05
(Editado)
Lo iba a subir mañana, pero ya q lo pidieron, no puedo negarme.
Voten y comenten mucho por favor 🥺
🫀🫀🫀
—M a v r a—
Estaba haciendo lo que jamás creyó ser capaz de hacer.
Se encontraba nadando cerca de un barco pirata, a plena luz del día, cuando cualquier humano podría verla con facilidad.
Pero nada de eso le importó cuando notó la pequeña y a penas visible cabeza de Melian, asomándose por encima del borde de madera. Era tan tierno cuando la saludaba con su mano desde esa gran distancia, que no pudo evitar acercarse más, solo un poco más, para que él pudiese verla mejor.
Se acercó lo suficiente como para escuchar a los hombres cantar aquellas terribles canciones que le recordaban al peor día de toda su vida. Desde aquella noche diecinueve años atrás, había odiado con todo su ser las canciones humanas.
También, con su repentina cercanía notó que los piratas estaban pescando con redes, no tan grandes, pero aún así, notó una gran cantidad de peces luchar por su vida atrapados en aquella.
Pero por más que le doliera mirar aquello, por esa única ocasión, iba a ignorarlo...porque era de día, porque Melian era parte de esa embarcación y también porque habían muchos humanos a bordo de ese enorme barco de velas negras y parecía que tal vez si los necesitaban.
Continuó nadando bajo la mirada sonriente de Melian, que la veía dar saltos junto con los delfines con los ojos brillantes de emoción y sorpresa, por ver a su amiga por primera vez, en algún lugar además del risco de su patio trasero.
Todo continuó de esa forma durante una hora más, mientras los piratas pescaban ahora con cañas, en una competencia por ver quien atrapaba más peces, su papá estaba encerrado en su camarote hablando sobre trabajo, Mavra nadando rápidamente a la distancia, algunos hombres bebiendo cerveza mientras bailaban, un par de chicos hablando en la orilla del barco y dos hombres tocando instrumentos. Melian estaba feliz de poder ser un pirata a sus seis años, siempre había querido subir a un barco con su padre.
Fue entonces cuando pasó.
Una hermosa sirena de cabello rubio y ojos brillantes surgió del agua, mirándolo con una sonrisa que Melian regresó sin pensar, la saludó con su pequeña mano y ella abrió sus labios, comenzando a cantar la canción más bella que Melian había escuchado en toda su corta vida.
La sirena lo miraba fijamente mientras cantaba cada vez más fuerte, entonces todos se callaron para apreciar la voz de aquella hermosa criatura.
Lentamente, Melian trepó hasta quedar de pie sobre el borde del barco, mientras su cachorro ladraba sin parar, intentando llamar su atención o despertarlo, pero no funcionó, porque solo un minuto después, Melian saltó hacia el mar.
A la lejanía, Mavra gritó, al notar como el pequeño cuerpo del niño caía directo al agua, a unos metros del brillante cabello dorado de alguna sirena. No perdió el tiempo y se sumergió en el mar, nadando hacia el barco lo más rápido que pudo.
Veinte segundos después, ahí estaba Thaloosa, sosteniendo fuertemente a Melian, que intentaba regresar a la superficie.
Ah, los Dioses bendijeran a la inexperta Thaloosa, que no sabía como mantener hipnotizado a un humano bajo el agua, después de dejar de cantar.
Unos segundos después, Mavra arañó con fuerza la cara de Thaloosa, que le mostró los dientes mientras la sangre casi negra salía de su pálido rostro, pero no soltó a Melian.
Entonces Mavra jaló su cabello con fuerza y enterró sus largas uñas en el abdomen de la rubia, que soltó un grito de dolor, soltando finalmente al niño, que comenzó a sumergirse mientras cerraba poco a poco los ojos.
Mavra arañó nuevamente su cara con fuerza, al mismo tiempo que alguien más caía en el mar, la pelinegra lo ignoró por completo y comenzó a nadar rápidamente hacia Melian, golpeando a Llyr con su cola lo suficientemente fuerte como para lanzarlo casi dos metros a un lado.
El rubio sintió su corazón acelerarse cuando vio lo cerca que estaba la sirena negra de su hijo, que había comenzado a soltar sus últimos restos de aire, entonces, sacó su navaja y la lanzó hacia Mavra, mientras ambos se dirigían hacia el niño en una competencia por llegar antes.
Mavra gruñó al sentir como el filo cortaba la piel de su espalda, pero no le importó, pues al fin tenía a Melian en sus brazos y antes de que pudiese llevarlo a la superficie, Thaloosa, la tomó con fuerza por la cola, evitando que pudiese salvar al niño.
Cuando se giró para poder arañar nuevamente a la rubia, un fuerte dolor cruzó por su mano, Llyr había clavado en su mano una segunda navaja, le arrebató a Melian de las manos, le dio un beso de boca a boca, entregándole todo el aire que pudo y nadó rápidamente a la superficie, mientras Thaloosa enterraba sus largas uñas entre las costillas de Mavra, que soltó un grito tan fuerte, que incluso los piratas sobre el barco (que lanzaban flechas al azar) escucharon, negando, Aeron se lanzó al agua.
Ambos Emrys llevaban mucho tiempo ahí abajo y a cada segundo, el agua se llenaba de un oscuro tono de sangre.
Mientras Llyr estaba cerca de la superficie del agua, sin más oxígeno, Mavra apretaba con fuerza la garganta de Thaloosa, cortando poco a poco la piel de la sirena, la rubia rasguñó los brazos de la contraria, abriendo su piel en largos y dolorosos cortes que dejaban escapar una gran cantidad de sangre.
Finalmente, cuando Llyr llegó al barco, tomo una gran bocanada de aire, entregándole a Rhys su hijo, que comenzó a toser agua, la mirada azulada de Llyr se posó en la pelirroja.
-¿Aeron?
-Fue a buscarte.-gritó preocupada, lista para lanzarse al agua, Llyr negó.
-Tu cuídalo.-Ordenó, tomando una nueva bocanada de aire para después sumergirse en el agua combinada con sangre.
Y abajo, mientras Thaloosa y Mavra seguían peleando a muerte, Aeron lanzó una flecha contra Mavra, puesto que con toda la oscuridad que la sangre alrededor de ellas ocasionaba, era entendible que pensara que el rubio cabello le pertenecía a Llyr.
Aeron se preparó para lanzar una nueva flecha, hasta que se dio cuenta de que las dos criaturas que peleaban eran dos sirenas, no pudo alejar su mirada de tan increíble y sangriento espectáculo, mucho menos cuando una de las sirenas era la famosa muerte nocturna, que se encontraba arrancándole lentamente la garganta a la rubia sirena, que en sus últimos intentos por defenderse, arañaba y enterraba sus uñas contra Mavra sin parar, abriendo su pálida y brillante piel.
Cuando sintió un toque en su hombro, gritó, soltando todo el oxígeno que le quedaba, y se giró rápidamente, listo para lanzar una nueva flecha. Llyr simplemente lo miro divertido y señaló hacia arriba, Aeron asintió, sin dejar de ver a su capitán y mejor amigo.
Fue entonces cuando Llyr notó que la muerte nocturna acababa de arrancarle la garganta a otra sirena y entonces, sus ojos se cruzaron.
Ella estaba agitada y llena de cortes junto con tres flechas, y sin quitarle la mirada, se arrancó sin titubear la navaja que el le había enterrado en la mano, entonces comenzó a nadar rápidamente hacia él.
Llyr le arrebató el arco a Aeron, lo empujó lejos y lanzó una flecha contra el abdomen de Mavra, que solamente le mostró los dientes sin dejar de nadar hacia ellos, a pesar de todo el dolor que sentía en su cuerpo.
Ambos piratas se encontraban nadando hacía la superficie lo más rápido que pudieron, pero aún así, nunca le ganarían en velocidad a una sirena.
Llyr sacó su cabeza a la superficie, le tendió la mano a uno de sus piratas, que lo tomó con fuerza, pero solo un segundo después se encontraba nuevamente bajo el agua, mientras Mavra lo llevaba al fondo del mar entre golpes, rasguños y jaloneos.
Como último recurso, Llyr sacó el pequeño cuchillo que guardaba en su bota y lo clavó con fuerza en el torso de la sirena, haciéndola gritar, Llyr la alejó de un empujón y nadó nuevamente hacia la superficie.
Mavra prefirió no seguirlo por segunda vez, estaba demasiado herida como para pelear por tercera vez.
Al menos el pequeño humano estaba con vida, o eso esperaba.
Llyr escupió una gran cantidad de agua una vez estuvo sobre la superficie de madera de su barco, miró sus manos, llenas de sangre casi negra, su camisa rasgada de las mangas, los brazos llenos de rasguños profundos, igual que los pequeños rasguños en su garganta, que por suerte, la sirena no llegó a tocar, sino, probablemente ya se la habría arrancado.
Cuando elevó la vista, todos los hombres lo miraban con los ojos y la boca abiertos.
-¿Esa era...-comenzó uno
-Si.-lo interrumpió Llyr, limpiando bruscamente la sangre de su mejilla con el dorso de su mano.-¿Donde está Melian?-preguntó, poniéndose de pie.
-Rhys lo llevó a tu camerino para que descansara y respirara mejor, se agotó demasiado.
-Claro, ese demonio casi lo mata.-gruñó, caminando hacia su camarote bajo la mirada de admiración de todos los hombres sobre él.
Era el único hombre que había sobrevivido al demonio que todos conocían como la muerte nocturna.
Aunque todo lo que ella había hecho, era intentar salvar al humanito.
🫀🫀🫀
K opinan?
No le tiren hate a Llyr xq se entiende su reacción. 🥺
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