Capítulo 1
Jeongwoo entro por la puerta grande del gimnasio, escucho como la fanaticada de las gradas estaba enardecida. Jeongwoo cayó en cuentas de que era su día, su gran día de debut. El chico debutaba como el capitán de equipo más joven, en toda la historia de su universidad. Jeongwoo tenía veinte años recién cumplidos, pero era todo un profesional en el vóley. Todos sabían su historia, por eso lo aclamaban.
Jeongwoo miro alrededor con una sonrisa en su rostro, luego llevo su atención hasta el resto de los miembros del equipo. Los miembros de su equipo eran un reflejo de su arduo trabajo, formados para ser tan buenos como él, pero en ningún momento se los diría, porque ellos ya lo sabían. Jeongwoo empezó a caminar hacia la cancha, seguido de los miembros de su equipo. Cada quien fue tomando su lugar, era hora de empezar el juego.
Hablando de juegos de vóley, este era uno especial para Jeongwoo. Se enfrentaban al equipo de la Universidad de Corea, el único equipo con jugadores que los igualaban en habilidades. Jeongwoo sabia porque el equipo tenía tan buenas unidades, el capitán era un líder excepcional, pero Jeongwoo no lo admitiría ni en su lecho de muerte.
A medida que el inicio del juego se iba acercando, no pudo evitar tornar sus ojos hacia el japonés. Jeongwoo llevo sus orbes con confianza y miro fijamente hacia los ojos de Haruto. Jeongwoo no se molestó en pedir permiso para aquel juego de miradas y parecía que el tal Haruto estaba dispuesto a participar. Haruto lo miro de vuelta con esas características orbes, mas intimidantes que su personalidad misma, una sonrisa retorcida surco esos labios, llevaba sus largos dedos a lo largo de una costosa pelota de vóley. La mirada de Haruto lo decía todo, Jeongwoo podía leerla a la perfección, la había estado estudiando por más de un año.
_Ese maldito. _Jeongwoo siseo con cara de completo asco.
Seokhwa dejo de beber de su botella de agua, volteo a mirar a Jeongwoo mientras fruncía el ceño. _ ¿Que? _
_Ya sabes de quien estoy hablando, no me hagas decir su nombre. _
_ ¿Watanabe Haruto? _
_Ese maldito. _
Seokhwa rio por debajo, mientras cerraba su botella. _Tomate las cosas con calma, solo es un juego. _
Jeongwoo le dio una mirada de muerte a Seokhwa. _Vuelves a decir eso y te penalizare. _
Seokhwa trago saliva, sonrió incómodamente y se rasco las cienes. _Calladito me veo más bonito, eso sí que lo sé. _
Un pitido ensordeció los oídos de Jeongwoo, los cuales estaban sensibles por los gritos de la fanaticada. Los sentidos de Jeongwoo eran demasiado sensibles para su gusto, pero era una de sus mayores habilidades. Gracias a sus agudos sentidos, el jugar vóley se le hacía sumamente fácil, sus errores en la cancha eran mínimos. Nació con una pelota de vóley en las manos, no recuerda cuando fue la primera vez que jugo, pero fue hace muchísimo tiempo atrás.
Los equipos se empezaron a mover después de aquel pitido, ganándose las ovaciones de sus respectivas fanaticadas. El equipo de casa tomo el lado izquierdo de la cancha, mientras que el equipo visitante tomo el lado derecho de la cancha. Cada equipo se colocó en una fila que encaraba el pabellón principal y le daba la espalda a la fanaticada. Alineados a la perfección, justo en el medio de sus respectivos lados de la cancha. Cada jugador mostraba su preciado número de camiseta, mientras que hacían lo suyo.
Algunos jugadores calentaban sus saltos, saludaban a la fanaticada o hablaban entre ellos. El presentador se encargó de decir algunos datos de los equipos principales, para luego dar paso al himno nacional. Los equipos eran nacionales, así que el asunto duro poco. Solo se escuchaba la música de fondo, mientras que todos seguían el protocolo.
Un saludo casual a lo largo del net que los dividía, se supone que debía ser una muestra de competitividad sana, pero no estaban ni cerca de verse de esa forma. Los entrenadores sabían sobre la rivalidad de los equipos, estaban atentos a cualquier conducta, pero los jugadores tenían planes turbios, juegos de intimidación muy comunes en el vóley.
Jeongwoo se divirtió dando miradas de hiena a todos los jugadores del equipo contrario, no se olvidó de absolutamente nadie durante el proceso. Cuando su mirada llego a mezclarse con la de Haruto, la tensión se podía cortar con un hilo. Jeongwoo le dio una mirada completa a su oponente, mientras que este se mantenía impasible ante sus provocaciones. Haruto mantenía su calma tal profesional, calma que Jeongwoo deseaba robar, pero solo lo podía conseguir ganándole y esa no era una tarea fácil.
_ ¡Que gane el mejor! _Haruto encarno una ceja.
_El mejor soy yo..._Jeongwoo apretó el agarre de sus manos.
_Eso ya lo veremos. _Haruto apretó el agarre entre sus manos.
_Abre bien tus ojos. _Jeongwoo hablo firmemente, mientras asentía con cinismo.
La unión de sus manos yacía palpitante por la presión del agarre, sus miradas conectadas sin chistar, generando esa característica tensión que cada saludo generaba. El árbitro se asomó de la nada y les dio una mirada de muerte a ambos. Las universidades llevaban enfrentándose poco más de un año y cada juego entre estas era una completa batalla campal. Todos estaban pendientes de conservar la calma entre ambos equipos, no enardecer la fanaticada de las universidades.
_Quiero un juego limpio. _ El entrenador Kang hablo, era una advertencia.
_ ¿Ya escuchaste Watanabe? _Jeongwoo pico a Haruto.
_Estoy seguro que estaba hablando de ti, eres un maldito tramposo. _
Jeongwoo no demoro en reaccionar ante el comentario de Haruto, lo termino por tomar del cuello de la camiseta, acercándolo de manera brusca, apretando hasta el punto que hacerlo jadear. _ ¿Qué dijiste? _
_Park..._El entrenador Kang los termino separando con ambas manos, Jeongwoo intento forzar el agarre, mientras que Haruto solo se quedó quieto.
Haruto sonrió retorcidamente mientras miraba a Jeongwoo. _ ¿Por qué te detienes? _
Jeongwoo apretó sus puños, muy deceoso de estamparlos en la cara de Haruto. _Vete al demonio. _
Jeongwoo volvió en si una vez se alejó del japonés, los maravillosos efectos de estar lejos de su enemigo. El semblante le cambio de inmediato cuando vio a su equipo, lo esperaban en un círculo para unir sus fuerzas y darse todos los ánimos. Ignoro el hecho de que estuviesen cuchicheando sobre su conversación con Haruto, al final del día sabía que eran divertido de ver, porque cuando se peleaban en equipo, no quería recordar eso, pero lo hacia sonreír con malicia.
_Acérquense todos, juntemos las manos. _ Jeongwoo llamo a todos los del equipo y ellos unieron sus manos en conjunto. _ Uno, dos, tres. _ Movieron sus manos de arriba abajo. _ "Warriors". _ Todos gritaron en unísono.
_Ya saben que hacer, los seleccionados a la cancha, los demás a la banca. _Jeongwoo señalo hacia los grupos.
_ ¿Quién será el primero en sacar? _Byounggon se aseguró de preguntar detalles, como buen sub-capitán del equipo.
_Seunghun. _ Jeongwoo miro entre los medios hermanos.
_Entendido. _ Seunghun asintió.
Todos los miembros del equipo se separaron, fueron a sus lugares previamente establecidos. Los nuevos se quedaron en la banca esta vez, el equipo no se arriesgaría a sacrificarlos. Los más viejos se dirigieron a la cancha, estaban listos para matar. No era una cosa muy lejana a lo literal, el vóley no es tan inofensivo como parece, hay muchas historias que deben ser contadas.
_Los capitanes tienen que sortearse el saque. _El árbitro Song miro alrededor encontrando a los capitanes de ambas universidades. _Park... Watanabe..._ Grito a lo alto, llamando la atención de ambos. Los capitanes de los equipos se reunieron con el árbitro, el árbitro saco una brillante moneda de su bolsillo y miro a ambos chicos en expectativa. _ ¿Cara o sello? _
_Cara. _ Haruto sonrió ladinamente, recordando lo guapo que era.
_Sello. _ Jeongwoo se colocó serio, entendió la referencia.
_Perfecto. _ El árbitro Song se limitó a decir.
La moneda fue tirada al aire, enviada a traer la suerte para uno de los equipos, cayo con toda la verdad. El árbitro enseño su mano a los capitanes, mostrando un sello. Jeongwoo sonrió con satisfacción, la suerte estaba de su lado. Haruto estaba mirándolo con esa expresión de completa paz, le daba muy igual perder el pique.
El primer set comenzó después de eso, todos estaban en sus posiciones, enfocados en trabajar duro. Los equipos empezaron su característica batalla campal, que consistía en extensos rallys de salvadas increíbles y servidas de gran poder. Los dos equipos tenían sus propios estilos, pero sus habilidades eran iguales. El marcador termino sumamente apretado, haciendo a ambos equipos rabiar en frustración.
El segundo set del juego, seguía siendo divertido de todos modos. El equipo de Jeongwoo era experto en burlarse de sus contrincantes, consiguiendo distraerlos con el tiempo, sin dudas eran el terror de cualquier principiante. Haruto estaba anuente a eso, así que mantuvo a sus jugadores más calmados, esos que eran capaces de cerrar sus oídos a las críticas. Los puntajes de ambos equipos estuvieron a punto de variar, el equipo de Jeongwoo estuvo a punto de sacar de quicio al equipo de Haruto, pero al final, se mantuvieron firmes ante las provocaciones, enojando por completo a sus contrincantes.
El tercer set siguió como siempre, empatados a cada rato, codo a codo en la batalla. La fanaticada exigía un ganador del set, nunca habían estado tan exigentes como ese día. La razón era muy obvia, los dos grupos más hábiles entre todas las universidades de Seúl, estaban enfrentándose como si no hubiese mañana, un espectáculo de profesionales. La agilidad del equipo de la Universidad Nacional de Seúl, versus la fuerza del equipo de la Universidad de Corea, parecían hacerse la vida imposible. Cuando una universidad anotaba, la otra universidad la seguía de inmediato.
Cuando el cuarto set terminó, los equipos seguían empatados. Esa bonita tradición de que en el último minuto se decidiese el ganador, parecía estar a punto de ser recordada. Los bloqueadores volaban se mostraban implacables, los salvadores rodaban por el piso, los rematadores volaban por los aires y los servidores utilizaban toda su fuerza. Ningún equipo quería dar su brazo a torcer, ningún equipo quería llegar a un set decisivo, pero era más que predecible que pasaría.
El quinto set se abrió paso, ganándose el descontento de los agotados jugadores, que estaban sedientos por salir triunfantes de la batalla. El quinto set era el decisivo, con un peligroso descenso de puntos, a comparación de otros sets. Los equipos estaban dando lo último, quemando toda su energía vital. El equipo de la Universidad de Seúl pareció tener más energía que el equipo de la Universidad de Corea. En una milésima de segundo, un error mínimo de parte de la Universidad de Corea, termino haciendo que la Universidad Nacional de Seúl fuese la ganadora.
La fanaticada grito con fuerza, empezando a celebrar con todo. Un juego ganado en casa lo era todo para un equipo, empezaron a regarse en una euforia total. Haruto solo se limitó a ver como el otro equipo celebraba, sus ojos terminaron cruzándose con la expresión burlona de Jeongwoo. Haruto debía ser sincero, a veces quería ahorcarlo, talvez algún día debía hacerlo. El japonés no pudo evitar sonreír, ganándose una mirada curiosa de Jeongwoo.
Jeongwoo recibió una avalancha de abrazos de los miembros del equipo, restregaban su cabellera castaña sin cesar y le daban una que otra nalgada. Jeongwoo disfruto de que lo alzasen en los aires, la victoria siempre le sabía bien, especialmente si vencía a Haruto. Jeongwoo lo pensó unos instantes, mientras estaba en los aires de la victoria. Necesitaba saber la razón por la cual disfrutaba tanto ganarle a Haruto, porque no quería pensar que fuese algún tipo de inseguridad. Jeongwoo no se consideraba una persona insegura, mucho menos por alguien como Haruto.
Un juego bien ganado, se merecía algún tipo de celebración. El equipo había decidido ir a un bar, a beber algunos tragos. Utilizar la frase "Algunos tragos" parecía ser demasiado ligera, más bien estaban bebiendo su peso el licor. La mayoría de los del equipo, tenía esa buena capacidad para aguantar alcohol, los qué no la tenían, simplemente sufría las consecuencias y entre esos siempre estaba Jeongwoo.
Jeongwoo caminaba entre las mesas, con una cerveza en una de sus manos. Bebía de vez en cuando, viendo que pasaba alrededor. La música le molestaba en los oídos, pero el alcohol se encargaba de inhibir ese sentido poco a poco. Daba largos tragos para apresurar el proceso, se movía al ritmo de la música del lugar, termino por sentarse con el resto de sus compañeros del equipo.
_ ¿Qué hay? _Jeongwoo silbo, a la vez que envolvía su brazo en el hombro de Seokhwa.
Seokhwa le da una mirada juzgona a su amigo. _ ¿Por qué te demoraste tanto consiguiendo una simple cerveza? _
_Veras..._
_Llego nuestro capitán estrella. _ Seunghun grito mientras levantaba su trago en el aire, todos hicieron una gran ovación para Jeongwoo.
Jeongwoo alzo su mentón en un gesto orgulloso. _Ese soy yo. _
_ ¿Qué se siente ser el capitán más joven de nuestra universidad? _
_Es bueno ser joven, es bueno ser talentoso. _ Jeongwoo movió su botella haciendo un ademan de grandeza, luego se permitió darle un buen trago a la bebida.
_Alguien está siendo un orgulloso. _Midam pico a Jeongwoo.
_Ustedes preguntaron mi opinión. _ Chillo Jeongwoo, se hizo el inocente.
_Hablando con seriedad..._ Byounggon llamo la atención de Jeongwoo con su frase. _ ¿Sabes porque te escogí como capitán, cuando era yo el que seguía en el mando? _
_ ¿Porque soy más guapo que tú? _ Jeongwoo levanto las cejas divertido.
_Seguro. _ Byounggon le dio una mirada a Jeongwoo, muy consiente de quien era un imán para atraer ligues y quien llevaba saliendo con la misma persona desde hace años.
_Esta vez es en serio, vamos, te escucho. _Jeongwoo ánimo.
Byounggon titubeó. _Es porque eres muy parecido al tal Watanabe. _
Jeongwoo ahogo una risotada, lo que escucho era absurdo. _Debes estar bromeando, somos dos polos opuestos. _
_Créeme cuando te digo que son muy parecidos, si estuviesen en el mismo equipo, probablemente serian invencibles. _Byounggon sonaba serio, sin duda estaba siendo sincero.
_Si trabajasen juntos, claro está. _Seokhwa silba.
_Eso nunca va a pasar, ni en un millón de años. _ Jeongwoo siente como su estómago se revuelve, sin saber exactamente porque sucedió.
Las conversaciones en la mesa pasaron al olvido, cada quien se fue yendo por su lado con el tiempo. Jeongwoo para su desgracia, ya estaba muy ebrio. El chico no conseguía ni un solo paso de baile, sin tambalearse como un desgraciado. Si el quería, podía llamar a sus compañeros para que lo rescatasen, pero esta vez tenía que mantenerse entero, tenía que volver a su casa por ser fin de semana.
Jeongwoo decidió parar la parranda, soltó la botella media vacía media llena, tomo sus cosas y se dirigió hacia la puerta de salida. Talvez se había pasado un poquito de tragos, teniendo en cuenta que era medio alcohólico y se emborrachaba un tanto rápido. Lo peor es que, tuvo la oportunidad de negarse a ir a esa fiesta, pero ¿Cuando en la vida el había negado algo así? mucho menos si eran los mayores los que invitaban todo.
Cuando se dio cuenta, estaba viajando en un taxi, rumbo a la casa de sus padres. Si Jeongwoo contaba con suerte, llegaría a casa si verse tan asqueroso, conseguiría ensartar las llaves a la cerradura y llegaría hasta su cama sin problemas. Jeongwoo lo anhelaba entre sus delirios de borrachera, pero la verdad era que, estaba muy lejos de poder lograrlo.
Jeongwoo fue despertado por el taxista, apenas pudo reconocer su propia casa, pagarle al señor que conducía y sacar sus cosas del taxi. Jeongwoo no dijo absolutamente nada, no se molestó en desafiar sus pocas neuronas de borracho. Solo tenía que entrar a su casa, pan comido para cualquiera, cualquiera que no estuviese borracho. Camino pesadamente, arrastraba sus cosas y jugaba a adivinar la llave correcta.
El castaño sonrió cuando encontró la llave con cubierta roja, la había puesto así para evitar confusiones, este trajín pasaba más de lo habitual. Movió su mano de un lado al otro, como un trapecio que jugaba el orificio de la cerradura. Jeongwoo rio por debajo, como si fuese la cosa más graciosa. Entre risas, logro meter la llave a la cerradura y giro lentamente para no causar ningún ruido. La puerta rechino un poco, maldijo por olvidar ponerle algo de aceite.
Jeongwoo termino tropezando con la alfombra que decía" Bienvenidos" de su casa, termino estampándose de cara contra el piso, reprimió un largo quejido con ayuda de su mano. Pensaba que era su día de suerte, pero resultaba que ya se le había acabado, volvía a ser el mismo de siempre, un inmaduro de primera. De mala gana se levantó del piso, junto con sus pertenencias. Si hubiese sido en las habitaciones, se hubiese quedado a dormir en la superficie.
Jeongwoo prefirió caminar hasta su cuarto, se arrastró por las escaleras, ayudándose de el barandal que las recorría. Jeongwoo suspiro a la mitad de la caminata, estaba empezando a abusar de su juventud y lo sabía de antemano. Dio un par de vueltas entre las habitaciones, bailo tal cual bailarina de ballet y termino por chocar su cara contrala puerta de su cuarto. A ese paso destrozaría su perfecto rostro, si es que no lo hacían los pelotazos que recibía en las prácticas de vóley, por parte de los saques de un aburrido Byounggon.
Jeongwoo se sintió como en las nubes cuando cayó en su cama, se olvidó completamente de tomar un baño, igual ya se había bañado después del juego de vóley. El objetivo de bañarse, era quitarse el olor a alcohol, aunque a veces, ni siquiera un buen baño, era capaz de quitarlo. Se fue quitando la ropa que le picaba, sentía mucho calor por la combinación de tragos y el olor a cigarrillo impregnado en todas las piezas. Jeongwoo no fumaba nada, pero sus amigos eran unas chimeneas y le tocaba aguantarlos a todos. Finalmente se fue relajando cuando se deshizo de la ropa, esperando no amanecer con una resaca de mil demonios.
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