Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 8

''ANNE CLAIRE STONECOLD --15/09/1945''

Este sitio me agobia, siento que la gente me observa allá donde vaya, y dudo mucho que pueda aislarme tan fácilmente como podía hacerlo en casa.

La gente me habla, intentan ser amables conmigo pero lo único que quiero es estar sola, nadie parece entenderlo.

(....)

Leo un par de páginas, parece estar relatando sus primeros días en el internado, no llevo mucho, pero siento como si ya conociera a Anne, era una chica tímida, algo retraída y que disfrutaba de la soledad.

Página tras página avanzo por la historia de Anne y me quedo perpleja ante su forma de describir y admirar todo aquello que la rodea. Su sensibilidad deja entrever la pasión que albergaba en ella.

(...)

Hace un día agradable, el cielo emana tranquilidad y la pequeña brisa que alcanza mi rostro a través de la ventana es reconfortante. He decidido salir a los jardines, aunque estarán repletos de gente me es imposible evitar la atracción que siento hacia el suave contacto de mi piel con la cálida luz del sol.

Nada de oscuridad, todo iluminado, se respira felicidad, hacía mucho que no me sentía tan relajada y tan libre.

(...)

Un par de páginas más adelante, algo que hay escrito en un borde, doblado, me llama la atención.

''Ubi nemo loquitur, ubi finem omnium, ibi invenies me.''

¿Eso es latín?

Intento descifrar algo de lo que pone, pero no entiendo nada, debí haber hecho caso a mis padres cuando me dieron la opción de cursar latín.

Cojo mi móvil y escribo la frase en el traductor, con la esperanza de que la traducción sea medianamente correcta e inteligible.

''Donde nadie habla, donde todos acaban, allí me encontrarás.''

Vaya, es extraño, por un momento me siento como una de esas detectives que dedican a desenmascarar misterios.

Es una cita, la apuntó de forma que no se le olvidara, leo más abajo.

(...)

Ese chico, es distinto, tiene algo, algo que me hace querer saber más de él, su belleza me mantuvo absorta durante toda la tarde, es solitario, sin embargo no es tímido, es más, parece intimidarme cada vez que nuestras miradas se cruzan.

Sus ojos verdes profundos, sus labios gruesos y rosados, junto a sus moteados pómulos convivían en armonía en su rostro, aquel rostro cuyos extremos finalizaban en una mandíbula perfectamente marcada, como si hubieran creado su rostro a medida.

Aquel chico de piel caramelizada y pelo oscuro atrajo toda mi atención, y como si yo no fuera más que una mota de polvo, él, ni se percató de mi presencia.

Sí , quería estar sola, pero por alguna razón, ese chico hacía despertar algo en mí que no me importaría seguir sintiendo.

Se levantó, y se marchó, dejando tras de sí un aroma que acaparó mis sentidos, una nota, escrita con lo que aparentemente parecía tiza residía en el escalón de piedra en el que se encontraba.

''Ubi nemo loquitur, ubi finem omnium, ibi invenies me.''

(...)

Alzo la vista, Emily ya no está, estaba tan embaucada con el libro que ni me percaté de su marcha.

Un cementerio.

¿Cuál es el lugar en el que nadie habla, en el que todos acaban?

Un cementerio.

La respuesta se me vino a la cabeza de repente, como si la hubiera estado buscando en un segundo plano de mi mente.

Bajo la vista al libro e inhalo algo de aire.

Alguien llama a la puerta, decido esconder el libro, ahora que sé lo que es preferiría que nadie lo viera.

La persona al otro lado aporrea de nuevo la puerta, así que decido sostener el libro en mi mano hasta abrir.

Me paso la mano por el pelo, como intentando peinármelo algo por encima.

Abro la puerta, Derek preside la estancia.

-¿Tú otra vez?

-Te dije que nos veríamos luego.- se acerca, va a besarme pero me aparto.

-Te has ido hace nada.

-No se qué reloj tienes tú, pero hace bastantes horas que me fui.

De repente me doy cuenta de que la luz de la habitación está encendida, estaba tan absorta en la lectura que ni me di cuenta de que prácticamente había anochecido.

-Pasa.- le digo y cierro la puerta.

Sé que iba a insistir en pasar y me daba pereza tener una discusión estúpida sabiendo que acabaría entrando igualmente.

-¿Seguías leyendo?

-Sí.

-Pues si que debe ser interesante el libro.

-Se podría decir que sí.

-A ver, deja que le eche un vistazo.

No podía dejar que lo leyera, ¿y si por casualidad reconocía el nombre?

-No creo que te guste.

-Eso no lo sabes.- en su rostro una sonrisa divertida aparece.

Me echo hacia atrás, para tropezar con la cama, él, sin borrar la sonrisa de su rostro se aproxima y alarga el brazo, ya no sé si lo que realmente quiere es el libro, o sólo es una excusa más para acorralarme de nuevo.

Me divierte la situación, le empujo y me mira sonriendo.

-¿No me vas a dejar leerlo?- pregunta con expresión juguetona.

-No creo que leer sea algo que sepas hacer.- le sigo el juego.

Ahora se halla aún más cerca de mí, tan cerca que mi respiración se une a la suya, siento el roce de su cuerpo junto al mío, y algo en mí se empieza a agitar.

-Hay muchas otras cosas que sé hacer...- su voz es apenas un susurro en mi oído, un escalofrío me recorre.

-¿Como cuáles?- no sé por qué digo eso, una parte de mí quiere provocarle.

-¿De verdad quieres saberlas?- exhala en mi cuello.- Tienes la piel erizada.

Me acaricia el brazo de forma suave y lenta, no sé qué narices hago.

-Sí...- es lo único que sale de mis labios.

Espero, no, ansío que una sus labios a los míos, sin embargo, no lo hace, los acerca, los roza, me provoca, pero me deja con el aliento en la boca, como poniendo a mi alcance aquello que más deseo, pero sin llegar a dármelo.

Me empuja y caigo, caigo en la cama y él posa sus brazos a ambos lados de mí.

Sigue sonriendo, y yo siento como si la locura se apoderara de mí.

Sabe qué quiero, y me está provocando.

Comienza a darme pequeños besos, apenas roces, pero que despertaban sensaciones en mí, me dejo llevar.

De repente la puerta se abre, y Derek se deja caer a mi lado en la cama.

Mi corazón va a mil, el susto casi me mata.

Es Chanel.

-VAAAAAAAAAAAAYA.- grita de repente, la situación parece hacerle gracia.- ¿He interrumpido algo?

-Sí.- dice Derek de repente.

-No.- le miro de reojo, él sonríe de nuevo.

-Bien...- exhala algo de aire, simulando alivio y prosigue.- Tus padres te están llamando al móvil, y como no contestas me han llamado a mí.

-¿Qué? Si mi móvil está aquí.

Desbloqueo mi móvil, en efectivo, doce llamadas perdidas.

Lo tenía en silencio.

-Bueno, yo quería avisarte, además, estos esperan aún que aparezcas, no estaría de más que te pasaras un rato a saludar al menos.

-Claro, dame un momento.

-Está bien, espero que vayas.

Asiento con la cabeza, cierra la puerta y se marcha.

Emily ha debido marcharse sin cerrar con llave.

-Jade.- dice Derek tumbándose sobre su brazo.

-¿Sí?

-Quiero que sepas algo.

-¿Qué?

-No quiero que pienses que eres un juego para mí.

Lo que dice me pilla por sorpresa.

-¿A qué te refieres?

-A que, lo que dije antes, sobre ti y sobre mí, iba enserio, me gustaría que fuéramos pareja, una pareja de verdad.

Lo cierto es que no sé si me apetece, apenas llevo un par de días aquí, no sé lo que quiero.

-Yo...

-No te preocupes, no es necesario que me respondas ya, pero me gustaría que te lo plantearas...

-Claro...

-Sé la imagen que puedo llegar a dar de mí, pero he de admitir que me gustas.

-¿Cómo puedo gustarte si no me conoces?

-No lo sé, pero una parte de mí quiere conocerte mejor.

Está serio, se mantiene serio, y yo siento que no podré aguantarme la risa mucho más tiempo.

Siempre he sido muy malpensada, y por alguna razón, el toque de seriedad que se postraba en la cara de Derek hacía que mi risa se acentuara aún más.

Su mirada, confusa, hace que estalle en una carcajada.

Me mira, como analizando lo que acaba de decir, como intentando hallar algún error en su pequeña declaración.

De repente balancea su cabeza de un lado a otro y sonríe.

-Malpensada.- dice ampliando su sonrisa de una forma que su apariencia cobrara una forma más pícara.

Me levanto de la cama, he de llamar a mis padres.

-Tengo que llamar a mis padres.

-¿Quieres que me vaya?

-No es necesario, será un momento.

Cojo el móvil y procedo a llamar a mi madre, con un poco de suerte estará con mi padre y no tendré que hacer una segunda llamada.

Tras el tercer pitido alguien contesta.

-¡Al fin! ¿Dónde te habías metido?- suelta mi madre al otro lado de la línea.

-Estaba leyendo.

-No sé por qué no me sorprende.- su voz es dulce y se me viene a la cabeza la imagen de aquella pequeña sonrisa de ''No tienes remedio'' que siempre pone.

La conversación no toma mucho más tiempo del que me esperaba, las típicas preguntas de preocupación de mi madre y las múltiples advertencias y normas de mi padre, entre las que la prueba de la desobediencia de un par se hallaba ahora mismo en mi cama.

Una despedida emotiva, seguida de un sonoro beso telefónico ponen fin a la conversación.

Me giro, se me hace raro no haber oído a Derek durante toda la conversación.

Lo que veo hace que me abalance bruscamente hacia la cama.

Está leyendo el libro, bueno, estaba.

Está dormido, ¿cómo ha podido dormirse?

Supongo que leer no es lo suyo.

Cojo el libro y lo cierro.

Ni siquiera ha empezado a leerlo desde el principio, lo ha abierto por la mitad.

Una pequeña sonrisa se me escapa.

Decido guardar el libro en mi maleta, ahí no lo cogerá nadie.

Me acerco a la cama de nuevo, y esta vez me quedo mirando fijamente a Derek.

Me fijo en sus facciones, en su pelo, algo alborotado, y en su respiración, tan relajada que casi ni se aprecia.

Me calma verlo dormir, hace que lo vea dulce, e incluso frágil, es guapísimo, sigo con la mirada el resto de su cuerpo y admiro cada parte de él, me hace gracia como la cama parece hecha justo a medida de su estatura, aunque uno de sus pies cuelga de ella.

Me planteo lo que me ha dicho, ¿tan mal estaría intentarlo?

Desde luego Derek nunca había sido mi tipo, bueno, nunca he tenido un tipo, no es que no me guste, todo lo contrario, pero nunca me había imaginado con un chico como él.

Una parte de mí quería decirle que sí, pero otra se preguntaba si sentía algo por Ethan.

Decido aprovechar que está durmiendo para cambiarme.

Me pongo unas mallas de deporte negras y una camiseta un par de tallas más grande de lo que debería.

Me recojo el pelo y procedo a escribirle una nota a Derek para cuando se despierte.

''Si lees esto es que estás despierto, siento haberme marchado, pero parecías tan cansado que no quise despertarte. Ahora, lárgate.

Pd: no toques nada. ''

Dejo la nota encima de la cama y cuando me dispongo a salir, decido volver un momento, saco el móvil y le hago una foto, está tan dormido que no nota que se me ha disparado el flash sin querer.

Apago la luz y cierro la puerta.

(...)

Cuando me dispongo a salir por la puerta que da al edificio de la residencia masculina, una pequeña luz roja llama mi atención.

Miro a mi derecha, hay alguien, esa silueta me es familiar, decido acercarme.

A medida que me acerco veo su rostro con más claridad.

-Vaya, orgullosa, que sorpresa.- Ethan parece haberse percatado de mi presencia.

Me aproximo a él, veo como posa el cigarro en sus labios, me mira fijamente.

-No sabía que se pudiera fumar.

-No se puede.- una sonrisa se le escapa.

Me apoyo en la pared, junto a él, está algo húmeda y aunque el día ha sido cálido, fuera comienza a refrescar.

-Así que cuando no te escapas, te quedas aquí fumando, no está mal.- sonrío.

-Creo recordar que dijiste que te gustó la hamburguesa.- su sonrisa se agranda, expulsa el humo.

-Dije que no estaba del todo mal.

-El caso es que te escapaste conmigo, no intentes hacerme parecer el rebelde de los dos.

Me río y alzo los brazos en señal de rendición.

Él vuelve a acercarse el cigarro a los labios, pero esta vez aparta la mirada hacia el suelo.

Le observo y me percato de que es exactamente igual que aquellos chicos que protagonizaban kas historias que tanto había leído.

-¿En qué piensas?- dice Ethan de repente, alzando la mirada.

-¿Yo?- la pregunta me incomoda debido a que hace no menos de cinco segundos pensaba en él.

-No, la otra persona que se ha quedado mirándome.- me sonrojo, lo noto porque las mejillas me arden.

Debe de haberse dado cuenta de que le miraba.

-No pienso en nada en concreto.- aparto la mirada, esta vez la que mira hacia el suelo soy yo.

-¿Qué tal con el niño mimado?

-¿Qué?

-Ya sabes, tu ''no novio''.

Ya sabía que se refería a Derek, pero quería hacerme la tonta.

-No sé, normal.- esta vez sí que le miro- ¿Por?

-Nada, por hablar de algo.

La incomodidad se siente en el aire.

Por un momento me planteo entrar dentro y dejarle ahí, pero de repente me indica que me calle, a lo que yo asiento aún sin haber pronunciado palabra.

Cuando unos pasos llegan a mis oídos entiendo el por qué de aquel gesto.

Veo como tira el cigarro al suelo y lo pisa, acto seguido me agarra del brazo y estira de mí.

Se esconde al final del callejón, y me arrastra a su lado.

Los pasos retumban más y más cerca, y unas voces de aspecto juvenil se hacen audibles.

Parecen ser otros alumnos, aunque de ser así no entiendo el por qué de nuestro escondite.

-Eh, tío, no.- dice uno de los chicos.

-¿Qué? Solo le he dado dos, dijimos que a tres cada vez, ¿no?- contesta otro.

-Tres tuyas son 6 nuestras, no seas idiota y pásalo.- dice un tercero.

Se paran en el lugar en el que nos encontrábamos nosotros antes, no parecen querer moverse, tampoco parecen percatarse de nuestra presencia.

Miro a Ethan, que debe de haber deducido lo que le iba a preguntar, ya que me hace signos intentando decirme algo de forma silenciosa.

Me comienzo a agobiar.

-¿Habéis visto a ese cabrón?

-No, no lo he visto en todo el día.

-Yo sí, pero estábamos en clase, al salir le he seguido pero ha desaparecido.

-Os juro que lo mato.

Por como una sonrisa inunda la cara de Ethan algo hace que presienta lo peor.

-No sé cómo, nunca lo vemos fuera.

-Habrá que hacerle salir.

-¿Cómo?

-¿Conocéis a el rarito de su amigo?

-¿Al enano delgaducho?

-Sí.

Por como se desvanece la sonrisa de la cara de Ethan, comprendo que se refieren a Arthur.

-Vamos a hacerle una visita.- el chico que habla es alto, bastante corpulento y la ropa que lleva se asemeja tanto al uniforme de clase que por un momento pensé que no se había cambiado.

Tira al suelo lo que debía ser un porro y lo pisa.

Cuando está dispuesto a marcharse, una piedra, proveniente de mi lado le alcanza, alcanzándole en el brazo.

-Lárgate por el otro lado.- me susurra Ethan.

No, me niego a irme, ellos son cuatro, y Ethan es sólo uno.

-Ni hablar.

Ethan abre los ojos de forma exagerada.

-¿¡Estás loca!? TE HE DICHO QUE TE LARGUES.

El chico localiza a Ethan y grita en su dirección.

-VEN AQUÍ, CABRÓN.

De repente todos comienzan a correr hacia nosotros y Ethan, tras tirar los cubos de basura, para entorpecer su paso, corre agarrándome a mí del brazo.

La situación me pone nerviosa, sin embargo, a Ethan parece divertirle.

-TE VOY A MATAR.- los gritos del chico nos alcanzaron aún estando a varios metros de distancia.

Cuando más distancia estábamos alcanzando Ethan paró en seco.

Su rostro reflejaba ira, dolor, ¿tristeza tal vez?

No entendía por qué, hasta que oí una voz, esta vez la voz era femenina.

Los chicos estaban ahí, parados, ya no nos seguían, sino que miraban a Ethan con una sonrisa maliciosa a la vez que sostenían un móvil, del que parecía provenir la voz.

-...si, por favor, quiero, de verdad, no, no se lo digas a mi hermano...-es todo lo que pude captar antes de que el comienzo de la carrera de Ethan hacia ellos me distrajera por completo.

-ETHAN.

Grité, pero él cada vez aceleraba más el paso.

Corrí tras él, lo más rápido posible, me acercaba a él, pero él estaba más cerca de ellos.

Veo como se abalanza sobre el chico corpulento que muestra tanto odio hacia él, y corro aún más deprisa, los golpes son tan rápidos, y el odio mutuo es tan visible que al llegar intento separarles pero lo único que consigo es llevarme un golpe en el labio, no me duele, pero algo de sangre comienza a salir de él.

-PARAD.- grito.

Ni caso.

Vuelvo a intentar separar, pero esta vez uno de los chicos me coge por los brazos y me inmoviliza.

Pataleo pero el chico me apreta aún más el brazo y siento un dolor puntiagudo cada vez que intento moverme de nuevo.

Los otros dos chicos, que presencian la escena, ayudan a su amigo a deshacerse de Ethan, que se niega a parar de golpearle.

Cuando creía que todo había acabado, los otros dos chicos deciden agarrar por sorpresa a Ethan de los brazos y el otro, tras escupir saliva, aparentemente sangrienta al suelo, se acerca a Ethan de nuevo para comenzar a darle puñetazos en el abdomen con semejante fuerza que el sonido de los golpes retumbaba en mis oídos.

En un momento de despiste del chico que me sujeta, consigo pegarle una patada y zafarme de él.

Corro hacia el chico que está pegando a Ethan y le propino un puñetazo en la espalda con todas mis fuerzas.

El chico se gira con una mirada que de ser posible me habría perforado la cara.

-Déjale en paz.- digo.

-¿Tú quién eres? ¿Su niñera?- se ríe.

Me hierve la sangre, ¿me está menospreciando?

-Te doy la oportunidad de que te largues.- le digo, no sé qué narices pretendo hacer contra cuatro personas yo sola, pero estoy segura de que asustarme no entra en mis planes.

-El único que da oportunidades aquí soy yo, lárgate bonita.

¿¡BONITA!?

Antes de pensármelo dos veces le pego una patada con todas mis fuerzas en la entrepierna.

Se tira al suelo y gime de dolor.

Los chicos que mantienen sujeto a Ethan me miran boquiabiertos.

Y siento que he ganado, hasta que el chico que me sujetaba antes, del que me había olvidado por completo, me vuelve a agarrar, pero esta vez le muerdo, con tanta fuerza que logro apreciar el sabor a óxido de su sangre.

Ethan consigue apartarse de los otros chicos, y ellos proceden a ir a comprobar el estado de sus amigos.

Me acerco a Ethan y hago que apoye su brazo sobre mi hombro, su estado es deplorable.

Le ayudo a avanzar como puedo, nos largamos de ahí.

Ni una sola palabra escapó de entre sus labios durante el camino, supongo que no quería que le preguntase por lo que acababa de ocurrir.

Llegamos a la residencia.

-Gracias.- un leve susurro por su parte rompe el silencio.

-De nada.

-No, de verdad, gracias por lo que acabas de hacer.

-Tu habrías hecho lo mismo.

-Tienes sangre en el labio.- me roza la boca con la mano.

-Tu tienes sangre por todas partes.- digo con una pequeña sonrisa, tratando de quitarle importancia.

-No puedo pasar así, no puedo dejar que Arthur me vea así.

-Ven.

Acompáñame.

Nos dirigimos a mi cuarto.

Abro la puerta, y para mi sorpresa, Derek sigue ahí.

-¿¡QUÉ NARICES TE HA PASADO!?- se dirige hacia mí, como si no se hubiera fijado en el estado de Ethan, y me toca el labio.

-Estoy bien.

-¿QUÉ LE HAS HECHO?- esta vez sí que se dirige a Ethan.

Ethan por su parte no parece tener ganas de discutir con él.

-Derek, cállate, joder.- suspiro.- No me ha hecho nada, en todo caso se lo han hecho a él así que muestra un poco de sentido común y no le jodas más.

Le indico que pase al baño.

Se dirige al baño y cierra la puerta.

-¿Te has marchado para estar con él?

-No, me lo he encontrado fuera, y ha habido un pequeño altercado, eso es todo.

-¿Quién te ha hecho eso en el labio?

-No es nada, ni siquiera me duele, además, ha sido sin querer.

-Joder... Te juro que...

-He dicho que no es nada.

-Está bien.

-¿No te había dicho que te largaras nada más despertar?

-Me fui, pero decidí volver, por si volvías temprano y te apetecía pasar un rato juntos.

Suspiro de nuevo.

Derek se sienta en la cama.

Me dirijo a mi maleta, busco una de las tantas toallas limpias que mi madre ha metido en ella, seguro que Ethan la necesitará.

Algo me hiela la sangre al abrir la maleta.

El libro.

No está.

El libro que había metido ahí no está.

En su lugar hay un papel, y en él, una serie de números.

''1,2,3,4,5,6,7,8,9,10''

Esto debe ser una broma.

Giro el papel.

''SIGUE EL ORDEN''

¿Quién narices...?

-¡DEREK!

-¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?

-El...el libro.

-¿Qué libro?

-El que estaba leyendo, ¿lo has cogido?

-Joder, me has asustado.- hace ademán de alivio.- No, no lo he cogido, ¿por qué?

-Nada, estará en alguna parte.

Vuelvo a mirar el papel.

''1,2,3,4,5,6,7,8,9,10''

''SIGUE EL ORDEN''

¿Qué narices significa esto?








*********************************

HOLA!

GRACIAS POR LEER MI HISTORIA, ESPERO QUE OS ESTÉ GUSTANDO, ME GUSTARÍA SABER VUESTRA OPINIÓN AL RESPECTO, ASÍ QUE NO DUDÉIS EN DEJARLA EN LOS COMENTARIOS.

INTENTARÉ SUBIR CAPÍTULOS CON MÁS FRECUENCIA A PARTIR DE AHORA.

SALUDOS, EVA.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro