09: twilight's last gleaming
━━━━ CAPÍTULO 09: el último destello de crepúsculo
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THALÍA EMPEZÓ A ABRIR LOS ojos al sentir como alguien la zarandeaba para que reaccionase. Sus párpados pesaban y sentía el sabor metálico de su sangre ya seca en sus labios. Abrió los ojos con dificultad para encontrarse cara a cara con un terrestre de piel morena. Instintivamente, la rubia se echó hacia atrás en un vago intento de protegerse.
El hombre se acercó a ella y, con una especie de venda, empezó a rodearle el tobillo, el cual tenía levemente hinchado por la caída de antes. No sabía que hora era ni donde estaba, solamente podía ver las paredes de una cueva. Miró al terrestre frente a ella y frunció sus ceño con confusión, ¿no se supone que quieren matarlos?
Carraspeó su garganta y el moreno la miró —Eh, ¿por qué estás curándome? ¿No se supone que nos queréis matar por invadir vuestro territorio?
—No queremos mataros. Yo no quiero mataros. —respondió el hombre con voz ronca después de un rato de silencio. Lía se relajó un poco al ver como el terrestre no tenía intenciones de hacerle ningún daño.
—¿Y... Cómo te llamas? Mi nombre es Thalía, Lía para los amigos. —le preguntó mientras soltaba algún quejido de dolor.
El moreno la miró intensamente, provocando que la rubia se sintiese pequeña a su lado —Lincoln. —le contestó y siguió con su labor.
La Skaikru no dijo nada más y vio como el terrestre ahora conocido como Lincoln se levantaba del suelo y se acercó a algún lugar de la cueva para agarrar algo. Se acercó a la chica y le puso una especie de pañuelo en los ojos para después cargar con ella. Thalía no dijo nada, supuso que la dejaría frente al campamento y que no quería que viese el camino a su casa.
Y así fue, Lincoln sacó el pañuelo de los ojos de Lía y se fue corriendo. La rubia vio hacia un lado y vio que estaba a pocos metros del campamento. Suspiró con pesadez, no se sentía preparada para tener que enfrentarse a los demás, aunque tampoco planeaba dar muchas explicaciones.
Empezó a caminar hacia la entrada, viendo como los dos chicos que estaban de guardia abrían la puerta, provocando la mirada de todo el mundo. Harper y Monroe no tardaron en ir al encuentro de su amiga, justo delante de Monty y Jasper.
Bellamy y Clarke también se acercaron a ella con preocupación —¿Dónde estabas, Thalía? —preguntó el chico.
—Dando un paseo. —se limitó a responder la mencionada.
—No vuelvas a irte de ese modo, ¿de acuerdo?
—No eres mi pareja, Blake, así que no me digas que puedo y que no puedo hacer. —le contestó la abogada con enfado.
—Estábamos preocupado por ti, Lía. —le dijo la otra chica.
—Pues no tenéis por qué estarlo.
La rubia se alejó de ellos caminando con dificultad, cosa que no pasó desapercibida para ninguno de los otros dos chicos, más no dijeron nada, sabían que lo que menos debían hacer en ese momento era enfadar a Thalía.
La chica frunció el ceño al ver a una chica morena con una cazadora roja hablando con Finn, no recordaba haberla visto en ningún momento. La chica se giró al sentir una mirada sobre ella y ambas abrieron la boca de la sorpresa al reconocerse.
—¿Raven? —murmuró la rubia.
—¡Thalía!
La mecánica fue hacia ella y la fundió en un abrazo. Había echado de menos a su mejor amiga. La abogada la abrazó con la misma efusividad, pero su mirada se cruzó con la del caminante y ambos compartieron una mirada que solo ellos entendían. Para Finn, el que Raven hubiese bajado complicaba las cosas, y Lía lo sabía, porque no hacía falta ser muy inteligente para ver las miradas que él y Clarke compartían.
Ambas se separaron con la felicidad impregnada en sus rostros —¿Qué haces aquí, Lía? Todo el mundo en el Arca pregunta por ti, nadie sabía dónde estabas.
—Bueno, la familia te hace cometer locuras...
—¿Tu hermano está aquí? Es que no lo he visto.
—Ya, bueno, eso es una muy larga historia. —respondió rodando los ojos.
—No te preocupes, tenemos todo el tiempo del mundo...
❪ ... ❫
Después de que Thalía y Raven se pusiesen al día, la rubia comenzó a ayudarla para poder preparar unas bengalas para que el Arca no flotase a trescientos inocentes por culpa de, una vez más, Bellamy. La abogada ayudaba a Finn con una caja mientras la mecánica daba indicaciones a todo el mundo.
—Hay que lanzar esas bengalas lo antes posible si esperáis salvar a esas personas. Finn, Lía, llevad eso al campamento.
Por el camino, el chico miró a la abogada, sabiendo que ella tenía algo que decirle.
—¿Qué vas a hacer ahora? —eso fue lo único que le preguntó.
El caminante suspiró —No lo se. Quiero muchísimo a Raven, lo sabes, pero, con Clarke, no se que me pasa, siento algo como, diferente...
—Claro que se que quieres a Raven, no lo pongo en duda, pero quizás ya no la quieras de la misma manera a cuando estábamos en el Arca, ¿no crees?
—¿Por qué el amor tiene que ser tan complicado?
—Ojalá lo supiera, Collins. Ojalá lo supiera... —murmuró viendo a Bellamy, el cual no quitaba sus ojos de encima en ningún momento.
Dejaron la caja en el campamento y volvieron hacia la nave para poder seguir ayudando. En el camino, Lía sintió una mirada sobre ella, por lo que se giró tratando de ver a alguien, pero lo único que sintió fue un fuerte tirón en el brazo de alguien escondido tras un árbol. La rubia lo miró dispuesta a decirle todos los insultos que se le estaban pasando por la mente por casi darle un infarto, pero bufó con molestia al ver al pelinegro.
Ninguno dijo nada, solo se quedaron mirándose a los ojos, formando una guerra entre ellos. Thalía estaba demasiado cabreada con el pecoso, sin embargo, no era capaz de apartar la mirada de él. Era como si una especie de imán atrajese sus ojos, obligándolos a permanecer en contacto.
—¿Piensas seguir ignorándome por mucho tiempo? —preguntó el chico con voz ronca, provocándole un escalofrío a la chica, quien pronto recuperó la compostura y lo miró con una sonrisa burlona.
—¿Vas a seguir jodiéndome la vida? —preguntó ella.
—Lo siento, ¿de acuerdo? —se disculpó— Pero no podíamos permitir que volviese. Habría acabado matando a todos.
—¿Sabes? Es extraño que no hubieses pensado así si en vez de mi hermano hubiese sido Octavia. —y ahora que hablaba de ella, la rubia se dio cuenta de que no la había visto desde ayer por la noche— Se supone que debe haber igualdad, pero lo que hicisteis esta bastante lejos de ser igualdad.
Se soltó de su agarre, cortando así el choque de miradas. Siguió el camino y volvió hacia la nave. Estuvo ayudando junto a los demás todo lo que quedaba de tarde hasta que el cielo se había oscurecido. Prepararon los soportes para poder lanzar las bengalas mientras Raven y Lía las preparaban. La mecánica tenía suerte de haberle enseñado algo de mecánica a su amiga. La abogada agarró una de ellas y la preparó para el lanzamiento, lo único que le importaba ahora mismo era que el Arca viese las señales y poder salvar trescientas vidas. Uno de los chicos ellas encendió y estas salieron disparadas hacia el cielo, dejando pequeñas chispas de color a su paso.
Thalía sonreía maravillada, a pesar de ser algo de suma importancia, no podía evitar pensar en lo bonito que se veía y en lo mucho que a su padre le hubiese gustado. Pronto sintió la compañía de otras dos personas a su lado, pero no se molestó en mirarlas. No le iban a joder ese momento.
—¿Creéis que lo verán desde allí? —preguntó Bellamy después de un rato.
—No lo se, eso espero. —le contestó Clarke.
—Más te vale rezar para que las vean. —le respondió la otra rubia.
—¿Con esto también se pueden pedir deseos? —les preguntó Griffin y los otros dos chicos la miraron con confusión— No me hagáis caso.
—Tampoco sabría que pedir. —murmuró el pelinegro viendo como la abogada sonreía— ¿Qué pediríais?
—Que vuelvan mi hermano y mi padre. —le dijo Lía imaginándose la escena y con los ojos algo cristalizados.
Clarke miró a Finn y a Raven, quienes miraban las bengalas abrazados. La otra rubia no necesito mirarla para saber a quienes estaba viendo, por lo que no pudo evitar sonreírle con algo de pena, olvidándose por un mínimo momento del rencor que sentía hacia ella.
—Duele, ¿no es así? —le preguntó y Clarke trató de sonreír, pero le salió más una mueca, y asintió.
La chica pasó un brazo por sus hombros y la acercó a ella para darle un medio abrazo, sabiendo que ella también necesitaba algo de apoyo.
Clarke la miró con una pequeña sonrisa y se quedó en esa posición. Sabía que Thalía no le había perdonado por lo que hizo, pero también sabía que la rubia no abandonaba a su gente por muchos errores que esta haya podido cometer y que era una persona que sabía razonar las cosas.
Pero la Tierra cambia a las personas. Y eso Lía lo descubrirá muy pronto.
Vale, siento que el capítulo me ha quedado un poco mal y algo corto, pero no pasa nada.
Me esta constando bastante escribir y crear al personaje de Thalía, ya que en muchas ocasiones es todo lo contrario a la gente con la cual estoy acostumbrada a convivir, soooo, es como una clase de reto.
Espero que os haya gustado y si no, pues lo siento.
¡Nos vemos pronto!
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