Parte 6
Ethan sonríe, desde luego no es la reacción que me esperaba.
-Bueno, enhorabuena, espero que duréis.- se levanta y se marcha, sin intercambiar ni una palabra más.
-No es que Derek tenga muy buena fama la verdad, pero si te gusta adelante.- dice Arthur sonriendo.
El chico que no conozco mira sin decir palabra alguna.
Asiento con la cabeza, pero no puedo evitar seguir con la mirada a Ethan, no entiendo qué narices le pasa.
-Bueno, bueno, si te queda algo de tiempo tras tu cita te esperaremos encantados, y quiero todos los detalles.- dice Chanel y yo en lo único en lo que puedo pensar es en cerrarle esa bocaza de un puñetazo.
-En nuestro cuarto.- añade Arthur, supongo que se refiere al suyo y al de Ethan.
-Claro.- mascullo entre dientes, intento sonar lo menos molesta posible.- Bueno, nos vemos...
Se despiden de mí, y yo me marcho, no me encuentro de buen humor, lo que más me relajaría ahora mismo sería la tranquilidad de un libro y el silencio de una biblioteca.
Salgo del comedor y me dirijo a un pasillo alargado en el que una flecha de un material dorado con la palabra ''Biblioteca'' grabada preside la pared izquierda.
Avanzo hasta llegar a unas puertas con un marco descomunal y de apariencia majestuosa, es digno de admiración.
Empujo las puertas y mis ojos se iluminan al ver tal arsenal de conocimiento.
Pequeños y grandes volúmenes se encuentran distribuidos en distintas estanterías.
Entro admirando la grandiosidad de la sala, es enorme, cuenta incluso con una segunda planta, es increíble.
Hay algunas mesas en el centro y parece haber algo de gente, aunque no demasiada.
Me dirijo a una mesa al fondo, me quito la chaqueta del uniforme y la coloco en la silla como una especie de restricción, por si alguien decide sentarse en la mesa.
Me interno en un pasillo, entre dos estanterías y observo los títulos.
Un libro, grueso y de apariencia antigua llama la atención entre los demás.
Lo cojo, parece dañado, tal vez es uno de esos libros que sobrevivieron al incendio, aunque ahora que lo miro mejor, no tiene título, y parece escrito a mano, lo cojo, tal vez sea una especie de diario o algo por el estilo.
Me dirijo de nuevo a la mesa, pero algo me desanima, parece que mi chaqueta no ha servido de mucho pues un chico se ha sentado en ella.
-Hola, espero que no te moleste que me haya sentado aquí, es que en el resto de mesas me han mirado raro.- el chico sonríe.
-No, está bien.- sonrío, es un chico con el pelo negro como el carbón, este hace contraste con su piel blanca, aunque está sentado se puede advertir que debe ser alto.
Me siento, abro el libro y me pongo a ojearlo por encima, su tacto es algo áspero.
Lo abro por la primera página.
Se advierte una pequeña firma con un nombre algo emborronado.
"Anne Claire Stonecold"
Segunda página.
Con letra igual de elegante, pero algo más grande pone una frase que aparentemente parece ser un título.
"The fire around us"
Vaya, ha conseguido llamarme la atención.
En la siguiente página pone "Capítulo 1".
Así que es un libro.
Un libro que una tal Anne Claire decidió escribir.
"No sabía a lo que me enfrentaba, pensé que tal vez todo se podría arreglar, que tal vez, y sólo tal vez, podría llegar a ser su salvadora, que no me envolvería en sus llamas, maldigo el día en el que llegué a este internado, maldigo el día en el que me enamoré del caos en persona, y me maldigo a mí misma por no poder mantenerlo junto a mí."
Vaya, ¿es posible que esa tal Anne Claire estudiara aquí?
-Perdona.- una voz me saca de mis pensamientos.
El chico de la mesa me mira con una sonrisa.
-Sí, dime.
-No he podido evitar fijarme en el libro que tienes en la mano, ¿crees que podrías dejármelo cuando te lo termines?
-Es posible, aunque aún no sé muy bien si es un libro exactamente, parece más bien un diario.
-¿Tú tienes?
-¿Un diario?
-Sí, ¿no tienes ningún sitio donde apuntar tus pensamientos más profundos?- no puedo evitar reír levemente.
-Solía tener uno de pequeña pero supongo que con el tiempo me di cuenta de que no tenía mucho que contar.
-No te creo, todos tenemos algo que contar, solo hay que saber mirar dentro de uno mismo.
-Supongo que no es algo que suela hacer mucho, digamos que soy bastante transparente en ese sentido.
El chico suelta una carcajada.
-Te estás llamando a ti misma vacía.
-Visto así...
-A mi me intrigas.
-Tú pareces más intrigante, seguro que ocultas cosas oscuras.
-Mmmm... oscuras depende de quién las interprete.- su expresión se torna pensativa.
-Supongo que tienes razón.
-Supones bien.
-Eres un tanto arrogante.
-Solo soy seguro de mí mismo, me parece que a ti no te vendría mal tampoco.- me mira con aire de superioridad.
-Ouch, te estás pasando conmigo, ¿he de recordarte que me conoces desde hace 10 minutos?
-Ya hay confianza suficiente.- se ríe y yo me uno a la carcajada.
-Bueno, señor arrogante, tendré en cuenta sus consejos pero por ahora voy a marcharme.- digo poniéndome de pie para marcharme.- Ha sido un placer.
-El placer ha sido todo mío señorita...- me mira esperando a que diga algo.
-Jade.
-Señorita Jade.- sonríe- Nos vemos.
Asiento con una sonrisa mientras me pongo la chaqueta y procedo a marcharme.
Decido llevarme el libro, tal vez así pueda leerlo tranquilamente en mi cuarto.
Me acerco hacia la mesa de la bibliotecaria.
-Hola querida, ¿puedo ayudarte en algo?- una mujer un tanto mayor y con apariencia amable me sonríe.
-Sí, me gustaría llevarme este libro.- saco el carnet de la biblioteca y se lo entrego junto al libro.
-Mmm...
-¿Ocurre algo? -pregunto al oír como chasquea la lengua.
-De hecho sí.- se ajusta las gafas y me mira.- ¿De dónde has cogido este libro?
-De esa estantería.- me giro y le señalo el lugar exacto.
-Vaya, pues la cosa es que este libro no figura en nuestro registro.
-¿Qué quiere decir?
-Que no es nuestro, no sé cómo ha llegado hasta ahí.
-¿Entonces no puedo llevármelo?
-Sí, sí puedes, de hecho, quédatelo, no sé a quién puede pertenecer, pero por su apariencia, no lo han echado en falta durante mucho tiempo.- me lo ofrece junto al carnet.
-Muchas gracias.- sonrío de vuelta.
Vaya, cada vez estoy más intrigada por el contenido de este libro.
Avanzo de vuelta hacia mi habitación, no me apetece para nada ir a la habitación de Arthur, y menos verle la cara a Chanel, al menos no hasta que se me pase la molestia que me ha causado que cuente lo de Derek ante Ethan.
Hay algo de gente en los pasillos, nadie de mi incumbencia, ahora que lo pienso, me pregunto qué estará haciendo Emily, ha reaccionado de una forma un tanto extraña antes en el comedor, y no me importaría conocerla mejor, vamos a pasar mucho tiempo juntas aunque en el fondo rece por no encontrármela en este momento.
Me dispongo a abrir mi habitación, con un poco de suerte Emily no estará y podré leer sola y tranquila.
La persiana de la habitación está bajada y la habitación está oscura, supongo que Emily ha estado aquí y la ha bajado.
Cierro la puerta, y al privarme por completo de la poca luz que entraba por la puerta decido encender la linterna del móvil.
Casi se me da un paro cardíaco del susto al ver que no estoy sola en la habitación.
-¡¿Qué narices haces aquí?!- digo exhalando aire.
-Quería darte una sorpresa, pero veo que más bien ha sido un susto.- responde Derek sonriente.
-¿Cómo has entrado?- digo apresurándome a subir la persiana.
-Me ha abierto Emily, desde lo de ayer sigue creyendo que somos hermanos.- dice soltando una carcajada.
-Ya le aclararé que no.
-Bueno, ¿qué vamos a hacer?
-¿Cómo que qué vamos a hacer? Yo me voy a poner a leer, y tú te vas a largar de aquí.
-Venga vamos, no seas aguafiestas, al menos déjame quedarme a mirar cómo lees.
-¿Qué? ¡No! ¡Vete!
-Prometo no molestar.- me mira con cara de súplica y yo, que estoy cansada de discutir accedo.
-Está bien, pero como me molestes te pego.
-No me digas eso, que me entran ganas de molestar.- le miro de forma asesina y él se empieza a reír.- Está bien, ya me callo.
Me tumbo en mi cama y procedo a abrir el libro para empezar a leer.
De repente Derek se me acerca y se tumba a mi lado.
-¿Qué haces?- pregunto.
-Leer.- dice apartando la mirada de mí para centrarla en el libro.
Le miro y veo como una pequeña sonrisa curva sus labios, no puedo evitar sonreír también.
Intento concentrarme en leer, pero noto como Derek desvía la mirada una y otra vez hacia mí y me pongo nerviosa.
-Para.- digo.
-¿Que pare qué?- responde mirándome.
Aparto la mirada.
-De mirarme.
-¿Por qué?
-Por qué sí.
-Eso no es una razón coherente.- empieza a reírse.
-Para mí lo es.
-Te estás sonrojando.- dice de repente, y nada más oír esa frase comienzo a sonrojarme de verdad.
-Eso no es verdad.
-Sí.- me toca la mejilla con la mano.- Estás ardiendo.
Le miro y no puedo evitar sentirme nerviosa al ver que me mira sonriendo.
-Será mejor que te vayas.- me limito a decir.
-¿Por qué?
-Me distraes.
-Eso no es malo.
-No, pero para leer sí.- me siento estúpida, pero no creo que sea bueno tenerlo cerca mucho más tiempo.
-Bueno, tal vez sea más divertido si cambias de planes.
-No gracias.- digo empujándole fuera de la cama.
Cae al suelo y finge haberse hecho daño, me río y él sonríe.
-Ves, conmigo lo pasas bien.
-Vete.
Le empujo hacia la puerta y la abro, al principio se resiste pero acaba por rendirse.
-¿Nos vemos más tarde?- dice haciendo pucheros.
-Fuera.
-Me lo tomaré como un sí.- sonríe.
No puedo evitar reírme ante su convicción y su seguridad, vuelvo a empujarle para sacarlo fuera de la habitación y una vez fuera él me agarra.
-Nos vemos.- dice, y me besa, así, de la nada, no me quejo, no me aparto, de hecho me dejó llevar, me gusta.
Se aparta lentamente de mí, como si algo le impidiera hacerlo y sonríe, sonrío de vuelta inconscientemente, como una tonta.
Se marcha.
Le sigo con la mirada y de repente la presencia de una persona hace que me dé un vuelco al corazón.
Ethan está al otro lado del pasillo.
Me mira, se gira y se marcha.
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