Capitulo 14
El furor de haber llegado sanos y salvos a Hogwarts no duro mucho sobre el cuerpo de los secuestrados, puesto que antes de darse cuenta, la guerra había comenzado y ya todos se encontraban luchando.
Rufus, Amelia y Lupin se encontraban junto al cuerpo de aurores al frente de Hogwarts, luchando contrá muchos mortifagos.
Los alumnos de todas las casas, incluidos algunos Slytherin, peleaban valientemente contra los mortífagos dentro del castillo. La mayoria de los alumnos de ultimo año estaban en el patio, tratando de contener y derrotar a los trolls siendo liderados por Asen, quien era el unico capaz de vencerlos de un golpe.
—¡Potter!—grito Asen tomando a Harry del cuello y evitando que una maldición le impactara.—¡Ten más cuidado! ¡Te necesitamos vivo!
—¡Gracias!—exclamo Harry luchando a la par de Ron y Hermione.
De pronto, una horda de Dementores apareció frente a ellos, dirigiendose rapidamente contra el colegio, dispuestos a quitarles toda la energía. Rapidamente Harry y todos los que sabían hacer un patronus, lo hicieron, pero no era suficiente para alejarlos.
Un fuerte sonido como de aleteo sonaba desde el cielo, pero los alumnos estaban más enfocados intentando repeler a los dementores. James Potter, Remus Lupin y Sirius Black aparecieron en la escena, alzando sus varitas y sacando sus patronus.
—¡No es suficiente!—exclamo Harry preocupado.
—¡HAGANSE A UN LADO!—grito una voz femenina desde el cielo.
Desde los cielos, montada sobre un enorme dragón gris, Gigi Faitth se alzaba victoriosa por encima de ellos. Alzó su varita en el aire y grito:
—¡EXPECTO PATRONUM!
El patronus más grande que cualquier mago hubiera visto antes, aparecio ante ellos. Un patronus corporeo en forma de Dragón voló por todo el colegió de Hogwarts, alejando y, literalmente, destruyendo a los dementores.
Gigi Faitth saltó del dragón en que estaba parada y cayó de pie en medio de muchos alumnos de ultimo curso. Se sacudio la ropa y sujeto su varita firmemente.
—Mmm...¿Alguien conoce a Asen, Dean, Luna o alguno de ellos?—pregunto Gigi Faitth a los desconocidos.
—¡Bonnie!—llamó Asen acercandose.
—¡Honey!—Gigi Faitth corrió hasta el.
—¿Te tardas un poco, no crees?—cuestiono Asen cruzado de brazos.
—Supongo, pero no fue facil sacar la copa y buscar la varita.—se encogio de hombros y miro a la multitud.—¡Lunatico!—llamó al adulto.
—¿Lunatico?—James y Sirius miraron al nombrado.
—En mi defensa, no sabía que era tu hija y ella solita se invento el nombre.—dijo Remus, a quien ya le habían contado la verdad.—¿Qué necesitas, Gigi Faitth? ¿Tienes un plan?
—Sip.—sacó la copa.—llevale esto a Dumbledore.
—Eh...bueno...
—Murio, Gigi Faitth.—dijo Rufus llegando a la escena.
—¡¿Qué?! —todos asintieron— ¡Me desaparecí cinco horas, no un mes!
—Pues así esta la cosa.—dijo Asen, comenzando a explicar.
Al parecer, habían intentado retener a los mortífagos cuanto pudieran para que Gigi Faitth tuviera tiempo de llegar con el último Horrocrux. Sin embargo, en el proceso Dumbledore lucho contra Voldemort y pereció. Su cuerpo yacía en el Gran Comedor. Ahora todos luchaban bajo el mando de la profesora McGonagall y el recien llegado ministro de magia, Rufus Scrimgeour.
De repente, la voz de Voldemort resonó en todo el lugar:
"Han peleado valientemente....les concedere una hora de descanso, Lord Voldemort es benevolente. Entreguenme a Harry Potter y los dejare vivir..."
—¡VETE A LA MIERDA!—grito Gigi Faitth.
Tomó la copa, ante la mirada incredula de todos y alzando su varita musito:
—¡Fuego Demoníaco!
Un potente fuego de un tamaño y color descomunal salió de la punta de la varita de Gigi Faitth, dirigiendose directo a la copa de Helga Hufflepuf y atravesandola. Se produjo una explosión de magia que hizo a todos caer al suelo. Una estela de luz verde salió de la copa y el silencio inundo el lugar.
—¿Que carajo hiciste, Gigi Faitth?—pregunto Dean desde la otra esquina.
—Pues...destruí el horrocrux.—respondió ella.
—¿Y cómo sabemos que funciono?—cuestionó un chico de Hufflepuff.
—Mm...—dudó
—¡GRINDELWALD!—grito la voz de Voldemort desde la lejanía.
—Pues sí funciono.—sonrió Gigi Faitth.
—Lo mejor será que todos entremos.—dijo Rufus.—Hay que ver cual es el siguiente plan.
Gigi Faitth creyó que despues de haber sido secuestrada durante mucho tiempo por los mortífagos, recibir cruciatus a diario, ser humillada y maltratada. Pasar hambre cuando lograron escapar y vivir al filo del momento, tendría al menos un momento de paz.
Quizá tal vez no el momento de paz, pero si un reencuentro emotivo con sus padres y abuelo, saltaría a abrazarlos junto a tía Molly y tío Arthur, golpearia juguetonamente a los gemelos, saludaría a Ginny, le presumiría a Bill y Charlie su experiencia en maldiciones y dragones, y abrazaría con fuerza a Ron.
Esperaba todo eso, menos el ver los cuerpos de sus padres y Percy tendidos en el suelo del Gran Comedor junto a su tía Molly, quien al verla no pudo evitar llorar, abrazada a su esposo.
—No...—murmuró Gigi Faitth seguida de Asen.
—Lo siento tanto, cariño.—murmuro Molly.
—¿Cómo...? No es posible.—dijo Asen.—Los vi por última vez cuando luchaban en el vestíbulo...todos estaban bien...
—Rookwood.—dijo Fred, quien lloraba a lado del cuerpo de su hermano.—hizo derrumbar una columna y cayó sobre sus cuerpos.
—Gigi Faitth...—susurró Ron y la abrazó, comenzando a sollozar en el hombro de la chica.
Pero Gigi Faitth ya no prestaba atención a nada. Simplemente contemplaba absorta los cuerpos inherte de Gideon y Fabian Prewett, sus padres, y de Percy Weasley, su muy estirado pero querido primo.
Su mente recreo aquella imagen: Rookwood lanzando algún hechizo a la cima de alguna columna del colegio, esta cayendo sobre los cuerpos de sus padres y primo, casí podía ver sus rostros al ver su inminente muerte.
—¿Quién de aquí es Harry Potter?—pregunto Gigi Faitth casi en un susurro.
—¿Cómo dices, Bonnie?—pregunto Asen mirandola confundida.
—¡¿Quién putas es Harry Potter?!—grito Gigi Faitth subiendose a una de las mesas.—¡¿Quién putas es y donde carajos esta?!—exigió saber, ignorando el hecho de que Asen le pedía que bajara.
—Soy yo.—dijo Harry desde la otra punta del Gran Comedor.
Gigi Faitth bajo de la mesa y se dirigió a el rapidamente. Una vez que quedaron frente a frente, Harry no pudo evitar lo mucho que ella se parecía a su padre, al menos en la forma de ser. Ella le extendió su mano y el dudosamente la estrecho.
—Voy a crearte una oportunidad para que lo mates, pero no debes dudar ni un solo segundo, no importa que o quienes se encuentre a su alrededor, debes matarlo porque no se si tendremos una segunda oportunidad.—ordenó Gigi Faitth seriamente y Harry asintió repetidas veces.
—¿Pero cómo sabre si esa es mi oportunidad? ¿Y cómo lo atraeremos hasta el castillo? Solo esta mandando a sus mortífagos.
—Tu sabras cuando es el momento indicado y respecto a eso último, no te preocupes. Tengo una loca y estúpida idea.—dijo Gigi Faitth y se giró a ver a todos.—Cuando salga corriendo, quiero que luchen con todo su valor, debemos atraer a Voldemort hasta aquí, mientras tanto Asen se encargará de la mayoria de los mortífagos del exterior, ustedes quedense aquí. ¿Donde esta mi abuelo?
—Desmayado, cariño.—dijo McGonagall.
—Hola, Minnie.—saludó y asintió.—Bien, entonces...no me vayan a interrumpir.
—¿Le vamos a hacer caso a una niña?—pregunto Kingsley incredulo.
—Considerando que ella me saco de la Mansión Malfoy, sí, Kingsley, si le haremos caso.—dijeron Rufus y Amelia.
Gigi Faitth salió del Gran Comedor junto a Asen y se paro en medio del patio mostrandose ante los miles de mortífagos esperando las ordenes de su lider. Desde las ventanas, todos los demás contemplaban incredulos la escena. James era contenido por sus amigos, al igual que los Weasley, todos queríendo evitar que la chica cometiera un suicidio.
—¡Voldy! ¡Asomate! ¡Tengo algo para ti!—exclamo Gigi Faitth y se escucharon muchos jadeos incredulos.
Voldemort se mostró y la miró con frialdad.
—Pequeña Grindelwald...¿qué estúpidez es lo que tienes para mi?—pregunto friamente, analizando la situación y tratando de averiguar si era una trampa.
—¿Quieres esto no?—dijo Gigi Faitth mostrando la piedra de la resurrección y la varita de sauco.
—¿Qué chingados haces?—pregunto Asen con nerviosismo.
—Pendejadas, como siempre.—murmuró ella igual de nerviosa.
—¡Damelos!—ordenó Voldemort furioso.
—Pues...—dijo sonriendo juguetona.—Tendras que atraparme.
Dicho esto, se metió la piedra de la resurreción a la boca y se transformó en un tierno conejito, atrapando la varita entre sus dientes y saltando de vuelta al camino.
—Si, claro. Dejame el desmadre a mi.—suspiró Asen.
—¡GRINDELWALD!—Fue el ultimo grito de Voldemort antes de ir tras ella y que se reanudara la batalla.
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¡Hola! Se que quizá sea un poco tedioso estos capitulos ya que aun no muestro su relación con Diggory, pero es necesario pasar toda la batalla para que comience el drama romantico. Los amo y espero disfruten el capitulo. Estare actualizando más seguido.
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