Prólogo
Simbolism of the Colors.
Radio Audio..
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If you ask me, why did I hate all people of west side?
I said to you; When the country was in the beginning of his foundation, they grab all the benefited, the rich lands, the ocean. We were the poor, the place that no one want.
Then, a war break down. We lost, because they made us hate each other. In consequence, our kids are now them entertainment.
And now?, they return with the assassinated of our zar. We can't decide anything.
Is time to show them, show what happend if they trow wasser too the flames.
This is Rebellion Radio; Stay Alert.
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End of radio transmition.
Mining District. 1936
Recuerdo haber presenciado la muerte en tres ocasiones. Como eh dicho, presenciado la muerte, no que no haya visto cadáveres. De esos hay muchos en este distrito.
Lo primero fue en un color blanco. Un blanco cergador.
Muchos me decían que el blanco no era un color y toda clase de tonterías, como si ellos supieran demasiado. Pero yo creo que lo es, y si yo lo digo más vale no discutirlo.
Esa vez daba la impresión de que toda la ciudad se había vestido de blanco. La nieve abundaba.
Las pisadas se hundían hasta las rodillas. Una de las peores nevadas registradas hasta el momento en el lugar. Muchas vidas se perdieron aquel invierno, tantas que niños de 9 años en adelante tuvieron que entrar a las minas.
Caminaba por la calle Himmeldorf. Aunque ahora me parece algo irónico el nombre de la calle con el evento sucedido. Es como si la vida me diera una bofetada y me dijera; "no todo es lo que parece, abre los ojos maldita saumensch".
En fin, ese día estaba terminando de repartir la entrega de pan. Mi destino era una de las casas con mejor estructura. Una área de ricos en pocas palabras. Quien diría que ahí vería a aquel hombre mayor.
Su mirada suplicante no la eh podido olvidar, esos ojos grises claro que indicaban casi su muerte. El se levantó para pedir mi ayuda, pero en el camino sus pies le fallaron y colapso frente a mí.
Grite por ayuda, pero nadie salió. Nadie arriesgó, prefirieron preocuparse por su bienestar y el de si familia.
Trate de reanimarlo, intente hacer algo por el. Muy tarde, ahora tenía el cadáver de un hombre de 30 años en mis manos.
Lo único que recibí ese día fue miedo y una paliza por parte de mi madre, por no llevar el dinero que habían calculado sacar de las ganancias.
Para ese entonces tenía 9 años.
La segunda vez, lo que más predomina en mi mente es el color rojo. El rojo de la sangre.
Aquella vez iba saliendo de la escuela, había decidió acompañar a mi nueva amiga Catra. Ella provenía de la parte Beta de la ciudad.
Así que tomamos camino por el lado Noreste, donde se iba rumbo a las minas, todos los días a determinadas horas, uno podía ver cantidades grandes de personas marchando, o más bien dicho, arrastrando sus pies rumbo a la mina. Después de tales marchas, las calles quedaban completamente vacías. Curiosamente, ese día estaba repleto de personas, observando a un determinado lugar. Nos colamos entre la multitud y quedamos entre las primeras filas, fue ahí donde vimos a los Hordeanos, con su traje gris y el emblema de el águila sobre su pecho. Apuntando a varios hombres y mujeres, que estaban contra la pared y con los ojos vendados. Todos ellos eran mineros.
Catra y yo miramos confundidas eso, hacia ya años que no había ese tipo de problemas. Todos los que morían era por hambre o frío, sin arriesgarse demasiado a algo.
Cuando menos lo espere tiraron de el gatillo. Ráfagas de balas caían sobre la espalda de las personas. Los estaban despedazando.
Las dos nos despedimos, ella corrió rápido hacia su hogar, yo me dirigí al mío. No sin antes mirar aquel charco de sangre, y ver como se llevaban los cuerpos.
En ese entonces no sabía lo que pasaba con exactitud, ahora lo se.
Tenía 11 años esta vez.
Para mis ya 13, una nueva regla se había establecido. 14 horas de jornada laboral.
Es aquí donde me lleva a la tercera vez que presencié la muerte.
La manera más estratégica de calmar este distrito, según el punto de vista de Hordak. Quemar, quemar los lugares estratégicos de los pocos rebeldes que había en aquel entonces.
El negro eso lo que se veía aquel entonces.
La peste era horrible, pero era más horrible imaginar que todo ese olor era proveniente de personas calcinadas, o de lugares que alguna vez "visite".
En la actualidad, todo esto me a echo pensar en el simbolismo de los colores. Y es que cada jodido color, es parte de la bandera de el Capitolio.
El rojo es la base, el blanco el contorno de ella y el negro, el negro es la maldita águila a la que le tenemos miedo. Ese emblema que uno al verlo sabe que hay problemas.
Para mi, el Capitolio significa una muerte segura.
Mi muerte segura.
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