☆ | Capítulo 2
Era viernes por la noche y algunos universitarios planearon una fiesta a lo grande. Mina y Chaeyoung por supuesto que aceptaron, necesitaban algún tipo de relajación después de toda la presión que estaban teniendo este semestre.
Chaeyoung estaba sentada encima de un cojín en el suelo, viendo como a unos pasos de ella estaba Nayeon y Mina charlando animadamente y riendo a carcajadas. Chaeyoung solo se limitó a verlas con una mirada seria mientras bebía la lata de cerveza que tenía en mano. De pronto otra de sus amigas japonesas se acercó con un cojín en mano, sentándose a su lado.
— Chaeng, no te mientas a ti misma, Mina te gusta, la quieres como algo más — Chaeyoung reviro los ojos. Momo siempre molestaba con lo mismo.
— Te equivocas Momo — negó con la cabeza, llevando su lata de cerveza a su boca.
— Yo digo lo que veo, ¿o por qué crees que mentiría al respecto? — le dio un sorbo a su bebida. — Hasta a mí me dio miedo como mirabas a Nayeon. Sabes que Nayeon está con Jeongyeon, no te la va a quitar.
— Pero si es que me gustara, no tengo oportunidad. Mina unnie siempre se junta con un montón de mujeres. A todas las vuelve loca solo porque se viste de una manera más masculina, eso les parece atractivo. A Mina le gustan las mujeres directas y con personalidad, y yo no cumplo con ninguno de los requisitos.
— ¿Pero cómo sabes si no le gustas a ella?
Ella te trata de una manera diferente y lo sabes.
— Eso es porque tenemos mucha confianza y ambas nos queremos de manera amistosa.
— Ah Chaeng, te hacen falta un par de lentes, de verdad.
Hasta ahí había llegado la conversación, Momo se fue de su lado yendo con Dahyun, la novia de la japonesa.
— Hola bonita — una voz llegó a su oído, Mina había llegado para abrazarla por la cintura, sentándose atrás de ella. Recibió una mirada de Momo con un: "te lo dije"
— ¿Cuántas cervezas llevas? — preguntó Chaeyoung, Mina acostumbraba a beber aún más en este último tiempo.
— ¿Siete u ocho? No recuerdo exactamente
— Chaeyoung sintió un escalofrío cuando Mina comenzó a rozar su nariz por su cuello.
— ¿Qué haces? — preguntó riendo.
— Hueles bien — respondió Mina, dejándole un suave beso en su cuello.
— ¿A qué huelo? — le siguió el juego.
— Mmm... a fresas y a que esta noche deberías quedarte conmigo — Mina la abrazo aún más fuerte, apoyando su mentón en el hombro de la coreana.
— ¿Pijamada? — Mina solo asintió.
— Lo pensaré...
— Por favor...Esta semana no nos veremos mucho, es semana de exámenes. Déjame pasar un tiempo contigo — suplicó.
— Bien, tu ganas — una risita de felicidad se escucho detrás de ella.
— De acuerdo. Luego que termine la fiesta llamaré a papá para que venga a buscarnos.
— ¿A qué termine la fiesta? ¿Piensas quedarte hasta las cinco de la madrugada? — volteó a ver a la mayor con una cara de reproche.
— O al menos cuando tú decidas el momento para irnos. Yo iré a donde tú vayas — sonrió.
— De acuerdo — Chaeyoung tiró su cabeza hacia atrás, quedando ambos rostros demasiado cerca.
Ambas mantuvieron contacto visual y sus rostros se acercaban con lentitud, pero por una tos forzada se vieron obligadas a separarse.
— Se sintió la tensión sexual, cariño — susurró rápidamente Momo en su oreja, antes de abandonar el lugar con Dahyun.
— ¿Que dijo? — preguntó Mina
— ¿Ah? Ella... ella no dijo nada.
— No mientas — Mina le hizo un par de cosquillas.
— Dijo que me veía muy bonita esta noche
— mintió.
— ¿Está noche o siempre? Porque para mí siempre lo estás — Mina ahora posicionó sus manos a los costados de los muslos de la menor.
— Solo que la falda es un poco corta, deberías tener cuidado, no sabes que clase de pervertido desearía mirar más allá de tu simple tela — beso su mejilla.
— Detesto cuando te comportas así, el alcohol te hace mal, de verdad.
— Solo trato de ser amable contigo
— bruscamente retiró las manos en donde estaban. Mina era súper difícil de controlar en este estado.
— ¿Amabilidad o me quieres llevar a la cama como a otra de tus putas? — contraatacó la menor.
— Eres mi mejor amiga, jamás intentaría tener algo contigo — golpe bajo para la menor. — Y sabes que más, buscaré a una de "mis zorras" como les dices tú — Mina se levantó detrás de ella.
— ¡Has lo que quieras, me voy a casa! — en menos de un minuto se había arruinado todo.
Mina se alejó de la menor y Chaeyoung la vio por la pista de baile, ya estaba coqueteando con alguien más.
— Jodete, Myoui — reviro los ojos, levantando del cojín.
Un par de minutos habían pasado y ya no había rastro de la japonesa.
Camino hasta la entrada, ahí estaban colgadas sus cosas. Pero antes de ponerse su abrigo escuchó unos gemidos provenientes de la habitación de al lado.
— ¡Ah Myoui, más rápido! — Chaeyoung lo supuso. Se acercó más, apoyando su oreja contra la puerta, escuchando perfectamente los gemidos de una chica, y por supuesto, la voz de Mina.
La tristeza la invadió como un balde se agua fría.
— ¿Sales con alguien? — preguntó la chica mientras aun seguía gritando de placer.
— No... ¿por qué?
— ¿De quién es la inicial que tienes en tu brazo?
— De alguien que no importa en estos momentos
— de un momento para otro la tristeza se había transformado en furia.
— ¡Al menos es bueno saber que no te importo cuando mantienes sexo con una puta! — gritó Chaeyoung por el otro lado de la puerta.
— ¡Maldita sea Son, ya vete a casa! — apenas escucho la voz de Mina, ya que al parecer la chica había llegado a su punto máximo de placer.
Chaeyoung solo salió y pidió un uber, derramando algunas lágrimas en el camino.
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