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11. El recuento de los daños

Mephiles POV

Me desperté exaltado por un terrible sueño. Estaba empapado en sudor y moría de sed, aparte que el cansancio estaba acabando conmigo. Al abrir los ojos veía colores muy fuertes, brillos, flashes... Maldita Fionna.

Aventé el brazo hacia un lado buscando mi buró para tomar mi celular y ver la hora, pero sorpresa, no estaba mi buró ahí, sino una persona; golpeé a una persona que estaba al lado mío. Y fuerte.

—Auch— se quejó una voz muy masculina y ronca al momento que lancé el golpe.

Rezaba porque el dueño de la voz fuera mi hermano, y por no haber hecho nada de lo que me pudiera arrepentir después.

—¿Shad? ¿Qué diablos pasó anoche?— dije al aire, sin pensar. No sé por qué contaba con la plena seguridad de que estaba dormido al lado de mi gemelo.

—Una, pasaron cosas muy locas—. En definitiva, no se trataba de mi hermano. —Y dos, Shad seguramente sigue embriagándose, o probablemente esté muerto por congestión alcohólica— exclamó mi acompañante.

Se trataba ni más ni menos que de mi queridísimo novio. Y ahora, explicaciones de qué hago en su cama y cómo es que llegamos a su departamento en las afueras de la ciudad... Madre mía... ¿No será que ya...? Ah, mierda.

—Ni siquiera recuerdo nada— dije por lo bajo. —Ashura, dime que no hicimos nada de lo que creo que hicimos—.

—Calma campeón, no omitiré ni un detalle, ¿vale?—.

Apenas articulé un inaudible "ok". Ese "no omitiré ni un detalle" me sonaba a que sí había pasado "eso". Y no quería llevarme la sorpresa de que yo haya resultado ser el pasivo la primera vez con él.

"Jugábamos botella y besaste a Fionna, en su muy largo y diabólico agarrón, ella traía un cuadrito de LSD en la lengua, así que pasó a traer tu cordura y tú sobriedad con el ácido. Saliste enojado de la fiesta, con Fionna tras tuya. Hubo un momento donde me quedé en la fiesta, pero los celos se apoderaron de mi ser y corrí por ti. Ya no había pasado nada entre la zorra y tú, quiero pensar, pero ella quería aprovecharse de que tu estado estaba decayendo y cada vez estabas más drogado. Llegué hasta ustedes y le dije que Scourge me había mandado por ti y que a ella la estaba esperando, así me deshice de ella. Pedí un Uber y traté de que te quedaras quietecito, me asusté cuando en vez de estar eufórico, te estabas apagando y sudando demasiado. De momento empezaste a gritar que necesitabas encontrar al 'Iblis trigger', yo sabía que en ese punto la droga estaba haciendo de las suyas. Llegó el coche por nosotros y empezaste a querer desvestirte y hacer lo mismo conmigo; te logré callar hasta llegar aquí pero sólo entrar empezaste a seguir gritando cosas extrañas y que me mataban de risa. Estabas empapado en sudor, así que me tomé la libertad de meterte a bañar y cambiarte la pijama; no sé qué efecto extraño tuvo el agua contigo que te apagaste y querías irte a la cama a descansar. Noté luego que estabas ardiendo en fiebre y temblando, no podía darte medicamentos, so, improvisé con unos paliacates empapados en agua y te los puse por toda la cabeza, brazos y estómago; moriste unos minutos después, te cuidé gran parte de la madrugada y 40 minutos pasaron hasta que me atacaste con tu brazo...".

—... Y me imagino que aún sigues alucinando cosas por ese cuadrito que Fionna te hizo consumir— terminó de relatar Ashura, acariciando mi mano.

—Veo muchos colores, y puedo jurar estar viendo al Dios Solaris detrás de ti... Lo siento, no es tu responsabilidad hacer todo eso que hiciste por mí—.

—Te conozco desde hace tanto y jamás te había visto tan vulnerable disculpándote por cosas que suelen suceder— me dijo, divertido. —Eres mi novio, Meph. En parte es mi deber cuidarte y hacerte feliz—.

La ventaja era que él es sumamente comprensivo, bueno, conmigo lo era mucho. Aunque me asusté un poco cuando su cara de momento cambió a una muy seria.

—Bueno, ya. Vamos a hablar—.

—Me aterra cuando tu semblante cambia—.

—¿Qué pasa con Fionna? La duda no me dejó dormir. Hay algo que no me cuadra con eso de que "regresaron"— explicó.

—Ella lo sabe— solté.—Sabe que me gustan los chicos también—.

—¿Y qué tiene de malo?—.

—¿En serio, Ashura? ¿Qué tiene de malo? Toda mi familia va a rechazarme, y mis amigos, y voy a ser la burla de toda mi generación, aparte de toda Blue Valley. ¿Y en serio lo preguntas?—.

Me vio de reojo. Quitó las sábanas y se levantó de la cama, sin quitar su mirada seria. La cagué con lo que dije, demasiado feo.

—Perdón, sabes que a veces suelto lo que tengo en la boca y no lo que pienso—.

—Te acomplejas mucho, Mephiles. Igual a mí me costó mucho dejar tantas cosas atrás por darte lo mejor de mí—.

—Ash, no eres tú. Ya sabes cómo es mi abuelo, mi hermano, Scourge...— me interrumpió.

—Hubieras pensado eso antes de aceptarte y aceptar andar conmigo. Lo que tienes no es una enfermedad y no hay tratamiento para que se te quite, recuérdalo—.

—Ashura...—.

—Te amo Blackie, pero me duele que las cosas sigan siendo así. Se me hace injusto que niegues lo que eres y lo escondas detrás de una máscara que finge cómo no eres en realidad—.

—¿Y tú? Nadie del clan sabe que eres gay—.

—Si yo doy ese paso sé que tú no te lanzarías al vacío conmigo porque le tienes miedo al idiota de Scourge, y a tu hermano. Así que mientras tú no lo intentes, yo no lo haré—.

—Qué considerado— contesté, seco.

—Cámbiate, te llevo a tu casa—.

—Es muy temprano todavía, seguro nadie va a estar ahí. Mejor ven y duerme conmigo otro rato—. Quise llevar la mala conversación a algo mejor, pero no estaba funcionando del todo.

—Duerme tú aquí, yo voy a la sala. Despiértame cuando quieras irte—.

Ashie, anda... No me dejes con las ganas—.

Se dio la vuelta y caminó de regreso hacia la cama. Te tengo.

—Siempre sabes cómo quitarme el enojo, mi vida. Pero esta vez es la excepción—.

Mi plan falló. Sólo tomó una almohada y se fue del cuarto, diablos. Recargué mi cabeza en mi almohada y bueno, sólo cerré los ojos.

[...]

Skylar's POV

—Ay, mi cabeza— apenas pude decir.

Busqué mi celular para ver la hora, 10:20 de la mañana. ¿Qué diablos hacía despierta ya? Quise levantarme de la cama pero mis fuerzas flaqueaban; los brazos me temblaban y todo se me movía, así que decidí tirarme de nuevo boca abajo.

Me giré y para mi sorpresa, me topé con el casi cadáver del erizo que me traía hecha una idiota. Y para mi más bendita suerte, se volteó hacia mí unos segundos después que yo lo hice. "Heck bro... ¿Por qué mierda eres tan atractivo?".

—Y ahora los recuerdos de anoche llegarán a atormentarme... Bullshit— murmuré.

Y sí, la tortura empieza... Llegamos al lugar, el verde me dio un shot de casi mil alcoholes combinados desde una pistola de agua, jugué tequila pong y gané una ronda; probé la weed con mi hermano, conocí al emblemático Sonic Dash, el tequila del juego empezó a hacer su efecto junto con el estar drogada, Bill me subió a un cuarto para dejarme dormir y, vaya, aquí es la parte donde me quedé recostada con Silver.

Ese estar pacheca me venció por un rato, pero reviví cuando sabía que quería divertirme esa noche. Ah, y actué como toda una zorra con Silver, eso no estuvo bien. "¡MALDITAS LAGUNAS MENTALES!".

Necesitaba despertarlo, ¡en serio ya era muy urgente! Aunque... Aún hay más... Después jugamos botella y... Besé a alguien más. Estuve con alguien más anoche. "Ah, ¡me odio! ¡No lo puedo recordar ni siquiera!".

Estuve encerrada con alguien anoche.

—Oye, ¿por qué llevas tanto tiempo viendo al techo?— la voz de mi hermano me sacó de mis intentos de recordar. ¿A qué maldita hora entró?

—Trato de recordar el cómo y cuándo me teletransporté mágicamente a la casa, y el por qué de que este individuo esté muerto en mi cama—.

—Te hicimos un favor, brou. Amy y yo estuvimos de acuerdo en que se divirtieran un rato— se burló.

¡¿Pasó?! ¡¿Ya no soy medio-Virgen?!

—Estás diciendo que... ¿Me lo cogí deliberadamente?— solté, pensé en voz muy alta.

—¿Entonces sí? Skylar... Silver tiene novia— fingió sorpresa, luego se rió. —Te guardamos el secreto, tranquila hermanita. Prefiero mil veces a él que al imbécil de Shadow—.

—¿Eh?—.

—Por eso nos regresamos a casa, ya habían pasado 15 minutos encerrados y la verdad, es mi amigo pero, tiene una complicada relación inexistente y tóxica con una porrista, y de ese "amor" no sale. No quería exponerte a ese mundo—.

Y ahí está el segundo implicado: el súper sensual erizo negro de vetas y ojos rojos. Menos mal... Gracias Bill, ya recordé todo y me odio aún más. Pero de igual manera lo tomaré como un logro: darme a uno de los más sexys amigos de mi hermano.

—Rouge, ¿no?— respondí a su comentario.

Yep... ¿Cómo la conoces?—.

—No creas que lo único que hicimos dentro del baño fue besarnos— contesté con sarcasmo.

—No tengo ganas de saber qué te metiste a la boca— dijo con desinterés.

Ufff... Te diré...— ahora yo me reí.

Se cruzó de brazos y soltó una risa, luego suspiró.

—Vamos, Amy hizo de desayunar. Despiértalo y bájalo, le prepararé un levanta muertos. Ah, y recuerda que mamá y papá no tardan— dijo divertido, se fue de mi cuarto.

¿Y ahora cuál sería la mejor solución para despertar al tamal que tengo junto? La solución fácil: hielo.

Necesitaba bajar para eso, ¡rayos! Me levanté de la cama con todas mis fuerzas, me senté en la orilla y me paré, pero todo se fue al carajo cuando en un segundo mi cara estaba en el piso. Supongo que ese estruendoso golpe sacó de su profundo sueño al bello durmiente.

—¡Blazy!, ¿estás bien?— gritó. Su voz aún se escuchaba como si un borracho estuviera hablando. ¡Oh, tiene sentido!

—Número uno, no soy Blazy. Número dos, creo que me quebré la nariz. Y tres, necesitamos hablar de lo que pasó anoche—.

"Y en ese momento, Cell sintió el verdadero terror". Para cuando pude voltearme, él estaba en el borde de la cama viendo hacia abajo; más preciso, viéndome con preocupación. Pareciera que toda su cruda se esfumó cuando te dije que teníamos que hablar...

—... Y bueno... Encontré botellas en ese cuarto, seguimos bebiendo, dejé que mi zorra interior saliera y por mi culpa nos besamos. Me siento mal por eso— relaté, él me escuchaba con atención.

—Oye, no pasó nada más entre tú y yo, ¿cierto? Ya sabes... Aquello. D-digo... No me molestaría si... hubiera pasado... Bueno, algo tal vez sí... Digo... N-no es que no lo haría contigo, pero Blaze... O sea... Ah, ya le fui infiel— tartamudeó. —¿Sabes? Me preocupa demasiado porque ambos aún somos vírgenes—.

Said what?! ¡¿Virgen este pedazo de perfección?!

—No, calma, no pasó a mayores. Amanecimos los dos con calzoncitos bien puestos—.

—Menos mal. Sólo... ¿Lo hice bien?— preguntó. ¿Qué no le quedó claro que no hicimos nada?

—Silver, ¿la peda sigue en tu cuerpo o no recuerdas que hace dos segundos te dije que no cogimos anoche?— me reí, luego me sentí mal de haber mencionado el término "coger" en vez de... Emmm... Lo que sea que se diga en vez de esa expresión tan vaga.

—Sí sigue en mi cuerpo, pero me refería al beso. ¿Estuvo bien? Jamás he besado a nadie más que Blaze, así que... Me da curiosidad—.

Pude notar un brillo en sus bellísimos ojos dorados. Era tan tierno... Malditos sentimientos, siempre jugándomela mal.

—¿En serio no lo recuerdas?—. Él negó con la cabeza. —Besas increíblemente bien, dude—.

¡WUJU! ¡Te besé y te gustó!— vitoreó.

Era evidente que seguía algo borracho, y crudo. Lo siguiente que pasó fue gracioso: al estar sentados uno a cada esquina de la cama, justo en la orilla, sabiendo el nivel de alcohol que aún llevábamos en la sangre, mi compañero de cuarto, al disfrutar de su logro, se fue de lado.

Fui rápida y lo pude pescar de su camisa y casi regresarlo a su posición, pero jamás conté con que él igual trataría de salvarse de la caída; y lo hizo jalándome con él. No pude con el peso y caímos de la cama ¿El resultado? El pobre tonto terminó conmigo encima. Una situación un tanto... muy incómoda.

Lo miré apenada, sin saber cómo actuar. Su respiración era tranquila; podía oler todavía el alcohol que emanaba de su aliento, y supongo él igual del mío. Apoyó su espalda en la pared, sin moverme o algo. No tendría por qué seguir encima suyo, pero juro que no me salía algún tipo de movimiento. Nos quedamos callados por unos segundos viéndonos a los ojos.

—Por la anécdota— rompió con el silencio.

—¿Qué?—.

¡Y CHANGOS! Me besó. Era todo lo contrario a Shadow. Silver me tomó la cara con ternura, me acariciaba la mejilla, evitaba a toda costa las mordidas, y en los momentos que nos deteníamos por aire, sonreía. Era todo un angelito. Y así me derretía a sus pies.

—Me encantas, Silv— susurré.

—Te juro que tú a mí más— contestó.

—¡¿Y cómo es que piensas explicarme esto?!— la voz de una tercera persona retumbó en el lugar.

"Mierda, mierda, mierda". El albino y yo nos separamos lo más rápido que se pudo y me quité de encima suya; ambos nos encontramos con la mirada enojada de la dueña de un par de ojos heterocromos.

—Má... T-te juro que n-no es lo que piensas...—.

—¡¿Dónde demonios está tú pijama?! ¡¿En serio duermes siempre así?! ¡Vives con tus hermanos Tennisse!—.

—Calma má, no es lo que parece, lo juro—.

—¡¿Para eso querías venir a la universidad?! ¡¿Para tener relaciones con cualquier imbécil?! ¡Skylar, Dios mío! ¡¿Quién carajo es este idiota?!—.

E-En serio lo puedo explicar, mami— contesté con terror.

¡Soy su novio, señora Armstrong!— exclamó Silver, sin más.

Y gracias a este bocón, se nos viene un sermón interminable...

[...]

Blaze's POV

El vodka es el peor amigo de cualquiera, sin dudas. No tomé mucho pero el efecto que el alcohol tiene en mí, y aparte toda esa maldita energía que el erizo azul tenía acumulada... me destrozó. De una muy buena manera, pero acabó conmigo.

Eran las 10 de la mañana y tenía que irme a casa, seguramente Silver estaría muerto de la preocupación por mí. Abrí los ojos y me topé con Sonic, dormido. Tanto hizo anoche que seguro está molido mi pobre erizo... Digo, seguro está molido el pobre erizo... Ah, a veces me odio, no debo hacer esto otra vez, ya no.

—Esto no está bien— hablé en voz baja, para no despertar al erizo que estaba a mi lado.

—¿No estuvo bien? Pero vaya cómo disfrutaste anoche, Blazy— contestó, con ironía.

—No es que no estuviera bien, porque lo estuvo. Pero ya no lo podemos repetir, Sonic. Yo tengo novio y una relación realmente hermosa con él. Espero que te hagas de la idea de que ya no va a volver a pasar esto conmigo—.

—Espero que tu novio te dé esto peor que yo y vuelvas a mí por más, hermosa—.

—Oh, te aseguro que lo hará mejor y jamás tendré que regresar a tu cuarto—.

—Lo dudo mucho, nadie se me compara en la cama—.

—Olvidaba cuando tu maldito ego sube hasta las nubes—.

—Y yo ya había olvidado cómo pedías por más cuando estabas a punto de llegar...— me dijo al oído.

No tardó ni un segundo cuando ya estaba sobre mí, dando besos y lamidas por mi cuello y bajando poco a poco. Esta vez ya no podía ser débil ante mis deseos carnales, ¡vamos, estoy enamorada del plateado, no de este idiota!

Bajó más y se metió entre mis piernas, su cabeza quedó a la altura de mi abdomen. Comenzó de nuevo a repetir besos por toda esa zona, luego por mi cadera y bajaba. Para tratar que evitara comenzar algo que ya no quería, jalé una de sus orejas; no funcionó. Sólo soltó una risilla burlona y me vio.

—Eso me excita de una manera... ¿sabes? Puedes seguir haciéndolo, no me voy a detener—.

—Ah, Sonic, por favor...— jadeé por lo bajo.

—Así debiste pedirme anoche, no con el nombre del otro imbécil. Silver, ¿no? Mi querido MJ-Head— se burló.

¡Se me había olvidado! ¡Fue él quien le puso ese estúpido apodo a Silver! La sangre me comenzó a hervir. Lo hice a un lado y busqué mi ropa. Ese idiota... Me vestí rápido y caminé hacia la puerta, pero antes de poder salir, Sonic volvió a abrir la boca.

—Te recuerdo que alguno que otro chico del clan está allá abajo, por si en serio ya quieres irte y no pasar otro ameno rato conmigo— volvió a decir con ironía, mientras que con una de sus manos hacía un círculo con sus dedos pulgar e índice, y con la otra mano atravesaba ese círculo con su índice izquierdo.

—Eres un inmaduro, Maurice—.

—Sólo como sugerencia, bombón—.

—Idiota—.

—¿No me darás mi besito de despedida?— se burló, una vez más.

Le pinté el dedo, y con una sonrisa falsa salí de su cuarto. ¿En serio tuvo que pasar con él? ¿En serio caí en su maldita red? ¿EN SERIO ÉL Y NO MI NOVIO? A veces pienso que sí cometí la peor estupidez mundial y que debo ser sometida al peor castigo conocido y por conocerse por ser una infiel.

Bajé las escaleras haciendo el mínimo ruido posible, pero para mi mala suerte, ahí había tres chicos que me reconocieron, y cada uno de ellos eran amigos de Sonic. Diablos...

—Buenos días chicos, ¿qué tal la resaca?— saludé, evitando hacer contacto visual

—¿Te divertiste anoche?— preguntó con sarcasmo uno de ellos, un camaleón morado, viéndome de arriba a abajo.

—Me olvidaron anoche. Mi novio se fue y yo me quedé. ¿Eso responde a tu pregunta, Espío?—.

—Por más que lo intentes no te va a hacer caso, ninja— le dijo Knuckles, dándole unas palmadas en el hombro. La cara de Espío cambió de burlona a una seria, sin evitar un ligero sonrojo.

Seguí derecho a la puerta principal para por fin poder irme a casa. Escuché que el camaleón le dijo al equidna "imbécil" por lo bajo; me hicieron reír.

—Hey Blaze— volví a escuchar la voz del camaleón, así que volteé. —Me preguntaba si... Tal vez tú... Quisieras algún día de estos...—.

—Tengo novio, ¿recuerdas?—.

—Obvio no sólo tú y yo—.

—Vale, hay que ponernos de acuerdo con todo el grupo. Nos vemos el lunes en clase, ninja— me despedí.

Y ahora... El cuestionamiento sobre dónde rayos estaba anoche. Necesito inventarme una muy buena excusa para poder salvarme el cuello.

Knuckles' POV

Nos quedamos viendo a Espío mientras él veía cómo Blaze salía del lugar. Vector y yo internamente estábamos muriendo de risa viendo la escena del pobre enamorado no correspondido. O al menos, bateado.

—¡Oye Ninja!— llamó su atención el cocodrilo. Espío apenas volteó a verlo. —Knux, prepara ese bate

Tome una botella vacía por el cuello, y Vector el gesto de lanzar una pelota invisible. Le di a la bola invisible con mi bate-botella y la misma voló tan lejos... Una representación gráfica de lo que hace segundos pasó con el camaleón y Blaze. HOME RUN!

¡Se va, se va, se va y se fue!— exclamé, con diversión.

—Muy graciosos los dos. Idiotas—.

—Pero al menos lo intentó, no como tú, cobarde. Ya es hora de que Rouge se vuelva de tu propiedad— dijo el cocodrilo, comiendo frituras de una bolsa que estaba en la barra.

—Mientras siga con Shadow, no voy a tener nada con ella, punto—.

¿Por qué los dos se dieron un golpe en la frente después de que hablé?

—¡Shadow y Rouge terminaron hace meses, idiota!— regañó el camaleón.

—Eso no le quita a que es la ex de mi mejor amigo—.

—Te la cogías mientras ellos estaban a la mitad de su "relación"— comentó el cocodrilo.

—Y tú estás dejando que una Milf te pague la carrera— contesté su provocación.

—¡Óyeme! ¡A Vainilla no le vas a decir Milf! Puede que sí me ayude a pagar mi carrera, ¡pero sólo es mi Milf!—.

—¿Sabes qué, Knux? Rouge seguro está allá arriba, así que es tu momento de ir y declararle tu amor— retó mi amigo morado.

—Jamás me aceptaría, para ella sólo existe Shadow— contesté con pesimismo, y también agarré algunas frituras de la misma bolsa que Vector.

Otro golpe en la frente por parte de ambos. ¿Qué dije ahora?

—¡Terminaron, imbécil! Terminaron porque llegaste tú a su vida, porque tú le gustas, Shadow ya no. Shad ya se volvió uno del montón para ella, ahora te quiere a ti. ¿Por qué crees que estando con el "amor de su vida" se veía contigo? ¡La cabeza también sirve para pensar, estúpido!—.

—Sólo es cuestión de decirle: culo si no— ahora retó el cocodrilo.

—¡Dijo la frase!— grité.

Mierda, caí en su vil trampa. Ahora estoy condenado a declararle mi amor a la murciélago de la que llevo enamorado gran parte de mi vida sólo por la frase. Bueno... ¿Qué podría salir mal?

Fui a la cocina a buscar una botella, fuese lo que fuese; encontré una de vodquila, la combinación especial que hacíamos Scourge y yo y me la empiné. Esa maldita frase era la perdición. Salí de ahí y corrí escaleras arriba buscando por cada uno de los 5 cuartos a mi próxima chica.

En un cuarto me encontré a Sonic, en otro a Scourge con Fionna, el tercero estaba ocupado por personas que no se cansaban de soltar gemidos muy altos al aire, y los otros dos cuartos estaban vacíos. ¿Y la murciélago? No sería que ella era la que estaba en ese cuarto, ¿o sí?

Pegué el oído a esa puerta, tratando de poder reconocer bien esa voz... Y a la mierda, sí era Rouge. Creo.

—¿Rouge? ¿Estás ahí?— llamé esperando una contestación del otro lado.

—¿Podrías por un segundo entender que el seguro en la puerta significa privacidad?— contestó mi mejor amigo desde adentro del cuarto.

—¡Hermano, no!— exclamé. Estaban juntos ahí adentro. ¡Ay no! ¡Maldita sea! Y no me puedo echar para atrás porque Vector dijo la frase. —¡Rouge, tengo algo que decirte!—.

Escuché las risas de ambos por lo bajo. "Oh, no, esta vez Shadow no se saldrá con la suya, ya no". Empecé a agitar la perilla de la puerta para quitar el seguro; después de tantos años de estar en esa fraternidad, me sabía todos los secretos de cada rincón de esta casa.

En unos sencillos y repetidos movimientos, el seguro se soltó y entré ahí casi derribando la puerta, para al final encontrarme, sí, a dos personas, una encima de la otra; pero, siendo la persona de abajo mi mejor amigo, y la de arriba... mi hermana.

—¡KNUCKLES!— gritaron ambos. Shade buscaba algo para taparse de mi vista, ya que estaba totalmente desnuda, y Shadow estaba completamente hecho un tomate, y sudando

—¡¿Otra vez, cabrón?! ¡¿OTRA VEZ?!—.

—Somos hermanos de leche, rojito— dijo el erizo negro. Noté que las palabras aún se le arrastraban.

—¡¿Podrías salirte y dejarnos terminar, idiota?!— gritó Shade, lanzándome una almohada.

—Por cierto, ayer Rouge y yo nos mandamos a la mierda otra vez. Y te recuerdo que es mi ex. Bro code—.

—Y te recuerdo que es mi hermana la que está encima de ti. Mi-Hermana. También es bro code, hijo de perra—.

—Rómpelo si quieres, todavía me falta muuuuucho por trabajar con Shade—.

—Te va a doler, Black—. Azoté la puerta detrás mío. Estaba enojado, sí; ¡NECESITABA ROMPERLE LA CARA!, también.

Y señoras y señores, ese es mi mejor amigo. El que se está cogiendo a mi hermana por segunda vez, según yo. Y el que es ex del amor de mi vida. ¡Claro que sí!

Me recargué en la pared frente a la puerta del cuarto que ocupaban esos dos, y me resbalé por la misma hasta terminar en el piso. ¿Sería ya momento de olvidar a la murciélago para siempre? ¡No, no me voy a rendir tan fácil! ¡Vector dijo la frase y tengo que cumplir! ¡CULO SI NO!

—Tengo como 10 segundos tratando de llamar tu atención, y solamente estás perdido en tu mundo, Knucky—.

Levanté la mirada y ahí estaba ella. ¡CULO SI NO! ¡CULO SI NO!

¡Rouge! No te vi...—.

—Lo noté, demasiado— rió. —Estaba buscándote—.

"Es momento, imbécil"

—Rouge, yo... Tengo algo que decir...te—.

—Dispara, galán. Igual venía a decirte algo—

—¡Culo si no!— grité a los 5 vientos. Después me quedé callado y repasé lo que había pasado hace 2 segundos. "Mal Knuckles, mal Knuckles".

—Como veo que no es nada muy interesante... ¿No quieres ver un rato películas en mi departamento? Hay comida, cervezas... Ejem... Más alcohol... Estamos solos... Ejem—.

Quiero llevarte al cine— musité.

No estaba yendo como yo me lo había imaginado...

—¿Cine?—.

—Sí. Quiero llevarte al cine, y a cenar, y por un helado, y llevarte de fiesta para bailar contigo, caminar en el parque tomados de la mano, llegar y abrazarte sin razón alguna, presentarte con mi familia no como la hermosa murciélago que tengo enfrente; sino como mi novia, la hermosa murciélago que tengo enfrente y de la que me enamoré tanto hace muchísimos años. No sólo quiero que nos veamos únicamente para tener sexo casual y escondernos de Shadow, ¿sabes? Llevamos tantos años conociéndonos y él se llevó el premio mayor antes que yo. Y apenas tengo la maldita valentía de decírtelo porque es el último semestre que me queda de universidad, y no iba a poder vivir con eso quemándome por dentro—.

—Knux...—.

—Y no tienes que decir nada porque sé que tú estás enamorada hasta las trancas de Shadow, y sólo tienes ojos para él—.

—Si terminamos fue porque ya no quiero nada con él. Y si anoche estuvimos juntos fue porque él estaba demasiado ebrio y no me dejaba ir—.

—Al menos lo intenté. Ahora, si me disculpas, no iré a mi cuarto a llorar porque no acabo de hacer el ridículo frente a ti—.

—Knuckles, para—.

A esas alturas del partido ya no quería escuchar nada, súper metí la pata y la jugada me salió chueca. Me levanté de ahí y caminé hacia las escaleras, era cierto que me iba a encerrar en mi cuarto a llorar por terminar haciendo el ridículo frente a ella, muy cierto.

—Sí quiero— soltó ella. Me detuve y volteé a verla con los ojos muy abiertos.

—¿El cine?—.

—Y la cena, y el helado, y también ir de fiesta contigo para que bailemos, y caminar en el parque tomados de la mano, que me abraces sin necesidad de una razón, y no sólo tener sexo así nada más. Y, lo más importante, a mí también me encantaría presentarte con mi familia como ese bobo pero increíble equidna que siempre ha estado para mí cuando lo necesité, pero ahora como más que mi amigo—. ¿Broma? Eso no lo veía venir. —Ahora que ya hablé, y yo también hice el ridículo frente a ti, ¿a qué hora pasas por mí para el cine?—.

¿Dijo que sí? ¡DIJO QUE SÍ! ¿DIJO QUE SÍ? ¿Qué diablos significa eso?

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