7. ¿Cenita? ¿Por qué no?
**AVISO SEÑORES: CONTENIDO LGBT**
Si por alguna extraña razón no soportan o no les gusta este tipo de contenido, brínquense este capítulo. Por su comprensión, gracias💕
Les dejo una canción arriba, cuando lean (poner aquí), sigan la indicación, me gusta cómo queda la canción con esa parte😍
...
Ashura's POV
Después de un largo y pesado primer día de escuela, sólo tenía ganas de llegar a mi cuarto y dormir todo el día. El ser dealer, fabricar y consumir sustancias psicoactivas e ilegales no era tarea para nada sencilla, pero me iba bien y con eso podía pagar mis estudios. Lo mejor era que ya estaba en mis últimos semestres y pronto sería ese gran Heisenberg que soñé en ser.
En fin, hoy había cena de consejo con el clan, y tenía que estar ahí puntual y semiformal, ya que hablaríamos sobre los nuevos retos que pondríamos para los aspirantes a ser Betas o caballeros.
Dormí un rato, me di una ducha y me cambié; llevaba una camisa de abotonar blanca, jeans mezclilla obscuros y un chaleco gris obscuro, con tenis negros. Salí de casa y me puse a caminar para llegar al campus y luego a las casas. Ya moría de hambre.
—Ash, bombón, ¡qué bueno que llegaste!— me recibió el erizo verde con los brazos abiertos, me abrazó y me dio 3 fuertes palmadas en la espalda; yo repetí su acto. —Sólo esperamos a mi copia y a mi crack de dos colas, fueron por unos papeles importantes—.
Entré, la mesa ya estaba puesta y todos los chicos sentados platicando esperando a que todo el clan estuviera ahí reunido.
—Qué galanes se ven todos, muchachones— hablé. Todos voltearon a ver hacia mí, yo empecé a saludar a uno por uno, para luego tomar mi lugar junto a Scourge y Mephiles.
Sonic y su amigo amarillo entraron 5 minutos después, el erizo con un folder en la mano y una sonrisa triunfal. El zorrito era muy chico como para estar con nosotros, a decir verdad. Saludaron a todos y tomaron sus lugares, listos para empezar la cena. Llenamos copas, empezamos a servir el banquete preparado por Meph y ¡a comer!
—Oigan, ni siquiera los presenté bien. Puede que Shad, Mephy, Vector y Knux ya lo hayan visto y conocido. Él es mi mejor amigo Tails. Tiene 16, por eso esa carita de bebé. Gracias al consejo Dash, él tiene pase directo a Sigma. Por su atención graaaaaacias, sigan comiendo— habló el erizo azul, con un pedazo de baguette en la mano señalaba al zorro de dos colas.
—¿Qué putas estás diciendo? El crack de dos colas va a estar con los Betas. Todo esa cosa bella es pa' mí— objetó Scourge, viendo a Tails y lanzándole un beso, a la vez que le guiñaba el ojo.
—¿En serio sigues con lo del consejo Dash?— habló ahora Shadow, con una mezcla de incredulidad y sarcasmo.
—Ya es una realidad, emo amigo. ¿Sientes celos de que el consejo Black ya haya terminado?—.
—Ah, sí, sí. No podría estar más celoso de los imbéciles que tiene por nombre "Maurice" y "Ovilige"— bromeó el veteado.
—¿Te llamas Maurice? ¿En serio?— habló el otro erizo negro, a punto de soltar una carcajada. —Brou, dos años y no lo sabía, ¡te diré Mauri por toda la eternidad! ¡Jajajaja!—.
—Perdón, Billard Joel, por no tener un nombre tan único como el tuyo— le contestó Sonic, a lo que ahora todos rieron, hasta yo, que soy difícil con los chistes.
—¿Padres fanáticos de Green Day? ¿Dónde?— río Vector
—¡Fue mera coincidencia!—
—Sólo falta que tus padres se hayan conocido en un concierto de Green Day y ahí hayan conciliado su amor— dije, con ironía. —Sabes a lo que me refiero— le guiñé el ojo y él no pudo evitar que sus mejillas se pusieran rojas de vergüenza. La mayoría rió.
—Bueno, ¡ya! Relajen las tetillas mujerzuelas— llamó Scourge, luego tomó un sorbo de su trago de vodka. —Vamos a lo importante, hermanos. El semestre pasado se puso a discusión con el honorable consejo de egresados, el mismo que este semestre nos nombra a los Dash como líderes de las casas Sigma y Beta...— lo interrumpió Knuckles.
—Deja de parlotear sobre el inexistente consejo Dash y pasa a lo importante—.
—¡Deja de interrumpirme y pásame a tu hermana!— contestó el verde. Knuckles se atragantó y escupió agua a Mephiles, que después lo vio con cara de muerte. —Pero bueno muchaaaaachos, en este folder que trajo mi querido hermanito traemos el "sí" a la propuesta que desde este año entren chicas a las fraternidades. ¡Habemus féminas! Ya pueden regresarse al closet de dónde salieron y cerrarlo bien con llave, porque por fin habrá mujeres en las casas, ya no sólo será fiesta de salchichas. Y otra cosita, no tendremos piedad contra los "volteados", los vamos a tratar a todos como debe de—.
—¡Esa eeeees hermano!— gritó Bill, entre aplausos.
—¡Brindemos por este gran logro!— Vector alzó su copa, y acto seguido, los demás la alzaron también.
Ante las homofóbicas palabras de Scourge, me quedé serio. Quería voltear a ver a Mephiles, pero no sabía si alguien sospecharía o algo que justo cuando el verde terminó el discurso, rápido lo habría señalado con la mirada; me sacó de mis pensamientos un golpecito que recibí por debajo de la mesa en la pierna. Sólo vi de reojo a mi derecha y me topé con la mirada preocupada de Mephiles, sabía que su mejor amigo era un homofóbico de lo peor y por eso no podía saber sobre su bisexualidad, no tenía idea de cómo reaccionaría ni de lo que le podría hacer, o de lo que nos podría hacer...
Y pensar que esto comenzó entre Scourge, Meph y yo, el día que Fiona "engañó" a Mephiles...
Hace 2 semestres...
—...Ya no la soporto, y aparte no soy estúpido como para no haberme dado cuenta que se veían a mis espaldas, Scourge. El plan es este: después del partido de hoy, te la llevas a los vestidores y le haces lo que quieras. Yo llegaré con Ash haciéndome el sorprendido y así nos mandamos a la mierda y termino con ella... Sip, hoy en la noche. Vale, nos vemos hermano— Mephiles colgó el teléfono, estábamos almorzando entre clases los dos.
—Qué puto cínico es Scourge— le dije.
—Es mejor para mí, así no me lastima más. Bueno, ya me iré a clase, me toca con mi abuelo. Te veo al rato—...
Terminó el partido, ganamos 3-1 contra los pingüinos de Station Square University. Desde lejos pude ver a Scourge detrás de las gradas con Fiona, la zorra dándole su premio al erizo verde; y el vetado gris esperando el momento para poner en marcha su plan. ¿En serio le va a perdonar eso a Scourge? No encuentro motivos para que haga como si ese engaño del amor de su vida no significara algo para él. Tendrá sus razones, pero yo en su lugar, jamás le volvería a dirigir la palabra a mi "mejor amigo".
—Ash, ¿en qué tanto piensas?— me despejó de mis pensamientos la voz de Mephiles. Luego vio al punto donde yo veía. —Ah, ves a esos dos—.
—No comprendo cómo es que le vas a perdonar el meterse con el amor de tu vida—.
—Me gusta alguien más, y la relación ya se había vuelto muy tóxica. Siento que ya todo estaba planeado para que fuera así, con las mujeres nunca me va bien. De ahí en fuera...— se detuvo. Volteé a verlo con una mirada de sospecha.
—¿Acaso también ya probaste con hombres?—.
—Ah... No no no, n-no me refería a eso... Sino que... Ammm... De ahí en fuera siempre me la paso bien... Solo...— tartamudeó. Mi pregunta le llegó tan de sorpresa, que al hablarme ni siquiera podía verme a los ojos, lo puse demasiado nervioso.
—Sólo olvídalo, vamos a los vestidores— le dije, tratando de desviar esa conversación.
Cruzamos todo el campo, siguiendo de lejos a Fiona y a Scourge hasta los vestidores. Él seguía muy nervioso después de toda esa conversación, llegó hasta el punto de que caminaba rápido o lejos de mí. Tal vez me había revelado algo que no debía o no quería que nadie supiera.
—Oye, ¿estás bien?— le pregunté. Lo tomé tan desprevenido que dio un ligero brinco.
—Ah... Si sí, todo perfecto... Ya vamos, ¿no?— me contestó, sin dejar su nerviosismo del principio.
—¿Estás seguro que quieres seguir con esto? Se te veía muy enamorado, y desde la vez que Scourge te lo reveló... —me interrumpió.
—Que se la quede, no me importa. Ya vamos Ashura, si no vas a ayudarme con esto, mejor vete— dijo serio, y siguió caminando. ¿En qué momento se puso tan a la defensiva?
—Si tienes algo de lo que no puedas hablar, yo puedo escucharte. No te voy a criticar— solté. Él se paró en seco.
—Eso es sólo asunto mío—.
—Eres mi amigo, y me preocupas—.
—¡Es que ya me gusta alguien más! ¿sí? Entiéndelo— volteó hacia mí, su cara denotaba molestia, y más nerviosismo aún.
—A mí igual me gusta alguien, y no haría lo que tú para terminar mi relación por otra persona—.
—No es la misma situación. ¿Sabes? Déjame solo, estamos tardando demasiado y no quiero encontrarme a Scourge cogiendo, lo único que causas es ponerme nervioso— se cruzó de brazos.
¿Escuché bien? La conversación ya estaba tomando un camino algo... extraño.
—¿Qué?.
—Digo... Yo... Me-mejor me voy— salió corriendo de ahí y me dejó solo.
Me quedé unos segundos y luego me fui a las gradas. No sé exactamente cuánto tiempo pasó, sólo vi a Scourge salir de ahí como si nada hubiera pasado, luego a la zorra llorando como si no hubiera un mañana. Pero nunca vi salir a Mephiles. Bajé los escalones y me dirigí a los vestidores; ni siquiera entrar, podía escuchar la voz del erizo maldiciendo, puertas chocando y gritando "siempre la cago". Seguí su voz hasta estaba las regaderas, junto con el sonido de las puertas reventando contra la pared.
**(poner aquí)**
—¿Seguro que no quieres decirme?—.
—El dejar ir al amor de tu vida con tu mejor amigo es más difícil de lo que parece— se detuvo, por fin dejó las puertas. Pero ni siquiera volteó a verme.
—¿Quieres por una vez dejar de cambiar las conversaciones? Esto no fue porque ya no soportaras, hay otra razón. Todo tu plan tenía maña, Scourge no tiene mucho que ver—.
—No la estoy cambiando— contestó seco.
—Mephiles, desde que te pregunté que si ya habías probado estar con un hombre te pusiste muy raro. ¿Qué de malo tiene eso? Te pusiste todo nervioso y no podías hablarme sin estar lejos, o sin siquiera verme. Luego te dije que si tenías algo que contarme no te iba a criticar y ahí explotó todo— por fin volteó a verme, con los ojos rojos. O había llorado o estaba a punto de llorar. —Tú no eres así en una situación normal. ¿Qué te hizo cambiar de opinión respecto a Fiona?—.
—Ya te dije que me gusta alguien más—.
—O te da miedo que sepan lo que realmente quieres, y por eso armaste ese teatrito— ahora sí me volteó a ver, con enojo. Yo me senté en un escalón que estaba junto a los lavamanos, algo lejos de él.
—¡¿Qué mierda dices?! ¡No soy gay! ¡No lo soy Ashura! ¡NO!— gritó, y otra vez empezó a golpear las puertas. Justo en el blanco.
—Cálmate Meph, nunca dije que lo fueras. Prácticamente tú solito caíste en tu trampa—.
Otra vez dejó las puertas, pero corrió ahora hacia mí. Ya podía sentir el golpe, pero ni siquiera llegó; sólo se quedó frente a mí y me veía con repudio. Analicé la situación: lo que realmente no soportaba de Fiona es que era muy habladora, y si le decía las razones por las que realmente terminaría con ella, seguramente ella le diría a todo mundo.
—¡Va a ser mi puto problema que me guste o no que me la metan! Sólo déjame, ¡no entiendes el peso de tener a un mejor amigo homofóbico, que tú gemelo sea súper varonil y tenga una muy hermosa novia, y tener que esconder tanto a tus familiares! Y si alguien te envío a saber algo, ¡anda, díselos!— se detuvo a tomar aire. —¡Diles que el gran Mephiles Black Robotnik es un maldito bisexual!—. Y ahora se tiró a llorar.
Me levanté del escalón, ahora recargándome en la base de los lavamanos. Me ponía mal verlo así.
—Mephy cálmate, respira... No entiendo eso a tu manera. ¿Pero sabes algo? Soy el único hijo de un padre que cree que vine a la universidad a conquistar mil mujeres y agarrarme a una ricachona para que los Dark Umbra tengamos la vida que se nos quitó. ¿Y lo triste del caso? Es que cuando descubran que el que me gusta es un tremendo ricachón, pero no una mujer...— reí. Luego Mephiles clavó su mirada en mí. —Va a buscar mil y un maneras para "quitarme" mi enfermedad—.
—Entonces... ¿Lo... eres?—.
—Como no tienes una idea. Lo mejor de todo esto, es que quien me gusta, a golpes o a gritos o a lo que quieras, se sinceró conmigo finalmente— le sonreí. Se lanzó hacia mí a abrazarme, siguió llorando. Entendía que fuera muy duro para él decir tanto, porque igual lo fue para mí. Pero yo sabía que juntos el secreto de ambos estaría a salvo. —Hey, no llores, está bien hermano. Por mí, nadie va a saber nada a menos que tú decidas...—.
—No me llames hermano— me interrumpió.
Se separó de mí y se volteó, caminó unos pasos. Pensé que otra vez golpearía las puertas, pero no. Se cruzó de brazos y me vio de reojo.
—Es gracioso porque... Porque eres por quien hice todo ese teatrito— dijo, y volteó de nuevo hacia mí.
Lo tomé por sorpresa, corrí hacia él sin dudarlo más y lo besé. Nada me importaba en ese momento, y sabía que nadie estaría ahí fisgoneando. La persona que me gustaba desde hace tiempo me había correspondido, el mismo día que dejó atrás los estereotipos y se animó a revelarse. No podía expresar lo feliz que estaba en ese instante, no había palabras.
—Entonces ya no te digo "hermano", ¿no?—dije, divertido. Me recargué en su frente perdiéndome en su mirar esmeralda.
—Somos más que hermanos. Más que amigos—.
—Te quiero, tonto—.
—Y yo a ti, Ash—. Ahora fue él quien me besó a mí.
Sabíamos que alguien podría llegar y descubrirnos, o avisar que estábamos ahí haciendo cosas indebidas, así que mejor nos fuimos. Salimos de ahí con cautela pensando ser los únicos dos, cuando escuché a alguien corriendo por el pasto. Esto no estaba nada bien...
[...]
—... ¡Carajo Ashura! ¡Regresa! ¿Probaste una nueva droga que te lleva a otro mundo y no nos quieres compartir?— llamó mi atención el erizo verde, tronando los dedos frente a mi mirada perdida.
—Olvidé que necesitaba comprar más azufre y una bata nueva. Lo siento— volví al mundo real después de agitar mi cabeza.
—Estamos haciendo los retos para los aspirantes, bro— avisó Knuckles.
—Ah... Emmm... Robar el mejor artilugio de la casa contraria, nunca debe faltar — respondí.
—No se olviden de escribir ahí el de tener sexo salvaje en la biblioteca central. Así fue como le quitamos la horrible virginidad a Billie— habló el equidna, con tono de burla.
—¿Sabes cuál fue el peor de todos? El de llevarte a la cama a tu maestra favorita, porque me escogieron a mí y yo no tuve maestras todo el primer semestre— dijo ahora Billie, riendo.
—Pero entraste como todo un campeón saliendo en la portada de una revista porno— dijo Sonic. Billie respondió con un "pum pa" y al mismo tiempo hizo el gesto de disparar una pistola.
—Así hasta se la quitamos a mi crack de dos colas—. Scourge hizo el mismo gesto hacia Tails, y este se sonrojó.
Así seguimos hasta muy noche, bebiendo, platicando, riéndonos de todo. Hacer la lista de retos borrachos fue la mejor idea que pudimos haber tenido, ya que todos tomábamos opiniones de todos y las escribíamos. Este año sería bueno, pondríamos muy a prueba a todos.
También terminamos de planear la fiesta de bienvenida que ya estaba a la vuelta de la esquina; decidimos hacer la temática: una fiesta de pijamas. Tenía que ponerme a trabajar con todas las sustancias, esa noche sacaríamos muy buen dinero.
Scourge, Sonic y Tails se quedaron en la casa Beta y nos despidieron. Salí de ahí con Mephiles, en ese estado nadie iba a sospechar nada. Rodeé sus hombros con mi brazo y lo acerqué a mí.
—Hoooolaaaa grisecito hemoso—.
—Holaaaaa mi Aaaaash— me contestó con una sonrisa, y con la mirada perdida.
—Te quiero, ¿lo sabes?—.
—Yo ya me harté de que no le podamos decir a todos lo nuestro. A la mierda Shhhcoursh, y todos— dijo arrastrando las palabras. —¡Taaaaaamo Ash! ¿Loscucharon? ¡Yo lo aaaaaaamo!— gritó, y se tiró a correr. Tenía ventaja sobre mi, hasta que me saqué uno de mis zapatos y se lo aventé, le dio en la espalda y Meph se cayó. Fui hasta donde estaba en el piso, riéndose.
—Tu hermano va a decir que qué putos nos vemos— le dije riendo, y me tiré a su lado.
—¡Shadow, vetalamerda!, no mimporta, putos seremos yasí nos moriremos—.
—Oye, tamo yo también pequeñín—. Volteó a verme y fijó en mi esos ojos verdes que me volvían loco. Le di un beso rápido, fijándome en que ninguno de los chicos se diera cuenta.
En serio que Mephiles me tenía hecho un idiota.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro