Capítulo 17 (2 parte)
Jiwoo dio vueltas en medio del boulevard, viendo como todos los establecimientos del lugar cerraban. Su lugar de trabajo era el primero en cerrar, a nadie se le antojaba algo dulce después de las seis de la tarde. Jiwoo rio ante su propio chiste sarcástico, sabía que de su boca nunca saldría. Con eso de que estaba tratando de renovarse, muchas de sus antiguas costumbres se habían desvanecido para los demás. Jiwoo ahora se guardaba su verdadera personalidad para sí misma y aceptaba que le iba muchísimo mejor. Gracias a esas conductas había recuperado la confianza de sus padres y planeaba conservarla mientras pudiese.
_ ¡Oye bonita! _
Jiwoo pego un respingo que casi la hizo soltar su bolso, una mano algo conocida la ayudo a sostenerlo antes de que se cayese. Jiwoo llevo su vista hacia el dueño de esa mano, incluso cuando ya sabía de quien se trataba. Jiwoo sonrío brillantemente, mientras se le quedaba mirando a Jaehyuk. Joon Jaehyuk del equipo de vóley, su casi algo.
_Hola bonito. _Jiwoo soltó.
Jaehyuk tomo el bolso como de costumbre, tenía esas costumbres caballerosas. Jiwoo lo dejo ser, incluso cuando el bolso no pegaba ni un kilo. Jaehyuk se puso el bolso verde al hombro, sin vergüenza alguna de que fuese de mujer. El chico tenia esta mentalidad abierta, algo que a Jiwoo le había encantado cuando le conoció.
_ ¿Ya te vas a casa? _
Jiwoo asintió castamente. _Yup. _
_ ¿Te acompaño hasta tu casa? _Jaehyuk propuso amablemente.
Jiwoo escucho la petición del chico, una bastante común. Después de que ambos fracasaran en su intento por salir, habían quedado bien de amigos. Eso incluía caminar de vuelta a casa todos los días, después de que salían de sus respectivos trabajos. Jaehyuk era uno de los viejos becados de la universidad de Corea, el chico estudiaba educación especial. Jaehyuk trabajaba a unas tiendas de la de Jiwoo, unas tres para ser exactas. El chico trabajaba en una cafetería artesanal, este siempre salía del trabajo oliendo a café fresco. Jiwoo adoraba el olor, incuso cuando Jaehyuk se avergonzaba de ello. Talvez era porque el chico odiaba secretamente el café, pero eso aún no lo sabían sus jefes.
_S... _
_No. _
Jiwoo frunció el ceño. _ ¿Que? _
Jiwoo giro sobre sus talones para encarar al dueño de esa nueva voz, sabiendo perfectamente quien era. Park Junkyu se encontraba ahí parado, justo al frente de ella. Jiwoo le dio una mirada de muerte a Junkyu, pero este la ignoro olímpicamente. Tampoco era como que podía captarla, el chico le llevaba como dos cabezas. Jiwoo cerró los ojos en desesperación, trato de manejarlo. Pero era difícil manejarlo, estaba en medio de dos gigantes y ella parecía una pequeña hada. Los dos chicos se miraban a morir, mientras que ella trataba de mantener la distancia entre ambos. Coloco una mano en el pecho de cada uno, ellos ni siquiera le prestaron atención.
_Vete. _Junkyu soltó.
Jaehyuk frunció el ceño. _ ¿Que? _
_ ¡Que te vayas! _ Junkyu silbo.
_ ¿Po- por qué debería hacer eso? _Jaehyuk soltó.
_Necesito tener una conversación con Jiwoo, a solas. _
Junkyu enfatizo esa a solas más que el resto de la oración, siendo bien claro frente al moreno. Junkyu no se andaba con rodeos cuando quería algo, simplemente lo conseguía. Sabía que era simplemente así, Jaehyuk era especialmente un hueso demasiado fácil de roer. Lo conocía a la perfección, sabía que el chico lo respetaba. Le convenía seguir así, las finales se acercaban con fuerza. Los capitanes siempre influían en la alineación final, el chiste se contaba solo.
Jaehyuk le dio una mirada a Junkyu. _ ¡Ok! _
Jaehyuk tomo la mano que Jiwoo conservaba en su pecho, mano de la que estaba bastante consciente. Solo para cerciorarse de algo, planto un sonoro beso sobre esta. Con descaro sonrío ladino para la chica, justo frente a la dura mirada de Junkyu. Eso fue todo para Jaehyuk, unir piezas se le hizo fácil. La mirada de muerte que le lanzo Junkyu, la manera en como su expresión estoica se resquebrajo. Casi quiso gritarlo tal descubrimiento científico. Junkyu lucia, sumamente celoso.
Jiwoo se cruzó de brazos divinamente, ocupando una mirada de muerte. Todas estas expresiones eran regaladas a una sola persona, Park Junkyu. Hablando del chico. Este le dio una mirada a su bolso verde, lo juzgo con descaro. Jiwoo lo arremango contra su cuerpo, talvez animal crossing no era algo muy maduro para una universitaria.
_No estás muy gran.. _ Junkyu le dio una mirada a Jiwoo. _Disculpa, olvide que no eres grande. _
_Ve al grano. _ Jiwoo alzo la voz.
_Tu bolso es espantoso y eres una enana. _Junkyu aseguro.
Jiwoo rabio. _Eso no. _
_ ¿Por qué no me dijiste que salimos en secundaria? _
_ No es como si pudiese acordarme de todos los novios que tu... _
Jiwoo hablo lo primero que se le vino a la mente, esa frase que le decía a todos esos chicos de su pasado. A penas se dio de cuenta que la había dicho, le tomo unos segundos tomar el asunto por el mango. Dejo de estar trancada en sus pensamientos, crujir sus dientes en culpabilidad. Cuando se volvió a mirar a Junkyu, se maldijo a sí misma. Debió hacerle caso a su corazón cuando este palpito de mas, debido a todas esas cercanías con Junkyu. Era una maldita señal, la había ignorado olímpicamente.
_Tal parece que sigues siendo la misma de antes. _Junkyu soltó.
Junkyu no lo dijo severamente, más bien fue un poco nostálgico. No era de sospechar que lo dijese de esa manera, teniendo en cuenta que la chica había sido su primer amor. No solo había sido la primera de la que se enamoró, sino la primera que le rompió el corazón. Más que todo eso del corazón, lo había usado con descaro.
Jiwoo trago hondo. _Piensa lo que quieras. _
_No me agrada la idea de que juegues con uno de los de mi equipo. _
Por otro lado, estaba Jaehyuk, el buen chico del grupo de vóley. En resumidas cuentas, Jaehyuk era un pacifista, en medio de la guerra. Mientras todos los del equipo eran villanos y antihéroes, el chico era un superhéroe. Junkyu no iba a permitir que Jiwoo jugase con él, seguía siendo sobreprotector con los miembros de su equipo.
Jiwoo bufo. _ ¿Me estas amenazando? _
Jiwoo soltó sin querer, algo en ella se desconectó. Su verdadera personalidad siempre sobresalía frente a Junkyu, algo en el provocaba que saliese. Jiwoo odio el efecto que el chico ejercía sobre ella, pero odio más los pensamientos erróneos que tenía sobre ella. Jiwoo quería gritarle que ella había cambiado, que ya no era esa rompecorazones del pasado.
Junkyu se le quedo mirando a Jiwoo. _Solo es una advertencia. _
_Le dijiste algo Jaehyuk sobre mí, lo hiciste. _
_Nunca dije que lo había hecho. _
_ ¡Ok! _
Jiwoo se giró sobre sus talones, incapaz de sostener más esa conversación. Junkyu no solo sabía sobre su pasado, sino que había sido una de sus, se podía llamar víctimas. Jiwoo sabía que lo mejor era correr, sabía que todos esos chicos del pasado solo querían aniquilarla. No los culpaba por ello, ella había sido tan inmadura. Salir con varios chicos solo porque se le antojaba, aún seguía dando disculpas en la actualidad. Sabía que le debía unas a Junkyu, pero no iba a ser en esos instantes.
_Pero... _Junkyu soltó.
Jiwoo paro en seco para girarse a encarar a Junkyu. Este la miraba fijamente, con esa expresión estoica. Jiwoo odio todo aquello, en serio quería correr. Pero algo simplemente, le pegaba los pies a la tierra, hacía que no pudiese dejar de mirar en alto. El orgullo talvez, Jiwoo era muy orgullosa.
_ ¿Pero ¿qué? _
_Soy un Park. _Junkyu soltó.
Jiwoo le dio una mirada a Junkyu. _ ¿Y...? _
Junkyu se acercó hacia la chica, logro divisar un mechón de cabello fuera de lugar. Se dedicó a acomodarlo detrás de la oreja de la chica, eso le trabajo recuerdos un poco más claros. No sentía rencor por lo que Jiwoo le había hecho, pero no le agradaba la idea de que no aprendiese la lección. Esa era la única razón por la que estaba ahí, sabía que la chica no había cambiado del todo.
_Y quiero que me devuelvas el favor de mi silencio. _
Jiwoo agudizo su mirada hacia Junkyu. _ ¿Qué tan justo será todo este trato? _
_Eso dependerá de ti. _Junkyu silbo.
_ ¿Qué quieres de mí? _Jiwoo soltó.
Junkyu se encogió de hombros. _Un favor. _
_ ¿Se puede saber cuál es ese favor? _Jiwoo indago.
_Me urge una asistente personal. _
Junkyu lo menciono de la nada, cosa que no era mucha mentira. Junkyu llevaba ya un tiempo trabajando en la empresa de sus padres de medio tiempo, nunca había necesitado una ayuda extra. Más sabia que las cosas cambiarían cuando se graduase, su horario se duplicaría contra su existencia. Le convenía contratar a alguien con tiempo y Jiwoo no estaba tan mal.
_ ¿Me quieres hacer tu esclava personal? _Jiwoo chillo.
Junkyu se le quedo mirando a Jiwoo. _Puedes llamarlo como quieras, el punto es que seas mía. _
Junghwan llega a la pista de patinaje en hielo, la cual había acordado con Doyoung. Le parecía una cita bastante sencilla, hasta que miro a su alrededor. El lugar es enorme, digno de una pista de patinaje olímpica. La decoración es fríamente elegante, el lugar es sumamente silencioso. Todo a su alrededor el blanco, los detalles de vidrio combinan contrastan con el hielo.
El frio del otoño se hacía escaso, comparado con lo congelado que estaba ese lugar. Junghwan cobija sus manos para llamar a la calidez, las sopla para generar un poco más de calor. El vapor se hace presente al soplar, Jughwan solo se queda mirando como este revolotea, sonriendo ante la simple belleza de aquella vista.
_ ¿Por qué tan feliz sin mí? _
_Yo... _
Junghwan no tiene tiempo de siguiera decir algo más, cuando el pelirrojo ya se ha encargado de cortar la distancia entre ambos. La ha acortado lo suficiente, como para que sus labios se junten en un beso. Beso que Junghwan no puede negar, en lo absoluto. Le sigue el juego a esos labios que se mueven contra los suyos, casi hipnotizado por cómo estos fluyen con facilidad.
Junghwan no llega a reaccionar, hasta que el pelirrojo lo doblega en pasiones. Junghwan rompe el beso torpemente, quedando completamente en el aire. Termina pensando en cómo el beso se ha dado, en como apenas lo ha sabido llevar. No es que sea un inexperto en besos, pero frente a Doyoung lo es.
_ ¿Te encuentras bien? _Doyoung frunce el ceño.
Junghwan sigue luchando por recuperar su respiración regular, mientras que Doyoung está como si nada hubiese pasado entre ambos. Tan radiante después de aquel beso, incluso se dedica a esbozar una de sus típicas sonrisas. Junghwan envidia esa capacidad en el pelirrojo, no puede decir lo mismo de su persona. Jughwan no había besado de esa manera en años, talvez debió aceptar esa lección de besos que le había ofrecido Jeongwoo. Si tan solo no hubiese terminado en que era una broma, talvez en esos momentos no estaría medio ahogándose.
_Si. _ Junghwan sello sus labios.
Doyoung se le quedo mirando a Junghwan. _Parece como si te estuvieses ahogando. _
_No. _Junghwan silbo.
Doyoung coloco sus brazos sobre los hombros de Junghwan. Una sonrisa divertida se apareció en sus labios rojizos. Se dedicó a mirar a su ahora novio con muchísima atención. Junghwan lucía un poco sonrosado de las mejillas y sus labios lucían un tanto tentados. El beso había dejado un adorable aspecto en el chico, Doyoung le agrado por completo. Muy consciente de que había agarrado desprevenido al chico, de que apenas había podido seguirle el ritmo de sus besos.
_Estas seguro que no quieres que te de respiración boca a boca. _Doyoung pico.
Doyoung tentó un fugaz beso sobre los labios de Junghwan. El azabache se valió de sus reflejos para alejarse antes de ser atrapado, necesitaba al menos tiempo para volver a una segunda ronda. Aun le seguía pareciendo extraño, lo increíblemente bueno que era el pelirrojo besando. Junghwan casi se sintió como un novato completo. No sabía de donde el pelirrojo había aprendido todo aquello, pero ese no era todo el pánico de la situación. También estaba ese otro detalle de discusión, la reputación del pelirrojo.
_Deberías tener cuidado con tu imagen, eres una celebridad después de todo. _Junghwan miro a los lados.
Doyoung miro fijamente a Junghwan. _Eso es lo que menos me importa en estos momentos, además, no creo que alguien pueda descubrir lo nuestro. _
_ ¿Cómo estas tan seguro de ello? _Junghwan pico.
Junghwan estaba seguro de algo, Doyoung no era solo un chico normal. Doyoung era uno de los hermanos Park, herederos de una fortuna que se había pasado por generaciones. Todo el país, sabia de la fama que tenía esa familia y su exitosa cadena televisiva. Doyoung podía ser un chico bien educado, pero seguía siendo el consentido de la familia. Sin mencionar como el chico era adorado en sus redes sociales, tenía muchas fanes bastante jóvenes. Todas caían por su buena imagen, el chico bueno de los hermanos Park.
_Porque alquile todo el lugar para nosotros. _Doyoung canturrio.
Junghwan abrió los ojos tales platos. _Estás loco. _
_Por ti. _
Doyoung lanzo un beso al aire, no hacía falta saber el destinatario. Si sabía que era un poco exagerado alquilar todo el lugar, pero apenas se daba de cuanta. Eso era lo bueno de Junghwan, el chico sabía algunos limites sobre dinero. Doyoung no sabía mucho sobre aquellos limites, su tarjeta negra jamás había quedado completamente vacía. Sus padres siempre se aseguraban de darle dinero suficiente, sin preguntar mucho por como este era gastado después. Ventajas de ser un Park, escucho decir una vez a Moonhee.
_Doyoung. _Junghwan llamo la atención del pelirrojo.
Doyoung le sonrío a Junghwan. _Dime. _
_Soy un pésimo patinador. _
Jughwan dejo ir ese pequeño detalle, que se desencadenaba tal bola de nieve. Desde el hecho que nunca había visitado una pista de patinaje, hasta el hecho de ser un pésimo patinador. Las pocas veces que fue a una pista, fue una que estaba llena de rampas. A Seongmin le gustaba rodar patineta más que nada, Junghwan solo lo veía desde lejos. Las pocas veces que se montó sobre ruedas, pereció miserablemente en el suelo.
_ Eso es lo de menos. _Doyoung aseguro.
_Pero... _Junghwan no supo que más decir.
_Todo estará bien. _ Doyoung insistió.
Una vez ambos se colocaron sus respectivos patines, se dedicaron a entrar a la pista. Una vez estuvieron justo sobre el hielo, se quedaron ahí un momento. Doyoung se le quedo mirando a Junghwan y el contrario solo lo miro de vuelta. Doyoung le sonrío para darle algo de ánimos al chico, pero este no sonrío tan de vuelta como debía. Junghwan solo se colocó pensativo, mientras miraba fijamente el hielo.
_ ¿Crees que pueda moverme sin caer? _Junghwan dijo de la nada.
Doyoung sonrío ampliamente. _Solo no sueltes mis manos. _
Junghwan asintió castamente. _Si. _
Doyoung sintió como Junghwan apretaba el agarre que había entre sus manos, como aseguraba el agarre recubriendo sus manos de vez en cuando. Doyoung noto como sus manos iban a juego en un contraste curioso. Las suaves manos de Doyoung, pudieron percibir la rusticidad de las de Junghwan. Doyoung supuso que era por el trabajo del chico, cada trabajo que conseguía tenía que ver con limpiar hasta que brillase. Las manos de Junghwan sufrían las consecuencias del trabajo duro y un salario mediocre.
_Préstale atención a mis movimientos, trata de seguirlos a la par mía. _Doyoung explico con cuidado.
Junghwan respiro profundamente. _Tratare de hacerlo, pero, creo que podría caer. _
_No te vas a caer, yo te tengo. _Doyoung aseguro.
Junghwan se le quedo mirando a Doyoung. _ ¿Y si nos caemos los dos? _
Doyoung dejo ir una risilla. _Eso haría la cita inolvidable. _
_ ¿Debería entonces hacerte caer? _Junghwan pico.
_Me temo que no sería la primera vez. _Doyoung canturrio.
_ ¿Dónde guardas todas esas frases? _Jughwan silbo.
_Directamente de aquí. _
Doyoung señalo directamente hacia su corazón, para luego mirar directamente a Junghwan. Junghwan no pudo resistirse a acariciar el rostro del pelirrojo, el cual se dejó hacer con gusto. Junghwan sonrío ante aquello, Doyoung parecía adorar los cariños. Tan lindo, su corazón apenas lo podía tomar.
_Eres muy lindo. _
_Tu más. _
_ Yo... _Junghwan traga hondo.
Junghwan no supo exactamente que responder, pero se esfuerzo en pensarlo. Talvez se esfuerzo demasiado, olvidando hasta el hecho de que tenía que mantener su estabilidad. Trastabilla amenazando con caer, pero es sostenido de inmediato.
_Te tengo. _Doyoung soltó.
Junghwan contuvo su respiración. _Vi mi vida pasar frente a mis ojos. _
Doyoung dejo ir una risilla. _Lo bueno es que pude rescatarte en el proceso. _
_Realmente eres un Park. _Junghwan silbo.
Doyoung dejo ir a Junghwan después de aquella frase, la escuchaba más de lo necesario. Sabía que era un Park, pero no se sentía como uno. Doyoung siempre supo que era el más débil de sus hermanos, sus padres se lo decían constantemente. La sobreprotección fue lo siguiente, el consentirle no estuvo de más. Doyoung creció siendo una muñeca de porcelana, que todos se esforzaban en conservar. Lo que nadie sabía era que, hasta las muñecas más cuidadas, solían terminar rotas.
Doyoung se encogió de hombros. _Soy más atlético de lo que la gente piensa, pero es difícil que las personas lo noten. _ Doyoung hizo una pequeña pausa. _Se me hace difícil mostrar mi cuerpo a las personas, siempre hay algo en el que me hace odiarlo. _ Doyoung miro fijamente a Junghwan. _Tu eres una de las pocas personas, a las cuales les he permitido mirar piel de más en mí. Mas eres la única de esas personas, con la que realmente me siento cómodo. _
Junghwan no entendía como alguien como Doyoung podía estar tan dañado, cuando a primera vista siempre lucia perfecto. El chico lucía como un príncipe, pero todo parecía ser una simple caratula. Debajo de toda esa capa, había miles de marcas de violencia. Moretones que empañaban su blanquecina piel y que empañaban la belleza de la misma. Laceraciones que dejaban cicatrices tajantes, socarronas a la vista de cualquier curioso. Sin mencionar las heridas del alma, esas que simplemente perduraban.
_Sé que todos estos años, has estado sufriendo por algo que creías que era amor y te entiendo más de lo que crees. _ Junghwan miro fijamente a Doyoung. _Pero este silencio Doyoung, te está aniquilando desde adentro. El hecho de que hayas soportado todo aquello con una sonrisa en tu rostro, sé que todo te termina doliendo el doble. Que todo ese sufrimiento en tu alma, es algo que podría terminar destruyendo tu hermoso ser. _ Junghwan acaricio el rostro del pelirrojo. _Y yo no quiero que te apagues, mi amor. _
Mashiho juga con la plumilla, que sigue sosteniendo su dubitativa mano. El japonés ha rayado más de media hoja en una despedida contundente, una opción a la que se a apegado con desesperación. Todo con tal de no abrir la boca siquiera, no tiene idea de cómo pronunciar una despedida.
Junkyu fue doloroso hasta casi la muerte, no quiere terminar pereciendo con Jihoon. Mas tiene que haber una manera de no arrepentirse, aferrándose a aquella carta. Mashiho piensa que dejarla tácitamente, es la mejor forma de terminarlo todo. Una última oportunidad de hablar sinceramente, pero sin necesidad de lidiar con la situación. Solo espera que Jihoon no se dé cuenta de sus intenciones, escapar antes de que todas esas llamas consuman, lo que queda de su relación.
Mashiho aún no sabe exactamente qué hacer, solo sabe que las letras que escribe, están a punto de llegar a convertirse en una despedida. El último párrafo sale de sus ideales, las lágrimas amenazan con manchar el papel. Oración tras oración se acerca al punto final, una lagrima termina cayendo sobre el escrito. Mashiho aleja su escrito de mala gana, mientras lucha con esas necias lágrimas. Tiene que aniquilarlas si quiere entregar la carta, nadie puede saber lo mucho que duele.
_Tengo que hacer esto... _
Mashiho vuelve a divisar la carta desparramada en el escritorio, decidiendo tomarla nuevamente entre sus manos. La observa fijamente, mientras se dedica a hacerle un dobladillo que oculta su contenido. Termina quedándose en el aire, una vez logra terminar su cometido. El japonés la oculta en el bolsillo de su abrigo, que coloca sobre su fina figura. Mashiho aprovecha esa repentina valentía que le ha proporcionado el desahogo de escribir la carta, esperando que le dure hasta por lo menos entregársela a Jihoon. Tiene que ir a por ello, o por lo menos eso desea.
Asahi miraba fijamente a la ahora peli naranja, el chico conservaba una cara divinamente serena. Asahi seguía esperando que riese después de lo que había dicho, que le dijese que era solo una broma. De ninguna manera podía ser tan ponzoñoso como para idear una cita de esa índole.
Asahi reconocía que Yedam era brutalmente directo, pero aquello le había superado por completo. Asahi revolvió su mente un poco, seguro él era el del problema. El cada vez más rubio, decidió repetir lo que el chico había dicho. A Asahi aún le quedaba el hecho, de que podía haber escuchado mal. Incluso cuando seguramente no era así, quería creer que podía haber alguna luz de esperanza y confusión en su cerebro.
_ ¿Netflix and chill? _Asahi solo.
_Si. _Yedam respondió como si nada.
Asahi bufo. _ ¿Netflix and chill? _
_ ¿Que? _Yedam silbo.
_ ¿Piensas que nací ayer? _Asahi chillo.
Yedam se le quedo mirando a Asahi. _No sé qué estés insinuando. _
Asahi se acercó hacia Yedam, lo suficiente como para analizarle. Este lucia tan relajado, era casi exasperante para el mismísimo Asahi. Algo en la peli naranja siempre lo sacaba de casillas, especialmente desde que había empezado ese algo. Ese algo que le dejaba el campo demasiado libre, era difícil controlar todo lo que había estado controlando por años. Yedam parecía saberlo perfectamente, casi aprovechándose por completo de la situación. Mas Asahi no daría el brazo a torcer a sí mismo, tampoco hacia Yedam. Al menos quería intentar, luchar contra todo aquello.
Asahi señaló a Yedam. _Dejémoslo en solamente Netflix, quitémosle ese peligroso chill. _
Yedam rodo los ojos en blanco. _ ¿Por qué le quitas lo divertido a la cita? _
_Porque entonces no terminara siendo una cita. _Asahi resalto cada palabra de su hablar.
Yedam se le quedo mirando a Asahi. _ ¿Entonces que terminara siendo? _
Asahi miro a los lados. _Tu sabes a lo que me refiero. _
_Solo vamos a ver una película y ya. _ Yedam explico.
_ ¿Solo vamos a hacer eso y ya? _Asahi agudizo su mirada hacia Yedam.
Yedam le dio una mirada de arriba abajo a Asahi, una que lo hizo sentir diminuto. Asahi trato de ignorar esa sensación, concentrándose en que no iba a pasar nada. Incluso cuando sabía algo, sabía que Yedam no era todo el problema. Asahi también era otro problema y mucho más peligroso que el mismísimo Yedam. Todo porque, mientras Yedam solo venia experimentando, Asahi sabía a qué puntos exactos quería llegar.
_Nada que tu no quieras. _Yedam sonrío con descaro.
Asahi juro ver todo rojo en esos momentos, escuchaba esas sirenas de alerta. Todo indicaba peligro, pero, aun así, no se movía. Le gustaba como Yedam había hablado sobre su oído, el roce de sus labios al modular y solo Dios sabe cuántas cosas más. Asahi no se movió hasta que Yedam se retiró del lugar, considerando si debía salir corriendo, ahora que tenía la oportunidad. Era irónico su pensamiento, se supone que había deseado todo aquello.
Asahi se sorprendía de la situación y como iba toda la supuesta cita. Todo parecía ir de acuerdo a la situación, demasiado bien para ser cierto. La película estaba siendo vista, la comida estaba siendo comida. Asahi estaba a punto de planteárselo a Yedam, cuando algo lo distrajo de repente. Las luces se apagaron en un abrir y cerrar de ojos, incluso las que habían dejado para ver los alimentos.
_Yedam... _Asahi le lanzo una miradilla a Yedam.
_ ¿Que? _ Yedam silbo.
_Dime que pagaste el recibo de luz. _
_ Y si te digo que lo olvide. _ Yedam hablo en pequeño.
_Voy a matarte. _Asahi mordió.
_ ¿A besos? _Yedam pico.
Yedam gateo para acercarse al rubio, lo suficiente como para acortar a una distancia casi imprudente. La peli naranja se sentó justo frente a las narices del chico, quien no hacía sino darle esa típica mirada de muerte. Asahi solía usar esa mirada con todos, generalmente era suficiente para intimidar a cualquiera. A cualquiera que no fuese Yedam, quien parecía ser inmune a esas miradas.
_Aléjate de mí, antes que decida hacerlo. _
Asahi repaso su mirada a lo largo del rosto de Yedam, descanso sus ojos en aquellos labios. Asahi los vio acercarse cada vez más, hasta el punto en que solo tenía que moverse, para poder recibirlos. Asahi maldijo ante la astucia de Yedam, el chico sabía exactamente lo que estaba haciendo. Con esa mirada que se fijaba en sus labios y esa sonrisa descarada en sus labios. Tentaba el beso de vez en cuando, mas no terminaba lo que empezaba.
_¿A besos? _Yedam volvió a picar.
Asahi miro fijamente a Yedam. _No estoy jugando Yedam, estoy realmente enojado con... _
Asahi vio como Yedam hacia un gesto de desagrado, antes de tomar su barbilla con rudeza. Se quedó viendo cómo se remojaba sus labios, la manera en como acortaba lo que quedaba de distancia. Asahi lo acepto casi en necesidad plena, dejo que Yedam probase sus labios tal caramelo. Una y otra vez, cada vez con más profundidad. Asahi apenas se dio cuenta cuando Yedam dejo de besarle, si no fuese por aquel característico vacío en su ser. Asahi se despabilo, al ver como el chico le miraba fijamente. Al notar como este tenía esa expresión casi burlesca, alojada en todo el rostro.
_¿Podrías repetirlo una vez más?_ Yedram pico. _ No escuche la última parte, me distraje al comerte la boca. _
Asahi bajo el semblante de inmediato. _No voy a repetir lo que ya debes saber, Yedam. _
Yedam sabía exactamente lo que estaba diciendo el rubio, lo había hablado ya un par de veces. No era específicamente por un error tan común como no pagar la luz, sino el hecho de que lo había besado sin su permiso. Después de haber empezado todo con besos prácticamente robados, acordaron que lo más adecuado sería siempre pedirlos. Yedam había olvidado ese pequeño detalle, pero tenía que empezar a recordarlo. Incluso cuando la necesidad de besar, solía adelantarse en su hablar. Incluso cuando probablemente, la situación lo estaba enloqueciendo.
_Ya. _Yedam soltó.
_También recuerda que mi hermano puede venir en cualquier momento. _
_Es imposible que nos descubra si tienes que ir a buscarle al aeropuerto. _
Asahi respiro profundamente. _Si te sigo la corriente, probablemente se me olvide cogerle el teléfono a mi hermano. _
_ ¿Eso quiere decir que me ignoraras todos los días que él esté aquí con nosotros? _Yedam hizo un puchero.
_Si. _Asahi se le quedo viendo a Yedam.
_Entonces déjame aprovecharte mientras él aun no esté aquí. _
Yedam jalo a Asahi hasta que este quedo en su regazo, no desaprovechando la oportunidad para tomarlo de la cintura. Yedam agradeció que el rubio no se zafase de aquel estratégico movimiento, que solía siempre tener el mismo propósito. Tener más de cerca al rubio, lo suficiente como para poder convencerle de lo que fuese.
_Sigo pensando en que puede llamar en cualquier momento y... _
_Dame un beso. _Yedam rogo.
Asahi considero la petición mientras miraba a Yedam, una pésima idea. Yedam lucia esos ojitos rasgados que lo hacían morir, odiaba admitir que era una simple debilidad suya. Asahi no pudo evitar mirar ese adorable puchero, que lo invitaba a decir que sí. Asahi jugo con la perforación de su labio inferior, mientras consideraba todas las posibilidades. El rubio logro ganarse una brillante mirada del peli naranja, quien no le quitaba esa mirada de encima.
_Solo uno y ya. _Asahi advirtió.
_Tres. _Yedam propuso.
_Uno. _Asahi insistió.
_Dos. _Yedam volvió a proponer.
Asahi se le quedo mirando a Yedam. _ ¡Ok! _
_ ¿Te los puedo dar donde yo quiera? _Yedam le dio una mirada a Asahi.
_Solo cuida el lugar. _
Asahi sentencio su advertencia hacia Yedam, quien pareció entender muy bien. En vez de dirigirse hacia su cuello, volvió hasta sus labios. El chico se dedicó a capturar su labio inferior, casi pudo sentir como aquellos dientes chocaban con el acero de su perforación. El sonidillo se desvaneció una vez el beso se intensifico, siendo sus lenguas las que ahora se encargaban de chasquear. La oscuridad solo hacía que todo fuese cada vez más intenso, perdiéndose en aquel momento. Asahi apenas se dio cuenta cuando los labios de Yedam, viajaban a lo largo de la línea de piercing de su oreja. Besando con especifico cuidado, aquella sensible área. Asahi no pudo controlar sus manos un segundo más y termino utilizándolas para atraer más a Yedam.
Asahi literalmente estaba a punto de olvidar, como Yedam había pasado de tres besos a unos cinco o al menos eso hubiese deseado. El sonido de su celular chirrió en medio de lo que estaban haciendo, haciendo que ambos se detuviesen.
_Maldición. _Yedam hablo sobre los labios de Asahi.
Asahi se separó de mala gana. _Te dije que podía llamar en cualquier momento. _
_Quiero seguir besándote. _
Yedam abrazo por la cintura al japonés, acunando su rostro en el pecho del mismo. No lo quería dejar ir de sus brazos, no quería dejar de besarle nunca. Era una extraña sensación a la que no se acostumbraba, pero que no podía sino dejarse llevar por ella. Muy diferente a cuando experimento de joven, había algo que no tenía nada que ver con el deseo. Talvez era eso llamado amor, lo pensaba de vez en cuando.
_Ve a pagar la luz mientras voy a buscar a mi hermano, no quiero que les diga a mis padres que soy un irresponsable. _
Asahi busco la mirada de Yedam, este seguía abrazándole. El chico dejaba pequeñas caricias en su cintura, mientras seguía negándole la mirada. Asahi literalmente tuvo que tomar el rostro de Yedam para que lo encarase, este se le quedo mirando de mala gana. Asahi pudo adivinar sus expresiones con solo la luz nocturna.
_ ¡Ok! _
_Ve. _Asahi canturrio.
_Espera. _
Yedam dejo un casto beso en los labios de Asahi, vio como este sonrío después de recibirlo. Yedam sintió la urgencia de tener otro más, pero el japonés logro levantarse. Lo vio tomar su celular de apuro, caminar con dificultad a través de la sala. Justo antes de llegar a la puerta, se giró sobre sus talones. Yedam noto como el japonés lo señalo con la luz de su celular.
_Ve. _
Mashiho se dirige a donde sabe que es, el único lugar donde puede encontrar al rubio. El orfanato es su más exacta opción para ubicar a Jihoon, pero sigue teniendo dudas sobre el asunto. Los miles de veces que Jihoon ha detenido sus acercamientos, le han dejado claro que sus opciones se han acabado. Las casualidades son su única esperanza, pero todo aquello no es para nada una casualidad. La situación está escrita en letras sumamente grandes, es una despedida.
Mashiho camina entre la cantidad de niños del orfanato, algunos lo saludan a medida que se adentra al lugar. Mashiho logra sonreír solo para ellos, incluso cuando se siente a morir. Sabe que no debería de ser falso con los niños, pero no quiere preocuparles. Algunos de esos niños lo añoran lo suficiente, como para tomar sus problemas para sí mismos. Mashiho no desea aquello, solo desea irse de la vida de todos con tranquilidad.
_Sé que puedes hacerlo Mashiho. _Mashiho murmuro entre sus labios.
Mashiho se lo repite una y otra vez, una vez divisa a Jihoon. El rubio se encuentra en la biblioteca del orfanato, luce especialmente concentrado en su trabajo. Mashiho se le queda mirando desde lejos, pero no es el rubio lo único que ve. Hay algo que le paraliza lo suficiente como para titubear, la presencia de alguien alado del rubio. Mashiho la recuerda lo suficiente, su nombre es Lia Kim.
La chica parece haber notado su mirada, la complementa casi como si de un sexto sentido se tratase. Mashiho se queda admirando el aspecto de la chica, quien lo mira con tanta seguridad. La chica es tan bella que parece de la realeza, su aura atrae toda la tranquilidad del mundo. Todo aquello lo hace tragar hondo, de repente se siente tan pequeño. Mashiho sabe que no puede competir contra todo aquello, da un par de pasos hasta ocultarse entre las penumbras. Se pierde entre ellas en busca de la salida del lugar, sabiendo que desperdicio vilmente su última oportunidad. Todo por su maldita manera de ser, siempre con esas inseguridades que lo consumen.
Jihoon seguía haciendo ese extenso trabajo de contabilidad, agradecía que se le diesen los números. Lo que no agradecía para nada, era esa falta de sueño que lo aniquilaba. Ir a terapia en la madrugada, no era su cosa favorita del mundo. Más se las aguantaba de mala gana, todo para que nadie se enterase de que iba a terapia. Ya bastante con que Doyoung lo acompañase, ultimadamente solo contaba con el pelirrojo. Jihoon frunció el ceño al sentir una miradilla imprudente, miradilla que atrapo infraganti. Lia no le quito la mirada ni nada, más bien se le quedó mirando con más seguridad.
_ ¿Que? _Jihoon alzo la voz.
_Nada. _Lia silbo.
Jihoon le dio una mirada a Lia. _Lia... te conozco desde primer año de universidad, se cuando tienes algún comentario atorado en la garganta. _
Lia agudizo su mirada hasta Jihoon. _Yo también te conozco desde primero de universidad, lo suficiente como para saber... que no te gustara el tema que tocare. _
Jihoon acepto que la chica escupía hechos, eso era lo que los había hecho amigos. Más que amigos, se habían convertido en una especie de aliados. Trabajaban extrañamente bien juntos, tanto en la universidad como en el orfanato. Lia era una estudiante de secretaria, con vastos años de práctica profesional. Su familia tenía pequeñas empresas, de suficiente remuneración. Lo suficientemente rica como para pagar la matrícula de la universidad, pero no tanto como para desperdiciar el dinero alguna otra cosa. Aun así, Lia era sumamente fina, muchos la confundían con alguna heredera de la realeza.
_Solo habla. _Jihoon soltó.
_Creo que deberías hablar con Mashiho una vez más. _ Lia fue al grano.
Jihoon coloco los ojos en blanco. _No. _
Jihoon siguió en su calcular sin pensarlo demasiado, seguía firme en mantener su promesa. Bien sabía que los consejos de Lia eran oro, pero esta vez no podía permitirse más que escucharlos. Ya todo estaba acabado y no creía que pudiese hacer más al respecto.
_Tengo el presentimiento de que Mashiho quería hablar contigo. _Lia explico su corazonada.
_Yo no tengo absolutamente nada que hablar con él. _ Jihoon soltó.
Lia le dio una mirada a Jihoon. _Eso es lo que tú piensas, mas no sabes lo que piensa él. _
Jihoon le dio una mirada Lia. _ ¿A qué viene todo lo que dices sobre Mashiho? _
Lia tamborileo sus ovaladas uñas en la mesa, mientras le dio una mirada obvia a Jihoon. La chica bien sabia el porqué de las acciones de Mashiho, aun así, dejo a Jihoon sacar sus conclusiones. Termino de juzgar a Jihoon, volvió sus manos a una posición de trabajo.
_Tú conoces más a Mashiho que yo, deberías saber por qué no se acercó a nosotros hace un rato. _ Lia silbo.
_Es porque eres mi ex. _
Un sonidillo de alusión se dio en el cerebro de Lia, pues había ensartado justo donde debía. En resumidas cuentas, era lo más obvio, ya había pasado un par de veces en el pasado. Cuando su relación con Jihoon estaba recientemente finalizada y Mashiho aun creía que ellos tenían algo. Mas el japonés no era el único, literalmente todo el mundo era así. Nadie podía pasar del hecho, que la perfecta pareja de escorpios, se había separado definitivamente.
_Pues fue un estúpido en salir corriendo, porque yo ya pasé de ti. _ Lia le dio una miradilla a Jihoon. _ Ceo que hemos terminado todo este trabajo de contabilidad, así que... ya me puedo ir a mi cita con Yeji. _
Jihoon escucho a la chica y su casi soliloquio. Lia mostraba una pequeña sonrisilla de chica enamorada, que Jihoon ya se había acostumbrado a ver. Sinceramente estaba feliz por ella y ahora la consideraba, como la hermana que nunca tuvo. Yeji también era una chica increíble, incluso cuando su temperamento era helado. Talvez ese era el contraste perfecto, cálido con lo helado.
_ ¡Ok! _Jihoon sonrió de a poco.
_Jihoon. _Lia busco la mirada de Jihoon.
_ ¿Que? _
Jihoon observo como la chica ya tenía todo empacado en su bolsa de diseñador. La bolsa era demasiado pequeña, para todos los papeles de contabilidad que tenía que llevarse, ellos apenas tenían espacio dentro de aquel lugar. Lia parecía no estar anuente a ello, estaba más interesada en seguir hablando un poco más. Jihoon la escucho apaciblemente, incluso cuando sabía que insistiría con lo de Mashiho.
_Si Mashiho vino aquí para hablar contigo, después de que ya no están juntos, es porque debe tener una razón de peso para hacerlo. Su cara no me pudo decir la razón precisa, pero no tengo un buen presentimiento, de lo que me trasmitieron todas esas expresiones. _ Lia soltó.
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