10: survival of the fittest
━━━ CAPÍTULO 10: selección natural
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BELLAMY Y LINCOLN se levantaron de madrugada, dispuestos a emprender su camino hacia el Monte Weather.
Salieron de TonDC y el pelinegro se giró al ver como el terrestre se quedaba parado en la entrada, como si estuviera esperando a alguien.
—¿Qué haces? Vámonos ya. Tenemos que llegar antes de que anochezca. —le dijo el Blake.
—La comandante me ha informado de que mandará a uno de sus guerreros con nosotros. —respondió el moreno— Digamos que no se fían de vosotros.
El Blake bufó con burla —No es como si nosotros les confiásemos nuestra vida.
—No, no y no. —volvió a negar Clarke, haciendo bufar con cansancio a Lía.
Estaban en la cabaña junto a Lexa, la cual le acababa de comentar a la Skaikru que Ripaheda acompañaría en su viaje a Lincoln y Bellamy, y digamos que a la Griffin no le hizo mucha gracia.
—No pienso dejar en manos de dos Skaikru la vida de toda mi gente que está encerrada en el Monte Weather. —replicó Lexa.
—Y yo no pienso mandar a uno de los míos con ella.
—¿Perdona? ¿A qué te refieres con ese ella? —le preguntó Thalía acercándose a ella con clara ofensa.
La Griffin se hizo pequeña al sentir la penetrante mirada de la rubia sobre ella. Si ya le daba algo de miedo cuando estaban en el Arca, ahora sentía verdadero temor solo por estar en la misma habitación que ella.
—No, no es nada. Simplemente es gracioso saber que antes defendías a los que causaban problemas y que ahora eres tú la que los causa. —Clarke soltó una risa sin gracia— Bueno, que digo, no es que causes problemas, si no que acabas con ellos clavándoles una espada en el corazón.
—Habló la que quemó a trescientos de los míos y que aún por encima tuvo la desfachatez de venir a implorar el perdón para el que acabó con un poblado terrestre. —respondió irónica la guerrera.
—¡Ya está bien! —dijo la comandante levantándose de su trono— He aceptado hacer un trato con los Skaikru y he aceptado vuestro plan, pero a cambio debéis aceptar mis condiciones. O Ripaheda va con Bellamy y Lincoln o nuestro pacto queda roto en este mismo instante.
Y, tras decir eso, a Clarke no le quedó más remedio que asentir y dejar que Lía acompañe a Bellamy.
El pelinegro estaba apoyado en un árbol cruzado de brazos, esperando impaciente la llegada del terrestre que partiría con ellos.
Vieron una sombra acercarse a ellos y Bellamy pudo jurar que su cara debía de ser de completa estupefacción al ver a su exnovia vestida y maquillada con los ropajes de los terrestres y con su espada en la espalda.
Thalía lo ignoró completamente y dirigió su mirada hacia Lincoln —¿Nos vamos?
Sin esperar respuesta, la rubia emprendió el largo camino con el moreno a su lado y un todavía sorprendido Bellamy detrás de ellos.
NARRA BELLAMY
Me odiaba.
No me hacía falta que ella me lo dijera como para saberlo.
Esa gélida mirada que ahora poseía era culpa mía.
Y dolía. Dolía demasiado.
La escuchaba hablando con Lincoln sobre cómo había cambiado su vida desde que se había convertido en líder de Trikru.
Pero actuaba como si yo no existiera.
Sabía que me lo había buscado yo solo, sabía que todo esto era culpa mía, pero me ardía el corazón al ver como Lía actuaba como si fuésemos completos desconocidos.
Como si hubiese olvidado todos los momentos que habíamos vivido juntos.
Lincoln se agachó al ver un ciervo muerto en el suelo y hizo un gran corte en la barriga del animal, causando una mueca de desagrado de mi parte.
Hundió las manos dentro y las sacó manchadas de sangre para luego restregárselas por la boca y cuello.
—Bueno. —me agaché a su lado y comencé a hablar, tratando de aliviar el momento incómodo— Llegamos a la puerta sin que nos vean los auténticos segadores. ¿Qué hacemos después?
—Thalía y yo los matamos a todos, tú te metes dentro. —me contestó el moreno.
Ante la mención del nombre de mi exnovia, giré la vista hacia ella, la cual estaba sentada en una roca afilando su espada.
La frase de Lincoln se repetía en mi mente.
"Thalía y yo los matamos a todos".
Ya había visto a Lía en acción, pero me seguía siendo difícil de creer que aquella chica que una vez fue tan pura, aquel ángel, se había transformado en el mismísimo diablo.
Pero si lo pensaba, Thalía seguía siendo la misma.
Al fin y al cabo, el diablo también es un ángel.
—La caliza. —la voz de Lincoln me sacó de mis pensamientos. Le tendí aquella pequeña bolsa que contenía una especie de pintura blanca y le vi dibujarse tres líneas a lo largo de su cara— Vamos. Tenemos que avanzar mucho antes de que anochezca. —y tanto él como la rubia comenzaron a caminar, casi dejándome atrás.
—Eh, tengo que saber que pasó cuando atravesaste la puerta. —hablé avanzando hasta el lado de mi exnovia, la cual ni siquiera me miró.
Auch.
—Te quitan la ropa, te disparan agua hirviendo y te empapan con algo que quema más aún. Luego nos separan. A los demás los seleccionaron para Cosecha. A mi para Cerberus y me convertí en segador.
—Cerberus, el perro de tres cabezas que va custodia el inframundo. —tras esa frase, ambos terrestres me miraron, pero la chica apartó la mirada lo más rápido que pudo— Mi madre siempre nos leía mitología. A Octavia le encantaba. Contigo está bien. —le dije tras unos segundos de silencio— Le das fuerzas.
—Ya era fuerte. —me contestó.
—Oye, tengo que preguntarte algo. —Lincoln frenó y se dio la vuelta para mirarme— Ayudaste a mi hermana y a Thalía antes de conocerlas. ¿Por qué?
—Cuando era pequeño vi una nave caer del cielo. Como la de Raven. —comenzó a contar— Su ocupante estaba herido, su cuerpo hecho pedazos. No pude sacarle.
—Suicidio por la Tierra. —aclaró Lía con la mirada fija en Lincoln, dándome a entender que había presenciado esa condena.
—Oí esas historias en la guardia, aunque creía que no eran ciertas.
—Le llevé comida, agua. Aún no hablaba el idioma del enemigo. No le entendía, pero quería hacerlo. Al tercer día, se lo dije a mi padre. Me obligó a matarle. El mundo intenta convertirme en un monstruo desde que tengo memoria. Sigamos adelante. —dijo finalizando la conversación.
—Espera. —le frené— El garaje en el que te encontramos está al norte. Por ahí. —dije al verle correr en dirección contraria.
—Hay una entrada a una mina más cerca de donde nos entregan los segadores. Iremos al inframundo cuando haga falta. Pero no antes. —explicó antes de continuar su camino, dejándonos a Lía y a mi por detrás.
NARRADOR OMNISCIENTE
Thalía no podía estar más incómoda en ese momento.
Lincoln lideraba el camino, mientras que ella iba detrás con Bellamy a su lado, mirándola cada cierto tiempo, haciendo que sus ganas de asesinarle crecieran por momentos.
Sabía que quedaba mucho camino y no podía seguir manteniendo ese silencio incómodo, mucho más si sabía que ahora los Skaikru y ella tendrían que trabajar unidos.
—¿Cómo estás? —ni siquiera ella se dio cuenta cuando esas dos palabras salieron de su boca.
Bellamy pestañeó incrédulo y la miró, viendo como ella seguía con la vista al frente.
Su corazón ahora era un cóctel de sentimientos. Estaba feliz y eufórico al volver a escuchar la dulce voz de su exnovia dirigirse a él.
Pero, por otro lado, no podía creer que lo único que le haya dicho es "¿cómo estás?".
—¿Desapareces durante semanas y lo primero que me dices es "cómo estás"?
Lía soltó una risa irónica —¿Qué pretendes que te diga? Oh, mi amor, lo siento por haber desaparecido y haberme convertido en un monstruo. Ay, no, pero si tú has sido el causante de eso.
Cada palabra de Ripaheda estaba cargada de sarcasmo y enfado. Se notaba que estaba reclamándole silenciosamente todo lo que le había hecho sufrir.
Porque ahora, ya no se callaba las cosas como hacía antes.
—Lía, yo... Te juro que lo siento muchísimo. —se empezó a disculpar él con una mirada llena de tristeza— Nunca pretendí que esto pasará, yo solo-
—Cállate. Ya es demasiado tarde para disculpas. —le interrumpió— Además, ya no soy Lía, ahora soy Ripaheda, la comandante asesina. Así que más te vale tratarme como lo que soy si no quiere meterte en problemas. En más, quiero decir.
Y la rubia adelantó el paso, posicionándose al lado de Lincoln y dejando a un confundido y triste Bellamy detrás.
Después de un rato de camino, el pelinegro sacó el mapa que les guiaba hasta el Monte Weather.
—La montaña tiene muchos ojos de aquí a los túneles. —habló el terrestre— Desde ahora, máxima atención al detalle.
—¿Y si nos topamos con segadores? ¿No se preguntarán dónde has estado?
—No ven más que el rojo. —le contestó al Blake— Cuando te lo han dado nada más importa, sólo conseguir más.
—¿Qué recuerdas de cuando lo tenías?
—Casi todo. Date la vuelta. —dijo el terrestre sin querer seguir hablando del tema.
Bellamy le hizo caso y le dio la espalda, sintiendo al moreno poner un pequeño tronco en su nuca para poder atarle las manos.
El camino, por lo menos a la Murphy, se le hizo extremadamente largo, pero, en cuanto cayó la noche, se dio cuenta de que habían conseguido llegar sanos y salvos a los túneles donde habitaban los segadores.
Lincoln frenó en seco, logrando que la asesina y su exnovio se giraran para mirarle —¿Por qué nos paramos?
Ambos chicos miraron hacia el mismo punto que el moreno, viendo un pequeño frasco con restos de algún líquido rojo en él, por lo que los dos entendieron que eso debía ser lo que le inyectaban a los segadores.
Lincoln piso el frasco de cristal, con clara furia por lo que los del Monte Weather le hacían a las personas.
—¿Estás bien? —le preguntó Bellamy.
—En cuanto abran la puerta, atacamos. No dejes que se cierre. —le dijo al pelinegro— Cuando estén todos muertos, entras y finges que te has escapado. Una vez dentro...
—Lo sé. —le interrumpió.
La cara de Lincoln cambió drásticamente al escuchar una voz venir desde el comienzo del túnel.
—Otra patrulla. —murmuró y se acercó al Blake con rapidez para empezar a desatarle.
—¿Qué haces? —preguntó él.
—Hay que volver. No hay más remedio.
—¿Volver? Ni de coña. —esta vez fue Lía la que habló. No estaba dispuesta a tirar todo por la borda ahora.
—Son tres, puede que cuatro. Son demasiados.
—No tendremos otra oportunidad mejor. —discutió Bellamy.
—Creía que podría, pero no puedo. —confesó el terrestre— Se acabó.
—No, de eso nada. —negó el Skaikru— Podemos unirnos. Escúchame. Cuando saquen el Rojo, cógelo y corre cuanto puedas. Se volverán locos, los terrestres huirán y los de la montaña tendrán que ocuparse. Nadie se fijará en un terrestre que va hacia la montaña.
—¡He dicho que no!
Y eso sólo hizo que Bellamy se lanzara contra él al ver que alguien se aproximaba, mientras que la líder de Trikru escondía su espada, se embadurnaba la cara con barro para no ser reconocida y se arrodillaba, fingiendo ser una de las presas.
—Pelea. —le susurró el pelinegro— Creerán que intento escapar.
Lincoln agarró a Bellamy por el cuello y lo puso de rodillas junto a su exnovia, colocándole un cuchillo en el cuello.
—Este ha intentado escapar. Es mío. —le dijo en Trig al otro terrestre.
—Llévalos al tronco. —respondió.
El moreno agarró a ambos y los llevó a donde le dijo el segador. Los tres se miraron una última vez y asintieron, teniendo completamente claro el plan.
Les pusieron una venda a en los ojos a ambos exnovios y comenzaron a caminar.
Thalía se estaba controlando a niveles que ni ella creía posibles para no sacar su espada y acabar con toda esta mierda de la forma más fácil y rápida.
Frenaron de manera brusca, les quitaron la ropa y los hicieron arrodillarse, causando una mueca por parte de la chica al sentir un ligero escozor en sus rodillas debido a las pequeñas piedras que se clavaron en su piel.
—Deprisa. Conseguiremos el Rojo. —escuchó a uno decir— Y después comeremos.
Le quitaron la venda de los ojos y, lo primero que hizo de manera casi instintiva, fue mirar hacia su lado para ver si Bellamy se encontraba junto a ella.
Un suspiro de alivio salió de los labios de ambos al ver que su expareja se encontraba bien y junto a ellos.
Miraron a Lincoln, quien les asintió, dándoles a entender que el plan seguía en marcha.
La puerta que comunicaba hacia el interior del Monte Weather se abrió de repente, logrando que todas las miradas fueran hacia allí. Por ella salieron varias personas con trajes antiradiación y emitiendo un sonido que supuso que neutralizaba a los segadores al verles echarse hacia atrás.
—Atrás o no habrá dosis. —les dijo uno de los de la montaña.
Empezaron a acercarse a los segadores para poder inyectarles el Rojo mientras, la que Lía reconoció como una mujer, se acercaba a los prisioneros con una hoja en sus manos.
La mujer miró a la rubia con detenimiento. Apuntó algo y después la señaló —Cosecha.
—Cosecha. —dijo tras repetir el mismo procedimiento con Bellamy.
Y siguió así con el resto de los prisioneros, clasificándolos entre Cosecha o Cerberus.
Los dos exnovios miraban a Lincoln, viendo como se aproximaba hacia el de la montaña que sostenía la inyección del Rojo.
El moreno los miró con una mirada que la asesina descifró rápidamente. El terrestre se puso de rodillas, dispuesto a aceptar la inyección para volver a convertirse en uno de aquellos monstruos.
Tanto Bellamy como Thalía negaron con la cabeza, casi suplicándole que siguiera con el plan.
Pero ya era demasiado tarde.
El pequeño frasco con aquel líquido rojo se iba vaciando a medida que entraba en el torrente sanguíneo del terrestre.
Lía apretó los puños con fuerza, sabiendo que todo el plan se había ido a la mierda y que ahora se encontraban más jodidos que nunca.
—Todos a Cosecha.
En cuanto la mujer pronunció esas palabras, los de la montaña agarraron a los prisioneros y empezaron a llevarlos dentro de las instalaciones.
Bellamy forcejeó, tratando de escapar, cosa que no obtuvo un buen resultado.
Y mientras Lía era arrastrada hacia dentro, en su mente se hacía la promesa de que acabaría con la vida de todos y cada uno de los habitantes del Monte Weather.
Ninguno se salvaría.
llevo casi seis meses sin actualizar? si
y la queso💋💋
ahora en serio
siento mucho el haber estado tanto tiempo sin actualizar, pero no sabéis lo mucho que me ha costado escribir este capítulo
he estado sumida en un bloqueo creativo bastante heavy, pero estoy viendo que poco a poco me vuelve la creatividad para poder seguir escribiendo
también he de decir que he amado escribir parte del capítulo desde la perspectiva de bellamy
os voy informando que no será la última vez que veréis los pensamientos del blake
espero que os encante este capítulo
y, de nuevo, siento mucho la espera
os amo demasiado <3
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