Capítulo 18 (3 parte)
Junghwan se mantiene en total silencio, mientras esta frente a la presencia de Doyoung. Es un silencio bastante cómodo, que es llenado por los sonidos de la noche. Junghwan aún siguen su tarea de curar las heridas del pelirrojo, antes de que este se valla. No pudo resistir verle sus heridas descuidadas, sin sentirse culpable al respecto. Talvez por ello estaba ayudando a curar aquellos males, para apaciguar la culpabilidad de su ausencia al momento del mal.
_Doyoung. _
Junghwan dejo un curita sobre la palma de la mano del pelirrojo, procurando sellar la herida ya curada. La tajada lucia palpitando a pesar del curita, esta había sido hecha con un pedazo de vidrio. Justo como casi la mayoría de las heridas de Doyoung, según lo que le había contado.
Doyoung le dio su atención a Junghwan. _ ¿Que? _
_Quédate esta noche...aquí... conmigo. _
Doyoung se volvió cabizbajo mientras pensaba en ello, entre más lo pensaba, más deseaba quedarse. Incluso cuando sus hermanos no paraban de llamar a su celular, incluso cuando habían amenazado con contarle a sus padres. Sin mencionar que aún seguía temiendo por Dohwan, quien cada vez se veía más sumido en sus ataques. Doyoung no quiso mencionar aquellas excusas, no quería repetir el mismo disco de siempre. Opto por una realidad más simple, una que no preocupase tanto a Junghwan. Una que posiblemente no era un problema, sino más bien una petición de confirmación.
_ ¿Tus abuelos estarán bien con que me quede otra noche? _Doyoung mordisqueo su labio inferior.
Junghwan se le quedo mirando al pelirrojo. _Sebes que ellos te adoran. _
_Debes estar exagerando. _
_Preguntémosle en persona entonces. _Junghwan silbo.
_Ellos deben estar durmiendo a esta hora. _Doyoung dijo algo obvio.
Junghwan miro hacia la puerta por inercia, esta estaba justo al frente de la habitación de sus abuelos. En la habitación se escuchaban los pequeños ronquidos, que llegaban debido a las finas paredes del apartamento. Recuerda como fue a llevarlos a la cama, antes de regresar a su cuarto con el pelirrojo.
_Están tendidos uno al lado del otro, esos dos nunca se separan. _
_Debe ser lindo tener una relación en la que, se pueda envejecer juntos. _Doyoung dijo de la nada.
_Entonces envejezcamos juntos, tu y yo. _
Doyoung sintió como las manos del chico se ocupaban en su rostro, propinando caricias leves. No sabe cómo exactamente sucedió, pero recuerdos llegaron a su mente, había escuchado esa frase antes. Dohwan la había dicho sin parar, cuando el amor nació entre ambos. Aun en los peores momentos, seguía repitiéndola con la misma fé.
_Tu y yo..._La voz de Doyoung se quebró.
El tiritar en los labios del pelirrojo, se hizo presente después de su frágil voz. Sin darse cuenta sus ojos, empezaron a llenarse de lágrimas. Las gotas no dudaron en correr por sus mejillas, hasta despertar el tacto de Junghwan. Pudo ver como este intento secarlas, mientras lo miraba alarmado. Para cuando aquello sucedió, Doyoung ya se había perdido en sus recuerdos con Dohwan, en cómo estos se fueron volviendo cada vez más dolorosos.
_ ¿Estás bien mi amor? _
Doyoung asintió castamente. _Estoy bien solo...recordé algo. _
Doyoung se apresuró a secar sus propias lágrimas, tratando de barrer consigo los recuerdos. Esos recuerdos que solo lo herían y no le permitían ser completamente feliz con Junghwan. Ya no los quería en su mente, ya no los quería en su corazón.
_ ¿Quieres hablar sobre ello? _Junghwan hablo apacible.
Doyoung negó castamente. _Ya no quiero seguir atado a esos recuerdos. _
_Ven aquí..._ Junghwan atrajo al pelirrojo hasta sus brazos. _Todo va a estar bien, no me separare de ti nunca más. _
Junghwan sintió como el pelirrojo se acurrucaba en sus brazos, apegándose a su pecho. Respirando profundamente su aroma, mientras miraba a la nada. Junghwan talvez no había sabido la exacta razón, pero tenía una idea de porque el chico estaba así. Todos los caminos de la tristeza de Doyoung, siempre conducían a la misma persona. Junghwan acaricio la cabellera rojiza de Doyoung, mientras se sentía impotente.
_Pero tienes que ir a trabajar. _Doyoung soltó.
Junghwan se le quedo mirando al pelirrojo. _A la mierda mi trabajo. _
Doyoung sonrió de la nada. _Haz dicho una mala palabra. _
_ ¡Oh! _Junghwan solo le siguió la corriente a Doyoung.
_ ¿Debería decirla también? _Doyoung canturrio.
Junghwan deslizo sus dedos sobre los labios del pelirrojo, mientras este lo miro fijamente. Sintió como estos temblaban bajo su toque, como sutilmente besaban las llenas de sus dedos. La imagen le pareció divina, demasiado divina para ser real.
_No ensucies tu linda boca con esas palabras. _Junghwan soltó.
_No puedes detenerme. _Doyoung hablo en un hilillo.
_A que si puedo. _Junghwan silbo.
Doyoung dejo ir una risilla. _ ¿Cómo lo vas a hacer? _
_A besos. _
Acto seguido el azabache, se fue contra el cuerpo del pelirrojo. Ambos cayeron contra la pequeña cama, que no dudo en hacer un chirriante ruido. A ninguno de los dos le importo aquello, cuando se miraban fijamente. Junghwan sonrió a la par de Doyoung, mientras seguían paralizados en la misma posición. Doyoung fue el primero en tentar el beso, para luego reír con diversión. Junghwan solo lo miro con atención, disfrutando de aquella hermosa sonrisa.
_La diré si no me besas en estos mome... _
Junghwan no dejo que el pelirrojo terminase la oración, cuando ya sus labios se habían condensado en el chico. Dándole un especial trato a su labio inferior, el cual probo con avidez. Eso fue suficiente como para que el pelirrojo entreabriese sus labios, dándole cabida a descubrir la calidez de su boca. El beso se intensifico con ayuda del movimiento de sus cuerpos, que se acoplaban perfectamente. Las caricias nunca fueron suficiente, mientras seguían probando del otro.
Doyoung se dejaba dar caricia en el cabello de parte de su novio, no recordaba cuanto tiempo llevaba dejando darse cariño. Era algo de lo que probablemente nunca se cansaría, la mejor sensación que podía imaginar. Incluso cuando amaba besar al chico, estar acurrucados siempre superaba todo. Doyoung abrió los ojos de mala gana, sabía que tenía que ir a cambiarse. No podía ocupar la ropa de Junghwan a cada rato, incluso cuando adoraba usarla. Esta tenía su olor, adoraba su olor.
_Tengo que ir a cambiarme. _Doyoung susurro.
Junghwan hizo una mueca. _Solo quédate con lo que te preste, te ves lindo así. _
Junghwan acomodo el cuello de la camiseta de Doyoung, esta tenía el logo de Radiohead. Junghwan sonrió ante lo adorable que este se veía, la pieza le quedaba el doble de grande. Paso su mano hasta acomodar el resto de la pieza, bajo la atenta mirada de Doyoung.
_Debes estar bromeando, parezco un espantapájaros. _Doyoung hizo un puchero.
_Un lindo espantapájaros. _ Junghwan aseguro.
Doyoung rodo los ojos en blanco. _Aun así necesito guardar estas medicinas. _
Doyoung se levantó de mala gana, para arrastrarse hasta la orilla de la cama. Las mantas le obstruyeron el camino, pero logro deslizarse sobre estas. Aterrizo suavemente en el suelo, donde se encontró con su bolso. Este era de color café, hecho de terciopelo. Lo levanto para ponerlo en su regazo, este pesaba curiosamente de más. Era la segunda vez que lo notaba, pero no le dio mucha importancia.
_ ¿Quieres que te ayude? _
Junghwan imito las acciones del pelirrojo, hasta quedar al lado del chico. Se encargó de rodearlo con sus brazos, para luego darle un beso en una de sus mejillas. Doyoung lo miro de reojo, para luego asentir un par de veces. Justo mientras abría uno de los miles de compartimientos del bolso.
_ ¡Oh! _Doyoung dijo de la nada.
_ ¿Que? _Junghwan frunció el ceño.
_Ahora entiendo porque pesabas tanto. _Doyoung silbo.
_ ¿De qué hablas? _Junghwan fue curioso.
_He traído mi viejo bolso por error. _
_Luce exactamente como tu bolso regular. _
Junghwan se le quedo mirando el bolso, era el mismo de siempre. Doyoung lo ocupaba cuando iba a visitarle y para ir a la universidad. Incluso para sus sesiones de fotos, como la que había tenido con sus hermanos. Doyoung parecía muy apegado al bolso y no precisamente porque valía una millonada. Más bien era por ser un regalo especial, de parte de su hermano Junkyu.
_Es por eso que siempre los termino confundiendo. _Doyoung se le quedo mirando a Junghwan.
_ ¿Entonces como supiste que era tu viejo bolso? _Junghwan silbo.
_Porque tiene estas dos cosas en el fondo. _
Doyoung saco una cámara muy conocida, era la que siempre usaba para su tarea de periodista. Con esa pinta de la vieja escuela, pero una calidad aceptable. No la cambiaba por nada, a pesar de los años. Luego termino por sacar algo desconocido, un pequeño librillo de páginas desgastadas. Su viejo diario de toda la vida, finalmente lo volvía a encontrar. Lo había perdido hace un par de meses, le agradaba volver a verle.
_Sabía que tomabas fotografías, pero no que escribías diarios. _Junghwan soltó.
_Lo de tomar fotografías es un pasatiempo, escribir en mi diario es más una terapia. Suelo combinar ambas cosas desde que era un niño. Cada día escribía en mi diario y me aseguraba de incluir una foto de lo que escribí en este. _ Doyoung suspiro. _ Mas no he escrito en el en meses, no sabía dónde lo había dejado. Me alegra poder encontrarlo, me vendría bien escribir un poco. _Doyoung dejo ir una leve sonrisa.
En efecto las cosas eran así, ambos artículos iban de la mano. Pero su cámara solo era un medio, la verdadera historia estaba en las fotos. Esas fotos que tomaba y colgaba en los escritos de su diario. Entre esas viejas hojas, se encontraba toda su historia. Desde los momentos más felices, hasta los más trágicos.
Mashiho se encontraba en la espera de su vuelo, encontrándose completamente solo. Odiaba las despedidas, así que solo, evito traer a aquellos con los que convivía. Aun así, se despidió de ellos en la mansión, pero sabía que no había sido tan doloroso. Por alguna extraña razón, los aeropuertos hacían todo aún más triste.
Mashiho jugo con los llaverillos de su bolso personal, habían sido un regalo de las gemelas. Estos tenían unas pequeñas piedrillas de esmeraldas verdes, incrustadas en un marco en forma de corazón. Mashiho tomo el pequeño marco entre sus manos, este conservaba una foto de las niñas. Se debatió entre reír espontáneamente o llorar desconsolado.
_Mashiho... _
Mashiho soltó el llaverillo al escuchar una familiar voz, que no dudo en seguir de inmediato. El japonés se encargó de encarar aquella persona, incluso cuando ya sabía de quien se trataba. No hizo sino verla cara a cara, para terminar, cerciorándose por completo.
_Jihoon... ¿Qué haces aquí? _Mashiho soltó.
Jihoon se encogió de hombros. _Vengo a despedirme de ti. _
Mashiho frunció el ceño. _Pero... ¿Por qué? _
Mashiho lo pregunto sin rodeos, estaba seguro de que Jihoon había leído la carta. De otra forma no hubiese estado ahí, justo antes de que zarpase su vuelo. Mashiho no podía creer lo que sus ojos veían, tampoco podía comprender el hablar del rubio. Todo parecía demasiado irreal para ser aceptado, para poder ser completamente digerido.
_Necesitaba verte una vez más. _Jihoon se le quedo mirando a Mashiho.
_Jihoon... _Mashiho no supo que más decir.
_ ¿Que? _
Jihoon se acercó hasta el japonés, sentándose justo a su lado, en aquella pequeña banca. Sus hombros rozaban en casi todo momento, pero ninguno parecía estar incomodo ante ello. Jihoon sintió la mirada fija del japonés, así que la complemento de inmediato. Este parpadeaba de a poco, respirando profundamente. Como quien repara su mente, antes de decir algo de corazón.
_Gracias. _Mashiho soltó.
Jihoon se le quedo mirando al japonés. _ ¿Por qué me agradeces? _
Mashiho se le quedo mirando al coreano, mientras este se atrevía a fingir demencia. Mashiho casi quiso reír con ironía, sabia cuando Jihoon le mentía. Lo veía transparente tal cristal, bajo todas esas barreras que tenía. Siempre había sido de esa forma y le sorprendía que no había cambiado.
_Deja de fingir, se te da muy mal. _Mashiho hablo en un hilillo.
Jihoon sonrió de a poco. _Fui algo imprudente en el pasado, pero valió la pena para futuro. _
Jihoon no se arrepentía de aquella osada decisión, de enviar el formulario de Mashiho. Jihoon no se arrepentía de nada, de lo que había hecho por el japonés. Sabía que todo lo hecho, había sido porque quería su bien. Simplemente porque lo amaba y siempre lo iba a amar.
Mashiho miro fijamente a Jihoon. _Me conseguiste un sueño, por el cual vivir y te lo agradeceré toda la vida. _
_Te lo has ganado por tus propios méritos Mashiho. _Jihoon aseguro rotundamente.
Mashiho asintió cabizbajo. _Supongo que si... _
Jihoon se quedó mirando al japonés, este seguía con esa posición cabizbaja. Jihoon no pudo evitar sostener el mentón del japonés, levantarlo hasta que sus miradas se encontraran. Mashiho tembló ante el toque, pero se dejó hacer después de unos segundos. El japonés se le quedo mirando tan fijamente, que llego a sentir un escozor en todo su cuerpo. Esas ganas de protegerle habían vuelto, combinadas con esas ganas de hacerlo feliz. Jihoon sabía que eso era ya imposible, pero no pudo evitar intentarlo.
_ ¡Hey! _Jihoon llamo la atención del japonés.
Mashiho parpadeo algo perdido, colocando esa expresión de cachorrillo asustadizo. Se despegó del apego de a poco, pero mantuvo su posición altiva. Mientras seguía mirando fijamente a Jihoon, no podía dejar de hacerlo. Talvez porque sabía que no volvería a verle, por lo menos no por un buen tiempo.
_ ¿Que? _
Jihoon se le quedo mirando a Mashiho. _Pensé que estarías feliz. _
_Rompí con Junkyu. _Mashiho soltó.
Mashiho sintió esa necesidad de confesar, tenía que decírselo a alguien. No había sido capaz de decírselo a Jiwoo, tampoco a su familia. Pensó que podía guardárselo a sí mismo, pero había cosas que no podían ser encasilladas. Y llego a sentir que era más que real, al dejar ir ese sentimiento de pesadez en su corazón. Que se escapó en forma de lágrimas, brotando divinamente de sus ojos. Lagrimas que se apresuró a restregar de su cara, ya no quería verse más débil ante Jihoon. Estaba harto de todo ello y no quería ser recordado de esa manera.
_ ¡Oh! _
Jihoon vio la escena del japonés, este parecía estar haciendo todo lo posible para ser fuerte. Jihoon sintió que su corazón se apretaba con la imagen, pero sabía exactamente que no podía hacer nada al respecto. Se limitó a ofrecer un pañuelo al chico y este lo tomo con timidez. Desplazándolo entre sus manos, llevándoselo al rostro. Seco con sumo cuidado cada lagrima, muy consiente de no empeorar su maquillaje. Este era un simple delineado negro, que se había derramado debido a sus lágrimas. Mashiho dejo el pañuelo perlado de pequeñas lágrimas, estas se habían tornado completamente negras.
_Creo que ahora si los perdí a ambos, creo que ya no tengo nada... _
Mashiho dejo el pañuelo en las manos del rubio, pero este lo regreso hasta sus manos. Mashiho tuvo flashes de todas las veces, que Jihoon había hecho lo mismo. Mashiho no se había dado cuenta de cuanto lloraba, hasta que aquellos recuerdos llegaron a su mente. Imaginando cuantos pañuelos manchados, ocupaban sus lágrimas incrustadas de delineador. Muestra evidente de su depresión, generada por el abandono de sus padres.
Jihoon miro fijamente a Mashiho. _Tienes un contrato con la empresa de tus sueños, para hacer el trabajo que amas. Nosotros no nos podemos comparar con tu sueño de vida, considéranos solo personas de paso en tu vida. _
_ ¿Cómo podría considerarlos así cuando los ame tanto? _Mashiho hablo en un hilillo.
_Sé que estas más que preparado para dejar todo esto atrás. _
Mashiho escucho el anuncio que temía que llegase, su vuelo a París estaba a punto de zarpar. Miro la pantalla en la que se mostraba, solo para torturarse un poco más. Y por si no fuese poco, termino por mirar a Jihoon.
_Tengo que irme Jihoon. _
Jihoon se le quedo mirando a Mashiho. _Lo sé. _
_ ¿Puedes prometerme algo antes de que me valla? _ Mashiho se atrevió a pedir.
_Si. _
Mashiho se levantó de aquella silla, colocándose frente a Jihoon. Tomo el rostro del rubio, mientras sus dedos rozaban su brillante cabellera. Lo miro con atención durante un tiempo, deseo que el tiempo se detuviese. Una vez sus labios se dirigieron a aquel rostro, aterrizaron en una de las mejillas del chico. Mashiho dejo un casto beso en esta, agradeció que Jihoon no se resistiese. Lo único que hizo el rubio, fue quedársele mirando. Parecía haber sido tomado por sorpresa, por la manera en como lo miro intensamente.
_Prométeme que serás feliz. _Mashiho dijo en un hilillo.
Jihoon tomo la mano del japonés entre las suyas, deslizándola fuera de su rostro. Le dio un par de caricias, sin notarlo siquiera. La mantuvo entre las suyas un tiempo más, mientras seguía mirándole fijamente. Sus ojos se dieron por vencidos, las lágrimas se hicieron presentes. La imagen de Mashiho era parecida, solo que este sostenía sus lágrimas limpiamente.
_Lo prometo. _
Junghwan le queda mirando al pelirrojo, mientras este está escribiendo en su diario. Sus finas manos sostienen el bolígrafo y se desplazan sobre las hojas al escribir. Su rostro enfocado en las letras, que se reflejaban en rebuscada caligrafía. Contando quien sabe que, de su día, descontaminando su alma de aquellos pensamientos.
El pelirroja respiraba con relajación, el sonidillo se perdía en el viento. Las sombras surcando su rostro, resaltando los detalles tan irreales. La blanquecina piel, tan delicada como la porcelana misma. Esa pequeña nariz, respingada, que resaltaba altiva. Las largas pestañas que adornaban sus almendradas orbes, una encantadora combinación. Esos pequeños labios, que se mostraban color cereza. Sus mejillas tinturadas de ese leve rubor, relucían tales manzanillas.
_Luces hermoso mientras escribes. _Junghwan no pudo evitar confesarlo.
Doyoung sonrió ampliamente. _Es porque estoy escribiendo sobre lo que amo. _
_ ¿Sobre qué estas escribiendo? _Junghwan frunció el ceño.
Doyoung se le quedo mirando a Junghwan. _Sobre ti. _
_Mentiroso. _Junghwan canturrio.
Junghwan aún no sabía de donde salían todas esas respuestas del pelirrojo, parecía que había sido entrenado para responderla. En parte parecía ser así, Doyoung había sido educado mucho más que sus hermanos. El chico había sido educado en casa, tenía tutores para casi todo. Desde sus materias básicas, hasta clases de etiqueta.
_Quédate quieto mientras te tomo una foto. _
Doyoung tomo la cámara entre sus manos, aprovechando la ligera distracción de Junghwan. Este parecía estar sumido en sus pensamientos o solo anonadado debido a su respuesta pasada. Cualquiera de las dos, Doyoung lo agradecía. Esa cara de confusión en el chico, siempre lo hacía ver adorable. No pudo evitar preparar el foco de su cámara, justo para Junghwan.
_ ¿Estás seguro de que quieres arruinar tu cámara? _
Junghwan se acercó hasta el pelirrojo, quedando justo al frente de este. La distancia entre ambos era tan poca, que solo la cámara separaba sus rostros. Junghwan miraba fijamente a Doyoung, mientras este seguía ajustando la cámara. Junghwan ladeo el rostro un par de veces, ganándose una sonrisa de Doyoung. Junghwan siguió haciendo caras ante el foco, terminando por hacer reír a Doyoung.
_Tomare ese riesgo. _Doyoung silbo.
Doyoung disparo su cámara después de aquella frase, captando completamente la imagen de Junghwan. Noto como el chico se quedaba quieto mientras la foto era tomada, utilizándolo como punto ciego. Doyoung no pudo evitar anticipar el resultado, hasta el punto en que lo reviso de inmediato. Revisando el carrete de fotos, llegando hasta la más reciente. Ahí estaba Junghwan, con sus únicos ojos marrón. Doyoung los miro con atención, lucían más claros en contraluz. Destellando en ese especial color, que solo podías apreciar si te acercabas lo suficiente.
_ ¿Para que necesitas la foto? _Junghwan indago algo curioso.
_Para lo que escribí sobre ti. _
Doyoung se le quedo mirando a la foto mientras respondía, era la primera foto que tenia del rostro de Junghwan. Era difícil que este se tomase fotos, siempre alegaba que las odiaba. Un efecto secundario de sus días de delincuencia, en el que cualquier foto era un peligro.
_ ¿Podría saber qué fue lo que escribiste sobre mí? _Junghwan siguió con sus preguntas.
_No. _Doyoung se le quedo mirando a Junghwan.
_ ¿No? _Junghwan silbo.
Doyoung tomo la foto que genero la cámara, se dedicó a colocarle la fecha de ese día. Seguidamente la desplazo en el escrito, para luego revolver las páginas. Buscando unas en específico, unas que creía que a Junghwan le podían interesar. Las encontró después de unas pasadas, sintiendo algo de adrenalina al ojearlas.
_Pero podría mostrarte lo que escribí cuando te conocí. _Doyoung ofreció con ímpetu.
_ ¿Escribiste algo el día en que me conociste? _Junghwan silbo.
Doyoung asintió de a poco. _Escribí sobre ti sin siquiera darme cuenta, viniste a mi mente de la nada. Te metiste en mis escritos con tanta facilidad, que no me quedo más que seguir. _
Junghwan tomo el diario que le extendía el pelirrojo, las páginas estaban separadas para ser leídas. Junghwan observo la página gastada, parecía ser el último párrafo del escrito. Eso solo significaba una cosa, había sido el último pensamiento del pelirrojo. Junghwan llevo si atención más a fondo, empezó a leer el escrito.
Vi a este chico llamado Junghwan, es un buen jugador de voleibol. Ha logrado burlar los tiros del dúo dinámico, sin mencionar su fuerza de saque. Me le acerque después del juego, esperando que me diese una entrevista. El periódico de la universidad necesitaba saber su historia, en parte yo también. Fue una suerte que me la concediese, tomando en cuenta que es un poco tímido. Acordamos reunirnos después de las practicas, algo en ello me emociona misteriosamente. Por alguna extraña razón, su imagen no se va de mi mente.
_Creo que algo de mi calo en ti aquel día. _Junghwan llevo su atención hasta el pelirrojo.
_Si. _Doyoung se le quedo mirando a Junghwan.
Doyoung aun recordaba aquel día, sin saber que tan importante había sido. La primera vez que vio a Junghwan, no se imaginó que se convertiría en alguien tan especial. Para ese entonces, aún seguía pensando en Dohwan. La proposición de matrimonio estaba predispuesta, aún conservaba esperanza en cambiarle. Seguía intentando salir con otras personas, pero siempre volvía al mismo lugar.
_Tomaste una foto de mi ese día. _
Doyoung despertó de sus pensamientos, Junghwan tenía un par de fotografías en sus manos. Todas eran de aquel día de la preselección, recuerda haberlas tomado para el periódico. Doyoung las había dejado ahí después de mostrarlas a sus compañeros, quienes aceptaron la mayoría de aquellas muestras.
_Soy el encargado de la columna de deportes. _Doyoung silbo.
Junghwan barajeo una foto detrás de otra. El chico pudo ver una foto de Jeongwoo, enfrentando a Jihoon. Seguido de una foto del dúo dinámico, compartiendo una jugada. Terminando con una foto de sí mismo, estaba sirviendo el juego. Junghwan no pudo evitar quedarse estancado en aquella imagen, notando como había igualado completamente en parecido a su difunto padre. Junghwan recordó como cumpliría veintiuno en un par de días, la misma edad en la que su padre dejo de estar a su lado.
_Luzco como mi padre en esta foto. _Junghwan reparo.
_Él debe estar muy orgullosos de ti. _Doyoung aseguro.
_Cumpliré veintiuno en unos días. _Junghwan recordó de repente.
Doyoung entendía aquella connotación, Junghwan le había contado la historia de sus padres. Desde ser padres jóvenes, hasta formar una familia en secreto. Todo para seguir su sueño de jugar vóley, para proteger a Junghwan de sus vidas de celebridades. Otra razón por la que Junghwan odiaba las cámaras, la prensa se empeñó mucho en descubrir el pequeño secreto de las superestrellas del vóley.
Cuando finalmente el secreto se descubrió, la pesadilla solo hacia su primera aparición. Los padres de Junghwan se convirtieron en una polémica, una vergüenza del deporte nacional. En medio de críticas, se negaron a disculparse por tratar de ser felices. La nación los tacho para siempre, el olvido estaba pactado.
El retiro fue inminente, pero ellos estaban felices al tener una familia. Si no fuese por aquel trágico accidente, que termino destruyéndolo todo por completo. Su muerte solo fue un gran escenario de hipocresías y teatros para la TV. El tiempo no paso en vano y el olvido finalmente llego. Junghwan ya no era el hijo de las superestrellas, sino el huérfano de unas las leyendas olvidadas.
_ ¿Qué quieres hacer ese día? _Doyoung se le quedo mirando a Junghwan.
Junghwan aparto todo aquello que los separaba, para luego proceder a abrazar a Doyoung. Colocándolo en su regazo, permitiéndole que enredara sus piernas en su cuerpo. El pelirrojo opto por pegar su frente contra la suya, mientras sus narices se rozaban tibiamente. Junghwan dejo un casto beso en esos labios, para luego mirar fijamente al pelirrojo.
_Quiero estar contigo amor. _
Jihoon se tambalea en su miseria, después de haberse perdido en el licor. Bebiendo un viejo coñac, que no hace sino cortarle la garganta. Aquel licor nunca se comparará, con la sensación su corazón roto. No sabe exactamente en qué lado de Seúl se encuentra, pero no es como que le importe. Se pasea por las calles sin rumbo alguno, mientras sostiene la botella. Dándole tragos de vez en cuando, saboreando el agrio con el dulce.
Jihoon se termina sentando frente un gran río, reparando que es el río Han. Logra reconocer las parejas nocturnas, acurrucándose en la oscuridad de la noche. Jihoon se acomoda en su banca, tirando su cuerpo completamente en esta. Mirando el cielo nocturno, mientras las estrellas brillan. Todo se ve borroso y da vueltas sin cesar.
Jihoon se lleva la botella a los labios, encontrándose con un gran vacío. Hace una mueca, supone que ha tocado fondo. Suelta la botella en algún lado, escucha el ruido bofo contra el pasto. Se dispone a revolver su cabellera, mientras recita una maldición. Ha recitado tantas desde que empezó a beber, que ya ha perdido la cuenta.
El chico recuerda al japonés, la promesa que le hizo. Maldice por enésima vez, sabe que no está ni cerca de cumplirla. Jihoon rebusca en uno de sus bolsillos, en busca de unos cigarrillos. Los logra encontrar con efectividad, pero recuerda su falta de encendedor. Maldice como si fuese ya parte de su vocablo completo, mientras busca en vano un encendedor. Mueve su mano en el bolsillo sin cesar, hasta que se topa con algo. Un pedazo de papel roza la yema de sus dedos, lo saca con rapidez.
Jihoon extiende su mano frente a su vista, la carta reluce en un doblez. Carta que se dedica a desdoblar una vez más, con intenciones claras de leerla. Como si no la hubiese leído ya más de diez veces, como si no pudiese aceptar aquella despedida. Jihoon no se miente a sí mismo en esos momentos y acepta que tiene que leerla una vez más. Necesita hacerlo una vez más, solo una vez más. O las veces que sea necesarias, pare que el dolor se disipe.
La exacta fecha en la que todo perdí.
Jihoon...
Sé que estás leyéndome en estos momentos, alguien ya debe haber entregado esta carta en tus manos. Y si aún sigues leyendo hasta esta precisa línea, ya debes hacerte una idea de porque te escribo. Siempre es la misma utilidad en cartas, cuando se trata de mí. Un sinónimo constante de despedida, que se anuncia por medio de un par de rotundas letras.
Es mi súbita forma de despedida, la única que me pudo permitir mi cobardía. Generada por esa falta de autoestima, que siempre trataste de mejorar en mí. Por lo menos se me da bien huir, tan bien como escribir cartas para ti. Talvez es porque te amé, o porque aun te sigo amando. Una extraña combinación de sentimientos, es lo único que me puedo permitir sentir.
Sé muy bien que ya no te merezco y que no merezco a nadie más. Todo lo que alguna vez me disté, no se compara con lo que te devolví. Y aunque sé que el amor no es un trato cuantitativo, si es un equilibrio de partes. Un equilibrio que siempre rompí y en el que siempre me encargué de culparte. Lamento ser como soy, pero lamento mas no intentar sanarme. Lamento haberlo entendido muy tarde y que lo nuestro este inminentemente roto e irreparable.
Mientras nos fuimos separando poco a poco, me di de cuenta de lo valioso que era el amor. Lo busque en lugares donde no debía y termine hiriendo a personas inocentes. Mi obsesión por ser amados parecía insaciable, lo ha sido desde que mis padres dejaron de amarme. Aun siento que nadie llenara ese gran vacío que ellos han dejado, pero no pienso culpar a mas nadie por sus errores. Tampoco pienso culparme a mí mismo, mucho menos por lo que soy.
Con esto te dejo mis últimos males, que sé que estás acostumbrado a escuchar. Prometo que estaré bien solo, sé que puedo acostumbrarme a esta soledad. Seguiré cuidando hasta donde pueda, para evitar hacerme daño como antes. Permíteme guardar nuestros recuerdos, para cuando te extrañe de repente. Prometo dejarlos ir poco a poco, hasta que pueda de mi pecho arrancarte.
PD Gracias por ser la primera persona en aceptarme tal como soy.
Atte. T.M
Jihoon acaricio las letras manuscritas, era lo único que quedaba. Ya no podía acariciar aquel angelical rostro, talvez no lo haría jamás. Jihoon dobla la carta en el mismo dobladillo que la había dejado, mientras las lágrimas se acumulan en sus orbes. Sabe que no tiene caso seguir guardándolas, que es mejor si las deja ir. Esta dispuesto a sanarse, sin importar cuantas lagrimas tenga que derramar. Jihoon sabe que es la única forma, en la que su alma lograra descontaminarse por completo.
Haruto se despertó de madrugada, Jeongwoo no estaba a su lado. Miro a los lados algo asustado, pero su alivio llego antes de lo pensado. Divisando a Jeogwoo apegado a uno de los ventanales, acompañado de sus intravenosas. El chico se asomaba en aquel ventanal, que había abierto por completo. El frio de la madrugada pegaba, incluso con la calefacción de la habitación.
Haruto se levantó del sillón en donde descansaba, para dirigirse a donde se encontraba Jeongwoo. Un par de pasos fueros suficientes, para colocarse a su lado. Luego un par más para reducir el espacio entre sus cuerpos, que se terminaron rozando un poco. Con eso logro conseguir una miradilla de Jeongwoo, pero fue tan fugaz. Fugaz como las estrellas que surcan el cielo nocturno y motivan a desear más. Jeongwoo no paraba de mirar al cielo, como si esperara algo de este.
_ ¿Qué haces aquí tan de madrugada? _Haruto rompió el silencio.
_Estoy esperando el amanecer. _Jeongwoo hablo tal secreto.
_ ¿Vas a pedir un deseo? _Haruto indago algo curioso.
_Si. _Jeongwoo soltó.
Haruto recordó aquella fascinación por los amaneceres, que solía tener Jeongwoo. Supuso que había una conexión entre el chico y el cielo del amanecer. En parte podía ser así, ambos tenían un ligero parecido. Conservaban ese delicado brillo, que solían regalarle a las personas día a día.
_ ¿Tienes una idea de lo que vas a desear? _Haruto se atrevió a preguntar
Jeongwoo suspiro. _Lo sabré cuando el primer rayo de luz llegue. _
_ ¿Puedo acompañarte en tu espera? _
Haruto busco la mirada del chico, quien se giró a verle de a poco. Jeongwoo lo miro fijamente por un corto periodo de tiempo, para luego sonreír débilmente. Un movimiento ligero en su mano, que seguía incrustada en intravenosas. Haruto supuso que era incómodo y en parte algo doloroso. Jeongwoo no era alguien de hospitales, lo había comprobado mientras le cuidaba.
_Si. _ Jeongwoo hablo en un hilillo.
Jeongwoo observo como el japonés se colocaba aún más cerca de donde estaba. Un pequeño escalofrió escalono hasta alojarse en su corazón, haciendo que este pareciese haberse saltado un latido. Jeongwoo jugo con sus manos un poco, para ocultar aquella extraña sensación. Agradecía a que la penumbra estaba de su lado y ocultaba el creciente rubor en su rostro.
_Moonhee hablo conmigo. _Haruto dijo de la nada.
Jeongwoo miro a Haruto. _Conmigo también. _
Jeongwoo estaba seguro de algo, su hermana no se había andado con rodeos. Aun recordaba sus precisas palabras, estaban tan llenas de verdad. La chica siempre daba los mejores consejos, incluso cuando estos venían incluidos en regaños. Jeongwoo miro hacia esa inmensa nada, mientras pensaba en su hermana un poco más. En cómo está siempre le cuidaba y en como lo había comprendido al final. Nunca la juzgo por sus acciones, sabía lo que significaba aquella sensación de desamor.
_ ¿Qué fue lo que te dijo? _Haruto le dio una miradilla a Jeongwoo.
_Probablemente lo mismo que a ti. _Jeongwoo soltó.
Haruto trago hondo. _ ¿Y qué harás al respecto? _
Jeongwoo miro fijamente a Haruto. _Eso es algo que depende de ti. _
_ ¿Porque dependería de mí? _Haruto complemento aquella mirada fija de Jeongwoo.
_Porque eres tú a quien quiero. _
Haruto busco la mano de Jeongwoo, hasta que logro conseguirla por contacto. Entrelazándolas con cuidado, dejo un par de caricias sobre esta. Llego a mirar nuevamente a Jeongwoo, mientras acortaba la distancia de sus rostros. Recorrió el rostro del chico, mientras este imitaba sus acciones. Haruto juro que contuvo su respiración, cuando su mirada naufrago en la isla de sus labios. Admiro como estos temblaron de la nada, para luego ser sellados castamente.
_Sabes muy bien que yo también te quiero. _
Jeongwoo intenta contener una repentina sonrisa. _Eso me deja si armas en estos momentos. _
Haruto se le queda mirando a Jeongwoo. _ ¿Por qué dices eso Jeongwoo? _
_Tus palabras siempre me desarman Haruto. _Jeongwoo confeso finalmente.
Jeongwoo no pudo evitar confesar, cada palabra del japonés lo desarmaba. Había sido así desde hace un tiempo y la sensación había ido aumentado. En esos momentos lo aceptaba, era un perdedor por cada cosa que hacia el japonés. Muerto de amor con el chico, ya no había razón para seguirlo ocultando.
_ ¿Estás bien con todo lo que sientes por mí? _Haruto hablo apacible.
Jeongwoo se le quedo mirando a Haruto. _Solo espero que no hagas que muera de amor, gracias a ti sé que es más que posible. _
Haruto utilizo su mano libre para ocuparla en el rostro de Jeongwoo, brindando caricias en sus mejillas. Observando la mirada fija del coreano, quien suspiro brevemente ante su toque. Haruto sintió la necesidad de besarle, por alguna extraña razón. Le parecía que era la única manera de reconfortarle. Entonces se atrevió a intentarlo, acercándose hasta reducir el espacio casi por completo.
Haruto deslizo su mano en el rostro del coreano y este cerro sus ojos casi por inercia. Acercándose levemente hasta sus labios, disponiendo los suyos en una cercanía tentadora. Así fue como sus narices chocaron tibias, acariciándose levemente. Sus labios se unieron casi a la par, como si lo hubiesen ensayado un millón de veces. El movimiento familiar de sus labios, mientras estos se acariciaban con lentitud.
Dejaron todo en aquel casto beso, separándose de a poco. Sus miradas encontrándose al unísono, sonriendo poco a poco. Haruto no se resistió a dejar un casto beso, desplazándolo en la frente de Jeongwoo. Este solo le miro después de ello, con esos ojos destellantes en euforia.
_Juro que nunca más heriré tu precioso corazón, me encargare de que este solo sienta amor correspondido. _Haruto dijo en un hilillo.
Debo decir que me ha impresionado la cantidad de apoyo que ha recibido esta historia, me veo en la obligacion de amar a todos ustedes por ello.
Este capítulo ha sido uno de los mas dificiles de escribir de esta historia, espero que lo hayan disfrutado un poco.
He colgado una cancion de God Yedam en esta parte del capítulo. Yedam esta en mi playlist de escritura permanentemente, sus canciones siempre me inspiran. Existence es sin duda una de mis favoritas y va perfecto con la vibra de esta historia. Me recuerda mucho a los sentimiento que comparten, los personajes prinsipales de esta historia.
Les dejo unas cuantas preguntas para que me respondan y les agradezco de antemano por responderlas.
¿A que otros personajes ficticios les recuerdan mis personajes?
¿Que pensaron al leer la carta de Mashiho?
¿Que pensaron al leer parte del diario de Doyoung?
¿Tienen alguna teoria del desenlace de esta historia?
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