El día al fin había llegado.

Hoy era la final del Mundial de Quidditch.

Decir que el viaje hacia el lugar donde se llevaría a cabo fue incomodo, sería poco. Gigi Faitth había tenido que viajar junto a sus padres con los Weasley y los Diggory, estos últimos tenían una invitada: Cho Chang.

Según lo que Gigi Faitth se había enterado, sus padres le habían contado a Amos lo sucedido entre ella y Cedric, teniendo como resultado que Amos Diggory no estuviera muy feliz con su hijo. Por otra parte, su abuelo Alastor Ojoloco Moody se encargó de dejar las peores misiones para el señor Chang.

Pero a Gigi Faitth en realidad ya no le interesaba nada de eso, estaban ahí para ver el Mundial de Quidditch y disfrutarlo. Ella no se iba a amargar la experiencia por Cedric a Diggory y su nueva novia, Cho Chang. Y por supuesto que no dejaría que Harry se amargara por ellos.

—¡Tribunas principales! ¡Justo junto al comentarista!—exclamo Arthur Weasley con emoción.

—¡Gigi Faitth!—saludaron Draco Malfoy y Blaise Zabini, quienes también habían conseguido esos puestos.

—¡Que onda!—saludó ella animadamente dentándose entre ellos.

Todos llevaban escarapelas verdes, mostrando lealtad al equipo de Irlanda. Gigi Faitth y los gemelos Prewett, por otro lado, iban todos de rojo, leales a Bulgaria. El narrador, Ludo Bagman se lanzó un sonorus a su garganta y comenzó a narrar:

—Damas y caballeros... ¡bienvenidos! ¡Bienvenidos a la cuadringentésima vigésima segunda edición de la Copa del Mundo de quidditch!

Los espectadores gritaron y aplaudieron. Ondearon miles de banderas, y los discordantes himnos de sus naciones se sumaron al jaleo de la multitud. El enorme panel que tenían enfrente borró su último anuncio y mostró a continuación: BULGARIA: 0; IRLANDA: 0.

—Y ahora, sin más dilación, permítanme que les presente a... ¡las mascotas del equipo de Bulgaria!

Un centenar de veelas acababan de salir al campo de juego. Las veelas eran mujeres, las mujeres más hermosas que existíeran.Las veelas se pusieron a bailar y todos los hombres dejaban sus sillas y se acercaban a pared de las tribunas.

—Y ahora —bramó la voz de Ludo Bagman— tengan la bondad de alzar sus varitas para recibir a... ¡las mascotas del equipo nacional de Irlanda!

En aquel momento, lo que parecía ser un cometa de color oro y verde entró en el estadio como disparado, dio una vuelta al terreno de juego y se dividió en dos cometas más pequeños que se dirigieron a toda velocidad hacia los postes de gol. Repentinamente se formó un arco iris que se extendió de un lado a otro del campo de juego, conectando las dos bolas de luz.

Se desvaneció el arco iris, y las dos bolas de luz volvieron a juntarse y se abrieron: formaron un trébol enorme y reluciente que se levantó en el aire y empezó a elevarse sobre las tribunas. De él caía algo que parecía una lluvia de oro. Eran leprechauns.

—Y ahora, damas y caballeros, ¡demos una calurosa bienvenida a la selección nacional de quidditch de Bulgaria! Con ustedes... ¡Dimitrov! ¡Ivanova! ¡Zograf!, ¡Levski!, ¡Todolov!, ¡Volkov! yyyyyyyyy... ¡Krum!

—¡Es él, es él! —gritó Ron, siguiendo a Krum con los omniculares.

—¡ESO BULGARIA!—grito Gigi Faitth viendo a Viktor y Asen, quienes fueron mostrados en la pantalla.

—Y recibamos ahora con un cordial saludo ¡a la selección nacional de quidditch de Irlanda! —bramó Bagman—. Les presento a... ¡Connolly!, ¡Ryan!,¡Troy!, ¡Mullet!, ¡Moran!, ¡Quigley! yyyyyyyyy... ¡Lynch!

Siete borrones de color verde rasgaron el aire al entrar en el campo de juego. Todos, tanto el equipo de bulgaria como el de Irlanda usaban saetas de fuego.

—Y ya por fin, llegado desde Egipto, nuestro árbitro, el aclamado Presimago de la Asociación Internacional de Quidditch: ¡Hasán Mustafá!

Entonces, caminando a zancadas, entró en el campo de juego un mago vestido con una túnica dorada que hacía juego con el estadio. 

—¡Comieeeeeeeeenza el partido! —gritó Bagman—. Todos despegan en sus escobas y ¡Mullet tiene la quaffle! ¡Troy! ¡Moran! ¡Dimitrov! ¡Mullet de nuevo! ¡Troy! ¡Levski! ¡Moran!

Aquello era quidditch como nunca antes visto y absolutamente todos vibraban de emoción.

—¡TROY MARCA! —bramó Bagman, y el estadio entero vibró entre vítores y aplausos—. ¡Diez a cero a favor de Irlanda!

—Va a ganar Irlanda.—dijeron todos.

—No.—dijo Gigi Faitth.—Bulgaria definitivamente va a ganar.

Cien mil magos y brujas ahogaron un grito cuando los dos buscadores, Krum y Lynch, cayeron en picado por en medio de los cazadores, tan veloces como si se hubieran tirado de un avión sin paracaídas.

—¡Se van a estrellar! —gritó Hermione.

Y así parecía... hasta que en el último segundo Viktor Krum frenó su descenso y se elevó con un movimiento de espiral. Lynch, sin embargo, chocó contra el suelo con un golpe sordo que se oyó en todo el estadio. Un gemido brotó de la afición irlandesa.

—¡Tonto! —se lamentó el señor Weasley—. ¡Krum lo ha engañado!

Gigi Faitth rio.—El Amago de Wronski, la especialidad de Viktor. No me sorprende, en el Instituto le prohibieron usarlo despues de que un partido casi se mata el contrincante.—comento a sus padres

—¡¿LO CONOCES?!—gritaron todos sorprendidos, incluyendo los Diggory.

—¡Tiempo muerto! —gritó la voz de Bagman—. ¡Expertos medimagos tienen que salir al campo para examinar a Aidan Lynch!

 Finalmente Lynch se incorporó, en medio de los vítores de la afición del equipo de Irlanda, montó en la Saeta de Fuego y, dando una patada en la hierba, levantó el vuelo.

Cuando Mustafá volvió a pitar, los cazadores se pusieron a jugar con destreza. En otros quince minutos trepidantes, Bulgaria consiguió marcar diez veces más. Estaban a 130 contra 110 a favor de Irlanda.

Fuera lo que fuera lo que sucedió, ocurrió tan rápido que casi nadie no pudo verlo, pero un grito de rabia brotó de la afición de Irlanda, y el largo y vibrante pitido de Mustafá indicó falta.

—¡Oh no!—bramó Bagman en cuanto el golpeador de bulgaria comenzó a caer.—¡Una bludger ha sido lanzada con saña a Volkov! ¡Penalti a favor de Bulgaria y medigamos se dirigen a revisar a Volkov!

Todos observaron como los medimagos trataban al pobre golpeador. Tenía golpeada toda la cara, pues la bludger le impacto directo al rostro.

—¡Nos acaban de informar que Volkov no puede continuar!—informó Bagman.— ¡Se ha solicitado un tiempo fuera para preparar al golpeador suplente que es...Gigi Faitth Prewett-Grindelwald!

Miles de pares de ojos se posaron en ella.

—¡¿QUÉ?!—Grito asustada.

—Ay no...—murmuro Fabian al ver la mirada de furia en Gideon.

—¡Te dije que no firmarás que sería la suplente si ella no sabía!—grito Gideon.

—¡No pense que pasaría!—grito Fabian.

—¡Me metieron a la selección sin mi consentimiento!—reclamo Gigi Faitth.—¡Ahora a ver como termina mi rostro!

Fue lo último que dijo antes de ser escoltada hasta los vestidores, donde el equipo de bulgaria la esperaba. Asen y Viktor sonrieron de lado.

—Ha pasado un tiempo, Bonnie.—saludo Asen.

—Ni que lo digas, Honey.—saludó Gigi Faitth y se dieron un abrazo.

—¿Lista para jugar conmigo de nuevo?—pregunto Asen.

—Siempre.—sonrió ella y miro a Viktor, que la miraba profundamente con una sonrisa y al resto del equipo.—Bueno, aposte 500 galeones a que ganábamos así que no hay chance para perder...¡Bulgaria!

—¡Bulgaria!

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El ganador de mi pregunta sobre con quien será mi próxima historia lo anunciare hoy a las 8 pm hora México, por si aún alguien quiere dar su respuesta. Recuerden que no puedes comentar más de una vez y si lo haces solo será tomado en cuenta tu primer comentario. Lo mismo si comentas más de un nombre, solo se tomara en cuenta el primero. Los amo!