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Capítulo 6

—Tae, esté es Min Jungkook, tu nuevo guardaespaldas y jefe de seguridad —Taehyung escuchó las palabras de Jimin, pero por alguna razón su cerebro no estaba funcionando adecuadamente, por unos segundos no sabía cómo la gente se comunicaba. Un genio como él, incapacitado de articular.

Negando con el rostro, ignoró la mano que el pelinegro le ofrecía, dirigiéndose directamente a Jimin:— Creí haber dejado en claro que no quería seguridad.

—Pues te aguantas —le contestó su mejor amigo sin dar espacio a objeciones —se ha decidido que la necesitas.

—¿Tú y quién más?

—La junta de accionistas y tu padre— Taehyung no pudo evitar reír a carcajadas. ¿Desde cuando esas personas se preocupaban por su bienestar? Eran un montón de hipócritas—. Así que compórtate y acata las indicaciones del señor Min.

—Haz lo que quieras —dijo completamente enojado, dió la vuelta y salió de la habitación. Esquivó a su asistente, que escuchaba la conversación desde fuera. Taehyung escuchó como Jungkook le decía a Jimin que él se encargaría de todo de ahora en adelante y que no se preocupara, así que solo siguió caminando hasta su oficina con un hombre caminando detrás de él.

—¡Eres! —gritó Taehyung al ver que Jungkook entraba y cerraba la puerta, pero se detuvo por un segundo para respirar y calmarse, caminó hasta su escritorio sintiéndose más seguro con los muebles distanciando al pelinegro— ¿Quien eres? y ¿Qué quieres?

—Solamente un guardia que procura su seguridad señor Kim.

—Claro... no me lo creo.

Jungkook no contestó nada, sólo sostuvo su mirada mientras se analizaban de una forma completamente descarada. Manteniendo una tensión en el ambiente el tiempo que a Taehyung le tomó retomar el control de sus emociones y creando un plan rápido. Aceptaría vivir con el enemigo pero eso no quiere decir que se lo iba a hacer fácil, una sonrisa se empezó a formar en su rostro.

—Dime Min Jungkook —dudaba que ese fuera su nombre verdadero— ¿Cómo llegaste hasta mi auto la otra noche?

—Solo iba pasando por el lugar y vi movimientos sospechosos, actué sin pensar, como mi trabajo exige —contestó sin un ápice de duda.

—Y vas por ahí, metiéndote en coches ajenos sólo por una sospecha.

—Tenía la certeza de que algo pasaría y pasó. Gracias a mi se encuentra aquí —dijo de forma obvia. Taehyung no le iba a volver a agradecer si eso era lo que buscaba.

—¿Y cómo sé que no estás involucrado con las personas que me dispararon? —intentó razonar desde otro punto—. Se volvería un empleo seguro, ¿no? Trabajas para una empresa de seguridad, casualmente me intentan secuestrar y apareces por arte magia. Sospechoso, ¿no crees? además de ilegal.

—Le aseguro que no es así —no le creía, y no confiaba en lo absoluto.

—Jimin no sabe los detalles de ese día y espero siga así —dio por terminado el tema—. Quiero que te quede claro una cosa, a partir de este momento vas a trabajar para mí y solo para mí. Si te vas a encargar de mi seguridad no debes acatar las órdenes de nadie más —Taehyung sospechaba que no sería así, pero se sentía mejor al expresarlo, eran unas bonitas palabras que le gustaría creer con todo su ser.

—Sí señor. Y yo le pido que siga mis indicaciones cuando de su seguridad se trate.

—No me digas señor, es molesto. Lo consideraré... —se sentó en su silla y subió los pies en su escritorio, adoptando su habitual modo despreocupado —dime... Min Jungkook... JK —probó con sus labios esas letras que le había dicho con anterioridad, agregando un acento estadounidense, de los dos nombres seguro el segundo era el más real —¿Cuánto tiempo llevas en esto?

—7 años.

—Vaya... —asintió con la cabeza, a lo que el azabache frunció el ceño— interesante. ¿A qué edad empezaste? Te ves muy joven.

—A los 19, usted también se ve joven.

—No es un insultó, ni un halago —aclaró Taehyung, entonces se giró un poco sobre su silla estirándose en una extraña posición con los pies y brazos elevados. Buscó en los cajones que tenía a un lado, hasta encontrar una pelota de hule verde— solo es un hecho.

Recuperó su posición cómoda y lanzó la pelota contra la pared de un lado de su escritorio, jugando a lanzarla y atraparla. Vió de reojo como después de un rato Jungkook se sentó en uno de sus sillones, viendo su oficina con descaro.

—¿Vas a estar todo el día conmigo? —preguntó Taehyung.

—Esa es la idea.

—Que aburrido —se volvió a concentrar en lanzar la pelota

—¿Por qué no hay cámaras de seguridad? —preguntó Jungkook. Las cámaras eran un elemento muy básico de seguridad para un edificio como ese, pero no había visto ninguna desde que subió a ese piso. Pero el que no sean visibles no significaba que no existieran, ambos lo sabían.

—Me gusta mi privacidad —contestó con simpleza Taehyung y preguntó: —¿También de noche?.

—¿Qué?

—¿También vas a estar conmigo de noche?

—No conmigo, otras personas van a rotar turnos.

—No quiero.

—¿Disculpe?

—No quiero —repitió viéndolo y deteniendo su juego para hacer énfasis—quiero que seas tú. Solo tú, no aceptaré a nadie más cerca de mi.

—No va a ser posible, el contrato-

—Le pediré a Yong Sun que arregle el contrato —Taehyung lo interrumpió—. Solo tú JK y nadie más. Es más, hagámoslo ahora mismo.

Taehyung se levantó y caminó hasta el cubículo de su asistente, seguido por Jungkook. Yong Sun estaba sentada en su escritorio con unos papeles entre las manos, los cuales parecía hojear rápidamente.

—¿Qué es ésto? —se lo quitó con habilidad, dándose cuenta que era el contrato con la empresa de seguridad— ¡Que hermosa casualidad! Era lo que estaba buscando —pasó las hojas mientras leía con rapidez todo su contenido. —Hoy tiene que ser mi día más afortunado, mira Jungkook, eres el que firma como representante y son los dos originales.

Entonces tomó las últimas hojas, donde se encontraban las firmas, arrancándolas de las demás y las hizo pedazos. Sonrió con mayor entusiasmo por la forma en que Yong Sun lo veía horrorizado, podía sentir su pánico, sorpresa y por un pequeño segundo un poco de odio.. Se inclinó hasta tomar un lapicero del escritorio y empezó a tachar todo aquello que no le gustaba.

—Veamos Jungkook, eres el jefe de seguridad pero serás el único que se puede acercar a mí, puedes usar los recursos que desees. Como te mencione, me respondes a mí y solo a mí. Si quieres tenerme vigilado 24/7 tendrás que vivir conmigo. El contrato termina cuando desees, simplemente renuncia, sin amonestación alguna —volteó a verlo, pestañeando coquetamente hacia él. Le estaba dando una salida fácil, porque su trabajo no lo iba a ser—. Todo lo demás se mantiene igual, excepto el salario, puedes elegir la cantidad que desees —entonces le pasó las hojas y la pluma, señalándole el lugar donde debía escribir.

—La cantidad antes acordada está bien.

—¿Seguro? Te he dado más trabajo —el pelinegro asintió sin ninguna duda, así que Taehyung solo se encogió de hombros y tomó los papeles de nuevo, entregandolos a su asistente— vuelve a transcribir todo como lo puse, en cuanto lo termines lo firmaremos. Le puedes avisar a Jimin que yo me encargo de mi propia seguridad.

—Sí señor —contestó Yong Sun desorientada, no estaba acostumbrada a que el director Kim le diera indicaciones, solo conocía su lado coqueto y juguetón que podía llegar a ser incluso fastidioso.

—Y una última cosa —dijo Taehyung tomando una hoja de notas en la que escribió "Curriculum y antecedentes de Min Jungkook", y se la pasó junto con la pluma— mandame a mi correo esto.

El resto del día se la pasarón en la oficina, empezando el trabajo que tendría por delante, Taehyung fingiendo que hacía cosas importantes e ideando planes en su mente de como ser increíblemente fastidioso, mientras Jungkook lo veía desde el sillón con una gran calma sorprendete para alguien de su edad.

Después de unas horas en las que compartieron un incómodo silencio, Yong Sun los interrumpió con las nuevas copias del contrato con las modificaciones anteriormente marcadas, y donde el contratante era Kim Taehyung directamente y no la compañía como estaba establecido.

Al cumplir su hora de trabajo y siguiendo la misma rutina que se había establecido fueron a comer a un restaurante, o más bien el joven director comió mientras era observado desde una esquina a su lado, debido a que no le permitió sentarse a acompañarlo y lo hizo manejar de regreso a su apartamento, solo dirigiendole unas cuantas palabras.

—Hay una habitación vacía ahí —dijo el castaño al entrar a la sala principal de su casa, mientras apuntaba a una puerta a la izquierda, justo después de un ventanal y enfrente de la cocina— puedes usarla, ya conoces la contraseña del apartamento, aunque no me has dicho cómo la obtuviste. Voy a dormir, haz lo que tengas que hacer para instalarte. —Así desapareció por la puerta a su derecha, dejándose caer contra su cama, pero unos segundos después recordó algo más, así que levantándose con reticencia volvió sobre sus pasos, encontrando a Jungkook viendo por el gran ventanal de su sala. —Otra cosa, sé que necesitas accesos a la seguridad y demás, hazme una lista de todo lo que tengas que hacer así como cualquier cosa que necesites, mañana lo haremos todo.

Taehyung volvió a su habitación desvaneciendose en cuestión de minutos sin preocuparse por nada, ni nadie. Mientras Jungkook veía la ciudad, para luego salir del departamento dirigiéndose hasta la recepción donde se encontraba Mark con varias maletas esperando por él, al verlo recogió todo mientras se caminaban hacia los encargados de la seguridad del edificio para presentarse formalmente y solicitarles acceso a su sistemas en caso de ser necesario. Dieron una inspección rápida al complejo y volvieron hasta el departamento en el que a partir de ahora se alojaría.

—Que bonita es la vida de rico —dijo Mark dejando las maletas de Jungkook junto al sillón y dando vueltas a su alrededor viendo todo— este lugar es enorme, ¡Mira, se ve el río Han! —señaló hacía fuera del ventanal mientras se recargaba emocionado para después ir a la cocina y volver— ¿Cuántas habitaciones tiene?

—No estoy seguro —le contestó tomando las maletas.

—¡Quiero explorar! —gritó Mark saltando a su alrededor.

—Primero lo importante.

—El reconocimiento del terreno es importante.

—Mark —dijo en forma de advertencia, entrando a la habitación señalada como suya, era simple con una cama y un buró, en las paredes había unos cuantos cuadros como en el resto de la casa, se notaba el estilo de Taehyung en todo, aventó sus cosas sobre la cama y se sentó mientras le marcaba a Eunwoo, viendo como Mark cerraba la puerta de la habitación.

—¿Novedades? —preguntó poniendo su teléfono en altavoz para que el pelirrojo escuchara mientras revisaba el cuarto en busca de micrófonos, cámaras o cualquier otro objeto que no debería de estar.

—Nada nuevo sobre el ataque pero encontré algo extraño. Taemin desapareció.

—¿Quién es ese? —interrumpió Mark.

—El dueño del lugar donde el objetivo se encontraba justo antes del ataque, es el propietario de toda la cuadra. Anunció en sus redes que se iba a tomar un descanso y oficialmente está de vacaciones, pero no hay nada.

—¿Y cuál es la novedad? —siguió el pelirrojo —cosas comunes de ricos.

—No, Pooh, esto no tiene nada de común. No hay "nada", absolutamente nada, no hay boletos de viaje, hoteles, ni ningún tipo de cargo a sus tarjetas que pueda delatar en donde se encuentra, simplemente un día salió de su casa y desapareció, ni siquiera fui capaz de darle seguimiento por cámaras o su celular. Todo lleva a un punto muerto, es como si se hubiera esfumado, no es rastreable de ninguna forma, no por mí.

—¿Crees que esté involucrado? —volvió a preguntar pero esta vez, dirigiéndose a Jungkook.

—Probablemente. 

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Hola, ha pasado mucho tiempo...

Perdón por desaparecer. Espero empezar a subir capítulos.

Gracias por leer.  

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