LA NUEVA INTEGRANTE
El verano se asentaba en la habitación, como un visitante que se niega a marcharse, alargando los días y tiñéndolos de una pereza inusual. A pesar del calor, en el ambiente se respiraba una calidez diferente, un clima acogedor que propiciaba la cercanía familiar. Sorprendentemente, esa unidad había florecido en medio de la llegada de una nueva integrante.
Victoria, una joven de innegable belleza, destacaba por sus ojos aceitunados y su extenso cabello oscuro que caía como una cascada bajo la luz de la luna hasta su diminuta cintura. Esta joven mujer era la hija de amigos cercanos de la familia y su estancia estaría motivada por un proyecto académico que pretendía presentar en su escuela de arte como parte de las exigencias para su ingreso. Así que la convertiría en una invitada habitual.
La madre de André y Brela, con quien mantenía una relación muy estrecha, parecía haber acogido a Victoria como una hija más; o quizás, como la nuera ideal que siempre había soñado. Las dos compartían momentos juntas: paseos por la ciudad, charlas amenas durante la hora delté y la preparación de recetas familiares en la cocina. Aquellos minutos menudos parecían fundamentar un lazo casi indisoluble entre ellas.
—Eres realmente hermosa, Victoria. Además, tu inteligencia y tu pasión por el arte me inspiran. Me encanta que persigas tu sueño de convertirte en artista —afirmó la madre de André, con un tono de voz que denotaba admiración genuina.
—Gracias, madre. Sabes que ser artista es el sueño de mi vida a pesar de los prejuicios de la sociedad.
En un giro inesperado de la conversación, la madre de André se atrevió a sugerir.
—Me encantaría que tú te interesaras en mi hijo. Sería un honor para mí que fueras parte oficial de esta familia, y no podría imaginar a alguien mejor que tú, a quien conocemos desde que naciste.
—¿En serio, quiere que sea la esposa de su hijo? —se sorprendió Victoria, buscando la confirmación en el rostro de su interlocutora. En ese momento, mi corazón se sintió como un frágil objeto de cristal que amenaza con quebrarse bajo la presión de la realidad. Yo era plenamente consciente de que, debido a mi condición, no podría aspirar a una relación con André. Sin embargo, aquellos sentimientos de celos hacia Victoria comenzaban a consumir mis pensamientos. Era evidente que no pasaría mucho tiempo antes de que él se enamorara de ella, especialmente porque su madre la respaldaba como la candidata perfecta para convertirseen su nuera.
Me encontré encerrada no solo en el espejo que reflejaba mi imagen, sino también en un laberinto interior construido con mis propias inseguridades. Era necesario procesar la situación inminente y la posibilidad de perder lo que jamás tuve. A pesar de ello, en lo más profundo de mi ser, había una pequeña voz que me instaba a no resignarme ante la derrota. Era una batalla interna, una lucha por algo que, paradójicamente, solo yo podía sentir. Intuía que, aunque las circunstancias parecían jugar en contra de mis esperanzas, no podía rendirme sin haber peleado al menos hasta el último aliento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro