En un pueblo lejano, existió una princesa increíblemente rica, bella y sabia, tenia el cabello blanco como la nieve, sus ojos eran azules al igual que un zafiro, y su nombre, era Amber. ella estaba cansada de los pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, entonces tuvo una idea, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez.

El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció la joven, quien tenia el cabello color café, y unos ojos como dos esmeraldas, lo que más le intrigo a Amber, fue que el cabello de aquella chica tenía un mechón amarrillo con la forma de un rayo, la joven se explicó diciendo:

- Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Solo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.

La chica se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó a la joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos.

Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se iluminaba la sala y se veía una figura de una chica, que era creada por el fuego, la princesa se asustó, pero la chica comenzó a hablar:

-Mi nombre es Mei, soy el espíritu del fuego, yo caí en una maldición la cual me mantenía encerrada dentro de esa piedra, pero tu me has liberado, en agradecimiento, te otorgare el poder más grande que existe, el poder del fuego, puedes crear cosas hermosas si lo utilizas sabiamente, pero, si lo ocupas de manera inadecuada, puedes ser consumida por las ardientes y terroríficas llamas, y, serás castigada por los dioses.

Después de eso, el espíritu desapareció, dejando a la chica anonadada. Las horas pasaban, la princesa seguía sin comprender lo que Mei había dicho, al final, opto por dormirse, quizás al día siguiente podría pensar más sobre el tema.

 La chica se despertó, pero, al instante, sintió un olor a quemado, busco de donde provenía ese olor, era su cabello, pero, extrañamente no estaba en llamas, pero había adoptado la forma del fuego ardiendo, y también su color rojizo, Amber estaba más que asombrada.

Ella estaba emocionada, pues, después de algunas horas, descubrió que podía disparar fuego de sus manos. Luego de probar sus poderes, fue con aquella chica que le entrego la piedra, la de cabellos cafés no se sorprendió en absoluto al ver a la princesa con su nueva apariencia, y decidido explicar el porque no se asombró:

-Yo sabía qué pasaría si arrojabas la piedra al fuego, por eso te la entregue ese día. A mí me ocurrió algo similar, pero a mí me entregaron los poderes del espíritu del rayo, por eso mi cabello tiene ese mechón amarillo, pues representa al rayo. El espíritu me dijo que debía encontrar la forma de que tú, la princesa, liberara al espíritu Mei, para que te otorgara sus poderes, pues los dioses lo ordenaron, pues querían que esta tierra fuera protegida por los portadores de los poderes más grandiosos del universo.

La de ojos azules se quedo estupefacta, todo eso había sido planeado por los dioses, y querían que ella protegiera su reino, a pesar de todo eso, ella también estaba alegre, por que por fin podría proteger a su pueblo. La princesa se iba a retirar, pero la chica le dijo algo que no esperaba oír:

-Al fin podemos estar juntas, como pareja, si todavía deseas eso, mi corazón ya se ha ablandado. Esto sonará raro, pero, al principio, no me interesabas nada, pero, con el pasar de los días, me fui enamorando cada vez más de ti, no sé si haya sido por tu belleza o tu personalidad, pero si se, que quiero estar contigo el resto de mi vida.

La princesa, al escuchar eso, se puso tan feliz, que no pudo evitar correr a abrazar a la chica de ojos verdes, la joven correspondió el abrazo. Al terminar de abrazarse, se separaron, pero Amber tenía una duda, la de cabellos cafés le pregunto que le pasaba, y Amber respondió:

-Aun no me has dicho tu nombre

-Max, ese es mi nombre

Ellas regresaron al palacio, los habitantes del pueblo le dieron el nombre "Princesa de fuego" a Amber, por los poderes que ella ahora tenia. Las prometidas gobernarían y protegerían su reino, obviamente, felices, pues ya estaban con la persona que más amaban en el mundo.

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Tal vez sea algo corto para ser un one-shot, pero hice lo mejor que pude ü, espero y les haya gustado mi pobre intento de one-shot :D

Si cometí algún error ortográfico, avísame porfa :3