10
—Boah, cálmate, por favor.
No me escuchaste, y cuando te quise tocar con manos temblorosas, caí en cuenta de que no podía tocarte por mucho que lo deseara.
—¿Dónde estás? ¿Por qué te fuiste sin más? Te extraño cada día, Jimin. Aunque haya pasado un año, siento que me voy a perder a mí misma si no estás aquí.
Dejé por caer lo que quedaba de las flores. ¿Todo este tiempo había vivido en una mentira? ¿Cómo había sido tan ciego para no darme cuenta?
Miré mis ropas, blancas y pulcras, sin ninguna mancha o indicio de suciedad. Y lo comprendí, no es que te estuviera olvidando, era yo quien estaba partiendo sin darme cuenta.
Todo ese cuento de que el dolor terminaría no era verdad, solo me iría olvidando de mí mismo y de paso todo lo que había vivido. Tanto lo bueno como lo malo.
Y dolió darme cuenta de eso, porque aunque pusiera todo de mí para no olvidarte, al parecer cada esfuerzo había sido en vano.
¿Qué iba a pasar conmigo cuando ya solo quedara una cáscara vacía?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro