17 - Midnight
Después de llegar a nuestro mundo Barry me acompaño a casa como si fuera otra noche cualquiera. El aire era frío alrededor de nosotros, Otoño era comenzando fuerte. Quería hablar, decirle todo lo que tenia en mi mente pero me quede callada. La noche podía ser resumida en una sola palabra, descabellada. No había esperando que una noche como está se volviera un total desastre de metahumanos. Sangre manchaba el frente de mi camiseta, moretones comenzaban a aparecer en mi cuello y mi mejilla todavía ardia por la quemadura. Pero nada de eso importaba ahora en la horas tempranas del día, solo quería llegar a mi calida cama y tomar una ducha caliente. Sabia que habian cosas que tenia que hablar con Barry, pero ahora todo podía esperar.
Nos detuvimos afuera de mi edificio, nuestras cicatrices de batalla se estaban comenzando a mostrar mientras la tenue luz inundaba la mañana. Debían ser despues de las cuatro de la mañana y sabía que Matilda estaría ya en Jitters, abriendo el café para la mañana ocupada. Ahí tenia un poco de alivio en el pensar que el apartamento, sería solo para mí sin tener que explicarle lo que pasó a Matilda.
"¿Estaras bien?" - preguntó Barry.
¿Estaría bien? No lo sabia, no en realidad.
Asentí de todos modos. "Sí, seguro. Solo tengo que dormir."
"Bien," - Barry se volteo, su ojos se fijaron en la calle vacia al frente de nosotros. Sabía que quiera hablar, preguntar como estaba lidiando con todo lo que vi.
Mordí mi labio inferior, sintiendo todo mi cuerpo cansado. Nunca había estado tan adolorida y cansada antes. "Tengo trabajo mañana en la tarde y probable, debería ir a casa a hablar con Matilda...pero te llamaré o pasó los S.T.A.R. Labs"
"Bien," - respondió Barry, pasando una mano por su cabello mientras miraba a mi apartamento. "¿Estas segura de que nos quieres que me quede? Esta noche fue..."
Negué antes de que pudiera terminar. "Estaré bien, pero gracias."
"Bien, te veré más tarde" - Barry respondio, haciendose a un lado. Queria alcanzarlo, dejarle saber que necesitaba su compañia más que nada en estos días ahora, pero necesitaba tiempo para mi misma. Necesitaba procesar todo lo que habia descubierto sobre mi futuro y tenia que detenerlo.
Vi a Barry caminar hacia un lado, no por la primera vez y tampoco seria la ultima. Hice mi camino hacia el edificio y subí las escaleras, deseando que pudiera detener el mundo por un momento. Todo lo que había pasado, casa paso que me había llevado a ese futuro que necesitaba detener. Sabía que pasaba ahora pero ¿Como lo iba a detener?
No sabía como y eso era lo que más me asustaba.
El apartamento estaba callado mientras abrí la puerta, me saque los zapatos e hice mi camino hacia mi habitación en medias. Pasé por la habitación vacía de Matilda, viendo la cama desecha y el desastre dentro. Era reconfortante saber que había estado anoche en casa y no toda la noche de salida con Amber.
¿Habia notado que no habia regresado anoche? O quizas ya no le importaba lo suficiente.
Me saque la ropa y me metí en la cálida ducha, lavando toda la sangre seca y la suciedad en mi piel. Lavé toda evidencia de anoche dejando mi cuerpo limpio. Después de meterme debajo de las sabanas cerré mis ojos. Por primera vez en semanas no soñé con una ciudad quemándose ni cuerpos muertos tirados. Soñé con nada.
No sabía que eso era peor.
***
Dormí durante todo el día y cuando mi alarma sonó a las cuatro de la tarde y quería dejar todo y olvidarme del trabajo por un momento. ¿Enserio necesitaba este trabajo? Me pregunte por milesima vez mientras me vestia rápidamente y salí, recordé tomar mi chaqueta ya que sería una fría tarde.
Llegué rápidamente a mi sesión de grupo. Después de ayudar a mis adolescentes en problemas arregle las mesas y sillas, sintiendo algo en mi pecho. Escuchar a los adolescentes hablar de sus propios problemas usualmente me distraia pero no hoy.
"¿Miss Philips?" - levanté la mirada y encontré a la Sra. Sommers parada en la puerta. Era una mujer muy amigable que había trabajado en este lugar por decadas. Su edad se reflejaba en su rostro y sus ojos cubiertos con esos lentes.
"Hola, Darlene." - sonreí educadamente. No sabia muchos profesores en está escuela pero Darlene me hizo sentir bienvenida desde el primer día, aún si solo era una simple consultora aquí.
Entró en el salón de clases, bajando unos papeles que necesitaba corregir en el escritorio. Sus ojos amables cayeron en mi rostro, analizando mi quemadura. "Oh cariño, ¿Qué pasó en tu mejilla? Luce fatal."
Levantó los brazos. "Solo un pequeño accidente con la plancha de cabello. Nada de qué preocuparse" - respondí, usando la misma mentira que les dije a los chicos de mi grupo. "¿Con qué puedo ayudarte?" - me encantaba Darlene pero sabia que no estaba aquí solo para preguntarme como estaba.
"Hay este baile de la escuela este Viernes en la ncohe," - Darlene comenzó rapidamente. "Es el segundo chance del año y unos chaperones se han tenido que ir por culpa de la gripe. Se que es mucho pero, ¿Podrías ser capaz de entrar por la noche?"
Pause rapidamente, trtando de pensar en la ultima vez que habia asistido a un baile de escuela. Solo habia ido a dos bailes durante mi etapa escolear y el ultimo habia sido mi promoción, una noche muy recordada para mucho. Pero no para mí.
"Uh," - comencé, tratando de pensar en una excusa.
Darlene se adelanto, sus ojos fueron directos a mí. "Significaría tanto para los niños que estes ahí. Si podemos tener el numero adecuado de chaperones, el baile no tendra que ser cancelado"
Genial. Si, usar culpa para forzarme a ser chaperona, Darlene.
Suspiré finalmente. "Muy bien, estaré ahí."
"Oh asombroso," - Darlene aplaudio. "Traeras una cita, ¿no es así?"
¿Una cita?
La mire, mi boca estaba abierta. "Uh, ¿un cita? ¿Como una persona?"
Darlene continuo sonriendo. "Si, claro. Te anotaré con una cita, eso hace que sean dos chaperones más para el viernes en la noche." - Darlene ya había comenzado a tomar sus papeles para salir de la habitación.
La seguí por un moento, tratando de salir de todos los escritorios. "Espera, no sé si sres capaz..." - Darlene ya se habia ido, sonando sus zapatos por el corredor. "conseguir una cita." - termine mi oración en un susurro.
Me senté en el escritorio, mirando por la ventana. No solo tenía que preocuparme por salvar al mundo, ahora tenía que preocupar por conseguir una estúpida cita para el baile de la escuela del que era chaperona. Genial.
***
Una vez que termine en los laboratorios me fue a casa. Era tarde y ya habia cenado pero traje un poco para Matilda, solo por si acaso. La luces del apartamento estaban encendidad cuando metí la llave. La pantalla del televisor estaba prendida, algun programa estaba sonando. Deje la comida en la cocina y me dirigí hacia la habitación de Matilda. Encontré a Matilda dentro, descansando en su cama, un montón de libros alrededor de ella y mi laptop. Me paré en la entrada incomodamente.
"Hola" - murmuré. No sabía porque pero me estaba sintiendo muy nerviosa al verda, al hablar con ella. Era mi mejor amiga pero ahora, se sentia como si estuviera viendo solo en vacio de la chica que solia conocer. "Te traje algo de comida"
Matilda no levanto la cabeza de su trabajo de la universidsd, su atención estaba pegada a los libros. Su cabello estaba atado en un nudo, su jeans eran reemplazados por pantalones. "¿Donde has estado?" - preguntó ella.
Miré hacia mis manos. "Estaba en el trabajo y entonces decidi pasar por los laboratorios, no pensé que llegaría tan tarde a casa."
Matilda finalmente me dio una mirada, una fría y fuerte mirada. "No me refiero a ahora, me refiero a ayer y anoche. No regresaste a casa, no dejaste mensajes."
Mordí nerviosamente mi labio. "Es complicado, Maitlda." - parecia ser mi pelicula favortia del año porque todo en mi vida de repente parecia complicado y no habia forma de arreglarlo.
Matilda se sento, jalando sus rodillas a su pecho. Sabía que estaba enojada, estaba escrito por todo su rostro. "Bueno, des-complicalo para mí" - como si fuera tan simple pero sus ojos eran fríos hacia mí, tenia que al menos intentarlo y hacerla entrar en razón.
Suspire, juntando mis pensamientos. "Fui a Tierra-2"
"¿Donde?"
Le habia mencionado que habían otro mundos, un número de veces pero parecia que no prestaba mucha atención. "Te dije sobre eso, es otro mundo. Fui ahí y conocí a un hombre que me ayudo a tener respuestas sobre mi futuro. Las cosas terminaron horribles y Barry aparecio, junto con Roy. Es un desastre de historia, pero estoy de regreso"
Matilda me miró, sus labios estaban torcidos y su humor amargo. "¿Es aspi como tienes esa quemadura en la mejilla?"
Asentí lentamente, esperando que dejara esta conversación. "¿Porque no me dijiste?" - pregunto despues de un momento.
Levante los hombros. "Pasó tan rapido y no pensé que te importara, ya que nunca estas en casa y tampoco tomas mucho interes en mi vida ahora," - No sabía de donde ese duro comentario habia salido pero era la verdad.
Matilda me dio una mirada. "¿Quiere saber porque no estoy aquí, Margo?"
No respondí, sabiendo que de todos modos me iba a decir.
"Porque morí," - dijo ella friamente. "Porque mori y tú encontras una forma de traerme de regreso. De traerme de regreso a un mundo a donde no pertenesco, donde cosas imposibles pasan y tú eres una metahumana que se puede volver invisible."
Sentí mi corazón latir rapidamente en mi pecho. Ahi estaba, el momento que estaba esperando por meses. El momento en el que Maitlda me iba a dejar saber como ella se sentí sobre haberla salvado y haberla traido a este mundo, a este futuro donde no tenia que estar.
"Me trajiste a un mudno donde estoy viva porque mi mejor amigo de la infancia está muerto" - continuo Matilda, su voz se estaba alzando mientras sus emociones explotaban. "Nunca estoy aquí porque no puedo soportarlo. No pertenzco aquí, supuestamente estoy muerta. No quiero saber sobre tu vida de superheróe, por que no eres la misma chica que solia conocer. Estoy tratando de seguir con mi vida, hacer nuesvos amigos y vivir una vida normal. Pero no puedo hacer eso."
Una gran cuchillo se sintio en mi estomago mientras ella hablaba. "¿Porqué?"
"Porque cada vez que me vez, lo veo."
Le di una mirada. "¿Vez que, Matilda?"
"La razón por la que él esta muerto," - susurró Matilda. "Cambiaría de lugares con él sin pensarlo para que estuviera vivo de nuevo."
Senti mi mentón moverse. Lagrimas amenzaban con caer pero las contuve lo más que pude. "No fue tu culpa, Matilda."
Matilda negó, poniendose de pie. Estaba dejando salir su ira conmigo. Una ira que no habia visto antes en ella. "Sé que no es mi culpa. Me tomo todo este tiempo para darme cuenta de eso. No fue mi culpa, porque él esta muerto, como podia ser mi culpa cuando estaba 10 metros bajo tierra. ¿Sabes de quien es realmente la culpa?"
No queira saber la respuesta, no cuando está rara sensaciónme decía que ya lo sabía. Negué, conteniendo mis lagrimas. El cuchillo en mi estomago siguio hundiendse, haciendome sentir mal y mareada, todo al mismo tiempo.
"Lo amaste tanto," - Matilda dijo amargamente. "Sé que lo hiciste, nunca lo mencionaste. Quizas querias separar tus sentimientos, pero yo lo sabía. Sabia que lo amabas y que murio porque no podias dejar el pasado tranquilo. Tenias que traerme de regreso, no es así, ¿Margo?"
Lagrimas estaba cayendo por mi rostro ahora. No queria discutir, no queria pelear de regreso y decirle que estaba equivocada. Pero no podía porque todo lo que estaba diciendo no era nada más que la fría y dura verdad.
"No podias solo dejarme morir de nuevo porque sentias culpa en primer lugar. ¿No es así? Fue tu idea ir a la fogata. Tú practicamente me arrastraste ahpu y morí" - Matilda pauso, dejando que sus palabras me hubieran. "Deberias haberlo dejado ahí. Deberias haber dejado que muriera como supuestamente debía ser."
Matilda retrocedio un paso rapidamente, sus ojos cayeron haica donde estaban miras manos. Mire mientras ella mordida su labios inferior, dejando que el momento nos inundara. Sus ojos encontraron los mios, sus ojos azules estaban medio vidriozos y llenos de lagrimas.
"Lo siento," - le dijé, tratando de no dejar que mi voz se rompa.
"Lo sé" - Matilda asintio firmemente. "Pero eso no cambia nada, Margo. No pertenezco aquí y pense que seria capaz de vivir aquí contigo, en Central City pero no es así. Tienes toda una vida sin mi y yo estoy tratando de hacer lo mismo."
Asentí, mi visión era borrosa con lagrimas. "Lo y entiendo eso."
"No se si eso significa que deberiamos estar en la vida de la otra" - Matilda confesó y mi corazón cayó en mi pecho. Matilda había sido mi mejor amiga por años. Ella era mi persona. Y cuando la perdí, me perdí a mi misma. Tenia la oprtunidad de traerla de regreso, de arreglar lo que habia roto cuando fuí al pasado con Barry. Quizas habia sido una egoísta desición pero la necesitaba.
Y ahora ella no me nesecitaba.
"Bien" - respondí rapidamente. Saliendo de la habitación y apurandome por el pasillo. Tomando mis llaves y mi bolsa. Saliendo antes de que Matilda me siguiera.
***
Sabia lo que estaba haciendo ahora. No podia estar en mi apartamente en este momento, no en el apartamento que compartiamos. Matilda nesecitaba tiempo para calmarse y yo tambien.
Sin pensarlo me encontré parada en el porche de los West, mojada. Había comenzado a llover mientras huí de mi apartamente y de mi mejor amiga. Tipico.
Espere por un largo rato despúes de tocar, temblando en mis jeans y mi blusa. Despues de unos minutos la luz del porche se prendi y el rostro familiar de Barry abrio la puerta. "Margo, son casi las doce. ¿Que es lo que estas haciendo aquí?" - Barry me pregunto una vez que vio mi rostro.
Sentí algo en mi pecho y espere que él no viera mis lagrimas caer por mis mejillas, esperando que la lluvia se llevara mis lagrimas. "No tenía a donde más ir," - admití.
Barry se hizo a un lado dejando entrar sin una sola pregunta más. Nos paramos en el oscuro pasillo por un momento. "Iris no está aquí. Está trabajando en un articulo, la entrega es mañana" - dijo Barry rapidamente.
Negué. "No vine a verla, Barry."
Era oscuro en el pasillo pero aún asi pude ver como su rostro se suavizo con mis palabras. Una sonrisa brevre cruzo por sus labios y su mano se atrapo en mis hombros. "Dejame traerte un poco de ropa seca, ¿Sí?"
Asentpi mientras me guiaba por las escaleras hacia su habitación. Había man tenido la luz apagada pero la lampara encendida, dejando la habitación con un brillo agradable. Me paré en medio del pequeño cuarto mientras el silenciosamente iba por su closet. Me entrego unos boxers y una sudadera de S.T.A.R Labs. "Gracias," - susurré.
Barry espero por un momento, sus ojos pegados hacia mí. Le di una pequeña sonrisa. "¿Uh...?"
"Oh cierto, sí." - dijo Barry incomdamente en respuesta. "Te daré una toalla"
Eseper a que Barry se fuera para quitarme la ropa mojada y cambiarme en la ropa que él me dio. Escuche un pequeño golpe en la puerta minutos despúes. "Esta bien, estoy cambiada" - dije.
Barry metio su cabeza por la puerta, entregandome la toalla. Espere en su habtacion, secando mi cabello con la toalla mientras él me veía. No pregunto sobre porque no estaba en casa y estaba agradecida por eso.
"Dormiré en mi sofá, tú puedes tomar la cama." -Barry dijo calladamente.
Le di una mirada a su cama, mordiendo mi labio inferior. Barry se iba a ir, dejandome sola pero me apure y tome su muñeca en mi mano, para detenerlo. "En realidad, no quiero estar sola, no está noche."
Los ojos de Barry me miraron por un momento mientras contenia su aliento, esperando su respuesta. Su boca se abrio ligeramente mientras asintio. Retrocedio sus pasos y se movio hacia su cama, sentandose mientras movia las sabanas. "No te importa,¿cierto?" - pregunte calladamente.
"No," - Barry negó mientras me unia hacia él. "Para nada, Margo"
Le di una pequeña sonrisa, mientras me metia con él en la cama, jalano las sabanas a mi alrededor. No echamos ahí por un largo tiempo, sin hblar solo atrapados en nuestras mentes. Repetia en la mía la pelea con Matilda escuchando sus palabras una y otra vez en mi cabeza. Sin pensar me acurruque en mi lado, de repente estaba siendo presionada por Barry. "¿Esto está bien?"
La mano de Barry se deslizo por mi cintura, jalando cerca. "Sí," - deje descanszar mi cabeza sobre su pecho, escuchando el latido de su corazón. Se movio ligeramente, moviendo su brazo por mi hombro, manteniendome cerca. Sus lbios presionaron por mi frente y una sonrisa se formo en los mios.
"¿Esta mejor estó?" - preguntó Barry.
Asentí contra su pecho. "Si, lo está."
Nota: ¿Que piensan de Matilda? ¿Quieren que dedique los capítulos? (Sí es así, déjenme saber)
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All The Love E. xoxo
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