Gigi Faitth había pasado antes por situaciones incomodas o vergonzosas, o vergonzosamente incomodas, como cuando llegó su primer periodo y sus padres pensaron que se desangraba y llamaron a su abuelo Moody, quien también pensó lo mismo e ignorando las palabras que ella le decía, llego a San Mungo exigiendo que la atendieran porque se estaba muriendo.

Nunca más se ha vuelto a cruzar por ahí.

Pero independientemente de esos traumáticos recuerdos de su infancia, ella sintió que nunca había estado en una situación más vergonzosa que como la que estaba viviendo en ese preciso instante.

Se había mudado a Inglaterra por tres motivos: el hecho de que no quería estar en Durmstrang sin Asen, el hecho de que sus padres y abuelo habían salido de su retiro para cazar mortífagos, y el hecho de que padre biológico había solicitado que se conocieran más.

Generalmente Gigi Faitth era una persona muy alegre, bromista y que no tenía pena en conocer nuevas personas o en hacer nuevos amigos, pero la cosa era distinta aquí, principalmente porque el hijo de su padre era nada más y nada menos que Harry Potter "El niño que vivió"...y el chico al cual casi mata por romper su hermosa varita.

Por Merlín, ella incluso le había gritado "Pendejo" e "Imbécil".

Bebió de su trago tratando de ignorar la vergüenza que recorría su cuerpo. Harry, quien estaba frente a ella, la imito, y James, quien se sentaba en medio de ambos chicos, los observó con una sonrisa burlona.

—Bueno...¿Qué te esta pareciendo Inglaterra, Gigi Faitth?—pregunto James intentando aligerar la tensión.

—Lo odio.—admitió con una sonrisa y la miraron asombrados.—Ah...¿debía decir que me gusta?

—No, no, para nada.—negó James—solo que...bueno, creí que te gustaría más. Aquí el clima es más cálido.—expresó.

—No realmente.—replicó Gigi Faitth.—En Bulgaria los veranos son muy cálidos y secos a comparación de aquí...en Inglaterra siempre esta lloviendo, parece un diluvio. Más aparte, me encanta el frío de Bulgaria y Noruega...pero el de Inglaterra no mucho, quiero decir, si hace frío, pero no es para tanto.—se encogió de hombros.

—Ya veo, espero puedas adaptarte pronto.—James sonrió.— ¿Emocionada por tu nuevo año en Hogwarts? Tu y Harry irán en el mismo año.

—¿También irás a quinto?—pregunto Harry aunque ya sabía la respuesta.

—Sip. ¿En qué casa estas?—pregunto ella.

—Gryffindor.—respondió orgulloso.

—Todos los Potter hemos estado en Gryffindor.—comento James con orgullo.—así como también los Prewett y Weasley. ¿Crees quedar ahí, linda?

—Yo creo que eres muy Gryffindor.—dijo Harry con una sonrisa.

—Mmm, si, es verdad. Soy impulsiva igual que ustedes los leones.—concedió ladeando la cabeza.—pero peco de narcisista y astuta. Tengo altas posibilidades de quedar tanto en Gryffindor como en Slytherin.—admitió.

—Si quedas en Slytherin te deseo mucha suerte, linda.—dijo James.

—¿Porqué lo dices?—pregunto confundida.

—Muchos jovenes que fueron mortífagos estan en esa casa, también muchos que quizá no llevan la marca pero sus padres si que lo fueron, estan ahí. Si quedas en esa casa quizá quieran matarte por la noche.—dijo Harry con una mueca.

—Es probable.—admitió Gigi Faitth y sonrió de lado.—pero me encantan los desmadres. Además, Draco y Blaise estan ahí, al menos conocería a alguien.

—En Gryffindor estarías con Harry, te podría presentar a sus amigos.—dijo James.

—Cierto.—sonrió Harry.

—A ustedes no les gusta Slytherin, ¿cierto?—los miró burlona y ellos hicieron una mueca.—Gryffindors prejuiciosos, típico.—rio— No canten victoria, veamos a donde me manda el sombrero seleccionador. Papi Fab dice que me enviará a Slytherin, aunque Papi Deon dice que aunque soy bastante astuta, mi impulsividad y estupidez me llevara a Gryffindor.

—Bueno, cambiemos de tema.—dijo James intentando pasar del tema de las casas— Molly y Arthur me contaron que eres excelente jugando Quidditch, incluso la selección de Bulgaria te quiso reclutar, ¿es cierto?

—¿En serio?—pregunto Harry impresionado.

—Sip.—asintió.— Jugaba como bateadora en Durmstrang junto a Asen, mi mejor amigo, el chico que también lucho en la batalla.—ambos hombres asintieron, reconociéndolo.— el si acepto, pero yo no quise. Aunque en un principio jugaba como cazadora y después como buscadora, en realidad, el único puesto que nunca he usado ha sido el de guardián, es muy poco reto para mi.

—¿Y cual es tu posición favorita?—pregunto James.

—Mmm...supongo que cazadora. Me encanta ser bateadora pero solo porque logro sincronizarme perfectamente con Asen, lo he intentado con otras personas y no es lo mismo. El puesto de buscador también me gusta pero es muy aburrido, muchas veces te quedas quieto mientras todos juegan porque la snitch no aparece.

—Yo fui cazador de Gryffindor y Capitán del equipo.—comentó James con orgullo.—supongo que mis dos retoños heredaron el amor por el juego.—sacudió la cabeza de ambos.

—Espero que algún día podamos jugar juntos, Gigi.—dijo Harry con una sonrisa amable.

—Gigi Faitth.—corrigió ella y asintió.—ojalá y si, Harry, pero si eso pasa espero, por tu propio bien, que estemos en el mismo equipo y no compitiendo el uno contra el otro.

—¿Porque?—pregunto Harry confundido y ella sonrió de lado.

—Porque te aplastare como a una hormiga.—afirmó con arrogancia

—Si tienes posibilidades de ser Slytherin.—dijo James con burla.

Para cuando Gigi Faitth regreso a su hogar, sus padres estaban sentados en la sala. Fabián jugaba ajedrez mágico contra si mismo y Gideon leía un libro. Ambos Prewett se giraron a verla en cuanto llegó.

—¿Como te fue con el imbecil? —preguntaron al mismo tiempo.

—¿Hablan de mi padre biológico al que odian porque creen que me arrebatará de sus brazos o de mi medio hermano al que casi mato durante la guerra?

—James.

—Bien. Es muy agradable, en realidad, creo que he sacado muchas cosas de él.—dijo ella con gesto pensativo.

—Para nuestra desgracia.—murmuraron ambos con desdén.

—Ya no estén así. No sean celosos—dijo sentándose entre ambos y abrazándolos.—Ustedes siempre serán mis papis y yo siempre seré su pequeña bebé.

—¿Pase lo que pase?

—Pase lo que pase.

Después de cenar con sus padres, Gigi Faitth subió a su nueva habitación, decorada con pósteres de bandas de rock, un banderín de Durmstrang y otro de la casa Olsson, una foto grande con su equipo de Quidditch y otra foto con Asen.

Se acosto en su cama, viendo su techo decorado con estrellas fosforescentes y suspiró pesadamente, abrazándose al oso de peluche que Viktor le regaló en su segundo año.

Todavía olía a la colonia de Viktor.

Aunque eso era porque Gigi Faitth le exigió visitarla todas las vacaciones de verano y lo obligaba a abrazar su peluche. Siempre le había gustado la colonia de Viktor.

Se apretó un poco más contra el peluche, intentando calmarse. No quería ir a Hogwarts. No quería alejarse de Asen y los demás. No quería alejarse de Viktor. No quería dejar Bulgaria y Durmstrang.

Gigi Faitth sólo quería su vida de vuelta y sucumbió al mundo de los sueños sabiendo que eso no era posible.