'' Sector Norte 21, 5 ''

No puedo sacar de mi mente esa frase, es decir, no soy estúpida, sé lo que es un sector, pero ¿en qué lugar se supone que debo buscar?

Lo de los números no lo tengo muy claro, no son coordenadas, estoy segura, pero mi cerebro no da para más.

-¡JADE!

-¿Eh? Sí.- es Emily, no sé qué me estaba contando, pero no le estaba haciendo ni caso.

-Por el amor de dios, ¿qué tienes en la cabeza? Llevo media hora hablando, y por lo que veo, llevas desde que he empezado a hablar ignorándome.

-Es sólo que estoy algo cansada.

-No me extraña, con tus visitas nocturnas.

-Debería descansar.

-Deberías, y también deberías dejar de leer tanto, leer es genial y todo lo que quieras, pero se te van a caer los ojos si te pasas todo el día leyendo.

-Mis ojos deberían haberse caído hace tiempo entonces.- sonrío.

Ella ladea la cara en señal de desacuerdo pero esboza una leve sonrisa.

-Me voy a la biblioteca, si necesitas cualquier cosa llámame.

-Gracias.- digo y observo como sale por la puerta para después cerrarla de un portazo que de haber sido intencionado habría tirado la puerta abajo.

Aún no sé si Emily me cae bien o no, a veces creo que sí, pero otras la encuentro algo irritante.

Me pregunto cómo estará Ash, al volver intenté limpiarle los nudillos, pero estaban tan pelados que juraría haberle visto un hueso, bueno, puede que exagere, pero en definitiva, tiene los nudillos fatal. Se quejaba todo el rato del dolor, y aún así creo que no se quejaba lo suficiente para lo que debía doler.

No sé en qué estúpido momento de mi vida se me ocurrió buscar en google esa frase, como si por arte de magia me fuera a indicar el camino a lo que sea que ando buscando.

Se me ocurre una idea, si supuestamente eso es una especie de localización, tal vez sea de un lugar cercano, y si es de un lugar tan grande que debe ser dividido en sectores, debe aparecer en los planos de la zona.

Definitivamente soy un genio.

Me levanto de forma brusca y me aseguro de tener las llaves y el móvil en el bolsillo, abro la puerta y...

¡PUM!

-¡AH!- grita Ethan.

-Joder, ve más despacio.

-No sabía que ibas a salir por la puerta justo en ese momento.- dice tocándose la frente.- ¿A dónde ibas con tanta prisa?

-Eso mismo debería preguntarte yo.- intento desviar la conversación.

-Bueno, quería decirte que al final me ha surgido un imprevisto, así que esta tarde no podré ir contigo a cenar.

-Ah, bien.- digo algo confusa.- ¿Algo de lo que deba preocuparme?

-Tú no.

Esboza una sonrisa, intenta parecer seguro, pero veo un ligero trazo de nerviosismo en su expresión facial.

-¿Quieres que te ayude con algo?

-No, pero gracias.- dice sin dejar de sonreír.

Me inquieta verlo así de nervioso, él siempre está tranquilo, o al menos parece seguro de sí mismo.

-Está bien...

-Bien, nos vemos.

Dice y se marcha.

Voy a avanzar por el pasillo cuando de repente piso algo.

Levanto el pie, al parecer debe de haberse caído del bolsillo de Ethan al chocar.

-¡Ethan! ¡Se te ha caído...! -comienzo a decir, pero algo hace que me calle de golpe.

Examino la bolsita que hay en el suelo.

La recojo y a la vez siento como si el alma se me cayera al suelo.

Son pastillas, y no cualquier tipo de pastillas, son las mismas que le quité a Ash previamente.

Droga.

¿Es que aquí todo el mundo se droga?

Sí, vale, he visto solo a un par de personas con droga, pero ya me parecen demasiadas, este lugar se supone que es conocido por su disciplina y su intolerancia ante todos estos temas, esto me desconcierta.

¿Y si lo que sea que tiene que hacer Ethan ahora tiene que ver con estas drogas?

''¡NO! ¡NI SE TE OCURRA JADE!'', calla, cerebro estúpido.

Me guardo las pastillas en un bolsillo y me giro hacia el lado por el que se ha marchado Ethan, voy a seguirle.

Veo como desaparece al girar a la derecha del pasillo, corro tras él y me detengo antes de girar para asomarme.

Avanza lentamente, mira el móvil y de repente acelera el paso.

Sale del edificio y se dirige hacia el camino que lleva al bosque, esto es inquietante, todo lo que me intriga me acaba llevando a ese lugar.

Se adentra y acelero el paso para no perderle de vista, pero me es imposible alcanzarle y en un abrir y cerrar de ojos desaparece.

''Mierda''.

Miro hacia un lado y después hacia el otro, lo único que veo son árboles.

Suspiro.

Una vez más me adentro, sin rumbo alguno, buscando a alguien que probablemente me matará si se llega a enterar de que le estoy siguiendo.

"Te dije que era mala idea."- cerebro estúpido.

Siempre me dejo llevar por los impulsos, algún día acabaré mal por mi curiosidad impulsiva.

Finjo saber hacia dónde ha ido Ethan, al menos así me siento menos inservible, miro con detenimiento el suelo que piso, por si algo pudiera desvelarme que ese es el camino que Ethan ha tomado, pero a parte de hojas, ramas rotas y algún que otro escarabajo no capto nada.

Sé que debería largarme de aquí ahora que puedo, pero me es imposible irme, mi curiosidad me lo impide sí, pero al meter la mano en el bolsillo noto que hay un impedimento más.

¡MI MÓVIL! ¡AY, DIOS MÍO!

SE ME HA CAÍDO EL MÓVIL.

¿CUÁNDO? ¿DÓNDE?

MIERDA, MIERDA, MIERDA, MIERDA...

Me giro de forma brusca, me agacho y rebusco entre las hojas del suelo, nada.

Vuelvo hacia atrás siguiendo como puedo los pasos que me han traído hasta aquí, no hay ni rastro, es imposible, no puedo haberlo perdido, me va a dar algo.

No es que no me pueda permitir comprarme otro, es que tengo demasiadas cosas en ese móvil como para perderlas.

Me empiezo a cuestionar si no sería mejor dejar de creerme detective y dejar de ser tan estúpida de una maldita vez.

-¿Buscas esto?- una voz a mis espaldas me asusta.

-¿Derek?- casi me da un ataque al corazón .

-¿Qué haces aquí?- dice entregándome mi móvil.

-¿Y tú?- digo intentando ganar tiempo para encontrar una escusa que no me haga parecer una psicópata.

-Te he seguido.

-¿Por qué?

-Iba a hablar contigo cuando te vi irte de tu cuarto, te vi salir corriendo y me preocupé, pero luego te vi adentrándote aquí y la preocupación fue mayor al encontrar tu móvil tirado.

-Me siento acosada.- ''Más bien eres la acosadora'', calla conciencia estúpida.

-Y yo ignorado, siento que me rehuyes, ¿te doy asco o algo?

-¿Qué? No.

-Entonces, ¿por qué me evitas? 

-Yo no...

Su mirada me indica que da igual la escusa que ponga, ninguna le convencerá de lo contrario.

Me adelanto y me paro frente a él.

-Dejando a un lado todo, es mejor que no te adentres en este bosque, y mucho menos sola y ahora que está a punto de anochecer.

-¿Te da miedo la oscuridad?- digo en tono burlón.

-Aquí han pasado cosas horribles, que ni te imaginas.

Su expresión luce seria y la piel se me pone de gallina.

-¿Cosas horribles?

-Sí, cosas que este centro se ha esforzado demasiado y durante demasiado tiempo por ocultar.

-¿Como cuáles?

-Mi abuela me contó que hace años encontraron a una chica, totalmente desnuda, colgada de los pies en uno de estos árboles, no estaba muerta, pero tampoco estaba viva, estaba en trance, ida, total y completamente ausente, tenía cortes en la frente, las muñecas, las piernas y el vientre, y todos esos cortes formaban un símbolo, como si alguien hubiera intentado hacer un puzle humano.

Le miro atónita, ha captado mi atención por completo.

Hace una pausa, y al ver que no digo nada continúa.

-Tenía quemaduras de tercer y segundo grado en zonas de su cuerpo que no lograrías imaginar, y las únicas palabras que lograba pronunciar eran, ''Pelo de fuego''.

-¿Pelo de fuego? Esto suena a una historia de terror inventada.

-Ojalá, hasta aquel momento habían aparecido animales descuartizados, chamuscados, o incluso mutilados, pero nunca le había ocurrido nada a ninguna persona.- suspira.- Tras ese suceso se decidió prohibir el acceso a lo más interno del bosque, por eso es mejor no adentrarse sólo, pierdes la noción del tiempo y te adentras más de la cuenta, es como si algo te llamara, como si te invitara a explorarlo.

-¿Cómo sabes cuando está el límite entre la zona de peligro y la exterior?

-No lo sabes, ese es el problema. Mi abuela dice que una vez empiezan a aparecer los símbolos es demasiado tarde para volver.

-¿Los símbolos?

-Oye, ¿podemos salir de aquí? Este sitio realmente me da mala espina.

Asiento, me rodea con el brazo.

Este sitio ha conseguido provocarme una sensación de malestar y un temor que no creí que fuera a sentir jamás.

Pienso en Ethan, ha entrado, tanto que le he perdido de vista, sólo, ahora me inquieta el hecho de que pueda llegar a pasarle algo.

(...)

Visualizamos el edificio, sigo dándole vueltas a lo que ha dicho de los símbolos, ¿se refería a los símbolos que vi tallados en los árboles?

La hermandad.

Recuerdo las palabras de Ash.

-Oye, ¿sabes algo de alguna hermandad?

Aprovecho ahora que puedo, intento sonsacarle toda la información posible.

-...¿qué?- mis palabras parecen haber creado un ambiente denso y cargado de hostilidad.- ¿De donde has sacado eso?

-Lo he oído por ahí, su símbolo es una especie de llama, creada con varios objetos geométricos.

-Cállate.

-¿Qué?

-Que te calles, no hables de esto con absolutamente nadie, no digas nada de lo que te ronda la cabeza o de las curiosidades que tengas acerca del tema, no confíes en nadie. No tienes ni idea del peligro que conlleva todo esto.

-¿De qué hablas?

-Mira, haces muchas preguntas, y eso te puede llevar a situaciones incómodas e incluso peligrosas. Mejor deja de indagar en estos temas, son cosa del pasado, no importan.

-Si son cosa del pasado entonces ¿por qué no podemos hablar de ello?

Suspira en señal de desesperación.

-¿Por qué te interesa tanto?

-Es pura curiosidad...

-Pues olvídate y curiosea en otra parte.

-Eres un aburrido.

Sonríe.

Estamos llegando al edificio de las residencias, me da mala espina el haber dejado a Ethan adentrarse sólo, pero no podía seguirle con Derek a mi lado.

Ya está oscureciendo y el silencio que hay entre ambos es incómodo.

No es que conozca mucho a Derek, pero suele ser más hablador, siento que hay algo en todo esto que no cuadra, hay algo que le afecta en este tema, no es capaz de hablar de él de forma indiferente.

Le volvería a preguntar, pero no quiero agobiarle.

De repente un sonido rompe el silencio que nos rodea.

Es el móvil de Derek, la persona que le llama parece inquietarle, ya que nada más mirar la pantalla la expresión facial le cambia, parece nervioso.

-Me tengo que ir Jade, iré a verte en cuanto pueda.- dice abalanzándose sobre mi para plantarme un beso en los labios.

Se aleja del edificio a la vez que contesta a la llamada.

Suspiro, hoy no ha sido mi día más productivo.

(...)

Llevo un buen rato rebuscando entre los viejos planos del centro y sus alrededores, la bibliotecaria es muy simpática y me ha ayudado a encontrarlos.

Busqué los planos en google, pero no me salía nada que me sirviera para algo, así que pensé que tal vez podría ser un terreno que ahora ha sido reconstruido, o algo por el estilo.

Lo único que logro reconocer en los planos es el edificio del internado, la carretera que hay al salir y el bosque, lo demás es inservible.

Por cierto es un poco lúgubre que este internado esté a menos de diez minutos de un cementerio, probablemente les sea incluso práctico para trasladar a los alumnos que mueren de aburrimiento.

Observo el cementerio más de cerca, puedo advertir que cuenta con un número de pasillos que lo cruzan, separando las lápidas entre sí.

¿Y si...?

¡OH SI!

En la ciudad de donde vengo, hay un cementerio no muy grande, pero lo suficiente para tener que ser dividido en zonas con distintos nombres y números para localizar a los familiares de forma más sencilla y exacta.

Un cementerio de esta magnitud debe de estar dividido de innumerables formas.

Incluyendo sectores, filas y zonas.

A veces me sorprende mi inteligencia.

Eso es.

He de ir al cementerio.

Descubriré de una vez por todas qué narices hay en el ''Sector Norte, 21, 5''.

(...)

·ATENCIÓN·

·EN ESTE PEQUEÑO FRAGMENTO DE CAPÍTULO, EL TEXTO PASA A SER NARRADO POR DEREK·

DEREK

Miro de un lado a otro, impaciente, ¿donde cojones se ha metido ese idiota?

Me ha llamado hace veinte minutos.

Sigo parado tras el callejón que separa ambas residencias, es el primer lugar que se me ha ocurrido en el que podremos hablar tranquilos.

-Juro que cuando lo vea...- maldigo en susurros.

La paciencia se me empieza a acabar cuando de repente veo que una silueta se aproxima a ritmo rápido.

Acentúo la vista, la fijo en la silueta, analizándola.

Es él.

-Joder, me ha costado lo suyo lograr salir de ahí esta vez.- dice el idiota.

-¿Lo tienes?

-Ni un ''Hola'' ni un ''¿Qué tal estás? Me alegro de que hayas salido con vida''.- dice en tono burlón.

-Déjate de estupideces.

-No.

-DIJISTE QUE LO CONSEGUIRÍAS.

-Sé lo que dije, pero no me lo han dado, dicen que aún es pronto, es peligroso.

-Sabe algo de la hermandad.

-¿Quién?

-Ella.

-Da igual.

-No da igual.

-Sí, sabe lo que todos los demás, rumores.

-Pero y si llega a indagar más.

-Creo que tiene mejores cosas que hacer.

-Siempre estás así de tranquilo, no me lo puedo creer.

-Créetelo. - se enciende un cigarro.

-Eres gilipollas, ¿sabes que te ha seguido hasta el bosque? Menos mal que he conseguido distraerla.

-¿Ah sí? Eres mi héroe.- dice en tono de burla.- Hablando de seguir, tampoco les parece bien que te le acerques tanto.

Se agacha apoyando la espalda en la pared y se sienta en el suelo.

Me dejo caer a su lado.

-A la mierda, es todo por el plan.

-Un plan que temen que mandes a la mierda por ella, creen que tanta cercanía podría hacerte débil y temen que incumplas las reglas. Te estarán vigilando.- dice pasándome el cigarro a mí.

-No estoy con ella por gusto.- exhalo el humo.

-No veo que te quejes.

-¿Y tú? Vas del amigo salvador, el que le lleva a comer hamburguesas, menudo cateto.

-Al menos no me quiero meter en sus bragas.

-Algo tendré que sacar a cambio de todo esto.

-No olvides que es una víctima más. No te encariñes.

-Ethan, no todos nos enamoramos tan fácilmente como tú.

-Yo aprendí de mi error.

-Viste sufrir a quien más querías, eso no es un error, es una tortura, y estoy harto de esto.

-No nos queda otra, no es algo de lo que podamos huir.

-Lo sé.- suspiro.- Si algún día logro encontrar la forma de marcharme, ¿vendrías?

-Soñar es gratis.

-Hablo en serio Ethan. ¿Te alejarías de todo esto conmigo?

-Si hubiera una forma de salir de esta mierda, créeme que te seguiría.

-Juntos en la mierda y juntos fuera de ella.- le choco el puño en señal de complicidad.

-Siempre juntos hermano.

Apago el cigarro y me levanto.

-He de marcharme, ya sabes, el deber me llama.

-Sí, sí, tu ve a ejercer de buen novio.- está oscuro, pero puedo ver como esboza una sonrisa maliciosa.

Asiento con una sonrisa de desacuerdo y entro.

Avanzo por el pasillo, algunas chicas aún siguen dando vueltas por ahí.

Saludo a un par ladeando la cabeza y me paro frente a la puerta.

Llamo.

Oigo pasos al otro lado.

La puerta se abre.

-Hola preciosa.

Sonríe.

-¿A dónde habías ido?- pregunta.

-Un amigo me necesitaba.- digo de forma suave.

-Vaaaya, que atento eresss...- dice burlándose de mí.

Sonrío y tras cogerla de la cintura, la acerco a mí y la beso.

-¿Me deja pasar, Señorita Jade?

-Adelante, Señorito Derek.

Tiene una sonrisa preciosa, ella es preciosa.

Como muchas otras.

Muchas otras que cayeron antes que ella.

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HOOOOLAAA GENTE DE WATTPAD!!

Si habéis llegado aquí significa que habéis leído el capítulo y por eso os doy las gracias y un millón de besos y abrazos <3 

Significa mucho para mí que sigáis mi historia y que os guste, de verdad.

GRAAACIAS Y MILES DE GRACIAS.

Por el apoyo, las críticas, los votos y los comentarios.

También os debo una disculpa por la tardanza, pero no es que sea algo por gusto, es que estoy ocupada con mis estudios, pero pronto seré libre de escribir cuando quiera, y ahí si que no podrán detenerme a la hora de subir capítulos.

Me gustaría saber si os gusta o no la historia.

Y os ruego que no adelantéis acontecimientos, hay mucho por ver, y queda mucho por conocer.

BESOSSS Y ABRAZOSSS.

EVA <3