Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17 (1 parte)

Moonhee siente un escozor en su nariz, como si algo la picase constantemente. Es una cosquilla agradable, casi una suave caricia. La chica se remueve un poco debido a ello, ahí es cuando la realidad la golpea. Una gran jaqueca le revuelve las cienes, su cuerpo se siente un tanto pesado. Los efectos del licor la reciben de maravilla, cada vez menos acogedores. Moonhee abre un ojo de mala gana, encontrándose con la causa de su despertar.

Un asustadizo Yoshinori, se ha resaltado con su despertar. Moonhee se le queda mirando un poco, contemplando esa pureza en sus expresiones. Yoshinori juega con sus manos, mientras se vuelve cada vez más cabizbajo. Parece estar pensando que decir, lo murmura sin querer entre sus labios. Un carraspeo recurrente, más una bocanada de aire innecesaria. Yoshinori parece decidido a hablar, pero no a mirar.

_Pe-perdón por despertarte. Solo quería saber si estabas bien y..._ Yoshinori se torna completamente rojo. _Mejor ya me vo-voy. _

El japonés se levanta del borde de la cama, girando perfectamente sobre sus talones. Se dispone a caminar de inmediato, pero Moonhee lo detiene de una. La chica toma su muñeca firmemente, haciéndolo detener de inmediato. Yoshinori no le queda otra que girarse a verla, sus miradas se encuentran de inmediato. Moonhee lo mira de a poco, hay miles de emociones en su mirar.

_Espera. _Moonhee ruega.

Yoshinori se resalta un poco. _ ¿Que? _

_Creo que sería bueno que habláramos... de todo lo que ha estado pasando. _

Moonhee juega con el agarre ejercido en la muñeca del japonés, esta tiene algunas pulseras que ella misma le obsequio. Moonhee siente una especie de calidez en su corazón, espera que Yoshinori se sienta de la misma forma. Moonhee desvía su mirada de aquellas pulseras hechas a mano y esta se entrelaza con la de Yoshinori. El chico se ha atrevido a mirarla a los ojos, Moonhee apenas puede soportar. La mirada del japonés es fija, la misma mirada de la noche de Halloween.

_Está bien si no quieres hablarlo de inmediato. _ Yoshinori habla apaciblemente.

Moonhee respira profundamente. _Me urge dejar de perder el tiempo con todo esto. _

Yoshinori es quien ahora toma esa iniciativa, se acerca sin siquiera ser jalado. En un par de pasos esta justo frente a Moonhee. El chico vuelve a sentarse en la esquina de la cama, manteniendo esa distancia cómoda. Eso no evita que sus miradas se quemen completamente, la una a la otra. En una expectativa sumamente fluctúa, ambos desean esa verdad rotunda.

_ ¿Qué...? _ Yoshinori no sabe que más decir.

Moonhee hace ese típico amargo, que ha estado utilizando desde la noche anterior. Algo en su garganta duele y esa pesadez de su corazón no se quita. Sabe que es lo obvio, su corazón está roto. Trata de aguantarlo como una mujer fuerte, pero se siente a desmoronar. Trata de manejarlo con acciones correctas, pero explota tal dinamita. Su apellido Park destella, ella no es muy diferente a su hermano. Tan impulsivos por el amor, los resultados siempre son intensos.

_Todo lo que paso anoche solo me abrió los ojos, ojos que había mantenido cerrados por mucho tempo. _Moonhee hizo una pequeña pausa. _Nunca estuve preparada para algo así, nunca pensé que algo así me sucedería. _ Moonhee dejo ir el más doloroso amargo. _Talvez por eso actué como actué, porque no pude manejarlo. _ La chica suspiro profundamente. _No es mentira que lo que lo que me sucedió es una especie da karma, de alguna manera u otra sé que me lo merecía. _ Moonhee se acercó a Yoshinori. _ Tampoco es mentira que tú... me gustas mucho y esta vez no estoy jugando Yoshinori. _ Moonhee menciono aquel nombre completo. _ Realmente se siente horrible todo esto que me está pasando, mi corazón está algo roto. _ Moonhee miro fijamente al japonés. _Creo que la única cosa buena aquí, eres tu Yoshinori, todo lo que siento por ti. _ Moonhee sonrió de a poco. _ Estoy muy consciente de ello ahora, me apetece poder demostrártelo algún día. _

Yoshinori trago hondo. _Yo... _

Moonhee desliza sus manos en el rostro del japonés, ocupándolas en sus mejillas. Un par de caricias es lo que sigue, ella lo mira sin siquiera parpadear. Yoshinori apenas puede soportarlo, sabe que se ha tornado completamente rojo. Moonhee parece notarlo, por como acaricia ese especifico lugar de sus mejillas. El rubor está a flor de piel, ella parece apreciarlo.

_ Te quiero más de lo que alguna vez he querido a alguien ¿Entiendes...? _

Los ojos de Yoshinori brillan tal destello del amanecer, la esperanza los ha inundado por completo con su luz. Sus labios tiemblan controlando una sonrisa, que amenaza por asomarse en cualquier momento. La felicidad del momento, es algo que no puede siquiera comparar. Moonhee ha repetido esa frase, solo le falta comprobar algo.

_ ¿Cómo un...? _Yoshinori sella sus labios sumisamente.

Moonhee se acerca el espacio que resta, reduciendo hasta llegar a centímetros de distancia. Una sonrisa aparece en su rostro cansado, pero para Yoshinori es lo más hermoso que alguna vez vio. Se queda paralizado al ver aquella sonrisa, tomando fotografías mentales. Moonhee le parece la más hermosa, ni siquiera es capaz de disimularlo. La ama.

_Como hombre. _

Moonhee deposita un beso en la comisura de los labios de Yoshinori, este se resalta un poco. La timidez lo azota de repente, se vuelve cabizbajo de inmediato. No es capaz de mirarla correctamente, pero una sonrisa en sus labios lo delata. Moonhee la nota de reojo, ella termina sonriendo a la par.




Junghwan se sienta en peso alado de su mejor amigo, quien sigue durmiendo tal roca. Jeongwoo yace arremolinado entre las sabanas, con ese aspecto destruido que ultimadamente lo caracteriza. La resaca esta justo ahí, una vieja amiga de Jeongwoo. Junghwan niega mientras acaricia la cabellera desordenada de Jeongwoo. Con su mano libre, se dedica a dejar el desayuno preparado. Lo coloca en la mesita de noche como puede, teniendo cuidado de no soltar sus caricias en Jeongwoo. Sabe que los cariños le hacen bien al chico, lo ha venido sabiendo a las malas.

_Levántate bello durmiente. _

_Cinco minutos más bebé... _ Jeongwoo se quejó.

Jeongwoo rodo sobre las sabanas zafándose de las caricias, pegando su rostro contra el colchón. Intentando ignorar al azabache a toda costa, sin energías para poder levantarse. El humor sarcástico le sirve para empezar la conversación, después de la incómoda noche anterior. Junghwan fue su salvavidas, como siempre. La casa del azabache fue su refugio, después de no ser capaz de volver a la suya.

_Suelta la broma ya, que no soy tu bebé. _Junghwan canturrea.

Jeongwoo gruñe malhumorado. _No quiero enfrentarme a este cruel mundo en el que me ha tocado vivir y en el que no te puedo llamar mi bebé. _

Jeongwoo le lanza un beso a su mejor amigo, para luego enchinar sus ojos adorablemente. Lo llama casi que con la mirada y sabe perfectamente que solo es cuestión de tiempo para que le siga la corriente. Es que no pasan ni el minuto y el chico se deja llevar por sus juegos.

Junghwan termina tirándose justo alado de Jeongwoo, se le queda mirando por un tiempo. Jeongwoo asoma su cara de a poco, le da una miradilla culposa. Con esos ojos hinchados de llorar y esos labios que van a juego. Junghwan sonríe al ver al chico, le da ternura verlo de esa manera. Ese Jeongwoo no es ni la sombra, del Jeongwoo de la universidad.

Junghwan señala a Jeongwoo con su dedo y este solo intenta morderlo para picarlo. Junghwan cierra los ojos tratando de no reír, sabe que si se ríe perderá. Vuelve a señalar al moreno, con la cara más seria que puede ocupar. Jeongwoo está acortando la distancia para picarle, así que se apura en hablar lo que tiene que hablar.

_No voy a permitir que me sigas llamando tu bebé, tampoco voy a dejar que te escondas entre mis sabanas por el resto de tu vida. _Junghwan hablo lo más seriamente posible. _ ¿Entendiste? _ Junghwan silbo.

_Pero tú me amas... _Jeongwoo soltó.

Junghwan aguanto una sonrisa. _Jeongwoo..._

_Me amas. _ Jeongwoo miro fijamente a Junghwan.

Junghwan rueda los ojos en blanco. _Ven aquí. _

Junghwan rueda un poco y luego hace rodar el cuerpo de Jeongwoo. Quedando casi sobre el moreno, se le queda mirando un poco más. Jeongwoo intenta abrir los ojos a pesar de la pesadez de los mismos, frotándolos poco a poco lo logra. El chico abre los ojos por completo, para luego formar un puchero con sus labios.

_Dame mi beso de buenos días. _Jeongwoo silba.

Jeongwoo tienta un beso, quedando solo a milímetros del contrario. Junghwan solo sonríe ante el atrevimiento, se aleja solo para molestar. Con esos reflejos anti besos que lo caracterizan y que parece no poder evitar. Doyoung no es el único que los sufre, Jeongwoo también lo acompaña en su sufrimiento. Ambos tienen casi las mismas expresiones al ser rechazados, un clásico puchero de niño caprichoso.

_Has estado pidiendo muchos besos ultimadamente. _Junghwan pica.

_Es porque necesito mucho amor ¡Ok! _ Jeongwoo dijo en un aegyo. _Soy muy sensitivo. _Jeongwoo pincho una de sus mejillas.

Junghwan le da una mirada a Jeongwoo. _Tu podrías tener alguien que te de mucho amor, pero la cagaste. _

Jeongwoo rodo sus ojos en blanco. _ ¡Como siempre, no es una novedad! _

Junghwan puede sentir la pesadez en esas palabras, Jeongwoo parece querer llorar de recordarlo. Junghwan se siente un poco culposo de sacar el tema, que está un poco reciente. Tan reciente como que, el moreno aún conservaba esas lagrimas resecas. Lagrimas que se habían estampado en su rostro, recordatorio de su corazón roto.

_Trata de animarte un poco ¿Si? _Junghwan silba.

Junghwan revolvió la cabellera de Jeongwoo, para luego dejar un beso sobre esta. Jeongwoo sonríe complacido por el beso, sabe que consiguió lo que pedía. Mas eso no le anima por completo, ni cree que algo pueda hacerlo. Se siente como una basura, en todas las formas posibles. La positividad no se manifiesta en su pensar, tan ausente como su paz mental.

_ ¿Desde cuando eres el precursor de la felicidad? _

_No exageres mis ganas de querer hacerte sentir mejor. _

Junghwan se quita de encima para dejar ir a Jeongwoo, procediendo a darle una mano para que este se componga. Jeongwoo la toma y luego se deja llevar de mala gana. Jeongwoo termino sentado en la cama, justo como Junghwan. Jeongwoo le da una mirada divertida a Junghwan, luego deja pequeño golpe en el hombro del contrario.

_Debes estar muy feliz por tu cita. _Jeongwoo silbo.

Junghwan sonrió de medio lado. _ ¿Quieres que te sea sincero? _

_Anda. _

_Esto es demasiado perfecto para ser cierto. _Junghwan soltó.

Jeongwoo rodo los ojos en blanco. _Empieza a entender que te mereces todo lo que tienes, normaliza el hecho de que puedes ser feliz. _

Junghwan escucha muy bien el consejo, pero su mente grita que no lo tome. Tiene este problema con el mismo, no puede permitirse ser demasiado feliz. Ese presentimiento de que, si es muy feliz, algo vendrá a quitarle esa felicidad. Cuando piensa en su relación con Doyoung, no puede evitar tener esa conclusión. Demasiado bueno para ser cierto, debe ser toda una ilusión.

_Esto es algo nuevo para mí. _

Jeongwoo sonríe mientras se acerca a darle un abrazo a Junghwan, uno en el que lo remese para calmarle. Jeongwoo siente como el otro se desvanece entre sus brazos, como si en estos encontrara algo de calma. Jeongwoo sonrió ante aquello, le alegra poder ayudar a su amigo.

_Quiero que sea feliz _Jeongwoo es sincero.

Junghwan suspira. _ ¿Pero si pasa algo malo? _

_No va a pasar nada. _Jeongwoo asegura.

Junghwan traga hondo. _Tengo miedo de ser feliz... _

_No hay nada que temer. _

Jeongwoo rompe el abrazo para mirar a su amigo, este luce realmente asustado. Esa expresión que siempre tiene, como esperando lo peor. Por todas esas veces que ha sido un desgraciado, ha perdido la esperanza de ser bendecido.

_Sé que estas destruido, pero, incluso con todo eso, eres el mejor. _

Junghwan asegura rotundamente, sabiendo que la ayuda es mutua. Ambos se reconfortan, sin importar que tan jodidos están. Junghwan puede asegurarlo, se siente genial tener un mejor amigo como Jeongwoo y sabe que el otro piensa lo mismo.

_Lo se... _

Junghwan sonríe un poco. _ ¿Te gustan los panqueques? _

_Si. _Jeongwoo sonríe de vuelta.

_Te hice unos para desayunar..._

Jeongwoo observo como el otro colocaba el plato de panqueques, era una pila de estos. Ellos se veían decentes, sobre todo los acompañamientos. Junghwan se había tomado el tiempo para agregar fruta y algo de jugo. Jeongwoo no pudo evitar recordar a Haruto, se sintió un tonto total. Sonrió con un poco menos de ganas, mientras devolvió su mirada hasta Junghwan.

_Sé que eres repulsivamente cursi estando enamorado, incluso con eso, eres el mejor. _

Junghwan le dio una mirada cómplice a Jeongwoo. _Yo sé que tú también me amas. _




Jeongwoo recogía sus cosas antes de abandonar el hogar de Junghwan, este lo observaba mientras mensajeaba con Doyoung. Jeongwoo admiro su capacidad de hacer tantas cosas a la vez, cuando el apenas podía poner su vida en marcha. Solo podía hace una cosa a la vez, era un hombre simple. Jeongwoo camino hacia la puerta, teniendo en cuenta que ya se había despedido. Pensó salir sin la plática, pero Junghwan no estaba en esa sintonía.

_Prométeme que estarás bien. _

Jeongwoo se giró a metros de la poeta, mirando fijamente a Junghwan. El chico había dejado su celular a un lado, para darle aquella advertencia. Jeongwoo solo pensó en algo, la plática iba seria. Eso lo coloco a la defensiva, sabía por dónde iba su amigo.

_ ¿Por qué me dices eso? _

_Sé que esto se escuchara extraño viniendo de mí, pero... El tiempo siempre lo cura todo Jeongwoo _Junghwan fue sincero.

Jeongwoo hizo una mueca. _No lo creo, más bien, el tiempo es mi peor enemigo. _

Más que un pensamiento, era una realidad. El tiempo era su enemigo, se lo llevaba todo de sus manos. En esos precisos instantes, el tiempo seguía chocando su yugular. El filo del desenlace de sus actos, el miedo de enfrentar aquel corte. Perecería ante su destino o sobreviviría ante su miseria.

_Tengo miedo de que hagas algo estúpido, con ese corazón roto que tienes. _Junghwan sentencio.

_Te prometo que estaré bien. _Jeongwoo mintió divinamente.

Jeongwoo había pensado, pensado y pensado en todo. Tenía ideas muy claras de que hacer, pero muchas de ellas eran bastante autodestructivas. A Jeongwoo realmente no le importaba si funcionaba o no, solo sabía que lo haría. Su plan era bastante simple, tenía que volver a su antigua vida.

Junghwan le dio una mirada a Jeongwoo. _Quiero creerte esta vez... _

_Esto de intentar debe ser mutuo. _Jeongwoo sonrío para disimular.

_Entiendo. _

Junghwan entendió la connotación de Jeongwoo, pero había una posibilidad de que alguno no la cumpliese. Por un lado, estaba Jeongwoo y su personalidad autodestructiva. En la otra mano estaba Junghwan, quien era un imán para la malaventura.

_Ya. _Jeongwoo canturrio.

_Llámame si me necesitas. _

Jeongwoo se le quedo mirando a Junghwan. _Si. _

Junghwan procedió a abrazar al chico, este solo se quedó en el aire. Perdido en todas las promesas que le había hecho a su amigo. Todas esas promesas que, en el fondo, eran viles mentiras. Jeongwoo trago hondo ante todo aquello, no sabía que más podía hacer. Simplemente no podía evitarlo y tampoco creía que realmente lo quería.




Mashiho ha esta do divagando desde la madrugada, pasando ese juego de joyas entre sus manos. Se mira al espejo desde la cama, las consecuencias de su desvelo se resumen en ojeras. Mashiho suspira mientras se ve en el espejo, su respiración tiembla sin cesar. Estaba exactamente pasando, lo que tenía que pasar. Junkyu ha encontrado todos y cada uno de sus lastres. De solo recordar tal cosa, el japonés se siente asqueroso.

Las palabras de la tarjetilla retumban en su mente, justo al compás de su corazón. Cierra los ojos con desesperación, sin saber exactamente qué hacer. Se supone que eso, era exactamente lo que quería. Quería que Junkyu lo aceptase, estaba exactamente pasando. Entonces porque se sentía, tan miserable al lograr su cometido. Algo simplemente no se sentía bien en su ser, como si realmente no lo mereciese del todo. Talvez era cierto lo que repetían las voces de su mente, talvez no merecía a Junkyu.

_Necesito hablar contigo, Park Junkyu. Mas no encuentro las palabras, no sé exactamente que decirte, ni por dónde empezar. Todo este infierno me está consumiendo y odio el hecho de estar arrastrándote conmigo. Te amo, pero... esto no está bien. _

Mashiho para su monologo al escuchar el molesto pitido de su celular, teme siquiera llegar a ver la pantalla del mismo. Miedo, en eso se ha resumido parte de su vida. Un viejo amigo al que se ha apegado, que la ha mantenido vivo durante años. Mashiho escucha otro molesto pitido, siente la necesidad de destruir aquel dispositivo. Impulsivo, casi de manera inconsciente se comporta. Mashiho no escatima sus propias reacciones, siempre termina hiriendo a los demás y de paso, así mismo.

Mashiho hace una mueca de derrota, tantea hasta tomar el dispositivo. Sus manos tiemblan cuando lo sostiene, a la expectativa de lo que mostrara la pantalla. Mashiho desbloquea de mala gana, pasando su dedo por la pantalla. Ex pecta miles de llamadas de Junkyu, pero termina encontrando algo diferente. En la pantalla solo hay una cosa, una sola notificación. Curiosamente es de su correo, cosa que apenas suele usar. Mashiho frunce el ceño, olvidando el hecho de no saber nada de Junkyu.

Mashiho toca la notificación para descubrir el mensaje, empieza a leer apenas este aparece. Se resalta al leer el destinatario, viene de una empresa internacional. Mashiho jadea al leer con cuidado, no es precisamente cualquier empresa. Louis Vuitton jamás será una simple empresa, cuando es la empresa de sus sueños. Mashiho ha soñado con los diseños de esa empresa por años, prácticamente desde que empezó a diseñar.

Mashiho lee todo el mensaje con cuidado, la marca lo quiere como diseñador. Mashiho relee un par de veces más, jura que debe ser un malentendido. Mashiho nunca envió sus diseños a la convocatoria internacional, no repara como pudo haber sido seleccionado. Al menos eso es lo que, el cree.

_Mashiho... _

Mashiho se paraliza al escuchar una familiar voz, jura que desea quedarse así. Mas no puede simplemente ignorar, como las cosas se han desdoblado tan de repente. Mashiho se gira para encontrarse con Junkyu, este se encuentra justo en el marco de la puerta. Mashiho evade su mirada con naturalidad, simplemente no puede ni mirarle. Junkyu parece leerlo bien, no avanza ni un solo paso. Se queda ahí por un espacio de tiempo, esperando a que el otro diga algo. El ambiente se vuelve pesado, pero no hay nada que se pueda hacer. Casi una premonición de lo obvio, ambos están destinados a aquello.

_Has entrado sin permiso otra vez... ya debe ser una costumbre para ti. _Mashiho suelta.

Junkyu traga hondo. _Perdón. _

Mashiho hace una mueca. _No hace falta que te disculpes, yo también estuviese curioso si fuese tú. _

Mashiho mira fijamente a Junkyu, mientras este rompe las reglas nuevamente. Camina desde el marco de la puerta, hasta la orilla de la cama. Mirándole fijamente, como si pidiese mil cosas. Se termina sentando a los pies de Mashiho, pero logra que queden cara a cara. Justo como hace siempre, cuando quiere darle toda su atención. Mashiho siente como lo analiza con su mirada, como se acerca en des manera. Mashiho no se mueve ni un poco, no tiene razón alguna para hacerlo. Le da toda su atención, justo como el más alto desea.

_Hablemos. _Junkyu ruega.

Mashiho traga hondo. _Hablar... _

_Creo que fui muy claro en mis intenciones contigo, prometí no juzgarte en lo absoluto. _Junkyu se apresuró a decir.

Mashiho le dio una mirada a Junkyu. _No mientas diciendo que no es difícil para ti, luces como si fueses a quebrarte en mil pedazos. _

Junkyu bajo su semblante al escuchar las palabras del japonés, talvez este estaba en lo correcto. Junkyu no se iba a mentir así mismo, las cosas si estaban siendo difíciles. Y si se sentía a punto de romperse, era porque probablemente quedaría en pedazos. Junkyu sabía perfectamente, Mashiho se refería a su corazón. Corazón que se rajaba grieta a grieta, apunto de romperse en mil pedazos.

_Al menos puedo decir que es mutuo ¿No es así? _Junkyu le dio una mirada a Mashiho.

Mashiho suspiro pesadamente. _Fui vilmente descubierto, es imposible que me sienta bien. _

Junkyu se acerca lo que queda de distancia, la reduce ocupando su mano en ese rostro. Mashiho se deja hacer mientras respira pesadamente, el japonés luce mil veces más cansado que de costumbre. Meditando a lo cabizbajo, evitando mirarlo de más. Junkyu no lo soporta, decide levantar el mentón del chico. Mashiho se deja llevar fluidamente, sus miradas se encuentran nuevamente.

_No había necesidad de ocultarme nada. _ Junkyu miro fijamente a Mashiho. _Mashiho... lo sabias, me conoces. _

Mashiho le devolvió la mirada a Junkyu. _Pero lo hice, cometí ese error. _

Junkyu deja ir una caricia por las mejillas, hasta llegar al mentón. Mashiho le mira con atención, con esa expresión inestable en su rostro. El japonés muerde sus labios temblorosos, siente como las molestas lagrimas le bordean los orbes. Le sorprende como puede contenerlo todo, talvez es porque, Junkyu aun lo está sosteniendo.

_Y yo te perdono, porque sé que tienes una razón. _Junkyu habla en un hilillo.

Junkyu sabe de todas las inseguridades en el japonés, inseguridades que no se han desvanecido por completo y que talvez, nunca se terminen de desvanecer. Algunas están tan caladas en el japonés, que puede que se las lleve a la tumba. Una debilidad tan profunda, tan difícil de arrancar.

_Tenía miedo Junkyu, miedo de que me odiases por ser como soy. _ Mashiho miro fijamente a Junkyu. _ Has amado tantas imperfecciones en mí, esto es demasiado para una persona. Incluso si eres tú, es ser más paciente y amoroso del mundo. _ Mashiho respiro profundamente. _Y si mentí fue por miedo, siempre he tenido tanto miedo al rechazo. _ Mashiho negó de a poco. _ Yo no quería volver a ser rechazado, yo solo quería ser bueno para ti. _ Mashiho sonrío amargamente. _ Pero seamos sinceros Junkyu, yo no soy bueno. _

_Mashiho... _

Junkyu vio esas lagrimas aparecer, como estas brotaban poco a poco. Mashiho lucia como un pequeño desastre, entre todas esas lágrimas. El japonés abrió la boca para decir algo, algo que parecía dolerle de solo pensarlo. Titubeo su intervención más de una vez, pero Junkyu fue sumamente paciente. Espero cualquier cosa que podía decir el japonés, era lo menos que podía hacer.

_No soy bueno para ti, no soy bueno para nadie. _ Mashiho sollozo miserablemente. _ Al final todos se alejan y no los culpo por hacerlo. _ La voz de Mashiho se quebró. _Creo que tú también te alejaras, porque no soportas que no te amé... lo suficiente. Sé que no mereces mi amor a medias, así que no te lo reprochare, si algún día haces lo mismo que el resto. _La voz de Mashiho se desvaneció en un hilillo.

Junkyu limpio las lágrimas que recorrían el rostro del japonés, lo hizo con una divina delicadeza. Asegurándose de limpiar cada rastro, de la manera más suave. El puro rostro del japonés, no merecía ser empañado con esas horribles lágrimas. Junkyu las odiaba, odiaba la razón por las que ellas habían brotado.

Junkyu miro fijamente a Mashiho. _Y si te digo que eso nunca va a pasar y si te digo que siempre estaré para ti. _

_Lo estarás, pero... _Mashiho no supo que más decir.

Mashiho desliza su teléfono hasta Junkyu, un mensaje en específico. Junkyu lo lee muy bien, lo ubica muy bien. Tal parece que, los sueños de Mashiho están a punto de hacerse realidad. Junkyu no puede evitar sentir un sinsabor de emociones, pero está seguro de algo. No detendrá al japonés de lograr sus sueños, ni siquiera plantea dejarlo que dude. Ama estar a su lado, pero amaría amaría mucho más si este fuese feliz. Incluso si el no forma parte de esa felicidad, incluso si tiene que perderle.

_Mashiho...esto es tu sueño. _

_Si. _Mashiho muerde su labio inferior.

Junkyu respira profundamente. _Eso cambia las cosas y lo sabes... _

Mashiho regresa su mirada a Junkyu de inmediato, sin poder entender que está pasando. Junkyu está haciendo lo que cree que está haciendo, Junkyu está a punto de dejarle libre. Mashiho sabe que puede ser lo más correcto, pero se siente sumamente agridulce. Junkyu está actuando demasiado bien, odia el hecho de que sea tan perfecto. Lo hace querer quedarse, pero sabe que Junkyu se merece mas.

_Pero... _Mashiho no puede evitar decir ese, pero.

_Este es tu sueño Mashiho. _Junkyu suelta.

_Nuestra relación.... _Mashiho no sabe que más decir.

En el fondo Mashiho sabe el desenlace, pero sigue buscando algo para aferrarse. Sabe que después de que Junkyu le deje libre, ya no le quedara más nada. Se supone que era esto lo que quería, dejar a los hermanos libres. No seguir molestándolos con su inestabilidad, permitirles que vuelvan a llevarse bien. Después de años de ser esa manzana de la discordia, parecía que finalmente habría un final. No era el más feliz, pero al menos todo estaba terminado.

_Temes que se desvanezca, porque sabes que lo cimientos de la misma se basan en contacto. Sabes que todo nuestro amor, se basa en intimidad. Sé que no quieres decirlo, no quieres decir que talvez ...dejaras de amarme completamente. _

_No... _Mashiho alza la voz.

Más que una negación, es un claro lamento. Sabe que está cada vez más cerca de perderle, de perder una de las mejores cosas que le ha pasado en la vida. Mashiho se odia a sí mismo, por no poder valorarlo completamente. Las lágrimas vuelven apenas se aferra en un abrazo, apegándose al cuerpo de Junkyu. Mashiho agradece que Junkyu no se aleje, lo agradece más de lo que desearía.

_Sabes que es lo mejor para ti, lo mejor para mí, lo mejor para todos. _Junkyu suelta apaciblemente.

_Junkyu... _Mashiho ruega.

Junkyu desenlaza el abrazo, lo hace con cuidado. En el fondo Junkyu, se siente destrozado. Está dejando ir a la persona que más ha amado, la persona por la que más lucho. Trata de calmarlo con caricias, sintiendo un profundo miedo de verle sufrir. Junkyu sabe que Mashiho es delicado, se rompe tal porcelana. Lamenta una y mil veces, tener que estar haciendo lo que hace.

_No quiero que te quedes por todo lo que he hecho por ti, no quiero que pienses que me debes algo. _ Junkyu acaricia el rostro de Mashiho. _ Todo lo que, hecho por ti, lo he hecho por amor. _ Junkyu sonríe. _ Te amo demasiado Mashiho, lo suficiente como para poner tu felicidad sobre la mía. _ Junkyu le da un vistazo a ese rostro. _ Se perfectamente que esto te haría mucho más feliz, de lo que yo algún día podre. Esta es la señal que ambos necesitábamos, para aceptar lo obvio. _La voz de Junkyu se desvaneció.

_No es justo todo esto... _Mashiho susurra lentamente.

_El amor... no siempre es justo. _Junkyu suelta.

Mashiho mira fijamente a Junkyu. _ ¿Estas tratando de decir que...? _

_No creo ser capaz de decirlo en voz alta, pero creo que me lees perfectamente. _Junkyu se le quedo mirando a Mashiho.

Mashiho pega su frente con la de Junkyu, sus respiraciones se mezclan a la perfección. Se quedan ahí un momento, mientras alguno decide que más decir. Mashiho es el que abre la boca, tiene que decirlo. Junkyu merece escucharlo, más que nadie. Mashiho se remueve hasta que sus narices se rozan tibiamente, sus labios quedan a centímetros de distancia. Junkyu le mira fijamente, Mashiho no escatima en hacer lo mismo.

_Perdón por no llegar a amarte tanto como lo merecías. _Mashiho susurra con cuidado.

Junkyu sonrió de a poco. _Me basta con saber que me amaste. _ Junkyu mira fijamente a Mashiho. _ Te amo Mashiho y te dejo ir. Cumple tus sueños, se inmensamente feliz. Si _Junkyu volvió a sonreír.

Mashiho observa esa sonrisa, esa que siempre estuvo para animarle. Mashiho debe admitir, que funciono divinamente. Especialmente cuando salió de la clínica y no sentía el mundo alrededor. Junkyu se encargó de colocarle los pies en la tierra y hacer que disfrutas de volver a una vida normal. Mashiho lo encontró todo más fácil de llevar, todo gracias a Junkyu.

_Puedo... _Mashiho suplico por última vez.

Junkyu observo como Mashiho se acercó hasta rozar sus labios contra sus labios, casi rogando lo obvio. Ese beso de despedida, que tanto temía alguna vez recibir. Junkyu se paralizo ante la idea, la palabra despedida zumbaba en su cerebro. Destrozándole los pensamientos por completo, casi sin poder mantenerse de pie.

_Solo una vez más, o me termine arrepintiendo y no... _

Mashiho apega sus labios a los de Junkyu, en un casto beso de despedida. Ocupando cada centímetro de sus belfos, encajando casi a la perfección. Se queda ahí por unos segundos, que Junkyu repara por años. Por alguna razón, el dolor lo hace perdurar más de lo necesario. Tanto que cuando se despegan, el ardor del vacío se hace presente. Tan doloroso como el fuego que quema, tan desesperante como el mismito infierno.

_Perdón, Park Junkyu. _Mashiho se disculpa por última vez.




Asahi mira su reflejo por medio del espejo, justo como hace todas las mañanas. Toma la pasta dental y su respectivo cepillo. Se dedica a colocar la pasta sobre la superficie de las cerdas. Ha usado la cantidad incorrecta de pasta, pero su hermano no está ahí para hacerle bronca. El chico es un psicópata de la limpieza bucal, ha planeado estudiar la carrera desde que era un infante.

Asahi rueda los ojos en blanco mientras se cepilla los dientes, mas debe aceptar que extraña a su hermanito menor. Asahi se enjuaga la boca con algo de agua del grifo, ignorando lo fría que esta se encuentra. Le ha dejado la boca dormida, pero eso no es lo que más le impresiona. Es otra cosa lo que le ha quitado completamente el aliento, esta esparramada a lo largo de su cuello. Asahi se lleva la mano al cuello en pánico, ese color característico no sale. Su cuello está lleno de constelaciones de colores, pertenecientes a un montón de chupetes. Asahi solo piensa en una persona, maldice mentalmente a esa persona.

_Bang Yedam..._Asahi grita.

Un silencio sepulcral en el apartamento, que se rompe debido a unos pasos. Asahi sabe de quién son y a donde se dirigen. El rubio se queda en donde está, esperando el culpable de esas marcas. Yedam no demora en abrir la puerta a sus espaldas, este entra completamente hasta cerrar la puerta. Asahi ignoro ese detalle, solo de lo enojado que estaba.

_ ¿Que? _Yedam dice de lo más inocente.

Asahi se giró con los brazos típicamente cruzados, con una cara de pocos amigos. Procedió a señalar la hilera de marcas en su cuello, ubicadas en lugares estratégicos. Asahi las pudo señalar adecuadamente, debido a su camiseta sin mangas.

_ ¿Qué demonios es esto? _Asahi alzo la voz.

Yedam se encogió de hombros. _Tu cuello ¿No? _

Asahi coloco cara de póker. _Sabes muy bien de que hablo, tu...idiota. _Asahi termino alzando la voz.

_Es solo un chupete, no es para tanto. _Yedam silbo.

Asahi bufo. _Es un rastro vasto de chupetes y no querrás saber hasta dónde llega. _

Asahi señalo la hilera de marcas, la siguió hasta que esta termino en su pecho. Señalando un lugar en específico, que estaba cubierto por la tela. Yedam solo siguió las manos del japonés, un tanto hipnotizado. El japonés señalo el camino de su trabajo a la perfección, Yedam recordó la forma en la que los hizo. La manera en como llego a besos a aquel sensible lugar y los murmureos indecentes que había generado en el rubio. Los flashes le llegaron a la mente de forma violenta, parpadeo varias veces antes de componerse.

Yedam sonrío juguetonamente. _No te preocupes, me acuerdo perfectamente. _ Yedam le dio una mirada a el japonés. _ Yo mismo los hice, con amor. _

_Te parece muy gracioso todo ¿No es así? _Asahi alzo la voz.

Yedam camino hacia el japonés, consiguiendo acorralarle contra el lavabo. Yedam coloco ambas manos a los lados del cuerpo de Asahi. Le dio una mirada completa al japonés, mirada que termino por conectarlos. Yedam sonrío mientras acercaba su rostro a centímetros del japonés, pudo casi saborear la menta de aquel aliento. Yedam no pudo evitar mirar esos labios, la tentación de besarlos se hizo presente.

_Depende... _Yedam soltó.

Asahi hizo una mueca. _ ¿Te parece divertido haberme mordido como si fueses a comerme? _

_Tenía muchas ganas de probarte..._ Yedam gruñido. _ ¿Me dejas hacerlo otra vez? _

Yedam pego su nariz al cuello del japonés, pero este se alejó de inmediato. Yedam gruño para sus adentros, pero su rostro demostró toda su desconformidad. Asahi parece no haberlo visto, estaba muy concentrado en separarle. Colocando una mano en su pecho, apretando la hilera de botones. Asahi desabotono algunos sin querer, dejando ver piel de más. Observo aquella piel con cuidado, la utilizo como punto ciego.

_Quieto en donde estas, cochino. _Asahi regaño.

_ ¿Que? _Yedam alzo la voz.

_Escúchame por favor... _Asahi alzo la voz.

Los ecos de sus voces retumbaron en la pequeña habitación de baño. Yedam seguía empujando su cuerpo para acorralar el de Asahi. Sus miradas seguían fijas en el otro, ni un solo parpadeo.

_ ¡Ok! _Yedam resoplo.

Asahi se quedó pensando en que decir, incluso cuando su mente estaba jodida. Lo último que le provocaba era dar explicaciones, prefería irse a las acciones. Mas se obligó a sí mismo a decir algo, algo que detuviese a Yedam o que atrasase lo obvio. La noche anterior había sido bastante clara, ambos se querían lo suficiente. Lo suficiente como para acordar cosas, como que Asahi no se fuese del apartamento. Más sabia que Yedam quería más, mucho más que solo conservarle en casa.

Asahi mordisqueo sus labios. _No puedes seguir haciéndome esto porque...porque... _

_ ¿Por qué? _

_Porque... _ Asahi trago hondo.

_ ¿No te gusta que te demuestre mi amor? _ Yedam le dio una mirada a Asahi. _ Pero si ayer me lo pedias a... _

_Si. _ Asahi se aclaró la garganta. _ No tienes que mencionarlo, pero... _

_ ¿Pero? _

_Pero no quiero que me muerdas en donde... se te plazca, porque si no yo... _

Asahi miro a los lados en busca de valor, no era capaz de terminar la oración. Incluso le apenaba que Yedam la terminara, porque Asahi no era un estúpido. Asahi sabía perfectamente que Yedam, se había enterado de su pequeño problemita. La frase que Yedam había dicho cuando salió del baño, le retumbaba en la conciencia "¿Te divertiste pensando en mí?"

_ ¿Tú qué? _

_Olvídalo. _Asahi evito la mirada de Yedam.

Yedam se le quedo mirando al japonés, este se había colocado completamente rojo. Yedam no tenía que ser adivino para saber por qué y aun no entendía porque al japonés le apenaba tanto. Asahi escribía cosas para mayores de edad, tal parecía que solo era una especie de alter ego.

_ ¿Quieres hacer algo hoy? _Yedam cambio el tema abruptamente.

Asahi agradeció el cambio de tema. _ ¿Hacer qué? _

_Tengamos una cita. _Yedam dijo como si nada.

Yedam utilizo ese comodín de culpabilidad en Asahi y lo utilizo muy a su favor. No solo logro que el japonés se quedase, sino que le diese una oportunidad para conquistarle. Sabía que no había sido de la manera más adecuada, pero al menos lo había logrado. Algo de miel no le hacía daño a nadie, esta era de lo más pura.

_Eso es algo imposible de hacer entre nosotros, deberías soltarlo. _Asahi miro a Yedam.

_Yo pienso que podíamos hacerlo si lo intentásemos. _Yedam levanto sus cejas.

_ ¿Aun sigues con esa loca idea de que te dé una oportunidad? _Asahi silbo.

_Déjame ser más específico contigo, aún sigo con esa loca idea de que seas mío. _

Asahi trago hondo. _N... _

Yedam miro fijamente a Asahi. _Dame solo una cita, una solita. _

Yedam suplico con sus manos juntas y esa acelerada modulación. Asahi solo se le quedo mirando a esas expresiones, escuchando aquella voz. Se le era imposible decirle que no a Yedam, mucho menos en esa posición. Asahi la estaba amando, talvez demasiado. Fantaseando con usarla a su favor, acortando la distancia por completo.

_Yo... _

Yedam repaso su mirada en Asahi. _Te lo pido de rodillas, otaku insensible. _

Yedam se separó del japonés para tirarse al piso de rodillas, de la manera más dramática. Haciendo una cara de súplica dolorosa, ganándose una sonrisa del japonés. Yedam lo miro de reojo, para sonreírle de vuelta. Le guiño el ojo con descaro, el japonés solo rodo los ojos en blanco.

_Levántate de ahí, estás perdiendo tu dignidad. _

_Vale la pena perderla, si es por tu bonito... _

Asahi se agacho para taparle la boca a Yedam, estampando su mano en la boca del chico. Yedam solo sonrío sobre la mano del japonés, sus ojos desaparecieron divinamente. Asahi contemplo aquella maravilla, le costó no sonreírle de vuelta. Asahi deslizo su mano de los labios del chico, una sonrisa se revelo resplandeciente.

_ ¿Si te doy tu puta cita te levantas? _

Yedam hizo un evidente puchero. _Puede ser que si lo haga... _

_Pues levántate antes de que me arrepienta. _

_ ¿Eso significa que tendremos una? _Yedam silbo.

_ ¿Tú qué crees? _Asahi soltó.

Asahi se levantó del piso, sabiendo que Yedam hacia lo mismo. No hizo sino salir de la habitación, cuando el coreano lo abrazo por detrás. Asahi sintió como acunaba su rostro en el hueco de su cuello, dando disimulados besos en el lugar. Asahi sintió escalofríos por el mimo, alejándose un poco con cada beso. Solo un poco, no quería provocar la persecución en Yedam.

_ ¿Qué quieres que hagamos? _

_Usa el cerebro Yedam, no puedo hacerlo todo yo. _

Asahi siguió caminando hasta la cocina, ignorando a su ahora pretendiente. Le costaba asimilar que ahora lo tenía encima todo el tiempo, Yedam era el doble de pegajoso de pretendiente. A Asahi le gustaba, el problema era que, le gustaba demasiado. Asahi se zafo del abrazo, para buscar el resto de las cosas para el desayuno, Yedam solo se le quedo mirando malhumorado.

_Tú no has hecho nada, otaku insensible. _ 






Estoy por aquí nuevamente, después de semanas de escribir este capítulo. Mis estudios me tienen de vuelta y media, pero no puedo evitar siempre dar el 100%. Este capítulo es muy especial para mí, espero que también lo sea para ustedes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro