Llegamos al aeropuerto y cuando iba a incorporarme en la fila para checar mi pasaje JungKook me toma de la mano impidiendomelo. 

—¿Qué sucede ahora? ¿Tienes que ir al baño otra vez?—lo miré con fastidio.

—Ashlyn dijo que estaría aquí en tres minutos, deberíamos esperarla, vamos en el mismo vuelo—fruncí el entrecejo sin comprender.

—¿Hablas con esa chica después de todo?—pregunto sin creerme lo que estaba diciendo.

—Nos escribimos unas cuantas veces por Instagram y la verdad nos llevamos bastante bien. Luego intercambiamos números y pasamos la conversación a WhatsApp. Hacemos de vez en cuando intercambios de memes—suelta una carcajada e hice una mueca.

—¿Por qué no me los pasas a mí?—me cruzo de brazos apoyando todo mi peso en mi pierna derecha.

—No son tu estilo—sonríe incómodo y supe que estaba ocultándome algo.

—¿JungKook?

—Son memes sobre ti—habla en susurros y suelto un suspiro de cansancio.

—¿Buenos o malos?

—¿Acaso eso se diferencia? Son burlándose de ti. Todos son buenos—ruedo los ojos y volví a intentar caminar hacia la fila pero me toma del brazo—. Esperemos solo un poco más.

—Mejor quédate tú esperando a tu amiguita, yo tomaré mi vuelo—aparté la mano enojado y finalmente caminé hacia mi objetivo.

Tomaríamos un vuelo para ir a Seattle, Washington, una vez más el torneo se celebrará ahí. JungKook y yo, y bueno supongo que Ashlyn, ya habíamos superado todas las eliminatorias, sólo quedaba la final y como siempre ella tenía que estar para molestar. Ya una vez fui campeón en esta competencia pero no me podía confiar, en un año pueden ocurrir muchas cosas y pueden mejorar muchas personas.

Tomé asiento en mi puesto, estaba junto a la ventanilla, me gustaba eso, me relajaba. Luego de casi 6 horas y media llegamos a nuestro destino. Me la pasé callado en todo momento, JungKook decidió que Ashlyn compartiría el taxi con nosotros. Adivinen... ¡hospeda en el mismo hotel, que alegría!

—Voy a mi habitación—informo tomando la tarjeta que me dejaría entrar en ella. Los dejé en el lobby y seguí mi camino.

Estar horas andando por mis redes sociales me había hecho investigar sobre los posibles memes que hacen que mi amigo y oponente rían. La verdad, a mí no me daban gracia. La mayoría eran míos poniéndome nervioso por el demonio púrpura.

Escuché los golpes en mi puerta y me levanté de la cama para ir a atender. Al abrirla hice una mueca con mi labio cuando vi a Kook.

—¿Salimos a beber algo?—pregunta sonriendo con todos los dientes fuera.

—Ni he comido, ¿cómo crees que voy a ir a tomar?

—Vamos, para dejar atrás el estrés de la competencia—me lo pensé unos segundos y asentí.

—Déjame tomar mi billetera—volví adentro para tomar lo que dije y la guardé en mi bolsillo trasero. Nos fuimos de ahí y cuando salimos del ascensor vi a Ashlyn andando en su celular. Llevaba un vestido blanco algo ancho de mangas largas y corto, y un cinturón negro en la cintura haciendo que se definiera su figura. El cabello lo llevaba recogido en una coleta con unos cuantos mechones sueltos, tacones negros y una bolsa púrpura—. ¿Qué hace ella aquí?

—Ella fue la de la idea—responde apresurado el paso para separarse rápido de mí. Éste chico últimamente se está ganando mi odio.

—Al fin, ya quiero emborracharme—habla cuando llegamos a su lado y sin darme tiempo de protestar se va con JungKook. Bufo y camino tras ellos. Creí que tomaríamos un taxi, pero no fue así, me hicieron caminar tres cuadras para llegar al bar.

Una vez dentro tomamos asiento en una de las mesas desocupadas. Se veía que era tranquilo, no tenía pista de baile y tampoco hay mucho espacio para improvisar una.

—¡A la cuenta de tres!—grita JungKook caminando hacia nosotros con tres vasos de vodka.

—Eso está muy fuerte Kook—dije tomando el trago que me correspondía.

—Mejor aún—habla la chica sonriendo—¡Uno, dos...

—¡Tres!—grita mi amigo y sin pensarlo bien me uní a su pequeña competencia de ver quien tomaba más. Todos llevábamos cinco vasos, tomados de un tirón, ahora mismo no sé ni cual es mi nombre.

—Creo que deberíamos irnos—arrastré las r.

—Pareces ucraniano—se burla JungKook riendo y apoya su cabeza sobre la mesa. Rodé los ojos y me dio un mareo.

—Claro, siempre hay que hacer lo que tú digas—se pone Ashlyn a la defensiva.

—¿Qué te sucede?—hago una mueca y ella me mira mal.

—Tú me sucedes—me señala y se levanta torpemente del asiento para tratar de salir del lugar. Saqué mi billetera y dejé dinero sobre la mesa, no sé cuanto, pero estoy seguro que era lo suficiente para pagar por todo. Por lo que veo mi amigo se había quedado dormido.

—¿A dónde vas?—pregunto cuando salimos del bar.

—Lejos de ti.

—Estás ebria, no puedes andar sola—la tomé del brazo y mis ojos se estaban comenzando a cerrar. No podía detenerme o me dormiría.

—Tú también lo estás—aleja su mano de la mía.

—¿Qué tienes contra mí?

—¡Que eres un egocéntrico de mierda!—grita de repente y busqué sus ojos con los míos—. ¡Un narcisista, un ególatra...—la interrumpí.

—¿Sabes que son sinónimos de egocéntrico? Técnicamente me estás llamando lo mismo una y otra vez.

—¡Quédate con la idea de mi ofensa!—sigue gritando—. ¡Te crees el mejor en todo!

—Me creo el mejor en los videojuegos y es porque lo soy.

—¡Tu vida consiste en jugar videojuegos!

—¡¿Te crees que no sé que mi vida es patética?! Porque si es lo que tratabas hacerme saber, créeme que lo sé hace mucho—me giré para irme, ella me tomó de la mano girándome de un tirón.

—No es lo que trataba hacer.

—Pues gracias por seguir recordandomelo. Mientras otras personas a mi edad están teniendo hijos y casándose. Yo me paso más de 10 horas frente a una computadora y mi única alegría es cuidar de la hija de mi mejor amigo. Y lo peor de todo es que ¡yo elegí esta vida!—jalé mi mano bruscamente.

—Tu vida no es patética, Tae.

—¿Ahora tratas de mejorarlo? He arrastrado a JungKook en mis decisiones estúpidas, ya me siento lo suficientemente mal cada día que lo veo para que tú también me grites en mi rostro que no sirvo para nada.

—Eres bueno en los videojuegos—susurra con miedo y ahogo una carcajada.

—Y me estás quitando eso también—nuevamente me giré para irme y esta vez si me lo permitió. El alcohol tal parecía haber desaparecido por completo, pero el dolor de cabeza seguía ahí haciendo acto de presencia.

Todo lo que le grité a Ashlyn lo pensaba hace mucho, sólo que jamás me atreví a decirlo, supongo que el alcohol si te hace ser más valiente. Es cierto que de alguna manera no me arrepentía de las decisiones que he tomado, pero no quiere decir que no me sienta mal por ellas.

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Holiwi. Básicamente así sería uno de los memes que JungKook y Ashlyn se enviaron.

@PurpleSandra02, fuera💜