Capítulo 20 (2 parte)
Haruto se encontró así mismo de camino al hospital, entre memorias de la vida. Una pequeña llovizna cayendo sobre su cuerpo, mientras su abrigo se encargaba de resguardarle. Logro ajustarlo un poco más, mas solo era para asegurar su eficiencia. Esos primeros días del invierno, estaban empezando a alargarse hasta llegar a la mitad, la estación se había asentado completamente en el ambiente. Incluso las personas a su alrededor, se dejaban llevar por el clima.
Haruto observo a las parejas caminar de la mano, las familias resguardando a sus niños. La última imagen le llamó mucho la atención, eran solo un padre y su hijo. Haruto inevitablemente, recordó a su padre. El solo recuerdo le seco la garganta y de repente, necesito urgentemente un cigarrillo. Era ese efecto que tenía su padre, despertar ese vicio en el cigarrillo.
Haruto alargo su mano hasta su bolsillo y ahí estaba. Esa cajetilla de cigarros gastada, que solo conservaba una unidad. Haruto la miro desde la distancia, la colilla lo invito reluciente. Haruto respiro profundamente mientras seguía observándola, para luego hacer un rápido movimiento. Tomar la cajetilla completa y quedarse viendo hacia adelante. Un basurero lo intersectaba, pensó en que era una especia de señal.
Haruto pensó otra vez, pero esta vez, fue en alguien diferente. Pensó directamente en Jeongwoo, en como este lo hacía sentir. Un sentimiento totalmente diferente al de su padre. Todo en su mente, se tornó para bien. Haruto arrugo la cajetilla en sus manos, la tiro al esto de basura. Paso de esta después de tirarla, mirando mientras caminaba. Justo frente a sus ojos, estaba el gran hospital
Haruto siguió caminando, en busca de Jeongwoo. Se suponía que este estaría esperando lo en la entrada, posiblemente con maleta en mano. Miro a todos lados, pero no lo encontró. Haruto reviso su teléfono, no había nada que variase la cita. Aun así, llamo, llamo en bendito vano. El tono de llamada le chirrió en los oídos, fue exasperante en sobremanera.
Haruto decidió entrar al gran hospital, termino topándose con un Hyunsuk. El chico caminaba rápidamente, con una bolsa llena de ropa. Haruto reconoció el bolso, era el mismo que llevaba a sus prácticas. Haruto recordó aquello, las prácticas para las finales. Había dejado a Junkyu al mando, pero sabía que debía volver lo más pronto posible. Especialmente ahora, que necesitaban completar el equipo.
_Haruto. _
Haruto ya estaba listo para saludar al chico, no esperaba que este le saludase primero. Vio como Hyunsuk le sonreía apaciblemente, muy característico del chico. A pesar de estar todo sonrisas, parecía ser solo una fachada. Debajo de todo ese impecable aspecto, que la bata le brindaba. Este lucia algo cansado, sus ojeras rondaban sus orbes. Sin mencionar el olor a café que emanaba, parecía ser fresco. Un digno estudiante de medicina, cuyo escape siempre eran los deportes.
_Hola. _
Haruto saludo lo más formalmente posible, le debía mucho respeto al chico. Hyunsuk era el mayor de todos en el equipo y el que realmente se había merecido la capitanía. Si no fuese porque la había rechazado, las cosas talvez serian diferentes en el equipo.
_ ¿Qué haces por aquí? _Hyunsuk sintió al hablar.
_Lo de siempre. _Haruto se encogió de hombros.
Hyunsuk frunció el ceño. _Eso no me dice mucho. _
Haruto solo se le quedo mirando al chico, sabia su psicología al hablar. Al final del día, el chico iba a ser psiquiatra. Estaba a punto de entrar a la especialidad, pero preveía que el chico, ya había empezado a estudiar el examen de ingreso. Hyunsuk podía irse de fiesta en fiesta, pero seguía siendo muy aplicado en lo suyo.
Haruto se volvió a encoger de hombros. _Vine a ver a Jeongwoo. _
Hyunsuk se le quedo mirando a Haruto. _Pero... _
_ ¿Que? _Haruto hablo rápidamente.
_ ¿Pensé que te habías enterado? _Hyunsuk no supo que más decir.
Haruto frunció el ceño. _ ¿De qué? _
Hyunsuk negó mientras miraba al piso y se acomodaba el bolso deportivo. Evaluando si decirle al japonés o simplemente callar. Sin saber exactamente que elegir, solo se dejó llevar por lo que creía más correcto. Según lo que se le venía a la mente, simplemente fluyo.
_Si no sabes aun lo que paso, creo que es mejor que él te lo cuente. _
Haruto parpadeo varias veces. _ ¿Podrías al menos decirme de que se trata todo este juego de palabras? _
Hyunsuk hizo una mueca. _Creo que esto es algo en lo que yo no me puedo meter. _
Haruto jadeo. _Pero... _
Haruto solo vio como el chico dio un par de pasos hacia atrás, casi de terror. Haruto sintió esa exasperación, de no saber lo que venía. El silencio sepulcral de Hyunsuk, solo le formaba escenarios en la mente. Ninguno de ellos, parecía ser bueno.
_Nos vemos en las practicas Haruto. _
Hyunsuk alargo su mano, dándole unas palmaditas al japonés. Le dio algo de lastima aquel rostro desolado y la manera en como su mirada se perdía en la nada. No sabe porque, pero, le recordó mucho a la mirada de Byoungon. Los dos tenían una especie de aura poderosa, pero esta también podía volverse completamente blanda. Unos muy peligrosos dos lados de la arista, que posiblemente ambos les gustaba ocultar, hasta mas no poder.
Haruto es guiado por las indicaciones de siempre, esas que lo llevan a la habitación de Jeongwoo. Va hasta ahí con algo en el pecho, algo que no sabe cómo despegarse. Las cosas no se apaciguan al ver al chico, mucho menos al prestarle atención, a esas expresiones que tiene. Haruto se detiene perplejo, una vez cierra la puerta y la deja atrás.
_Jeongwoo..._Haruto logra fragmentar palabra.
_Haruto. _Jeongwoo desvía su mirada.
Haruto nota aquello, nota incluso más. Mira a su alrededor y, no hay maletas alistadas. No hay rastro de estas, como si las hubiesen retirado hace mucho. Haruto se acerca de a poco, pero Jeongwoo, no se acerca para nada. Llega un momento en el que Haruto se detiene, hay algo de distancia entre ambos. La suficiente como para que se miren perfectamente a los ojos, ahí es cuando se da. Ambos se miran el uno al otro, mientras la vergüenza se desmenuza en el aire.
_Pensé que estabas listo para salir del hospital. _Haruto dice de la nada.
Jeongwoo hace una mueca, una que parece ser desgarradora. Sus labios tiemblan, como si estuviese aguantando. Haruto ve un pequeño brillo en sus ojos, como si lagrimas estuviesen a punto de brotar. Haruto siente un golpe bajo en su estómago, un peso en su corazón. Ver al coreano así, no era lo que se esperaba ¿Dónde estaba ese día feliz, que ambos habían imaginado? Las sonrisas no estaban ahí, la libertad se les escapaba de las manos.
_No regresare a casa como te lo prometí. _Jeongwoo hablo despacio.
Jeongwoo se atrevió a decirlo, las palabras le desgarraron el alma. No sabía porque dolía tanto, cuando lo había ensayado toda la noche. Con lágrimas en los ojos, que pensó que se restarían. Pero ahí estaban, apunto de salir nuevamente. Ni siquiera sabia como podía mirar al japonés a los ojos, cuando estaba presenciando como le rompía el corazón. Podía incluso escuchar ese crujido, que alguna vez escucho en sí mismo. Todo era una simple analogía, pero parecía tan real. Podía sentirlo lo suficiente, como para que fuese real.
_ ¿Que? _La voz de Haruto se apagó.
_Lamento haber tomado esta decisión tan a la ligera, pero creo que es la mejor decisión que, he podido tomar alguna vez. _Jeongwoo arrastro su hablar.
Jeongwoo espero cualquier reacción de parte del japonés, menos la que presencio. La manera en como este se le acerco, tomo su rostro con sumo cuidado. Lo miro tan fijamente, como queriendo leer sus sentimientos. Para entonces, ya era un mar de lágrimas. Ahí estaban esos estúpidos sentimientos de nuevo, odiaba ser tan miserablemente débil.
_Sabes que estoy aquí para ti, escuchare cada razón que me des. _Haruto se le quedo mirando a Jeongwoo.
Jeongwoo se quedó en el aire, sin poder creer las palabras del japonés. Sin poder comprender, como este era tan paciente. La manera en como acunaba su rostro, limpiaba cada una de sus lágrimas. Se encargó de enjuagarlas con sumo cuidado, como si fuesen el objeto más precioso. Jeongwoo tomo valor de quien sabe dónde, pero se obligó a seguir. Era una decisión tomada y debía seguir. Por el bien de sí mismo, por el bien de todos.
_He decidido ir a un lugar donde puedan ayudarme, con mis adicciones y demás. Porque necesito ser una mejor persona para los demás, en especial para ti. _ Jeongwoo se le quedo mirando a Haruto. _Incluso si después de esto... no quieres saber nada mas de mí. Si piensas siquiera que lo nuestro, no podría ir bien en la distancia. _ Jeongwoo trago hondo. _ Lo comprenderé completamente, con tal de no dañarte con mis males y..._
Jeongwoo no pudo seguir, sus labios fueron ocupados por los del japonés. Un casto beso, que ocupo un corto momento. Logro despertarle de su dolor, dispersándolo hasta que se esfumo. El poder de los besos del japonés, seguía sintiéndose curativo. Jeongwoo no pudo evitar quedársele mirando, muy despacio por todo el largo del puente de su nariz, subiendo hasta sus ojos. Trago hondo al cerciorarse que, el japonés no dejaba de mirarle.
_ ¿M-e... podrías decir que significo ese beso? _ Jeongwoo dijo algo anonadado.
Haruto se le quedo mirando a Jeongwoo. _Tiene un significado y es el que te amo. Y que donde sea que vayas, mi corazón siempre estará contigo. Amándote a pesar de la distancia, de los años que tengan que pasar. Porque ya ha pasado una vez y estoy dispuesto a hacerlo una vez más. _ Haruto respiro profundamente. _Solo no vuelvas a, odiarme nunca más. _ Haruto sintió como las lágrimas le traicionaban. _Quiero que me sigas amando, como lo haces ahora..._
Jeongwoo se le quedo mirando a aquellas lágrimas, no pudo hacer más que tratar de apaciguarlas. Abalanzándose a abrazar al japonés, tratando de reconfortarle. Este le siguió el abrazo, mientras se acomodaba. Pudo escucharlo respirar profundamente, mientras sollozaba de a poco. Jeongwoo no pudo hacer más que abrazar más fuerte, no podía hacer más que ello. Tratando de memorizar ese sentimiento, de no olvidar esa esencia del japonés.
_No hay manera de que deje de amarte, no hay manera de que me aleje completamente de ti. Pero eso no significa que no duela, que no duela tener que hacer esto. _ Jeongwoo hizo una pausa. _ Perdona mis acciones, prometo que mejorare. Lo hare por mí, lo haré por ti, por nosotros. _
Junkyu sonríe mientras explica el juego, luciendo enteramente perfecto. Fingiendo en sobremanera, como si su ser no estuviese resquebrajándose. Como sea, sigue siendo un tipo ingenioso. Se ha ganado la confianza de los nuevos miembros del equipo, pero ha sido un trabajo duro.
Se tomó el tiempo para entrenarlos por sí mismo y no puede negarse que ha sido complicado. Sabe que no es el mejor de los líderes y que nunca lo será. Aun así, sigue intentando con todas sus fuerzas, tratando de tener esa confianza en sí mismo, que siempre le ha faltado. Que siempre ha estado buscando, con tanta desesperación. Talvez de forma demasiado ambiciosa, talvez no de la forma más sana.
_ Jungwon..._
Junkyu alcanzo a decir, desde si posición habitual. Mirando desde atrás, logro conseguir ver toda la jugada. Dirigiéndose hacia Jungwon, uno de los nuevos del equipo. El chico se giró en un parpadeo, su cara escurría en sudor. Le goteaba en el mentón, hasta regarse en su camiseta. Camiseta que se respaldaba con otra, el chico utilizaba ropas sobre mas ropas. Talvez era porque, sus padres eran predicadores. Si, debía ser por eso. Junkyu frunció el ceño ante la idea, el chico literalmente se estaba muriendo del calor.
_Lo-lo he hecho mal... ¿Mmm? _ Jungwon se mordisquéalas uñas de la nada.
Junkyu bufo mientras negaba. _Lo has hecho perfecto. _
Junkyu dijo toda la verdad, la jugada había quedado de maravilla. El chico había cumplido favorablemente la salvada, tanto que sus rodilleras, se habían rayado chirriantes contra el suelo. Una de ellas estaba resquebrajada y la otra no daba más en uso. Como si estas estuviesen usadas y sí que lo estaban. Junkyu recordaba esas rodilleras, le habían pertenecido a Mashiho.
Si, el japonés había dejado parte de sus implementos en los casilleros, implementos que no habían dejado de ser utilizados. Especialmente por Jungwon, quien había sido el último en unirse al equipo. El chico había sido arrastrado por su novio Jay, quien no paraba de hablar de su potencial. El resto de la historia se contaba sola, el equipo finalmente estaba completo.
_Te dije que no había de que preocuparse. _
Jay corrió a tomar a su novio del rostro, ocupando sus manos con delicadeza. Se acercó a este solo para que su nariz, se encontrase con la de su amado. Un roce que dio ternura, se ganó la atención de Junkyu. Algo en él se sintió en completa desolación y la más buena de las envidias. Casi quiso sonreír a la par de estos, mientras los veía en lo suyo. Mas prefirió acompañar a Niki, fingiendo una cara de asco. Cara de asco que Niki no había fingido, ese chico era un anti romántico.
_Pensé que la jugada nos había quedado floja. _
Un carraspeo se escuchó después de unos segundos de silencio, que se plagaba de los murmullos de la pareja. Niki parecía estar algo arto del romance entre ambos, así que, simplemente se metió entre ambos, rompiendo el abrazo. Jay solo rodo los ojos ante ello, mientras que Jungwon ya estaba acostumbrado a lo territorial que era su mejor amigo.
_Deja de ser tan inseguro de ti mismo anda. _ Niki exclamo.
_Creo que Niki tiene toda la razón. _Junkyu finalmente intervino.
Jungwon hizo una mueca. _Tengo el peso de mis padres aquí, en toda mi espalda. _
Jungwon miro hacia el suelo un rato largo, antes de volver a mirar hacia adelante. Se encargó de evitar todas las miradas lastimeras, sabía que estaban ahí, cada que mencionaba a sus padres. Le quemaban, en especial la mirada de Jay, el aun no comprendía su relación con sus padres. Y el caso era una curiosa viceversa, una que nunca se desenredaría en totalidad.
_ ¿Nos permiten un minuto a solas? _
Junkyu dejo la frase al aire, llevándose a el chico hacia un lado de la cancha. Se aseguró de mirar como el par asentía y volvía a practicar un poco más. Eso fue más que admirable, Junkyu no recordaba muchas conductas así. El drama del equipo había sido una debilidad, pero ahora, había una especie de unión. Las nuevas unidades eran bastante respetuosas y esperaba que se mantuviese así.
_Le dijiste a tus padres que estabas en el equipo ¿Verdad? _Junkyu miro a los lados.
Jungwon trago hondo. _Ellos mismos se enteraron. _
Junkyu asintió apacible. _ ¿Están bien con ello? _
_Siempre que ganemos las finales. _Jungwon hablo rápidamente.
Junkyu pudo sentir la tensión en los hombros del chico, esta lo dejaba petrificado. Se mordía las uñas en los descansos e incluso mordisqueaba su labio inferior. Más un millón de mañas más, que denotaban que este siempre estaba estresado. Consecuencias claras, de tener padres severamente perfeccionistas.
_Somos un buen equipo por aquí, creo que las cosas han mejorado bastante. Pero eso no significa que debas ser demasiado duro contigo, mira como tienes de preocupado a tu chico. _
Jungwon no se atrevió a mirar, ya se sabía cada una de las expresiones de Jay. No tenía que verlo, para saber que tenía esa característica mandíbula marcada. Tan tenso que rasgada, uno de sus mejores visuales. En parte lo envidiaba, al menos se veía bien estando tenso.
_Ya debería de estar acostumbrado a lo que mis padres generan en mí, pero sigue insistiendo en que algún día me rescatara de su tiranía. _ Jungwon bufo. _ Míralo nada más, se cree Superman. No lo es, más bien... es un súper tonto. _Jungwon resoplo.
_Un súper tonto que te quiere ¿No? _Junkyu aseguro.
Jungwon respiro profundamente. _Supongo. _
_Yo tú... lo valoraría. _Junkyu soltó.
_ ¡Qué dices! _Jungwon siseo.
Jungwon se extrañó ante la plática, esa faceta de Junkyu. No lo conocía mucho, más bien, no lo conocía casi nada. Solo sabía lo que se decía por los pasillos, de la reputación de los Park. Eran el juego de luces de la universidad, los veías de lejos mientras algún extraño te contaba sobre ellos.
Jungwon aún recuerda la descripción que le dieron de Junkyu. Un fuckboy por excelencia, uno bastante traicionero. Manipulador profesional, es imposible decirle que no. Es demasiado guapo, demasiado adinerado. Con esa sonrisa que tiene, parece ganarse al mundo. Jungwon aseguro que lo que decían en los pasillos, no combinaba con los consejos que le estaba dando Junkyu. Talvez eran habladurías o talvez no.
_ ¿Piensas que soy de los que mastica y escupe? _
_Eso es lo que dicen por los pasillos de ti. _Jungwon confeso con tranquilidad.
Junkyu bufo. _A la gente le gusta hablar mierda de los demás. _
_ ¡Ding dong! _
Niki interrumpió la conversación, con ese descaro de siempre. Esa sonrisita divertida en su rostro, que le daba algo de alegría a su intimidante mirar. Se sostuvo del hombro de Jay, quien había llegado a la par. Miraba su reloj, como si hubiese estado contando aquel minuto solicitado. Junkyu solo se le paso por la mente, el chico era un psicópata en potencia.
Jungwon le dio una mirada a su novio. _Jay... por favor. _
Jungwon hablo severo, sabía que la idea de interrumpir no era del japonés. Jay siempre era la mente, de un cuarto de las fechorías de Niki. No sabía cómo le convencía de que eran buena idea sus planes, pero la cosa es que lo hacía. Casi parecía patético, pero suponía que eso era lo que los amigos hacían. Seguir las estupideces del otro, tu saltas y yo salto también.
_Se acabó el minuto. _Jay silábico la frase.
_Y también la práctica. _Niki agrego animado.
Junkyu le dio una mirada al par. _Supongo que tienen razón, descansen un poco para mañana. No quiero llorones en el calentamiento, me refiero a ti Niki. _Junkyu le dio una miradilla al japonés.
Junkyu paso de la mirada celosa de Jay, porque si, el tipo era celoso. Un celoso por elección, pero al final lo era. Junkyu no sabía si justificarlo o simplemente denegarlo. Jay tenía sus razones, pero solía exagerar gran parte de estas.
_Con músculos cualquiera. _Niki hablo entre dientes.
_Te escuche. _Junkyu le dio una mirada a Niki.
Niki se escondió detrás de Jay, y este hizo de sobreprotector una vez más. Junkyu quiso carcajearse, Jay le seguía pareciendo un chiquillo. Quizás porque, estaba en su segundo año de universidad o porque los años que los separaban pesaban. De todos modos, no era la gran cosa.
_ ¿No vienes con nosotros a las duchas? Prometo que hoy si me voy a bañar, incluso si es agua regular. _
Niki agrego antes de partir, dirigiéndose directamente a Junkyu. Junkyu se dio de cuenta que la parejita ya había partido y que solo el japonés se había quedado extrañado de que no partiese. Cosa buena del rubio, era muy observador. Atento ante el mas mínimo movimiento, por algo era un buen bloqueador. El que no le gustase quedarse sin agua tibia era un negativo, pero no lo culpaba por ello. El agua regular de la universidad era una tortura, especialmente en invierno.
_Me quedare practicando un poco más. _Junkyu aseguro. _ Mejor vete antes de que te dejen sin agua caliente. _
_Está bien, pero...no te exijas mucho. _
_ ¿Eres mi mayor o algo así? _ Junkyu pico.
_Un hada me mando a cuidarte..._
Junkyu vio como el japonés se encogía de hombros, para luego correr hacia la parejita. Logro romper el agárrese sus manos y agarrar las manos de cada quien. A Junkyu le pareció gracioso, pero, no era como que le apetecía reír. Seguía jodido por lo de su hermano, seguía jodido por lo que su familia nunca pudo ver.
_ ¿Un hada...? _
Doyoung se desliza en la puerta de aquella habitación, a la que se le ha prohibido entrar. No hay manera de que pueda saber nada de Dohwan, más que el hecho de que esta grave. Ha visto lo suficiente como para saber que no es, simplemente cualquier tipo de grave. Doyoung ha visto como lo han intentado revivir, ya tantas veces. La sola imagen le carcome la conciencia, se siente la persona más culpable. Siente las manos ensangrentadas, por un crimen que no cometió. Así es cuando ignoras, a alguien que necesita tu ayuda, en sus peores momentos.
Doyoung se rinde ante la imagen de Dohwan, no lo puede sacar de su mente. Se acurruca en la penumbra, mientras escucha la vibración de su celular. No quiere saber de nadie, ha huido incluso de Nanay. La mujer se ha ido en busca de cosas para Dohwan, en caso de que este despierte. Una ilusión necia de su parte, los doctores han asegurado su coma definitivo. El momento de su despertar, no puede ser predecible.
Doyoung rompe en llanto, por enésima vez en el día. Ya no le importa si alguien lo ve, no le importa específicamente nada. Lo único que desea, es que toda esa pesadilla termine. Que todo sea un sueño, que pueda despertar y continuar con su vida. Esa vida perfecta de secundaria, cuando solía amar a Dohwan. El buen Dohwan, ese que aún no se convertía completamente. Ese que no era un monstruo total, sino un chico lleno de vida. Vida... ¿Que era la vida en esos momentos?
Doyoung divisa algo, que le parece ser producto de su imaginación. Parpadea un par de veces, mientras su vista sigue nublándose. Las lágrimas lo ciegan completamente, apenas puede ver de quien se trata. Pero cuando esta persona se acerca a abrazarle, lo reguarda de una manera. Doyoung siente como lo levanta de los cimientos, puede percibir su esencia. No sabe cómo el chico ha llegado hasta donde está, pero no puede decir que no lo necesita. Que no necesita el calor de sus abrazos y el amor de sus besos.
_ ¿Cómo es que lograste encontrarme...? _Doyoung hablo en un hilillo.
Doyoung se aleja un poco, lo suficiente como para mirar al azabache. Este traga hondo ante la pregunta, pero se relaja una vez deja de titubear. Doyoung parpadea al verle, lo encuentra tan inocente. Sin saber cómo alguien de tal aspecto, pudo terminar siendo un delincuente.
_Sigo sabiendo algunos trucos de delincuente... _
Junghwan hablo sin tapujos, porque era más que la verdad. Por alguna extraña razón, aun recordaba algunos trucos. Rastrear una ubicación, era uno de ellos. Era la primera vez, que lo usaba para el bien. En parte Junghwan se sintió sumamente orgulloso. Había logrado encontrar al pelirrojo, que obviamente le necesitaba.
Doyoung se volvió cabizbajo. _Entonces debes saber lo que sucedió... _
Junghwan trago hondo ante aquella frase, nunca había escuchado la voz del pelirrojo tan apagada. La manera en como su aspecto, lucia totalmente a la par. Las lágrimas de su rostro, la sangre en su ropa. Todo era de terror, todo parecía tan trágico.
_Lo lamento mucho amor..._Junghwan halo en un hilillo.
Doyoung dejo ir un lamento. _Nunca debí alejarme como me lo pidió...nunca debí hacerlo... _
_Fue una decisión que el mismo tomo. _Junghwan trago hondo.
Doyoung se alejó de golpe, mientras hacia un amargo. Como si no pudiese aceptar la realidad, frustrado hasta los cojones. Se arremolina los dígitos, contra su ya desordenada cabellera. Hebras que contrastan perfectamente, con los restos de sangre en sus manos. Esos que probablemente consiguió, al aferrarse a Dohwan. Logro hacerlo mientras lo trasladaban a sala y eso fue todo lo que pudo hacer. Rozar sus manos ensangrentadas, manchar las suyas en el proceso.
_ ¿Por qué tuvo que pensar solo en su dolor? ¿Por qué no pensó también en el dolor que generaría? _Doyoung hablo frustrado.
_Porque estaba desesperado por huir... de su propio dolor, sin importar las consecuencias de sus actos. _Junghwan hablo apacible.
_Tengo mucho miedo por la vida de Dohwan y... _Doyoung hizo una pausa.
_ ¿Que? _ Junghwan se le quedo mirando al pelirrojo.
_No sé qué hacer para poder salvarle. _Doyoung hablo en un hilillo.
Doyoung se volvió cabizbajo, en su propio pesar. Repitiendo esa frase, expresando ese deseo de salvar a Dohwan. Pero... ¿A quien quería engañar? Las cartas ya estaban echadas, el destino en contra de ambos. Debió haberlo previsto, debió haber esperado aquella catástrofe. Por todas esas veces que lo salvo de sobredosis, por todas esas veces que se jugaron sus vidas en una carrera clandestina.
_No hay nada que puedas hacer ahora, ya hiciste todo lo que estaba en tus manos y sé que es difícil por lo que estás pasando, créeme. _Junghwan arrastro la última frase.
Algo de dolor alojándose en el alma de Junghwan, dolió en esos momentos y sabía que dolería para siempre. Seongmin seguía en su memoria, seguía enseñándole, que los finales felices no existían. La vida no era un cuento de reinos y que los príncipes no eran tal parecían. Porque los príncipes de la vida real, no eran perfectos. Estaban hechos de carne y grueso, tenían un corazón que palpitaba al compás de sus almas. Cometían errores y amaban con locura.
Doyoung parpadeo varias veces. _ ¿Y cómo es que no fue suficiente? ¿Por qué no pude salvarle...? _
_No existe antídoto capaz, de arrancar el dolor del alma...Doyoung... si algo duele, siempre dolerá. _Junghwan hablo apacible.
_¿Cómo pudiste soportar todo aquello...? _Doyoung hizo un amargo. _Yo...no sé si podre hacerlo ...soy débil Junghwan, es hora de que lo acepte. _
_Amor... _
Junghwan sintió como el pelirrojo se zafaba del agarre, para luego salir corriendo. No le quedo más que dejarle ir, pero, sabía que debía seguirle de todos modos. Se apresuró a seguirle, cuando su celular sonó de repente. Junghwan lo tomo de inmediato, viendo la llamada en la pantalla. Un número totalmente desconocido, lo había estado llamando durante todo el día. Junghwan frunció el ceño, volviendo a ignorar la llamada. Regresando su atención hasta el pelirrojo, quien se había perdido entre los pasillos.
Junkyu golpea la pelota sin cesar, la coloca una y mil veces. Incluso practica el resto de las posiciones del equipo, asegurándose de saberlas todas. Este empecinado en saber cada cosa del vóley, como el mismísimo Hyunsuk. Analiza constantemente cada una de las características de los miembros del equipo, tiene que aprendérselas al pie de la letra. Tiene que ser tan estratégico como Watanabe, quien conoce al pie de la letra a sus compañeros.
Por ultimo Junkyu, se exige físicamente hasta el límite, probando su fuerza y resistencia en cada golpe que le da a la pelota. Deseando tener una fuerza parecida a la de su hermano, juraba que era parecida a la de una deidad. La manera en como este seguía con energía después de los entrenamientos, era algo que nadie más podía igualar.
Junkyu sabía que nunca sería como los otros líderes del equipo, pero seguía intentándolo. En el proceso él solo, siguió tal locomotora. Mas como toda máquina casual, termino quedándose sin fuerzas. Rodando después de terminar de dar su mejor esfuerzo, desfalleciendo en el suelo. Mirando hacia las resplandecientes luces del gimnasio, casi pudo recordar la primera vez, que jugo un campeonato. Cuando solo era un crio de quince años y toda su vida se basaba en impresionar a sus amigos. Amigos que eran unos manipuladores de mierda, no quería ni pensar en las cosas que había hecho. Cada una de ellas, más cercana a ser un crimen voraz.
_Park Junkyu..._
Junkyu resalto desde el piso, dándose de cuenta de algo. Esa chillona voz nuevamente, sí que la conocía. Abrió los ojos y ahí estaba ella. Jiwoo lo miraba agachada, desde una distancia apropiada para juzgar. Junkyu cerró los ojos nuevamente, revolviendo su cabellera. Quiso hacer un berrinche, no sabía si estaba para los juegos de la chica.
Junkyu jadeo. _No puede ser...estas en todos lados Kim. _
Jiwoo deja ir una risilla. _Anda levántate...te he traído tu favorito. _
Un sonido de hielo retocando plástico, se escuchó refrescante. Los oídos de Junkyu alarmaron sus papilas gustativas y se le hizo agua la boca. A la mierda su dignidad, quería un sorbo de lo que tenía Jiwoo. Porque... ¿A quién le quería mentir? Mataba por un buen café. Mataba hasta su dignidad, si es que aún existía. Se levantó de una, se le quedo mirando al brebaje. Solo al brebaje, se supone que solo eso debía importarle.
_ ¿Qué demonios haces aquí enana? _Junkyu le dio una miradilla a Jiwoo.
Y ahí estaban sus ojos nuevamente, traicionándole. La miro directamente, sin tapujos ni vergüenza. Ella lucia fresca y divina. Junkyu no quiso no plantarse, como lucia él. Apretó la mandíbula ante ello, de repente, ni quiso esa mirada fija de Jiwoo. Esa que lo escudriñaba en sobremanera, se estaba sintiendo desnudo.
_ ¿Esas son maneras de agradecer un café? _Jiwoo pico.
_No lo he tomado aún. _Junkyu gruño.
_Pues deberías hacerlo. _Jiwoo silbo.
_ ¿No intentas envenenarme? _Junkyu le dio una mirada a Jiwoo.
_Si no lo intente cuando tenía ganas... ¿Que te hace pensar que lo hare ahora? _
Jiwoo extendió el brebaje hacia Junkyu, este solo le dio una ojeada. Luego solo volvió a mirarla, como había hecho desde casi el principio. Jiwoo se sintió juzgada, por esos curiosos ojos. Debía aceptarlo, no habían cambiado en lo absoluto. Seguían conservando esa inocencia, al menos la imagen de la misma.
_ ¿Desde cuándo no tienes ganas de acecinarme? _Junkyu silbo.
Jiwoo resoplo. _Solo tómalo antes de que me arrepienta. _
Jiwoo extendió el café, dejándolo en las manos de Junkyu. Justo en ese momento, sus manos rozaron, algo de electricidad se vio envuelta entre estas. Como un corto circuito, del que ambos quisieron escapar. Alejándose rápidamente, evitando sus miradas. Junkyu se dedicó a beber el café, lo bebió tal agua. Casi traga un hielo en el proceso, ella lo miraba demasiado. Cuando se dio cuenta, el vaso estaba vacío entre sus manos. Talvez si lo deseaba, era la única cosa que había tenido en toda la tarde.
_No me respondiste a mi pregunta. _Junkyu dijo de la nada.
Jiwoo tomo en vaso de las manos de Junkyu, ente sus manos lo meneo. Viendo los hielos de este, como si fuesen la cosa más interesante. Estaba haciendo tiempo, tratando de obtener el valor. Decir la verdad no era fácil, parecía que nunca lo iba a ser.
_Creo que es obvio que vine por ti. _Jiwoo se le quedo mirando a Junkyu.
Junkyu bufo. _ ¿Piensas que me creeré tu show de... "Quiero ser tu amiga Junkyu"? _
Jiwoo jadeo. _Es tu problema si crees que todo lo que digo es mentira. _
Junkyu ladeo su rostro ante la frase, se mantuvo estoico ante la bomba. Mientras respiraba profundamente y miraba fijo a la chica. Vio como Jiwoo se levantaba, para luego sacudir su uniforme. Estaba más que molesta, talvez ofendida. Junkyu no le pudo importar menos, ya estaba acostumbrado los berrinches de Jiwoo. Su capricho por conseguirle, lo impacientaba.
_Jiwoo..._
Junkyu no sabe por qué, pero no pudo evitar pensar a donde iba Jiwoo. Con quien se iría, talvez con Jaehyuk. Jaehyuk, debía ser ese chico. Jiwoo lo adoraba, después de todo. Junkyu trago hondo ante ello ¿Que tan cercanos eran esos dos? ¿Por qué Jaehyuk cuidaba tanto a Jiwoo? Pero más molesto que todas las preguntas anteriores ¿Por qué tenía que ser Jaehyuk?
_ ¿Que? _Jiwoo alzo la voz.
_ ¿Jaehyuk te llevara a casa? _
_Jaehyuk se fue hace mucho. _Jiwoo soltó.
_Entonces espérame aquí, te llevare a tu casa. _
Jiwoo frunció el ceño ante la frase, abrió la boca para negar. Más no pudo hablar nada después de ello, no cuando Junkyu ya se había puesto en camino. Un camino que aprovecho para retirar su camiseta, dejando al descubierto su espalda y torso. Jiwoo se quedó paralizada ante la imagen, parpadeando en contraste. Quería moverse para regresar a casa, quería, pero, seguía ahí.
Jiwoo no sabía si su ser le pertenecía, pero ahí estaba ella. Sentada en las gradas, muy bien portada. Esperando al chico de los hombros más largos, que alguna vez presencio. Cuestionándose si debía preguntarle cuanto median, o talvez sería muy imprudente de su parte ¿Cuándo se habían vuelto tan anchos? ¿Por qué le parecían tan atractivos? Hablando de los hombros de roma, ahí estaba su dueño en cuestión. Regresando con ese cabello mojado y eso olor a loción de baño ¿Tenía que presumirle ese hipnotizaste olor? ¿Era realmente necesario?
_No es necesario que me lleves a casa. _Jiwoo se atrevió a decir.
_ ¿Entonces por qué te quedaste? _ Junkyu levanto ambas cejas.
Jiwoo abrió la boca para defenderse, pero no era capaz de decir la razón, No era como que podía ser capaz de decirle, que se había quedado en el aire al verle sin camisa. Definitivamente, era la cosa más ridícula que había pasado por su mente. Se mordió la lengua de solo considerar decirlo y solo pudo resignarse a rodar sus ojos en blanco.
_ ¡Aish! _
Junkyu le dio una mirada a Jiwoo. _Me alegra que de vez en cuando des tu brazo a torcer. _
_Nada mas no vayas a aprovecharte. _Jiwoo mordió.
_Eso... es cosa tuya, no mía. _Junkyu le dio una mirada de arriba abajo a Jiwoo.
Jiwoo bufo. _Increíble. _
_ ¿Que? _Junkyu contraataco.
_Somos iguales y lo sabes. _Jiwoo hablo en un hilillo.
Junkyu bufo. _No me ofendas, yo soy más guapo. _
_ ¿Perdón...? _
Jiwoo no pudo continuar su argumento, pero si con la boca entreabierta. Impresionada del descaro del chico y de su arrogancia. Junkyu la miraba de arriba abajo, como evaluándola con detenimiento. Luego de eso, simplemente sonrió de la nada.
_Aunque tú no estás... tan mal que digamos. _
_ ¡Ya! _Jiwoo grito.
Jiwoo toco su cabeza contra el video del copiloto, despertando del ensueño del viaje. Se lo merecía justo, por dormirse en el auto de su peor enemigo. Quiso incluso darse otro, por tonta. De repente, el auto se había detenido. Miro alrededor, ubico una tienda de convivencia. De esas en las que se vendía ramen y comidas congeladas. Junkyu se bajó como si nada y ella se alarmo. Por suerte pudo seguirle, pero este solo siguió su camino. Acomodando su mascarilla y cubriéndose con una gorra. Jiwoo hizo lo mismo con la capucha de su abrigo y su respectiva mascarilla.
_ ¿Una tienda de conveniencias? _Jiwoo alzo la voz.
_Necesito beber algo que no puedo encontrar en casa. _Junkyu dijo con simpleza.
Lograron entrar al lugar en un santiamén, sin ganarse una sola mirada. A pesar de eso, Jiwoo se colocó tensa. La última vez que estuvo en un lugar público con Junkyu, fue todo un circo. Se sentía una payasa, si ese era el asunto con Junkyu. Hablando del chico, este se paseaba entre las grandes estanterías. Jiwoo lo vio tomar una botella de soju, luego otra más.
_ ¿Soju? ¿Manejaste hasta aquí, solo por Soju? _Jiwoo chillo.
_Mis padres no lo compran en casa. _Junkyu arrastro sus palabras.
_ ¿Por qué no lo comprarían? _Jiwoo se le quedo mirando a Junkyu.
_Dicen que es licor para pobres. _
_Y tú eres un rebelde que lo bebe a escondidas. _Jiwoo pico.
_Tomar cosas que no debería es mi pasión. _Junkyu levanto ambas cejas.
Jiwoo iba a seguir la broma, que no sonaba tan a broma. Junkyu tenía esa fama de pirata, le gustaba eso de robar el amor de otros. Y es que el chico no tenía limites, había robado incluso a su hermano. Jiwoo señalo al chico para picarlo, con ello, pero sabía que podía ser un punto demasiado sensible. Miro a los lados como quien busca algo más, tenía esa necesidad de hablar con el chico. Mas no pudo lograr formular argumento, no cuando vio aquel paparazzi.
_Ese paparazzi idiota otra vez. _Jiwoo gruño.
Junkyu frunció el ceño. _ ¿Que? _
_Corramos al auto... _Jiwoo hablo rápidamente.
_Pero..._
Junkyu no pudo hacer mucho más que correr, en el proceso, solo pudo tirar los billetes cerca del cajero. Corriendo fuera del lugar, sosteniendo su preciado licor. Vio como un hombre con cámara les perseguía. Así que, solo corrió a la par. Llegando agitados al auto, encerrándose en este. El hombre se pegó con la cámara al auto, un flash que casi lo ciega.
_Acelera, acelera... _Jiwoo grito.
_Estás loca...podría matarlo. _Junkyu grito.
_ ¿Quieres salir en Dis...? Ya sabes a lo que me refiero. _Jiwoo insistió.
Junkyu acelero después de ello, pisando a fondo en acelerador. El hombre fue dejado, pero no por mucho. Este esquivo el auto y corrió hacia el propio. No demoro en montar una persecución, era sumamente escalofriante. Junkyu no podía concentrarse por completo en el camino, solía mirar a Jiwoo sin ninguna razón. De a poco y luego regresaba a la pista.
_ ¿Sabes cómo perderte de su vista? Dime que si..._Jiwoo logro conectar su mirada con la de Junkyu.
Junkyu asintió después de ello, era hora de poner en practica todo lo que aprendió del jodido Dohwan. Un giro brusco y que golpeteo una línea de conos. Logrando obstruir todo paso detrás de su andar, acelerando hacia la nada. Perdiéndose entre los caminos de las afueras de Seúl, siguiendo su camino en una adrenalina pura.
Un movimiento brusco, frenar era más que necesario. Ambos quedándose atónitos, en medio de esa gran nada. Parecía ser una especie de desierto, tan polvoriento. Sus respiraciones agitadas después de ello, mirándose el uno al otro.
_Creo que finalmente los perdimos..._
Junkyu bajo en cambio a parquear y luego coloco el freno de mano. Acostándose en el asiento, mirando a la nada. Se quedó ahí unos segundos, como procesando todo ¿Que rayos había sucedido? ¿Por qué los habían perseguido así? Porque, Junkyu era un chico famoso, pero nunca había sido acosado de esa forma.
_Pero ahora estamos en el medio de la nada. _Jiwoo miro alrededor.
_En realidad, conozco esta área muy bien. _ Junkyu confeso.
_ ¿Lo haces? _ Jiwoo silbo.
Junkyu asintió. _Solía venir aquí de joven, se hacían muchas carreras clandestinas. Niños ricos con afición a la adrenalina, versus ese deseo que querer morir como una estrella de rock. _ Junkyu respiro profundamente. _ Rescatamos a Doyoung de aquí muchas veces, aun no puedo creer que lo hicimos. _Junkyu respiro profundamente.
Jiwoo frunció el ceño. _ ¿Doyoung corría carros? _
Junkyu bufo. _Su prometido lo hacía. _
Jiwoo asintió levemente, recordando la realidad. Doyoung siendo tan liberal, había estado comprometido desde los dieciocho. Aún recuerda ver su anillo un par de veces, deslizado en ese especifico dedo de su mano. Lo que, si no recordaba, era algún tipo de felicidad, de parte del pelirrojo. Jiwoo solo pensó en algo, el amor si se desvanecía. Lo desvanecía el dolor y las mentiras.
_Supongo que estaba muy enamorado en ese entonces. _Jiwoo hablo en un hilillo.
Junkyu hizo una mueca. _ Creo que sigue amándolo, solo que...no románticamente. _
Junkyu lo creía así, seguía aferrándose a la teoría de las almas gemelas. Doyoung seguía sintiendo esa conexión y no tenía nada que ver con amar románticamente. Era más bien algo, mucho más profundo que ello ¿Y como arrancarlo de su alma? ¿Cómo hacerle saber que lo estaba matando? Matando su brillo, su alma, su ángel.
_Luces preocupado por el, es lo que puedo ver en tus ojos. _Jiwoo se le quedo mirando a Junkyu.
Jiwoo no pudo evitar mirar, cada vez más cerca. No sabía cómo, pero se acercaba cada vez más. Como si una fuerza extraña la jalase, hasta que solo quedaron a centímetros de distancia. Sus respiraciones colándose y sus mitradas fijas.
_Creo que, a esta cercanía, podrías ver cualquier cosa en mí. _Junkyu le dio una mirada a Jiwoo. _Deberías alejarte un poco, es incómodo. _
Jiwoo se le quedo mirando a ese rostro, tan cerca que quemaba. Podía ver cada detalle, cada expresión. Leer a la perfección, como decía Junkyu. Mas no podía seguir así, no cuando parecía ser prohibido. Así que, se alejo de a poco, algo avergonzada.
_Perdona. _Jiwoo murmuro.
Junkyu jadeo. _Salgamos de aquí, me estoy ahogando. _
_ ¡Ok! _
Jiwoo lo vio mientras se movía, mientras enredaba sus manos en esas botellas de licor. Las llevo hasta la parte trasera del auto y se subió ahí. Jiwoo repitió sus acciones, e incluso, acepto la otra botella de soju. No sin antes meditar, si era una buena idea. Supuso que, si lo era, quería pensar que si lo era. Vio a Junkyu tomar un trago largo, como el licor le baño los labios. Estos brillaron en la penumbra, solo la luz de la luna los acompañaba. Jiwoo tomo un pequeño trago de licor, sintió como le quemaba la garganta.
_Mi hermano no se merece lo que le está pasando, personas como el... no deberían sufrir. Pero es irónico como, son los que más sufren. _ Junkyu hizo un amargo. _ En ese maldito silencio, que encubren con miles de sonrisas. Odio haber sido tan, malditamente mal hermano. _ Junkyu jadeo. _ Ahora ya es demasiado tarde, para siquiera pedirle perdón. No creo siquiera ser capaz de mirarle a los ojos, verle llorar va a destruirme por completo. _
Jiwoo miro al chico, directamente a ese rostro. Una lagrima relucía, brillante ante la penumbra. Les recordó a las estrellas, que faltaban en el cielo nocturno. Confinaban tan bien, con la luz de la luna. Pero Jiwoo no podía negar, que esa hermosa poesía, la estaba matando de pena. No quería leer el dolor entre esas lágrimas, no quería.
_Dime que no estas llorando... _Jiwoo hablo en un hilillo.
Junkyu hizo un amargo. _Es algo que haces cuando estas jodido. _
_Odio verte llorar. _Jiwoo se le quedo mirando a Junkyu
_No debería siquiera importarte. _
Junkyu sintió como su voz se rompía en mil pedazos. Patético, así fue como se sintió. Otra vez, desnudo ante la misma chica. Era una costumbre aparente, una maldición de la que no se podía librar. Ella estaba acercándose, demasiado para ser cierto. Lo miraba tan fijamente, movía sus manos juntas. Como si quisiese acariciarle, pero se estuviese conteniendo. Junkyu evadió su mirada de esa mano, no quería, ilusiones vanas.
_Pero me importa, me importas... _ La voz de Jiwoo tembló. _ Y... es que no las soporto, porque me acuerda al pasado. _
_Pero ya ha pasado mucho tiempo y me has pedido una oportunidad. _ Junkyu hizo una pausa. _Creo que es momento de que la tomes, que hagas lo que...debiste haber hecho en ese entonces. _ Junkyu miro fijamente a Jiwoo. _ ¿Tu...Lo harías? _
_¿Tu querrías que yo lo haga? ¿Me dejarías...? _Jiwoo hablo en un hilillo.
_Pretenderé que soy aquel chico, el que aun creía en ti. _
Junkyu cerro sus ojos, lagrimas cayendo. Una calidez contra su cuerpo, supo que era ella. Que se apegaba a este, en un sencillo abrazo. Su corazón palpitando, en completa calma. No sabía porque, pero, se llegó a sentir seguro. La confianza, había nacido en un retoño. Esa que pensó que había muerto, esa que pensó que nunca volvería a vivir en su corazón. Junkyu complemento el abrazo, rompiendo en más lágrimas. Mientras recibía esas caricias en su espalda, parecía ser irreal. Efímero y no deseaba que algún día se acabase. Deseo que el tiempo se detuviese, que nada más pasase, nunca jamás.
Recuerdo haberles dicho que esta historia hiba en su recta final y cada vez nos acercamos mas a aquello. Faltando una cantidad casi minima de capítulos, mas el epílogo.
Debo agradecerles por responder cada pregunta que les hago, me leo cada una de ellas. Me gustaria seguir interactuando, asi que, aqui les dejo algunas preguntas. Les dedicare el siguiente capítulo a alguna de las personas que haya respondido.
Menciona algunos personajes de esta historia que parecen estar escritos por mujeres
Decribe tu personaje favorito de esta historia en tres palabras
¿Cual es su frase favorita de la historia hasta ahora?
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