★ Tercer Aullido ★
El ambiente comenzaba a ser más tranquilo, con algunos participantes conversando amablemente, mientras que otros se dedicaban a discutir irracionalmente sobre quien mantenía una posición económica más favorable.
Sin embargo, eso no importaba mucho, ya que tanto él como su lobo solo conseguían sentirse asfixiados con cada segundo que transcurría cerca de aquella multitud.
Podría ser una extraña situación; encontrarse recargado contra una de las grandes columnas cerca de las extensas y sedosas telas que se encargaban de cubrir una seleccionada parte del jardín.
—Te van a encontrar y yo no haré nada para evitar que eso suceda. —Aclaró él Alfa mayor.
—¿Por qué siempre debes ser tan cruel? Yo no esperaba que me besara, solo quería un par de bocadillos. —Dramatizó él pelirrojo.
—Estuvieron hablando por un largo tiempo, ¿qué esperabas?
—Fui amable, además que clase de imagen tendría si solo hubiera decidido irme cuando él comenzó a acercarse.
—Que desastre. Imagínalo; él gran Jung Hoseok muestra desagrado hacia él Omega Luna. —Sonrió con burla. —Estarías en todo internet.
Sonrió con molestia. — Yo no estaría tan tranquilo si fuera tú, después de todo creo que quedó realmente impresionado con todos los halagos que hice hacia tu persona.
La sonrisa socarrona que mostraba él pálido decayó, demostrando la agitación que se formó en su interior.
—¿Qué hiciste?
—Le dije que provenía de la manada Daegu, que su líder era mi mejor amigo; un alfa noble, atentó, respetuoso, una gran opción para esposo.
—Dime qué no dijiste eso. —Hablo con seriedad.
—Debo admitir que me sentí tentado.
Él chico de rojizo traje logró respirar. —A veces en serio te detesto.
—¿Que sería de tu vida sin mi?
—Serena, definitivamente sería serena. —Sonrió con diversión ante la pueril actitud de su amigo.
—Vamos Yoongi, sabes que me adoras. —No obtuvo respuesta. —¿Yoongi? —Decidió salir de su escondite por un par de segundos al notar la extraña actitud en su amigo. —Llevan hablando mucho tiempo ¿no?
Él azabache se encogió de hombros, dando un trago a su bebida con la intención de restarle importancia.
• • •
El tiempo avanzaba y tres horas habían transcurrido con rapidez. Había besado al chico de rojizos cabellos y otros más que se habían sentido realmente afortunados al lograr portar una marca de la corona.
Justo ahora se encontraba charlando con un Alfa de gran rango, observando su comportamiento y manteniendo la tenue sonrisa que siempre debía portar.
—Llevo meditándolo durante nuestra conversación y me parece que no es la primera vez que lo veo, ¿cierto?—Musitó, pestañeando con ligereza.
—Está en lo correcto. Mi padre y yo visitábamos con frecuencia el palacio y sus alrededores. No sé si desconozca la vieja amistad que existía entre mi padre y...-
—Él mío. —Asintió con dolor. —Estoy al tanto. Ahora, quisiera saber la razón de su inquietud ya que durante toda nuestra conversación no ha dejado de tamborilear su mano izquierda.—Preguntó él rubio.
Él Alfa trago, estaba nervioso y un tanto asustado, no sabía cómo confesar sus verdaderos y más profundos sentimientos.
—No es nada, supongo que se tratan de los nervios. —Habló él Alfa.
—Son a causa de mi presencia o quizá se tratan de las miradas y murmullos que sueltan acerca de nosotros.
—Me apetece contestar que se trata de ambas razones.
—¿Se encuentra realmente seguro de su respuesta?
—¿Por qué no lo estaría?
—Verá, durante la mitad de nuestra conversación a dirigido su mirada hacia mis ojos, mientras que con la parte restante se ha encargado de ver por sobre mi hombro.
La expresión de él chico de platinados cabellos confirmó su teoría, aunque al parecer Jimin pudo notar que él Alfa no esperaba que lo notase.
—Me gustaría que fuera honesto conmigo. —Pidió un poco nervioso.
—Hasta hace unos días no estaba dentro de mis planes ingresar al Cortejo Real.
Su sonrisa decayó por un momento y solo por un momento, levantando aquellas comisuras y fingiendo no sentirse sorprendido e intrigado ante el público presente.
—Pero se ha inscrito y puedo decir que me parece uno de los candidatos más comprometedores. —Habló, tratando de ocultar el estupor en el que se encontraba.
—Inchon es mi manada y como tal debo protegerla, si eso significa encontrarme aquí en medio de una competencia no tengo mucho que decir.
—¿Preferiría desertar?
—Es mi obligación como futuro líder aceptar estar aquí, sentirme dichoso y agradecer a la madre Luna que usted me considere un buen prospecto, pero si se tratase de una elección no me encontraría frente a usted, mucho menos inscrito en una competencia en la cual no he deseado participar en ningún momento
—¿Es siempre tan honesto? —Preguntó con tranquilidad, transmitiendo a aquel alfa que podía sincerarse. Quizá, por primera vez.
—En realidad no, suelo verme en situaciones donde mi buen juicio y moral se ven aplicadas de distintas maneras, pero tratando de mi vida personal realmente desconozco el como manejarla.
—Me parece que usted sabe como guiarla, simplemente debe dejar de pensar y comenzar a actuar un poco.
—¿Podría pedirle que no me bese? Mi padre desea que yo conquiste su corazón pero me encuentro realmente perdido por una persona que no se encuentra presente en la habitación.
—Debo negarme. —Cerró sus ojos por un par de segundos y suspiró, dispuesto a dirigir su mirada hacia los ojos de él Alfa. —Usted permanecerá en la segunda etapa, demostrará de lo que es capaz con solo proponérselo ante su padre, se volverá Líder Alfa y es ahí cuando usted decidirá con quien unir su vida.
Namjoon no logró decir palabra, escuchando los aplausos que se formaron al percatarse de la rapidez con la que él Omega Luna había besado su delgada mejilla.
Sonrió, debía mostrarse agradecido, y es así como estaba al comprender la razones por las cuales aquel chico rubio había rechazado su petición.
Yui-Chan. ❤️
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