Capitulo 12
La lluvia caía torrencialmente sobre el campamento de los fugitivos. Gigi Faitth estaba fuera de su carpa, con los ojos cerrados recibiendo la lluvía sobre su cuerpo. A su lado, Asen estaba en la misma posición.
Las cosas habían ido bien desde que escaparon de Lord Voldemort, se movían sigilosamente mientras recolectaban información y evitaban a los mortifagos. Ir a Hogwarts era casi una misión suicida, el lugar estaba rodeado constantemente de Dementores que eran repelidos por el campo de fuerza que protegía el colegio.
Aunque en realidad aún no había motivo de preocuparse sobre como traspasar los dementores, puesto que no estaban ni cerca del colegio. Según habían visto en un calendario de una tienda muggle cuando fueron a buscar provisiones, ya estaban en diciembre, faltaban sólo tres días para Año Nuevo. Lo que significaba también que era la primera vez que Gigi Faitth cumplía años y no lo pasaba con sus padres y abuelo, recibiendo su obsequio materno anual.
Al menos lo peor ya había pasado, en especial para Asen y Remus, quienes aún en su condición pasaron la luna llena de octubre en Malfoy Manor donde los dejaron encadenados ahí mismo en la celda. Al menos ahora podían irse al bosque y gracias a Gigi Faitth, quien les enseño un hechizo con los mismos beneficios que la poción matalobos.
El unico que se deslindo del grupo fue Ollivander, quien aseguró que podía volver con su esposa desde ahí y que lo que necesitaran más adelante podían pedirselo sin problemas.
—Dumbledore y Severus Snape destruyeron el anillo, Harry Potter destruyo el diario, Regulus Black destruyo el guardapelo.—dijo Asen.
—La diadema esta en Hogwarts, la serpiente siempre esta con Voldemort y la copa esta en Gringotts.—dijo Gigi Faitth.
—Y Potter es el último horrocrux.—dijeron ambos.
Continuaron de pie, con los ojos cerrados y sintiendo la lluvia mojar cada centimetro de sus cuerpos. Nadie les cuestiono nada, habían aprendido a confiar en las extravagantes y raras actitudes de ambos chicos.
—Ustedes deberan ir a Hogwarts. La diadema esta en la Sala de Menesteres y, según lo que nos contaron Dean, Luna, Colin y Michael, ellos ya han estado ahí antes. Iras con ellos, encontraras la diadema y la llevarás donde Dumbledore.—dijo Gigi Faitth.
—¿Pretendes ir sola a Gringotts?—cuestiono Asen.
—Eso mismo pretendo. Más aparte, debo buscar algo y es mejor hacerlo sola.—respondió Gigi Faitth.
—¿Qué pasará con la serpiente?—pregunto Asen.
—Su destino se definiria en la batalla final. Anda, es hora de cenar.—dijo Gigi Faitth abriendo los ojos.
La lluvia ceso. Con un movimiento de varita se secaron y entraron a la carpa donde todos estaban reunidos sentados en una larga mesa de madera, sirviendose la comida. Asen se sentó entre Luna y Michael, mientras que Gigi Faitth lo hizo entre Dean y Rufus.
—¿Quién cocino hoy?—pregunto Remus.
—Yo.—respondió Amelia.
—Que Merlín nos bendiga.—bromeo Gigi Faitth y todos rieron.
—¿Qué haces, Colin?—pregunto Michael.
—Intento sintonizar Potterwatch.—respondió moviendo aquel viejo radio.
—¿Potterwatch?—cuestionaron Asen y Gigi Faitth.
—Es una cadena de radio que cuenta la verdad sobre la resistencia y Voldemort. Esta hecha desde Hogwarts, no se sabe quien la hizo pero esta hecha para contar la verdad, especialmente para aquellos que huyen como nosotros y no lograron refugiarse en Hogwarts.—explicó Colin.
—Qué casi no se note el favoritismo a Potter.—se burló Asen y la radio sonó.
"Regio«Sin embargo, seguimos conociendo historias verdaderamente ejemplares de magos y brujas que han puesto en peligro su propia seguridad para proteger a sus amigos y vecinos muggles, muchas veces sin que éstos lo sepan. De modo que desearía hacer un llamamiento a nuestros oyentes para que sigan su ejemplo; quizá los ayudarían realizando un encantamiento protector a todas las viviendas de su calle. Si tomáramos algunas medidas tan sencillas como ésa, podríamos salvar muchas vidas.»
Río«¿Y qué les dirías, Regio, a esos oyentes que argumentan, dado que estos tiempos son tan peligrosos, que deberíamos "dar prioridad a los magos"?»
Regio«Pues, Río, les recordaría que sólo hay un paso entre "dar prioridad a los magos y los sangre limpia" y luego acabar diciendo: "dar prioridad a los mortífagos " . Pero hay que tener en cuenta que todos somos humanos, ¿no? Y por tanto, todas las vidas tienen el mismo valor y hay que protegerlas por igual.»
—El que se hace llamar Regio es Kingsley, definitivamente.—dijo Rufus y Amelia asintio.
—Río debe ser Lee Jordan.—dijo Michael Corner.—lo reconozco por ser el comentarista en los partidos de Quidditch.
—Ahora que lo pienso, ¿alguien aquí es nacido de muggles?—pregunto Gigi Faitth.
—¿Por qué preguntas?—pregunto Remus confundido.
—Porque si es así quizá debamos ayudar a su familia.—respondió con obviedad.
—Nadie lo es, todos somos sangre pura o mestizos.—dijo Luna.
—Bueno...—dijo Dean Thomas.—...la verdad es que no se si soy un mestizo o un nacido de muggles. Mi padre abandonó a mi madre cuando ella apenas estaba embarazada de mi. El ya lo sabía y aún así se fue...lo unico que me queda de él es este reloj. Apareció en la mesa de la casa días despues de que se fue.—dijo mostrando el reloj de bolsillo— mi madre quería que siempre lo usara a pesar de que nos dejo. Por eso me lo dejo.
—Eso es muy triste.—dijo Luna.—lo siento mucho, Dean.
—Si, tu padre no sabe lo que se pierde.—dijo Remus.
Todos le daban algunas palabras de aliento al deprimido Dean, mientras que Gigi Faitth contemplaba fijamente aquel reloj.
—Sabes, Dean.—hablo Gigi Faitth.—Mi abuelo era vidente, mi madre fue sensible, con esto ultimo me refiero a que todo lo que tocaba podía ver su pasado. Incluso si eran objetos. Yo herede ambos dones. ¿Quieres descubrir lo que sucedio?—ofreció ladeando la cabeza.
Dean trago hondo y asintió. Todos contemplaron como los ojos de Gigi Faitth se ponían en blanco.
Un hombre alto, fornido y moreno miraba llorar a una mujer embarazada de cuatro meses.
—¡Por favor! ¡Benjy! ¡No me dejes! ¡Es tu hijo!—sollozaba la mujer.
—Yo ya no te amo, Clarisa.—dijo el hombre con frialdad.—Hasta nunca.—dicho esto, salió de la casa.
Comenzo a caminar lentamente por las calles solitarias del barrio londinense mientras gruesas lagrimas descendían de sus ojos. Una lechuza se poso en su hombro.
—Los amo, Dean, Clarisa.—murmuró.—espero algún día puedan perdonarme. Es lo mejor, me estan perisguiendo y si me encuentran...los mataran. No puedo dejar que hieran a mi familia.—miro a la lechuza.—recuerda tu promesa, querida amiga. Si algo me pasa, lleva mi reloj con Clarisa. Al menos...así mi hijo pueda tener algo de mi.
La escena cambió y ahora estaba el hombre corriendo, escapando de algo entre un frondoso bosque. Miles de hechizos pasaron rozando su cabeza y pronto se vio rodeado de muchos mortifagos.
—El gran Benjy Fenwick, miembro de la orden del fénix.—se burló un mortífago.—Tu momento a llegado.
Lo siguiente que paso fue aterrador. Miles de hechizos fueron lanzados contra el hombre, destrozandolo en miles de pedazos. Benjy Fenwick había sido asesinado y mutilado.
Y mientras los hombres desaparecían, una lechuza recogía del suelo aquel reloj que perteneció a su dueño y emprendio el viaje a casa de la mujer de su dueño. Dispuesta a cumplir la última voluntad del hombre.
Gigi Faitth soltó el reloj y miro con tristeza a Dean, quien la miraba expectante.
—Cuanto lo siento, Dean. —susurró con pesar, dispuesta a contarle toda la verdad.
(...)
En hogwarts, los gemelos Prewett se encontraban comiendo con toda la familia Weasley y Ojoloco Moody. Arthur les hablaba fascinados sobre los patitos de hule, mientras que Fabian y Gideon lo molestaban juguetonamente.
—¿Han sabido algo de Gigi Faitth?—pregunto Bill a Moody.
—Lo último que supimos fue cuando escapo de Malfoy Manor con todos los demás.—respondió Moody verificando sus alimentos.
—Espero que este bien.—dijo Charlie.
—Ella esta bien.—dijo Gideon con una sonrisa.
—Nuestra pequeña bebé es una guerrera.—dijo Fabian sonriendo.
—Cuando todo esto termine la llevaremos a Rumania—comento Gideon.
—Si, quiere ver los dragones, Charlie.—comento Fabian.
—No creo que sea sano poner a Gigi Faitth junto a un dragón.—dijo Moody.—va a matar a alguien. Iré con ustedes.
Todos rieron ante la idea. Los gemelos Prewett y Ojoloco Moody estaban preocupados por Gigi Faitth, pero también estaban seguros de que ella era lo suficientemente capaz de estar a salvo.
Ahora solo esperaban que se pudieran ver antes de la batalla final.
Para los que me dicen que Wattpad no les notifica cuando actualizo, siganme en twitter luz_Amadorc ahí les aviso.
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