V - Conflicto
Apenas unas horas después del amanecer, Austria-Hungría atacó Serbia con fuego de artillería sobre su capital Belgrado. Poco cabe recalcar que las grandes potencias del mundo se movilizaron parcialmente, Rusia, aunque no ataco inmediatamente le declaró la guerra a Austria-Hungría obligando a Alemania a movilizarse contra él.
Ambas potencias sabían que Francia saldría al apoyo de Rusia y aunque ambos se apoyaban entre si, ninguno de los dos se ponía de acuerdo con su plan de acción... Alemania sentía que a Austria-Hungría lo segaba su sed de venganza contra Serbia.
=Palacio Imperial Austrohúngaro, Viena - 31 de Julio, 1914=
-¡Qué diablos crees que vamos a hacer ahora Kameraden!¡Te advertí sobre la movilización de Russland!- Gritaba Alemania, ante su aliado Austriaco mientras ambos preparaban sus movimientos para lo que posteriormente se convertiría en la Guerra de Trincheras
La estrategia de las Potencias Centrales adoleció en sus primeros momentos de una grave falta de coordinación. Alemania había prometido apoyar la invasión, pero ni ellos dos se ponían de acuerdo en qué significaba exactamente esa declaración. Los planes previamente aprobados para esta situación habían sido reemplazados a principios de 1914 y nunca se habían realizado ejercicios ni simulaciones.
-Está bien, no hay problema con ello- Agrego Austria-Hungría de forma despreocupada
-Mientras tú te encargas de Rusia por el norte yo me encargare de Serbia. -Señalo frente a un mapa.
-Creí que tu mayor concentración de tropas iba a estar en nuestro frente con Russland mientras yo me encargaba de Francia. -Replico Alemania.
-¿Que? ¡Deutschland se suponía que ya habíamos acordado esto hace meses!
-Bueno, quizá debimos habernos reunido ¡Antes de que enviaras ese maldito ultimátum!, pero... ya que, no tenemos muchas opciones. -Agrego Alemania
Esta confusión inicial provocó que Austria-Hungría dividiese finalmente sus fuerzas entre los frentes ruso y serbio. Si bien los principales esfuerzos se concentraron en los frentes occidental y oriental, pronto la guerra se extendería a todo el mundo
Las Potencias Occidentales y Rusia conocidos como "La triple entente", tenían la creencia de una guerra corta y ambos bandos esperaban conseguir una victoria fácil y tajante. Austria-Hungría, sin embargo, siendo cegado por sus ansias de "engullir a Serbia" bajo su monarquía tras el asesinato del archiduque, hablaba de la guerra como de una "misión histórica para la restauración de la gloria Austrohúngara".
Para él la guerra se había convertido en una excepcional máquina propagandística para sus oscuros deseos.
A pesar de que habían atacado Serbia hacia tres días, fue apenas una semana después, en la "Batalla de Cer" donde Frederik observaría frustrado como su ejército sufriría su primer revés mientras Serbia conseguía su primera victoria de importancia en la guerra. En las dos semanas posteriores al inicio de las hostilidades, los ataques austríacos se saldaron con pérdidas tan terribles que pronto desvanecieron las esperanzas de una victoria rápida.
Mientras tanto, la orden de batalla alemana revisada colocó al 80% de su ejército en el frente occidental y el resto de fuerzas debían actuar en el este, pero con carácter defensivo, ya que el plan era obtener una rápida victoria sobre Francia para después centrar todo esfuerzo contra Rusia.
Apoyado fielmente en su plan de respaldo el Aufmarsch II West, Alemania se proponía tomar el corazón de la misma Francia y para eso coloco 30% de sus tropas en Alsacia-Lorena y el resto frente a Bélgica.
=Cuartel del Ejercito Franco-británico, Francia - agosto 3, 1914=
Mientras los alemanes se preparaban para ejecutar su plan ante Bélgica. Francia e Inglaterra revisaban su plan para enfrentarse a Alemania, el supuestamente "infalible" Plan XVII que los generales al servicio de Annette habían planificado para ella estaba pensado para defender sus fronteras sin problemas, pero Inglaterra desconfiaba de este plan ya habiéndose desecho de la poca confianza que aún tenía hacia Alemania.
-Entonces, habiendo explicado el plan esperamos su aprobación. -Dijo uno de los principales generales franceses
-Me parece un plan perfecto -Afirmo Francia. Todos sus mariscales también estaban de acuerdo con el plan según se hacía saber entre el bullicio de las discusiones, pero del otro lado de la mesa la discusión era distinta.
-Y? ¿Qué piensas Gran Bretaña? -Pregunto.
-Debo ser sincera, querida... -Hablo Bretaña, dando un sorbo a su taza -Estoy en completo desacuerdo contigo. -Dijo.
-Algo me está diciendo que Alemania podría vencerte, solo por ese infantil deseo de revancha por recuperar Alsacia-Lorena. -Dijo refiriéndose a la gran cicatriz de Francia en su hombro izquierdo.
¿Por qué lo dices? -Pregunto Francia intentando ocultar ese pedazo del plan
-Oh, por favor querida- Dijo Inglaterra dirigiéndose al mapamundi con el paso cedido por los militares franceses, quienes no se plantarían ante un imperio
-Tienen una fuerza de 1.250.000 hombres, solo en Alsacia-Lorena, y tan solo un ejército frente a Bélgica. -Dijo recalcando las debilidades del plan XVII.
-Angleterre, tu tratado con Bélgica impide que Alemania le invada, de otra forma tendrías que intervenir en la guerra. No creo que el Imperio Alemán sea tan descarado para invadir un país neutral. ¿Verdad?
-Me asombra lo infantil que puedes llegar a ser, dulzura.
-A mí también Angleterre, a mí también...
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A fin de cuentas, los planes, todos los planes se ejecutaron al día siguiente, el 4 de agosto de 1914 cuando los ejércitos bajo el mando de los generales germanos atacaron Bélgica como estaba previsto. Aunque previo a esto Luxemburgo se había rendido y había sido ocupada sin oposición dos días antes.
Leopold, sin embargo, no haría igual.
La primera batalla en Bélgica fue el asedio de la ciudad de Lieja que, estando bien fortificada, duró del 5 al 16 de agosto. El rey de Bélgica, Alberto I, había recibido un ultimátum pidiendo el paso de las tropas Germanas sin resistencia alguna... A pesar del inmenso dolor que recorría sus extremidades, Leopold escupió en el nombre del imperio alemán y decidió defenderse a sí mismo y a su patria.
Las defensas fijas de Bélgica y la planificación dependían de la resistencia a cualquier enemigo potencial: Alemania, Francia o Gran Bretaña, estos últimos sus aliados. A principios de agosto de 1914. Cuando Alberto I recibió el ultimátum de Berlín, su jefe de Estado Mayor, el general Selliers Moranville, comenzó a implementar el plan de contingencia vigente: concentrar el ejército en el centro del país, permitiendo al mismo tiempo a las fortificaciones de Lieja y Namur ralentizar, si no detener, a cualquier costo el avance alemán.
Pero a pesar de que los belgas combatieron con fuerza y alto sentido de la defensa nacional, poco a poco las "modernas" tácticas alemanas diezmaban las defensas belgas con el uso de la artillería de realmente gran calibre. El mismo Reino, Leopold, a pesar del sufrimiento por sus punzantes heridas cada vez más extensas pidió encarecidamente y con extrema urgencia que contactaran al reino unido.
=Cuartel del Real Ejército Británico, Londres=
Un teléfono con línea directa a Bélgica había comenzado a sonar repetidamente, los generales ingleses sabían que era lo que se avecinaba, pero el Imperio Británico se negaba a responder aun sabiendo que era su responsabilidad. Temerosa, Isabelle tomo aquel teléfono solo para escuchar lo peor:
-Isabelle. Necesito... que hagas vigente tu parte... Ahora.
-Lo haré... solo, dame tiempo por favor. -Respondió Isabelle, antes de escuchar un último mensaje:
-No... moriré...
y de repente Leopold cortaría la llamada.
El tratado de Londres se hizo vigente de inmediato en lo que el rogaba a su pueblo resistir como fuere el ataque del invasor.
Mientras Francia se preparaba para recapturar Alsacia-Lorena el 14 de agosto, la preocupación de Inglaterra al aun no poder ir en auxilio de su aliado al tener que prepararse se acrecentaba cada vez más, sin embargo, ese aliado resistiría o moriría en el intento.
Finalmente, el 16 de agosto la batalla por Lieja termino, el Ejercito belga terminó retirándose hacia Amberes al día siguiente. Lo que era evidente es que la batalla fue considerada como una victoria moral. Nadie esperaba que Bélgica fuera a defenderse y, de hacerlo, que lo hiciera eficazmente porque resistiría el tiempo que hiciera falta. Incluso Inglaterra y Francia estaban asombradas por la fuerza de voluntad y resistencia de su pequeño aliado.
¿Como podrían las grandes potencias de Europa no luchar hasta el final si la pequeña Bélgica lo estaba haciendo? El triunfo fue un mensaje, un anuncio de Bélgica hacia las potencias centrales que dictaba:
-¡No me rendiré sin luchar!
Y que el gran Imperio alemán, con todo su esplendor, había comenzado la guerra subestimando a los aliados.
Francia le hizo notificar a Rusia a través de un telegrama, que ahora tenían una excusa para atacar a Alemania
"Bélgica está bajo ataque, enfrentaremos a Wilheim en cuanto tengamos oportunidad, ¿Podrías encargarte de Austria-Hungría y Alemania desde el Este? Te cubriremos."
Decía el mensaje.
La Gran guerra había comenzado para nunca terminar.
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