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Capítulo 13 (1 parte)

Junkyu rueda entre medio de las sabanas, estas se deslizan en su cuerpo, hasta abandonarlo por completo. Logrando despertarse completamente, mira la hora en cuestión. Junkyu revisa la hora en su reloj, son las siete de la mañana. Le da un vistazo a su alrededor, el amanecer empieza a apoderarse de los ventanales, hasta darse paso a la habitación. Los rayos de luz son bastante quisquillosos, encargándose de ocupar todo lugar.

Junkyu se niega a recibir aquellos rayos de luz, se dirige a cerrar las ventanas del lugar. Cuando está a punto de hacerlo, sus ojos se distraen vanamente. Junkyu se distrae con la imagen, que se manifiesta frente a sus ojos. Mashiho yaciendo en la cama, descansando profundamente. Junkyu reconsidera sus ideales y decide dejar las cosas como están. Se dirige hasta donde está el japonés, hasta quedar lo suficientemente cerca, como para apreciar a la perfección. Junkyu toma un vistazo en detalle, jura que está en la presencia de alguna divinidad.

Junkyu se queda pensando en los relatos, de su profesor de mitología de la secundaria. Una clase en la que hablo, sobre los ángeles y los demonios. El hombre sostenía que los ángeles, no eran tan hermosos como los pintaban. Junkyu recuerda haberle preguntado, si con los demonios eran lo mismo. El profesor termino negando rotundamente, aseguro que era diferente. Llego a asegurar que los demonios, eran la personificación de la belleza humana. Junkyu pensó que era mentira, una exageración de su profesor.

Junkyu siguió conservando sus propias conclusiones, hasta que Mashiho llego a su vida. El aspecto del japonés, no combinaba con su personalidad. Junkyu empezó a comprender, lo que su profesor había explicado en el pasado. Mashiho era la representación exacta, de aquel demonio descrito. Con la belleza de un humano y los líos internos de un demonio.

_Traes el cielo con tu cuerpo y el infierno con tu personalidad. _

Junkyu acaricia la tinturada cabellera del japonés, aún sigue siendo de un color rosa pastel. La peina a una dirección, en la que pueda ver los ojos del japonés. Apreciando esas largas pestañas, que rodean esas redondas orbes. Mashiho se remueve hasta adaptarse a su toque, recibiéndolo con una sonrisa. Junkyu se torna totalmente hipnotizado, mientras sigue repartiendo caricias en ese rostro.

Junkyu opta por tomar las manos del japonés, estas se dejan tomar. Mashiho reacciona naturalmente a los mimos, pero solo cuando este está profundamente dormido. Junkyu nunca se lo ha dicho al japonés, es su más preciado tesoro. Junkyu se lleva la mano hasta sus labios, dejando un casto beso. El beso es apenas audible, prefiere no despertar al japonés.

Mantiene sus manos entrelazadas, mientras se queda mirándolas fijamente. Disfruta de los pequeños minutos de cielo, antes de volver al mismísimo infierno. Junkyu nota como las uñas del japonés, están pintadas de un rosa metálico. Junkyu frunce el ceño, mientras pasa las llenas de sus dedos sobre la pintura.

Junkyu presencia como las manos del japonés, se deslizan de las suyas. Mashiho se ha despertado de golpe, se ha encogido hasta ocultar sus manos. Mashiho se sienta, para luego esconder sus manos. Las esconde debajo de la tela de su piyama, evitando la mirada de Junkyu.

_ ¿Que estabas haciendo? _La voz de Mashiho tembló.

Mashiho se jalo las mangas de su pijama, hasta ocultar ambas manos. El pijama era lo suficientemente grande, como para ocultar su manicura. Mashiho se alivió a conseguirlo, le daba vergüenza mostrar sus gustos. Era un mal recurrente, no podía evitar ser así. Un femboy, con tendencias femeninas, ropa femenina, aspecto femenino.

_Dándote cariño. _Junkyu ronroneo.

Junkyu se le quedo mirando al japonés, mientras se acercaba poco a poco. Lo tomo por la cintura, hasta subirlo a su regazo. Mashiho se dejó hacer sumisamente, incluso se atrevió a disfrutarlo. Junkyu era experto en complacerlo, no podía negarlo. Besaba su cuello justo como lo deseaba, acariciaba donde lo necesitaba.

_Mejor hazlo cuando este despierto. _Mashiho jadeo.

Mashiho miro a los ojos de su novio, haciendo que este lo malentendiese. Junkyu lo acorralo contra la cama, besándole divinamente. Siguieron besándose así, hasta perder la noción del tiempo y agotar hasta el último aliento. Ambos se separaron jadeantes, se quedaron mirando hasta recuperarse.

_ ¿Desde cuándo te pintas las uñas? _Jukyu soltó.

Mashiho se deslizo de la merced del coreano, antes de que volviese a engatusarlo. Abandono la cama de inmediato, mientras pensaba en que responder. La mirada de Junkyu lo seguía, punzaba su espalda constantemente. Se lamentó haber olvidado quitárselas, pero había prometido mantenerlas. Sus primitas las habían pintado para él y no quería decepcionarlas. Las niñas habían hecho un buen trabajo y extrañaba mucho recibir pintura.

_Desde nunca. _

Mashiho mintió para salir del paso, no se permitiría decirle toda la verdad a Junkyu. Consideraba que aún no estaba preparado, que aún no estaban preparados. Decirle era un riesgo que, era difícil de tomar. Podía llegar a perder al coreano, si este le desagradaban sus gustos.

_ ¿Quién las pinto por ti? _Junkyu fue curioso.

_Mis primitas. _Mashiho soltó.

Junkyu se quedó mirando la manicura del japonés, la contemplo durante un tiempo. La manicura brillaba, en las penumbras de la habitación. Ese rosa metálico, asentaba la lechosa piel. Las manos lucían delicadas, asimilaban a las de una chica. Llamaron la curiosidad del coreano, se le fui imposible dejar de mirarlas.

_Ellas hicieron un buen trabajo. _Junkyu soltó.

Mashiho trago hondo. _ ¿Que? _

_Se ven hermosas en ti. _Junkyu busco la mirada de Mashiho.

Mashiho evito la mirada de Junkyu. _Gra-cias. _

Mashiho trato de controlar lo rápido que palpitaba su corazón, debido a las palabras del coreano. Junkyu no había repudiado la pintura de sus uñas, había dicho que se veían hermosas. Mashiho sintió una luz de esperanza en su interior, una que le permitía tener algo de valentía. La idea de confesarle todo a Junkyu, le paso por la cabeza.

Mashiho camino hasta donde estaba su maleta, sacando una bolsita en específico. La bolsita contenía algunas curaciones, que estaba usando para sus heridas. Se dispuso a sacar lo que necesitaba, colocarlo en la mesita de noche. Empezó a destapar sus heridas, ignorando el dolor que esto le causaba.

Junkyu vio como el japonés curaba sus propias heridas, este siempre procuraba hacerlo por su cuenta. Junkyu sintió la necesidad de ayudarle a curarlas, incluso cuando Mashiho siempre se negaba. El japonés era muy desconfiado y un orgulloso de primera. Mashiho solo se dejaba curar de los profesionales, de sus tíos y de Jihoon. Junkyu sintió envidia de todas esas personas, que habían tenido la oportunidad de ayudarle. Decidió intentar persuadirle una vez más, aun no perdía las esperanzas de ser aceptado.

_ ¿Necesitas ayuda con eso? _

_No. _Mashiho negó rotundamente.

Junkyu se colocó detrás del cuerpo del japonés, hasta llegar a acercarse lo suficiente. Junkyu acomodo su cabeza, sobre el hombro descubierto del japonés. Esparció besos de mariposa, en aquella piel lechosa. Junkyu pudo escuchar la respiración pesada, sentir el tiritar de la piel. Junkyu se acercó hasta llegar al oído, dispuesto a murmurar su petición.

_Mashiho... _ Junkyu susurro.

Mashiho jadeo. _ ¿Que? _

_Por favor. _ Junkyu rogo.

Mashiho se dispuso a pensar en la petición, pero ni siquiera podía hacerlo. Junkyu no lo dejaba pensar, con todos sus movimientos. Mashiho llevaba cayendo por ellos, desde que rompió con Jihoon. Se dejó llevar por las insistencias del coreano, hasta que termino aceptándole. Imposible de negarse a estas, totalmente atrapado en Junkyu. Una vez se encontró atrapado, no volvió a encontrar la salida. A este punto de su relación, solo él podía liberarle.

Mashiho asintió. _Está bien... _

Junkyu sonrió complacido, dejo un beso en la mejilla de Mashiho. Junkyu se bajó hasta los pies del japonés, para luego buscar los implementos. Tomo los pies del japonés entre sus manos, divisando las múltiples laceraciones. Estas estaban a lo más curarse, no eran tan profundas como parecían.

Junkyu noto como el japonés, había hecho gran parte de la curación. Junkyu solo le quedo hacer, lo que quedaba de esta. Se encargó de tomar el ungüento, para después colocarlo en las heridas. Una vez termino de colocar el ungüento, solo le faltaba volver a cubrirlas con vendaje. Junkyu se dedicó a rodear las heridas, con el terso vendaje.

_Fue bueno que no caminases mucho, las cortadas han mejorado rápidamente. _

_Me cargaste en tu espalda todo el rato, creo que exageraste un poco. _

Mashiho recordó como el coreano había ofrecido su espalda, para cargarle cuando lo necesitase. Mashiho había aceptado a regañadientes, siendo paseado por todo el hotel. Mashiho sonrió al recordar las miradas fisgonas, los comentarios de las personas. Todos habían sido buenos, cosa que le había sorprendido. Talvez era porque esas personas, los habían confundido con recién casados.

_ ¿Por qué te sorprendes? Sabes que haría cualquier cosa por ti, me tienes a tus pies. _Junkyu le regalo una sonrisa a Mashiho.

_Supongo que aún no me acostumbro, eres demasiado bueno conmigo. A veces siento, que no te merezco. _Mashiho acaricio el rostro de su novio.

_No digas tonterías así. _Junkyu miro fijamente a Mashiho.

_Pero..._

_Sin importar que papel cumpla en tu vida, yo siempre voy a seguir amándote ¿Sabes por qué? _

_ ¿Por qué? _

_Porque no hay más nadie en el mundo, que merezca ser amado, más de lo que tú, lo mereces. _

Junkyu se levantó para abrazar al japonés, este correspondió su abrazo de inmediato. Mashiho descanso su cabeza en el pecho del coreano, respiro profundamente. Mashiho disfruto de la calidez del coreano, el aroma que desprendía su cuerpo. Quería merecer todo aquello que le ofrecía, pero sabía que, no era la persona para él. Quería amarlo con todas sus fuerzas, pero no lo amaba ni la mitad.

_Yo también... te amo. _

_ ¿Lo haces? _Junkyu sintió que su corazón se aceleraba.

Mashiho titubeo antes de hablar. _No tan fuerte como tú, pero, lo hago. _

Junkyu se quedó mirando al japonés, sabía que estaba diciendo la verdad y eso era lo que más le dolía. Dolía más de lo que la gente decía, que algún día le dolería. Debió hacerles caso a los consejos de los demás, esos que solo querían verlo feliz. Junkyu había elegido una felicidad, pero esta solo era efímera. Todo se le estaba desvaneciendo de las manos, solo era cuestión de tiempo, para que no quedase nada.




Jeongwoo escucho en tintineante sonido de su alarma, que se esparcía en toda la habitación. Quería dejar que esta siguese sonando, pero el sonido le estaba taladrando los oídos. Decidió que tenía que levantarse, incluso si fuese a regañadientes. Esa alarma tenía un propósito, propósito con el que tenía que colaborar.

Jeongwoo utilizo su voz de recién levantado, para gruñir un par de veces. Revolvió su cuerpo entre las sabanas, hasta que este choco con algo. Jeongwoo paro en seco y abrió los ojos de golpe. Observo lo que tenía justo frente a sus narices, el japonés más molesto del mundo. Jeongwoo termino alejándose de un respingo, mientras se cubría el cuerpo con las sabanas. Los recuerdos de la noche anterior, se manifestaron en su mente. Recuerdos que se manifestaron como flashes, aturdiéndolo por completo.

Jeongwoo le costó, pero los capto. El llegando a la habitación, cayendo en los brazos del japonés. Procediendo a zafarse del mismo, para despojarse de sus ropas. Saltar directamente a la cama, acostarse en esta. Todo bien hasta ahí, hasta que recordó el resto. Como jalo al japonés a la cama, como lo acerco hasta su cuerpo. Jeongwoo espero por mas, pero se había acabado.

Jeongwoo salto a remecer el cuerpo del japonés, necesitaba saber el resto, o le iba a dar algo ahí mismo. No quería pensar en que ellos, que ellos dos habían, definitivamente no, esperaba que no. Jeongwoo jamaqueo más fuerte, estaba empezando a impacientarse.

_Despiértate. _Jeongwoo chillo.

_ ¿Que? _ Haruto gruño.

Jeongwoo espero a que el japonés, se terminase de despertar. Haruto se sentó en la cama, dejando que las sabanas lo abandonasen. El pecho expuesto del japonés, se mostró a tutiplén. Jeongwoo jadeo sonoramente, mientras mantenía su boca entreabierta. Jeongwoo miro de arriba abajo, mientras señalo fijamente al japonés. Jeongwoo se sonrojo completamente, no pudo seguir mirando más. Se tapó los ojos con su mano libre, mientras seguía señalando con la otra.

_ ¿Qué paso anoche? _ Jeongwoo apresuro sus palabras.

Haruto se aguantó una carcajada. _ ¿Que? _

_ ¿Qué paso entre nosotros? _ Jeongwoo señalo de sí mismo, hasta el japonés.

Haruto se deslizo de un golpe, hasta quedar frente a Jeongwoo. Una vez estuvo frente a este, empezó a destapar sus ojos. Haruto sintió como las manos de Jeongwoo, temblaban sobre las suyas. Haruto termino de apartar las manos de Jeongwoo, este conservaba sus ojos cerrados. Haruto sonrió ante la imagen, le pareció muy adorable.

_Hicimos... _

Jeongwoo abrió los ojos como platos. _¿Lo hicimos? _

_No. _ Haruto alzo la voz.

Jeongwoo se llevó la mano al pecho. _ ¡Qué alivio! Casi me da algo. _ 

Haruto hace una mueca. _Ya... _

Jeongwoo vio como el japonés, se volvía a colocar las sabanas, acostándose nuevamente en la cama. Jeongwoo lo vio cerrar sus ojos como si nada, extendiendo su cuerpo a lo largo y ancho. Jeongwoo se quedó esperando algo más, tenía que saber más. Que más había pasado después, quería saberlo todo ¿Por qué habían dormido en la misma cama? ¿Por qué habían amanecido abrazados? ¿Por qué ambos estaban en ropa interior?

_ ¿Por qué te vuelves a dormir? _ Jeongwoo se quejó.

_Porque tengo sueño. _

_ ¿Por qué? _ Jeongwoo alzo la voz.

Haruto le dio una mirada de muerte a Jeongwoo. _Dormí pésimo por tu culpa. _

Jeongwoo ladeo su rostro. _ ¿Cómo así? _

_Casi me ahogas con tus abrazos, pateas entre sueños, babeas sin parar. _ Haruto hizo un conteo.

Jeongwoo le tapó la boca a Haruto con una mano. _Puedes parar de quejarte de mí, ya entendí que soy molesto, un grano en el trasero. _

Haruto bufo. _ ¡Qué bueno! _

Jeongwoo iba a preguntarle el resto de la historial japonés, a punto de formular alguna pregunta. De pronto, una violenta arcada, le surco la garganta. Jeongwoo llamo la atención del japonés, quien se le quedo mirando. Jeongwoo ignoro aquella mirada, sabía lo que venía bajando. Se levantó de la cama, salió corriendo hacia el baño.

Jeongwoo entro al baño en tiempo record, arrodillándose frente a la taza. Las arcadas no cesaban, cada una más violenta que la otra. Jeongwoo apresuro todo el drama de su cuerpo y empujo un dedo contra su lengua. El vómito fue inducido con facilidad, saliendo casi de inmediato. La mezcla era bastante simple, porque solo era liquida. Licores de todo tipo, era su compuesto principal. Jeongwoo vomito hasta saciar sus ganas, hasta eliminar toda la porquería. Una vez terminado, el alma le volvió al cuerpo. Otra intoxicación más, otro exceso de muchos.

Jeongwoo hizo un amargo _Aquí vamos de nuevo... _

_ ¿Siempre pasa? _ Haruto no pudo evitar preocuparse.

Jeongwoo escucho la voz a sus espaldas, supuso que lo había visto todo. Eso le cabreo por completo, era la primera vez, que alguien le veía así. De todas las personas en el mundo, nunca pensó, que Haruto sería el primero. Jeongwoo alcanzo a bajar la cadena, miro como el vómito desaparecía frente a sus ojos. Traqueo la tapa de la taza, se dispuso a componerse.

Jeongwoo hizo un amargo. _Estoy acostumbrado. _

Jeongwoo evadió la mirada del japonés, literalmente paso de él. Se dedicó a tomar un cepillo de dientes, lavarse la boca cuanto antes. Fingir que no había pasado nada, era lo mejor. Mas la mirada del japonés, lo estaba quemando completamente. Jeongwoo observo desde su reflejo, hasta el del japonés. Se notaba la diferencia entre amos, talvez si, tenía un problema con el alcohol.

Jeongwoo termino de cepillarse los dientes, lo hizo unas dos veces. Esperaba que el japonés lo abandonara, pero este se quedó ahí. Jeongwoo se giró sobre sus talones, evadió la mirada del japonés. Iba a largarle del baño, necesitaba estar solo. La cuestión fue, que no pudo hacerlo. Haruto le tomo de la mano, jalándolo fuera del baño.

_Vamos. _

Jeongwoo se dejó llevar por el japonés, no le quedo de otra. Estaba demasiado débil, después de vomitar. No tenía muchas ganas, de estar peleando con el japonés. Eso no le impidió tener un poco de curiosidad, de donde era llevado. Jeongwoo tenía la mediana idea, de cuál era el lugar. De todos modos, decidió salir de dudas.

_ ¿A dónde vamos? _

_A la cocina. _

Jeongwoo ladeo su rostro. _ ¿A qué? _

Haruto se le quedo mirando a Jeongwoo. _Te hare algo para esa resaca. _

Jeongwoo observo la pequeña cocina, que se encontraba en la habitación. Estaba ocupada con algunos muebles y electrodomésticos vitales. Tenía entendida que las habitaciones de hotel, no tenían cocinas. Recordó el precio de la estadía y unió cabos. Casi lo estaba olvidando, Haruto el cocinero. Lo miro a los ojos, este ya lo estaba mirando.

_ ¿Que? _

Jeongwoo estaba a punto de negarse, a esas ideas locas, que tenía el japonés. Abrió la boca para decir algo, pero sus estomago hablo primero. Un rugido de parte de sus tripas, lo evidencio totalmente. Jeongwoo se sonrojo violentamente, mientras se sobaba el estómago. Evadió la mirada del japonés, quien se le quedo mirando fijamente.

Haruto bufo. _Siéntate ahí. _

Haruto señalo uno de los bancos altos, que acompañaban la encimera de la cocina. Indicándole a el coreano, que se sentase en uno de ellos. Jeongwoo se resignó a hacerle caso, se estaba muriendo de hambre. Le daba igual si lo envenenaba, o algo por el estilo. Sino moría envenenado, entonces seria de hambre.

_ ¡Ok! _

Jeongwoo se topó con unas bolsas de súper, que se encontraban a su lado. Les dio una ojeada, notando que estaban llenas de ingredientes. Unos que reconocía fervientemente, como buen borracho que era. Jeongwoo dejo de fisgonear la bolsa, para encontrarse con la mirada de Haruto. Jeongwoo fingió que no había pasado nada, actuando de lo más normal.

_Pásame los ingredientes que están ahí. _ Haruto señalo la bolsa.

Jeongwoo empezó a sacar los ingredientes de la bolsa, se los fue entregando al japonés. Haruto los iba tomando uno a uno, colocándolos de su lado. Se dedicó a prepararlos, para realizar la receta. Jeongwoo se le quedo mirando curioso, el japonés lucio concentrado. Jeongwoo llego a pensar, que su hermana era afortunada. Haruto sabia cuidar de los demás, era el novio perfecto.

_¿Cuando tuviste tiempo de comprarlos? _ Jeongwoo fue curioso. 

_Deja de hacer tantas preguntas. _ 

Haruto se giró para ignorar a el coreano, si tan solo supiese. Todos esos ingredientes, los había comparado con intenciones. Intenciones de ayudarlo, intenciones de que lo recordase. Un acto de bondad, disfrazado de señales. Haruto necesitaba que Jeongwoo, entendiese sus indirectas. Necesitaba que este recordase, que habían sido amigos en el pasado.

_Solo fue una. _ Jeongwoo canturrio.

Haruto le dio una mirada a Jeongwoo. _Calladito te ves más bonito. _

_ ¡Zip! _ Jeongwoo hizo un ademan de sellar sus labios

Jeongwoo miro al japonés cocinar la sopa, le presto atención a cada cosa que hacía. Noto algunas mañas de su parte, como limpiar cada cosa o que se secaba las manos a cada rato. Cosas curiosas, como que tarareaba algunos raps o que se veía gracioso con el delantal. Repaso detalles innecesarios, el japonés era varonil, con buen sentido de la cocina.

_Aquí. _

Haruto extendió el humeante platillo, frente a la atenta vista de Jeongwoo. Haruto noto como el coreano, examinaba el plato en cuestión. Jeongwoo termino frunciendo el ceño, mientras se acercaba al plato. Identifico el plato de inmediato, pudo notarlo en su rostro.

Jeongwoo frunció el ceño. _ ¿Sopa de miso? _

Haruto carraspeo. _Si. _

_Ya. _Jeongwoo se quedó en el aire.

_ ¿No vas a agradecerme? _ Haruto pico.

Jeongwoo le dio una mirada a Haruto. _No hasta que la pruebe. _

Haruto correspondió la mirada de Jeongwoo. _ ¡Ok! _

Jeongwoo miro la sopa de miso, mientras tomaba la cucharilla especial. La hundió en el líquido humeante, para luego sacarla llena de líquido. Se la llevo sin cuidado a la boca, topándose con el caliente. Jeongwoo sintió como este, le quemaba la lengua. Abrió la boca humeante, dejando caer la cucharilla. Se tapó la boca con la misma mano, sus ojos se tornaron llorosos. Miraron directamente al japonés, quien ya lo estaba mirando.

Haruto alcanzo a sentarse, en un tiempo record. Mostrando esa expresión de preocupación, tatuada en su rostro. Jeongwoo noto lo cerca que estaba, sus rodillas chocaban lado a lado. Haruto coloco su mano, sobre la cabellera castaña de Jeongwoo. Se dedicó a peinar todo ese desorden, como queriendo calmarlo. Jeongwoo sintió como su corazón, se le quería salir del pecho.

_Eres como un niño. _ Haruto hablo apacible.

Jeongwoo trago hondo. _No. _

Haruto rodo los ojos en blanco. _Mentiroso. _

Haruto seco las lágrimas de los ojos del coreano, de paso le seco la nariz. Agradeció que este se quedase impactado, solía agradecerlo a menudo. Tomo la cucharilla de la mesa, para luego sumergirla en la sopa. Se dedicó a soplarla con cuidado, hasta que el vapor se disipase. Cuando finalmente lo logro, la tendió hasta Jeongwoo.

Jeongwoo trago hondo. _ ¿Qué haces? _

_Abre. _ Haruto ordeno.

_No. _ Jeongwoo alzo la voz.

Haruto se encogió de hombros. _Entonces no hay sopa. _

Jeongwoo vio como el japonés alejaba la sopa, disponía a tomarse la cucharada. Jeongwoo se acercó hasta llamar su atención, dándose totalmente por vencido. Tenía hambre de verdad, necesitaba esa condenada sopa. Se aguantaría que se la diesen como a un bebé, incluso cuando estaba odiándolo.

_ ¡Am...! _

Jeongwoo abrió la boca, mientras se acercaba a Haruto. Le desespero como se le quedo mirando, como dirigió la cuchara con lentitud. Jeongwoo se apresuró a tomarla, alejarse del mismo modo. Se terminó sonrojando de mas, hacía mucho calor ahí. Se relamió los labios, frente a la vista del japonés. El japonés tomo lo que quedaba en la cucharilla, para luego imitar sus acciones. Jeongwoo jadeo ante la reacción espejo, jadeo que se tuvo que tragar.

_Buen chico. _Haruto limpio la comisura de los labios de Jeongwoo.

_Sabe bien. _ Jeongwoo sintió su cómo su rostro ardía.

Haruto alzo sus cejas. _Lo sé. _

Jeongwoo cayó en cuentas de algo, la sopa en cuestión, le recordó a algo. La sopa sabia idéntica, a la de su madre. La misma explosión de sabores en su boca, incluso la presentación era idéntica. Le pareció un tanto extraño, supuso que era solo una casualidad. De todos modos, no pudo evitar ser curioso.

_ ¿Quién te enseño a hacerla? _ Jeongwoo soltó.

Haruto sintió que su corazón se aceleró. _Mi madre. _

_Esto es raro, porque sabe exactamente a la de la mía. _

Haruto quería decirle la verdad a Jeongwoo, decirle que ellos eran amigos en el pasado. Que era imposible que, hayan llegado a ser enemigos en la actualidad. Necesitaba decirle todo, lo que había descubierto. Todo lo que alguna vez, su madre le explico. Deseaba que reaccionara, de la misma forma que él. Que desistiese de su enemistad, que volviesen a ser como antes. Más Haruto conocía a Jeongwoo, sabía que el chico era impredecible. Asustarlo era su mayor miedo, lo que lo detenía de todo.

_Debe ser una coincidencia. _ Haruto murmuro.

_Haruto. _ Jeongwoo se le quedo mirando al japonés.

_ ¿Que? _

Jeongwoo acepto la respuesta del japonés, incluso cuando sonaba un tanto extraña. Ignoro todo aquello, su razón tendría. Jeongwoo prefirió enfocarse en esa palabra, que le debía al japonés. Una palabra que los enemigos, no solían decirse. Mas era totalmente necesaria, en esos precisos instantes. Jeongwoo decidió bajar la guardia, una vez más.

_Gracias. _ 





Momento de manifestación, he vuelto de nuevo. Estos dias me han pasado, desde cosar muy tristes, hasta cosas muy felices. Quiero tratar de sobrellevar, esas cosas tristes. Encontrar motivación, en esas cosas felices. 

El capítulo de esta semana, esta dividido en tres partes. Es bastante extenso, pero vale la pena leerlo. El mejor que he escrito, porque me costo. 

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