Capítulo 15 (2 parte)
Una pequeña llovizna caía sobre aquel par, que solo compartía un simple paraguas amarillo. Yoshinori iba junto a Moonhee, dirigiéndose hacia la entrada de un café. Llegaron justo a tiempo a aquel café, donde se estaba reuniendo todo el equipo de porristas. Cuando pasaron por el umbral de la entrada, una campanilla sonó anunciándolos. Yoshinori se empezó a sacudir las gotas de agua, Moonhee lo ayudo, como si ella no estuviese en las mismas. Yoshinori la observo con la misma dedicación, con la que ella espantaba aquellas gotas de agua.
_No hace falta, estoy bien así..._Yoshinori murmura.
Moonhee se acerca al oído de Yoshinori para susurrar algo. _ ¿Acaso quieres que vuelva tu asma? _
_ ¡Shhh! _Yoshinori cruza miradas con Moonhee.
Moonhee le da una mirada al japonés. _Tramposo. _
Moonhee sabe que el japonés está haciendo algo de trampa, se ha metido a porrista teniendo antecedentes de asma. Una bastante controlada, pero que puede surgir en cualquier momento. Yoshinori nació siendo un chico delicado, con un corazón muy puro y un cuerpo muy débil. Las alergias redujeron su alimentación y el asma lo dejo sin jugar por años. Moonhee solo lo recuerda bailando ballet y estudiando hasta mas no poder.
_Finalmente han llegado, los estábamos esperando. _
Moonhee escucha aquella aristocrática voz, se cerciora de que es el pelirrojo. Doyoung los recibe con una amplia sonrisa, muy característica de su personalidad. Su aura irradia una vibra diferente, a la de aquel lluvioso día. El chico la abraza sin pedir mucho permiso, también lo hace con Yoshinori. Moonhee repara mientras mira al pelirrojo, es como un corazón.
_Pudiste haber empezado sin nosotros. _Moonhee pico.
_Recuerda que somos un equipo unido. _Yoshinori asegura.
_Eres un buen líder Doyoung. _Yoshinori dice sinceramente.
Doyoung sonríe orgullosamente. _Lo sé. _
Moonhee sonríe ante la frase, sabe que Doyoung solo está jugando. No hay chico más humilde y dulce que el pelirrojo. Moonhee observa a Yoshinori, quien no se atreve a picar de vuelta, Moonhee decide intentarlo por sí misma. Suelta el agarre que tiene el del japonés y lo pasa hasta el coreano. Revuelve esa cabellera roja, ganándose una risotada del dueño.
_ ¿Desde cuando eres tan arrogante? _Moonhee silba.
Doyoung hace un sonidillo casual, algo así como un mohín. Los labios se le curvan de inmediato, dejando ver una pequeña cicatriz. La cortadilla está cubierta de tinta de labios, pero aun así es visible. Doyoung remoja sus labios en aquella tinta que se esparce en sus labios, acomoda su boca para que no se note mucho. Sonríe un poco más disimulado, desviando su rostro de la chica.
_Soy un Park. _
Moonhee bufa. _Lo había olvidado por completo. _
Doyoung le hace un gesto adorable a la chica, que casi considera como su hermana. Moonhee ha sido su confidente casual, durante ya varios años. La chica sabe algo de esto y un poco de aquello. Doyoung tuvo que decirle a la fuerza, cuando Moonhee descubrió sus moretones. Se le hizo difícil poner más excusas a aquellas heridas, eran demasiado evidentes en su piel. Doyoung no volvió a ir a comprar ropa con cualquiera y se aseguraba de ser cuidadoso al cambiarse.
_ Miren chicos, estamos completos. _Doyoung anuncio a todos.
Todos los miembros del equipo de porristas, miraron hacia donde estaba el pelirrojo. Cada uno de los integrantes, le tenía un gran respeto y admiración. Doyoung era increíblemente joven y, aun así, era el capitán de los porristas. Creaba casi todas las coreografías, trabajaba el doble cada que podía.
_Empecemos entonces. _Heejin silbo.
Menciono una vibrante chica pelinegra, su nombre era Heejin. Era una de las veteranas del equipo, tan flexible que dolía verla calentar. La chica estaba sentada alado de su novia, una chica llamada Hyunjin. De cabellos igualmente azabaches, pero estos eran un tanto más cortos. La chica abrió la boca para decir algo, esta era muy elocuente.
_Exactamente, tengo prisa. _Hyunjin soltero.
_Nos urge estudiar para los finales. _
Menciono un chico japonés llamado Soul, parecía directamente sacado de un anime. Sus pequeños ojos se volvieron una línea, al recordar todo lo que le faltaba por estudiar. Alguien le codeo divinamente, su mejor amigo Keeho. El chico de cabellos escandalosamente verdes y tonalidades turquesas. Iba bien con su tez morena y su cara marcada.
_Conseguir un disfraz para la fiesta de Halloween. _Keeho añadió.
_Conseguir con quien ir a la dichosa fiesta. _Silbo la menor del grupo.
Una chica muy alta, casi tan alta como Moonhee, su nombre era Wonyoung. La chica le tiro una mirada a Dohyun, un despistado chico de su misma edad. El chico apenas lo noto, estaba muy concentrado comiendo una dona glaseada.
Una vez termino la reunión del equipo de porristas, todos se dedicaron a pasar el tiempo en la cafetería. Algunos hablaban animadamente, otros solo aprovechaban el trato de comida. Doyoung había pagado el lugar e incluso la comida. Beneficios de que el líder fuese adinerado, ya todos estaban bastante acostumbrados. Los Park eran conocidos por sus obras de caridad y eso incluía patrocinios innecesarios a sus allegados.
Jiwoo por su parte, espero pacientemente algo. Una oportunidad para acercarse al japonés, para poder hablar algo con el chico. La encontró casi al terminar la velada, el chico estaba recostado a una de las ventanas. Jiwoo se le acercó hasta donde estaba, se dedicó a ver lo que el chico veía. La vista de las gotas de lluvias al caer, la manera en como esta empañaba la ventana.
_Yoshi... _Jiwoo llamo al japonés.
Yoshinori le dio su atención a la chica. _Jiwoo. _
Jiwoo titubeo en si debía seguir, pero no quería seguir perdiendo el tiempo. Yoshinori se merecía saberlo, era un chico increíble. Jiwoo apretó su agarre en la pequeña cajita adornada, el acomodo justo detrás de su espalda. Miro a los lados, había demasiadas personas. Respiro profundamente, tenía que seguir.
_ ¿Puedo hablar contigo? Necesito decirte algo. _Jiwoo secreteo.
_Si. _Yoshinori asintió.
Jiwoo carraspeo. _Puede ser en otro lado, es algo delicado... _
Yoshinori ladeo el rostro. _Está bien. _
Yoshinori siguió a la chica hasta llegar a la entrada del lugar, se sentaron en una de las varias sillas vacías. La lluvia salpicaba el piso hasta sus zapatos, pero a ninguno pareció importarle. No había nadie a la vista de ambos, se quedaron callados de todos modos. Yoshinori le dio una sonrisa a la chica, alentándola a seguir las cosas.
_Te traje hasta aquí porque, quería darte esto. _
Jiwoo rebusco un poco, sacando la cajita de donde la tenía. Con manos temblorosas, la extendió hacia el chico. Yoshinori se quedó viendo aquella cajita, relucían unos chocolates. Parecían estar hechos a mano, una decoración bastante dulce.
_ ¡Ah! _Yoshinori se quedó sin habla.
Jiwoo sonrió tímidamente. _Sé que sabes lo que significa o eso espero..._
_Se lo que significa. _Yoshinori soltó.
_Eso es bueno. _
Jiwoo se alivió de saberlo, se alivió de no tener que explicar tal cursilería. Yoshinori era japonés, así que, había hecho lo que los japoneses hacían. Una confesión bastante clásica, utilizando un elemento infantil. Si es que ya no lo tenía escrito en todo el rostro, le gustaba el japonés.
_Jiwoo... _
_Me gustas Yoshinori, me has gustado desde hace un tiempo. _Jiwoo traga hondo. _Desde que llegue de intercambio, para ser más exactos. _ Jiwoo miro fijamente a Yoshinori. _Te vi en la biblioteca pasando algunas páginas de un viejo libro, que probablemente nadie más sabia apreciar. Me pareciste una persona capaz de ver detalles, una que no juzgaría a nadie por lo superficial. _ Jiwoo sonrió tímidamente. _Cuando supe que estabas en el equipo de porrista, no puede resistirme en unirme a este. Quería verte más seguido y poder acercarme más a ti. Sabía que eras alguien tímido, así que fui poco a poco. _ Jiwoo jugo son sus propias manos. _ Cuando finalmente logramos entablar palabras, fui la chica más feliz. Bailar contigo solo fue el detonante, supe que debía hacerte saber todo. _ Jiwoo volvió a mirar al japonés fugazmente. _ Lo que siento por ti, lo mucho que me gustas. _Las palabras se desvanecieron en sus labios.
_Jiwoo... _ Yoshinori miro fijamente a Jiwoo. _Eres la chica perfecta para mí, la chica perfecta para cualquiera. _ Yoshinori hizo un amargo. _Realmente no debería tener ninguna razón para rechazarte, pero lastimosamente, si la tengo. _Yoshinori se tornó cabizbajo. _ No planeo mentirte sobre mi situación, estoy enamorado de otra chica. _ Yoshinori volvió a mirar a la chica. _Ódiame tanto como desees, sé que me lo merezco por rechazarte. _
Jiwoo rio absurdamente, hasta que su risa se volvió un lamento. Sabía que aquello podía pasar, sabía que existía la posibilidad de ser rechazada. Moonhee seguía existiendo y Yoshinori seguía colado por ella. Lo peor de todo era que, eso no era lo que más le molestaba. Le molestaba que no la haya herido por el rechazo, sino por lo justo que se sentía.
_Ojalá me hubieses rechazado de una manera menos amable, así tendría una forma de superarte rápidamente. _Jiwoo sonrió amargamente. _Es una pena que seas tan amable con todos y que no vaya a ser fácil poder superar esto. _Jiwoo le dio una mirada a Yoshinori. _Mi corazón está roto ahora, pero agradezco que hayas sido tú. _
Jiwoo se levantó de donde estaba, tomo lo que no le habían aceptado. Nada en la vida le había sabido tan amargo, las lágrimas llegaron por si solas. Las enjuago de prisa, tanto como caminaba. Logro dejar a japonés atrás, pero sabía que la seguiría. Tomo un rumbo que nadie sabía, se ocultó entre las veredas sin salida.
_Jiwoo esta... lloviendo a cantaros. _
Yoshinori no fue capaz de decir más, cuando vio a Moonhee justo en sus narices. La chica le dio una mirada ilegible, tampoco era como que quería leerla. Moonhee se fue acercando aún más, hasta quedar a centímetros de su rostro. Yoshinori cerró los ojos un momento, pero los abrió casi de inmediato. Moonhee seguía ahí, con esa expresión dura en su rostro.
_ ¡Que acabas de hacer! _Moonhee grito.
_La rechace amablemente. _Yoshinori soltó.
Yoshinori supuso que la chica había escuchado todo, no era como que el lugar era muy privado. No le importaba si los había escuchado, pero le molestaba la pregunta recurrente. Moonhee hizo una mueca mientras se cruzaba de brazos. Las gotas de lluvia la salpicaban, pero ella no parecía estar anuente a ello.
_No es una pregunta..._
_Suena como una. _
Yoshinori quería cortar la conversación, le preocupaba a donde había ido Jiwoo sin paraguas. No quería que la chica se enfermase, mucho menos antes de los finales. Jiwoo tenía una beca en la universidad, la chica era de intercambio. Jiwoo venia de China, su familia tenía hoteles en el lugar. Si la chica se resfriaba, tampoco disfrutaría sus vacaciones.
_ ¿A dónde vas? _Moonhee alzo la voz.
Yoshinori le dio una mirada a Moonhee. _Ella necesita mi ayuda. _
_Y yo una explicación. _
Yoshinori hizo una mueca. _Bien. _
Moonhee hizo un amargo. _ ¿De quién estás enamorado? _
_Moonhee... _
Moonhee recorrió sus dedos contra su larga cabellara, mientras miraba hacia los lados. Noto como sus cabellos mojados, empapaban las palmas de sus manos. No era la única cosa húmeda, también lo estaban sus ojos. Moonhee trato de contenerlo, no quería dejarse llevar, pero.
_Da igual si no me lo dices, sé que ella no es para ti. _Moonhee grito.
Yoshinori frunció el ceño. _ ¿Que? _
_No creo que ella te quiera tanto como yo, no creo que pueda siquiera quererte la mitad de lo que yo te quiero. _Moonhee soltó.
Moonhee se escuchó a sí misma y ni siquiera podía creerlo. Era talvez su corazón, quien abatía a su conciencia. La verdad salía a cascadas de sus labios y ya ni siquiera podía detenerlo. Miro al japonés en desesperación, y con algo de culpabilidad.
_No es lo mucho que me quiera, sino como me quiera y no creo que tú puedas... _
Moonhee se acercó a Yoshinori, lo tomo del rostro. Lo miro directamente a los ojos, casi en forma de súplica. Yoshinori solo la miraba de vuelta, tan calmado que dolía. Parecía que nada lo sacaba de su paz interior, mientras ella era abatida en sus propias emociones.
_ ¿Y cómo quieres que te quiera entonces? _
_Como un hombre. _Yoshinori soltó.
Yoshinori miro hacia abajo un momento, mientras se dedicaba a zafarse del agarre de Moonhee. Moonhee lo vio morderse los labios, parecía estar aguantando un par de lágrimas. Moonhee se sintió mal por disfrutarlo, pero le agradaba que se sintiese igual que ella.
_ ¿Que? _
_Creo que he sido muy obvio. _
Moonhee jadeo. _ ¿Quién es ella Yoshinori? ¿Quién es e...? _
_Esa chica eres tú..._ Yoshinori soltó. _ Mi mejor amiga, la novia de mi hermano. _ Yoshinori hizo un amargo. _ ¿No soy yo un asco? No merezco lo que deseo. _ Yoshinori le dio una mirada fugaz a Moonhee. _ Ahora que lo sabes todo, creo que es mejor tomar mi distancia. _
Yoshinori dio un par de pasos hacia atrás, que se sintieron como puñales en sus pies. Apenas podía contener las lágrimas y se admiraba a si mismo por ello. Su valentía había llegado en el momento correcto, estaba algo orgulloso de aquello. Era lo que tenía que haber hecho hace mucho, lo correcto.
_Yoshi... _
Moonhee ve como el japonés se va de a poco, probablemente va a por Jiwoo. Moonhee se desploma en el húmedo piso, se queda en una sentadilla. Revolviendo su cabello hasta no poder más, lamentándose por no poder siquiera luchar. Moonhee quiere luchar, pero no puede hacerlo. Se supone que tiene novio, pero no lo ama. Moonhee lo realiza, está enamorada de Yoshinori.
Jiwoo se hizo bolita en una esquina, junto un tumulto de basura. Le importo muy poco si apestaba o si se le pegaba aquel olor. Lo único que la chica quería, era desaparecer. La lluvia seguía cayendo sobre ella, empapándola por completo. Tiritando hasta mas no poder, se estaba muriendo de frio. Las lágrimas contrastando con las gotas de lluvia, ambas deslizándose a la par. Jiwoo respiro profundamente, un hipido abandono sus labios color pastel.
Jiwoo no sentía ganas de moverse siquiera, esperaría a desocupar todas sus lágrimas. La lluvia seguía cayendo de a poco, la chica empezó a aceptarla. Jiwoo extendió su mano, para contemplar como las gotas caían en su mano. Jiwoo se extrañó de notar algo, las gotas no llegaron a su mano.
_ ¡Uh! _
Una presencia gano la atención de la chica, la cual pego un saltito de la impresión. Se hizo bolita un poco más, tratando de evadir a aquella persona. Jiwoo llego a pensar que era el japonés, así que decidió ignorar la presencia de esa persona. Más sentía una mirada que la quemaba, una que no pudo ignorar por mucho. Jiwoo llevo su empañada vista hacia esa persona, no era precisamente el japonés.
_Toma. _
Park Junkyu estaba justo frente a la chica, extendiendo un llamativo paraguas amarillo. Jiwoo coloco los ojos tan abiertos como platos, su labio inferior temblaba sin cesar. La impresión la descoloco y el frio la consumía. Jiwoo apenas pudo salir de su estado, casi obligándose a componerse. Tenía que decir algo de inmediato, pero lo único que salió fue un simple.
_ ¿Ah? _
Junkyu se agacho hasta quedar a la altura de Jiwoo. El chico termino arropándola con el paraguas, sin importarle mucho sí mismo. Jiwoo solo se hizo más bolita, casi ocultándose del chico. Junkyu miro todos los ademanes de la chica, le recordaron a alguien en especial. Tan desvalida bajo la lluvia, un corazón recientemente roto.
_Creo que lo necesitas más que yo. _
Junkyu logro esbozar una repentina sonrisa, le dio una mirada fugaz a la chica. Se dedicó a acercar el mango del paraguas a la chica, ofreciéndolo con amabilidad. La chica titubeo en tomarlo, pero termino por tomarlo a regañadientes. Jiwoo se aferró al mango del paraguas, casi ocultando su rostro en este. Junkyu volvió a sonreír una vez más, mirando hacia otro lado.
_Gra-gracias. _Jiwoo balbuceo.
_ ¿Cómo estás? _
Junkyu se atrevió a preguntar, aunque ya intuía la respuesta. Los labios rosas de la chica, se habían tornado morados. Ella temblaba sin parar, se acurrucaba en el paraguas. Tenía los ojos hinchados de llorar, su maquillaje se había corrido por completo. Jiwoo se encogió de hombros mientras mordisqueaba sus labios, suspiro profundamente.
_Bien. _Jiwoo silbo.
Junkyu levando ambas cejas. _No lo pareces. _
Jiwoo bufo. _ ¿Entonces porque preguntas? _
_ Te rompieron el corazón..._ Junkyu soltó. _ ¿No es así? _
Jiwoo le dio una mirada a Junkyu. _ ¿Cómo sabes? _
Junkyu se encogió de hombros. _Lo escuche todo. _
_Eres un entrometido. _Jiwoo hablo entre dientes.
_Me importa una mierda. _Junkyu silbo.
Jiwoo abrió la boca en una o. _Esa boca. _
Junkyu sonrió arrogantemente, se levantó de donde estaba. Una vez estuvo completamente parado, extendió su mano a la chica. Jiwoo solo se quedó mirándola, bajo el resguardo del paraguas. No le apetecía tomar la mano de ese chico arrogante, no le agradaban los chicos como Junkyu. Se creían mucha mierda a cada rato, simplemente era un no.
_Ven. _Junkyu insistió.
_ ¿Perdón? _Jiwoo fingió demencia.
Junkyu rodo los ojos en blanco. _Te daré un aventón. _ Junkyu silbo. _ ¿Dónde me dijiste que vivías? _
_Ni siquiera sabes mi nombre. _Jiwoo hizo una mueca.
_Te llamas Jiwoo, Kim Jiwoo. _
Jiwoo inflo sus mejillas en descontento, el chico parecía conocerla bien. Jiwoo sintió la mirada de Junkyu, decidió compensarla. Las miradas de ambos chocaron, a ver quién ganaba en ese juego. Jiwoo lanzo un bufido, ganándose la completa atención de Junkyu.
_Claro, lo olvide, haz escuchado mi patética confesión. _
Jiwoo no sabe cómo sucedió, pero termino aceptando el aventón. Talvez había sido porque lo necesitaba, talvez había sido por la persuasión de Junkyu. Jiwoo no se arrepentía del todo, pero tampoco le agradaba del todo. Durante todo el viaje, se dedicó a ver las gotas de lluvia, que se deslizaban por el vidrio de la ventana. Junkyu no dijo una sola palabra durante el camino, ella lo agradeció bastante. Jiwoo no lo iba negar, había sido un muy cómodo silencio.
_ ¿Es aquí? _
Junkyu señalo la larga lista de casas, parecían ser de clase media. El lugar no estaba tan lejos de donde vivía, eso le llamo un poco la atención. Jiwoo siendo parte de los porristas, nunca había asistido a una de sus fiestas. Junkyu miro a la chica en cuestión, jugando con el plástico de protección de los asientos. Junkyu agradecía haberlo dejado en el carro, las tardes de otoño eran sorpresivamente lluviosas.
_Si. _Jiwoo le dio una miradilla a Junkyu.
Junkyu detuvo el vehículo en la casa que había descrito la chica, justo desde que se montaron al auto. La chica la había descrito muy bien, casi como un dibujo en su mente. Junkyu recuerda su voz muy bien, ella era la conductora de la radio de la universidad. Misma carrera que la suya, pero diferente año.
Junkyu salió para abrirle la puerta a la chica, seguía siendo un caballero. Cuando intento abrirla, la chica la jaloneo sin siquiera notarlo. Junkyu fingió que nada había pasado, mientras ella salía del carro en un saltito. Jiwoo era sumamente pequeña, uno cincuenta y tanto de altura. Salió meneando su cabellera marrón, bien colocada en dos colas. La chica termino por encararlo en la entrada de la casa, ambos sobre la alfombra de bienvenida.
_Bueno... _Junkyu miro a Jiwoo.
Jiwoo miro a Junkyu. _Bueno..._
_Adiós. _Junkyu soltó.
Un par de pasos hacia atrás, dio un giro en sus talones. Junkyu iba a seguir, cuando algo se aferró a su abrigo. Junkyu se dio la media vuelta, encontrándose con el agarre de Jiwoo. Junkyu frunció el ceño algo extrañado, mientras que Jiwoo carraspeo un poco.
_Espera... _
_ ¿Que? _Junkyu soltó.
Jiwoo saco de la marga de su abrigo, era una cajita muy familiar. Los chocolates relucían en su interior, debido a la cobertura semi transparente. Jiwoo los extendió hacia el chico, pero sus brazos no llegaron hasta la altura. Junkyu noto aquel detalle, que Jiwoo ni siquiera noto.
_Toma. _Jiwoo hablo en pequeño.
Junkyu les dio una mirada a los chocolates. _No me gustan los dulces. _
_Creo que estos podrían gustarte, son tan amargos como tú. _Jiwoo canturrio.
Junkyu se le quedo mirando a la chica, no pudo evitar reír ante aquella frase. Jiwoo no parecía del tipo salvaje, pero la envoltura siempre mentía. Junkyu jalo el paquete de las manos de la chica, se le quedo mirando detenidamente. Levantando ambas cejas, su vista volvió a recaer en la chica.
_Los tomare entonces. _
_Tómalo como un gesto de cortesía. _
Junkyu ajito el paquete en el aire. _De nada. _
Junkyu corre escaleras arriba, casi huyendo de las primas de Mashiho. Las gemelas tienen un pequeño primer enamoramiento en su visual y aun no logra entender el porqué. Tomo más tazas de té imaginarias, de las que pudo haber contado. Lo bueno es que es buen actor y ha podido fingir varias reacciones. Las niñas quedaron conformes con la velada, lo habían dejado ir a dar una vuelta un rato.
_Mashiho... _
Junkyu llega al segundo piso de la mansión, busca al japonés entre los pasillos. Junkyu no sabe si el japonés se encuentra en la casa, olvido preguntarlo a las gemelas. Decide dirigirse hacia la habitación del chico, este suele refugiarse ahí la mayoría del tiempo. Junkyu no duda en que es la mejor idea, casi deseando repetir lo que paso la última vez.
Junkyu llega a tocar la puerta del japonés, en el primer golpe esta se abre. Junkyu piensa que el japonés la ha abierto, pero solo resulta que estaba ajustada. Junkyu frunce el ceño ante ello, ya es la segunda vez que le pasa. Supone que el japonés se encuentra adentro, entra con algo de presura. Junkyu mira el interior de la habitación, Mashiho no está por ningún lugar.
Junkyu avanza con curiosidad entre las cuatro paredes, mirando cada detalle de la habitación. Nada fuera de lo normal, ha estado ahí miles de veces. No precisamente para mirar su interior, eso le arranca una repentina sonrisa. Junkyu se detiene al terminar de darle la vuelta completa del lugar, quedando justo frente a la habitación de diseño de Mashiho.
El chico siente curioso ante la habitación, no ha entrado ni una sola vez. Mashiho es muy receloso con esa habitación, siempre busca excusas para no mostrársela. Junkyu no sabe cómo ha sucedido, pero la puerta se encuentra entreabierta. Una oportunidad para entrar, demasiado tentadora para no tomarla. Junkyu se queda mirando desde lejos, la curiosidad lo carcome.
El castaño decide arriesgarse, entrando a la habitación muy despacio. Logra entrar después de unos pasos, pero los detiene de golpe. Mira a su alrededor con los ojos bien abiertos, y la boca entreabierta. La garganta se le seca de inmediato, su mirada se vuelve dudosa. Junkyu no puede creer lo que está viendo, no puede creer lo que la habitación oculta.
Junkyu se acerca hacia lo que parece ser un ropero, perchas y perchas de ropa singular. Junkyu pasa sus dedos por la misma, toda es de varias tonalidades de rosa. Por cada pieza que topa, más son los cambios que ve. Los pantalones se vuelven faldas, los sweaters se vuelven vestidos, los zapatos se vuelven tacones. Junkyu se da cuenta entonces, casi toda la ropa es de mujer. Las tallas coinciden con las de su novio, hasta el más mínimo detalle. Junkyu conoce bien ese cuerpo, cada jodido rincón. Junkyu suelta la última prenda tomada, está por poco cae del perchero. Es una linda falda color rosa pastel, esta es bastante corta. Junkyu cierra los ojos mientras la suelta, sus manos tiemblan cuando toca el piso.
Junkyu mira hacia otro lado, pero solo termina topándose con mucho maquillaje. Es tanto que está organizado en varios niveles, puede verse bien ordenado en el estante transparente. Junkyu mira las tintas de varios colores y el colorete de tonos pasteles. Aquello no le sorprende demasiado, ya lo ha visto en el japonés.
Junkyu da un par de pasos más para alcanzar a ver los accesorios, mayoritariamente encuentra pedrería preciosa. Tan brillante que resplandece ante su mirar, lo distrae de todo lo que acaba de ver. Las joyas están alojadas en varias cajas, pero se muestran abiertas de par en par. Junkyu mira las gargantillas de encaje, en ellas tintinea una piedra preciosa.
Junkyu observa una en específico, recuerda haberla descubierto en el cuello de Mashiho. Una de esas noches que compartían juntos, sentía sonrojo de solo recordarlas. La gargantilla tenía un cascabel de oro puro y una correílla de cuero fino. Junkyu la recuerda mojada en sudor, adornando un enrojecido cuello. Las imágenes le golpean en la mente, un carrete bastante subido de tono.
Junkyu quiso tomar la gargantilla, justo como la había tomado aquel día. Alargo su mano para tomarla, cuando algo lo saco de sí mismo. La voz del japonés llamándole desde lejos, Junkyu alejo su mano de inmediato. Junkyu no quería moverse más que aquello, quería que el japonés lo encontrase en la habitación. Una explicación era lo que deseaba, por qué le había ocultado tanto.
Junkyu escucho el llamado una vez más, sus pies actuaron por sí mismos. Llevándose hasta fuera de ambos escenarios, cerrando la puerta del cuarto en sus espaldas. Junkyu miro a un punto fijo, mientras se quedaba alado de la puerta. El chico se acomodó, fingiendo que no había entrado siquiera. Respiro profundamente, trato de poner su mejor rostro.
_Junkyu... _
Mashiho giro a Junkyu hasta que lo encarase, lo miro con un evidente ceño fruncido. Junkyu sonrió lo más normalmente posible, se abalanzo a abrazar al japonés. Rodio sus largos brazos en esa pequeña figura, coloco su mentón sobre esos cabellos rosa pastel. Dejo un casto beso entre aquellos cabellos, llego a aspirar el aroma a frutos rojos. Parecía que era el favorito del japonés, lo sentía en cada centímetro de su piel.
_Te extrañe. _Junkyu murmuro.
Mashiho sintió como la voz de su novio sonaba apagada, como esta se había desvanecido con facilidad. El japonés decidió separarse un poco, para permitirse mirar fijamente al coreano. Alargo su mano para tomar el mentón del chico, este apenas lo miro.
_ ¿Pasa algo? _
Junkyu respiro profundamente. _No. _
Mashiho no se creyó ese no, pero tampoco quiso indagar más. Junkyu parecía demasiado perdido, como para poder responderle. Mashiho supuso que estaba algo agotado, con todas sus obligaciones. Se llegó a sentir mal por invitarle a comer, podía haber ido a su casa a solo pasar el rato. Descansar alado de Junkyu siempre era relajante, era el mejor compañero para ver películas.
_Menos mal. _Mashiho mordisqueo su labio inferior.
_ ¿Para qué me buscabas? _
Mashiho se quedó pensando, también lo extrañaba. Lo había buscado simplemente por eso, mas no quería aceptarlo. Se decidió poner alguna excusa, una que rompiese expectativas. Recordó el pastel que traería Junkyu, se lo había pedido de antemano.
_Tú tienes el postre de la cena... _
Junkyu hizo una mueca. _Eso... _
Mashiho trato de ignorar las expresiones de Junkyu, lo estaban poniendo nerviosos. Junkyu siempre era muy tierno en sus tratos y ahora parecía frio. Como si algo hubiese congelado su corazón y era difícil soportar la sensación. Mashiho supuso que era su culpa, casi todo siempre era su culpa. Toda la tristeza que mostraba Junkyu, por ejemplo.
_ ¿Dónde lo dejaste? _
_Se lo entregue a Momo. _Junkyu miro a los lados.
Mashiho esbozo una sonrisa forzada. _Genial. _
Junkyu miro fijamente a Mashiho. _Mashiho. _
_ ¿Que? _La voz de Mashiho tembló.
_ ¿Puedo preguntarte algo? _
Mashiho trago hondo. _Si. _
Junkyu pensó muy bien en su pregunta, tenía miles en la mente ¿Por qué me mentiste todo este tiempo? ¿Qué ganabas con ocultarme tu verdadero yo? ¿Jihoon sabe todo esto? ¿Alguien siquiera sabe algo de ti? Mashiho era una caja de misterios, muy difíciles de descubrir. Junkyu miro esa carita, no mataba ni una sola mosca. Parecía tan asustada todo el tiempo, siempre a la defensiva. Mashiho parecía no confiar ni en su sombra, en parte lo entendía.
Mashiho había vivido en las calles de Japón, después de ser echado de la casa por sus padres. Mashiho tuvo que aprender a actuar de esa manera, de otra forma no hubiese sobrevivido. Nadie corría tan rápido, nadie gritaba tan alto. Ocultándose en los mejores lugares, teniendo un sueño tan ligero.
_ ¿Confías en mí? _
Mashiho se tornó cabizbajo. _Trato... _
Junkyu tomo el rostro del japonés, lo guio hasta que lo mirase. Sus resplandecientes pupilas y sus labios rojos entreabiertos. Mashiho lo miraba con tal inocencia, sus labios empezaron a temblar. Esos ojos parecían llenarse de lágrimas, que Junkyu no quería ver derramar. Mashiho se había puesto sensible, parecía estar aterrado.
_Sabes que puedes decirme cualquier cosa, no te juzgare por nada. _
_ ¿Por qué me dices estas cosas tan de la nada? _La voz de Mashiho se quebró.
Junkyu quiso decirle lo que había visto, quiso decirle toda la verdad. Mas no podía con esos enormes ojos llorosos y esos labios temblorosos. Mashiho dejo ir un par de lágrimas, que Junkyu decidió secar. Eso era todo para él, necesitaba tiempo para pensar sus palabras. Junkyu no quería que Mashiho reaccionase de mala manera, justo como había pasado con Jihoon.
_Simplemente porque, porque te amo Mashiho. _
Mashiho se aferró a Junkyu, oculto su rostro en el pecho del contrario. Empezó a llorar, mientras ocultaba su rostro. Junkyu alcanzo a acariciar su cabellera, tratando de aclamarlo. Dándole pequeños besos en sus cabellos, apenas pudo mantener el buen semblante. Las lágrimas amenazaron con salir, justo a la par a las del japonés.
_Quiero amarte de la misma forma en la que tú me amas, sabes que lo he estado intentando. _Mashiho dijo en un hilillo de voz.
_Lo sé. _Junkyu soltó.
Mashiho se obligó a seguir, tenía que seguir ¿Por qué no podía seguir? ¿Por qué era así de inestable? Se odio así mismo por lo que estaba haciendo, Junkyu se merecía algo mucho mejor. Mashiho se mordió la lengua, nada salía de sus labios. Su mente fue la única capaz de pronunciar esas palabras que podían liberarle, en voz alta.
_Pero no puedo... _Mashiho murmuro para sí mismo.
En el capitulo catorce, les pregunte sobre los signos del zodiaco de mis personajes. Debo admitir que las respuestas fueron bastante acertadas, hasta el punto en que me han hecho dudar. Se que algunas de repente se han quedado con esa duda, de cuantas pudieron acertar. Decidi hacerles la revelacion de los signos de mis personajes, segun las personalidades que les cree.
Mashiho: Cancer
Jihoon: Escorpio
Junkyu: Capricornio
Haruto: Leo
Jeongwoo: Leo
Junghwan: Tauro
Doyoung: Piscis
Yoshinori: Libra
Moonhee: Aries
Asahi: Virgo
Yedam: Sagitario
Jiwoo: Cancer
Dohwan: Geminis
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