Hermoso Anochecer
Se produjo un incómodo silencio entre nosotros dos, Tsubasa seguía tomando mi mano porque temblaban demasiado por el nerviosismo de contarle los sucesos que atravesaba la Academia Pináculo de la Esperanza. Si él llega a saber lo más probable es que termine queriendo sacarme de la Academia, en cambio, si decido mentirle él lo sabrá de todas formas y será aún peor su reacción. ¿Qué debería hacer? ¿Contarle desde el principio? ¿Relatarle que solo me preocupa el estado del teatro Kabuki?
Miré a Tsubasa y su mirada intensa me obligaba a mirar hacia abajo o a las paredes de la casa.
— Amor, ¿alguien te está haciendo daño en la Academia? Sé que mucho no puedo hacer porque no tengo ningún talento, pero puedo enseñarte a pelear, a defenderte y que valoren tu posición en ese lugar, pero si no me dices mi esfuerzo será nulo. Kaito, ¿me escuchas?
Debo tomar una decisión pronto...
— N-No me están haciendo daño. –Respondí con ansiedad y nervios. –Pero lo pueden hacer pronto.
— ¿A qué te refieres?
— Los primeros días en Pináculo de la Esperanza fueron muy gratos, pude conocer a mis compañeros y formar un fuerte vínculo. Pero un compañero, Christopher Romanov que es el Súper Duper Espía de Preparatoria empezó a sospechar de la Academia por la infraestructura y por la persona quien lo dirige. Sus dudas iban creciendo hasta que juntos encontramos una habitación secreta en los baños de hombres. Los profesores temen de la habilidad de Christopher porque puede infiltrarse muy bien en lugares inhóspitos de la Academia, cuando encontramos ese cuarto las cosas se pusieron realmente malas.
— ¿Les pasó algo a ustedes?
— Una compañera también nuestra llamada Natsuki Kiyoshi, que tiene el título de Súper Duper Dibujante de Preparatoria se comportó de una manera hostil con nosotros. Más aun cuando Christopher encontró información sobre ella que es hija del Director.
— Eso significa que tiene más poder del que ya tiene, ¿o no?
— Exacto, pero cuando se me presentó una oportunidad para investigarla, junto con una compañera, Yoshimi Issei Súper Duper Speedrunner de Preparatoria, me ayudó a descifrar la clave del computador de Natsuki y entramos por unos segundos a la información principal.
— ¿Qué había dentro y por qué hiciste eso sin medir las consecuencias?
— Dentro de ese computador habían imágenes perturbadoras y planos de la Academia distintos a los que se presentan en la actualidad. Con Yoshimi, nos dimos cuenta que la Dibujante estaba planeando cosas horribles a nuestras espaldas. Planea destruir la Academia.
— ¡Eso es realmente malo! ¿Por qué no han dicho nada al respecto? ¿Los amenazaron?
— Cuando encontramos esa información quisimos llevársela a Christopher, pero ella nos descubrió. Mantuvo la compostura y a mí me dijo que tenía que regresar a mis clases de natación antes de que el Director, o sea, su papá lo supiera. –Dije recordando el suceso de la piscina. –Cuando retomé mis clases, pensé que de verdad me tocaba ir a natación cuando fue una ligera trampa de Natsuki para eliminarme de la Academia. Si no fuese por Christopher... Quizás no hubiera llegado a la casa. –Dije sucumbiendo al miedo. Tsubasa se percató que mi estado anímico iba empeorando por lo que se levantó de la silla sin despegar su mano de la mía y me abrazó poniéndose a la altura mía ya que aún seguía sentado.
— Lo siento tanto, Kaito... Debí estar más pendiente de ti, ser un poco más constante, en serio que tomaré cartas en el asunto.
— E-Estoy bien... Solo sé que ella está ocultando algo y no dejaré que el miedo me invada. –Dije correspondiendo su abrazo. –No me pasará nada, confía en mí.
— Amor, ¿por qué estás haciendo el teatro Kabuki? Supongo que de esa forma harás caer a Natsuki, ¿verdad?
— Sí, solo Christopher y tú lo saben. Bueno... Un grupo de amigos de Christopher igual ayudarán ya que ellos fueron excluidos del programa académico y quieren vengarse del asunto. –Dije un poco más tranquilo. –Solo espero que todo salga bien.
— Quedan solo dos días. –Respondió Tsubasa mirándome afligido y muy preocupado. –Solo es una niña caprichosa, pero igual tiene un talento definitivo y un padre director... Es un buen disfraz. ¿Qué puedo hacer para ayudarte? Sabes que puedes contar conmigo.
— Lo sé, Tsubasa, pero no quiero que termines involucrado en algo que puede terminar con nuestras vidas o nuestra relación. –Dije acariciando su cabello.
— ¿No me dejarás ir al teatro Kabuki? –Preguntó con seriedad.
— No te puedo prohibir eso, solo quiero que tengas cuidado. –Respondí.
Él sonrió acercándose a mí para darme un beso, luego otro y para finalizar otro más largo. Después se alejó un poco, pero me acerqué yo para quedar conforme.
— Gracias por confiar en mí. –Habló él con su mirada menos angustiada. –Es mejor que vayamos a dormir, tienes que reponer energía, ¿ya? Mañana pensemos que hacer con esa Academia, estoy dudando si es de la Esperanza.
— Yo igual, hasta el momento solo ha traído tragedias y más tragedias. Cuando llego acá me siento más seguro y conforme. Eres todo lo que necesito para estar protegido. –Dije caminando con él apagando las luces de la casa e irnos a acostar.
Iba a ser una noche larga reflexionando todo lo que se viene por delante, ahora que hablé con Tsubasa creo que mi corazón se siente menos presionado. Decir la verdad a veces ayuda y otras veces se vuelve un tanto complicado. Mañana será otro día, un día mejor eso espero.
Es otro día y Tsubasa como todos los días me fue a dejar a la Academia Pináculo, esta vez me dijo que tomara los resguardos necesarios y que, si es posible, me quedara cerca de quienes confiaba más, en este caso Christopher. Aunque no se conocen, espero que se vuelvan muy amigos hehe. Entré a la Academia y a la primera persona que veo es a Natsuki.
— Buenos días, Kaito. –Caminó sonriente hacia mí. –Qué bueno verte por aquí. ¿Estás ocupado?
— Sabes que no si apenas acabo de llegar, mírame. –Extendí mis brazos para que viera mi ropa, abrigo, guantes y un gorro. –Mm, ¿se puede saber que quieres?
— No sé por qué te comportas así conmigo si todavía no te hago nada. –Natsuki comenzó a reírse tomando mi mano. –Quiero que me acompañes, necesito que veas algo urgente.
Le hice caso con algo de desconfianza, pero aun así acaté su orden y fui llevado hasta unas puertas de color rojo con diseño bastante llamativo. La puerta se encontraba cerrada, por lo visto solo la Dibujante tiene la llave para abrir esas puertas.
— Nunca nadie había entrado a esta instalación, es nueva en la Academia, solo necesita unas cuantas reparaciones. –Cuando entramos, solo había un ascensor con puerta corrediza, un estilo antiguo que se usaba en edificios como hoteles. –Este ascensor solo puede bajar, lo que hay abajo es lo que quiero que veas con detalle.
Entramos al ascensor y ella jaló una palanca haciendo que el ascensor funcionara cerrando su puerta y bajando con mucho cuidado. Natsuki dejó de tomarme la mano y se puso adelante.
— No sé qué te ocurre Kaito, ¿por qué quieres investigarnos? Mi papá no tiene nada que ver en esto, nadie de mi círculo está comprometido... Lo único que quiero es que nos llevemos bien y salgamos con un buen futuro. ¿Sabes algo? Yo escogí a los estudiantes que estarían en mi grupo, quince nuevos amigos que me llenarían la vida de colores y emociones. Estos años estarían llenos de diversión y sueños. Shin lo escogí por su inteligencia y que puede ver más allá del ojo común, Nozomi por su liderazgo, Yukiho porque compartimos un gusto por el arte, lo mismo con Shiki y Minuri hehe. ¿Sabes por qué te escogí? –Me miró con sus pupilas tan dilatadas que sentí que me apuñalaba con demasiada fuerza.
— N-No... ¿Por qué, Natsuki?
— Porque has pasado por una vida difícil, quizás un poco tormentosa y... Quería ayudarte, hacerte ver que la vida no es gris cuando nos tienes a nosotros cerca. Tu madre estaría tan orgullosa del hijo que tuvo, lástima que falleció sin ver a su hijo convertirse en un Súper Duper Pianista de Preparatoria. Eres mi modelo a seguir, también pasé por momentos delicados en mi vida que me destruyeron, sin embargo, me he convertido en otra persona, de a poco mis malos recuerdos se evaporan y se van sin dejar rastro. ¡Es tan hermoso!
— Eso es bueno, ¿no crees? –Dije entregándole media sonrisa. –Esta Academia ha sacado lo mejor de ti, por eso deberías parar con lo que haces o con lo que vas a hacer.
— Sería una fantástica idea... Concuerdo contigo, Kaito. ¿Sabes por qué escogí a Christopher Romanov? –Preguntó y el ascensor paró en seco llegando a su destino.
Cuando la puerta del ascensor se abrió lo único que aprecié es un estrado circular con un trono. Paredes de metal formando un hexágono perfecto y el piso también de un color metálico. En el centro del estrado estaba él. Christopher atado de pies y manos con una cinta en la boca. Con solo verlo corrí hacia él para ayudarlo, pero.
Al acercarme demasiado él me miró asustado para que segundos después comenzará a gritar desesperado moviéndose con convulsiones, lo estaba electrocutando. Tuve que retroceder para que dejara de sufrir, Natsuki debió armar un perímetro eléctrico, ¿pero cómo? El rostro de Christopher está magullado con golpes y moretones.
— Lo escogí por el simple hecho de que truncaría mis planes cuando supiera la verdad, ustedes fueron escogidos para un próximo juego que he tenido en la cabeza por siempre. Un juego que desafía la moral y los convierte a todos en unos asesinos o traidores de primera. De esa forma podrían ver el mundo como yo lo viví desde niña. A partir de quince personas, todo el mundo entrará en caos. Luego cuando todo se estabilice otros quince estudiantes se asesinarán dentro de esta Academia, pero si vuelven a truncar mis planes... Recuerden que siempre habrán otros quince y otros y otros y otros y otros hasta así formar un círculo vicioso de desesperación. Este escenario será su nueva compañera, su estilo de vida y su nuevo mundo. La Academia Pináculo de la Esperanza no volverá a ser la misma después de... No, será una sorpresa, ¡upupupupupu!
— ¿Por qué te desquitas con gente que ni siquiera tiene la culpa? Somos inocentes, ¡solo supera todo lo que te ha pasado! ¿O acaso crees que todos tenemos la vida fácil? No digo que tus problemas sean menores, pero puedes superarlos con ayuda, ¡quiero ayudarte! Solo déjanos en paz.
— Yo también fui inocente en algún punto de la vida, nadie me ayudó y quiero ser escuchada y que todos lamenten haberme hecho algo, empezando por el Espía. ¿Vas a quedarte acá? Porque prefiero mil veces que subas conmigo.
Estaba entre la espada y la pared, necesito sacar a Christopher de ahí, pero si me quedo, ¿por cuánto tiempo estaré encerrado?
|| PoV de Christopher Romanov ||
Tomé mi motocicleta y partí rumbo a mi casa ya que Kaito no quería que lo fuera a dejar, pero antes debía hacer una parada importante por lo que conduje hasta los suburbios de Towa hasta encontrar la calle donde vive mi informante, sin ella no tendría mucha información de Natsuki y de su padre. Últimamente mi trabajo de Espía se vuelve complicado cuando son tres las personas que podrían sabotearme y echarme de la Academia, pero teniendo a los Excluidos de mi parte, el director no tiene más remedio que mantenerme todavía. Cuando me introduje por el pasaje divisé el número donde vive y bajé de mi moto estacionándola en un lugar seguro y oscuro. Caminé hasta su puerta y golpeé esperando a que alguien me abriera.
— Hola, ¿a quién busca...? –Preguntó un niño asustado de verme.
— Soy Christopher, ¿estará tu hermana? Necesito hablar con ella y me dio esta dirección. –Dije con total calma para que no se sintiera amenazado. Él dejó la puerta abierta y corrió a buscar a mi informante. Cuando ella me vio, rodeó los ojos y me dejó pasar.
— No esperaba que vinieras tan temprano, ¿a qué se debe la prisa? –Preguntó cerrando la puerta buscando unos papeles.
— Llegué más temprano porque no tenía nada que hacer, no te preocupes. –Dije mirando como ella ordenaba su escritorio repleto de hojas y nombres de los estudiantes de la Academia. –Si no tienes lo que te había pedido no te preocupes, puedo volver más tarde.
— ¿Volverías a las tres de la mañana? Es que son recién las ocho de la tarde. Ridículo, estoy preparada para todo. –Dijo posando los papeles sobre la mesa. –Revísalos, es todo lo que pude sacar de Jin Kirigiri, Natsuki Kiyoshi y Enoshima Junko, ¿en serio crees que quien mueve los hilos es una dibujante?
— Sí, estoy seguro que es ella, pero no trabaja sola. –Respondí leyendo los informes. –Debe estar planeando algo más grande con un grupo, una organización.
— Solo espero que no sea un acto tan grave, estoy metida en el programa por mi hermano y mi pareja. Son lo único que me quedan. –Respondió con total seriedad y énfasis. –Antes de que se me olvide, en el informe no puse un dato creyendo que no era relevante, es el hecho de que las páginas tienen un diseño especial, rojo, negro y blanco. Cuando lo leas te darás cuenta de lo que hablo.
— Todo saldrá bien, si nos movemos rápido y saboteamos todo antes de tiempo, te juro que nada pasará. –Sonreí tomando la carpeta con información. –Gracias, espero verte mañana y conversar más el tema.
— Sé inteligente, ella solo puede usar su talento como disfraz, no lo olvides. –Me abrió la puerta despidiéndose de la mano. –No le deseo esto a los hombres, pero, cuídate. Por ti y por los que amas.
— Tú igual, nos vemos mañana Aerin.
Después de una larga jornada pude llegar a mi casa, mi apartamento repleto de hilos rojos que enlazan toda la historia de la Academia desde los cimientos hasta ahora. Invité a Alexandra Smirnov y a Rida Tetsu para conversar este asunto y prepararnos para el teatro Kabuki en donde creemos que será el inicio de todo el caos que formará Natsuki Kiyoshi.
— ¿Tiene todo preparado, señor Romanov? –Preguntó Tetsu tomando una taza de té viendo todos mis apuntes, hilos rojos, personas sospechosas, sentado en el sofá. –Creo que no debes dormir por la noche pensando en cómo detener toda esta situación que yo no pude afrontar.
— Lo hago por usted, señor. –Respondí analizando los últimos escritos que me dio Aerin.
— ¿En serio lo haces por el anciano? –Preguntó Alexandra cruzada de brazos en una esquina viendo el anochecer. –O lo haces... ¿Por alguien más?
— ¿Te refieres a Kaito? En parte igual lo hago por él, ha sufrido bastante como para tolerar la masacre impuesta por Natsuki. Solo lo hago por el hecho de que está muy involucrado y no es como uno de nosotros. Tengo miedo de que Natsuki le haga algo por mi culpa.
— Es entendible, ¿no me vas a decir que estás enamorado? –Dudó la Saxofonista mirándome con picardía, una sonrisa que se refleja muy bien con el anochecer. –Nunca habías ayudado a alguien en tus misiones.
— Esta es la más importante y peligrosa de todas. Involucra a un Pianista sin experiencia de campo y quien planea todo esto es una Dibujante capaz de exterminar medio mundo. –Le dije perdiendo un poco la paciencia por su intención de querer ligarme con Kaito. –Aparte... Kaito ya tiene pareja, te lo dije una vez.
— Y yo te dije que deberías decirle tus sentimientos antes de que te arrepientas. –Alexandra se acercó mirándome muy de cerca. –Quizás no puedas decírselo nunca y eso no te gustaría.
— No puedo interponerme entre mis supuestos sentimientos por Kaito con una misión de alto riesgo. –Dije queriendo finalizar esa conversación. –Bien, esto es lo que pude recabar donde mi informante. Natsuki ha estado en conversación por chat infiltrados con dos personas más, no pudo descifrar sus nombres, pero sabe que son de la Academia porque las respuestas de esos dos son dentro de las instalaciones. Planean volver a quince estudiantes de la Academia en asesinos profesionales, ellos deben ser la Rama H.
— Cuando los convierta los enviarán a diferentes partes del planeta para causar estragos; muerte, devastación, guerra, conflictos y bajas económicas en el mercado, todo con la intención de dejar al planeta en un estado de hibernación o para que empiece de cero. –Prosiguió Alexandra leyendo los fragmentos.
— Para que estos estudiantes se conviertan en asesinos se les será plantado un monitor de rastreo y también se les inyectará "Cielo de Vainilla" para que éstos sujetos se encuentren alerta y preparados ante cualquier objetivo, sea bueno o malo.
— ¿Cuándo planean empezar con esta masacre? –Preguntó Tetsu con las manos atrás viendo nuestras hojas.
— En dos días más... Cuando empiece el Teatro Kabuki. –Respondí.
— Entonces ella sabe que haremos un ultimátum ese día, ¡sabe que iremos en busca de información! –Gritó Alexandra abrumada. –Solo piénselo, tenemos que buscar otra alternativa.
— No tenemos tiempo para reunirnos con el resto, solo sigamos el plan, atacaremos cuando veamos que las cosas no estén resultando. –Dije mirando a ambos sujetos.
— Creo que lo mejor es ir ahora. –Habló Tetsu con mucha seriedad. –Los tres podemos hacer grandes cosas si vamos ahora a la Academia.
— Tenemos que llamar a Kevin, Lorraine y Kabon, sabemos que usted ya no está en condiciones para ser espía. –Respondió Alexandra con preocupación. –Aparte, si vamos ahora será una opción apresurada, no tenemos entrenamiento o un objetivo en claro.
— Alexandra tiene razón, es una decisión apresurada. –Defendí a la Saxofonista y mi propia integridad.
— A veces los espías corren riesgos muy grandes, si Natsuki ya sabe que nosotros entraremos en dos días más, es probable que no sepa que entremos esta noche... De seguro se está asegurando para ese día con sus secuaces.
Con Alexandra nos miramos con preocupación. En sí es la única oportunidad de poder descubrir los planes de la Mente Maestra y de exponerla ante los grandes líderes. Hará un antes y después si vamos ahora... Es un riesgo que correré para salvar mi integridad.
Y la de Kaito...
Tetsu nos convenció de ir a la Academia a medianoche, cuando llegamos en mi motocicleta y en la de Alexandra, los tres vimos las grandes rejas de metal que tiene la Academia Pináculo.
— Creo que puedo subir sin problema. –Dijo Alexandra amarrándose su cabello.
— No, no será necesario... Aún conservo las llaves de mi querida Academia hehe. –Habló Tetsu sacando la llave maestra y abriendo el portón. –Pasen, seré el último y caminen a la puerta con esto. –Él me pasó la llave para entrar al pasillo principal de Pináculo.
Corrimos con Alexandra con mucho sigilo hasta la puerta que la abrimos en tres tiempos. Esperamos a que Tetsu entrara con sus pasos lentos, lo necesitábamos en caso de que las puertas se encontraran cerradas. Primero iremos al Salón del Director y luego al Cuarto de Computación donde Kaito encontró información de Natsuki...
Subimos hasta el cuarto piso donde se encuentran ambas salas y caminamos a oscuras hasta toparnos con la puerta del Director, Tetsu comenzó a indagar cual era la llave que necesitaba hasta que por fin la halló.
— Debe ser esta. –Dijo introduciendo la llave, al girar la puerta aún seguía trabada. –Qué extraño... Entonces debe ser esta. –En el manojo sacó otra llave haciendo el mismo procedimiento, pero pasó lo mismo.
— Usted estuvo como Director hace varios años atrás, ¿acaso no pensó que quizás el nuevo director cambió las cerraduras por lo mismo? –Susurró Alexandra sosteniendo una lámpara con nerviosismo.
— No, no... No son tan listos. ¡Esta debe ser! No puedo fallar tantas veces. –Cuando miré la llave tenía una forma peculiar... Llamó mi atención de inmediato.
Una llave de dos colores, blanco y negro con el encaje de color rojo.
— S-Señor, ¿por qué tiene esa llave? –Pregunté, pero...
Dos balazos retumbaron en el piso, una impactó en la espalda de Alexandra y la otra en mí. Miré a Tetsu cayendo al suelo con mucho dolor al igual que mi compañera. ¿Qué mierda está pasando?
— ¿Por qué no esperaron hasta el viernes? ¿Tenían mucha prisa de derrotarme? Upupupu. –Las luces se encendieron mostrando a Natsuki con dos secuaces atrás suyo. Uno es Charlie Distancelook y la otra Naomi Megure, ambos de la Rama H. Tienen algo en el cuello, un aparato negro y sus ojos están demasiado rojos.
— ¿T-T-Tet...? ¿Tetsu? –Alexandra intentó pararse, pero otra bala fue disparada en su pierna volviendo a caerse. –¡AAH!
— ¿Estás con ella? –Pregunté viéndolo desde el suelo casi sin respirar. –Estás... ¿Con Natsuki?
— Sí, lo lamento tanto... Tuve que cambiar de bando hace mucho tiempo... Cuando mi nieto decidió estudiar en la Academia Pináculo.
— Kiyoshi Tetsu, Súper Duper Sacerdote de Preparatoria. –Respondió Natsuki entre risas. –Es un buen título para su nieto, espero sepa rezar por usted.
Natsuki chasqueó los dedos dando la orden, Charlie fue quien le disparó en la frente haciendo que cayerá al suelo golpeándose la nuca con fuerza.
— Tranquilos, las balas son de goma, solo necesitaba que su cráneo reventara por dentro para cubrirlo en el sistema. –Sonrió la Dibujante saltando de la felicidad. –Veamos, ustedes querían entrar a la oficina de mi papá, cuando en verdad, el secreto de todo esto está en otra parte muy lejos de aquí. ¡Lamento tanto el spoiler!
— ¡Nos descubriste! ¡Perfecto! ¿Ahora qué nos harás? –Preguntó mi compañera respirando por la boca con mucha fuerza.
— ¿Qué nos harás? –Preguntó Natsuki riéndose como desquiciada. –Querrás decir, ¿qué te haré? Ya que Christopher aún me sirve para unos dos años más aproximadamente.
— ¡O-Oye...! No le hagas daño, yo fui el de la idea. A mí deberías castigarme. –Hablé mirando fijamente a la Dibujante, pero ella está en su mundo perdida.
— Eres Saxofonista, ¡qué lindo talento! Buscaré entre mis castigos el mejor que se acomode a tu personalidad y habilidad. ¿Me acompañas a verlo, Chris? –Natsuki dio la orden de levantar a Alexandra llevándola a quién sabe dónde.
Con la poca fuerza que me quedaba me levanté apoyándome de las paredes, escuché los gritos de Alexandra transmitirse por el Salón de Música. Caminé hasta esa sala con mucho nerviosismo... Tengo que salvarla, tengo que salvar a mi compañera... Alexandra...
— ¡Suéltenme! ¡DÉJENME YA! ¡NO LE HAGAN CASO! ¡ESTÁ DEMENTE! ¡¡¡DÉJENME!!! –Los gritos de Alexandra se volvían más prepotentes y angustiantes hasta el punto de querer llorar.
— ¡Natsuki déjala ir! ¡Ella no tiene la culpa! –Grité chocando con las sillas del salón.
A Alexandra la subieron al escenario amarrando su garganta, manos y piernas con la soga que sostiene algún telar del teatro trasero. Me di cuenta que el Piano ya no está y ningún instrumento musical. Quería seguir acercándome, pero.
Otro balazo por la espalda me impactó por lo que caí rendido, miré con mucho dolor hacia atrás y se trataba de Aerin con el mismo collar en el cuello que nublaba sus acciones. Me agarró por la garganta con su brazo y puso su rodilla en mi espalda para bloquear mis movimientos.
— ¡A--...Aerin escúchame! ¡Fuiste enghñ... engañada! ¡Cuidado...! Por favor...
No respondía, ella solo apretaba más mi garganta, pero se relajaba para no asfixiarme por completo. Aún podía ver lo que le hacían a Alexandra, la amordazaron y su garganta es fuertemente apretada por la soga.
— Upupupu, me encanta que seas la primera persona en ver lo que le sucederá a millones de seres allá afuera. –Habló Natsuki viéndome desde el escenario tomándole la mano a Alexandra. –Esto... Le dolerá más a él que a ti. Disfrútalo.
Natsuki bajó del escenario dando pequeños saltos hacia mí, se puso de cuclillas y acercó sus pequeñas manos a mi rostro. Me puse totalmente nervioso y tenso, cerré mis ojos al borde de querer llorar.
— Vamos no seas tímido, no te conocí así. –Dijo posando sus dedos en mis párpados para abrirlos a la fuerza. –Mira como nuestra amiga es ejecutada. Por tu culpa. Pronto serás tú... O todo tú equipo de fracasados... O Kaito. Tú decides.
Aerin bloqueaba todos mis movimientos, no podía hacer nada para salvarla más que verla sufrir. Ella totalmente atada con sus lentes quebrados lloraba sabiendo que sería su final. Discúlpame Alexandra.
— ¡DÉJENLA CAER! Upu... Upupupupuuuuu.
Charlie y Naomi Megure escucharon la señal que dio Natsuki para soltar a Alexandra, al hacer eso, el peso ligero de la Saxofonista fue levantado contra el Piano dejando a ese instrumento caer con fuerza rompiéndose en el acto. Alexandra aún se mantenía en el aire intentando zafarse de la cuerda, su rostro morado, sus lentes en el suelo... Su desesperación.
Natsuki estiraba mis párpados para que pudiera ver de principio a fin su muerte...
Una muerte que es el detonante de muchas otras en esta Academia de la Desesperación.
El cuerpo de Alexandra Smirnov, la que algún día pudo ser una exitosa Saxofonista en el mundo yace muerta en las instalaciones del Salón de Música de la Academia Pináculo de la Esperanza.
Y yo, permanezco encerrado en el Tribunal de Natsuki Kiyoshi, Mente Maestra de todo este juego.
|| PoV de Kaito Kishimesu ||
— ¿Te quedarás con él? –Me preguntó Natsuki ya puesta en el ascensor. –Tenemos clases y estoy segura que no quieres perderte ninguna.
— No puedo dejar a Christopher solo. –Respondí, el me miró con rostro de que no quería que tomara esa decisión. –Cuando descubran que faltamos se preguntarán nuestra ubicación y conseguirán entrar aquí en el subterráneo.
— ¿En serio crees eso, inocente? –Sonrió mientras se cerraba la puerta. –Mucha suerte, espero puedas contra un ser de más de setenta kilos de músculo. Charlie casi no puede contra él.
Después de decir eso desapareció dejándome con el Espía. No podía acercarme lo suficiente porque unas placas o sensores electrocutaban a Christopher. ¿Cómo podía ayudarlo? Miré a mí alrededor y no encontré nada útil.
Christopher se pudo levantar temblando y posicionando sus manos atadas en el estrado mirándome con mucha pena. Comencé a caminar para tener más terreno por donde mirar, con cuidado supe que el sensor es una circunferencia.
— ¿Tienes alguna idea de cómo te puedo ayudar? ¿Qué te pasó...? No creí que esto iba a llegar a pasar. Me siento culpable. –Dije sin esperar una respuesta a cambio, sin embargo, él lo negaba con la cabeza. –Necesito algo para llegar donde ti y sacarte esas cuerdas, la cinta y... ¿Qué tienes en la garganta? Son los collares negros que me habías mencionado. ¿Para qué sirven? Esos te dan la corriente, ¿cierto?
Él lo negó con la cabeza otra vez.
— ¿Qué te da la corriente? –Pregunté.
Él golpeó el suelo con su pie derecho. El suelo está cubierto con una gran alfombra circular de colores rojos y azules. Me agaché y levanté la alfombra viendo los circuitos y trampas eléctricas que impedían que pasara hacia el centro.
— Bien, no sé cómo desactivar esto... Debe tener un centro de prendido/apagado supongo, espero que Natsuki no sea tan lista, ¿no tenemos la Súper Duper Electricista, cierto?
Sentí la mirada fija del Espía, toquetee mucho el piso hasta encontrar algo interesante. Me percaté de un interruptor rojo que marcaba los voltios. ¿Qué pasaría si lo intento bajar a cero? Lo hice esperando que sucediera algo físico, pero no.
— Será una locura, pero espero que no te haga daño, si veo o escucho que gritas me alejo rápidamente, no quiero hacerte doler más de los rasguños que tienes, ¿ya? –Le hablé. Tomé un poco de aire para tener confianza y puse un pie en la alfombra. –No te pasó nada, eso es bueno. –Puse el siguiente pie y la cara de Christopher fue más relajada.
Le saqué las cuerdas y cinta adhesiva a Christopher pudiendo respirar al fin, después lo ayudé a caminar hasta cerca del ascensor y nos sentamos en el suelo.
— ¿Qué pasó...? ¿Puedes contarme?
— ... Kaito... Tengo miedo. –Confesó tomando mi mano con mucha fuerza. Su cuerpo completo temblaba sin que hubiera frío.
— Tranquilo, las cosas no se ven bien, pero pronto pasará si nos alejamos de Natsuki. –Dije sacándome el abrigo poniéndoselo en sus piernas.
— N-No... No sabes de lo que ella es capaz. –Dijo mirándome. –Quiero que hagas una cosa. Cuando podamos escapar de este subterráneo... Escapa, ¡escapa y no regreses a Pináculo! Por favor. El día del Teatro no aparezcas. –Entre jadeos me dio una advertencia peligrosa.
— Entiendo que estés asustado, pero en ese momento debemos frenarla y—
— ¡No...! No tenemos el tiempo, ella nos ganó. –Él señaló el collar para que lo viese. –Esto, esto hará que el mundo se caiga a pedazos y no haya un retorno.
— ¿Qué es eso...?
— Cuando Natsuki lo active corre muy lejos de mí, perderé la noción y comenzaré a atacar sin razón, por una necesidad. –Christopher se apoyó de la pared y comenzó a levantarse con dolor. –Tenemos que salir pronto. Busquemos una salida.
— Christopher con cuidado. ¡con cuidado! –Él apenas podía mantenerse en pie desplomándose en mi pecho cuando me levanté yo. –Despacio, necesito que descanses ahora para poder salir. Aquí estoy para cuidarte, solo recuéstate en la pared.
Nos volvimos a sentar y puso su cabeza en mi hombro y su mano en la mía.
— Este cuarto es demasiado grandes para escapar por el techo y la única vía de acceso es el ascensor, necesitamos abrir la puerta y esperar a que baje por arte de magia. –Dije un poco irónico.
— Creo que hay un cuarto que lleva a otros más y en uno de esos está el vertedero académico, subimos unas escaleras y logramos salir a superficie. –Dijo el Espía. –Conozco los planos reales de Natsuki. Es una mujer peligrosa.
— Sí, pero podemos detenerla, ¿cierto?
— Kaito... Si no podemos contra ella... Si ella logra vencer o nos llega a pasar algo quiero decirte algo antes que me arrepienta. –Sus palabras fueron más serias, lo miré con nerviosismo y él muy cansado.
— ¿Qué tienes que decirme...? ¿Descubriste algo malo?
— Kaito... Sé que no es momento ni lugar, pero es algo que he estado callando desde hace bastante. No espero que me comprendas y una vez que lo diga quiero que salgamos de esta mierda.
— Estoy asustado, ¿qué es lo que te preocupa?
— Kaito.
Se acercó a mí sin esperar a que algo malo sucediera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro