Capítulo 19 (2 parte)
Yedam seguía en ese vaivén de su recurrente cita con el japonés, cita que parecía una especie de penitencia venidera. Yedam reía amargo para sus adentros, él solito se lo había buscado. Ya estaban en el parque de diversiones, donde se encontraban todos esos artefactos del mal. Aparatos que zumbaban hasta marearte y hacerte vomitar como un desgraciado. La sola idea le revolvió la barriga, la sobo como si esto sirviese de algo. Como si el verdadero problema, no estuviese en su mente.
_Maldición... _ Yedam murmuro entre dientes.
Ese trauma que tenía desde pequeño, no lo había soltado ni con miles de intentos. Aun revisaba las tiras de seguridad, cada que se atrevía a montar un aparato. Mientras los recuerdos le llegaban a la mente y esta le jugaba malas pasadas.
Yedam respiro profundo para calmarse, apretando sus manos en un puño. Se estaba lastimando un poco al clavarse las uñas, hasta que estas fueron interrumpidas por un agarre. Asahi estaba ahí, sosteniéndole la mano con fuerza. Evitando que se hiciese daño, poniendo su mano como protección.
_No permitiré que te hagas daño. _Asahi hablo cerca del oído de Yedam.
_ ¿Qué dices? _Yedam se le quedo mirando al japonés.
_Mira las palmas de tus manos. _ Asahi susurro.
Asahi extendió la mano de Yedam con ayuda de la suya, dando a notar las pequeñas laceraciones. Estas tajaban en finas líneas, que concordaban con las uñas de Yedam. El chico limpio su mano mientras la examinaba, tratando de deshacerse de la sangre. Logro hacerlo con la de las palmas, pero la de sus uñas era otro caso. Se había colado hasta el fondo, haciendo una fina línea roja.
_Maldición... _Yedam jadeo.
_Nada...Le diré a mi hermano que cancelamos. _Asahi se apresuró a decir.
Asahi se apuró a tomar su celular, frente a la vista de Yedam. Yedam supuso que llamaría al chico, ya que este se había ido a buscar a su novia. De solo pensarlo sintió pesar, Kio estaba tan emocionado con la doble cita. No quería arruinarle el día a la pareja, así que prefirió resistir. Desde tomar la mano del japonés, hasta encararle por completo. Tomándolo desprevenido, pero no lo suficiente como para no detenerle.
_No. _Yedam suplico con rapidez.
_ ¡Que no pasa nada! _Asahi se le quedo mirando a Yedam.
_Tengo que superar esto de todos modos. _Yedam se tornó cabizbajo.
_Pero tienes que ir poco a poco. _
Yedam se negó rotundamente, de no intentarlo siquiera. Porque es que esas terapias de su niñez, no se habían pagado en vano. Que todos esos intentos de subir los peligrosos aparatos, tenían que resumirse en lograrlo. No podía seguir subiéndose a los caballitos para siempre, al menos tenía que pasar al siguiente nivel. Eso era lo que había planeado, eso era lo que le había dicho su terapeuta.
_Este poco a poco ya lleva más de diez años. _
_Ya. _Asahi se acercó a Yedam.
_Sé que debe haber algún aparato en este lugar, que no me haga sentir tan desgraciado. _Yedam le dio una mirada al japonés.
_Entonces habrá que encontrarlo, pero juntos. _
Asahi alargo su mano, tendiéndola para Yedam. Este se quedó mirándola, hasta que se atrevió a tomarla. Enredando sus dedos contra los suyos, los acaricio con avidez. Sintió ese tierno escozor en cada digito, era simplemente gratificante. Asahi confiaba demasiado en Yedam, solo esperaba que este también lo considerase como su lugar seguro.
_Ya. _Asahi hablo en un hilillo.
_Hikun. _
Asahi escucho aquel nombre, solo dos personas lo llamaban así. Yedam mismo o simplemente su hermano. En ese caso era la segunda opción, el chico se apareció justo frente a sus narices. Deteniendo la mano de una linda chica, su sonrisa de goma la hacía ser así de linda. Era linda a pesar de su peinado extraño, a pesar de esa combinación de arcoíris en su ropa. Asahi solo se le vino a la mente algo, la chica se parecía a rainbow dash. Que le recordaba a alguien, pero no sabía exactamente a quien.
_Kio. _Yedam rompió el silencio con aquel saludo.
Asahi salió de su análisis. _ ¿Donde te habías metido todo este tiempo...?_
_Estaba buscándola a ella. _Kio señalo a su novia.
_Hola..._
Kio se dedicó a seguir señalando a la chica en cuestión, ella saludo con ánimos . Volvió a mostrar esa sonrisa, mientras se presentaba correctamente. Seguidamente, se le quedo mirando a Yedam, con un ceño bastante fruncido. Asahi noto aquello con cautela, mientras unió cabos de a poco. Conservando algunas dudas, pero entendiendo cada vez más.
_Ella es mi novia Jihan, de la que les hable. _Kio se manejó con orgullo.
_¿Así que tú eres la chica que le robo el corazón a nuestro Kio? _Yedam silbo.
_Pues que él me lo ha robado a mí también. _
Jihan se colocó sonrosada al escuchar su propia frase. Tomando sus mejillas en una vergüenza infinita, terminando por apegarse a su novio. Acurrucándose de a poco en este, agradeció que Kio la resguardara en un abrazo. Se le quedo mirando, mientras se seguía apegando aún más.
Asahi tosió falsa pero oportunamente. _Que ternura con este amor juvenil, pero les tendré echado un ojo a ambos. _
_Asahi..._Yedam regaño al rubio.
_ ¡Que yo no nací ayer! _
Asahi señalo a la parejita, la cual se separó de tajo. Aún más cohibidos que de costumbre, pero no era como que demasiado. Aún seguían con sus manos entrelazadas y esos miraditas dulces. Probablemente vivían en la nube nueve, la relación era fresca. Juvenil hasta los codos, el sueño de adolecencia.
Yedam escucho la animada conversación entre los hermanos y la chica. Desando poder aportar algo más, que recomendaciones de alimentos. Algo como una referencia emociónate, sobre un aparato. Mas eso solo en sus sueños, en los que sí que era valiente.
_Nosotros iremos a por los boletos, ustedes pueden ir a por la comida. _
Yedam observo como el japonés le señalaba, junto con Jihan. Solo le quedo asentir fingiendo relajación, incluso cuando el japonés le había dado esa mirada. Esa que siempre lo escudriñaba lo suficiente, como para preguntarle si estaba bien. Sin siquiera decir una palabra, sus miradas comunicándose.
_Bien..._Yedam miro fijamente a Asahi.
Ese bien que había salido de sus labios, era exclusivo para el entendimiento del japonés. Que asintió con avidez y un tanto de incredulidad. Yedam solo rogo que el chico pasara la página, que ya luego lo resolverían. Por suerte pareció ser así, por la manera en la que este se giró y se llevó a su hermanito de la mano.
Yedam camino junto a la chica, que revisaba cada puesto de comestibles. Le impresiono lo bien que conocía, cada gusto que tenía Kio. Desde la comida poco azucarada, hasta los alimentos suaves. Ella señalaba cada mal del chico, lo sabía todo muy bien. Incluso llenaba la referencia de anécdotas, que tenían que ver con su relación. Yedam no pudo evitar entender cosas, empatizar con la chica.
_Se lo que sientes. _Yedam interrumpió a la chica.
Jihan parpadeo varias veces. _ ¿Que? _
_Apenas están comenzando ¿No? _Yedam hizo una mueca.
Jihan respiro profundamente. _No es el comenzar lo que me frustra, sino el hecho de que nunca tengamos tiempo para nosotros. _ Jihan hizo una mueca. _Si no nos separa la pantalla, entonces lo hacen nuestras familias ¡Que, porque somos muy jóvenes! ¡Que, porque vamos a hacer algo estúpido! _ Jihan suspiro. _ Pero la verdad es que, nos queremos y eso es lo único que queremos demostrar. En fin, he hablado mucho. _
Jihan se disculpó un poco, pero no se arrepentía del todo. Yedam la había escuchado bien, no había ni una pizca de molestia en su rostro. Más bien se quedó pensativo, lo que le llamo la atención. En saber que le respondería o como empatizaría.
_No pasa nada, parecías haberlo estado aguantando. _
Jihan se tornó cabizbaja. _Digamos que guardo muchos secretos y eso me abruma de más. _
_Sé que guardas muchos, también guardas uno mío. _Yedam se atrevió a resaltar.
Jihan le dio una miradilla a Yedam. _Pensé que no lo traerías a la conversación... _
_Verte solo me hizo recordarla... _Yedam hablo en un hilillo.
Jihan casi pudo ver esa expresión, que alguna vez llego a ver en el pasado. Esa expresión de corazón roto e inocencia pura. Ella solo era una estudiante de secundaria, cuando había conocido a Yedam. En la peor de las circunstancias y en el peor de los lugares.
_Lamento no haberte ayudado más ese día. _ Jihan murmuro entere dientes.
_No era como que pudieses haber hecho mucho. _Yedam hizo un amargo.
Yedam recordó de golpe sus memorias y sintió un bajón en el pecho. Supuso que cada que lo recordaba, solía doler un poco. Había pasado hace un par de años ya, pero eso no significaba borrón y cuenta nueva. El primer amor nunca se olvidaba, mucho menos cuando había empezado siendo, un simple fan. Porque enamorarse de aquella famosa, no había sido para nada novelesco. Más bien, había sido catastrófico, un desastre descomunal.
_Pañuelos sigue siendo mi única ayuda recurrente, y créeme, reparto más de ellos, de lo que crees. _ Jihan palmeo el hombro de Yedam.
_Me aliviana saber que no fui el único...crio enamorado. _Yedam sonrió amargamente.
_No eras el primero para ella, pero al menos fuiste el ultimo... _
Yedam quiso llorar como un niño, al escuchar aquellas palabras. El hecho de haber sido el último, solo denotaba una cosa. Había calado en esa mujer, había calado a pesar de ser solo un crio. Muy por encima de su diferencia de edad y que venían de mundos diferentes. Aun así, Yedam, no fue suficiente para ella.
Boah lo había cortado fatal, termino llorando en los pasillos del hotel. Jihoo lo encontró por de casualidad, le brindo un pañuelillo desechable. Un rayito de esperanza, que lo obligo a ponerse de pie. Ese día llego a su casa, fingió que no había llorado en el trayecto en tren. Mientras miraba su id recién recibida y maldecía sus pocos años de vida. Él era un crio ante ella y siempre iba a ser asi.
Jeongwoo corre donde está el japonés, dándole un abrazo por la espalda. Sabe que ha acabado de sorprenderle, por el saltito que acaba de dar contra su cuerpo. Jeongwoo sonríe ante lo que genera, mientras se encarga de plantar un beso en la mejilla del japonés.
Talvez ha sido demasiado amoroso, pero no hay nadie que pueda verlos en eso momentos. El mirador de la sala de intensivos, siempre suele estar bastante vacío. Especialmente al anochecer, cuando el lugar se reduce en solo sombras. Penumbras que resguardan la privacidad y brindan una tonalidad misteriosa.
_Veo que ya terminaste con tu bebé. _Haruto gruñe.
_ ¿Celoso? _ Jeongwoo canturrea.
Haruto mira hacia la nada. _Mucho. _
_Ya..._
Jeongwoo rodea al japonés para encararlo, tomando su rostro entre sus manos. Se acerca hasta que sus narices se rozan, el cosquilleo lo atrapa en una constante necedad. Decide que tiene que alejarse un poco, antes de que la conversación se reduzca en besos. Lo hace a casi regañadientes, pero sigue conservando sus manos en el rostro del japonés.
_Pero no me preocupo por Junghwan. _Haruto explica de la nada.
Jeongwoo frunce el ceño. _ ¿Lo dices porque tiene novio? _
Haruto niega rotundamente. _Lo digo porque sé que te mueres por mí. _
Jeongwoo se queda con la boca entreabierta, mientras escucha la frase del japonés. Bufa casi en un reflejo, mientras mira directamente hasta el chico. No podía siquiera negarlo, era más que una realidad. Se moría por el japonés, rozando en lo literal.
_Literal. _Jeongwoo secreteo.
_ ¿Sabes que hay otras formas de demostrar que te mueres por mí? _Haruto silbo.
Haruto se acercó hasta el coreano, la distancia se redujo justo como al principio. A ese punto de su conversación, solo estaban coqueteando con el otro. Jugando con la tensión que había entre ambos, aprovechándola hasta el límite. Disfrutando del ambiente, de la privacidad del momento.
Jeongwoo se le quedo mirando al japonés. _ ¿Y cuáles son esas formas? _
_Cosas que no vamos a hacer hasta ser pareja. _Haruto miro fijamente a Jeongwoo.
_ ¡Que aburrido! _Jeongwoo siguió el juego.
Jeongwoo presencio como el japonés alargaba su mano, acariciando su cabellera de a poco. Lo miraba fijamente a los ojos, con esa adoración de siempre. Jeongwoo trago hondo ante todo el asunto, de repente, no le hacía tan divertido seguir el juego. Talvez debía empezar a ser sincero, reconocer que todo era una primera vez para él. Desde enamorarse hasta, el hecho de llegar a tener pareja. Le daba un poco de nervios, quería ser bueno para el japonés.
_Me tengo que ir... _Haruto hablo en un hilillo.
_Ya. _Jeongwoo murmuro entre dientes.
Haruto se le quedo mirando a Jeongwoo. _Dame un beso de despedida. _
Jeongwoo se le quedo mirando al japonés, no se le antojaba solo uno. Se le antojaban miles, para que llenaran el vacío que dejaba el japonés. Ya se había acostumbrado a dormir en su pecho, ya se había acostumbrado a recibir sus besos en la frente. Jeongwoo estaba seguro de una cosa, iba a ser una larga noche. A Jeongwoo le costaba trabajo entenderlo, pero tenía que acostumbrarse a la idea.
_Tres. _Jeongwoo soltó.
_Uno. _Haruto canturreo.
_Dos. _ Jeongwoo hizo un aegyo de su voz.
Haruto respiro profundamente. _Dos. _
Haruto vio al coreano sonreír victorioso, mientras se acercaba a por sus besos. Lo hizo de una sola lanzada, paro a milímetros de distancia. Se le quedo mirando a los ojos un rato, como ideando algo en su mente. Esa sonrisilla de diversión, mas esa nariz que se arrugaba. Haruto llego a pensar que su cara era un chiste, el coreano siempre sonreía al mirarle.
_ ¿Te cepillaste los dientes por mí? _Jeongwoo dejo ir una risilla.
Haruto se encogió de hombros. _Si eso no es amor no sé qué sea. _
_ ¡Que romántico! _Jeongwoo fue sarcástico.
Jeongwoo se abalanzo a dejar unos castos dos besos en los labios del japonés. Cada uno más profundo que el anterior. Como si la pureza de sus besos, se hubiese mezclado perfectamente con la pasión. Cuando finalmente terminaron su carretilla de besos, un par de sonrisas renacieron en sus labios. Sonrisas que se esfumaron con la realidad, era hora de despedirse con palabras.
_Adiós..._Haruto hablo en un hilillo.
_ ¿Vendrás mañana cuando me den de alta? _
Jeongwoo soltó la pegunta, pero algo en su estómago se arrugo al decirlo. No sabe el porqué de la situación, cuando era una noticia muy buena. Ansiaba salir de esas cuatro paredes, pasar sus días en su nueva universidad. Dedicar sus fines de semana al japonés, talvez también con su familia. Tratar de mejorar su problema del alcohol, ser mejor persona para los que le rodeaban.
_Lo hare. _
Yedam se vio así mismo en su nuevo logro, subirse a la ruleta rusa. Había elegido aquel aparato, por una razón especifica. Este iba súper lento y la vista era bonita. Desde el cielo lleno de estrellas, hasta el japonés que estaba a su lado. Hasta parecía una cita romántica, Yedam solo deseo que lo fuese aún más. Tomo la mano del japonés, deseo poder pedirle que fuese su chico. Porque eso era precisamente lo que se hacía en aquellos paseos y lo que hacían los enamorados. Porque él estaba enamorado y sabía que el japonés le correspondía.
_Te dije que había un lugar donde sobreviviría. _ Yedam silbo.
Asahi se le quedo mirando a Yedam. _Si, pero no me agarres tan fuerte la mano, que me estas cortando la circulación. _
Yedam mordisqueo su labio inferior. _Me temo que eso no se va a poder, al menos que encuentres otra cosa más relajante. _
Asahi se le quedo mirando al coreano, quien se mordisqueaba los labios sin cesar. Asahi sintió la necesidad de parar aquello y solo se le ocurría una forma. Lo pensó un poco más, casi en golpe de titubeo. Mas sabía que era lo más adecuado y o que más se le antojaba a ambos. Todo gritaba a que era perfecto, que era la cosa más relajante. Desde la vista del cielo estrellado, hasta el vaivén del aparato.
_Yo podría besarte un poco, talvez eso te relaje. _Asahi se atrevió a decir.
_Besos de caridad, no sabes cuánto me relajan. _Yedam fue sarcástico.
Asahi se le quedo mirando a el coreano. _Solo ven aquí, sé que quieres. _
Yedam dejo ir una sonrisa delatora. _Pues si quiero pe..._
Yedam no pudo seguir la frase, pero sí que siguió ese beso. Dejándose llevar por los labios del japonés, a disposición del encuentro. Entreabriendo sus labios de poco, al probar sus labios con avidez. Sus lenguas encontrándose en calidez, profundizando más el beso. Yedam sintió como todo a su alrededor se le olvidaba, lo único que le importaba era el japonés.
La manera en cómo se estaban besando, hasta quedar sin respiración alguna. Casi le costó desacelerar, sabiendo que el aire escaseaba. Casi en un refunfuño se apartó, sintiendo ganas de mucho más.
_ ¿Estas mejor ahora? _Asahi se le quedo mirando a Yedam.
_En parte. _ Yedam levanto ambas cejas.
_ ¿Qué parte...? _Asahi le dio una miradilla a Yedam.
_Esto..._Yedam bajo su mirada.
_ ¡Ya! _ Asahi bufo.
Asahi casi quiso morirse de la risa, pero la verdad es que no podía. Se sentía justo igual que el chico, con las mismas reacciones y todo. Sus cuerpos se entendían extrañamente bien, para no haberse conocido por completo. Lo que hacía uno simplemente, el otro lo complementaba a la perfección. Asahi solo se imaginó una cosa, el día en el que se conociesen por completo. La manera en cómo se llevaría todo, incluso lo que quedaba de su amistad.
_Mejor nos sale habar un rato de cosas, que si no nos terminamos comiendo aquí mismo. _
Yedam sugirió sobre los labios de Asahi y este respondió rozando su nariz en contra. Yedam solo presencio el cosquilleo, el roce recurrente de sus labios. La manera en como sus respiraciones entremezcladas, seguían jadeantes por el beso.
_Talvez... _ Asahi soltó.
Asahi se separó de golpe, acomodando su cabellera. Llego a sentir como sus perforaciones ardían contra su piel, o talvez era solo su imaginación. Se dio cuenta con el chico, miraba cada uno de sus piercings, con una mirada que decidió no leer de más. Porque Yedam solo lo miraba de esa forma, cuando quería cosas muy específicas. Cosas que solo habían llegado a hacer, en la privacidad del apartamento.
_Jihan me reconoció. _Yedam cambio el tema de golpe.
_ ¿En serio? _Asahi se descoloco de inmediato.
_Ella no dudo en recordarme a..._ Yedam resoplo. _ Ya sabes quién... y en parte yo... también logre acordarme de ella. _
Asahi le dio una miradilla a Yedam. _ ¿Estás bien con ello o...? _
_Sabes que siempre dolerá un poco, incluso cuando ya han pasado años. Como si no pudiese aceptar que la perdí, que nunca pude ser suficiente para ella. _ Yedam hizo un amargo. _Talvez soy muy orgulloso y no me gusto perder en su juego... _Yedam miro a la nada.
Es que había sido un juego de roles, algo en lo que nunca se debió meter. Lo que había hecho esa mujer, lo que había hecho con su ser. Yedam tenía por sentado que ella era, una especie de bruja. De otra manera no comprendía, como lo había vuelto completamente loco por ella. Porque había estado a sus pies, le dio cada cosa que alguna vez exigía. Sin esperar nada a cambio o simplemente recibiendo sus migajas.
_Es que eras un crio de diecinueve años, ni en mil años iba a tomarte en serio una mujer de treinta. _
_En ese entonces creía que sí, era aún más estúpido que ahora. _Yedam hizo un amargo.
Asahi encaro a Yedam. _Tu nunca fuiste un estúpido, solo estabas enamorado. De la persona equivocada, de alguien que no te pudo corresponder. _
Yedam se le quedo mirando a Asahi. _ ¿Sabes algo Asahi...?_ Yedam trago hondo. _Cuando me confesaste tus sentimientos, realmente me recordaste a mí mismo. Me dolió mucho verte sufrir, de la misma manera en la que yo lo hice. _Yedam hizo una breve pausa. _Y aunque al principio solo te seguí por no verte sufrir, con el tiempo supe algo. Algo como la lastima, es totalmente inexistente en el amor, porque quien te ama de verdad, lo hará sin compromisos ni tapujos. Y sé que es más que posible, porque contigo lo he sabido perfectamente. _Yedam se le quedo mirando a Asahi.
Asahi se quedó paralizado ante la repentina confesión, cosa que nunca pensó escuchar. Porque sus sospechas sobre Yedam, eran ciertas, de buenas a primeras nadie ama. Pero ya había pasado un tiempo, uno que no podía pasar de largo. A medida que había pasado ese tiempo, lazos se enredaban entre ambos. No podía negarlo, estaba pasando.
_Tu dijiste que solo lo estabas intentando. _
Asahi recordó aquella frase de la nada, esa que Yedam había utilizado. Mientras rogaba por oportunidades, mientras aseguraba que no lo heriría. Asahi no podía objetar ante sus decisiones, porque Yedam había mantenido cada una de sus promesas. Tan claro como el agua, así era Yedam.
_Pero me he terminado enamorando de ti, de todo lo que hay en ti. De la persona única que eres, de tu incomparable imaginación. De tu arte tan singular, de tu misterio al hablar. _ Yedam jadeo. _ De esos labios que no he podido parar de besar, desde la primera vez que lo hice. De esa piel que soy adicto a tocar y prendar con miles de mimos. Y es que yo te quiero y te quiero bien... _
Asahi trago hondo. _ ¿Que estas tratando de decir con ello...? _
_ Que quiero que seas mi chico, quiero que todo el mundo lo sepa. Quiero presumirte frente a todos mis amigos, que mis padres sepan que eres más que solo mi amigo. Y que se jodan los que no les guste, porque nada cambiara lo que siento por ti. _
Jeongwoo juega con su celular un rato, mientras espera que la noche caiga por completo. Después que el japonés se fuese, tuvo un poco más de compañía por parte de Junghwan. Después de ello espero que sus padres llegaran, pero estos no llegaron en lo absoluto. Se atrevió a llamarlos, pero estos no contestaron. Jeongwoo aun recordaba la cantidad de intentos, con una tristeza recurrente. Supuso que el vuelo no se había dado, talvez tendría que esperar más.
También le sorprendía que Moonhee no haya llegado, supuso que la chica se había agotado. Moonhee llevaba días cuidándole durante el día, ya que Haruto se quedaba en las noches. Turnándose como si no hubiese mañana, la sola idea le acunaba el corazón. Ellos habían trabajado extras para su bienestar, les debía demasiado.
Un toque de la puerta despertó a Jeongwoo de sus pensamientos, este dio paso a la persona que toco la puerta. Esperando que fuese alguna especie de médico o talvez una enfermera. En cambio, recibió, algo muy diferente a todo lo pensado. Sus padres aparecieron por fin, atravesando la puerta con pesar. Pesar que parecía haberse disipado, apenas lo llegaron a ver a los ojos.
_Jeongwoo..._ Hyeyoon soltó.
Jeongwoo escucho la voz de su madre, que se dedicó a llegar a sus brazos. Jeongwoo se abrazó a esta, haciendo también espacio para su padre. Juro que ello era lo más reconfortante, pero también la cosa más dolorosa. Los sollozos de sus padres se hicieron presentes y no pudo evitar sentirse de la misma forma. Llorando de la misma manera, derramando lagrimas sin cesar.
_Jeongwoo... _ Doojoon soltó.
_Lo lamento tanto, lamento haberles herido y..._
Jeongwoo se lamentó, mientras escondía su rostro. Estaba resguardándose en sus padres, como cuando era solo un niño. Cuando le llevaron a una clínica, ya que lloraba por cada cosa. En esos tiempos, sus padres se pensaron la razón. Resulto ser un diagnóstico de PAS, el terapeuta dijo que era fácil de manejar. Que descubrirlo tempranamente, evitaba problemas en la adultez. Que solo debía asistir a las terapias, solo eso. Mas Jeongwoo las había dejado en su adolescencia, olvidándose completamente de sus emociones.
_La psicóloga nos advirtió que esto pasaría, aun así, cortamos la terapia que recibías. _ Hyeyoon explico apacible. _ Fue un gran error de nuestra parte, descuidarte de esa forma. Debimos haberte cuidado de la misma forma que lo hicimos con Moonhee, debimos haber temido que algo también te sucediese. Talvez así nunca hubiese tocado fondo, talvez nunca tu vida hubiese peligrado. _
_Sabemos que el hecho de que hayas sobrevivido, es ya una bendición. Pero también es justo decir, que no podemos seguir subestimando tus males. _ Doojoon miro fijamente a su hijo. _Hijo... tu eres, importante para nosotros. Te amamos lo suficiente como para, decirte que debes tomar riendas de esto. Las recaídas de tu hermana la dejan descompensada, pero las tuyas... te dejan al borde de la muerte. _
_ ¿Porque mencionas a Moonhee en esto? _ Jeongwoo le dio una mirada a su padre.
Un silencio sepulcral se dio en la habitación, que solo hizo todo más tétrico. Jeongwoo se impaciento, ante todo, desde las miradas que se dieron sus padres, hasta la que finalmente le regalaron. Era una combinación entre lastima y indecisión pura. Jeongwoo lo supo de antemano, nada bueno vendría a continuación,
_Moonhee recayó en su anorexia..._ Doojoon soltó.
Doojoon lo siguió el hablar, sabía que no era necesario. Solo fue cuestión de unos míseros segundos, para que su hijo se levantara de la cama. Caminando fuera de esta, poniéndose en pie. Doojoon podía probar el sinsabor de la frustración de su hijo, estaba esparcido en el aire.
_Jeongwoo... _ Hyeyoon llamo a su hijo rápidamente.
_Quiero estar solo... _ Jeongwoo replicó de inmediato.
Jeongwoo se encierra en el baño, a pesar de escuchar los llamados de sus padres. Estos se disipan a medida que se desliza y cae contra el frio suelo. Volviéndose una pequeña bolita, arropándose a sí mismo en su sufrimiento. Sabiendo que todos lo que está pasando, no es más que su culpa. Que las palabras de sus padres, no son solo una advertencia. También son una incriminación, una que se merece de antemano. Todo el sufrimiento de Moonhee, ha venido siendo por su culpa.
Junkyu llama por enésima vez al pelirrojo, en un intento ciego de rescatarle. Sabe bien que no tiene alcance, siquiera el que tiene Jihoon. A su mente llega el rubio, recuerda como este logro llegar a casa entero. Junkyu se vuelve cabizbajo ante sus problemas, mientras sus hermanos se los lleva algo llamado amor. No entiende cómo ha podido sobrellevarlo, como ha aceptado su destino con el japonés. La culpabilidad se aloja en su pecho, por no haber sufrido hasta sentir que muere. Talvez porque está acostumbrado o porque simplemente este arto.
_Junkyu... _
Junkyu resopla a escuchar aquella familiar voz, jura que la escucha hasta en sus pesadillas. Lleva su vista hasta la chica, la observa de arriba abajo. Se le ha vuelto una costumbre mirarla completamente, aun no se acostumbra al cambio de la chica. Su aura giro a lo inverso durante los años, pero eso no le ha quitado su divina belleza. Jiwoo parece una especie de hada, pero no cree que sea capaz de conceder algún deseo.
_ ¿Que? _Junkyu rompe el silencio.
Jiwoo mordisquea su labio inferior, infestado en brillo labial, este destella con los rayos de luz. El viento de la azotea le desordena las hebras, pero ella ignora el movimiento. Concentrándose en sacar un café helado, que venía ocultando detrás de su espalda. Acercándolo hasta donde esta Junkyu, ofreciéndolo de a poco.
_Esta es mi bandera blanca. _Jiwoo sentencia.
Junkyu le lanza una miradilla a Jiwoo. _Sigo sin entender todo esto. _
Jiwoo respira profundamente. _Hagamos una tregua. _
Junkyu hace una mueca. _Paso de tu dudosa tregua. _
Junkyu se levanta de donde estaba, ignorando completamente a Jiwoo. Se dispone a caminar fuera del lugar, pero algo entorpece su caminar. Una mano enroscada en su brazo, no lo deja seguir. Junkyu se dirige a la culpable, Jiwoo está ahí mirándole. Levantando aquel baso transparente, que rebosa en café.
_Es café negro sin... sin azúcar. _ Jiwoo explica apacible.
Junkyu se aleja de la chica, lo suficiente como para que esta entienda algo. Desliza su mano lejos de aquel agarre, lo hace con una lentitud tortuosa. Junkyu observa aquellas acciones, pero finge que no lo ha hecho. No quiere pensar que talvez Jiwoo, en serio quiera su atención. Está cansado de ser un tonto, por cada cosa que hace la chica.
_Creo que me debes algo más que un café. _
Jiwoo se torna cabizbaja. _Sé que te debo una disculpa. _
Junkyu mira fijamente a Jiwoo. _ ¿Acaso esperas algún tipo de invitación para decirla? _
_No. _Jiwoo alza la voz.
Jiwoo siente que su garganta se cierra, ese orgullo está ahí de nuevo. Impidiendo que sea honesta con los demás, impidiendo que enseñe, aunque sea el más mínimo rasgo de debilidad. Muy feminista para su propio bien y un mal benevolente certificado. Tiene que luchar consigo misma, para tajar todo aquello, tiene que obligarse a hablar. No solo porque Junkyu se lo merece, sino porque sabe que lo necesita.
_Ya. _Junkyu habla en un hilillo.
_Junkyu lo lamento..._ Jiwoo jadea. _ Lamento todo el daño que te hice. _ Jiwoo mira fijamente a Junkyu. _Era niña inmadura y solo busque mi propio bien. Y sé que ya no puedo remediar todo esto, pero si sigo aquí debe ser por algo. Tú también sigues aquí, espero que eso también signifique algo. Me gustaría algún día saberlo, me gustaría...no volver a herirte jamás. _
Junkyu muerde su lengua en un intento por evitar lo obvio, que su blando corazón se revele. Sabe que no puede perdonarla de buenas a primeras, eso sería caer en el mismo circulo vicioso. Jiwoo ya lo ha hecho una vez y teme que lo vuelva a hacer nuevamente.
_Y a mí me gustaría que cumplieses tus promesas, pero tienes fama de ser una mentirosa. _Junkyu hizo un amargo.
_Miento para no herir a los demás. _Jiwoo hablo en un hilillo.
_Preferiría que me hieras con la verdad. _Junkyu le dio una mirada a Jiwoo.
_Talvez si quitases esa barrera de resentimiento, que nos está separando a ambos. _
Jiwoo trataba de colocarse en el lugar de Junkyu, pero se le hace imposible saber cada cosa. Junkyu era sumamente difícil de leer, eso solo la hacía querer leerlo con desesperación. Ese sentimiento empático, reino gracias a Junkyu.
_Te estoy dando la oportunidad de que la rompas..._Junkyu levanto sus cejas. _Espero no olvides que es la barrera y no mi jodido corazón. _
Jiwoo observo como el chico tomaba la bebida de sus manos, caminando fuera del lugar. Lo único que pudo hacer fue quedarse ahí, viéndolo alejarse completamente. Sabiendo solo una cosa de por medio, debía conseguir esa persona. Tenía que acabar con esa maldición, tenía que conseguir el perdón de sus pecados.
El refrescante viento nocturno, que venía directamente de aquellas olas. Les pegaba ligeramente en el rostro, podían sentir el sabor salado de aquel mar. Hacia frio en aquel lugar, pero una frazada los reguardaba a ambos. Mientras se dedicaban a mirar el romper de las olas, como estas cosquilleaban en los dedos de sus pies.
_No puedo creer que hayas venido hasta aquí otra vez. _Dohwan rompió el silencio.
_Te prometí que no te iba a dejar solo en este infierno. _Doyoung hablo en un hilillo.
Doyoung se acomodó la frazada los hombros, acercándose sin querer a Dohwan. Sintió como este se le quedaba mirando fijamente, con esa expresión ilegible en su rostro. No paraba de hacerlo desde que había llegado, parecía estar dibujando un retrato en su imaginación. Como si quisiese recordar cada detalle de su ser, sin dejar nada de lado.
_ ¿No estas ya cansado de arder conmigo? _Dohwan hablo en un hilillo.
_Solo estoy tratando de rescatarte de estas llamas. _La voz de Doyoung se quebró.
Doyoung solo quería salvar a su alma gemela ¿Era eso tan difícil e imposible? Odiaba llegar a pensar que si, detestaba la idea de soltarle la mano a su otra mitad. Porque por mas mierda que fuese el chico, seguía siendo especial en su vida. Su primer amigo, su primer amor, su primer todo.
Dohwan se tornó cabizbajo. _Cada cosa que dices solo refirma mi pensamiento, ese pensamiento que finalmente logro entender. _ Dohwan miro fijamente a Doyoung. _ De que no te merezco ni un poco, que en realidad nunca te he merecido. Que te debo más de lo que alguna vez podre darte y que nunca podre remediar todo el daño que te he hecho..._ Dohwan se le quebró la voz. _ Odio el hecho de seguir existiendo, ser un recordatorio constante de tu sufrimiento. Que tengas que seguir aquí, sin razón alguna para quedarte. _
Doyoung negó mientras se acercaba a tomar el rostro del chico, logrando que este les mirara a los ojos. Justo como hacia cuando quería su atención, para poder calmarle con su presencia. Para cuando tomo aquel rostro, este ya estaba lleno de lágrimas. Esas lagrimas tan pesadas, que rodaban sin cesar. Se encargaron de inundar sus manos, en la más pura tristeza. Doyoung miro el cuadro, mientras sus manos temblaban. Incapaz de no derramar sus propias lágrimas, de no sufrir por el chico.
_Sabes que no te guardo rencor... _Doyoung hablo entre labios.
Dohwan se le quedo mirando a Doyoung. _ ¿Cómo puedes decirlo tan a la ligera? _
_Porque yo si aprendí a perdonar. _Doyoung soltó.
Dohwan pego su frente contra a la del pelirrojo, mientras que el llanto lo envolvió por completo. Las lágrimas cayeron en el manto que los abrigaba, frías contra la tela de lanilla. Tan tétricas como la muerte misma, ellas ya no conservaban ningún buen sentimiento.
_Yo no puedo perdonar-me. _Dohwan hablo en un hilillo.
Doyoung sintió como el chico lo apartaba, lo apartaba con una lentitud que odiaba. Tan distante que apenas, sintió vida en sus movimientos. Mas seguía mirándole fijamente, con esa constancia de la velada. Doyoung sintió esas manos deslizándose, el frio lo envolvió al ser abandonado. Se sintió tan solo, a pesar de estar frente a Dohwan.
Y no sabía el porqué, ni siquiera sabía a donde llegaría aquella conversación. Pero no podía ser nada bueno, ni siquiera podía ser algo malo. Más bien parecía una nada, todo se estaba desvaneciendo entre ambos. Los recuerdos vividos, el amor que habían tenido. Todo estaba perdido, hundiéndose para no volver.
_Si yo lo hice, tú también podrás hacerlo..._Doyoung hablo en un hilillo. _Solo espera y veras, justo al final de la línea. _ Doyoung insistió con una esperanza casi ilusa. _Solo recuerda recorrerla con esperanza, sé que puedes sobrevivir a todo esto. _
Dohwan no se molestó en enjuagar sus lágrimas, tampoco dejo que el pelirrojo las secara. Se alejó del toque del chico, pudo ver el dolor en los ojos del mismo. Dohwan se lo aguanto una vez más, no era la primera vez que lo rechazaba. No era la primera vez, que se negaba a su amor. Si es que lo había desperdiciado, nunca lo valoro. Y cuando finalmente lo hizo, ya era demasiado tarde. Tarde para amar, tarde para vivir.
_ ¿Qué pasa si no puedo hacer esto sin ti? ¿Qué pasa si necesito de ti...para seguir? _ Dohwan dejo ir un lamento. _No puedo seguir pretendiendo que no pasara, cuando sigues siendo lo único que me queda. Entre toda esta mierda de vida que llevo, siempre ha sido tu Doyoung. _
_Entonces simplemente... no me alejes. _Doyoung alzo la voz.
El pelirrojo se redujo a lágrimas, estas rodaban por su pequeño rostro. Destrozando su ligero maquillaje, encargándose de revelar sus heridas. Esas heridas que no dolían tanto, como el rechazo de Dohwan. Doyoung ni siquiera podía seguir cerca como un amigo, incluso así seguía saliendo herido.
_Creo que no entiendes lo que trato de decirte, acepta que ya no me amas lo suficiente como para quedarte. Dímelo ahora que estoy lo suficientemente cuerdo, termina lo que alguna vez empezó. _Dohwan soltó.
Doyoung apretó sus dientes hasta rechinar. _Sé que es muy obvio que ya no te amo, que lo que estoy haciendo... no hace sino agrandar tu pena. _ Doyoung admitió en su pesar. _Pero no puedo evitar pensar en lo que pasaría...si llego a soltar tu mano un mísero segundo. _ La voz de Doyoung se rompió. _ Porque, aunque ahora este enamorado de otro, eso no significa que me has dejado de importar. Sigues siendo mi alma gemela y seguirás siéndolo para siempre. _Doyoung hablo en un hilillo.
Dohwan miro fijamente a Doyoung. _Deja de aferrarte a algo que está muerto, con tanta desesperación. Eres tan patético, viviendo en tu mundo de fantasía. _ Dohwan alzo la voz. _ Acepta que no puedes salvar a todo el mundo, no eres tan especial como crees ser. _ Dohwan jadeo. _Tu único superponer es, esa linda cara que tienes. Que engaña a todos lo suficiente, como para creer que todo estará bien. _ Dohwan hizo un amargo. _Pero no es así Doyoung, yo nunca estaré bien. Déjame solo por un demonio, vete de una maldita vez. _
_Bien..._ La voz de Doyoung tembló.
Levantándose de donde estaba, con sus piernas temblorosas. Su rostro lleno de lágrimas y unas ganas inmensas de gritar. Se las engullo todas para sus adentros, deseando que estas no explotaran algún día. Dándole gusto al chico, simplemente se marchó. En silencio, le dio una última mirada a Dohwan. Este lo miro como siempre, sin parpadear siquiera. Hasta que, de un momento a otro, desvió su vista hasta el mar. Perdiéndose en este, ignorándole fríamente.
Doyoung solo jadeo ante aquella frialdad, que se incrustó en su corazón. Juraba que lo había dejado frio, inundado en una escarcha que incluso cortaba. Doyoung sintió que su corazón se rompía, incluso cuando ya no amaba al chico. Camino después de eso, ignorando los latidos débiles de su corazón. Que parecía estar pereciendo, al estar lejos de su otra mitad. Gritando por ayuda, queriendo quedarse un poco más.
Debo decir que este capítulo, ha sido el que más me ha sacado emociones. Emociones a través de letras, que he plasmado en personajes. Solo espero no abrumarlas con tantas emociones, porque sé que son muchas.
Hace mucho que no dedico capítulos, así que, dedicare el próximo. Me guiare con las y los que me intriguen más con sus respuestas, pero creo que son expertas y expertos en ello.
¿Tienen alguna teoría sobre los años de instituto de Junkyu?
¿Qué opinan sobre el primer amor de Yedam?
¿Qué opinan sobre los diagnósticos psicológicos de los personajes de esta historia?
¿Cómo creen que Jeongwoo enfrentara sus problemas en el siguiente capítulo?
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