
Forest
Jongho desde muy pequeño escuchó que en lo más profundo del bosque habitaban monstruos y seres llenos de perversidad que no duraríanen asesinarlo sin piedad, algo que un niño de cinco no quisiera escuchar o que sus padres quisieran que supieran, pero dado que vivan en un pequeño pueblo casi pegado al temible bosque tenían qué tomar sus precauciones, todos los padres se aseguraban de que sus hijos entendieran que nadie podía entrar más allá del límite pues quien lo hiciera ya no podría regresar ni aunque suplicaran por ello, una vez dentro no serían más que alimentos para las bestias del bosque.
Jongho nunca escuchó de un solo niño que haya ido al bosque y jamás haya regresado, pero si escuchaba de adolescentes y adultos que entraban y no volvían a saber nada de ellos. Incluso su padre fue uno de los que había entrado al bosque, recuerda como su madre entró en desesperación luego de que su padre no regresará, recuerda con perfección como lloraba aterrada, como lo abrazo luego de darle la noticia de que su padre no iba a regresar.
Aun a pesar de eso su madre le dio la mejor vida y nunca les falto nada, su madre trabajó sin descansar hasta que se volvió en una mujer poderosa en el pueblo.
Aunque sin importar las advertencias y las malas historias, a Jongho siempre le generó curiosidad el bosque por su nombre. Recuerda que al cumplir dieciséis se quedó de pie frente al profundo bosque tratando de entender como la gente podía ya no volver, su madre siempre culpaba a los monstruos y bestias que habitaban el lugar, pero para ser sincero hace tiempo dejo de creerle porque se supone que todos sabían que no se debían aventurar más allá del límite, así que no comprendía como aun había desaparecidos ahí dentro. Nunca supo porque estuvo tantas horas ahí de pie, solo sabe que su madre llegó aterrada gritándole que no volviera a acercarse al bosque, en realidad casi no recordaba nada.
-Escuche que el hijo de los Lee y los Choi desaparecieron en el bosque...
Jongho recuerda como todo empezó a dar vueltas y el aire le hizo falta luego de escuchar aquello, dos de sus amigos habían desaparecido en el bosque, sabía que jamás los volvería a ver. Sin embargo no podía comprender porque dos de sus amigos habían ido más allá del límite, siempre lo hablaron, los tres estaban conscientes de que adentrarse era una verdadera estupidez y que nunca irían por cuenta propia.
Pasado días encerrado en su habitación negándose a creer que sus dos amigos habían entrado por cuenta propia al temible bosque, ellos estaban bien como para hacerlo totalmente cuerdos. A veces solo se negaba a creer las historias del pueblo.
-Cariño - Escucho a su madre- Se que es difícil...
-E-ellos no entraron por su cuenta- Murmuró.
-Tienes que aceptarlo- Jongho miró a su madre ¿Aceptarlo?
Es que acaso a ella no le dolió cuando su esposo no regreso una vez que entró al bosque, ¿Acaso ella lo acepto tan pronto?
No lo acepto, no podía, sabía que había algo mas en la desaparición de sus amigos, había algo en ese bosque, pero no sabía como explicarlo y tampoco tenía a quien decirle sobre eso. Todo el pueblo siguió con su vida, los padres de sus amigos lo hicieron, con el pasar de las semanas todos lo olvidaron, pero él no.
Jongho...
Escuchó a mitad de la noche, frunció el ceño luego de creer haber escuchado la voz de uno de sus amigos, abrió lentamente los ojos y por la ventana distinguió una luz celeste que llamó su atención.
Jongho, vamos...
Se colocó unas pantuflas y camino fuera hasta que el fresco aire de la noche golpeó su rostro, miró a su alrededor todo estaba oscuro, no había ni una sola luz lo cual era sumamente extraño jamás estaba así de oscuro, sus piernas avanzaron por su cuenta cuando escuchó que lo llamaban de nuevo, no sabía por dónde iba pero al parecer el camino estaba despejado.
Jongho...
Estas cerca...
Jongho se detuvo frente al bosque, ladeo su cabeza al ver una luz entre celeste y verde entre los árboles, aquella luz lo llamaba, entró al bosque siguiendo las voces de sus amigos.
A lo lejos también escuchó que lo llamaron pero era opacado por aquella curiosa luz, siguió caminando sin rumbo, escuchando su nombre gracias al silencio de la noche, se sentía observado pero no había nada, estaba casi al límite del bosque, estaba a nada de cruzar cuando fue tomado del brazo y alejado con brusquedad del limite del bosque, solo así regreso en sí.
-¡¿Estás loco?!¡¿En que estas pensando?!- Jongho miró a su alrededor.
-¿Q-que hago aquí?- Preguntó totalmente desorientado.
-Pequeño imbécil- Bufó aquel hombre.
-¡Jongho!- Su madre lo abrazo con fuerza- ¿Estás bien?¿Te hiciste daño?- Soltó con preocupación- ¡¿En que pensabas?!- Y luego ya estaba molesta.
Jongho nunca entendió que paso aquella noche y menos recordaba como llegó hasta ese punto siendo que no conocía el bosque.
Las desapariciones no se terminaron, cada cierto tiempo las había, lo sabía aunque su madre no se lo contará, muchos en el pueblo empezaron a esparcir rumores sobre él, decían que no aceptaba la desaparición de sus amigos y que poco a poco estaba cayendo en la demencia, otros que había sido poseído, y algunos cínicos incluso decían que él llevó a sus amigos al bosque y los asesino como sacrificio.
Pero aprendió a vivir con eso, y si es sincero quizás tenían razón él jamás acepto la desaparición de sus amigos quizás si estaba demente, quizás alguna entidad desconocida si lo había poseído, a lo mejor si pudo ser capaz de asesinar a sus amigos, no le sorprendería pues en momentos de estrés o miedo entraba en un trance donde hacía o decía cosas que después ya no recordaba.
-Amor- Jongho volteó al escuchar a su esposa.
Kim Chaewon, hija de una de las amigas de su madre, la conoció algunos meses después de la perdida de sus amigos, se conocieron y un tiempo después empezaron una relación, y por raro que parezca no recuerda como se hicieron novios, había muchas cosas en su relación que no lograba recordar, pero podía estar seguro de que la quería.
-¿Si?
-Ya es tarde, es hora de dormir- Jongho miró por una de las ventanas, se sorprendió al ver la oscuridad de la noche- Hace tiempo no te pasaba ¿Estás bien?
-Si, lo lamento no me di- Acomodó sus cosas y se levantó lentamente- ¿Que hora es?
-Están por dar las once- Respondió con suavidad la mujer- En la tarde vino Lee Jeno a buscarte- Jongho la miró y asintió.
-¿Y qué quería?- Preguntó mientras salía de aquella habitación.
-No dijo mucho, en realidad solo dijo que iría al bosque- Jongho se detuvo.
-Entiendo- Fue lo único que respondió para después entrar al baño.
[...]
Una vez estaba ahí.
De nuevo sin saber cómo había llegado al límite del bosque, pero esta vez herido y sin recordar porque estaba sangrando.
-Amor- Chaewon.
Jongho la miró, él la quería, inició una relación, se caso con ella y la quería.
-¿Te parece linda Chaewon?- Preguntó su madre.
-Supongo que sí- La miró por un momento- ¿Quieres que este en una relación con ella?
-Muchos así lo quieren, su familia no cree en nada de lo que este estúpido pueblo dice de ti- Jongho asintió- Quizás podrías intentarlo, cariño.
-Mamá...
-Si se enteran podría ser peor que morir en las garras de los monstruos del bosque- Su madre sonrió- A veces Jongho tenemos que hacer sacrificios para obtener un bien.
-¿Me casaré con ella?
-Estarás con Chaewon hasta que la muerte los separé, y Jonggie, mi lindo niño no hay que cometer errores ¿De acuerdo?
-Si...
Era más fuerte y más alto que ella, pero aun así estaba herido y perdía sangre ¿Como paso eso? ¿Por qué jamás lograba recordar cosas tan importantes?
-Me das asco, amor...
Algo dentro de él le pedía recordar, necesitaba recordar como es que estaba pasando todo eso.
-Te amo Jongho, pero tú solo me quieres...
La quería, quería a su esposa.
-¡¿Por qué nunca me dices te amo?!- Protestó Chaewon- Llevamos seis años de relación y siempre me dices que me quieres, pero Jongho yo te amo ¿Acaso tú no?
-Chaewon...
-Soy tu esposa- Murmuró mientras se acercaba- Nos casamos porque ambos nos amamos- Tomó su rostro con delicadeza- ¿Verdad?
-Si...
-Entonces dime que me amas- Jongho la miro.
-Y-yo... Te amo- Soltó bajo y sin siquiera mirarla.
-También te amo- Beso sus labios y luego ya no recuerdo más.
Un jadeo escapo de sus labios al sentir como caía al suelo, reaccionó y sus ojos observaron a su esposa sobre él, llorando.
-De todos los malditos rumores que había sobre ti...- Una siniestra sonrisa apareció en lo labios de Chaewon- Eres perfecto Jongho- Acaricio su rostro- Tan educado, amable, varonil, fuerte y sobre todo sensible, toda mujer en el pueblo te desea y yo tuve la suerte de ser tu esposa.
-Chaewon...
-Te apoye todos estos años ¿Y como me pagas? ¡Metiéndote con otro hombre!
Lee Jeno.
-Pero no voy a permitir que por tu culpa yo sea una burla ¿Entendiste? Ya hay rumores amor, hay que deshacerse de esos rumores- Tomó el arma con el cual lo había herido anteriormente- Cierra los ojos, solo será un momento...
Lo último que Jongho vio fue como Chaewon sonreía con tranquilidad luego de haberlo apuñalado, luego de eso todo se volvió oscuro.
[...]
-¿Esta muerto?- Escucho a los lejos.
-Algo así- Y después otra voz se unió- Dijo que lo lleváramos a la casa y lo dejáramos descansar.
-¿Como? Él no debería estar aqui...
-Ve y díselo...
Por un breve instante abrió sus ojos encontrándose con dos hombres de apariencia extraña, creyó alucinar por ver que uno de ellos tenía astas sobre su cabeza y al otro con alas en su espalda, eso antes de caer inconsciente de nuevo.
No sabe cuanto durmió pero cuando despertó todo estaba oscuro sin una gota de luz, se levantó con cuidado y se extrañó al no sentir ningún dolor, le resultó más extraño recordar, nunca había recordado tan pronto.
-Oh despertaste- Jongho giro hacia aquella voz.
Frente a la puerta un hombre sosteniendo una vela para que diera algo de luz.
-Estará oscuro algunos días- Le informó- Traeré velas- Jongho estaba por agradecer cuando se percató de que había algo diferente en ese hombre.
Tenía alas en su espalda, entonces recordó lo que vio antes de caer inconsciente de nuevo, miró con un ligero temor, y cuando se acercó no evito intentar alejarse.
-Creí que no lo notarías- Soltó junto a una ligera sonrisa- No te haré daño- Coloco la vela sobre una pequeña y vieja mesa de madera.
-¿D-donde estoy?- Preguntó temeroso.
-Depende a que te refieras- Le sonrio- Si es a esta casa, es una vieja cabaña que alguien debió construir hace mucho tiempo, cuando llegue ya estaba aquí y alguien que ya estaba antes dijo que también ya estaba aquí, y si te refieres al lugar estamos en el bosque- Jongho lo miró.
-¿En el bosque?- El hombre con alas asintió.
-Estabas herido y nuestro rey te trajo para curarte- Asintió a sus palabras- Te advierto que no muchos están felices por eso, así que por tu propio bien será mejor que no salgas.
-¿Hay un rey?
-Bueno algo así, nosotros le decimos rey, pero prefiere que se dirijan a él como un guardián, después de todo él protege el bosque.
Jamás escuchó que alguien protegiera el bosque, tan solo hablaban de monstruos y bestias que asesinaban sin piedad a quien entrará a su lugar.
-Por cierto me llamo Seonghwa ¿Y tú?
-Jongho- Respondió bajo.
-Bueno Jongho, bienvenido al bosque, mañana traeré otra vela por ahora deberías descansar, él pidió que descansaras bien- Se dio vuelta dispuesto a irse y antes de que saliera Jongho lo llamo.
-Espera- Seonghwa giro su cabeza lo suficiente para mirarlo- ¿P-podrias recordarme lo de no salir?- Seonghwa sonrió.
-Será mejor que no salgas, y para tu seguridad solo quienes tienen una buena intención pueden entrar, así que si escuchas voces no salgas- Jongho asintió- Descansa Jongho, lo vas a necesitar.
No comprendió lo último.
Miró la llama de la vela y por alguna razón recordó la primera vez que entró al bosque, la vez en que todos los rumores tomaron fuerza, la vez que juro haber oído a sus amigos, la primera vez que su madre lo golpeó.
Despego su vista de la flama y prefirió observar la oscuridad de la habitación, ahora que estaba ahí se daba cuenta que la oscuridad era lo único que le generaba tranquilidad.
Sabía que el tiempo pasaba, pero no sabía cuanto tiempo era lo que pasaba y ciertamente le parecía fastidiadoso y aburrido, había dormido algo y sintió que había pasado mucho pero no sabía si habían sido minutos u horas dado que como dijo el hombre con alas estaba oscuro.
Tenía muchas dudas al respecto ¿Había muerto?¿Ese era el cielo o el infierno? Quizás un punto intermedio, no tenía como saberlo, miró por una de las ventanas esperaba oscuridad pero al contrario estaba aquella luz celeste y verde que había visto en el pasado, se levantó y se acercó a la ventana.
Jongho...
Al fin estas aquí...
Te extrañamos...
Sal...
Las palabras de Seonghwa llegaron a su cabeza, no salir si escuchaba voces, quien tuviera buenas intenciones podría entrar, si eran sus amigos habrían entrado ¿No?
Escuchó como abrían la puerta pero estaba tan concentrado viendo las luces que no le presto atención.
-Son un peligro- Escucho detrás de él, una voz desconocida- Saben que lo anhelas y juegan con eso, quieren tu cuerpo porque ellos no tienen uno.
-¿Qué?- Al voltear se encontró con un chico demasiado pálido, es más su piel casi podía ser de color azul que flotaba sobre el suelo, aquello lo noto gracias a la tenue luz que destellaba de él.
-Son almas en pena- Respondió- Almas que ya olvidaron quienes son y quieren recordar, pueden copiar voces engañan fácilmente a los de tu especie- Jongho observo las luces- Llaman la atención ¿Verdad?
-¿Pueden salir de aquí?- Preguntó.
-¿No estás asustado?- Se acercó rápido a él- Cualquiera estaría asustado de verme.
-No lo sé- Murmuró.
-Veo que Seonghwa ya vino- El chico flotante se acercó a la vela- La luz es muy linda- Colocó su mano sobre la flama- Yo también llegué a olvidar quien era- Le sonrió a Jongho y volvió a la vela perdiéndose en ella.
Jongho lo observó notando como podía verse atraves de él.
-¿Eres un fantasma?- El chico lo miró.
-Un Gwishin- A Jongho le sorprendió, creía que daban miedo- ¿Que has visto?- Le preguntó- Los demás también querrán conocerte, están curiosos por tu caso.
-¿Mi caso?- El Gwishin asintió.
-Vivo, muerto, no sabemos que ocurre y el rey no está por eso la oscuridad de estos días- Jongho no comprendía- ¿Que fue lo que preguntaste antes?
-¿Que si las luces pueden salir de aquí?
-Oh, si, salen todo el tiempo a veces traen comida- Jongho se mostró confundido- Y a veces la comida viene sola.
-¿Comida?
-Bueno no mi comida, pero de los demás si- La confusión no dejo el rostro de Jongho- A veces siento lastima de ellos, vagan por todo el bosque buscando un cuerpo pero al final no obtienen nada... Hubo un tiempo en que traían comida los de su especie y todos tenían un festín por días, pero algo pasó un día, tú especie hizo enojar al rey y ya no hubo más festines, la comida comenzó a escasearse y entonces los crearon a ellos.
-¿Que hizo mi especie?- El gwishin se encogió de hombros.
-No lo sé, quizás Wooyoung o Mingi lo sepan, yo no como nada y ellos si mucho.
¿Como es que había más versiones del bosque?¿El bosque era bueno o no?¿Acaso ellos eran los malos?
-Los demás vendrán y supongo que después conocerás al rey, pero no lo llames rey, no le gusta prefiere ser el guardián del bosque- Lo mismo que le había dicho Seonghwa- Debo irme, mucha suerte... Oh soy Yeosang- Se presentó para luego salir por aquella vieja puerta.
Y de nuevo oscuridad y silencio, algo a lo que ya estaba acostumbrado.
[...]
-¡No te atrevas a tocar a mi hijo!
Jongho veia a sus padres discutir desde una de las esquinas de su casa mientras lloraba sin parar, intentaba no escuchar tapando sus oído con sus pequeñas manos.
-¡Es mi hijo!¡Y lo voy a educar como mejor me parezca!
Quería no estar ahí, no quería escucharlos, ya no quería escuchar a sus padres discutir, tenia miedo.
-¡No lo vas a seguir golpeando!
Todo se volvió oscuro.
Se levantó exaltado luego de aquel sueño, su respiración era irregular, estaba sudando, miró a su alrededor y solo se encontró con la oscuridad de los últimos días según le había dicho San, otro Gwishin como Yeosang.
Con el pasar del tiempo obtenía más dudas que respuestas, no podía comprender que estaba pasando, él recuerda que fue apuñalado en el pecho, había estado perdiendo sangra, debería estar muerto, sin embargo estaba ahí con la gran duda sobre si seguía vivo.
También estaba recordando cosas que no recuerda haber vivido, acciones que duda haber hecho, sentía como si en realidad no hubiera estado viviendo en ese entonces, él solo recuerda una vida monótona, sin embargo sueña con la diversión que duraba minutos, ¿Por qué tenía esos sueños? ¿Por qué ahora estaba recordando? ¿Por qué sentía que aún le faltaba una vida entera por recordar?
La oscuridad comenzó a dispersarse hasta que todo pudo ser visible, no dirá que era como en el pueblo siempre que salía el sol, aun parecía que estaba por dar la noche pero ahora podía ver todo a su alrededor.
-Cuando la oscuridad se dispersa, él rey llega...
Fue lo que le contó San en su última visita.
El rey había llegado, quizás sus dudas serían resueltas, merecía respuestas después de todo, pero si era quien estaba a cargo del bosque no podía solo exigirle que le respondiera, sería un acto muy grosero y debería estar agradecido por al menos estar viendo que el bosque no era tan aterrador como le hicieron creer.
El conocido rechinido de la puerta se escucho, alguien estaba entrando, no sabía a quién vería, ¿Cómo era un guardián del bosque? Es más ¿Tenía derecho a mirarlo?
-Veo que te recuperaste sin problema- Era la voz de un hombre, alzó la cabeza encontrándose a un hombre sumamente atractivo con una carismática sonrisa, ¿Así lucia un guardián?- Espero que quienes te visitaron hayan sido amables, algunos podrían no tener malas intenciones pero sin duda pueden ser groseros.
-¿U-usted es el guardián del bosque?- El carismático hombre asintió.
-¿Quieres saber que haces aquí, no es así?- Jongho asintió lentamente- Bueno es curioso sabes- Se acercó- Estuve presente en tu muerte y me pareció una ironía pues también lo estuve en tu nacimiento- Jongho frunció el ceño confundido- Alguna vez antes de tu nacimiento alguien vino a ofrecer una ofrenda, lo recuerdo eran un hombre y una mujer- Asintió- No creí que en estos tiempos aún lo hacían, hace mucho dejaron de hacer ofrendas.
-¿Soy una ofrenda?- El guardián sonrió y negó.
-Hace tiempo la dieron, pero de alguna forma tú siempre llegabas al límite del bosque, así que cuando esa mujer se fue yo te rescate y no deje que murieras, aunque tampoco estas vivo, si salieras de este bosque bueno serías polvo- Jongho lo miró.
-Estoy vivo y muerto- El guardián asintió.
-Estas muerto fuera de este bosque, pero lo suficientemente vivo para estar aquí, te puedes lastimar y sentir el dolor y yo te curare las veces que sean suficientes, pero ya no es igual, ahora no hay como evadir lo que pasa.
-Gracias- El guardián negó- ¿Como puedo pagarle esto?
-No te preocupes por eso, me llamo Yunho- Le extendió su mano.
-Jongho- Tomó su mano para no ser grosero, al hacerlo pudo sentir que estaba caliente, mas de lo que esperaba- Entonces ahora pertenezco al bosque.
-Así es Jongho, estaré cerca- Murmuró- En realidad estoy en todas partes, vendré de vez en cuando, ten cuidado al salir y no confíes en todos.
-¿Puedo salir?- Yunho asintió.
-No eres un prisionero, si ellos te pidieron no salir era porque yo no estaba, pero ahora estoy aquí y mientras sea así nadie te hará nada- Le explicó con amabilidad, Jongho asintió repitiendo en su mente aquello- Bien, debo irme.
Jongho solo miró salir de aquella cabaña, se levantó y observo por la ventana, ahora que no había una profunda oscuridad cubriendo el bosque, podía admirar el bosque y era realmente lindo, jamás lo había apreciado de esa forma.
La primera vez que salió de la cabaña tan solo se quedó sentado en el porche observando la naturaleza y a algunos animales que pasaban por ahí, de verdad no podía creer que algo tan lindo estuviera oculto u que todos prefirieran creer que el bosque solo es temible. La segunda vez que salió conoció a Wooyoung en aquella forma curiosa de un zorro con nueve colas, reconoció con facilidad lo que era, pero le sorprendió que se presentará como un hombre, había oído que sólo se presentaba como una mujer para seducir a los hombres y comerles el hígado.
-Vaya- El zorro se acercó a él mostrando una gran sonrisa que dejaba a la vista su filosa dentadura- ¿Tú eres quien tiene molesto a Hongjoong, no?- Jongho no reconoció el nombre- Eres una especie que no me molestaría probar.
-No lo tocaras- El zorro volteó hacia Yunho- Creo que fui bastante claro- El zorro bufó y miró al humano con una sonrisa ladina- Woo...
-No haré nada- Paso la punta de sus dedos por el rostro de Jongho- Una completa lastima ¿Que estas viendo en estos momentos?
-D-disculpa...
-¿Que soy?- Jongho lo miró- ¿Una mujer?- El humano negó y el zorro sonrió- Oh mi rey, ya lo entiendo todo- Yunho gruñó y Jongho juro que por unos instantes los ojos del guardián brillaron en un rojo carmín.
-Woo- El zorro lo observó con una juguetona sonrisa.
-Una mordida- En un rápido movimiento ya estaba detrás de Jongho y este en realidad no sabía que pasaba, tan solo reaccionó cuando sintió que lamian su cuello pero esta vez lo recordó todo.
Recuerda como Yunho gruñó con fuerza, como sus ojos se volvieron de un rojo intenso y como Wooyoung cambio su forma a la de un zorro para correr entre los árboles del bosque, por primera vez fue consciente de todo lo que paso a su alrededor, Yunho le pidió que descansará y que por esa noche no saliera escuchará lo que escuchará.
Entendió porque al escuchar de nuevo a sus amigos, a su madre, incluso a su padre, cubrió sus oídos tratando de convencerse de que nada era real, ellos no estaban ahí, no podían estar ahí.
-Wooyoung no te iba a hacer daño- Comentó Yeosang mientras veía la vela que Seonghwa le había traído- Además eso seria meterse en problemas con Yunho, y cuando se molesta todo el bosque le teme.
-Yunho no parece amenazante- Por primera vez, desde que lo conoce, el gwishin sonrió.
-A penas lo conoces, si él no lo fuera ¿Por qué crees que todos le tenemos respeto y lo vemos como un rey? Yunho nos protege de tu especie, incluso te protegió de tu propia especie- Se acercó a él- Es bastante fuerte y temible.
-Aún no conozco lo suficiente de este bosque- Murmuró cabizbajo.
-Ya irás conociendo a Yunho y al bosque- Le soltó con tranquilidad- ¿Te gusta el bosque?
-Uhm si- Murmuró mientras salía para sentarse en el porche, Yeosang lo siguió- ¿Quien es Hongjoong? El gumiho dijo que estaba molesto.
-¿Él?- Jongho asintió- ¿Tú ves a un hombre?
-Si ¿Por qué?- Yeosang negó.
-Nada, Hongjoong es... ¿Como te lo digo?- Lo pensó por un momento- Se puede decir que es quien mantiene a Yunho en armonía y quien nos vigila cuando Yunho no está.
-¿Y por qué está molesto?
-Porque tú no deberías estar aquí, o quizás porque deberías estar muerto y así- Jongho asintió lentamente, bueno podía entenderlo- Pero igual él no te hará nada, aunque sea quien mantenga a Yunho en armonía, él podría enojarse y nadie podría calmarlo.
-¿Es su pareja?- Yeosang rió.
-Claro que no- Soltó en un tono divertido- Eres divertido, hace mucho tiempo no sentía eso, aunque en realidad yo no soy de sentir mucho... Hongjoong es un qilin.
-Este bosque lo tiene todo- Yeosang asintió.
-Por supuesto, también está Mingi que es un dragón pero él no está porque están algo escasos de comida- Jongho de verdad estaba sorprendido por todo lo que había en el bosque.
-¿A que te refieres con comida?- Desde que llego tenía esa duda.
-Yunho dijo que no podíamos decirlo- Respondió- Y no me pienso meter en problemas, la última vez que se molestó el bosque estuvo en oscuridad total y no había control, fue horrible para todos.
-¿Aún estas aquí?- El par volteó hacia Seonghwa- Porque mejor no te vas a ver la luz de la vela- El gwishin entró a la casa.
-¿Por qué siempre ve la luz de la vela?
-Es un alma en pena, anhela la luz- Respondió con simpleza- Además también lo calma, lo hubieras visto cuando no hubo un solo rayo de luz.
-¿A San le pasa lo mismo?- Seonghwa asintió.
-Te traje esto, Yunho me pidió que te dijera que no vendrá en algunos días pero que igual estará cerca y que te recordará que no salgas durante la noche- Jongho asintió mientras tomaba la canasta que Seonghwa le ofrecía.
-Yeosang- El gwishin volteó- Hay que irnos.
-Adios, nos vemos después- Jongho se despidió con su mano, vio a Yeosang desaparecer y a Seonghwa volverse un cuervo para irse volando.
Recuerda que cuando descubrió que Seonghwa era un cuervo se asustó pues la transformación le había parecido macabra, pero ahora sólo pudo verlo con normalidad, de todas maneras ya sabía que no era un bosque normal, había criaturas míticas.
No había monstruos y bestias como todos le dijeron, eran solo criaturas que trataban de vivir en armonía ahí en el bosque.
Jongho perdió la cuenta de cuanto tiempo había pasado desde que despertó ahí en el bosque, suponía que no mucho.
-¿No te has aburrido?- Preguntó el guardián.
-Yeosang me hace compañía por mucho tiempo- Yunho asintió- Él menciona cosas.
-Él no siempre se da cuenta de lo que dice, a veces mezcla las cosas- Le informó- Tiene cientos de años Jongho.
-Dice que están escasos de comida ¿A que se refiere con comida?- Se tomo el atrevimiento de preguntar.
-Sólo comida- Murmuró- ¿No sientes frío?- Le cambio el tema, era lo mejor.
-Sólo en las noches- Se dio cuenta pero solo no insistió, temía hacerlo enojar.
-Puedes decírmelo, yo sé que no estás muerto del todo- Se acercó a él para quitar los rastros de frío de su cuerpo. Jongho se sorprendió al sentir su mano caliente, mas que aquella primera vez que lo conoció, pero aun así no era lo suficiente caliente para quemarlo, solo le quitaba el frío- ¿Lo escuchas?- Jongho lo miro- Tu corazón, aun late.
-Todavía no logro entender como es que estoy muerto y vivo a la vez, yo recuerdo que fue aqui- Señaló su pecho, Yunho asintió.
-Te curé- Llevo su mano al pecho del menor- Hice a tu corazón latir de nuevo dentro de este bosque, te lo merecías...
-Yunho- El guardián dejó de mirar la cicatriz en su pecho para mirarlo a los ojos.
-¿Qué recuerdas?- Le preguntó- ¿Por qué necesitaba asesinarte?
-No lo recuerdo- Murmuró- Hay cosas que recuerdo, pero aun falta, lo se- Yunho asintió con una cálida sonrisa, acarició su mejilla y Jongho se sintió aún más cálido.
-¿Sabes porque ves a Wooyoung como un hombre?- Jongho negó- ¿De verdad?
-Se que debería ser una mujer, pero no comprendo porque es un hombre- Yunho suspiró.
-Tomará tiempo, no te presiones- Apartó su mano el rostro del menor- Me aseguraré de conseguir cosas calientes para que soportes el invierno.
-A penas es primavera- Soltó el menor- ¿No?
-Será invierno en unos meses- Jongho lo miró sin creerle, llevaba casi un año ahí y sentía que tan solo habían pasado semanas.
Tal como Yunho lo habia prometido le consiguió lo suficiente para que pudiera soportar del invierno que estaba a nada de llegar.
En ese tiempo tomo algo más de confianza para salir a explorar el bosque, aunque Yeosang le advirtió que no se alejara demasiado o podrían confundirlo con un gwishin y si Yunho no estaba cerca esta vez si moriría enserió.
¡Jongho!
Escuchó a su madre gritar aterrada mientras caminaba de regreso a la cabaña, volteó a penas la escuchó.
¡Jongho!¡Hijo!
Sabía que no tenía que confiar en nada de lo que escuchará, todos se lo advertían cada que lo visitaban, pero escuchar a su madre de esa forma le preocupó, miró a su alrededor, nada, camino por un sendero que antes no vio, escuchaba a su madre cada vez más cerca.
-¡Mamá!
¡Jongho!
Avanzo un poco más hasta que llegó a un montón de criaturas comiendo algo en el suelo. Quedó congelado al darse cuenta que era una persona, aquellas criaturas se comían a una persona, retrocedió lentamente cuando una de ellas lo noto, jadeo al sentir como caía, ahora ya no podía escapar de la realidad y tenía que afrontar lo que pasaba.
Un grito escapo de su boca cuando mordieron su pierna y brazo, no sabía que clase de criaturas eran esas, pero no debían ser buenas si se comían a una persona, es más ahora él era su comida.
"Están escasos de comida" las palabras de Yeosang llegaron a su cabeza, "Salen todo el tiempo por comida" No podía ser cierto "O a veces la comida llega sola" Su especie, ellos eran la comida de los monstruos del bosque, las criaturas sí eran monstruos.
Un gruñido se escucho detrás de él, al volteó un nuevo jadeo salió de sus labios al ver a un gran perro negro con ojos rojos, fuera de imaginar que era su salvación, se aterro más al creer que ahora era la comida de un bulgae. Debió imaginarlo en cuánto conoció a Wooyoung.
Aquellos pequeños monstruos que habían estado a nada de comérselo huyeron, cerró sus ojos con fuerza cuando el gran perro se le acercó, esta vez si estaba listo pasa morir en serio. Pero en vez de sentir como mordian su piel para comenzar a comérselo, sintió un par de manos sobre la herida en su pierna, abrió lentamente sus ojos y aterrado se apartó de Yunho.
-Tengo que sanarte...
-Aléjate de mí- Yunho lo observó- Eres un monstruo como ellos, soy tu comida también.
-No eres la comida de nadie, tengo poder sobre la mayoría de las criaturas pero no todos me obedecen- Le explico- Por eso te pedí y les pedí a todos que te dijeran que no te alejaras demasiado.
-¡También soy la comida de ellos!- Yunho tomo su pierna para impedir que se alejará- ¡Déjame!- El bulgae se colocó sobre él- ¿Por qué estoy aquí?¿Por qué no me dejaste morir?- Yunho lo miró- ¡¿Por qué?!- No hubo una respuesta- Están escasos de comida, las luces no logran traer comida desde aquella noche ¿Cierto? He sido su comida desde hace bastante ¿No es así?
-¿Que recuerdas?
-Tus ojos, me estabas siguiendo aquella noche- Yunho asintió- ¿Por qué solo no tomaste mi cuerpo y dejaste que me comieran?
-Así no funciona- Respondió bajó- Siempre hacen eso, vienen, asesinan y se van, no es suficiente para mi familia.
-¿Prefieren cazar, no?- El bulgae asintió- Me tenía que recuperar y cuando eso pasará ya nada me iba a proteger.
-Así sería en un principio, pero ya no- Confesó- Nadie te tocará.
-No te creó, eres un monstruo como ellos...
-Sólo busco su bien, necesitan comer, aquella noche si lo hubiese querido habrían tenido un festín, pero no lo permití- Llevo su mano a la herida de Jongho para curarlo- No lo entiendas, no es necesario.
-No lo entenderé- Miró con recelo al supuesto guardián.
-Tienes que recordar- Murmuró antes de cubrir sus ojos.
Todo se volvió oscuro después de eso, cuando despertó estaba en la cabaña miró su pierna y su brazo solo habían cicatrices, miró a su alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie, no quería hablar con nadie.
Se sorprendió un poco cuando nadie llegó a visitarlo, pero eso era bueno porque no quería verlos, ellos eran parte de todo ese juego, ellos también pensaban cazarlo.
[...]
-Pero si pudiéramos explicarle, quizás entienda- Yunho miró a Yeosang negó- ¿Y entonces que harás?
-Seguiremos como hasta ahora- Wooyoung alzó su mano- ¿Qué?
-Sé que estás haciendo todo lo que puedes, pero no será suficiente, necesitamos cazar- Yunho gruñó frustrado, claro que lo sabía.
Sabía que el bosque necesitaba cazar como antes, tenían hambre, Jongho no sería suficiente para todo el bosque por eso cambió de idea e impidió que siquiera pensarán en cazarlo, ahora dejaría claro que nadie lo tocaría.
-San- El gwishin que miraba entretenido un par de velas volteó- Puedes hablar con las demás almas.
-Supongo, pero van a querer algo a cambio- Yunho asintió- Bien, iré a buscarlo, vamos Yeo- El otro Gwishin lo siguió.
-¿Cuanto tiempo le vas a dar?- Preguntó el gumiho con una sonrisa juguetona.
-¿A que te refieres?- El gumiho lo miró.
-Al humano claro, ahora sabe que su especie es nuestra comida y que él estuvo a nada de ser comido por nosotros- Yunho bufo- No debiste darle la oportunidad, ahora somos unos monstruos- Lo sabía, claro que lo sabía, se lo había dicho a la cara.
-Hay que darle algo de tiempo, demostrarle que no le haremos daño, al menos no nosotros- Habló Seonghwa.
-Te dije que era una mala, y va en contra de las leyes- El bulgae volteó hacia un joven con astas que en la mayor parte del tiempo lo miraba con reproche- Ese chico no iba a saciar el hambre de nuestra familia.
-¡Lo sé!
Pronto el gumiho y el cuervo sintieron la tensión de su rey, estaba a nada de sucumbir en el enojo y si eso pasaba no sería nada malo, ambos prefirieron irse, no tenían nada que estar haciendo ahí.
-Tú sabes que no solo lo traje para que fuera su comida- Hongjoong se cruzo de brazos y negó.
-¿Aún no cambias de idea?¿A pesar del tiempo que ha pasado?- Yunho asintió- ¿Entonces porque lo ofreciste como comida?
-Porque aunque lo quisiera para mí, ustedes son mi familia y necesito su bien- Hongjoong resopló- Tengo que salir ¿Podrías asegurarte de que no intente salir del bosque?
-No te preocupes por eso, yo me encargo- El bulgae se siente más tranquilo así, saber que no tiene que dejar solo a Jongho mientras sale- Mingi esta por regresar...
-Al menos alguien consiguió un gran banquete- Murmuró.
-Hay que esperar a que las almas en pena consigan comida y si no debes dejar que Wooyoung haga el trabajo, antes lo ha hecho...
-Si las almas no consiguen nada díselo a Wooyoung- Hongjoong asintió.
Si no había otra opción tendrían que volver a su verdadera naturaleza para sobrevivir, todos saldrían en busca de comida, incluso San y Yeosang que ni siquiera tenían esa necesidad. Sería algo que Jongho no deseará ver.
[...]
Cuando sus ojos se abren una profunda oscuridad lo recibe, los cierra de nuevo sabiendo que así estaría por días pues tal como cuando llegó, Yunho no debía estar.
No sabe cuanto durmió pero despierta al escuchar grito tras grito, se levantó con prisa para acercarse a la ventana, pero no veía nada, Yunho aún no regresaba. De nuevo gritos, pensó en salir para averiguar lo que pasaba, camino hasta la puerta y al abrirla alguien ya estaba ahí de pie.
-Así que si eres real- Aquel hombre alto entró a la cabaña- No puedo dejarte salir- Jongho frunció el ceño- Y además no te gustará lo que vas a ver.
-¿Que?
-Aquí estas a salvo- Jongho miró al hombre- Y si sales me meteré en problemas.
-¿Están comiendo, no?- Preguntó con temor. No hubo ninguna respuesta y eso solo fue una afirmación para él- ¡Son unos monstruos!¡Son gente inocente!- El hombre bufó.
-Gente inocente, claro- Camino por la cabaña. Jongho vio el camino libre y pensó que tal vez podría escapar, salvar a un par y salir de ese maldito bosque sin importar qué moriría una vez fuera, prefería eso a estar ahí- Si sales ni siquiera podrás llegar al limite del bosque, aquí estás lo suficientemente vivo para ser comida.
-¿Por qué hacen eso?- Preguntó mirando la puerta y apretando sus manos con fuerza- No lo entiendo.
-También necesitamos comer, ¿Acaso tú especie no?
-Es diferente- Murmuró.
-¿Si?- Regreso a donde Jongho estaba de pie- ¿En qué?- Jongho se estremeció al escuchar aquella profunda voz- ¿Acaso ustedes no asesinan a animales para alimentarse? Ellos también son inocentes ¿Qué no? Es nuestra naturaleza, debemos cazar y comer para sentirnos llenos- Un par de dedos acarició su rostro- No nos importa que nos entienda, de todas formas nosotros tampoco los entendemos a ustedes- Aquel hombre se apartó y Jongho sintió que por fin podía respirar.
Jongho lo vio caminar sin problemas por la habitación, se detuvo frente a la ventana y mostró una sonrisa, que a Jongho le dio una sensación entre el miedo y el deseó.
-Soy Mingi, lamento la tardanza al presentarme, pero estaba muriendo de hambre y tuve que salir- Jongho tan solo se le quedó mirando.
Los gritos se terminaron luego de un rato y el silencio inundó el bosque, el hombre de nombre Mingi se quedó ahí con él, a pesar de saber que el humano no quería saber nada de ellos.
-Creó que eres injusto con nosotros- Habló Mingi- Sólo cumplimos con el ciclo de la vida ¿Acaso es nuestra culpa?
-¿Y no pueden comer otra cosa?- Mingi negó.
-Así fuimos creados...
-Él...
-No, Yunho no nos creó, él solo nos protege en este bosque, hay dioses más arriba de Yunho, ya deberías saberlo- Sonrió ladino.
Cuando el sol comenzó a salir ambos supieron que Yunho había llegado, y Mingi supo que el festín había terminado para los demás.
-No te cierres Jongho, escuchalo, no somos malos como tu especie lo cree- Se acercó a pasos lentos, hasta quedar tan cerca que Jongho no evito sentirse pequeño- Lindo- Jongho perdió la noción cuando una de las manos de Mingi subió hasta su rostro, no comprendió la reacción de su cuerpo cuando su pulgar pasó por sus labios.
Un olor a quemado llamo su atención, pero Mingi tan solo rió por aquello.
-Debo irme, o se enojara y no nos conviene- Jongho no comprendió eso.
No esta seguro de cuanto tiempo paso, pero Mingi no regresó a visitarlo, es más nadie lo había visitado y pronto todo se torno aburrido, era cierto que necesitaba tiempo pero no pensaba que iba a ser tan aburrido, y luego de su conversación con Mingi podía entender un poco la situación.
Salio de la casa pero tan solo se quedó en el porche y miró a su alrededor, soltó un suspiro y cerró sus ojos por un instante.
-¿Papá a donde vamos?- Preguntó cuando se detuvieron en medio del bosque, vio a su padre mirar por todos lados- ¿Papá?- Su padre lo miró.
-Escucha con atención ¿Si?- Él asintió- Pase lo que pase tienes que prometer que vas a correr lejos.
-¿Por qué?- Preguntó sin entenderlo porque haría eso.
-Sólo prométeme que vas a correr lejos- Noto la desesperación en los ojos de su padre.
-¿Y si me pierdo? No quiero perderme aquí...
No obtuvo una respuesta dado que crujidos empezaron a escucharse cerca y su padre lo tomó para correr.
No entendía que pasaba ¿Por qué corrían?¿Por qué huían de su madre?¿Que estaba pasando?
-¡¿Dónde estás?!
Su padre se detuvo antes de correr por uno de los dos senderos que había.
-Juguemos a algo ¿Si?- Él no quería jugar en ese momento, estaba asustado- Te vas a esconder bien y saldrás hasta que yo regrese.
-Tengo miedo- Murmuró.
-Lo sé, ya también, mira estoy aterrado- Soltó una pequeña risa cuando su padre puso una cara graciosa- No tiene nada de malo asustarse ¿Entendido? Es completamente normal, solo cierra los ojos y todo pasara- Estiró un poco su cuerpo- Cierra los ojos Jonggie.
-¿Volverás, verdad?- Su padre sonrió.
-Lo haré, cierra los ojos y todo pasará rápido.
Cerró sus ojos y se quedó ahí donde su papá le pidió que se escondiera, escuchando a algunos pájaros, el viento, el ruido de las ramas, no sabe cuanto tiempo tuvo los ojos cerrados pero ya se había aburrido así que los abrió y miró a su alrededor. Comenzó a caminar para buscar a su papá y preguntarle si podían jugar a otra cosa, camino sin rumbo pues no conocía la zona, estaba por llamar a su padre cuando un cuervo llamó su atención impidiendo que lo hiciera, caminó un poco más hasta que encontró a su madre.
Sus ojos mostraron terror al ver a su madre sobre el cuerpo de su padre cubierto de sangre, retrocedió y tan solo cayó al suelo, cerró sus ojos con fuerza obedeciendo las palabras de su padre.
-Jonggie, ya todo esta bien, él no te hará daño...
Su padre jamás le hizo daño.
Abrió sus ojos y se asusto al ver a Yeosang frente a la casa.
-¿Ya recuerdas?- Le preguntó.
-¿Por qué parece que ustedes saben más que yo?- Yeosang se acercó.
-Que estés aquí no es una casualidad y no solo porque Yunho pensaba en ofrecerte para que fueras comida- Murmuró- Él estuvo en tu nacimiento y en tu muerte.
-Lo sé...
-Y en todas las veces que entraste al bosque- Jongho frunció el ceño ¿Todas las veces que entró al bosque?
-Yo no...
-No lo recuerdas ¿Cierto? Desde que viste a tu padre morir no recuerdas nada- Él sabía lo de su padre- Tu padre nunca nos vio como monstruos, en cambio tu madre.
-No lo entiendo...
-Tu madre algunas veces vino con un hombre y años más tarde ella trajo una ofrenda- Jongho lo miró sin creerle.
-¿Q-que?- Retrocedió cuando recordó el día que su padre murió.
-Era tu padre ¿No es así?- Jongho negó, no quería los recuerdos- ¿Por qué no quieres recordar? Aquí ya nada te hará daño.
-Yeosang- El gwishin desapareció en cuanto escuchó a su rey.
Jongho miró a Yunho ¿Por qué él siempre aparecía en sus recuerdos? ¿Por qué se negaba a recordar? No entendía nada y eso lo agobiaba demasiado, por más que lo pensaba solamente no había respuesta.
-¿Por qué parece que ustedes saben más que yo?- Yunho se acercó cauteloso- No entiendo nada de todo esto, no se quien es bueno o malo, ni siquiera podía distinguirlo cuando estaba vivo, ella lo asesino pero toda mi vida la vi como una víctima más de este bosque, no recordaba a mi papá, no recuerdo haber entrado más de una vez a este lugar, ¡No entiendo nada!
-Creo que ver a tu madre asesinando a tu padre debió ser algo muy fuerte para ti, que solo te negaste a recordar eso... No entiendo como funcionan los humanos, todo es diferente entre ustedes y nosotros- Ni siquiera Jongho sabía como funcionaba su especie- Cuándo naciste tu abuelo me vio, recuerdo que le dijo a tu madre que era un mal presagio- Jongho miró al bulgae- Dijo que algo andaría mal contigo- Una sonrisa apareció en los labios de Yunho- Ambos creyeron que tu padre era parte de mi aparición, cuando no era así yo solo buscaba comida.
-Toda mi vida realmente no existe ¿O si?
- Existe pero era tan horrible que preferiste no recordarlo, le perteneces al bosque desde tu nacimiento y que murieras aqui lo confirmó, ¿Sabes por qué?- Yunho camino alrededor suyo- Porque este es el único lugar que no te va a lastimar y lo sabes.
-¿Cómo?- La cálida mano de Yunho tomo su rostro- ¿Por qué no puedo recordar?
-Puedes hacerlo, solo te niegas a recordar- Se apartó de él.
-Tengo miedo, de todo en realidad- Yunho sonrió cálido.
-Te aseguro que mientras yo esté a cargo de este bosque nadie te va a lastimar- Jongho cerró sus ojos cuando el bulgae acarició su mejilla- Nunca volverás ser lastimado, ni herido, te lo juro.
-¿Por qué no me dejaste morir?- Preguntó de forma suave, disfrutaba un poco de las caricias que sentía en su mejilla.
-No lo sé, nunca había visto a alguien nacer en el bosque, se me hizo algo curioso, muchos mueren aquí pero mayormente no es nuestra culpa- Jongho abrió los ojos lentamente encontrándose con la cálida mirada del bulgae.
-Quiero saberlo todo...
-Antes tenían la creencia de que dar una ofrenda al bosque era señal de paz, de esa forma pedían a los dioses protección, pero alguien quiso aventurarse al bosque y nos encontró, lo contó y no tardaron en asesinar a quienes pudieron- Jongho nunca había escuchado de eso- Hicimos lo que debíamos hacer para salvarnos, ellos atacaron solo por miedo, nosotros para sobre el...
-¿Fue la época de los festines?- Yunho asintió, supuso que Yeosang debió haber comentado algo sobre eso.
-Años después pusieron el límite y nosotros quedamos como unos monstruos que mataban sin piedad, cuando en realidad fueron ellos- Bueno en eso tenia razón, pensó Jongho- Aún así ellos vienen al límite para asesinar y culparnos a nosotros.
-¿Nunca han asesinado a alguien en el límite?- Preguntó curioso.
-Lo hemos hecho, el límite es solo para ellos, si quisiéramos estaríamos por todo el bosque pero entonces no tendríamos comida- Sonrió- ¿Te cuento un secreto?- El menor ladeó su cabeza- Vi a tus amigos morir...
-¿Que?
-Cuando las almas en pena fueron por ti usando las voces de tus amigos yo los reconocí- Jongho abrió sus ojos tanto como pudo, él tenía razón, sus amigos no habían entrado al bosque, nunca lo harían por su cuenta.
-¿C-como...?¿E-ellos como llegaron al bosque?- Tenía que saberlo de una vez por todas.
-Dos señores los hicieron venir, tú especie es cruel- Bufo- Ellos eran pareja ¿No es así?
Entonces recordó, Bomin y Daehwi, sus dos mejores amigos quienes le habían confesado que estaban en una relación, recuerda lo asustado que estuvo porque si la gente se enteraba no saldría nada bueno, recuerda como los ayudo a verse y a estar juntos, recuerda que su madre lo descubrió... Su madre.
-¿S-sufrieron?
-No, pero no te preocupes, te aseguro que ellos ahora están mejor y nadie les hace daño, están juntos y son felices- Jongho no supo si tomar eso como un simple consuelo o como algo real.
-Eso suena a algo que una persona diria- el bulgae rió suavemente.
-Pero yo no soy una persona, te estoy diciendo que ellos estan en un lugar siendo felices, un lugar al que por desgracia tú no puedes entrar.
-¿Por qué?- Soltó casi molesto, quería ver a sus amigos.
-Tendrías que morir y no lo voy a permitir- Jongho frunció el ceño.
-Pero yo quiero...
-Lo sé, pero no puedo permitir que te vayas- Casi se podía ver desesperado- Te salve por algo.
-Algo egoísta por lo que veo- Bufo molesto.
-Si, de hecho si, porque te quiero para mi- Se sinceró.
-¿Qué?
-Que te quiero para mi- Respondió de lo más normal, quizás para él lo era, pero para Jongho no- Por eso te salvé.
-Siento que debo preocuparme- El bulgae sonrió y negó.
-Te quiero para mí, pero no tienes que preocuparte, si quisiera hacerte algo lo habría hecho en cuanto te salvé- Aseguró. Salio de la casa y Jongho lo siguió con curiosidad.
-¿Y ahora qué?- Yunho se encogió de hombros.
-Yo seguiré viendo por este bosque, tú no sé- Jongho lo miro- No salgas de noche, a menos que estés acompañado así no te verán como comida... Yeosang y San no son una opción odian la oscuridad- Informó con amabilidad y miró a su alrededor.
-¿Wooyoung es mejor opción que ellos?
-Ya no tiene tanta hambre así que supongo que si es mejor opción- Aún era extraño ese tema pero no podía evadirlo, todos lo comentaban.
-¿Cuándo volverán a comer?- El bulgae alzó sus cejas ligeramente sorprendido, pero solo sonrió.
-No lo sé, a veces solo hay que esperar- Murmuró- Todos vuelven alguna vez, Jongho- El menor pudo notar que algo trataba de darle a entender, pero no lo comprendió- No eres lento, solo te estas acostumbrando a algo nuevo.
-¿Lees mentes?
-No es difícil saber lo que piensas- Se acercó a él- O como te sientes- Acaricio su rostro con delicadeza, Jongho se estremeció- ¿Por qué tu esposa te asesino?
-N-no lo sé- Murmuró.
-Claro que lo sabes- Comenzó a acercarse al menor- Estas totalmente cuerdo- Jongho lo miró, noto la cercanía pero no se apartó, su cercanía no le fue indiferente.
Sintió una presión en sus labios y por un solo segundo pensó en apartar a Yunho, pero la delicadeza con la que sus labios comenzaron a moverse le fue reconfortante.
Lee Jeno.
Lo recordó, él no era un simple compañero, eran amigos y un poco más que eso. Ahora entendía porque solo quería a su esposa, porque no podía amarla, porque se negaba a recordar su vida con ella, las mujeres no le atraían.
Cuando Yunho se apartó lo observó detenidamente y no permitió que se apartará de su espacio, sus labios se unieron de nuevo pero en ritmo más profundo, sus respiraciones se comenzaron a mezclar.
Jongho recuerda como Yunho lo llevó al interior de la cabaña, como fue delicado al seguir besando sus labios, bajando a su cuello, recuerda como la ropa fue retirada poco a poco, como Yunho se encargo de explorar su cuerpo, de hacerlo sentir bien.
Yunho sabía que comenzaría a recordar todo, pero era parte del proceso para que el menor pudiera recordar, tenia que hacerlo para comenzar con una nueva vida, sin dolor y con tranquilidad todo lo que deseaba.
Fue extraño para Jongho recordar a su ex amante cuando era consciente que era Yunho quien lo besaba y lo tocaba, recuerda todas las veces que le mintió a su esposa para verse con Lee Jeno, las veces que pudo ser sincero con alguien y no fingir nada, recordando como se sintió amado por alguien sincero.
En cuestión de minutos todos sus recuerdos dejaron de estar bloqueados y lo entendió todo, le gustaban los hombres, algo que no era bien visto, ni siquiera su madre lo toleraba, lo maltrato años por eso, lo manipulo para casarse con Chaewon y ella había descubierto su gusto, lo asesino para no ser la burla del pueblo, pasa no ser vista como la mujer que la engañaron con un hombre.
Una sonrisa apareció en su rostro cuando Yunho beso su frente para después acomodarse a su lado.
-¿A que te refieres con que todos vuelven alguna vez?- Preguntó curioso, Yunho lo miró.
-Tu especie es curiosa- Murmuró- Vienen al bosque a asesinar y culparnos a nosotros, pero después vuelven a ser asesinados.
-¿Huh?
-Ustedes lo llaman venganza- Jongho observo detenidamente al más alto.
-¿Ellas volverán?- El bulgae sonrió.
-Todos lo harán- Acomodó el cabello ajeno y deposito un beso en su frente- Y si tú quieres- Se acomodó sobre él- Podrían sufrir- Comenzó a besar su cuello pues había descubierto que era un punto sensible para Jongho- Mucho.
-¿A-a que te refieres?- Jadeo al sentir su piel siendo mordida de forma suave.
-Ya comieron, pero aún tienen hambre- Sonrió de lado.
Jongho lo miró fijamente, ahora lo sabía todo, conocía la verdad y estaba molesto con todos, especialmente con su madre, pero ¿Era capaz de dejar a su madre como comida?
¿Era capaz de permitir que Yunho la viera como la comida del bosque? ¿De verdad podía?
[...]
El ruido de hojas y ramas secas crujiendo se escuchaban por todo el bosque, al igual que respiraciones agitadas, podían sentir la desesperación de todas aquellas personas por encontrar la salida de aquel horrible lugar.
—¡Es tu maldita culpa!— Aquella joven mujer retrocedió cuando escuchó a su suegra— Tú lo asesinaste, por ti es que ya no nos protegieron.
—¡¿Y yo como iba a saberlo?!¿Como saber que tu maldito hijo enfermo era un amuleto?
Antes de que cualquier cosa comenzarán, ambas escucharon gritos pidiendo auxilio, correr lejos de ahí fue lo único que harían, de nada servía ir a ayudar, preferían sobrevivir.
Pero entre más corrían sin dirección más se adentraban al bosque, más cerca estaban del fin.
—¿Mamá?— El par de mujeres se detuvieron al escuchar a Jongho— ¡Mamá!— La felicidad en Minkyung no se hizo esperar al sentir a su hijo abrazarla— Te extrañe tanto.
—Jong— Tomó sus mejillas— Estas bien— El menor asintió— Creí que... No importa.
Chaewon veía consternada a Jongho, ella lo había asesinado, estuvo ahí cuando su pulso se detuvo, no había forma de que pudiera sobrevivir.
—¿Ya iremos a casa? Este lugar da miedo.
—Claro que iremos a casa— Le sonrió de forma cálida— Todo estará bien, nadie te hará daño mientras esté con vida...
Jongho miró a su madre y asintió de acuerdo, después miró a su esposa y solo sonrió.
—Hay que encontrar la salida de este horrible lugar— Jongho miró a su alrededor y comenzó a caminar.
Minkyung no dudo en seguirlo, pero Chaewon dudo, se sentía observada, algo no andaba bien, ese de ahí no podía ser Jongho. Aun así los siguió, miraba a su alrededor tratando de encontrar algo extraño, algo que le indicara que Jongho mentía, pero nada todo se veía aparentemente normal.
Llego un punto en que se desespero al no saber que pasaba, se detuvo y esto no pasó por alto para Jongho que igual se detuvo.
—¿Quien eres?— Soltó de una vez por todas— ¡¿Quien eres!?
—Soy Jongho
—Eso no es cierto porque yo te asesine, yo dejé tu cuerpo aquí— Jongho solo la miró y Chaewon juro haber visto como una sonrisa aparecía en su rostro.
—No digas estupideces— Bufó Minkyung— Sigamos para salir de es te bosque.
—¡No son estupideces!¡Deja de ocultarle las cosas! Es un adulto no un niño— Jongho miró detrás de ella pero Chaewon no lo notó, incluso su madre lo noto y no dijo nada— Es un maldito enfermo y si no fuera porque es atractivo créeme que jamás me hubiera casado con el, sabía que era diferente y tú también, lo sabias y por eso te urgía que nos casaramos, pero este idiota no sabe de discreción y medio pueblo se enteró de que su amante era otro hombre, yo no iba a pasar por eso, ellos tenían que hablar de otra cosa ¿Y qué mejor que hablaran de una viuda? La pobre mujer que perdió a su esposo porque una vez más entró al bosque, fue fácil engañarlo, es tan ingenuo...
Jongho comenzó a retroceder sin que su madre se diera cuenta, Chaewon lo noto pero después vio a su suegra sonreír y entonces sintió como algo tocaba su mayor sus piernas, un grito aterrador salió de su boca.
Cuando Minkyung volteó a ver a su hijo este ya no estaba.
—¡Jongho!— Lo llamó esperando a que respondiera.
Tenía que encontrar a su hijo, no podía perderlo de nuevo, él era su única salvación, miró a su alrededor para encontrar a Jongho, lo llamo repetidas veces, tenía que encontrarlo y sacarlo de ahí de una vez por todas, luego de eso se lo llevaría lejos del bosque y nunca volverían.
Sabia que Jongho no recordaría nada de esa experiencia, su hijo nunca recordaba y cuando lo hiciera fácilmente buscaría algún lugar donde pudieran suprimir esos horribles recuerdos que tanto lo atormentaban, solo así Jongho pudo tener una vida normal.
—¡Mamá!— Giró al escuchar el grito aterrado de Jongho— ¡Mamá!
Corrió hacía donde lo escucho, no lo perdería, corrió hasta que lo encontró pero no pensó en nada más que en salir de ahí, igual Jongho se dejó llevar hasta el límite del bosque, Minkyung sintió paz al encontrar la salida, finalmente saldrían. Estaban a nada de salir cuando Jongho se detuvo y no se vio con intención de moverse.
—¿Asesinaste a mi papá?— Minkyung lo miró.
—¿De que hablas? No cariño, él entró al bosque y los monstruos de este lugar lo asesinaron— El menor negó con una pequeña sonrisa.
—Lo recuerdo todo, entendí porque no recordaba nada, no quería recordar la vida que tenía— Su madre negó— Una vida que no quería.
—Podemos hablar de eso fuera de aquí— Soltó desesperada.
—No saldré de aquí— Su madre se mostró confundida— Sabes que Chaewon me asesinó, no puedo salir del lugar al que pertenezco.
—No perteneces a este lugar— Jongho sonrió al sentir un olor a quemado.
—Aquí nací ¿No?— La miro— Mi papá solo me quería proteger de ti...
—No lo entiendes, él te iba a llevar lejos, no te podías ir, era él o tú, los monstruos de este lugar querían un sacrificio y tu padre tenía que ser.
—¡No hay monstruos aquí! Ellos no son monstruos, en cambio tú— Minkyung noto al gran perro negro detrás de Jongho.
—Cariño ven— Jongho volteó.
—Entregaste a mis amigos y por eso los asesinaron— Murmuró— Me quitaste a todos los que quería.
—Sólo vámonos antes de que seas la comida de ese monstruos— El menor negó.
—Yo no soy la comida de nadie— Comentó con calma— No cambiarás madre, dejaste a Chaewon a su suerte y si no fuera porque me crees un amuleto también me hubieras dejado a mi suerte hace bastante— Minkyung nego— Si quieres puedes correr como todos lo hicieron.
Si instinto de supervivencia la hizo correr creyendo que estaría a salvo al otro lado del límite, Yunho por supuesto la dejo salir, pero no dejo que se fuera más allá, la tomó de la pierna y aunque lucho para ser liberada de nada sirvió, regreso a su bosque y ahí ya la esperaban.
Al dejarla para su familia se fue a buscar a Jongho, por un momento creyó que no accedería a poner a todos aquellos que lo lastimarlo, como comida para el bosque, y menos a su madre, pero al parecer ni siquiera ella le importaba.
—¿Todo bien?— Preguntó al encontrarlo.
—Si, solo no quiero verlos comer— Yunho se sentó a su lado— ¿No comerás?
—Ya lo hice— Jongho asintió— Ya no tienen hambre, puedes explorar el bosque sin compañía, o con Yeosang y San.
—¿De verdad?— Yunho sonrió al ver su emoción.
—De verdad, seguro te gustará el bosque— Tomó su rostro y lo beso— Y yo te llevaré a conocer un par de lugares aquí.
—Bien, empecemos hoy— Se levantó y espero a Yunho— Vamos.
Yunho se levantó de igual forma y tomó su mano para empezar a guiarlo, lo llevaría por la ruta más segura de forma que nada pudiera hacerle daño.
Aquel día Jongho descubrió que había un río hermoso oculto en el bosque, estuvieron ahí casi todo el día y nadie los molesto, le gustó eso.
Yunho dejó de salir seguido porque casi siempre se la pasaba con él y las veces que se iba ni siquiera se tardaba más de un día, le contó historia de muchos años atrás, le contó como se hizo la cicatriz en su boca aunque ese dato ya lo sabía, pero Yunho igual le quiso contar y él no lo interrumpió.
Conoció mejor a Hongjoong y era bastante agradable, San y Yeosang le agradecieron porque ya no había oscuridad por días, varias cosas cambiaron ahí y se volvió un lugar mucho más cómodo para Jongho, nadie le haría daño mientras Yunho estuviera ahí.
Estuve de viaje y pues esto nació en el camino, me gustó porque fue algo nuevo y espero que a ustedes también les haya gustado esta temática nueva al menos para mi, me quedo mas largo de lo que esperaba.
Gracias por el apoyo y espero le hayan entendido.
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