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Capítulo 14 (3 parte)

Doyoung había llegado a esa cena organizada por sus padres. Cena que tenía un propósito, acomodarle su futuro. Un matrimonio arreglado, que solo tenía que ejecutarse. Doyoung no recuerda cuando fue planeado, realmente no podría hacerlo. Ha estado comprometido con Dohwan, desde que tiene uso de razón. Al principio lo disimulaban, ahora era muy obvio.

En otros tiempos Doyoung, no hubiese chistado en aceptar la unión. Había estado enamorado de Dohwan, toda su jodida infancia y parte de su adolescencia. Doyoung hubiese preferido seguir así, pero la vida daba muchas vueltas. El amor que sentía por Dohwan, se transformó en desamor. Un desamor que, el mismo Dohwan género. Con todos sus malos tratos y sus manipulaciones.

Con cuerpo presente y un alma ausente. Doyoung parecía un adorno más, de la costosa decoración del lugar. Luciendo muy precioso, digno de presumir. Justo como sus padres deseaban que fuese. Estaba siendo un buen chico, pero no sabía hasta cuándo. La conversación que fluía, lo estaba sacando de sus casillas. Las resbalosas manos de Dohwan, lo tocaban descaradamente. El licor que tomaba, no estaba siendo suficiente. O más bien, estaba siendo demasiado. Doyoung bajo su quinta copa de champagne, apenas había probado su plato.

Doyoung sintió como su copa era detenida, busco aquella delicada mano. El divino rostro de su madre, lo encaro por completo. Retiro la copa con cuidado, despegándola de sus labios. Llamo la atención de todos, mas no le importo. No le deba vergüenza alguna, estaba revelándose. Su madre Irene, lo miro con cierto pesar. Abrió su boca pintada de un vivaz rojo, a punto de matizar la situación con su elegancia.

_Ve despacio hijo, podrías hacerte daño. _Irene hablo apaciblemente.

Doyoung consiguió intentar sonreír, mas no logro completar aquella sonrisa. Observo como la copa de champagne vacía, era retirada de las finas manos de su madre. Las conocidas manos de Dohwan, se encargaron de arrebatarla. Doyoung paso su vista, de esas familiares manos. Manos que su cuerpo conocía y que se arrepentía de conocer. Manos que lo seguían poseyendo casualmente, apenas podía zafarse de las situaciones. Doyoung dejo de mirar aquellas manos, topándose con una fija mirada de Dohwan. Sintió que se paralizaba completamente, se volvía completamente vacío.

_No se preocupe señora, yo siempre estoy aquí, para cuidarlo bien. _

Dohwan coloco la copa en la mesa, para luego colar sus manos en Doyoung. Esta vez coloco sus manos, en lugares más adecuados. Justo a la vista de todos, con intenciones de marcar territorio. Aparentarlo todo, era su carta maestra. Observo como el pelirrojo se removía, eso no lo detuvo de apretar aquel hombro. Junto su cuerpo bruscamente, pero todos lo interpretaron como normal.

Doyoung se siguió removiendo, sin importar el miedo que tenía. La mirada de Dohwan sobre su cuerpo, se iba tornado dura. Reunió fuerzas para apartar las manos del castaño, se compuso como pudo. Todos observaron aquella conducta, pero no le tomaron tanta importancia. Menos mal para Doyoung, mas seguía bastante harto. Observo a Dohwan fijamente, ocupo su más falsa sonrisa.

_Gracias por tu protección, pero puedo cuidarme solo. _

Dohwan no dijo nada al respecto, pero parecía estar aguantándose la ira. Doyoung agradeció ese gesto, pero no sabía cuánto duraría. Dohwan solo estaba midiéndose, porque había personas alrededor. Unas ligeras risillas de dama, era su madre. Doyoung la miro fijamente, esperando cualquier incoherencia. Quería muchísimo a su madre, pero ella era muy ciega. No veía más allá de las apariencias de las personas.

_ ¿De que estas hablando hijo? _ Necesitas de alguien que te cuide, alguien como Dohwan. _ Irene le regalo una sonrisa a Dohwan. _Él siempre te ha cuidado muy bien, por algo es tu prometido. _

La madre de Dohwan se atrevió a asentir. De manera ferviente y con bastante orgullo. La mujer era cabellera azabache, larga hasta sus caderas. Su piel era brillante como la miel, bajo un intenso sol. Un ligero parecido a su hijo, quien ocupaba más los rasgos de su padre. Doyoung trato de recordar su nombre completo, pero nunca había escuchado más que su apellido de casada. La señora Lee, para ser más específicos.

_Tu madre tiene razón, Dohwan ha sido un excelente prometido. _ Lee le dio una miradilla a Doyoung. _ No seas tan tímido en decirlo, sé que te mueres por formalizar. _

Doyoung sintió la garganta seca, deseo tener más champagne. Estaba demasiado lejos, Dohwan la había alejado para él. Doyoung solo lo pensó una vez, más fue lo suficiente. El no quería formalizar con Dohwan, prefería morir. Era técnicamente lo mismo, Dohwan era peligroso. Sus labios sellados se abrieron, no pudo evitarlo mas.

_No. _

Doyoung vio cómo su suegra trato de entender la situación. Como esperando a que dijese que era una broma o algo por el estilo. Doyoung no hizo gesto alguno, duro como una piedra. La gota que derramo el maldito vaso, en serio estaba harto. Lee abrió la boca tentativamente, más se atrevió a seguir.

_ ¿Que? _

_Lo último que quiero en esta vida, es terminar casado con alguien como Dohwan. _ Doyoung soltó.

Un silencio sepulcral, el ambiente era pesado. Todos se miraban entre ellos, tratando de comprender. Lee parecía tener su rostro, tinturado en vergüenza. Doyoung no quería ni imaginar, el rostro de sus padres. En cuanto a Dohwan, tampoco quería tomarlo en cuenta. Sinceramente Doyoung, se sentía a morir en esos momentos. Quería salir corriendo de ahí, justo a los brazos de Junghwan.

_ ¿Por qué dices algo así Doyoung? _Lee cuestiono.

Doyoung miro fijamente a Lee. _Pregúntele a su amado hijo, el sabrá responderle en detalle. _

Lee abrió la boca en sorpresa. _ ¿Perdón? _

_ ¿Acaso no escucho bien o es que no quiere hacerlo? _Doyoung silbo.

Un sonoro manotazo en la mesa, atrayendo todas las miradas. Dohwan había reaccionado a lo último, parecía haber disimulado demasiado. Una vez sintió las miradas, disminuyo su semblante. Dirigiéndose hasta su madre, pretendiendo estar calmado. Ya vería que hacer con el pelirrojo y sus conductas inadecuadas para su futuro.

_Por favor, madre mía, ignora a Doyoung. _ Dohwan sonrió lo más convincentemente posible. _ Se le ha subido el alcohol a la cabeza, está diciendo puras incoherencias. _ Dohwan llevo su vista hasta Doyoung. _ Creo que Doyoung necesita tomar un poco de aire fresco, discúlpenos un momento. _

Dohwan espera el asentimiento de todos en la cena, especialmente de su madre. No es como que ha captado cada asentimiento, sabe que Doyoung no ha asentido en lo absoluto. Le importa muy poco y se lo lleva a rastras del lugar. Doyoung se deja llevar de mala gana, sufriendo del brusco agarre. Tratando con todas sus fuerzas, de no derramar alguna lagrima. Se obliga a sí mismo a ser valiente, pero no sabe si pueda conseguirlo.




Una curva violenta, que lo termina estrellando contra la pared. Doyoung mira alrededor, están en los estacionamientos ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Qué le va a suceder? Realmente no lo sabe, Dohwan es impredecible. Mira a esos ojos, algo extraño en ellos. Una vez más, están perdido en los estupefacientes. Doyoung lo sabe de antemano, una vista muy familiar.

_ ¿Por qué actuaste de esa manera? _Dohwan muerde.

_Porque estabas tocándome descaradamente y ya no puedo soportarlo más. _Doyoung murmura.

Dohwan aprieta el agarre en el cuello del pelirrojo, llevando su mano a lo largo, estrellando con fuerza contra la pared. Doyoung se queja del dolor, jadea por falta de respiración. Dohwan lo está mirando con esos ojos, esos que no tienen piedad alguna, esos que no expresan una pizca de amor. No lo va a negar, su valentía se va de a retazos. Dohwan se le acerca peligrosamente, parece querer hablar sobre sus labios. Una costumbre recurrente, por la que opta una vez más.

_Eres un pequeño objeto, solo sirves para ser usado. _ Dohwan sisea. _ ¿Por qué te ofende tanto? _ Dohwan silba. _Sabes que es tu trabajo, siempre lo ha sido. _Dohwan alza la voz.

_Soy mucho más que eso, merezco mucho más. _Dohwan alza la voz.

_Cierra la boca. _Dohwan grita.

Un puño es soltado por Dohwan, directamente al rostro de Doyoung. El golpe es fuerte, logrando desestabilizar al pelirrojo. Doyoung termina cayendo al piso, rodando un par de veces. Una vez en el suelo, perece en el profundo dolor. Doyoung puede sentir como palpita su rostro, como la sangre emana de específicos lugares.

_ ¡Ya! _

Doyoung escucha una característica voz, seguido de un sonido aún más característico. Un sonoro golpe, aun mas sonoro que el que experimento. Doyoung presencia algo, el cuerpo de Dohwan cae al piso. Puede ver claramente en su rostro, ha sido golpeado mucho peor. Doyoung levanta el rostro en contra de la luz del estacionamiento, pero eso no le impide reconocer a su defensor.

_ ¿Junghwan? _

Doyoung siente como su hablar se desvanece completamente, siente como sus labios se vuelven insensibles. Se siente divinamente patético, evade la mirada de Junghwan. Junghwan se encargó de arrodillarse frente a él, tomar su rostro entre sus manos. Doyoung no le quedo más que encararlo, encararlo a regañadientes.

_ ¿Estás bien? Si te hizo algo malo, juro que..._Junghwan se le quedo mirando a Doyoung.

_Estoy bien..._Doyoung se apresuró a decir.

_Ven aquí. _ Junghwan tomo a Doyoung entre sus brazos. _ ¿En serio estas...? _

Junghwan sintió como el pelirrojo se aferraba a su cuerpo, casi acurrucándose por completo. Aquello lo tomo desapercibido, Doyoung no paraba de hacerlo. Aferrándose cada vez más, como si no fuese suficiente. Junghwan se quedó ahí, estaban pasando miles de cosas.

_No..._ Doyoung dijo en un lamento. _No lo estoy. _

Junghwan maldijo internamente. _Ahora si lo mato a golpes..._

Doyoung se aferró aún más fuerte de Junghwan, impidiéndole que pudiese moverse. No había necesidad de golpear mas, lo había dejado completamente noqueado. Junghwan se removió un par de veces más, parecía no poder contener su enojo. Doyoung no lo culpaba, pero tampoco quería que se involucrase más. Las cosas que tenía que resolver con Dohwan, las trabajaría por sí mismo.

_Déjalo... Solo..._ Doyoung respiro profundamente. _No vale la pena ¿Si? _Doyoung le dio una miradilla a Junghwan.

_Pero... _ Junghwan resoplo. _ ¿Cómo puedes decir eso? _ Junghwan soltó. _ Mira cómo te dejo, las cosas que te dijo. _ Junghwan observo a Doyoung. _Si yo no hubiese estado aquí a tiempo... _

_Junghwan... _Doyoung soltó.

_ ¿Que? _

_Por favor, quiero irme de aquí. _Doyoung suplico.

Junghwan se le quedo mirando a Doyoung. _ ¿A dónde? _

_Donde sea, pero contigo. _

Doyoung lo dijo con el corazón, era lo que más deseaba en esos momentos. Escapar de esa vida, que no deseaba tener. Escapar de esas personas, que realmente no lo amaban. Necesitaba hacerlo de inmediato, antes de que fuese demasiado tarde.

_Conozco un lugar..._




Junghwan había decidido llevarlo, al único lugar que le parecía pacifico. Después de pasar por algunas cosas de botiquín, se dirigieron a la estación de trenes. Junghwan le pareció un buen lugar, ya que era de madrugada. Era algo así como su lugar favorito, para olvidarse del mundo. Tomaba un viaje sin rumbo, mientras se concentraba en pensar profundamente. Esperaba que sirviese para el pelirrojo, no tenía mucho que ofrecerle.

Junghwan tomo el rostro del pelirrojo, observando en plenitud. Noto las heridas del golpe, sintió mucha rabia. Apenas pudo controlarse, cuando vio como el pelirrojo era golpeado. No le sirvió de mucho, termino partiéndole la cara a ese tipo. Prometió mantenerse en la línea, pero se le estaba haciendo imposible. Si Doyoung necesitaba de su ayuda, siempre iba a estar ahí.

Junghwan preparo la curación. Un poco de alcohol, contra un tierno algodón. Acerco el algodón a la primera herida, en el rostro del pelirrojo. Estaba localizada en su pómulo derecho, se la había hecho al caer al piso. Un raspón de finas líneas, que se dedicó a limpiar meticulosamente. Junghwan se puso a ver las reacciones del pelirrojo, no quería lastimarlo. Doyoung no mostraba expresión alguna, su cara estaba completamente fría.

_ ¿Te duele mucho? _Junghwan se atrevió a preguntar.

_No._ Doyoung soltó.

Junghwan miro fijamente a Doyoung. _Por favor, se sinceró conmigo. _

Doyoung correspondió aquella mirada de Junghwan. _Lo soy. _

_Es una herida bastante dolorosa y..._

_Estoy acostumbrado a recibirlas. _Doyoung fue sincero.

_ ¿Que? _

Doyoung sonrió débilmente. _Me pediste que fuese sincero. _

Junghwan pensó lo peor, lo peor de lo peor. Se obligó a pensarlo, para irse preparando. De todos modos, no llego a aceptarlo. No podía aceptar que aquella idea, fuese a ser una realidad. No podía aceptar algo así, simplemente no se lo perdonaba. Se negó completamente a la realidad, se animó a pensar que todo estaba en su imaginación.

_ Él no te golpea... ¿O sí? _

Doyoung se tornó cabizbajo. _Si. _

Junghwan lo hizo con naturalidad, acunar a Doyoung en un abrazo. El pelirrojo lo acepto, complementándolo perfectamente. Doyoung dejo ir un par de silenciosas lágrimas, representando todo ese dolor. El dolor de su pasado, el dolor de su presente. Todo lo que había tenido que soportar y de lo que le costaba escapar.

_No sabes cuánto me cuesta no irme en estos momentos y hacerle pagar por todo el daño, que te ha estado haciendo dúrate todo este tiempo. _

_Ya paso. _Doyoung soltó.

Junghwan escucho aquellas palabras, sintió tanta impotencia. Doyoung había estado siendo maltratado, por su antiguo novio. Junghwan aparto aquel abrazo, encaro al pelirrojo. Desde el momento de lo del bar, ya sabía que algo andaba mal. La escena en el gimnasio, solo había reiterado todo. El suceso del estacionamiento, solo era la cereza del pastel.

Junghwan rodo sus dígitos contra su cabellera. _ ¿Cómo es que deje que esto pasase? _

_No es como si pudieses detenerlo, esto viene pasando desde hace mucho. Cuando Dohwan conoció las drogas, para ser especifico. _ Doyoung hizo un amargo. _ Las drogas lo vuelven violento y siempre se desquita con alguien. La mayoría de las veces, es conmigo. He estado ahí, en casi todos sus malos momentos. _

Junghwan llego a acariciarle el rostro del pelirrojo, concentrándose en la segunda herida. La más significativa de todas, la que había sido generada con intención. Una ligera brecha en el labio inferior del pelirrojo, esta había arruinado su adorable composición. Junghwan no pudo hacer mucho por ella, más que desinfectarla con cuidad. Con suerte la herida, no dejaría una evidente cicatriz.

_Solo puedo decir... ¿Por qué? _

_Porque estaba enamorado, muy enamorado. _ Doyoung arrastro sus palabras. _ Creía que, si lo soportaba, él lo apreciaría. Recurrentemente talvez, dejaría todo ese mundo. Entonces talvez, los maltratos desaparecerían. _

La voz de Doyoung se desvaneció lenta, pero dolorosamente. Estaba siendo muy sincero, pero también estaba desdoblando cosas. Le dolía mucho hablar de aquello, era como destapar una vieja herida. Mas tenía que hacerlo, tenía que dejar las cosas ir. Hablar por sí mismo, pedir ayuda talvez.

_ ¿Cómo es que nadie nunca se enteró? Doyoung, debiste haberlo denunciado. _

Doyoung hizo otro amargo. _Yo nunca le dije nada a nadie, me esforcé en ocultarlo todo. Cada moretón, cada herida. Utilizaba ropa cubierta, mucho maquillaje. Era mejor así, no quería generar problemas. Si mi familia se enteraba, iba a ser un escándalo. Ya conoces a mis hermanos, lo hubiesen matado a golpes. _

Doyoung remango su sweater, era bastante cubierto. Desde su cuello, hasta sus extremidades. No dejaba ver absolutamente nada y era mucho mejor así. Cada cicatriz que le había generado los maltratos, debía ser estrictamente ocultada. Borrarlas solía ser cuestión de tiempo y algunas cremas. Mas había otras que solo, no querían abandonarle. Como un profundo recordatorio, de todo el dolor vivido. Las relaciones toxicas, dejaban todo tipo de marcas.

_ ¿Entonces preferiste sacrificarte? _ Junghwan resoplo.

Doyoung se encogió de hombros. _Siempre lo he hecho, estoy bien con ello. _

_ ¿Qué...? _ Junghwan resoplo una vez más. _ ¿Qué hay con la frase que le dijiste? _

Doyoung frunció el ceño. _ ¿Cual? _

_Dijiste que valías más que ello, que merecías mucho más. _

Doyoung se tornó cabizbajo. _Solo estaba tratando de ser valiente, pero no funciono. _

Junghwan no lo soporto, tomo aquel rostro. Encarando al pelirrojo, lo miro fijamente a los ojos. Una caricia llevadera, que repartió entre sus rojizos cabellos. La mirada que Doyoung le regalo, la iba a guardar para siempre. El chico tenía los ojos vidriosos, llenos de pesadas lágrimas. Junghwan negó rotundamente, dejo un beso en la frente del pelirrojo.

_Eso no es cierto, tu eres muy valiente. _

Doyoung sonrió brillantemente. _Lo dices porque me quieres..._

Junghwan dejo ir un par de lágrimas, él no lo quería, él lo amaba. Más que nada en la vida, lo amaba cada vez más. Haría cualquier cosa por protegerlo, cualquier cosa por hacerlo feliz. Doyoung era su faro de luz, entre ese gran océano de males. Junghwan volvió a besar la frente del pelirrojo, lo tomo en un gran abrazo.

_Por supuesto que te quiero, te quiero mucho. _ Junghwan suspiro profundamente. _ Es por eso que, no quiero que te pase nada malo. Quiero protegerte de todo mal, aunque yo sea, uno de esos males. _

_Si lo dices por tu pasado, créeme. _ Doyoung se acercó al oído de Junghwan. _ Sé que eres bueno, una buena persona. Con un corazón noble y un alma sensible. _ Doyoung termino por encarar a Junghwan. _ Me enloquece tu bondad, me tienes loco por ti. _

Doyoung se acercó al rostro del azabache, casi a centímetros de distancia. Como pidiendo permiso y a la vez tentándolo. Era más que obvio, estaba rogando por un beso. Doyoung lo había estado rogando sin parar, necesitaba besos de verdad. Doyoung llego a rozar sus labios contra los de Junghwan. Se acomodó para atraparlos, pero nunca los encontró. Doyoung abrió los ojos rápidamente, encontrándose con un alejado Junghwan. Junghwan le miró fijamente, con una intensidad palpable.

_Detente..._ Junghwan apretó los ojos en frustración. _Detente antes que desee, hacerte completamente mío. _

Doyoung sonrió ante la imagen de Junghwan, quien seguía con los ojos cerrados. Bien podía intentar besarlo nuevamente, pero conocía sus magníficos reflejos. Junghwan era del tipo, un tipo muy respetuoso. Probablemente no lo besaría, al menos que fuesen algo. Más eso no le impedía, besarle en lugares amistosos.

_Te amo. _ Doyoung beso esa frente. _Te amo mucho. _ Doyoung beso esa nariz. _Te amo demasiado. _El chico beso la comisura de esos labios. _ ¿Entiendes? _ Un casto beso en esa barbilla. _ Soy tuyo. _Un certero beso en el cuello.

Junghwan pego un pequeño saltito, al recibir el último beso. Doyoung sonrió ante aquella reacción y también tomo notas. Junghwan se le había quedado mirando, mientras le acariciaba el rostro. El chico ponía especial atención en sus mejillas, parecía adorarlas.

_Yo también te amo. _

Doyoung volvió a sonreír, como no había sonreído en toda la noche. Era una sonrisa genuina, capaz de iluminar el lugar. Junghwan agradeció aquella imagen, ser el único que la presenciaba. Era un privilegio, que nunca pensó que tendría. Sabía que era la causa de esa sonrisa y quería seguir siéndolo.

_Necesito que me prometas algo. _Doyoung dijo de la nada.

Junghwan frunció el ceño. _ ¿Que? _

_Prométeme que le contaras a Jeongwoo, sobre tu pasado. _

Doyoung saco el tema rápidamente, mas no sabía si era el momento adecuado. Talvez solo estaba algo sensible, el momento se había vuelto nostálgico. Viendo directamente a los ojos a Junghwan, le deseo sinceramente lo mejor. Deseo que todos lo comprendiesen, como él lo hacía. Más sabia que todos no eran capaces de aquello, solo personas de empático corazón. Personas como él, personas como Jeongwoo.

_ ¿Por qué? _Junghwan se le quedo mirando a Doyoung.

_Antes de que yo llegase, él fue el primero, en creer en ti. _ Doyoung sonrió amablemente. _ Si no hubiese sido por él, jamás nos hubiésemos acercado. Si no hubiese sido por él, jamás hubieses tenido un mejor amigo. _

Junghwan asintió con una mediana sonrisa. _Tienes razón, le debo mucho. _

Doyoung miro hacia la ventana del tren, que se movía hacia la siguiente parada. Justamente de vuelta a Seúl, el tiempo se había pasado volando. Doyoung volvió a mirar a Junghwan, tomo su mano entre las suyas. Miro alrededor de la cabina del tren, como si de una panorámica se tratase. No había una sola alma, solo eran ellos dos.

_Cuando se detenga este tren, justo en la estación cercana a la barreada. Tus iras a hablar con Jeongwoo y contaras cuanto puedas sobre tu pasado. _

Junghwan trago hondo. _ ¿Qué pasa si... no me acepta como soy? _

Doyoung coloco su mano sobre el hombro de Junghwan, dio un par de palmadas. Como dándole aliento, sabía que hablar sobre el pasado, siempre era difícil. Ese día le había tocado hablarlo, había sido difícil salir de su zona, pero también se sentía liberado. Ahora que ya no había secretos entre ellos, solo les quedaba luchar por su amor. Doyoung sabía que eso no iba a ser fácil, mas no perdía las esperanzas.

_Lo hará, te lo aseguro. _




Un mensaje fue suficiente, para que las cosas se diesen. Junghwan espero justo fuera de la casa de los Watanabe y Jeongwoo no se hizo esperar demasiado. El chico salió con lo que parecía ser un pijama y una cara divinamente somnolienta. Jeongwoo no había ido a la dichosa fiesta, solo se había quedado en la pijamada. Comió lo que tenía que comer y hasta de más. Comer le daba un inesperado ataque de sueño y lo demás fue predecible.

Junghwan sonrió aliviado al ver a su mejor amigo, no pudo evitar ir a abrazarlo de inmediato. Tomando a Jeongwoo desapercibido, apenas le pudo corresponder a tiempo. Junghwan no se lo tomo mal, sabía que el chico era un despistado. Un despistado que extrañaba mucho, ya no lo veía tan constantemente. Todos parecían estar obsesionados con los exámenes y la dichosa fiesta de Halloween.

_Ha sido un tiempo. _Jeongwoo silbo.

_Yo también te extrañe. _

Junghwan se aferró aún más al abrazo, escuchando una risilla de Jeongwoo. Junghwan no la paso desapercibida, sabía que el chico lo picaría luego. Jeongwoo solía ser el cariñoso de la relación, siempre buscando contacto de la nada. Junghwan debía admitirlo, no era el más cálido amigo. El mundo en el que había vivido, era demasiado frio. Nadie era realmente cercano a ti, todos estaban simplemente aliados. Junghwan venia recuperando la confianza en las personas, lo iba haciendo como podía.

_Andas muy cariñoso hoy. _Jeongwoo pico.

Junghwan se encogió de hombros. _Algo... _

Jeongwoo dejo ir el abrazo, se quedó viendo al azabache, cargaba unas ropas interesantes. Una camiseta con un logo de hotel y unos pantalones de vestir. Todo normal hasta ahí, el chico siempre trabajaba medio tiempo. Lo extraño era esas pequeñas manchas de sangre, que no pasaron desapercibidas. Jeongwoo busco alguna herida en el rostro de Junghwan, pero no ubico ninguna. Jeongwoo le pico la curiosidad por preguntar, pero presentía que Junghwan le diría.

_ ¿Estas bien? _Jeongwoo no puedo evitar decirlo.

Junghwan soltó. _Lo estoy. _

_ ¿Por qué querías hablar conmigo? _Jeongwoo fue curioso.

_Tengo algo importante que decirte. _ Junghwan soltó.

_Soy todo oídos. _Jeongwoo silbo.




Junghwan empezó con lo más simple, el hecho de porque estaba ahí. Jeongwoo termino saciando sus dudas al respecto de la sangre, sabiendo que era de Doyoung. Después de aclarar ese incidente, siguió el verdadero tema de conversación. El pasado de Junghwan. Junghwan hablo, hablo todo. Absolutamente todo lo que había hablado anteriormente con, las personas con las que había decidido desahogarse.

Lo había hablado primeramente con Jeongin, luego con la ley, seguidamente Doyoung y ahora Jeongwoo. Junghwan sintió algo mientras hablaba, esta vez había sentido menos ganas de llorar. Como si cada vez que hablase, el dolor de su corazón se vaciaba más. Las lágrimas estaban empezando a cesar y su corazón estaba sanándose.

Jeongwoo fue un excelente par de oídos, mas empático de lo que alguna vez creyó. Sostuvo su mano durante toda la conversación y la abrazo cuando sintió ganas de llorar. Junghwan no lo quiso señalar, pero pudo ver como a Jeongwoo se le inundaron los ojos en lágrimas. Incluso sintió como las enjuagaba, mientras no podía verlo en el abrazo. Junghwan se dio dé cuenta de algo esa noche, Jeongwoo era el mejor de los amigos.

_ ¿Cómo es que lograste escapar? _

Jeongwoo se atrevió a preguntar, lo único que no le había quedado claro. No sabía si era correcto preguntar, incluso cuando Junghwan le había dado permiso. El tema le parecía sumamente delicado, había entendido el porqué, de las conductas extrañas de Junghwan. Ya no le quedaba duda, el chico si estaba roto. Ahora solo le quedaba apoyarlo, era lo que más necesitaba. Disipar todas esas dudas de Junghwan, sobre que no lo iba a comprender. Eran amigos y lo seguirían siendo.

Junghwan bufo. _ ¿Quién dijo, que no me encontraron? _

Jeongwoo jadeo. _ ¿Lo hicieron? _

_Por supuesto que sí, fue fácil para ellos. _

Jeongwoo se quedó en aire al escuchar aquello, una simple pregunta, se había convertido en dos. A ese punto de la conversación, talvez serian muchas más. La curiosidad le picaba, no podía negarlo. Junghwan era la definición de caja de pandora, que todos querían destilar.

_ ¿Cómo es que no estás en la cárcel? _

Junghwan hizo una mueca. _Me tuvieron mucha lástima, porque era sumamente joven. _

_ ¿Entonces te dejaron libre? _Jeongwoo fue curiosos.

Junghwan negó rotundamente _No es como en las películas, si eso es lo que crees. _

Jeongwoo agudizo su mirar hacia Junghwan. _ ¿Le vendiste tu alma al diablo o algo así? _

Junghwan se quedó pensando y talvez sí. Había hecho algo parecido, una cadena con grillete, que venía arrastrando. Su vida dio un giro de trescientos sesenta grados, después de aquel incidente. Tratar con la ley, era mucho más que solo leyes. Los trueques y discusiones. El pan del día de cada nación y sus víctimas solían ser los más necesitados.

_Ellos me internaron en un juzgado de menores, hasta que cumplí la mayoría de edad. _Junghwan explico con lentitud. _Lo hicieron para asegurarse, de que no volviese a las calles. _ Junghwan observo a Jeongwoo. _ Me ofrecieron todo lo que necesitaba yo y mis abuelos. Yo me quede por elección y ellos lo valoraron. _ Junghwan miro a la nada. _ Para cuando regrese a las calles, había olvidado completamente mi pasado. Empecé las cosas de cero, me gané una beca en la universidad. _Junghwan hizo una mueca. _Incendie todo mi pasado, pero hay cosas que no se pueden borrar. _ Junghwan respiro profundamente. _Sigo siendo un humano, que cometió muchos errores. _




Moonhee contempla la cama rellena, sabe que Yoshinori está ahí. También sabe que, no debería de meterse con él. No sabe porque está ahí, solo sabe que quiere que la perdone. Esta dispuesta a todo por conseguirlo, incluso si suena imprudente. No soporta la indiferencia del japonés, toda la tarde se le hizo un infierno.

Toma una bocanada grande y se deja llevar por sus sentimientos. Moonhee se mete entre las sabanas, cara a cara con el japonés. Puede sentir su respiración contra su rostro, los pequeños sonidos que genera. Moonhee se le queda mirando entre las sombras, que se acomodan en los rasgos de su rostro. Su pequeña nariz puntiaguda, apenas es visible. Esos delgados labios, lucen rojizos por la calefacción. Mas su favorito personal, el lunar cerca de la quijada. Siente curiosidad de tocarlo, acerca su dedo para picarlo. Moonhee se detiene a centímetros de distancia, siente que está perdiendo la razón. Se concentra en lo que ha venido y nada más que eso.

_Yoshi..._Moonhee susurra.

Yoshinori abre los ojos lentamente y da un saltito de la impresión. El japonés se frota los ojos, pero su vista da para comprobar lo que ve. Moonhee está justo entre sus sabanas, a centímetros de distancia de su rostro. Su mirada fija hacia sus ojos y su respiración entrecortada. Esta vez no es un sueño y eso lo aterra aún más.

_ ¿Qué haces aquí? _Yoshinori murmura.

Buena pregunta para Moonhee, pregunta que sabe cómo responder. Lo malo es que le cuesta decirlo, ella juega con sus manos. Piensa muy bien como decirlo, bajo la atenta mirada del japonés. Se decide a decir algo simple, bastante directo.

_Vine a pedirte perdón. _

Yoshinori hace un sepulcral silencio, aún sigue contemplando la idea, de que todo sea un sueño. Talvez debería picar a Moonhee, pero se arriesgaría a ser golpeado. No es como que alguna vez la chica lo haya golpeado, pero tampoco se va a arriesgar a que le reconfigure la cara. Si es que no se la reconfigura su hermanastro, cuando los encuentre juntos.

_Vuelve a tu cama Moonhee, esto podría malinterpretarse. _Yoshinori suplico.

Moonhee negó rotundamente. _No volveré a mi cama hasta que me escuches. _

Yoshinori solo logro resoplar audiblemente. _Está bien, te escucho. _

Moonhee carraspeo buscando valentía, valentía que apenas consiguió. Tenía que quitarse ese orgullo y eso era difícil. Estaba acostumbrada a ganar, a obtener siempre lo que quería. No lo iba a negar, quería al japonés ¿Cómo lo quería? Realmente ya no sabía. Se suponía que eran mejores amigos, pero los amigos no se querían así. Con una posesividad innecesaria, una dependencia palpable.

_Lo admito, me dolió. Me dolió que no me escogieses, hirió mi orgullo. _ Moonhee resoplo en una rabieta. _ Esperaba que me escogieses, porque somos mejores amigos. _ Moonhee se mordió la lengua. _Fui muy caprichosa en pensar, que eso sería suficiente, para que me escogieses. _

Yoshinori dejo ir otra ausencia, esta era mucho más fría. Era su única autodefensa ante la chica, que amenazaba con derretir su corazón. Ella había dicho algo que él ya sabía. Sabia las consecuencias de sus decisiones, pero no se imaginaba que Moonhee explotaría tan así. No le parecía tan seria la cosa, al menos que, los celos de Moonhee, no fuesen solo de amigos.

_Yo.... _

Moonhee se abraza al cuerpo del japonés, acunando su rostro en su cuello. Abraza con todas sus fuerzas, respira el aroma que puede. Esa loción que adora, pero que nunca se ha atrevido a admitir. Trata de tomar más valor, ser un poco más sincera. Eso podría ser peligroso, pero le da muy igual. Tiene que decirlo antes, antes de que su corazón explote.

_Lo admito, estoy celosa. Celosa de verte ensayar con Jiwoo, cuando siempre has sido mi pareja. _ Moonhee refunfuño. _ Se siente raro bailar con otro, cuando yo te quiero a ti. _ Moonhee suspiro. _ Con esto me he dado cuenta, que soy muy celosa contigo. _ Moonhee lucha para soltar aquella ultima frase. _ Pero es que, me da miedo perderte. Te quiero Yoshi, te quiero mucho. _

Yoshinori escucha aquellas palabras, sin saber como interpretarlas. Un silencio de su parte, le parece muy cruel. Aunque decide no hablar, su cuerpo lo hace por él. Acunando sus manos en la cabellera de la chica, acariciándola de a poco. Un sonidillo que genera calma, mientras la acaricia constantemente. Ni siquiera puede pensar, tiene miedo de saber esa rotunda respuesta.




Jeongwoo camina de puntillas, mientras regresa de ver a Junghwan. Ha sido una madrugada larga y está más que agotado. Planea regresar sigilosamente hasta su habitación y cambiarse sus goteantes ropas. El otoño lo ha agarrado a pocos metros de la casa, justo cuando se despidió de su mejor amigo. Las gotas de agua lo empaparon en segundos y ahora estaba tiritando tal desgraciado. Jeongwoo avanza hasta el umbral de la cocina, dispuesto a llegar a su destino final.

_ ¿Dónde demonios estabas...? _ Haruto le da una mirada a Jeongwoo. _ ¿Sabes lo que me costó persuadir a Moonhee? _

Jeongwoo para en seco, si es que se puede decir. Esta tan empapado, que teme arruinar el piso de madera. Maldice a los Watanabe y su obsesión por la madera. No le sorprende haber alertado a Haruto, el piso tiende a chirriar un poco. Jeongwoo termina su repertorio y decide encarar al japonés. Colándose en aquel umbral de la cocina, apoyando su figura en este.

_Yo no te pedí que persuadieses a nadie..._ Jeongwoo le hizo una mueca. _Míster yo lo arreglo todo. _Jeongwoo murmuro entre dientes.

Haruto se cruzó de brazos. _ ¿Y qué pensabas decirle a tu hermana? _

_ ¡Que Junghwan me necesitaba! _Jeongwoo silbo.

Haruto escucho ese divino nombre, parecía ser le única motivación del coreano. A Jeongwoo no lo despertaba absolutamente nadie, nadie que no fuese su mejor amigo. Haruto no lo juzgo más, sus razones tendrían para ceder. Aunque eso no le impidió sentir, esas pequeñas cosquillas de celos.

Haruto bufo. _ ¿A las tres de la madrugada? _

Jeongwoo se encogió de hombros. _Es la pura verdad. _

Haruto se le quedo mirando al coreano, sus ropas completamente empapadas. No era muy difícil de adivinar de donde venía, aún seguía lloviendo torrencialmente. Haruto se acercó hasta donde estaba el chico, le dio una mirada más detenida. No pudo sino resoplar, Jeongwoo no se cuidaba ni un poco. Esa empapada ropa, le daría un resfriado horrible. Un pequeño pollito mojado, generaba lastima absoluta en el japonés.

_Estas completamente empapado... _

_ ¿Y...? _Jeongwoo silbo.

Jeongwoo no le importaba haberse empapado, en lo absoluto. Seguía estando en banca y no era necesario estar al cien. Probablemente se quedaría en banca, por el resto del campeonato. Jihoon seguía teniendo más pleitesías, según lo que Jaehyuk le había comentado.

_Te vas a resfriar Jeongwoo. _Haruto insistió.

Jeongwoo se encogió de hombros. _Me vale... _

Haruto le dio una mirada a Jeongwoo. _Quítate la ropa Jeongwoo. __

Jeongwoo abrió los ojos tales platos. _ ¿Que? _

_No te hagas el desentendido. _

_ ¿Cómo quieres que me quite la ropa frente a ti? _Jeongwoo chillo.

_ ¿Y yo cuando dije que era frente a mí? _

Haruto logro responder, aunque deseaba reírse de Jeongwoo. El chico tenia las reacciones más espontaneas y no podía evitar disfrutarlas. Ahí estaba Jeongwoo, con esa expresión de dramatismo puro. Le sorprendía que no estuviese en Yonsei, las artes escénicas le iban de maravilla.

_Bueno... _

Jeongwoo se sintió un tanto estúpido, por tomarse las cosas de mala manera. Debía admitir que, el tono del japonés, hacia todo sonar indebido. Era una percepción que tenía en su mente, es que todo lo decía fríamente. Talvez solo estaba jugando con él y lo peor era que, le seguía totalmente la corriente. Como si llevasen ese juego desde hace un tiempo y no les costase volver a acoplarse.

_ ¿Por qué de repente eres tan recatado? ¿Quieres que te recuerde las veces que te has desnudado ante mí? _Haruto insinuó.

_ ¡Ya! _Jeongwoo chillo. _ Me haces parecer indecente... _

Haruto le dio una mirada a Jeongwoo. _Deja de hacerte el puro. _

Jeongwoo se señaló así mismo. _Yo soy muy puro. _

Haruto le dio una mirada a Jeongwoo, una de arriba abajo. Una sonrisa perlada surco su rostro. Jeongwoo la noto con mucha atención, casi llego a disfrutarla. Era una bonita sonrisa, ni siquiera podía negarlo. Sabía que la había generado y eso lo hizo sentir bien. Jodidamente bien, su corazón revoloteo.

_No te preocupes, solo estaba bromeando. _ Haruto se acercó al oído de Jeongwoo. _ Se te nota que eres virgen. _Haruto susurro.

Jeongwoo pego un brinco y aprovecho para empujar a Haruto. Agradeció que este se separase, porque el acercamiento lo tomo desapercibido. Haruto lo había leído bien, había dicho toda la verdad. Jeongwoo no había tenido muchas parejas, incluso cuando era bisexual. Un par de chicas y otro par de chicos. Nada realmente serio, solo toqueteos que nunca pasaron a más.

_Yo no.... Bueno si..._ Jeongwoo hizo una rabieta. _ ¿Y qué? _

Haruto se encogió de hombros. _Mejor no opino más nada. _Haruto señalo hacia la hilera de cuartos. _Anda, ve a donde está tu ropa. _

Jeongwoo se quedó viendo el pasillo de habitaciones, no tenía sentido ir hacia él. El único pijama que había traído, se encontraba empapada contra su cuerpo. Una cosa muy jocosa, ya no tenía con que dormir. Jeongwoo llevo su vista hasta el japonés y decidió decir lo primero que se le venía a la mente.

_No tengo más ropa para dormir. _Jeongwoo soltó.

_Entonces duerme desnudo, ya debes estar acostumbrado. _Haruto le dio la espalda a Jeongwoo.

Jeongwoo tomo el brazo de Haruto. _ ¿Me vas a dejar dormir así? ¡Que mi cuarto no tiene tan buena calefacción! _

Haruto encaro a Jeongwoo. _ ¿Y qué pretendes que haga? _Haruto silbo. _ No vienen a repararla hasta mañana. _

Jeongwoo dejo ir un pronunciado puchero, ajusto sus mejores ojos de cachorro. Se le quedo mirando al japonés, tratando de apelar a su lastima. Necesitaba ropa nueva y si la iba a buscar a su casa. Su madre probablemente le daría un palo en la cabeza, por haberse quedado debajo de la lluvia. Su madre solía ser comprensiva con todo, pero siempre trataba de cuidar su salud.

_Dame algo de tu ropa, por lo menos. _Jeongwoo suplico.

Haruto se quedó viendo aquella carita, le recordó al pasado. Jeongwoo nunca había sido el más limpio, siempre iba por ahí, con su cara llena de polvo. Luego ese polvo se combinaba con agua y era algo así como un niño lodoso. Haruto solía llevar toallitas húmedas, limpiaba su rostro cuando se dejaba.

_Sígueme. _




Una vez en la habitación del japonés, ambos se quedaron mirándose. Jeongwoo rompió el contacto visual, mirando a su alrededor. Sentía la mirada del japonés, incluso cuando la había rechazado. Jeongwoo no tuvo otra opción que volver a mirarle y este ya lo estaba mirando. Ese juego de miradas prevaleció, hasta que Jeongwoo decidió hablar.

_ ¿No dijiste que me tenía que cambiar solito o es que me vas a ayudar a cambiar? _Jeongwoo levanto las cejas.

Haruto bufo. _Baja la voz... _

_ ¡Okay! _Jeongwoo sonrió divertido.

Haruto camino hasta ubicarse en su ropero, justo en el área de ropa de dormir. Una hilera de seis cajones, todos hechos de caoba. El aroma se podía sentir en toda la habitación, olía a un refrescante bosque. Jeongwoo recordó esas historias de omegaverse, aseguro algo de inmediato. Si el japonés fuese alguna especie de lobo, seguramente sería un alfa. Su olor característico, probablemente sería la caoba.

_Busca entre mis cajones, saca un conjunto que te guste. _

Jeongwoo asintió a espaldas del japonés, lo noto luego de unos segundos. Se sintió tonto al asentir, pero ya lo había hecho. Seguramente la puerta se cerró, Haruto le había dado algo de privacidad. Jeongwoo agradeció esa privacidad, incluso cuando no la necesitaba del todo. Haruto ya había visto bastante de su cuerpo, no importaba un poco más.

Jeongwoo se arrodillo frente a los diversos cajones, dando con algunas combinaciones de pijamas. Le llamo la atención una combinación en gris, así que la tomo de inmediato. Mientras la tomaba, escucho un tintineo extraño. Jeongwoo ignoro aquel tintineo, le urgía cambiarse de ropas.




Haruto toco la puerta un par de veces, ya había esperado una buena cantidad de tiempo. Nadie respondió al llamado, la puerta se encontraba entreabierta. Eso le llamo la atención y se atrevió a abrirla por completo. La imagen que se encontró, le sorprendió un poco, mas era algo que ya se esperaba. Jeongwoo se encontraba tirado en su cama, una posición bastante acurrucada. Haruto vio como las colchas, lo acurrucaban perfectamente.

Haruto miro fijamente la imagen. _Este niño..._Haruto sonrió un poco. _ Jeongwoo, Jeongwoo... _Haruto llamo al coreano. _ Se quedó totalmente dormido. _Haruto murmuro. _

Jeongwoo parecía estar muy como do en su cama, no quería despertarlo para que se fuese. La calefacción de su cuarto era la mejor de la casa e impediría que el coreano se enfermase. No le importaba si tenía que dormir con el coreano, en realidad le agradaba. Era como en los viejos tiempos, extrañaba esos viejos tiempos.

Haruto se acostó frente a el coreano, lo observo dormir plenamente. Con sus pestañas pequeñas y sus ojos a juego. Sus manos seguían ahí, igual de destrozadas que siempre. Haruto se atrevió a tomarlas entre las suyas, las acaricio solo un poco. No quería despertar a Jeongwoo, su sueño era ligero cuando no bebía. La sensibilidad del chico, incluía todos sus sentidos. Haruto lo sabía muy bien, había lidiado cada uno de ellos.  






Tercera parte del capítulo, esta madrugada fue larga. Como dije anteriormente, este se ha convertido en uno de mis capítulos favoritos.

 La parte de Mashikyu fue para ustedes, que siempre me pidieron mas de este shipp. 

Los que no lloraron con la parte de Dohwan, les doy todos mis respetos porque yo sigo llorando. 

Les tengo unas preguntitas semanales, variemos un poco de lo habitual.

Intenten adivinar los signos zodiacales de mis personajes. Las que me adivinen esta les dedicare el siguente capítulo. 

¿Que opinan sobre la manera en como Doyoung enfrenta sus problemas?

¿Creen que la relacion de Mashikyu tiene amor o esta basada en otra cosa?

¿Creen que Yedam se resbale en la bisexualidad? 

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