14: I am become death
━━━━ CAPÍTULO 14: me he convertido en la muerte
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AHORA VARIOS DE LOS chicos, entre ellos Thalía, habían decidido ir al lugar en el que se había estrellado la nave Éxodo. La abogada miraba las partes de los cuerpos replegados por el suelo, causándole un gran malestar en el estómago.
Sentía constantemente la pesada mirada de Bellamy sobre ella. Sabía que el chico quería hablar sobre lo que había sucedido ayer, pero la rubia no se sentía preparada ni tan siquiera para mirarle a la cara.
—Clarke no debería verlo. —habló Finn mirando a la chica con preocupación.
—Su madre iba en esa nave, busca respuestas. —le dijo Raven— ¿Quieres ayudarla? Busca la caja negra, discos duros,... Algo que explique por qué se ha estrellado.
—Atentos, habrá represalias de los terrestres por lo que ha pasado en el puente. —avisó el pelinegro— Es cuestión de tiempo.
—¿Y les culpas? —preguntó el caminante con incredulidad.
—No, pero a ti, sí.
—Si no hubierais traído armas-
—Sin esas armas nos habrían matado a todos. —le interrumpió la mecánica.
—Me encanta que ahora todos os creéis psíquicos. —murmuró Lía con gracia.
—Ya no importa quién ha provocado a quién. Tenemos que estar listos para cuando vengan. Ahora estamos solos. —finalizó el pecoso.
Clarke vio un líquido rosa gotear de una de las partes de la nave y se llevó la mano a la nariz con repugnancia. Raven la miró y la llamó preocupada —¡Clarke! ¡Alto! —corrió hacia ella.
—¿Es combustible? —preguntó la chica.
—Hidracina. —contestó la morena— Es muy volátil en estados no sólidos. Si la toca el fuego, podemos despedirnos. —dijo mientras mojaba una pequeña piedra en el líquido rosa— ¡Todos ha cubierto! —ordenó antes de lanzar la piedra al fuego, provocando una gran explosión— Hay que evacuar la zona.
—De acuerdo. ¡Moveos en formación, que nadie se quede atrás! ¡Armas en mano! ¡Hay que llegar antes de que oscurezca! —gritó el Blake.
Volvieron al campamento en completo silencio. Bellamy se acercó a Thalía y simplemente se quedó a su lado, sin saber bien que decir. Quería saber que significaba lo que había pasado ayer, pero otra parte de él le decía que no le gustaría saber la respuesta. Al final se decidió por no decirle nada, cosa que su exnovia agradeció enormemente.
Llegaron al campamento, siendo recibidos por un alterado chico. Lo que dijo a continuación hizo que el corazón de Lía diese un vuelco de alegría y sorpresa —Murphy ha vuelto.
La rubia no tardó ni medio segundo en correr hacia el transbordador, seguida de el Blake y todos los demás. Cuando entró, sintió su corazón quebrarse. La cara de John estaba casi irreconocible por la cantidad de sangre y heridas que había en ella. Su hermano estaba apoyado en una de las paredes y respiraba con tanta dificultad y de manera tan irregular que parecía que estaba muerto.
—Todos fuera menos Conor y Derek. —ordenó el pelinegro— ¡Ya!
—Dice que estaba con los terrestres.
—Intentaba colarse en el campamento.
—No me colaba, huía de los terrestres. —murmuró John con dificultad.
—¿Alguien ha visto a alguno? —preguntó Bellamy y los dos delincuentes negaron— En ese caso... —respondió levantando su arma y apuntando a Murphy.
Thalía se puso frente a su exnovio con la decepción y el enfado impregnados en sus ojos mientras Finn bajaba el arma —¿A ti qué te pasa? —le preguntó el castaño con incredulidad.
—Dejamos claro lo que pasaría si volvía.
—¡No! Si ha estado con los terrestres, sabe cosas que pueden sernos útiles.
—¿Útiles? —preguntó el Blake con ironía— Lo colgamos, lo desterramos y ahora vamos a matarle. Quitaros de en medio.
La rubia no le hizo caso, sino que acercó su cabeza al cañón del rifle y se apoyó contra este, manteniendo el contacto visual con Bellamy —Dispara. Si quieres matar a mi hermano, también tendrás que matarme a mí.
—Es suficiente. —habló Clarke acercándose a John— Finn tiene razón.
—¡Y un cuerno! Clarke, piensa en Charlotte.
—Maldita niñata de las narices... —masculló la abogada.
—Estoy pensando en ella. Lo que le pasó fue tanto culpa nuestra como suya. No miente, le han arrancado las uñas. —dijo mirando las manos del chico— Le han torturado.
—Tenéis las mismas aficiones. —le dijo Finn al pelinegro, causando la risa de Lía.
—Ellos saben que estamos en guerra. ¿Qué les has contado?
—Lo que sabía. —contestó Murphy.
—Cuando se recupere, veremos que nos cuenta, y se marchará, ¿entendido? —le dijo Griffin al Blake.
—¿Y si se niega a irse? —le preguntó él— ¿Qué hacemos con él?
—Lo matamos. —respondió Clarke saliendo del transbordador seguida de Bellamy.
Thalía se levantó con furia y agarró un cuchillo que vio en una mesa que había dentro del transbordador. Estaba a punto de salir cuando Finn la frenó, agarrándola de la muñeca —¿Qué vas a hacer? —pero la chica no contestó, se soltó de su agarre y salió del transbordador.
Se acercó a Bellamy y a Clarke y los agarró ambos de sus chaquetas, prácticamente arrastrándolos hasta las afueras del campamento. Cuando llegaron, los estampó a ambos contra un de los árboles más cercanos y puso el cuchillo en el cuello de la rubia, haciendo algo de presión y causando que un punto de sangre apareciese.
—Como tan sólo os vea acercándoos a mi hermano, os mato a los dos. —amenazó, sintiendo como ambos temblaban por el miedo— Porque yo puedo ser muy dulce y todo lo que vosotros queráis, pero como os metáis con mi familia, hasta el mismísimo diablo se queda corto comparado conmigo. —y los soltó a los dos para luego volver al campamento, sintiendo la penetrante mirada de alguien desde las sombras.
La rubia entró en la tienda en la que se encontraba Raven, quien la recibió con una sonrisa —¿Ya has hablado con tu hermano?
—Todavía no. —suspiró pesadamente— Bellamy les ha dado orden a Conor y a Derek de prohibirme el paso. Es un imbécil.
—¡Por fin te has dado cuenta, amiga! Me dolía verte sufriendo por ese tío. —se burló, recibiendo un zape por parte de la abogada.
—Oye, que yo nunca he ofendido a Finn.
Ambas rieron, pero sus risas disiparon al ver entrar a Clarke. La rubia evitaba la mirada de Thalía mientras ella la miraba con odio. La verdad es que no la odiaba, pero sí que odiaba su comportamiento. Odiaba como trataba a su hermano como si fuese escoria. Si bien John tampoco había tenido el mejor de los comportamientos, la abogada creía que esa no eran maneras de tratar a nadie.
"Igual la extraña soy yo..."
—Lo siento, creía que no había nadie. —se disculpó Griffin.
—¿Estás bien? —le preguntó la mecánica a la chica.
—Ah, sí. —respondió antes de tratar de volver a irse, pero la voz de la morena la detuvo.
—Sigo sin saber del Arca. —le dijo— Es como si hubieran cortado desde allí. Podrían ser erupciones solares que bloquean la señal.
—Pero no lo crees. —dedujo Clarke.
—Tengo un mal presentimiento.
—Parece que pasa a menudo.
—Clarke, espera. —la detuvo otra vez— Siento lo de tu madre. —Thalía ya no escuchaba la conversación, sino que se llevó las manos a la cara al sentir un líquido caliente y espeso bajar por sus ojos. Tocó el líquido y se asusto al ver el color rojizo de la sangre manchando sus dedos— Dios mío. —dijo Raven mirando a las dos rubias— Lía, Clarke, os sangran los ojos.
Griffin hizo lo mismo que la otra chica y miró con confusión la sangre.
—¡Clarke! —escucharon que decía alguien fuera de la tienda— ¿Dónde está Clarke?
Lía se levantó y salió junto a la otra rubia de la tienda. Vieron como un chico de piel morena llamado Conor sangraba por la nariz mientras repetía el nombre de la hija de Abby.
—¿Conor?
—No puedo parar... —dijo el chico con dificultad.
—¡Clarke, Thalía! —las llamó Raven detrás de ellas, mirando a su mejor amiga con preocupación y dándoles un trapo para que se limpiaran la sangre— ¿Qué pasa aquí?
Escucharon gritos de los demás delincuentes y vieron como otro chico del campamento empezaba a sangrar incontrolablemente. La cara de Clarke demostró sorpresa de un momento a otro, como si hubiese averiguado que es lo que le estaba pasando a esa personas.
—Raven —la llamó—, aléjate de nosotros.
—¿Qué?
—Son los que trajeron a Murphy. —informó antes de salir corriendo al transbordador seguida de la abogada. Cuando entraron, vieron a John con su mano en su estómago mientras vomitaba sangre. Lía, sin preocuparle si se enfermaba más, se acercó a su hermano con preocupación.
—Murphy, oye, mírame. —le ordenó Clarke agachándose frente a él— Tienes que decirme exactamente cómo escapaste de los terrestres. ¿Qué pasó?
—Me desperté. Habían olvidado cerrar mi jaula. No había nadie y me largué. —contestó él mientras su hermana le acariciaba el pelo tratando de darle algo de calma.
—Te soltaron. —concluyó la abogada.
Bellamy entró por la puerta del transbordador y miró a su exnovia, haciendo que la preocupación se impregnada en sus ojos. El chico trató de acercarse a ella, pero Griffin lo frenó antes de que pudiese acercarse más —Bellamy, atrás.
—¿Os ha hecho algo? —les preguntó a ambas rubias, las cuales negaron— ¿Qué diablos es esto?
—Guerra biológica. —contestó la princesa.
—Esperabas represalias de los terrestres por lo del puente y es esto. —continuó la abogada— John es el arma.
—¿Está es tu venganza? ¿Ayudar a los terrestres a matarnos? —le preguntó el pelinegro al hermano de su exnovia.
—No sabía nada de esto, ¿vale? Lo juro. —respondió mientras su hermana limpiaba sus heridas.
—¡Deja de mentir! —gritó— ¿Cuándo vendrán?
—Bellamy, ya basta. —lo detuvo Thalía.
—Murphy, ¿puedes decirnos algo útil? —cuestionó la otra rubia— ¿Pudiste oír algo?
—Son sanguinarios, y crueles...
—¿Quieres que te enseñe crueldades? —le preguntó el pecoso acercándose amenazante.
—Eh, no. Sea lo que sea esto, se transmite por contacto.
—Como te vuelvas a acercar a mi hermano te prometo que te rajo el cuello. —le dijo su exnovia al Blake.
—Clarke. —la llamó Finn entrando al transbordador y mirándola con preocupación.
—Finn, no debes entrar aquí. Que no entre nadie.
—Dicen que estás mal. Clarke, ¿qué es esto?
—No lo sé. Algún tipo de fiebre con hemorragia. Ha y que contenerla antes de que-
La chica no pudo continuar ya que uno de los infectados acababa de empezar a temblar y a vomitar sangre seguidamente.
—¿Qué demonios les pasa? —preguntó Bellamy.
—No lo sé. —respondió Clarke, viendo como el chico no paraba de vomitar sangre hasta que simplemente cayó al suelo. La rubia se agachó a su lado y le tomó el pulso para luego ver a los demás con preocupación— Está muerto.
Thalía abrazó a su hermano con preocupación, temiendo perderlo. No quería perderle. No otra vez.
—Toma —le dijo Clarke a Finn—, alcohol. Trae la mano.
—¿Qué hacemos? —preguntó el caminante.
—Cuarentena. —contestó Lía sin separarse de John— Reúne a todos los que hayan tocado a John y tráelos aquí. —Finn asintió y salió del transbordador.
—¿Y todos los que les hayan tocado a ellos? —le preguntó su exnovio.
—Por algo hay que empezar.
—Conor, ¿quién estaba contigo cuando le encontrasteis? —cuestionó Clarke— ¿Quién cargó con él? Piensa.
—La primera en llegar fue Octavia. —tras decir eso, Bellamy salió corriendo del transbordador, ahora no sólo preocupado por la Thalía, sino también por su hermana.
—Lía —la debilitada voz de su hermano llamó su atención—, lo siento.
—No te disculpes, hermanito. —la chica sonrió a medias— Nada de esto es culpa tuya. Lo de Charlotte y lo de Wells tampoco fue culpa tuya.
—Por mi culpa flotaron a papá...
—No, John, claro que no. Nada de eso fue culpa tuya, ¿de acuerdo? Trata de descansar.
—Me enteré que te dio una crisis cuando te enteraste de que me exiliaron. Siento no haber podido estar allí.
—John, para, por favor. Deja de disculparte por todo. Tú no eres el culpable de nada, que te quede muy clarito. Lo único que me importa ahora es que estás a mi lado otra vez, y esta vez, no voy a dejar que nadie te separe de mí, ¿de acuerdo? —el castaño asintió con algo de esfuerzo— Somos los hermanos Murphy contra el mundo, ¿recuerdas?
En ese momento, Octavia entró al transbordador para que Clarke pudiera revisarla. Cuando la pelinegra vio a la chica que consideraba su hermana en ese estado, no pudo evitar acercarse corriendo a ella con preocupación, sin importarle las advertencias de que no lo hiciera que recibía por parte de su hermano y la princesa.
—Lía, ¿estás bien? —inquirió preocupada.
—Estoy bien, Tavia, no te preocupes. —le sonrió— Será mejor que te alejes si no quieres contagiarte.
La ojiverde asintió más calmada y dejó que Clarke se pusiera a revisarla por completo.
—Muy bien, ya está. —dijo Griffin después de un rato— No hay señales de llagas ni de sangrado.
—¿Dices que no lo tiene? —preguntó el pecoso.
—Digo que no tiene síntomas. Sólo por ahora. Tiene que quedarse por si acaso.
—Ni hablar. —se negó el chico— Mira este sitio, enfermará solo por quedarse.
—¿Quieres evitar que se propague o no? La pondré en el nivel 3 con los que aún no muestran síntomas. Así evitaremos que vuelva a salir del recinto.
—Que te den, Clarke.
—Te avisaré si hay cambios. —le dijo al pelinegro ignorando a Octavia. El chico asintió y salió del transbordador, no sin antes dirigirle una mirada de preocupación a su exnovia. La pelinegra estuvo a punto de subir al nivel 3 cuando la voz de la chica Griffin la detuvo —Octavia, espera. Necesito que vuelvas a salir.
Clarke le dijo a la chica que fuese a ver a Lincoln para intentar buscar una cura. La ojiverde asintió y salió del transbordador con precaución, tratando de que su hermano no la viera. Thalía se levantó del suelo con cuidado, tratando de no despertar a John, y miró a la otra rubia con los ojos entrecerrados.
—Sabes que si Bellamy se entera de esto y a Octavia le pasa algo no dudará en matarte, ¿verdad?
—Cuento con ello. —respondió la chica yendo a atender a otros de los enfermos.
Lía suspiró y salió del transbordador para tomar algo de aire fresco. Vio como dos chicos sacaban a otro cadáver del transbordador. Estaban cayendo todos como moscas.
—Muy bien, se acabó la fiesta. Volved a vuestros puestos. —escuchó la voz de su exnovio ordenarles a los demás delincuentes— ¿Tenéis suficiente comida? ¿Y agua? —le preguntó el chico a la rubia.
—Sí, estaría bien tener medicinas.
Bellamy sonrió divertido —Veré que puedo hacer. Octavia, ¿estás bien? —preguntó sin obtener respuesta.
—Bellamy, espera. —lo frenó su exnovia al verle con intenciones de entra de nuevo al transbordador— No está aquí. Clarke la ha enviado a ver a Lincoln. Mira, si hay una cura, la tendrá. No te lo ha dicho porque no la habrías dejado ir.
—Si le pasa algo a mi hermana, ella y yo tendremos problemas. —dijo antes de irse hecho una furia.
—¡Bellamy! —lo llamó, pero el pelinegro no le hizo caso— ¡Bellamy!
El pecoso se acercó hasta unos chicos y vio como uno de ellos estaba sangrando. Luego otra chica escupió sangre. Y así empezó el caos. Todos se apuntaban los unos a los otros, tratando de que nadie los tocase mientras Finn y Bellamy trataban de mantener la calma. La abogada volvió a entrar al transbordador y agarró uno de los rifles para después volver a salir y disparar varias veces al aire, consiguiendo que la atención de todos se centre en ella.
—Esto es justo lo que quieren los terrestres. ¿No lo veis? No tendrán que matarnos si nos matamos entre nosotros. —habló.
—Ni tampoco si cogemos el virus todos. —contraatacó un chico apuntándola— ¡Vuelve al puto transbordador! —el Blake agarró su rifle y le dio un golpe en el cuello, haciendo que dejará de apuntar a su exnovia.
—No es por fastidiar, pero tu cuarentena no funciona.
Pero Lía no lo escuchó. Su mano perdió toda la fuerza que tenía y lo dejó caer al suelo. Su cuerpo estaba demasiado débil como para poder mantenerse de pie, por lo que sintió como su cuerpo empezaba a tambalearse hacia un lado. Estuvo a punto de caer si no hubiese sido por los robustos brazos de Bellamy, quien la cargó al estilo nupcial.
—Suéltame, estoy bien. —le dijo la rubia.
—No lo estás.
—Octavia volverá con la cura.
—¡No existe cura! —dijo la mencionada haciendo acto de presencia— Pero los terrestres no usan el virus para matar.
—¿De verdad? Díselo a esos. —dijo su hermano irónico, señalando a los cadáveres de los chicos— Te advertí acerca de volver a verle.
—¿Sí? Pues yo te traigo otra advertencia. ¡Los terrestres se preparan! ¡Atacarán al amanecer! —la pelinegra vio a Thalía con preocupación— Vamos, hay que llevarla dentro.
Entraron al transbordador con la rubia aún en brazos —¿Qué tengo que hacer para evitar que entres aquí?
—Curarte.
John, al ver a su hermana, se levantó rápidamente de la hamaca para dejarle el sitio a ella —Aquí. Quédate mi sitio.
—¿Qué más te ha dicho Lincoln? —le preguntó Finn a Octavia.
—Que el virus no dura mucho.
—Es verdad, me encuentro mejor. —dijo Murphy apoyado en una de las paredes.
—Tienen que estar hidratados. —dijo la rubia tratando de levantarse, siendo detenida por el pelinegro.
—Y tú la primera. —contestó mientras su hermana le daba a la chica un vaso de agua.
—Ellos también, por favor.
—Vale, yo me encargo. Descansa. —le aseguró la ojiverde.
—Yo te ayudo. —se ofreció el hermano de Thalía.
—Tenéis que salvaros. Marchaos de aquí. Llevaos a los que estén lo bastante sanos. —le pidió con esfuerzo a su exnovio.
—Si crees que existe esa posibilidad, es que no me conoces bien. —se negó Bellamy.
—Te conozco. —dijo antes de empezar a cerrar los ojos, tratando de descansar.
—A este paso cuando, lleguen los terrestres, no quedará nadie para defendernos. —dijo John mirando con preocupación a su hermana.
—Eso pretenden. —habló Octavia.
—Debemos retrasarlos. —dijo Finn teniendo una idea en mente.
❪ ... ❫
Thalía se despertó varias horas después, viendo como cada vez habías más infectados. Se levantó de la hamaca y suspiró con pesadez, tratando de calmarse por unos breves minutos. Aunque su calma no duró mucho al ver como dos adolescentes traían a un infectado Bellamy.
—Bell, no... —murmuró Octavia acercándose a él al igual que Lía— Dejadle espacio, tumbadle. —ordenó.
La peliengra y la rubia los pusieron de lado al ver como vomitaba sangre. La abogada sentía sus ojos picar, sabía que si Bellamy estaba infectado era por su culpa por no haberle retenido lo suficiente.
—Hola, hermano. —le dijo la ojiverde limpiándolo.
—Tengo miedo... —murmuró él con esfuerzo.
—No dejaré que te pase nada, te lo prometo.
—Es lo que te dije el día que naciste.
—Lo sé. Me lo has dicho como mil veces. —respondió ella tratando de sonreír.
—Me alegro de que estéis aquí.
—Descansa un poco, ¿de acuerdo? —el pelinegro asintió mientras las lágrimas salían de sus ojos.
Octavia se levantó y miró a Thalía, quien asintió, dándole a entender que se encargaría de él. Era increíble lo mucho que ambas se podían entender con una simple mirada. Bellamy solía decir que tenían una especie de telepatía.
La rubia agarró la mano de su exnovio y empezó a dejar leves caricias sobre esta, viendo como el chico se removía incómodo. El pecoso, al sentir el tacto de la joven abogada, se calmo rápidamente, y le dio un pequeño apretón a su mano, sin querer separarse de ella. Lía estuvo así durante las siguientes horas, sin querer separarse de Bellamy ni un solo segundo. El chico comenzó a despertarse, mirando hacia los lados con confusión y tratando de levantarse, siendo detenido por su exnovia.
—Toma. —dijo John acercándose a él con un vaso de agua.
—Apártate de mí. —le respondió él empujándolo.
—Bellamy, estás enfermo, ¿vale? Sólo intento ayudar. Toma. —le dijo pasándole un trapo al ver que le volvía a sangrar la nariz, pero el pelinegro volvió a rechazarlo.
—Como sigas aquí cuando me cure-
—Eh —lo interrumpió la abogada—, yo me ocupo de él. Tú descansa, John. —su hermano asintió y le entregó el vaso de agua. La chica se agachó frente al pecoso y le dio el vaso— Toma.
—¿Estás mejor?
—Sí.
—Bien. ¿Has visto a Octavia?
—Ha pasado toda la noche ayudando. John le ha dado un descanso.
—¿No me digas que ahora te fías de él? —le preguntó el Blake con claro tono de burla.
—Pues sí, lo hago. Me fío de él más que de nadie en este mundo. —le contestó con enfado— Y, aunque no lo hiciera, todo el mundo merece una segunda oportunidad.
—Pronto amanecerá. Deberíamos meternos todos aquí. Si cerramos la puerta, tal vez crean que no estamos. —cambió de tema.
—No todos están enfermos.
—Mejor enfermar que morir.
—No crees que Finn y Jasper logren su objetivo. —dedujo la rubia.
—¿Tú sí?
—Iré a por los demás. —le respondió para después levantarse, dejándolo completamente solo.
❪ ... ❫
La abogada estaba fuera de la nave respirando algo de aire fresco hasta que oyó una explosión. Miró al cielo y vio como un montón de humo empezaba a salir de entre los árboles, haciéndola sonreír. Vio como Bellamy y Clarke se situaban al lado de ella, con la misma sonrisa plasmada en sus rostros.
—Lo han logrado. —dijo el pelinegro sin ser capaz de ocultar su tono de asombro.
—"Me he convertido en la muerte, el destructor de mundos..." —habló Clarke, recibiendo miradas extrañadas de los otros dos chicos— Es de Oppenheimer, el que construyó la primera-
—Ya sé quién era Oppenheimer. —respondieron ambos exnovios a la vez, recibiendo una mirada divertida de la otra rubia.
Thalía suspiró pesadamente sin dejar de ver el humo de la explosión. Sabía que eso no conseguiría retrasar a los terrestres por mucho tiempo, sabía que en cualquier momento tendrían que enfrentarse a una guerra de la cual no estaba segura de si sobreviviría. Siempre había estado al borde de la muerte, lo había estado en incontables ocasiones, pero esta vez era una muy diferente, esta vez tendría que luchar contra todo un grupo de personas en vez de contra una enfermedad.
La diferencia es que no sabía cual de las dos era peor.
¡Y otro capítulo más!
Estamos muy cerca del final y, os aseguro, que no os vais a esperar lo que va a suceder. Los que me sigáis en tiktok seguramente habréis visto un pequeño spoiler, así que, aquí os lo dejo para los que no me siguen: @fanficswriter_
También podéis seguirme en insta: @blodreinaaa_
Y bueno, después de este pequeño momento de spam, espero de corazón que estéis todxs muy bien y que si necesitáis hablar con alguien me tenéis aquí para lo que sea.
Recordad que os amo mucho y nos vemos en el siguiente capítulo
¡Besosss! <3
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