica se mimetizaba con el muro. Abrí la puerta, pero el cerrojo se encontraba bloqueado. –Maldita sea, vas a tener que empujar la puerta con mucha fuerza. Te ayudaría, pero por los golpes y moretones que tengo, me será imposible hacer algo.

— Tranquilo, apoya tu cuerpo en la pared mientras tanto. –Dije armándome de valor para empezar a empujar.

El primer intento fracasó, esperaba que quizá quedara endeble la puerta para que el segundo intento se cayera, pero no hubo resultados. Probé con un tercer intento, pero nuevamente fue en vano. Soy débil para este tipo de cosas, pero...

— Tengo una idea. –Con la manga de mi abrigo, lo sobrepuse en la manilla de la puerta para jalar hacia abajo y así se rompería con facilidad. –Voy a necesitar tu ayuda, Chris. ¿Podrías jalar el abrigo conmigo?

— Lo intentaré. Aquí vamos. –A la cuenta de tres, empezamos a tirar hacia abajo y sentimos cómo la manilla empezó a doblarse hasta romperse y caerse al piso. –Excelente, eso fue más sencillo que empujarla.

Salimos del prototipo de tribunal donde nos dejó Natsuki para empezar a caminar por un pasillo totalmente oscuro. Caminamos con cautela con una mano al frente para sentir alguna pared antes de chocar, espero que encontremos esa escalera pronto.

— Upupupu, ¿no encuentran que ese lugar está muy oscuro y no saben si es peligroso o no? –Escuchamos la voz de Natsuki desde arriba, pero no sabemos dónde se encuentra.

— ¿Dónde estás? –Pregunté con temor mirando en todas las direcciones, la única luz que se veía eran las luces que brindaban el tribunal, pero esa puerta se cerró de golpe dejando el ambiente a oscuras.

— ¡Kaito, corre! ¡DÉJAME SOLO! –Christopher me empujó para que me alejara de él.

— Oww, ¿ya sabes por qué te está empujando? Si lo sabes, entonces prepárate porque es muy poco probable que salgas vivo de aquí. Al único que quiero con vida es a Christopher, es el único que importa en mi próximo juego de asesinatos mutuos. Upupupu. ¡Enciendan las luces!

El pasillo comenzó a iluminarse por luces del techo, al final del camino se encontraba la dichosa escalera de manos, seguía estando muy lejos. También pude ver monitores colgados en los muros, es ahí donde habla Natsuki, según el fondo, ella se encuentra en la sala de computación del cuarto piso.

— ¿Crees que te da el tiempo de correr hasta ese lugar? –Preguntó Natsuki a través de los monitores.

— ¡Kaito empieza a correr! ¡Vete! ¡No...! –Christopher cayó al suelo intentando retroceder, el collar está activado. Los quejidos del espía se hicieron más fuertes y desesperantes.

— Considéralo tu ejecución, Súper Duper Pianista de Preparatoria.

Mi cuerpo está inmóvil, sé que tengo que correr, pero ver a Christopher intentando zafarse el collar y retroceder es... Perturbante. Dejó de quejarse a los segundos y se levantó mirándome, ya no con unos ojos llorosos color azul, sino que con una vista roja con deseos de matarme.

— Mátalo. –Habló Natsuki sonriendo.

||PoV de Shin Hikaru||

Hemos encontrado a todos los integrantes de la Rama S, excepto al pianista y al espía. Nos reunimos todos en el comedor de la academia para comentar lo sucedido. A todos nos pareció interesante el hecho de que solo nosotros viniéramos a clases y el resto de ramas desapareciera sin dejar un aviso. Tampoco encontraremos el paradero de Natsuki para preguntarle qué le sucedió a los chicos.

— ¿Estarán bien o simplemente no vinieron a clases? –Preguntó Aiko aferrándose al brazo de Katsu. –No quiero creer que están en problemas.

— Tampoco podemos verificar las salas del cuarto y quinto piso porque hay una reja que bloquea el paso en las escaleras que dan a la cuarta planta. –Dijo Aimi. –Puede que estén allá arriba y no puedan bajar. Aunque esa opción la encuentro un poco inválida porque grité por sus nombres y no hubo respuesta alguna. Sin embargo, lo que dijo Yukiho me llamó la atención.

— Puede que no me crean y están en su derecho de cuestionarme, pero escuché balbuceos que provenían del salón de música. Mi oído jamás me ha fallado en ese aspecto... Estoy segura que hay alguien arriba, pero nos prohíben el paso. –Dijo la violinista con sus manos temblorosas. –Quiero irme a mi casa, pero también quiero ayudar a encontrar a Kaito con Christopher.

— Podríamos romper la seguridad de la reja y adentrarnos a ver qué hay, pero nos podrían amonestar por esa falta. –Habló Mirai Tsukino. –Pero, sé que alguien puede violar las leyes de la física y aparecer en sitios a su antojo. –Miró a Hikari, la Maga de Preparatoria.

— Por ningún motivo, me da miedo cometer un acto así. –Expresó temblorosa, lo negó rotundamente. –Debe haber otra forma de llegar a esa área. O quizás estamos llevando esta solución por un camino equivocado. Puede que Christopher y Kaito estén en otra habitación.

— Simplemente no vinieron y ya, ¿por qué se calientan tanto la cabeza? Será mejor que nos vayamos a nuestras casas, estamos perdiendo tiempo. –Shiki era la menos interesada en encontrar a los muchachos. –Bien, tomaré las cosas de mi casillero y me iré. ¿Quién se apunta?

La única persona que se levantó aparte de Shiki fue Naomi. Naomi tomó sus pertenencias y con el mismo silencio que entró, se fue del comedor.

— Las palabras de Natsuki fueron clave en el gimnasio. Ella ya les había dicho a ambos que esos pisos estarían cerrados, por lo que es imposible que estén arriba. –Dije volviendo atrás recordando cada palabra y gesto de la dibujante.

— ¿Qué habitaciones no fueron revisadas? –Preguntó Nozomi a los que investigaron pisos superiores.

— Revisamos todas, Nozomi. Lo siento. –Dijo Aimi. Neku complementó con la misma frase. –¿A ustedes les faltó algún salón?

— Hay dos salones a los cuales no pudimos entrar. –Dije mirando a Nozomi. –El primero es un salón con puertas rojas, se encontraba cerrado con llave así que descartamos esa área. El segundo es una compuerta en el incinerador donde se quema la basura, la única forma de abrir ese lugar es con una llave.

— Me llama la atención esa puerta roja, también la he visto, pero jamás me he preguntado qué hay ahí. –Respondió Minuri interesada en esa alternativa.

— Me imagino que en la compuerta del incinerador se encuentran todos los desechos de la academia. –Teorizó Nozomi. –Dudo que ambos estén ahí porque es poco probable que hayan entrado y dejado cerrado para... ¿Esconderse ahí?

— Yukiho, vamos a necesitar tu súper audición para que captes algún ruido, vibración, murmuro o algo que llame tu atención. –Dije a lo que ella asintió. –Iremos a esos dos lugares y escucharás detenidamente, espero sirva de algo.

Primero nos encaminamos hacia las puertas rojas del primer piso. Se sentía el ambiente desolado de la academia por primera vez. Ninguna de las dos Ramas se apareció hoy día por razones que desconozco, no nos llegó algún comunicado del director o nuestros profesores, ni siquiera ocurrió un acontecimiento afuera como un accidente o alguna falla eléctrica que imposibilitara venir a clases. Como detective, esta situación me llama demasiado la atención y quiero conocer la verdad del asunto. No sé si temer de Natsuki que no se ha aparecido desde que salió del gimnasio o de Kaito y Christopher quienes pueden estar involucrados en algo ilícito. Sea como sea, hallaré la forma de encontrarlos.

||PoV de Kaito Kishimesu||

Después de que Natsuki ordenara que Christopher me matara, lo único que hice fue correr hacia las escaleras de mano al final del pasillo, creo que fue obra del destino practicar con Minuri porque gracias a ella tengo la capacidad de correr aun más. El collar que tiene Christopher... Si puedo romper eso quizás pueda liberarlo de ese estado de hipnosis, pero no puedo acercarme a él porque me matará sin piedad.

Puedo sentir como sus pasos se acercan a mí, sus gruñidos entrelazados con gritos me generan mucho miedo porque si me equivoco, si disminuyo, aunque sea un poco la velocidad, me agarrará y será mi fin. Los latidos de mi corazón se hacen más fuertes y mis piernas se debilitan, no quiero rendirme... No estoy preparado para rendirme.

— Upupupu... Lo estás haciendo muy bien, Kaito. –Habló Natsuki a través de las pantallas. –Pero, ¿qué harás cuando llegues a las escaleras? ¿Subir hasta cansarte? Nadie te abrirá la salida cuando llegues al final y serás lanzado hacia abajo junto con Chris y ambos morirán por el impacto. ¿De verdad quieres morir junto con tu amigo o prefieres que él viva y ser un buen espía de preparatoria?

Puede que tenga razón, no sé qué paradero hay cuando llegue al techo del área. Christopher me dijo que llegaríamos al incinerador, recuerdo que hay una puerta allí con candado. Será imposible abrirla sin una llave, a menos que Yamato esté allí ensayando.

Miré hacia atrás para ver a qué distancia tenía a Christopher. Su mano casi me agarra la camisa por la espalda, pegué un grito por el miedo. Solo estoy a unos pasos de la escalera, tendré que dar un salto y tomar la barra más alta desde mi altura para poder subir.

— Veo que decidiste tomar el camino difícil. Me parece perfecto que mueran los dos, así nadie interferirá mis planes más adelante cuando sucumba al mundo a la desesperación.

Tomé un último impulso y salté hacia las escaleras para aferrarme a la barra desde un punto más alto, mi cuerpo se siente cansado, en especial mis piernas. Al menos Christopher no saltó por lo que comenzará a subir desde el punto de inicio. No paré de subir, pero cuando esté llegando a mi destino, el espía me tomará del pie y me lanzará al suelo. Tengo que hacer algo para evitar eso. Lo único que se me viene a la mente es:

— Tengo que lanzarlo primero... Si pateo su rostro perderá el equilibrio y caerá, pero no puedo hacerle eso...

No quiero quedarme con el sentimiento guardado, no sé cómo expresar mis sentimientos y pensé que sería una muy buena idea besarte sin tu consentimiento. Qué estupidez.

No puedo matarlo después de que hizo eso, pero no es Christopher en este momento, él está siendo hipnotizado por Natsuki... Si llego más arriba será el fin para los dos, pero si hago esto ahora... Seré el único que saldrá con vida.

— No tienes que tomar una opción, Kaito. La respuesta es más que obvia. –Miré hacia abajo y Christopher estaba por alcanzarme, debo estar a unos diez metros de altura aproximadamente, si sigo subiendo... Bien, tomé una decisión. –Veo que paraste a esperar tu muerte, hasta pronto pianista de prepa-... ¡Qué! No, no, no, no, ¿qué estás haciendo?

Puse mi pie en la cara de Christopher, tengo miedo de hacer lo que estoy pensando. Si intenta tomarme la pierna con una mano, entonces tendrá menos chance de afirmarse por lo que caería. Al poner mi pie, en cuestión de segundos su mano derecha tomó mi pierna con fuerza e intentó jalarme hacia abajo.

No puedo hacerlo, pero si sigue me tirara. Perdóname, Christopher. Vendré a rescatarte cuando pueda.

Tomé impulso con la pierna que tenía tomada y contrataqué pateando su cara. No me soltó en ningún momento la pierna y empecé a asustarme por lo que volví a patearlo. Sin resultados, comenzó a jalarme con más fuerza y estaba perdiendo fuerza en mis brazos que aún se mantenían arriba. Esta situación me estaba dando vértigo porque no podía despejar la mirada del suelo. Por tercera vez volví a patear la cara de Christopher para que perdiera el equilibrio, pero no fue así. Algo estoy haciendo mal, no debo patear su rostro, tengo que ser más específico.

Lo primero que se me vino a la mente fueron sus ojos, si lo hago, por reflejo tapará su vista con una mano y podré volver a patearlo para que pierda el equilibrio, tengo que ser cuidadoso con ese movimiento.

Christopher con cuidado. Despacio, necesito que descanses ahora para poder salir. Aquí estoy para cuidarte, solo recuéstate en la pared.

Quise cuidarlo, quería protegerlo cuando lo vi débil en el tribunal. Ahora estoy haciendo todo lo contrario para salvarme. ¿Es lo que quiere que haga? ¿Christopher estaría pidiéndome que lo mate para que me salve? Tragué saliva, respiré hondo y posicioné mi pie en la sien de Christopher. Volveré por ti con ayuda.

Por cuarta vez, pateé el rostro de Christopher, pero esta vez donde corresponde. Del dolor, con su mano derecha se tapó la cara y en ese momento me despoje de su brazo, de esta forma alcé mi pierna para que el último golpe sea con un poco más de fuerza. Al dárselo, perdió el equilibrio quedándose con su mano izquierda en la barra, solo esa mano sostenía todo el peso de su cuerpo.

A más de diez metros de distancia del suelo, me perdoné por lo que hice... Pateé fuertemente los dedos del espía y pude sentir el mismo dolor que él. Sus gritos y mirada ofuscada, llena de desesperación y terror fue lo último que vi de Christopher Romanov.

Las luces del pasillo se apagaron junto con los monitores donde transmitía Natsuki, sin embargo, se prendieron las luces de servicio que solo iluminaban tenuemente la escalera de mano. No pude ver el cuerpo de Christopher, pero si oí el desplome en el piso, no pude oír algún grito de dolor o quejido...

— No puede ser... ¡Christopher...! ¡Christopher...! No... ¿Por qué no escucho nada? –Mi miedo empezó a salir porque pude haber matado al espía, pero Natsuki me dejó con mucha incertidumbre porque no pude ver como quedó Chris. –T-Tengo que seguir subiendo antes que mis brazos no puedan más.

Subí las escaleras con tristeza, no podía controlar mis sentimientos y centrarme en salir. Quiero bajar para saber cómo está Christopher, pero si sigue hipnotizado, puede que sea mi fin. Si sigo y salgo de aquí, podré pedir ayuda para salvar a Chris. Espero no tardarme.

A medida que iba subiendo, me estaba acercando a una plataforma, pero aún no veía el techo de la estructura. Debe ser alguna especie de parada para descansar. Cuando llegué a la plataforma, las escaleras aún seguían, pero necesito descansar y procesar todo lo que he vivido hasta ahora. No podía controlar mi respiración, tengo sed y miedo. Miedo de que aparezca Christopher bajo las ordenes de Natsuki y me mate, miedo de haberlo matado porque puede haber caído de mala manera golpeándose la cabeza o la espalda, miedo de quedarme aquí para siempre sin oír a nadie. Me dejarán olvidado... Nos dejaran olvidados.

— Te extraño, Tsubasa... Quiero que me vengas a rescatar y me ayudes a salir con Christopher de aquí...

Me senté en el piso apoyándome en la pared y apoyé mi rostro entre mis rodillas. Muchas cosas están pasando por mi mente y sin pensarlo comencé a llorar desconsoladamente esperando que este día no llegara.

||PoV de Shin Hikaru||

— No escucho nada, ¿estás seguro que Kaito y Christopher están en la academia? –Me pregunto Yukiho mientras estaba apoyada a la puerta roja. –N-No quiero dudar de ti, pero ellos dos no tomarían esta actitud tan repentinamente.

— Natsuki les informó a ellos que el cuarto y el quinto piso estarían inhabilitados, debió decirles aquí en la academia porque si fuera por privado, ellos nos habrían dicho a nosotros. –Dije planteando una hipótesis. –Aparte, es una corazonada que tuve.

— No quiero ofenderte, Shin, pero nos has llevado desde el incinerador hasta la puerta unas tres veces y Yukiho no ha reportado nada nuevo. –Dijo Aimi, por molesto que me parezca tiene razón. –Creo que deberíamos irnos a nuestras casas y volver mañana para el Tanabata.

— Espero que mañana aparezcan ambas Ramas para poder terminar los preparativos a tiempo. –Habló Mirai Tsukino con sus pertenencias a mano para irse. –Me gustaría hacer guardia en la noche, pero no permiten estudiantes después de finalizadas las clases de la tarde.

Suspiré cansado y rendido por hoy. Tenían razón, mañana es el Tanabata y no pudieron terminar lo que estaban haciendo durante el día antes de que Natsuki llegara. Fuimos a buscar nuestras prendas para abrigarnos y retirarnos de la academia. Nos tomó algunos minutos y ya estábamos en la entrada.

— ¿Ya se van? –Miré hacia atrás porque reconocía esa voz. –¿Me podrían esperar para que pueda buscar mis cosas al salón de clases?

— Sí, adelante. No tardes, Natsuki. –Sonrió Aiko asintiendo a la pregunta de la artista. –Pensé que ya se había ido.

— Ella... Cuando buscamos a los demás, no la pudimos encontrar a ella. –Dijo Minuri mirando a Neku, ambos tenían caras preocupadas. –Su aura me da miedo.

Natsuki volvió a la entrada lista para que salgamos juntos. Se veía feliz por el semblante que llevaba. Cuando llegamos a las grandes rejas de la academia, cada uno se dispersó yéndose a sus casas. Con Nozomi tomamos la misma ruta y el mismo tren para llegar a nuestras casas por lo que solo me quedé con ella.

— ¿Te diste cuenta? –Me preguntó mirándome con detenimiento. Creo que sé a lo que se refiere.

— Ella nunca fue al salón a dejar sus cosas porque la hubiéramos visto. –Dije sospechando con mayor fuerza de la artista. Algo nos oculta, ¿por qué tiene la necesidad de mentir? ¿dónde estuvo todo este tiempo? –Mañana volvamos temprano antes de la primera hora de clases. Tenemos que entrar al cuarto piso.

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