Son casi las tres de la mañana y estoy despierto. Camille duerme tranquilamente a mi lado, después de la noche de amor que tuvimos. Estoy seguro que debe estar muy cansada, sonreí mientras la veo dormir y es tan hermosa que no puedo creer que ésta mujer maravillosa me haya elegido.
—Si sigues mirándome no podré dormir, cariño. —afirmó sonriendo con los ojos aún cerrados, me acerqué a ella.
—No puedo dejar de mirarte porque eres hermosa, mi amor. —empecé a besar su cuello mientras acaricio su cuerpo desnudo.
—Mmm, cariño necesito descansar. —añadió acariciando mi cabello.
—Je t'aime mon amour, je te veux tellement. —hablé en francés sabiendo que es su punto débil.
—No sé qué fue lo último que dijiste, pero la respuesta es sí. Si continúas hablando en francés, te aseguro que no dormiremos en absoluto esta noche. —bromeó mirándome con sus hermosos ojos azules que me enamoran desde la primera vez que los vi.
—Lo que tú digas, mi amor, yo puedo hacerte el amor toda la noche. —afirmé besando sus pechos.
—Cariño, si no duermo, mañana tendré un día terrible y Ella tiene un concierto.
—Está bien, hermosa. Ven aqui, vamos a dormir. —la abracé y pronto los dos nos quedamos dormidos.
(************)
Me desperté y Camille no estaba a mi lado. La busqué, pero no está en ningún lado, me asusté un poco hasta que la vi cruzar la puerta de mi habitación con una de mis camisetas de la selección francesa, trae una bandeja con lo que parece ser el desayuno.
—¡Buenos días, dormilón! —me saludó dejando la bandeja sobre la cama. Yo aproveché ese momento, para tomarla de la cintura y acostarla en la cama, justo debajo de mí.
—¡Eres la mujer más sexy del mundo y mi camiseta te queda más que bien, mi amor!
—¡Me gusta más cómo te ves tú con ella! —respondió riendo y acariciando suavemente mi mejilla.
—Gabriel, tengo que... —no la dejé terminar.
—No te vayas, quédate conmigo, por favor. —demandé mirándola a los ojos.
—Amor, no puedo hacer eso porque tengo un compromiso con Ella.
—Estoy seguro de que lo entenderá. Camille, por favor quédate conmigo. —ella se levantó de la cama e inmediatamente sentí su lejanía.
—No puedo, mi amor. Yo debo terminar esta gira, pero después de eso, hablaré con Ella ¿de acuerdo?
—Está bien. —respondí seriamente.
Ella vino a sentarse en mis piernas haciendo masajes en mi cabello, sus manos son mágicas y juro por Dios que si me pidiera la luna, yo buscaría una nave espacial ahora mismo.
—No te enojes conmigo, mi amor. Yo te amo muchísimo.
—Quiero que te quedes conmigo porque quiero hacerte feliz.
—¿Podemos probar el desayuno que preparé? —preguntó intentando cambiar de tema.
—Por supuesto que sí. —respondí dejándolo por ahora. Sin embargo, tengo mucho miedo de que nuestro amor no sea suficiente para superar la distancia.
Me desperté con la mujer más hermosa que he visto en mis brazos.
Su hermoso cabello color miel cae como una cascada y su rostro se ve tan tranquilo, que no puedo describir con palabras cuánto la amo.
En este momento soy absolutamente feliz, aunque hay algo que me preocupa, la distancia.
Tenemos que hacer que esto funcione aunque tengamos períodos de tiempo separados.
Su voz me sacó de mis pensamientos.
—Buenos días, amor. —sonrió y mirándome.
—Buenos días, preciosa ¿cómo has dormido?
—Dormí maravillosamente. Anoche fue la mejor noche que he tenido en años. —ella me besó en los labios e intentó levantarse de la cama, pero no la dejé.
—No me dejes mi amor, por favor. —la hice volver a la cama.
—Amor, me encantaría quedarme aquí contigo, pero tengo que volver al hotel porque daré un concierto esta noche, desearía que estuvieras en el show esta noche.
—Me encantaría estar allí y en todos los espectáculos que des. Eres maravillosa en el escenario y tus canciones son hermosas.
—Lo son porque las inspiraste tú. —confesó mirándome avergonzada.
—¿Las escribiste para mí? —tomé su rostro entre mis manos con emoción y ella sonrió, tocando mi mejilla con una de sus manos.
—Casi todas son para ti. Esa era la única forma en que tenía que decirle al mundo que aún te amo. —la besé tiernamente.
—Te amo, futura Sra. Gautier. —su sonrisa es la más hermosa que he visto.
—Yo te amo más, pero realmente tengo que volver al hotel. —la sonrisa se borró de mi rostro y honestamente no quiero dejarla ir.
—Está bien, desayunemos y luego te llevaré al hotel. —afirmé saliendo de la cama, ella me abrazó fuertemente.
—Créeme que lo último que quiero hacer, es irme. Sin embargo, debo dar un concierto esta noche. Además, tenemos que pensar que muchas veces estaremos separados por mi trabajo y el tuyo. Pero dijiste que querías intentarlo.
—Por supuesto que quiero intentarlo, quiero una vida contigo y eso no está en discusión. Es solo que te acabo de recuperar y ahora tengo que dejarte ir.
—Solo iré a mi hotel, tú podrías venir conmigo y te esconderé en mi habitación, así estaremos juntos todo el día. —exclamó riéndose y yo me reí con ella.
—Me encantaría pasar el día contigo encerrado en tu habitación y de hecho es una oferta bastante tentadora, pero sabes que no podemos hacer eso. Iré al show por la noche y luego vendrás conmigo aquí ¿está bien ?
—Yo voy contigo hasta el fin del mundo.
Nos dimos una ducha un poco larga, ya que no podemos quitarnos las manos de encima. No me culpen, Ella es hermosa y no puedo evitar desearla.
Ahora estamos desayunando juntos y esto es como un sueño. Su celular sonó y se puso nerviosa porque es Camille diciéndole que ya es hora de ir al hotel.
—Amor, me voy a cambiar de ropa. —anunció y la verdad es que a mí me parece que se ve hermosa con mi camisa de ayer.
—Me encanta cómo te queda esta camisa, eres tan sexy. —declaré tomándola por la cintura y me besó de nuevo. Es simplemente imposible para los dos mantenernos alejados el uno del otro.
Muy pronto caminamos besándonos hacia el sofá de la sala e hicimos el amor allí nuevamente.
—Adrien, si no me voy ahora, nunca me iré de aquí. —suspiró casi sin aliento por el poderoso orgasmo que acabamos de experimentar.
—Sí, tienes razón. Vamos cariño.
Paul
Tomé el teléfono y marqué el número de mi sobrina.
—Hola, tío Paul.
—Rachel, ¿cómo te fue con Adrien? —pregunté en serio.
—¡Muy mal! Tío, Adrien regresó con Ella ¿Puedes creerlo?
—¡Mierda! ¿Por qué dejaste que eso pasara? ¡Te dije que no puede volver a estar con Ella!
—No pude hacer nada, ellos se vieron en el cumpleaños de Joe y todo sucedió allí.
—Escúchame bien, Rachel, Ella se irá mañana porque debe continuar su gira y Adrien no podrá seguirla porque tiene que completar su entrenamiento y sus partidos. Yo me encargaré de que su separación sea muy larga y que el equipo de trabajo de ella se dé cuenta de que «no es bueno para su carrera que ella tenga un novio futbolista con una reputación de mujeriego»
—¿Qué? Pero Adrien no es un mujeriego.
—Lo será muy pronto y todos lo verán en la prensa. Todo lo que necesito de ti es que hagas exactamente lo que te diga, esa relación no durará mucho porque nosotros nos encargaremos de eso.
—Está bien, esta vez haré todo lo que me digas. Odio tanto a esa mujer que estoy dispuesta a hacer lo imposible para separarla de Adrien.
—Te llamaré más tarde, me ocuparé de algunas cosas y no apagues tu celular.
Colgué el teléfono y seguí pensando que Ella es la última persona con la que Adrien debería estar, esa chica me ayudará a ganar mucho dinero cuando me acerque a su productor.
Llegamos al hotel y Gabriel insistió en salir del auto para acompañarme al lobby. Me tomó de la mano y entramos al enorme hotel.
—Amor, hasta luego. Irás con Adrien al concierto de Ella, ¿verdad? —pregunté abrazándolo.
—Sí hermosa, te llamaré para que nos veas después del concierto.
—Estarán con los invitados de Ella, sus nombres estarán en la puerta del backstage. —informé acariciando suavemente su rostro.
—¡Camille! ¿Dónde diablos estabas? ¿Ella vino contigo? —Tom preguntó de mala manera y sentí cuando Gabriel se puso tenso. Me di vuelta y respondí a mi compañero de trabajo.
—Hola Tom, yo hablé con Max y él sabía que Ella y yo nos quedaríamos a dormir en la casa de su padre.
—¡Pero nadie nos lo dijo! ¡No puedes hacer eso, estamos en medio de una gira, Camille! —levantó la voz y eso terminó haciendo que Gabriel perdiera la paciencia.
—¿Qué pasa contigo? No vuelvas a hablarle así, ¿me oíste? —exclamó mi novio.
—Gabriel cálmate, yo puedo manejarlo. —añadí apretando su mano.
—¿Quién eres tú? —preguntó Tom.
—Soy el novio de Camille y te exijo que la respetes.
—¿Desde cuándo tienes novio, Camille? —Tom me preguntó ignorando por completo a Gabriel.
—Desde hace mucho tiempo, pero eso no es asunto tuyo. Por favor, dame unos minutos y estoy contigo, de hecho Ella ya está en camino y Max lo sabe. —hablé en serio.
Tom me escuchó y se fue, me di vuelta y noté que Gabriel está muy molesto.
—Amor, calma. Yo arreglaré eso. Tom es muy intenso a veces, pero nada serio.
—Camille, ese tonto te levantó la voz ¿quién se cree que es?
—No te preocupes, él siempre es muy amable, aunque muchas gracias por defenderme, me encanta ese lado sobreprotector, lo encuentro muy sexy. —me acerqué y lo besé.
—Camille, ¿te das cuenta de que es la segunda vez que veo que ese imbécil te maltrata?
—Mi amor, en serio te digo que no es una mala persona, por favor no te preocupes.
—¿Cómo no voy a preocuparme si mañana te vas a ir con ese tonto? —me tomó por la cintura y unimos nuestras frentes, luego nos quedamos en silencio por unos segundos. —te amo, Camille.
—Yo también te amo, Gabriel. Ahora me tengo que ir y te veré luego ¿ok?
—¿Esta noche te quedarás conmigo?
—Sí, por supuesto. —nos besamos y él se fue.
Yo me quedé unos segundos allí, soñando despierta y con una sonrisa tonta en la cara.
Aunque hay algo que me preocupa, la distancia.
Necesitamos que esta relación funcione porque lo amo tanto que no podría soportar estar sin él.
Llegamos al hotel y Adrien tuvo que poner el auto en el estacionamiento subterráneo del hotel.
Camille me está esperando en el elevador que me llevará directamente a mi habitación.
Salimos del auto y Adrien me tomó de la mano acercándose a donde está parada Camille, creo que finalmente se encontrarán.
—Elly, tenemos que subir ahora, Tom es muy intenso y realmente no quiero aguantarlo. —mi amiga habló muy rápido.
—Camille, quiero que conozcas a Adrien. Amor, ella es Camille, mi hermana.
—¡Mucho gusto, Adrien! ¡Es genial conocerte al fin! —ella extendió su mano sonriendo y él se sorprendió al principio, sin embargo luego le estrechó la mano. Sé que no es fácil para él, porque Jorge es su mejor amigo.
—Hola Camille, es un placer conocerte al fin, escuché mucho sobre ti. —afirmó Adrien y mi amiga se puso un poco tensa.
—Espero que lo que hayas escuchado sea bueno aunque tengo mis dudas. Bueno Elly, te daré unos minutos para despedirte, hasta luego Adrien.
—Hasta pronto, Camille.
—Amor, te veré luego ¿de acuerdo? Mi papá, Gabriel y tú vendrán como mis invitados, todo está listo.
—Está bien, hermosa, ahí estaremos. Te amo Ella. —me tomó de la cintura acercándose a su cuerpo.
—Yo también te amo, Adrien. —lo abracé y nos besamos apasionadamente, tuvimos que parar por falta de aire.
—¿Estás seguro de que no quieres subir? —bromeé y él sonrió.
—Esa propuesta es demasiado tentadora mi amor, pero tienes cosas que hacer y no quiero interrumpir. Aunque luego, te quiero solo para mí en casa, ¿de acuerdo?
—Claro que sí, amor. ¡Te quiero, nos vemos más tarde!
—¡Te amo, preciosa! Se metió en su auto y se fue, entré en el elevador con Camille y ella se echó a reír.
—¿Qué es tan gracioso? —pregunté divertida.
—Elly ¡brillas! Realmente, estás brillando y tengo dos opciones: te estás convirtiendo en un vampiro o tuviste mucho sexo anoche. Jajaja creo que es la segunda, ¿verdad?
—Jajaja muy graciosa, ¿y tú? ¡Me sorprende que puedas caminar! Jajaja.
Nos abrazamos y hablamos sobre nuestra felicidad, todo el dolor que sufrimos valió la pena por la felicidad que estamos viviendo ahora.
(************)
Estoy en mi camerino, me faltan unos minutos para subir al escenario y esta vez es diferente porque él está aquí y finalmente puedo cantar sin tener un nudo en la garganta.
—¡Elly, ya es hora, vámonos! —Camille me llamó.
—Claro. —respondí saliendo del camerino.
—¡Vamos, Ella! ¡Serás un éxito otra vez! —afirmó Tom.
Subí al escenario y nuevamente, el estadio está lleno. Mi corazón late a mil por hora mientras las notas de mi primera canción comienzan a sonar.
Finalmente siento que estoy completa. Sé que no será fácil, pero Adrien y yo haremos que nuestra relación funcione a pesar de todo y de todos, porque nos amamos mucho y eso es lo único que importa.
FIN
¡Hola a todos!
Bueno, este es el último capítulo del primer libro de The Hardest day.
Estoy feliz por la respuesta que ha tenido esta novela y quiero agradecerles por todas las lecturas, votos y comentarios.
Espero que se queden conmigo durante el segundo libro y me dejen sus comentarios sobre lo que piensan del primero.
No se olviden de votar.
Muchas gracias y nos vemos en el segundo libro, vayan ahora a leer «The hardest night»
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro