—Me estas cansando, Grindelwald.—siseo Voldemort con molestia palpable.

—Tu igual a mi, pero aquí ando.—soltó Gigi Faitth escupiendo la sangre de su boca, causada por los golpes recibidos.

—¡Crucio!

—¡APRENDETE OTRO MALEFICIO, CARAJO!

Un rato despues, Voldemort mandó a llamar a Draco, quien entro a la sala privada de torturas de su señor, encontrandose con la reboltosa Gigi Faitth, quien estaba en el suelo, llena de sangre y suciedad, con heridas con todo su cuerpo.

La chica sonrió de lado, mirando con burla a Voldemort, quien simplemente chasqueo la lengua con fastidio y miro al menor de los Malfoy.

—Curala unicamente lo necesario para que no muera, bañala y que use ropa limpia. En cuanto acabes la regresasa al calabozo.—ordenó Voldemort y despues salió del lugar.

—Hola, Dragón.—dijo ella, sonriendo levemente.

—Estas hecha un asco.—musito cargandola delicadamente. Los hizo aparecer en otra habitación, una completamente limpia y elegante.

—¿Donde estamos?—pregunto curiosa, al ver que entraban a un enorme baño.

—Es mi habitación. ¿Crees que puedes quitarte la ropa?—la miro y ella negó.

Draco la coloco en la tina y girando el rostro, la ayudo a quitarse la ropa, evitando verla. El uniforme de Durmstrang cayó roto y sucio al suelo y Draco abrio la llave de la tina, dejando que el agua tibia comenzara a limpiar la piel de Gigi Faitth.

—Hola, Pizza. —saludó al ver que Blaise aparecia en el baño. Solía llamarlo así porque era Italiano, simplemente por eso.

—Te ves del asco, preciosa.— Blaise sonrió levemente y se acercó hasta tomar el shampoo y comenzar a aplicarlo en el cabello de ella.— y deja de llamarme así.

—Deberías dejar de hacerlo enojar.—mascullo Draco haciendo un movimiento de varita, cambiando el agua ahora sucia por una limpia.

—Antes muerta que sometida.—afirmo con seguridad.

Gigi Faitth tenía una forma de ser tan agradable que había sido imposible que ambos Slytherin se llevaran mal con ella. Les agradaba demasiado y les dolía la situación en la que estaba.

—¿Qué ha pasado?—pregunto ella a Draco.

—No se de que hablas—dijo desviando la mirada.

—Sabes que si.

Ambos guardaron silencio. Gigi Faitth no los forzo. Blaise continuo lavando el desordenado cabello de la chica y Draco se dejo caer en el suelo del baño.

—El señor Oscuro quiere matar a mi madre...dice que un error más que cometa mi padre y la matara.—confesó.

—Mierda.—susurró Blaise, quien había perdido a su madre hace un mes a manos de Voldemort, y sabía que este nunca se andaba con rodeos.

—Pues vamonos.—dijo Gigi Faitth.

—¿Crees que es tan facil?—Draco la miro molesto.

—No, se que no lo es.—admitió con sinceridad.—Se que muchos deben creer que tuvieron opciones, pero no es así. Ustedes dos simplemente son dos muchachos con amigos que compartían el ideal de sus padres, creyendo que eso los haría geniales, pero al ver la realidad quisieron huir...¿pero donde? no podían, no cuando sus amigos y familia también estaban metidos en esto. Solamente hubieran ganado huir un tiempo y morir. Pero ya no es así, podemos crear un plan juntos y escapar todos junto a los demás secuestrados.

—¿Y qué es lo que lo haría diferente, Gigi Faitth?—pregunto Blaise con una sonrisa triste.

—Me tienen a mi.—respondió con seguridad, alzando la barbilla.—Soy una noble y leal Caballero del Instituto Durmstrang, la primera en ser mujer. Hija de Marina Grindelwald, la bruja más poderosa de su epoca. Fui educada e instruida por los gemelos Prewett, los mejores aurores que ha tenido gran bretaña, y también por Alastor Moody, el auror más poderoso de todos, responsable de la captura de casi todos los mortífagos que estan aquí ahora.

—Podríamos morir...—susurro Draco.

—Moririamos luchando.—intervino ella.—Puedes hacer que tu madre se refugie en un lugar bajo el encantamiento Fidelio y que tu seas su guardian. Nosotros huimos y tu padre, sin ofender, pero se jode.

Ninguno dijo nada durante el resto del baño. Curaron a Gigi Faitth una vez que esta logro cambiarse la ropa a un pantalón de Draco y una camiseta blanca. Blaise le prometió lavar su uniforme y regresarselo, sabía que tenía un valor sentimental para ella. Cuando hubieron terminado y fue hora de regresarla a la celda, Draco la miro con seriedad.

—Acepto. —dijo Draco y miro a Blaise, quien simplemente sonrió y dijo:

—¿Cual es el plan?

Gigi Faitth sonrió con emoción.

(...)

En Hogwarts, en la sala común de Gryffindor, Harry se encontraba sentado frente a las llamas. A su alrededor estaban los gemelos Weasley, Ginny, Ron y Hermione. Desde que habían descubierto la verdad sobre Gigi Faitth, Harry no había hablado mucho.

—¿Como es?—pregunto Harry

—¿Que cosa?—pregunto Hermione, confundida.

—Mi hermana.—explicó y miró a los Weasley.—¿Como es ella?

—Golpea muy duro.—dijeron los gemelos al mismo tiempo y Ginny les pegó con un libro.

—Gigi Faitth se lleva mal con los gemelos desde que estos la molestaron cuando era una niña.

—¿Que fue lo qué pasó?—cuestiono Hermione.

—La conocimos cuando tenía 6.—dijo Ginny.—El tío Fabian y el tío Gideon habían llegado junto con ella a La Madriguera para el cumpleaños de mamá. Todo había estado bien pero este par de idiotas —señaló a los gemelos— empezaron a decirle que no era una Prewett porque tenía el cabello negro y no rojo. Entonces ella los golpeó.

—Me rompió la nariz.—dijo Fred

—A mi me dejo el ojo morado.—dijo George.

—Quitando eso de lado, es muy cool.—dijeron ambos.

—Ya le hemos pedido perdón muchas veces, pero es bastante rencorosa.—Fred hizo una mueca.

—Bien merecido lo tienen.—replicó Ginny y miró a Harry.—pero bueno, ella es muy linda. No es una chica convencional, pero es muy graciosa y alegre. Aunque no somos muy unidos a ella porque casi no la vemos, en especial por lo qué pasó con Fred y George. Mis tíos y mis padres casi querían matarlos. Pero Ron es el que más la conoce, siempre pasa el inicio de las vacaciones con ella y vuelve tres semanas antes de que acaben para poder pasarlas con ustedes. Ella lo adora.

Harry y Hermione miraron a Ron, deseosos de que les contara más sobre la misteriosa hermana de Harry, sin embargo, Ron no quería hablar de ella y no porque no la quisiera, sino porque Gigi Faitth era su hermana.

No la de Harry.

—¿Ron?—Harry lo miró expectante y su amigo suspiró resignado.

—Gigi Faitth es...especial. Le encanta hacer bromas, jugar, reír, divertirse en general.—sonrió tristemente ante su recuerdo.— Ama cantar a todo pulmón y bailar sobre la mesa del comedor. Aveces hacemos competencias de ver quien come más y solemos lanzar globos con agua a los muggles vecinos que le desagradan. Es muy inteligente, la mejor de su clase.

—Pareces quererla mucho.—dijo Hermione con un tinte de tristeza.

—Por supuesto que si.—afirmó Ron de inmediato.—Es mi hermana.

Harry y Ron se miraron con el ceño fruncido. Hermione suspiró. Se venía otra pelea.

(...)

—Tu plan es un suicidio.—manifestó Blaise, completamente pálido en cuanto Gigi Faitth termino de contarle el plan.

—¿Y que plan para salir de aquí no es suicida?—lo miró burlona.

—Si pero tu plan es casi el doble de suicida.—admitió Draco en el mismo estado que Blaise.

Gigi Faitth rodó los ojos.

—Bueno ya, ¿aceptan o no?

Draco y Blaise se miraron.

—Trató hecho.

Huirían de ahí a como de lugar.